Tareas escolares: ¿qué tan cerca debes estar?

Por: Maria Verónica Degwitz

Los padres deben ponerse de acuerdo con los maestros para que los deberes escolares sean realmente productivos

Con el inicio de clases llega un nuevo reto: las tareas escolares. El debate sobre si son necesarias o beneficiosas para los niños está vigente y existen muchos estudios que apoyan una u otra opción.

Pero, más allá de la posición de los centros escolares sobre las tareas ¿qué papel jugamos los padres en la realización de estas actividades? ¿qué tan involucrados debemos estar en el tiempo de tareas de nuestros hijos para ayudarlos a ser mejores?

En primer lugar, debemos vigilar que las tareas de nuestros hijos sean:

  1. Proporcionadas: dependiendo de la edad, los niños no deberían pasar una gran cantidad de tiempo completando sus tareas. Es importante que tengan tiempo para jugar, hacer deporte u otras actividades que complementen su educación.
  2. Apropiadas: deben tener relación con lo que están aprendiendo en clases y deberían tener el conocimiento suficiente para completarla por ellos mismos.
  3. Relevantes: las tareas cumplen con el fin de establecer hábitos de estudio y de reforzar lo aprendido en clases. Actividades irrelevantes o muy complicadas no favorecen el desarrollo académico del niño.

Si alguna de estas condiciones no se cumple es bueno entrar en comunicación con los maestros o con el centro educativo y expresar nuestras opiniones.

Es bueno que se sepa que los padres estamos allí para apoyar a nuestros hijos pero que también consideramos que las tareas escolares es algo que les corresponde a ellos como estudiantes y no a nosotros como padres.

Algunos de los consejos que nos pueden ayudar a estar lo suficientemente involucrados pueden ser:

  1. A la hora de hacer tareas debes estar “disponible” pero con cierta distancia: es bueno que el niño sepa que estas allí para responder dudas que pueda tener, pero sentarte al lado de él mirando insistentemente lo que escribe, genera una dependencia innecesaria.
  2. No borres lo que ha hecho mal: la tarea debe llegar al maestro como el niño la realizó. Puede ser tentador corregirle los errores, y alguna vez se puede hacer, tratando de explicarle al niño en qué se equivocó. Pero corregir con insistencia las tareas le impide ver al maestro si verdaderamente el niño comprendió la asignatura, y en qué debe esforzarse más.
  3. Hay que procurar un espacio y tiempo adecuados para hacer los deberes: una manera de ayudarlos es garantizar que cuenten con un espacio silencioso y ordenado para hacer los deberes. También que cuenten con las herramientas necesarias, así no se distraen y no pierden tiempo buscando el material que necesitan.
  4. No te conviertas en la alarma ni en la agenda de tus hijos: cuando son pequeños es importante recordarles su horario de estudio para crear el hábito, pero mientras van creciendo es importante que ellos tengan la capacidad de sentarse a hacer sus deberes a la hora sin que haya que recordárselos.
    Hoy en día con los avances tecnológicos vemos a muchos padres que se convierten en la agenda de los hijos y preguntan a otros padres en chats o redes sociales sobre las tareas; hacer esto quita responsabilidad a los hijos sobre su deber. Si olvidaron anotar la tarea es deber de ellos llamar a algún compañero o conseguir la manera de hallar la información sin que seamos los padres los que se la busquemos.

Si sabemos dirigirlos, nuestros hijos pueden sacar mucho provecho de sus deberes escolares, sin embargo, no debemos perder de vista que lo verdaderamente importante es que a través de estas tareas se desarrollen virtudes como orden, aprovechamiento del tiempo, perseverancia, y alguna otra que los ayudarán en el futuro a ser mejores.

Fuente e imagen: https://es.aleteia.org/2019/09/07/tareas-escolares-que-tan-cerca-debes-estar/

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España: Las familias de la pública exigen la gratuidad de las extraescolares en la jornada continua

 04 de Febrero 2018/Fuente: elmundo/ Autor:D.MOLTÓ
  • Educación utiliza la ‘hucha’ de los centros para pagar las extraescolares
  • La Confederación de Madres y Padres de la Pública rechaza la posibilidad de ofrecer actividades no gratuitas y dice que las instrucciones «llegan tarde»

Padres y madres de escuelas públicas representados por la confederación Gonzalo Anaya recriminaron este jueves a Educación que abra la puerta a que los centros con jornada continua puedan poner en marcha actividades extraescolares no gratuitas.En un comunicado, criticaron el enunciado de la normativa que «no se ajusta a nuestro concepto de escuela pública, en la que todo el alumnado tiene que tener los mismos derechos si queremos conseguir una enseñanza democrática».

Tampoco se mostraron convencidos con la solución planteada por la norma para evitar la discriminación de acceso a algunas actividades por motivos económicos y que pasaría por aportar ayudas a los niños y niñas según la distribución de las becas de comedor. «Nos ponemos en el papel de los escolares que no se quedan en el comedor habitualmente y cuyos recursos socioecómicos también pueden ser demasiado bajos para pagar actividades extraescolares», apuntaron.

Otra posibilidad contemplada por Educación es que los centros decidan en los consejos escolares si es necesario cubrir el coste de las actividades de algunos niños sin recursos. «Esto nos hace plantearnos con qué criterios se van a tomar esas decisiones y qué baremos se van a aplicar», apuntaron desde la Gonzalo Anaya.

La confederación expuso además su malestar por la fecha de publicación en el Diari Oficial de las instrucciones para la jornada continua que, en su opinión, «llegan tarde». Aseguraron que muchos centros ya han celebrado los consejos escolares extraordinarios para aprobar los proyectos de jornada escolar para el próximo curso, sin tener sobre la mesa las instrucciones oficiales.

También ayer la portavoz de Educación del Grupo Popular en las Cortes, Beatriz Gascó, afirmó que la instrucción sobre extraescolares es «una nueva chapuza» del conseller de Educación, Vicent Marzà. A su parecer, las normas «limitan las actividades extraescolares y obligan a los centros a abonarlas con fondos propios». Pero el secretario autonómico de Educación, Miguel Soler, defendió que las nuevas instrucciones establecen un procedimiento «sencillo» para «evitar burocracia nueva» y asegurar que ningún alumno quede excluido por razones económicas. Recordó que es la Conselleria la que paga «el conjunto de los gastos de un centro, incluyendo las actividades extraescolares».

Desplante a Marzà

Por otro lado, los representantes de la Gonzalo Anaya fueron los únicos que acudieron a la Mesa de Padres y Madres, cita que rechazaron el resto de confederaciones autonómicas de padres y madres: Covapa (en la que están integradas AMPAS de la escuela pública) y Concapa (que representa a la concertada)

El motivo del desplante al conseller Marzà es, según explicó Julia Llopis, presidenta autonómica de Concapa, el «desprecio de la Conselleria de Educación a un órgano de representación tan importante como la Mesa de Padres, que funciona en la Comunidad desde 1995».

Y es que los dos únicos temas del orden del día -el decreto de inclusión y el proyecto de decreto de curriculum de Bachillerato- son asuntos que la Conselleria ya ha tratado en otros foros, como el Consejo Escolar de este mismo miércoles o la Permanente del Consell, la semana pasada. «Si ya está todo pactado y no vamos a poder elevar propuestas en las mismas condiciones que otros actores, como los sindicatos, ¿qué sentido tienen?», preguntó Llopis, quien cuestionó la legalidad de la Mesa de ayer atendiendo a motivos de quorum.

Fuente de la noticia: http://www.elmundo.es/comunidad-valenciana/alicante/2018/02/02/5a735fb122601d6e3d8b45fa.html

Fuente de la imagen: https://e00-elmundo.uecdn.es/assets/multimedia/imagenes/20

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Perú: Prohíben a docentes dejar tareas para la casa a los escolares de región Ica

Perú/16 octubre 2017/Fuente: La República

Polémica. Medida se aplica en colegios públicos y privados desde hace una semana. Directora de educación dice que norma evitará sobrecarga a estudiantes que recuperan clases.

En la región Ica se ha prohibido que los docentes de colegios públicos y privados dejen tareas para el hogar a los escolares. La medida se tomó a través de un acuerdo del consejo regional el pasado 22 de agosto y entró en vigencia esta última semana.

Así lo confirmó la directora regional de educación de Ica, María Victoria Madrid Mendoza, a la prensa local.

La funcionaría argumenta que la medida busca evitar la sobrecarga en los escolares, porque se viene recuperando intensivamente las clases tras la huelga de los docentes.

“La norma se aplica en las provincias de Ica, Chincha, Pisco, Nasca y Palpa. Además, su cumplimiento es monitoreado por especialistas de la Dirección Regional de Educación, a través de las Unidades de Gestión Educativa Local de cada provincia”, señaló Madrid Mendoza.

Asimismo, anota que la medida se acordó en el consejo regional y se basó en estudios y experiencias de otros países, que demuestran que los alumnos aprenden más y de mejor forma cuando se encuentran dentro del salón de clases.

“Estudiantes que dedican una hora de su día para hacer tareas en casa tienen mejor rendimiento escolar que aquellos que dedican cuatro horas. Esto significa que estos alumnos están desperdiciando tres horas de su tiempo al día, tiempo que podría ser aprovechado para realizar otro tipo de actividades”, se lee en el acuerdo regional N° 032-2017-GORE-Ica y que sustenta la medida.

“NO SOMOS FINLANDIA”

Alfredo Velásquez, secretario general del Sindicato Unitario de Trabajadores en la Educación del Perú (Sutep), criticó la medida señalando que las pocas horas de clase que tiene el estudiante en el aula no son las suficientes para desarrollar un aprendizaje completo. Por ese motivo, resaltó, “el conocimiento adquirido en las escuelas se debe complementar con tareas en los hogares”.

“Una medida que se basa en experiencias educativas como la de Finlandia, es una medida equivocada, pues ese es un país distinto al nuestro. Ahí tienen otras prioridades. Lo que tiene que hacer el consejo regional de Ica es hacer un estudio basado en la realidad de las provincias de esa región, para que actúen de manera científica”, recomendó el dirigente máximo del Sutep.❧

Claves

  • El plan de recuperación de clases de Ica señala que los escolares estudiarán los sábados y feriados para cumplir con el año escolar.
  • La norma acordada por el consejo regional cita entre sus argumentos que en 1956, en Francia, se prohibió que los colegios envíen tareas a la casa a los estudiantes de educación primaria.
  • “El caso más reciente –dice la norma–, se vio en el estado de California (Estados Unidos), en 2009, cuando se eliminó las tareas escolares”.

Fuente: http://larepublica.pe/sociedad/1110563-prohiben-a-docentes-dejar-tareas-para-la-casa-a-los-escolares-de-region-ica

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¿Tareas en verano? Sí. No. Depende

Por: Mariano Fernández Enguita 

Ya no habrá verano en el que no salte el debate sobre las tareas escolares en vacaciones, una vez que lo ha hecho para los deberes en general. ¿Debe haberlos? Tengo tres respuestas.

Sí. Sabemos con certidumbre, hace decenios, que el desfase entre alumnos de distinto logro se amplía en verano, en detrimento de los de origen social más humilde. Si la escuela propicia alguna igualación, el verano deshace lo conseguido. No hay secreto: la riqueza y el nivel culturales, directa o indirectamente académicos, de la vida cotidiana y las vacaciones varían según entre familias. No es igual un verano en Torrevieja que en Viena, viendo Tele5 que leyendo…

No obstante, en un mundo ideal los docentes, especialistas en aprendizaje y educación, deberían tener mucho que decir sobre cómo orientar las actividades de verano, y los padres harían bien en escucharles.

Niños y adolescentes pasan ya demasiados días y años en la escuela No. Llega con que la escuela ocupe todo el curso a los alumnos. Los metemos en las aulas diez años por obligación, la práctica totalidad al menos quince y una amplia mayoría más. Parafraseando a Mae West sobre el matrimonio, la escuela es una institución estupenda… si te gusta estar institucionalizado, o sea, internado. Niños y adolescentes pasan ya demasiados días y años en la escuela para que esta colonice además su tiempo libre y el de sus familias.

Por lo demás, choca que el profesorado, después de tanto empeño en pasar de la jornada partida a la intensiva y reducir el calendario escolar (cuarenta días en la democracia) y entre batallas sobre terminar o empezar el curso un día antes o después, justifique los deberes veraniegos. Si los alumnos necesitan más tiempo… ¿por qué no en la escuela? .

Depende. ¿De qué? Del proyecto educativo que tenga el centro y la atención personalizada que precise el alumno y el centro sepa darle. No es lo mismo recomendar unas lecturas literarias, una actividad deportiva o un curso de idiomas que complementan o consolidan lo realizado y pueden ser vividas por el alumno como un reto creativo, que endosar tareas repetitivas que debieron ser suficientes (y quizá no fueran las adecuadas) en el curso. Y depende, guste o no, de lo ya por cada alumno, que puede requerir a algunos lo que no a otros; pero, para que esto resulte verosímil y útil, hará falta una capacidad de personalizar la educación y la orientación que no es la habitual.

He de terminar diciendo que, la mayoría de las veces, los deberes veraniegos son el resultado de dos supuestos nada inamovibles: que todos deben alcanzar los mismos objetivos en el mismo año y que, quien no lo haga, deberá repetir curso. La mayor parte de lo que se impone como tareas estivales debería ser mera diversificación a lo largo del curso ordinario.

Fuente noticia: http://www.20minutos.es/opiniones/mariano-fernandez-enguita-tareas-verano-si-no-depende-3099369/

Fuente imagen: http://cdn.20m.es/img2/recortes/2017/01/24/410680-620-282.jpg?v=20170124165202

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6,5 horas El tiempo semanal en los deberes

Por DIEGO J. GENIZ

  • Los alumnos granadinos pasan más tiempo haciendo ejercicios en casa que los escolares de otros países
  • Este esfuerzo no se ve recompensado con altos resultados académicos

Seis horas y media. Éste es el tiempo medio que emplea a la semana un alumno granadino en hacer los deberes, una duración -ampliable a todo el territorio nacional- que supera la media de los países integrados en la OCDE (Organización para el Conocimiento y Desarrollo Económico), organismo mundial encargado de realizar los famosos informes PISA. De hecho, España se coloca entre los primeros países con mayor carga de tareas fuera del horario lectivo, y ello pese a haber reducido este tiempo en casi una hora en diez años.

Al margen de la polémica surgida las últimas semanas -a raíz de la huelga de deberes convocada por las asociaciones de padres de alumnos- sobre la conveniencia de que un menor disfrute de mayor tiempo libre al llegar a casa, los pedagogos y profesionales de la enseñanza se centran estos días en debatir sobre el efecto perjudicial que pueden provocar estos ejercicios si se tiene en cuenta que España no logra buenos resultados en el informe PISA. Una situación a la que se añade el alto fracaso escolar que sufren los alumnos.

Numerosos expertos consideran que existe una relación causa-efecto entre la alta carga de deberes y dichos resultados. Más allá de esta teoría, lo cierto es que la cantidad de tareas extraescolares que soportan los alumnos españoles se encuentra entre las más altas de los estados miembros de la OCDE. Un informe reciente de este organismo colocaba a España como el quinto país con la media de tiempo más elevada para realizar deberes. En concreto, según dicho análisis, un menor de 15 años (tercero de la ESO) pasa 6,5 horas a la semana realizando tareas de refuerzo fuera del horario lectivo. Esto supone que, de lunes a jueves y en función de una distribución homogénea, llegado a ese curso un alumno emplea 1,6 horas al día en desarrollar estos ejercicios. No obstante, el tiempo semanal de los deberes se ha reducido los últimos años, pues hace una década las actividades encargadas para fuera del aula suponían un cúmulo de 7,5 horas.

Pese a dicha merma, España aún está lejos de alcanzar la media de la OCDE, que se sitúa en cinco horas a la semana, es decir, tres cuartos de hora al día de lunes a jueves, por lo que los escolares españoles emplean más del doble del tiempo al día (siempre en función de esta distribución horaria) haciendo deberes.

Resulta curioso analizar la postura que han adoptado algunos países respecto a estos ejercicios. En varios estados se encuentran muy regulados, no sólo en la duración, sino en el tipo de tareas que se encargan, mientras que en otros, como España, se deja en manos de las comunidades autónomas, responsables de desarrollar las competencias educativas. Caso curioso es el de Canadá, que logra el puesto número 9 en cuanto a lectura en el informe PISA. Lo primero que exige este país norteamericano es que los deberes sean «una actividad comprometida y relevante», aspecto en el que inciden muchos pedagogos. La Mesa del Distrito Escolar de Toronto ha establecido una política sobre dichos ejercicios, según la cual, en Primaria deben consistir en «lectura, juegos y diálogos en familia». Cuando se llega a las enseñanzas medias, no han de superar en ningún caso la hora diaria.

Tal es la preocupación por que un menor tenga un equilibrio horario entre actividades extraescolares y el tiempo que ha de compartir con su familia, que en 2008 el Consejo de Toronto estableció unas pautas según las cuales no se deben encargar deberes a los niños de Infantil. En esta etapa se «anima» a las familias a comprometerse en actividades de «aprendizaje humano», como jugar, hablar y leer juntos.

Llegados al instituto, los alumnos no deben emplear más de una hora en reforzar los conocimientos en casa durante los primeros cursos de la ESO. Un límite horario que debe quedarse en los 120 minutos cuando se acabe esta etapa, e incluso, en el Bachillerato. Las instrucciones del distrito educativo de Toronto prohiben asignar deberes en vacaciones o días de fiesta. Dicho consejo propone a los padres que envíen «ejemplos» de actividades «significativas, relevantes y atractivas» para sus hijos.

Otro país modélico en cuanto a educación es Finlandia, que ocupa siempre los primeros puestos en el PISA. Un país donde las familias se convierten en auténticos agentes de la comunidad educativa debido a su implicación en la escuela. Cada clase va seguida de 15 minutos de descanso para que los alumnos realicen en este tiempo las actividades de refuerzo y así no llevárselas a casa. Una vez fuera de la escuela, se intenta que el menor goce de tiempo libre para conocer su entorno inmediato y aplicar en él los conocimientos aprendidos en el colegio.

En otros países se han fijado varios criterios a la hora de encargar los deberes, como ocurre en Australia, donde las actividades extraescolares no pueden durar más de una hora a la semana durante los tres primeros cursos de Primaria. Este límite horario llega a los 180 minutos semanales al pasar a Secundaria. Al final de esta etapa no deben exceder de las cinco horas semanales. Una condición que establece el Departamento de Educación australiano es la de que cada tarea que se encargue ha de adecuarse a las necesidades individuales de un alumno, por lo que no se trata -como ocurre en demasiadas ocasiones en España- de deberes generalizados, sino personalizados, que contribuyen a mejorar el rendimiento académico de un escolar atendiendo a sus características.

El debate de estos ejercicios llegó a Gran Bretaña en 2009, cuando la Asociación de Profesores y Maestros aprobó una moción que exigía la abolición de los deberes en Primaria al calificarlos de «pérdida de tiempo que debe emplearse en un aprendizaje eficaz fuera del aula».

En el lado opuesto se encuentran países como Rusia y Grecia, que encargan una gran cantidad de deberes fuera del aula. Estados, por otro lado, que obtienen resultados pésimos en el PISA. En Rusia la jornada lectiva empieza a las 8:45 y acaba a las 13:00. Los alumnos de los primeros cursos invierten dos horas diarias en hacer tareas extraescolares.

En Secundaria el tiempo que los estudiantes pasan en clase alcanza las 40 horas semanales, a las que se suman las cuatro horas diarias en realizar ejercicios en casa. La única excepción son los fines de semana, cuando no se encargan deberes.

En Grecia estas tareas no duran más de una hora al día en Primaria, pero en Secundaria ya se triplican. En este país es habitual que los escolares acudan por la tarde a una academia para reforzar las materias más difíciles.

Dentro de España existen comunidades que cuentan con normativas para regular los deberes. En Galicia están prohibidos desde 1997, mientras que en Cataluña se dictaron unas instrucciones según las cuales se recomienda «evitar fuera del horario lectivo la realización de tareas repetitivas no contextualizadas o de una duración excesiva». La normativa catalana establece que dichos ejercicios en ningún caso «han de obstaculizar la necesaria dedicación de los alumnos al tiempo de ocio».

La Consejería de Educación de la Junta de Andalucía aún no ha establecido ninguna norma o decreto al respecto. Fuentes del departamento que dirige Adelaida de la Calle explican que la ausencia obedece a una «falta de demanda» al respecto, por lo que la decisión para encargar la cantidad de deberes y el tipo de actividades a desarrollar fuera del aula se deja en manos de los equipos directivos de los centros de enseñanza, de los departamentos didácticos y, en la mayoría de los casos, de los docentes.

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