La educación ecosocial se abre paso

La finalización de este agitado curso 2017/18 en la Comunidad de Madrid y el comienzo del verano ha desembocado, como cada año, en una amplia oferta de actividades de formación para el profesorado que, por lo general, son englobadas en la categoría genérica de “escuelas de verano”.

Víctor Manuel Rodríguez

Aunque los propósitos y contenidos de estas actividades abarcan un sinfín de temas y movilizan a un gran número de profesionales –tanto organizadores y ponentes como asistentes-, creo que merece la pena hacer notar que no han sido pocas las propuestas que se han dirigido al cuestionamiento más profundo de los enfoques epistemológicos sobre los que descansan nuestros planteamientos educativos. Reflexionar en profundidad sobre los análisis de la realidad que subyacen en las propuestas curriculares es, para muchas personas, un imperativo. Y además, urgente. Como lo es preguntarnos de nuevo –o no dejar de preguntarnos nunca- sobre el tipo de escuela en la que queremos educar a nuestras hijas e hijos, alumnas y alumnos.

En un momento en el que a muchos nos parece que el debate educativo se escora demasiado hacia las propuestas metodológicas, organizativas y de gestión, y en el que la comunidad educativa tiende a enzarzarse en encendidas polémicas, desde mi punto de vista bastante estériles, sobre si las aportaciones que pretenden ser innovadoras y quienes las desarrollan son más bien galgos o podencos, algunas y algunos profesionales siguen cuestionándose el papel de la escuela en un mundo que cada día va dando pasos más decididos hacia la desigualdad, la xenofobia, el miedo al otro y la destrucción de la naturaleza.

La idea de una educación emancipadora, crítica, con compromiso social ha presidido muchos de los debates que han tenido lugar en estos primeros días del verano. Su necesidad parte de la constatación de que nuestras sociedades caminan sin rumbo o al menos con un rumbo profundamente equivocado y casi suicida; de que el desarrollismo a ultranza está agotando los recursos del planeta y las fuerzas de millones de personas y territorios; de que la insolidaridad y el rechazo al diferente se viste de progreso y posmodernidad; de que la hipocresía y la mentira presiden los imaginarios hegemónicos y anulan la participación real de la ciudadanía en la construcción de unos entornos más limpios, más justos, más cohesionados y, por ello, más habitables.

En estos días muchas compañeras y compañeros, docentes o no, han compartido análisis, temores y certezas y de una u otra forma se han conjurado para hacer frente a esta deriva reaccionaria. Porque también han imaginado escenarios posibles, no tan distópicos como en general nos quieren hacer ver. Han conocido iniciativas ciudadanas a las que ya cabe denominar de “resistencia”; han compartido el trabajo de movimientos sociales y personas que siguen –seguimos- pensando que otro mundo es posible y que es imprescindible trabajar para que así sea. Propuestas de auto-organización y cooperación; de cambio en los modelos de producción alimentaria; de relación con la naturaleza, con el entorno próximo o con la tecnología; propuestas de incorporación de perspectivas eco-feministas en la escuela o fuera de ella; alternativas para cambiar las formas y los contenidos del consumo o para decrecer en la esfera material sin renunciar o más bien apostando por una mayor calidad de vida…
Muchas personas queremos otra escuela y tratamos de entender o imaginar cuáles han de ser los ejes sobre los que es preciso construirla. Y en algunos encuentros muy recientes hemos hablado de ello. Veamos algunos ejemplos de aquellos en los que hemos participado.

En la 43ª Escuela de Verano de Acción Educativa, llamada “La escuela habitada: educación, ecología y justicia social”, sus promotores han planteado un encuentro en el que los profesionales, a partir de la reflexión acerca de las relaciones entre la sociedad y el resto de los elementos que conforman el ecosistema general, puedan profundizar en la investigación y el intercambio de experiencias educativas para mejorar la situación, conseguir una cultura centrada en la vida, que tenga en cuenta los límites de la Biosfera, que respete y promueva la diversidad…

ESenRED, el espacio de articulación de Escuelas hacia la Sostenibilidad  en Red, celebró su 4º Simposio en el CENEAM. Más de 100 docentes de las 14 redes de ESenRED territoriales y unos 20 técnicos y técnicas de la administración, debatieron acerca de la educación que necesitamos en la era del Antropoceno. Se compartieron experiencias, saberes y dificultades de las escuelas ante la crisis ecosocial.

El colectivo de Pedagogías Invisibles ha centrado su encuentro de 2018 en las “Pedagogías feministas”, entendiendo que nuestros contextos educativos y nuestras prácticas pedagógicas reclaman revisión y transformación para afrontar los retos contemporáneos y desarrollar prácticas que sean igualitarias e inclusivas con todas las personas que participan en cualquier espacio de aprendizaje. Han analizado cómo el feminismo, en intersección con el arte contemporáneo, puede destruir el proyecto patriarcal hegemónico del sistema educativo.

También en FUHEM hemos querido aportar nuevos argumentos al debate pedagógico. En el curso desarrollado en nuestra V Escuela de Verano, “Educación Ecosocial. Hagamos posible lo deseable”, hemos querido analizar los principales retos a los que se enfrentan las sociedades modernas, en términos de sostenibilidad, cohesión y justicia social, inclusión y participación democrática. Hemos
compartido iniciativas de transformación de la práctica educativa que puedan ser experimentadas o promovidas en otros contextos y tratado de configurar redes futuras de colaboración y apoyo mutuo.

La perspectiva de seguir trabajando en esta senda resulta muy esperanzadora. Y la posibilidad de crear redes de profesorado y otros profesionales implicados nos impulsa a continuar y nos ilusiona. Parece que, en efecto, la educación ecosocial se abre paso.

Fuente http://eldiariodelaeducacion.com/blog/2018/07/12/la-educacion-ecosocial-se-abre-paso/

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España: Pistas para unir educación, ecología y tecnología en el ‘cole’

Europa/ España/ 13.06.2018/ Fuente: elasombrario.com.

En este tramo final del curso escolar, atendemos hoy en nuestra ‘Ventana Verde’ a uno de los pilares para construir una sociedad más sostenible, justa y solidaria: la educación. Hablamos con la maestra de primaria Miriam Leirós, que lleva 20 años dando clases de 5º y 6º (niñas y niños de 10 a 12 años) en un colegio público gallego y que ha hecho de los contenidos verdes eje prioritario de su trabajo. Con ella, a pie de tierra, a pie de ‘cole’, aportamos pistas para trabajar contenidos ambientales en las aulas.

“Para recoger hay que sembrar. Ellos son las generaciones del futuro. Sobra decir lo importante que es introducir la educación ambiental en Primaria de una manera directa, transversal y plástica si queremos lograr un trato sostenible con el planeta”, señala, para abrir boca, Miriam Leirós, profesora del CEIP (centro de educación infantil y primaria) Plurilingüe (castellano, gallego e inglés) Antonio Palacios de O Porriño (Pontevedra), muy cerca de Vigo. “Con la pubertad, comienza la conciencia y el sentido de la responsabilidad en nuestro comportamiento. Si les implicas no sólo como espectadores, sino como parte activa, rápidamente asumen que pueden convertirse en agentes del cambio”.

En estos 20 años a pie de pupitres, ¿has notado cambios destacables en las aulas?

“Sobre todo he visto tres cambios importantes. Por un lado, noto sobreprotección por parte de padres y madres por una falta real de conciliación de la vida familiar. Si tienes solo una o dos horas al día para estar con tus hijos, hay una especie de remordimiento de conciencia y también de deseo de evitar cualquier tensión y mal rato, que lleva a los progenitores a ser excesivamente permisivos y protectores; (algo que Leirós ha explicado en un vídeo para la Fundación Promaestro ).También he notado un exceso de motivación por parte de los adultos hacia las nuevas generaciones; si nos fijamos, prácticamente todo su tiempo está gestionado por los adultos, pasan de las actividades escolares a las extraescolares y de las extraescolares a las escolares, sin interrupción, sin que tengan tiempo ni para aburrirse ni para verse motivados a pensar por sí mismos para disfrutar de su tiempo. Eso les hace menos creativos y mucho más dependientes. Y el tercer aspecto de transformación que observo es demasiada preocupación desde la administración educativa por introducir la robótica, la tecnología, en las aulas en edades cada vez más tempranas, ¿no nos estaremos pasando de modernos cuando convertimos el ocio en pantallas y parques de caucho, y llega un momento en que los chavales ni saben distinguir entre dos árboles? Incluso en familia las tablets son las nuevas niñeras, y yo noto que están perdiendo mucha capacidad para el dibujo y la redacción, la creatividad en general, que están perdiendo la motricidad fina, la capacidad por ejemplo para las manualidades, de usar las manos, de mancharse con la tierra, de cortar con una tijera…”.

No es bla, bla, bla. Miriam Leirós, de 41 años, se lo trabaja; no reniega de las nuevas tecnologías, todo lo contrario, lleva años combinando tecnología con ecología, pantallas con manos, desde una visión amplia y comprometida del mundo, de la naturaleza. Repasamos con ella sus trabajos en el aula que pueden servir de pistas inspiradoras. En los cursos 2014/15 y 2015/16, ya puso en marcha algo que ahora está en su momento álgido: Plasticoff (Fuera Plásticos), un blog con el objetivo de concienciar para reducir el uso de plásticos de un solo uso en la vida cotidiana, aplicando las 3R (Reducir, Reutilizar y Reciclar), a la vez que colectivamente iban introduciendo en el blog noticias relacionadas con el medioambiente. Proyecto que llegó a estar expuesto en Simo Educación 2015, en Madrid, y con el que también asistió al congreso Utopías Educativas en Zaragoza. Y que fue recogido en diversos medios de comunicación 

En el curso 2016/17, sus alumnos y ella estuvieron volcados en el proyecto Rutas Sostibles (sostenibles en lengua gallega), que inventariaba tanto las obras que el insigne arquitecto Antonio Palacios dejó en O Porriño, el pueblo donde nació en 1874, como los árboles autóctonos del municipio, sirviéndose también de los códigos QR para aportar información.

Y en el curso 2017/18, ella y otra compañera del centro Antonio Palacios, Nuria Rodríguez, han lanzado Coolturecco, que pone en valor la cultura y la ecología, sirviéndose sobre todo del formato vídeo. Al final de cada mes han estado subiendo a YouTube sus programas de televisión de unos diez minutos que incluyen secciones de música, libros, arte, cine y ecología. Nuria y Miriam destacan que es una manera también de avanzar en la cultura audiovisual y todo lo que se mueve en torno a ella (desde los derechos de autor a los tipos de planos), pero trabajando con sus propios contenidos, generados por los alumnos, acercándose a la realidad.

En esa misma línea de conexión con la actualidad, con lo que se cuece en el mundo, para que no vivan metidos en una burbuja, y gracias a la plataforma Cero en Conducta, que promueve educar con cine en las aulas, el pasado martes, Día Mundial del Medioambiente, han asistido a una proyección particular del documental en torno a los impactos del cambio climático Antes que sea tarde, de Leonardo DiCaprio y Martin Scorsese, gracias también a National Geographic y Fox. En torno a esa proyección se creó #guiñoverde, un movimiento para implicar a través de redes a otros colegios y compartir experiencias sobre lo que cuenta el documental.

Las nuevas tecnologías, las nuevas herramientas llevadas al aula, pero con sentido y dirección. En 2012 Leirós ya trabajó con sus alumnos la película Arrugas (en torno al mundo de los ancianos y el Alzheimer) y en el primer trimestre de este curso Wonder (adaptación del libro WonderLa lección de August, sobre el acoso escolar). En el segundo trimestre, padres, madres y profesores asistieron a una proyección de la película francesa El buen maestro (2017)  , para después lanzar un debate en torno a la educación. Y para cerrar el ciclo de este curso, Antes que sea tarde. En este tipo de actividades, Leirós intenta siempre que es posible la implicación familiar, para que no se vean colegio y casa como territorios separados en la educación y crecimiento de niños y niñas.

La profesora Miriam Leirós con algunos de sus alumnos.

La profesora Miriam Leirós con algunos de sus alumnos abordando el tema del cambio climático.

Más. Este curso han participado en la convocatoria de Ecoembes Los profes cuentanque tenía en su 7ª edición el objetivo de premiar las mejores iniciativas ambientales impulsadas por profesores en sus aulas. Llevan seis años trabajando en clase con Toletis (editado por NubeOcho/MadLibro y cuyo autor es quien esto escribe), un libro que promueve en 12 cuentos el amor por la naturaleza con un estilo de “realismo mágico-ecológico”. En torno a Toletis, Miriam Leirós ha elaborado una guía didáctica adaptada a la actual Ley de Educación para trabajar a través de este libro de lectura todos los contenidos curriculares de la asignatura de Lengua para 5º de Primaria. “Conviven con Toletis y su pandilla todo el año”, dice la profe, “y así retienen mucho mejor las normas de ortografía y gramática que con la memorización de textos clásicos tomados de aquí y de allá a trozos, como tantas veces se ha hecho; así conseguimos mayor complicidad”. Este curso han introducido también la lectura de El increíble viaje de Neuman Tikín, libro editado por Signus (entidad encargada de recuperar los neumáticos usados en España) y que aborda el valor del reciclaje, de reinventarse, de la naturaleza, de la amistad y la imaginación.

Aparte de sus propias iniciativas, Miriam Leirós recoge en su blog pistas educativas que le parecen interesantes; su última entrada está dedicada a recursos para trabajar el medioambiente, como la web del WWF. En este bajar a tierra con lo verde, le preguntamos por algunas de esas pistas que a ella más le llaman la atención. “Estoy especialmente atenta a Síndrome de Abundancia, un proyecto también de una profe en torno a los desperdicios de alimentos y cómo ese despilfarro impacta en el medioambiente. Sigo muy de cerca ‘Carro de combate’ sobre economía sostenible, comercio local y productos de temporada y de proximidad; porque aparte de inculcar las 3R otro aspecto en el que insisto mucho con mis alumnos es en el despilfarro e impacto para el planeta que supone esa actitud de querer disponer de todo en todo momento; acostumbrar a un consumo con conciencia, con compras de proximidad y de temporada, me parece fundamental para reducir la huella ecológica del ser humano. También estoy muy pendiente de las ecoescuelas de Andalucía y del #EA26, tuits en torno a educación ambiental que se suben los días 26 de cada mes y las cuentas de Twitter de @jhergony (crea y aprende con Laura), un profesor que comparte muchos recursos en la red, y de Juanje Campos @jjcampos14. Y me gusta mucho usar la calculadora de C02 con mis alumnos para concienciar de una manera divertida sobre el impacto en el clima de nuestro estilo de vida”.

Pistas verdes, ideas que unen elementos diversos, nuevas herramientas, desde el cine a los blogs y los tuits. Energía humana renovable. Entusiasmo. El empeño de esta maestra con los pies y las manos en la tierra, que cree a pies juntillas en la educación pública y ambiental (o ecosocial, como últimamente prefieren llamarla muchos), podría resumirse en la importancia de promover la ecología en un mundo con tanta tecnología.

Terminamos con una pregunta más. ¿Cuál es el feedback que recibes de tus alumnos y cuáles son las herramientas o contenidos que más les motivan?

“Reaccionan muy bien. Como decía al principio, siempre que se les implique, que se les trate como sujetos activos y no objetos pasivos, su respuesta es muy buena, se implican. Y hay algo que siempre les motiva, la vía segura para que te presten atención: los animales. Todo niño empatiza con los animales, siente ternura, atracción y complicidad hacia ellos; los ven como sus amigos. Si les quieres hablar de la contaminación por plásticos en los océanos, la mejor manera de llegar a ellos es a través de los delfines y las ballenas. Si les quieres explicar el impacto del cambio climático y cómo se derriten los Polos, osos polares y pingüinos van a ser tus mejores aliados. No falla”.

Fuente: https://elasombrario.com/pistas-unir-ecologia-tecnologia-cole

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Cuarta revolución industrial y su impacto en la ecología

Por: Raúl Mannise

La cuarta revolución industrial ya ha empezado, cada vez estamos más conectados, nuestros aparatos son cada vez más capaces de hacer cosas por nosotros, la robótica ya no es algo del futuro y está empezando a convertirse en algo más de la vida cotidiana.

La primera revolución industrial que se da con un conocimiento cabal de cómo nuestras acciones y actos de producción impactan sobre el medio ambiente. Hoy existen leyes ambientales, normas y conciencia sobre el medio ambiente y la sostenibilidad que marcarán esta revolución de una forma nunca antes vista.

Sin embargo, no todo será sencillo, la nanotecnología, el Internet, los teléfonos inteligentes y otras tecnologías están cambiando nuestras vidas a un ritmo de vértigo. Estos cambios traen también un futuro incierto, ya mismo hay trabajos humanos que se pierden por ser innecesarios y se plantea que en un futuro muchas profesiones actualmente valiosas, como un abogado o incluso un médico, pueden remplazarse con sistemas de inteligencia artificial.

No sabemos qué clase de mundo va ser el resultante, cómo podremos responder ante estos cambios y qué solución vamos a encontrar para los millones de personas que dentro de muy poco necesitarán cambiar de empleos.

Pero por suerte muchas de estas tecnologías ya están ayudando a resolver problemas ecológicos; hoy día existe nanotecnología capaz de limpiar un lago contaminado en días o de reducir las emisiones de un motor gracias al control de un computador de forma asombrosa, lo que hace pensar que la sostenibilidad y el generar un medio ambiente más sano es parte de la revolución.

¿Cómo comenzó la cuarta revolución industrial? El primer país en hablar de la misma y que se encuentra actualmente a la cabeza del proceso fue Alemania y él mismo es uno de los países más comprometidos con los temas medioambientales.

La revolución digital ya cambió nuestro mundo, hoy día el nivel de información que podemos manejar es abrumador, todos podemos ser parte del ciberespacio, podemos crear una web fácilmente de esta manera o vivir conectado a través de nuestros teléfonos o pedir un taxi o comida con una app.

Pero la cuarta revolución industrial va un paso más allá. Imaginemos por un momento que un parapléjico se introduce en un traje y con su pensamiento lo comanda y puede mediante la asistencia mecánica y robótica de éste, volver a moverse y comunicarse como si nada; pues bien, estas cosas ya existen y estamos llegando a esos niveles.

En 2016, la cuarta revolución industrial fue el tema central del Foro Económico Mundial. Muchos apuestan por que los países asiáticos se vuelvan más fuertes durante esta revolución e incluso hay quienes dicen que podrá darse un reparto más equitativo de bienes. Esto se puede dar ya que se perderán empleos en países industrializados y surgirán nuevas oportunidades que probablemente puedan ser mejor aprovechadas por países hoy en vías de desarrollo.

Impacto de las nuevas tecnologías en el medio ambiente y en nuestras vidas.

La nanotecnología ya se está usando para depurar y generar agua, sin lugar a dudas estas nuevas tecnologías, que están apenas naciendo, podrán ayudar a la humanidad a luchar contra problemas como la contaminación o el cambio climático de manera mucho más simple y a una escala mayor.

El potencial de todas estas nuevas tecnologías es mucho, esperemos que se tomen en cuenta los marcos sociales, políticos y éticos que necesitamos para hacer un buen uso de estas tecnologías. Las grandes industrias ya empezaron con la adaptación y digitalización de sus procesos, consiguiendo ahorros de tiempo, materias primas y energía.

Lo que es seguro es que el cambio de tecnologías es real y vino para quedarse. Ahora el tema será si somos capaces de hacerlo de forma tal que ayudemos a obtener mejores sociedades y un mejor planeta en el que vivan nuestros hijos en el camino indicado.

Fuente: http://www.ecoportal.net/Temas-Especiales/Contaminacion/Cuarta-revolucion-industrial-y-su-impacto-en-la-ecologia

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