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Hacia lo significativo

Carlos Candel

Son tiempos inciertos. Y lo son porque afectan a todo el mundo y porque parece que algo va a cambiar en nuestras vidas de aquí en adelante. Aunque, si lo pensamos, no son menos inciertos que los que viven y vivían millones de personas en el mundo, que sufren hambre, abusos, guerras, epidemias… Sólo que ahora nos afecta a todos, en mayor o menor medida.

Son muchos los esfuerzos que se están realizando de manera silenciosa desde la comunidad docente. De la noche a la mañana hemos pasado de dar clases de forma presencial, en centros educativos, con ratios elevadas, a hacerlo telemáticamente, desde casa. Pero desde que empezó el confinamiento no hago nada más que darle vueltas a qué es lo que estamos haciendo realmente. Porque si algo está provocando toda esta situación es que, una vez más, se agrande la desigualdad entre los estudiantes. Esta situación no sólo no garantiza el derecho a la educación, sino que lo dificulta por razones que ya se han explicado en profundidad en este mismo medio en artículos como el que se publicaba recientemente de Jesús Rogero.

Veo a compañeros y compañeras terriblemente frustrados por no poder hacer llegar a su alumnado las tareas, invirtiendo horas y horas en la búsqueda de canales para tratar de continuar las clases y avanzar en el currículo. Y, ahora, en pleno momento de evaluación, la cosa se va a complicar mucho más. Nos enzarzaremos en un frenesí de notas, de actas y criterios de evaluación que no harán más que reforzar la idea de que esta situación es muy compleja y de que, hagamos lo que hagamos, vamos a ser injustos con los que más importan: los alumnos y alumnas.

Yo mismo puedo decir que más de la mitad de mi grupo, todos ellos mayores de 16 años, no cuenta con un ordenador para hacer las tareas, un tercio no dispone de la conexión a Internet necesaria para poder realizar un seguimiento óptimo del trabajo a través de la red y uno de ellos ni siquiera cuenta con un móvil para mantener una comunicación diaria con nosotros, sus tutores. Y a todo esto se le suma que el cien por cien de mis alumnos no tiene el apoyo suficiente en sus casas como para generar los hábitos que se requieren para estos nuevos tiempos de educación remota. Por lo que la mayor parte gastan más energías en eludirnos que en avanzar en el temario. Y lo entiendo, porque en estos momentos inciertos, ¿quién puede estar pensando en operaciones matemáticas, más allá de aquellos que las necesitan para desarrollar su trabajo estos días?

Y es que precisamente a eso me refiero. Nunca fue tan significativo el uso de las matemáticas que en estos tiempos. Cuando aparecen los datos de la curva de infectados o el número de ERTE que se han registrado, no puedo evitar pensar en mi alumnado y sus familias. ¿Sabrán interpretar estas gráficas? ¿Podrán decodificar los datos y saber lo que está sucediendo realmente? Y cuando nos hablan de los virus y de lo importante que es lavarse las manos, ¿tendrán en la cabeza lo mismo que yo cuando imaginan un virus en sus manos? O cuando cada día un ministro anuncia una medida nueva y nos hablan de lo importante que es la solidaridad y el apoyo mutuo, ¿serán capaces de vislumbrar mínimamente lo que se nos viene encima? ¿Estarán preparadas sus familias para luchar por mantener sus salarios o para solicitar el paro si llegase la ocasión? ¿Cómo elaborarán el duelo si pierden a algún familiar querido a causa de esta terrible pandemia? ¿Y cómo podrán hacerlo si, además, no pueden siquiera despedirse de él o ella? Pienso en ellos cuando recibo una de esas decenas de noticias falsas que circulan por las redes y me pregunto cómo les afectarán y si tendrán las herramientas para extraer el grano de la paja.

No hago más que pensar en nuestro papel en esta crisis. Y una vez más veo a muchos maestros y maestras obcecados en la instrucción. Y recibo bromas y memes en los que hablan las familias que, a pesar de todo, siguen viendo en nosotros a los privilegiados que hemos dejado de dar clases, de cuidar a sus hijos e hijas, y que no hacemos otra cosa que enviar costosas tareas. Pero que al final de mes tendremos nuestro salario garantizado. No sólo se abre la brecha entre el alumnado, sino entre docentes y familias.

Quizás esta pandemia nos ofrezca una oportunidad. La misma de la que algunos llevamos tanto tiempo hablando. La de convertir nuestro proceso de enseñanza-aprendizaje en algo realmente significativo y comprometido con la realidad que vivimos. Estos tiempos inciertos son a su vez, únicos e intensos. Nos dan la posibilidad de transformar no sólo el medio, como parece que se ha impuesto a causa de la distancia, sino la mirada, el enfoque con el que nos enfrentamos a nuestra acción educativa. Sé que para muchos será difícil, porque se encuentran en cursos escolares claves en su proceso formativo, como son los estudiantes que tienen que hacer la EBAU este año. Pero en la medida de lo posible, olvidémonos del currículo por una vez y centrémonos en lo verdaderamente importante.

No me parece bien que se cierre el curso, que sigamos minimizando la educación a los tiempos de la escuela, a los meses del curso. Ayudemos a nuestros alumnos y alumnas, y por ende, a sus propias familias, a entender lo que está sucediendo. Sé que no será fácil, que nosotros mismos no somos capaces de encontrar el ánimo, el conocimiento necesario, la herramienta… Pero hagamos de este momento único un proyecto educativo global, en el que toda la comunidad educativa se vuelque en construir el conocimiento necesario para enfrentarnos juntos a este reto. Hagámosles partícipes. No hablemos de solidaridad, pongámosla en práctica.

Seamos creativos. Iniciemos este camino juntos, de verdad. Y para comenzarlo será imprescindible conocer lo que piensa nuestro alumnado, sus preocupaciones, sus miedos, y también, cómo no, sus esperanzas y anhelos. Sistematicemos nuestra acción tutorial, poniéndola al servicio de esta experiencia que, además, es colectiva. Saquemos el máximo partido de ella. Se me ocurren diversas actividades al respecto: recabar información científica sobre los virus y pandemias; investigar si esto ha ocurrido anteriormente y cómo lo resolvieron; analizar las noticias que nos llegan y su veracidad; abordar los datos de la epidemia y el contexto geopolítico en el que se está produciendo esta crisis… Y, sobre todo, estar cerca del alumnado y sus familias para poder, tal y como nos alientan en todas partes, juntos, comprender lo que ocurre a cada momento; acompañarles en las pérdidas (familiares, laborales, económicas…), en los duelos que estén por venir; y también, en la esperanza, en el futuro que se abre ante nosotros en el contexto histórico actual.

Me parece un buen momento para seguir incidiendo en los graves problemas que nos acucian y que parecen haberse quedado en un segundo plano: el cambio climático, las guerras, la vulneración de los derechos humanos… Y, cómo no, las posibles causas, que no culpas, que nos han traído hasta aquí. Y, partiendo de este punto, realizar un análisis y una batería de propuestas conjunta sobre qué podemos aprender de esto y cómo salir de esta crisis más fuertes. Porque no olvidemos que las posibilidades de que nuestro mundo, nuestra sociedad, no sea la misma después de esto, son bastante grandes. Y, como sucede con cualquier cambio, estos pueden ser a mejor o empeorar la situación. Por eso, valdría la pena reforzar la idea de no volver a la normalidad anterior, sino avanzar hacia una utopía disponible, tal y como decía Marina Subirats en este mismo medio. ¿Para qué sirve la educación si no ayuda a las personas a enfrentarse a la vida, al presente?

Cuando pienso en el papel de los docentes en esta crisis, no puedo evitar cierta frustración e impotencia. Creo que nos estamos esforzando mucho, como es habitual, pero no estamos enfocando bien nuestra mirada. En los tiempos en los que por fin se le da valor a la utilidad de lo que hacemos y la necesidad que cumple en nuestra sociedad, por encima del valor económico, desde el punto de vista productivo; tiempos en los que los cuidados son el eje fundamental, en los que incluso se ensalzan labores tan menospreciadas como limpiar, cuidar a nuestros mayores, reponer productos, repartirlos o venderlos en un supermercado y que tan necesarias son ahora… Seamos eso que tanto se ha admirado siempre en los docentes. Seamos personas que ayudan a otras a desarrollarse en este mundo tan complejo, independientemente de su condición, de su estatus económico. Seamos quienes, suceda lo que suceda a partir de ahora, aborden esta crisis desde otra mirada, siendo facilitadores de la construcción común de utopías disponibles. Seamos útiles. E iniciemos esta senda, por una vez, juntas.

The post Hacia lo significativo appeared first on El Diario de la Educación.

Fuente: https://eldiariodelaeducacion.com/2020/04/03/hacia-lo-significativo/

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Costa Rica carece de calidad educativa ante el cambio tecnológico

 Especialistas internacionales destacan urgencia para iniciar procesos; autoridades universitarias destacan esfuerzos que realizan

América Central/Costa Rica/Carlos Cordero 

La Universidad Hispanoamericana cuenta un laboratorio de ingeniería con aplicaciones para Internet de las cosas, inteligencia artificial y telemática desde el 21 de agosto pasado. Invirtió en este más de $500.000.

A la par tiene un centro de simulación donde los estudiantes de ingeniería, informática, electrónica y administración de negocios interactúan en la toma de decisiones en gestión, operación y mercadeo con las nuevas tecnologías en casos empresariales reales.

«Estamos respondiendo al reto que implican estos procesos tecnológicos», dijo Jeffry Jones, gerente de la Universidad Hispanoamericana.

Costa Rica tiene la cobertura educativa, centros académicos y técnicos, y universidades para preparar el talento que se requiere ante el cambio tecnológico y los empleos del futuro. En lo que debe mejorar es en calidad, competencias y perfiles, así como en la respuesta de las autoridades de educación para aprobar la actualización de las carreras universitarias.

“La buena noticia es que el cambio se puede hacer en poco tiempo”, afirmó Felipe Child, socio de McKinsey & Co., durante un evento el pasado 7 de noviembre y organizado por la Coalición Costarricense de Iniciativas de Desarrollo (Cinde).

Entre los cambios propuestos está fortalecer las áreas de ciencia, tecnología, ingeniería y matemática (conocidas en inglés como STEM), la formación en idiomas, técnica y vocacional, y elevar la inversión en calidad educativa.

Aparte de responder a las exigencias del empleo del futuro, también se debe mejorar la posición educativa a nivel global.

Costa Rica retrocedió en el diagnóstico del Programa Internacional para la Evaluación de Estudiantes (PISA, por sus siglas en inglés), realizado la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) en matemáticas, ciencias y lectura en el 2015, con respecto al 2012. El país se ubicó en el puesto 55 de 72 países evaluados.

La Universidad Hispanoamericana cuenta con laboratorios de Inteligencia Artificial Industria 4.0 y usa tecnologías de simulación. En la foto, Ana Catalina Leandro, coordinadora del laboratorio, y la estudiante Kristie Herrera en el Laboratorio Integrado de Ingenierías, ubicado en la sede de la universidad en Barrio México. (Mayela López)
Competencias para el futuro

Que los cambios en el sistema educativo se puedan implementar con metas a diez años no implica empezar después de que se despejen los nublados del día.

Lo que más llama la atención es la brecha de los centros educativos y el mercado de empleo, pues a nivel docente se piensa que preparan a sus estudiantes para el mercado laboral mientras en las empresas creen lo contrario.

«Debemos pensar si es educar por educar o educar para la empleabilidad», recalcó Luis Gamboa, presidente de Cinde.

Las nuevas tecnologías, aparte de sustituir oficios, transforman las operaciones, advirtieron también Fabio Gandour, jefe científico de IBM Research en Brasil, y Sara Skvrisky, directora de investigación del Institute for the Future, de Palo Alto, California, en la actividad de Cinde.

Eso exige estrategias de educación a los niños que ingresan a la escuela para trabajos que hoy no existen. «Los cambios no pueden abordarse con métodos tradicionales», dijo Skvrisky.

La especialista explicó que las nuevas realidades exigen el aprendizaje continuo y el cambio de rol de los docentes, así como nuevas habilidades (véase recuadro «Educación del futuro»)

Fuente: http://www.elfinancierocr.com/tecnologia/costa-rica-carece-de-calidad-educativa-ante-el/WJIVNDOFAJF3ZHQ5DBLT4P27Z4/story/

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La tecnología en escuelas es obsoleta.

América del norte/México/Fuente: debate.com.mx

Por: Blanca Regalado

Hoy las instituciones de educación superior ofertan carreras muy apoyadas en el uso de las tecnologías, pero en los niveles que anteceden no cuentan con estas herramientas y donde si las hay son obsoletas.

La escuela secundaria Jaime Torres Bodet, tiene una población de 846 estudiantes, los grupos son de 45 jóvenes y cuentan con un aula telemática con algunos equipos que “son elefantes blancos”, apuntó el director Luis Alfredo Gutiérrez Espinosa.

A través de este medio hace un llamado enérgico al gobernador del Estado Mario López Valdez, para que cumpla la promesa de dotar de la tecnología  e internet a todas las escuelas.

En el plantel que se ubica en una zona de la periferia, se instalaron antenas satelitales que también pese a la gran inversión “son elefantes blancos”.

Ante la insistencia de los jóvenes de contar con esta herramienta, con recursos de la escuela y padres de familia se adquirieron el mes pasado 15 laptops y también pagan el servicio de internet.

Al entrar a clase habrá una laptop por cada tres alumnos ya que son  45 jóvenes y además no hay personal para instruir a los estudiantes en esta área.

Y la era digital?

A su vez el director Marco Antonio Olimón Valdez, director de la Secundaria General 2, explicó que sí tienen computadoras.

Pero estos equipos llegaron hace ocho años, sirven, pero ya son lentos  y no tienen muchas funciones.

Los alumnos, maestros y padres de familia “estamos a la espera de la tecnología que se prometió”.

Inicia un ciclo y surge el discurso de los apoyos a las tecnologías, se acaba y no pasa nada, ni siquiera  el internet que iba ser gratuito para las escuelas.

El programa no funcionó y en la secundaria  Leyes de Reforma, los padres y la escuela cubren el costo del internet, más de mil pesos por mes.

Las tecnología son una herramienta en el aprendizaje-enseñanza y así se trabaja, con equipos obsoletos, pero los alumnos llegan a otro nivel y en esta materia llevan una instrucción y formación insuficiente.

La escuela cuenta con 15 computadoras de las antiguas y se tiene una población de cerca de 500 estudiantes.

Tecnología.

Hay instituciones preparatorias que cuentan con formación técnico profesional  en soporte y mantenimiento de equipo de cómputo, que aún no cuentan con la tecnología y los espacios, pero están en proceso de cambio.

La preparatoria que surgió en Puerta de Sol y que luego de la lucha de los padres subsistió y autorizaron su permanencia y hoy forma parte del Colegio de Estudios Científicos y Tecnológicos del Estado de Sinaloa (CECyTES), depende Culiacán, pero solo los alumnos que cursan primer grado.

A los de segundo y tercero pese a que van a clases todos los días, concluirán los estudios como  preparatoria abierta, explicó la directora, América Ceballos Rubio.

Acepto que ahí en las aulas de madera no cuentan con la tecnología.

Pero a partir de la próxima semana se cambiarán a un edificio que rentaron y están habilitando.

No tendrán computadoras para los alumnos de Soporte y Mantenimiento de equipo de computo, pero el director de la UPSIN, Leonado Germán Gandarilla, les abrirá un espacio los sábados a los alumnos para que la teoría que están aprendiendo hoy la pueden llevar a la práctica.

Falta apoyo.

Así como los tres planteles en mención, en un recorrido que se hizo en escuelas de todos los niveles, el clamor de los directores es que la tecnología es la herramienta indispensable para la enseñanza y no llega a todos los planteles.

Aceptan que sí hay algunos que son favorecidos por el gobierno, pero los que tienen tecnología es más bien porque invierten de manera particular, como en la primaria Luis Donaldo Colosio.

El jefe de los Servicios Regionales de la Sepyc, Toribio Colado Rodríguez, dice que sí hay apoyo tecnológico.

No como se quisiera, pero se están dotando los planteles. En relación a la promesa del gobierno federal de dar computadoras a niños de quinto y sexto grado, aún no le toca a Sinaloa.

Ya se hicieron las gestiones ante la autoridad pero aún no se han otorgado.

Fuente: http://www.debate.com.mx/mazatlan/La-tecnologia-en-escuelas-es-obsoleta-20150206-0058.html

Imagen: http://www.debate.com.mx/__export/1423235579200/sites/debate/img/mazatlan/2015/02/06/escuela-secundaria-tatorres-bodetx79601105x.jpg_594723958.jpg

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Venezuela: Período 2013-2015: conozca los logros más importantes en materia educativa

Caracas/Julio de 2016/VTV

Uno de los logros más importantes es el un incremento en la matrícula escolar, la cual paso de 30%, pasando de 5.998.592 a 7.784.625 niños, niñas, jóvenes, adultos y adultas.

La Revolución Bolivariana ha trabajado incansablemente por garantizarles a todos los venezolanos una educación pública gratuita y de calidad.

Se han realizados proyectos como la Consulta Nacional por la Calidad Educativa, proceso inédito al que se convocó a todos los actores de la sociedad vinculados con el sistema educativo, para diagnosticar sus problemas, conocer sus propuestas, y concertar una visión conjunta para mejorar la calidad de la educación venezolana.

Al llamado de la consulta acudieron  7.233.489 personas, lo que marca un hito sin precedentes en materia de participación.

Igualmente, se ha logrado un incremento en la matrícula escolar, la cual paso de 30%, pasando de 5.998.592 a 7.784.625 niños, niñas, jóvenes, adultos y adultas.

Aquí les presentamos otros logros resaltantes en materia educativa alcanzados por la Revolución Bolivariana,  y que al igual que los presentados anteriormente, corresponden al período 2013-2015:

  • Se distribuyeron 27.291.020 textos escolares de la Colección Bicentenario, correspondientes a educación Primaria, Media y modalidades de Interculturalidad y Educación Especial, en todos los planteles oficiales del país.
  • Se brindó atención alimentaria a 4.682.972 estudiantes a través de la Corporación Nacional de Alimentación. En la prestación de este beneficio participan 65.000 madres y padres cocineros, que reciben todos los beneficios laborales que les corresponden.
  • Se han desarrollado 4.100 espacios agroproductivos en instituciones educativas nacionales a través de huertos escolares que abarcan una superficie cultivada de 82 hectáreas, atendidas por estudiantes.
  • Se entregaron 618.277 computadoras Canamina configuradas con sofware libre y posibilidad de acceso a internet. Desde el 2009 al 2015, se alcanzó la cifra de 4.144.879 equipos de computación entregados a los estudiantes.
  • Se crearon 96 nuevos Centros Bolivarianos de Informática y Telemática, alcanzando un total de 2.704 en todo el país, así como también de la actualización de equipos y sistemas en 260 Centros Tecnológicos y del Proyecto Canaima Educativo.
  • Se instalaron los dispositivos necesarios para que 1.500 liceos y escuelas técnicas cuenten hoy con conexión inalámbrica a internet, Wifi.
  • Se actualizaron y dotaron 73 laboratorios de computación en las escuelas técnicas que dictan la mención de informática.
  • Fuente: http://www.vtv.gob.ve/articulos/2016/07/22/periodo-2013-2015-conozca-los-logros-mas-importantes-en-materia-educativa-6277.html
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