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Los niños en medio del terrorismo: en Francia les enseñan a protegerse y en Siria a degollar

Francia/ Agosto de 2016/El Plural

Mientras en el país galo se enseña a prevenir y los protocolos de actuación, el Estado Islámico lleva años enseñando a ‘sus’ niños a decapitar.

Los ataques terroristas que han sacudido Francia en los últimos años han llevado a François Hollande a tomar cartas en el asunto y ha decidido reforzar las medidas de seguridad en los colegios para prevenir las ofensivas radicalistas y, en caso de que se produzcan, se actúe adecuadamente. Y es que, el autodenominado Estado Islámico (DAESH) ha situado a los infantes en el foco, adoctrinando a sus niños y señalando a la escuela laica como enemigo.A partir del próximo curso, que arranca en septiembre, las escuelas galas deberán realizar de forma obligatoria un total de tres simulacros de atentados terroristas. De los tres ejercicios solo uno incluirá la entrada de un asaltante. Esta iniciativa se suma a las medidas ya adoptadas por los centros educativos tras los atentados acaecidos en París el pasado año.Los colegios ya estaban obligados a contar con un adulto en la entrada, identificar a toda persona ajena a la escuela que quisiera entrar y registrar bolsos y mochilas. A partir de septiembre los centros deberán informar mediante una circular a los padres de los ejercicios de simulación, incrementar los esfuerzos de prevención mediante reuniones con los progenitores y probar un sistema de aviso por mensaje de texto un día antes del inicio del nuevo curso.Así se lo ha trasladado en un comunicado conjunto el Ministerio de Educación y de Interior -redactado en julio pero hecho publico este miércoles- a las autoridades escolares y a las delegaciones de Gobierno. En él, aseguraban que “la seguridad en las escuelas e instituciones escolares es una prioridad absoluta” y que “los recientes atentados y el contexto de amenaza terrorista imponen reforzar la vigilancia”.

¿Qué hacer en caso de atentado?

Los niños, involucrados

Mientras Francia educa a sus niños para prevenir los atentados y saber cómo actuar en caso de que ocurran, en el otro bando, DAESH enseña a infantes a decapitar. El fenómeno, que en su momento fue bautizado como “Baby yihad”, se hizo viral después de que hace unos años varios yihadistas publicaran vídeos de niños practicando con muñecos tales como peluches a los que les cortan la cabeza.Aquí se puede ver uno de los vídeos. Avisamos de que contiene imágenes que pueden dañar su sensibilidad.

Fuente: http://www.elplural.com/2016/08/11/los-colegios-de-francia-haran-simulacros-de-atentados-terroristas

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Francia Éducation: la sécurité des établissements scolaires renforcée

Europa/Francia/12 de Agosto de 2016/Fuente: FranceTV

RESUMEN: Una vez que comience el año escolar, los estudiantes desde el jardín de infantes hasta  la escuela secundaria, van a entrenar para responder a los ataques terroristas. Entre las nuevas medidas dadas a conocer por el gobierno a un año del «intento de intrusión»  se convirtió en una medida nacional después de haber sido aprobado por algunos estudiantes. Cada tercio de los estudiantes estará acompañado por una comisión de primeros auxilios. «Es extremadamente importante la formación de los estudiantes. Una vez más con el lenguaje apropiado y de acuerdo a su edad», dice Hervé France 3 Jean Le Níger, vicepresidente del CIPF. También se volverá a evaluar la seguridad de cada institución. A la vuelta de los edificios, se iniciará el trabajo si es necesario. El último anuncio hecho es seguido por los estudiantes de la academia en los procesos de radicalización, asi lo informó la policía.

Dès la rentrée scolaire, les élèves, de la maternelle au lycée, s’entraineront à réagir en cas d’attaques terroristes. Parmi les nouvelles mesures rendues publiques par le gouvernement, un exercice «attentat intrusion» par an sera obligatoire dans chaque établissement. Il devient national après avoir été testé par certains lycéens.

Interdiction de s’attrouper

Une prise de conscience qui pour tous les élèves de troisième s’accompagnera d’une sensibilisation aux gestes de premiers secours. «C’est extrêmement important de former les élèves. Encore une fois avec un langage adapté et selon leur âge», confie à France 3 Hervé-Jean Le Niger, vice-président FCPE. La sécurité de chaque établissement sera également réévaluée. Au tour des bâtiments, des travaux seront engagés si nécessaire, et il y aura désormais interdiction de s’attrouper. Enfin, la dernière mesure annoncée est le suivi par l’académie des élèves en processus de radicalisation, c’est à dire déjà signalés par la police.

Fuente: http://www.francetvinfo.fr/societe/education/education-la-securite-des-etablissements-scolaires-renforcee_1585813.html

Fuente de la imagen: http://www.elperiodico.com/es/noticias/internacional/atentados-paris-asi-explica-atentado-nino-4677224

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España: La UNESCO repudia el ataque de Quetta que dejó 70 muertos

Europa/España/12 de Agosto de 2016/Fuente: Ecodiario.es

La Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) ha condenado este miércoles el ataque que tuvo lugar este lunes contra un hospital civil de la ciudad de Quetta, la capital de Baluchistán, en el oeste de Pakistán, en el que murieron al menos 70 personas, entre ellas dos periodistas.

La directora general de UNESCO, Irina Bokova, ha subrayado que no existe ninguna «justificación» para «perpetrar actos de violencia contra civiles» y ha indicado que «la pérdida de estos profesionales de los medios de comunicación (…) socavan la capacidad de los ciudadanos para sostener un debate informado, que es la base de una buena gobernanza y diálogo».

El atentado comenzó con una explosión que alcanzó a las personas que acompañaban en ese momento al cadáver del presidente de la Asociación de Abogados de Baluchistán, Bilal Kasi, que murió por disparos de hombres armados.

El grupo Jamaat ur Ahrar, una facción escindida de los talibán que ha jurado lealtad a Estado Islámico, reivindicó la autoría del ataque. Jamaat ur Ahrar es el grupo terrorista que reivindicó el atentado que acabó con la vida de 72 personas en marzo de 2016 en un parque de la localidad de Lahore.

En el ataque murieron, entre otros, un cámara de ‘Dawn News’, Mehmood Jan, y otro de Aaj TV, Shehzad Ahmed.

La UNESCO condena de forma regular la muerte de trabajadores y profesionales de los medios de comunicación en línea con la resolución 29, adoptada por los estados miembro de la agencia en 1997, bajo el título de ‘Condena de violencia contra los periodistas’.

Fuente: http://ecodiario.eleconomista.es/oriente-medio/noticias/7759474/08/16/La-UNESCO-repudia-el-ataque-de-Quetta-que-dejo-70-muertos.html

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Vidas rotas: historias detrás del terrorismo en el mundo

Nigeria/Agosto de 2016/Clarín

Por: Clarín

Chicos huérfanos, parejas destrozadas y familias en duelo son el resultado de una serie de atentados, muchos de los cuales no llegaron a los diarios. The New York Times reconstruyó sus vidas para mostrar el efecto de la violencia.

La frecuencia y el alcance de las matanzas marean. Alrededor de 300 integrantes de distintas familias destrozados por bombas mientras celebraban el fin de Ramadán en Bagdad. Cuarenta y nueve muertos en el aeropuerto de Estambul. Cuarenta más en Afganistán. Nueve italianos, siete japoneses, tres estudiantes de universidades de EE.UU. y una mujer en el distrito diplomático de Dhaka, Bangladesh. Cadáveres que se apilan dentro de un ómnibus en Somalia, en una mezquita y en un video club de Camerún, en un santuario de Arabia Saudita. Todas estas masacres ocurrieron tan solo en dos semanas de marzo. Como parte de un fenómeno que se percibe como una corriente interminable de atentados. Después siguieron los del boliche de Orlando y el ataque Beirut. La lista de objetivos atacados es larga y en ella están también Niza y la iglesia de St. Étienne-du-Rovray, Francia. Alemania, Japón y Egipto. Cada bomba, cada proyectil destrozó hogares y comunidades.

Este informe especial es el resultado de volver a cada lugar, a lo evidente: a que cada pérdida es igual aunque las críticas digan que a no todas las víctimas del terror se las trata del mismo modo desde los medios. Es un recorte en el tiempo para recordar en estas 247 vidas rotas al resto.

Por eso si se detiene el reloj durante la segunda quincena del último marzo, cuando se produjeron ataques que ocuparon grandes titulares en los medios y también ataques en lugares donde el horror se convirtió en rutina y no salen en la prensa, el conteo siniestro da 247 hombres, mujeres y chicos asesinados en ataques masivos llevados a cabo la mayoría de ellos por extremistas islámicos en seis países.

El amor y la muerte En los ataques de esa semana ocho parejas fueron asesinadas juntas, haciendo las cosas que hacen las parejas. Mohamed y Shawana Naveed, casados tres meses antes de aquel domingo sangriento, habían salido a dar un paseo por un parque de Pakistán. Stephanie y Justin Shults, dos contadores que se habían conocido en la Universidad Vanderbilt y estaban viviendo en Bruselas, acababan de despedir a la madre de Stephanie en el aeropuerto. Zeynep Basak Gulsoy y Nusrettin Can Calkinsin, estudiantes de abogacía de 19 años, volvían a su casa de ver en el cine una película turca llamada “La herida de mi madre”, sobre las consecuencias de la guerra. Se habían conocido en la escuela secundaria. “Nunca te voy a dejar solo”, escribió ella en su anuario. “Siempre estoy y estaré a tu lado, con vos”, agregó. Fueron sepultados uno junto al otro.

Ellos eran dos de las 36 personas que asesinaron en una plaza pública de Ankara, la capital de Turquía, el 13 de marzo. Ese fue el día que inauguró la quincena del horror que este informe intenta reflejar. Aquel día, otras 19 personas murieron en atentados a tres hoteles sobre la playa en Grand Bassam, Costa de Marfil. El 27 de marzo, extremistas relacionados con Al Qaeda, Boko Haram, el Estado Islámico y los Talibanes habían atentado en una mezquita en Nigeria; en una calle de Estambul muy concurrida por turistas; en un estadio de fútbol en Irak; contra un ómnibus en Peshawar, Pakistán; en el parque de Lahore, Pakistán, donde ese domingo paseaba el matrimonio Naveed; también en el aeropuerto de Bruselas y en la estación de subte. Entre algunas víctimas hay conexiones, entre otras, grandes diferencias de estilos de vida, a todas las une su condición de víctima ante el terrorismo. En los ataques entre el 13 y el 27 de marzo hubo 1.168 familiares sobrevivientes: 211 personas que perdieron a su papá o a su mamá, 78 que se quedaron sin sus parejas. Hubo además más de 100 víctimas que perdieron a ambos padres. A todos los une el dolor que atraviesa fronteras.

Padres sin hijos “Este es un dolor que no se puede describir”, dice Michel Visart, cuya hija Lauriane murió en la explosión de la estación de subte de Bruselas. “Mi hijo era como una vela encendida en casa”, agrega Khaleel Kadhum, un padre iraquí que se había mudado con su familia desde Bagdad hasta el sur, supuestamente más seguro que la capital iraquí. Pero su hijo Ahmed se encontró allí con el terror. “A esa vela la apagaron de un soplo, y la felicidad de la familia ha muerto”, apenas puede decir La víctima de mayor edad fue Sevinc Gokay, un funcionario público retirado de 84 años al que mataron en Ankara. Las más jóvenes no habían nacido siquiera: dos mujeres embarazadas murieron junto con los bebés que llevaban en sus vientres; una tercera sobrevivió, Songul Bektas, pero perdió el embarazo: ya estaba en el tercer trimestre. Su esposo contó que luego se enteraron de que era una niña: le hubieran puesto de nombre Elif, que en turco significa delgada y alta.

Chicos sin futuro En la lista hay 17 víctimas de 10 años o menos; y 27 de entre 11 y 17. Ahmed Aasim Abdulkhuder, de 10, estuvo entre los chicos que volaron por el aire debido a un terrorista suicida que esperó hasta el final de un partido de fútbol en un estadio de Irak para explotar los explosivos que llevaba. La madre, Ibtihal, dijo que su hijo era tan fanático del Barcelona que rara vez se ponía otra cosa que no fuera la camiseta del club español. Murió con ella puesta. “Era la que más quería”, según la mujer.

Entre los asesinados hay judíos, cristianos, ateos y por lo menos un hinduista, pero 151 de las víctimas –el 61%– eran de religión musulmana como la mayoría de sus asesinos. Una facción talibán reivindicó haber elegido objetivos cristianos en el parque Lahore. Pero la mayoría de los que mataron allí eran musulmanes. Una de ellas era Zubaida Amjad, de 40 años, que sabía de memoria el Corán y estaba enseñándole a recitar los versos a su hija de 12, Momina Amjad. A la nena la mataron también.

En Bruselas, entre las víctimas del subte, está Loubna Lafquiri, de 34, profesora de gimnasia y madre de tres chicos que vivía en Molenbeek, el mismo barrio pobre de Saleh Abdeslam, uno de los sospechosos de los atentados en París. “Molenbeek no es sólo Saleh Abdeslam”, dijo el marido de esta mujer. “Molenbeek es también Loubna Lafquiri.” Entre las 247 víctimas hay estadounidenses, chinos, congoleños, franceses, alemanes, israelíes, libaneses, macedonios, peruanos, polacos: 26 nacionalidades en total. La mayor parte murió a menos de 15 kilómetros de donde vivían.

Pero un vendedor de productos medicinales chino llamado Deng Jingquan estaba a más de 10.000 kilómetros de su casa, en el aeropuerto de Bruselas, cuando se produjo el atentado. A sus amigos les decía que extrañaba su casa durante sus viajes.

Mirá también: “El ISIS sabe cómo aprovechar el caos en los servicios de seguridad franceses»

En esas dos semanas las víctimas fueron músicos, investigadores, docentes, camareras, agentes de policía, amas de casa, granjeros, estudiantes. Abassi Ouattara Moussa, Gervais Kouadio N’Guessan y Hamed Diomande prestaban servicios en fuerzas especiales de Costa de Marfil. Fabienne Vansteenkiste trabajaba en un mostrador de check-in del Aeropuerto de Bruselas. Avraham Goldman, un estadounidense-israelí asesinado durante sus vacaciones en Estambul, había tenido una fábrica textil y, luego de retirarse, trabajaba como guía turístico. Zainami Mustapha cortaba y vendía leña en Ummarari, Nigeria. Su compatriota Bamaina Usman compraba y vendía pollos. Jidda Muhammed, muerto junto a ellos, era herrero.

Entre aquellas personas había quienes tenían una vida llena de logros, como André Adam, ex embajador belga ante Naciones Unidas, que también vio los efectos de la violencia política durante sus funciones diplomáticas en Argelia y Congo. Dicen sus familiares que el último acto de Adam fue tratar de proteger a su mujer, Danielle, de la explosión en el aeropuerto de Bruselas. Ella quedó herida gravemente, pero sobrevivió.

Hubo otras víctimas cuyas vidas fueron cortas y estuvieron plagadas de adversidad, como Ousmane Sangare, de 16 años, que nació mudo y con deficiencias auditivas en Costa de Marfil. Según un asistente social, sus padres lo abandonaron y se fueron a Mali. Ousmane dormía en una estación de tren, pero le gustaba ir a la playa Grand Bassam los fines de semana, para rezar y nadar. Fue allí donde lo mataron los terroristas.

Más o menos la mitad de las 247 víctimas murió junto con alguien a quien conocía. Jean Edouard Charpentier, 78 años, guardia forestal francés retirado, acababa de terminar un paseo en bicicleta en Grand Bassam con su amigo Jean-Pierre Arnaud, vendedor a quien le gustaba tocar la guitarra. En el estadio de fútbol, la mayoría de las víctimas había ido a ver el partido con amigos, hermanos, primos.

Familias rotas La mayoría son familias que quedaron diezmadas. En Nigeria una madre murió con su hijo varón y dos hijas; otra mujer junto con el esposo, el hijo, su madre, la sobrina y el sobrino. En el parque Lahore, diez parientes, todos muertos, incluyen a Faiz Ahmed Chandio, empleado del departamento de irrigación estatal a quien le encantaba cocinar arroz con pollo y salsa de carne, y tres de sus seis hijos: Shiraz, de 6 años; Samina, de 5; y Sadaf, de 5 meses. Fueron uno de por lo menos nueve grupos familiares asesinados. En Bruselas, Ankara y Estambul, los atentados terminaron con vidas que habían transcurrido en relativa seguridad. En Nigeria, Irak y Pakistán, donde el terror y la violencia acechan en todos los rincones, algunas familias se encontraron en situaciones de duelos anteriores.

Ahmed Ibrahim, una de las víctimas del estadio de fútbol iraquí que habían combatido como soldados contra el Estado Islámico, murió 13 años después de que su hermano fuese abatido por fuerzas de EE.UU. en 2003.

Dos hermanos, Sabah y Mohammed Durayib, fueron enterrados en la ciudad santa shiíta de Najaf, cerca de su padre, a quien Al Qaeda había matado cinco años atrás.

No menos de tres de los caídos en la mezquita de Nigeria habían huido de zonas de su país donde la insurgencia sembraba el terror. Bukar Amar, un aspirante a político, dejó su población natal cuando Boko Haram le incendió la casa por completo. Muhammed Hauwa, de 70 años, se estableció en Ummarari, donde encontró tierra fértil para cultivar y, creía él, cierta seguridad. Otro campesino, Bunu Modu, se arregló para escapar cuando militantes de su localidad lo ataron con el propósito de matarlo: había estado llevando adelante una escuelita islámica con diez alumnos bajo un árbol.

Familiares sobrevivientes y amigos se mantienen aún cerca de donde murieron sus seres queridos, como intentando buscar un sentido a la inexplicable pérdida. Una madre iraquí bañó a su hijo de 11 años, le puso ropa limpia y lo mandó al match de fútbol. No le gustaba la idea y hubiera preferido que no fuera. Ahora se pregunta por qué no siguió su instinto.

Amigos y parientes de un paramilitar joven, que murió en el mismo atentado, dijeron que poco antes de ir a la cancha se había dirigido a ellos pidiéndoles perdón por sus faltas. Piensan ahora si no habría tenido una premonición.

En Nigeria, Muhammed Ali evocó la última vez que vio a su padre, Ali Kolo, tres días antes de que lo mataran durante las oraciones matinales en la mezquita de Ummarari. Habían pasado seis meses desde la muerte de su esposa y Muhammed le dijo al padre: “Me encantaría volver a casarme.” Estas anécdotas, como las instantáneas que se ven en las redes sociales de cada víctima, muestran los momentos que forman una vida. Una novia con su traje de bodas sentada en el piso y comiendo snacks. Un soldado, impecablemente vestido de uniforme. Graduados con toga y gorro en su gran día. Un hombre a caballo, otro rasgando las cuerdas de una guitarra, otro caminando por un largo camino rural rodeado de flores silvestres. Leyendo un libro o tomando cerveza, celebrando un acontecimiento importante de la vida o disfrutando de una habitual cena en familia. A la mayoría los mataron en momentos que podrían haber conformado otra de las fotos de esos álbumes personales. Esperando un ómnibus, o un subte, o un avión. Tiritando de frío en la playa. Haciendo fila para recibir un trofeo después de un partido de fútbol. Rezando, andando en bicicleta, dando un paseo un domingo. Lo que surge de esos instantes es un tapiz de vidas interrumpidas, dispersas en anécdotas o fragmentos de recuerdos compartidos con quienes permanecieron a su lado y sobrevivieron, en los detalles de sus sueños y en lo que quedó sin hacer.

Fuente: http://www.clarin.com/zona/Vidas-historias-detras-terrorismo-mundo_0_1622837854.html

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Cada día se producen cuatro ataques en hospitales o escuelas, según UNICEF

www.unicef.org/27-07-2016/

Fuerzas y grupos armados ocupan o atacan todos los días un promedio de cuatro hospitales o escuelas, según un análisis de UNICEF publicado poco antes de que comience la Cumbre Humanitaria Mundial.

Los resultados, extraídos del más reciente Informe del Secretario General de las Naciones Unidas sobre los niños y los conflictos armados, aparecen poco después de que se produjeran los ataques más recientes contra instalaciones y trabajadores de la educación y la salud, incluyendo un bombardeo de escuelas en Yemen y un ataque el 27 de abril contra un hospital en Aleppo, Siria, que mató a por lo menos 50 personas, entre ellos uno de los últimos pediatras que se encontraban en la zona.

“A los niños se les mata, se les hiere o se les causan discapacidades permanentes justo en aquellos lugares donde se les debe proteger y ellos se deben sentir seguros”, dijo Afshan Khan, Directora de programas de emergencia de UNICEF.

“Los ataques contra las escuelas y los hospitales durante los conflictos son una tendencia alarmante y vergonzosa. Los ataques intencionales y directos contra estos establecimientos, y contra los trabajadores de la salud y los maestros, pueden considerarse crímenes de guerra. Los gobiernos y otras partes interesadas tienen que proteger urgentemente las escuelas y los hospitales defendiendo las disposiciones del derecho humanitario internacional y las leyes internacionales de derechos humanos, y los Estados deben firmar la Declaración sobre Escuelas Seguras”.

Los ataques contra las escuelas y los hospitales son una de las seis violaciones graves contra los niños que el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas ha establecido y está considerando. El último Informe del Secretario General de las Naciones Unidas sobre los niños y los conflictos armados documentó más de 1.500 incidentes de ataques a escuelas y hospitales en 2014, o el uso de estos establecimientos para fines militares. Entre estos incidentes cabe destacar:

  • En Afganistán, 163 escuelas y 38 instalaciones de salud fueron atacadas.
  • En Siria se registraron 60 ataques contra instalaciones educativas, así como nueve casos de uso militar de las escuelas y 28 ataques contra centros de salud.
  • En Yemen, 92 escuelas fueron utilizadas con fines militares por fuerzas y grupos armados.
  • En Sudán del Sur se produjeron siete incidentes de ataques contra escuelas y 60 de uso con fines militares.
  • Un total de 543 instalaciones educativas fueron dañadas o destruidas en el Estado de Palestina y se documentaron tres ataques en escuelas israelíes.
  • Según las autoridades de educación del noreste de Nigeria, un total de 338 escuelas fueron destruidas y dañadas entre 2012 y 2014.

El año pasado, el sistema de monitoreo de las Naciones Unidas documentó también lo que se denomina “doble tap”, o incluso “triple tap”, atentados contra centros de salud en los que no sólo se atacó a civiles, sino también al personal de socorro que llegaba a la escena.

Más allá de los ataques contra edificios, los conflictos tienen otras consecuencias sobre la educación y la salud de los niños. En Siria, por ejemplo, además de los ataques a hospitales, el retiro de los suministros médicos y quirúrgicos de las caravanas de ayuda, las restricciones a las evacuaciones médicas y el asesinato de personal médico significa que los civiles de las zonas afectadas tienen cada vez menos posibilidades de acceder a una atención esencial y vital.

“Secuestran a los niños en sus escuelas en circunstancias terribles en países como Nigeria y Sudán del Sur, mientras que a otros les violan, o les reclutan y utilizan como soldados”, dijo Afshan Khan.

La primera Cumbre Humanitaria Mundial se llevará a cabo en Estambul el 23 y el 24 de mayo. Numerosos dirigentes mundiales analizarán la mejor manera de responder con eficacia a las principales situaciones de emergencia humanitaria y de estar preparados para afrontar los retos del futuro.

Sobre La Declaración sobre Escuelas Seguras
La Declaración sobre Escuelas Seguras, que se elaboró por medio de consultas de estado dirigidas por Noruega y Argentina en Ginebra durante la primera mitad de 2015, proporciona a los Estados la posibilidad de expresar un amplio apoyo político a la protección y la continuación de la educación en los conflictos armados, y es el instrumento para que los Estados avalen y se comprometan a aplicar las directrices para la protección de escuelas y universidades contra su uso militar en los conflictos armados. La Declaración se abrió para su ratificación en la Conferencia de Oslo sobre escuelas seguras, organizada por el Ministerio Noruego de Asuntos Exteriores el 29 de mayo de 2015. Un primer grupo de 37 Estados la ratificó ese día y el número ha ido creciendo desde entonces.

Los siguientes Estados han aprobado la Declaración sobre Escuelas Seguras (a partir del 27 de abril de 2016):

Afganistán, Argentina, Austria, Brasil, Bulgaria, Chad, Chile, Costa Rica, Costa de Marfil, Ecuador, Eslovenia, España, Finlandia, Georgia, Grecia, Honduras, Islandia, Irlanda, Italia, Jamaica, Jordania, Kazajstán, Kenya, Líbano, Liberia, Liechtenstein, Luxemburgo, Madagascar, Malasia, Montenegro, Mozambique, Nueva Zelandia, Níger, Nigeria, Noruega, Países Bajos, Palestina, Panamá, Paraguay, Polonia, Portugal, Qatar, República Centroafricana, República Checa, Sierra Leona, Somalia, Sudáfrica, Sudán, Sudán del Sur, Suecia, Suiza, Uruguay, Zambia.

 

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Kenya: Students shun Garissa University in september intake

África/Kenya/19 Junio 2016/Fuente:Nation /Autor:Ouma Wanzala

Resumen: Los estudiantes que ingresarán en septiembre a las universidades han evitado postularse en la Garissa University College, dando un golpe a los esfuerzos del gobierno para reactivar la institución de un año después de un ataque terrorista que mató a docenas de estudiantes, hasta la fecha sólo 23 estudiantes han seleccionado para unirse a ella.

Students set to join universities in September have shunned Garissa University College, dealing a blow to government efforts to revive the institution a year after a terrorist attack there killed dozens.

Out of a declared capacity of 710 at Garissa, a constituent college of Moi University, only 23 students have selected to join it.

Statistics from the Kenya Universities and Colleges Central Placement Service (KUCCPS) — the body that processes admissions to public universities — indicate that there are 687 unfilled capacities.

Last year, the college did not admit any students following the April 2015 attack that left more than 142 students dead.

Bachelor of Education (Arts) has the highest number of unfilled slots at 149, followed by Bachelor of Education (Science) at 95 among others.

KUCCPS has since announced the second and final revision of course choices ahead of the September admission date.

This is after more than 19,209 candidates failed to get their first degree course choices.

Chief executive officer John Muraguri said the unplaced students have until June 18 to select new courses that they wish to undertake.

«This application is open for all candidates who, on competitive selection, have not been placed for any of their Degree or Diploma course choices after the first revision,» said Mr Muraguri.

He went on: «Successful candidates will be informed at the end of June after the selection process is completed.»

A total of 74,389, candidates will join the 32 public Universities in September.

The cut-off point for placement to degree programmes has been put at B of 60 points for male candidates and B- of 58 points for female candidates.

A total of 165,766 candidates attained the minimum university entry qualification of C+ and above in last year’s examination.

Fuente de la noticia: http://www.nation.co.ke/news/Students-shun-Garissa-University-in-September-intake/-/1056/3243640/-/7kup3sz/-/index.html

Fuente de la imagen:http://www.nation.co.ke/image/view/-/3143040/highRes/1294464/-/maxw/600/-/c20pl8/-/DnGarissaUni2403ads.jpg

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48 hours as a Muslim American: A professor reflects

América del Norte/EEUU/Junio 2016/Autor: Mohammad Hassan Khalil / Fuente: theconversation.com

Resumen:  La tarde del pasado viernes, antes de una audiencia global, el ex presidente Bill Clinton (cristiano) y el cómico Billy Crystal (un Judio) elogiaron «al más grande«, el más famoso musulmán estadounidense de todos los tiempos, Muhammad Ali. El domingo, los estadounidenses se despertaron con la trágica noticia de que un joven musulmán estadounidense había perpetrado el tiroteo más mortífero en la historia estadounidense, cuando tomó la vida de decenas de inocentes en el club nocturno Pulse de Orlando.

What a difference 48 hours can make.

Last Friday afternoon, before a global audience, former president Bill Clinton (a Christian) and comedian Billy Crystal (a Jew) eulogized “the Greatest,” the most famous Muslim American of all time, Muhammad Ali.

The televised audience also took in Islamic invocations, recitations from the Qur’an, and, if they listened carefully, gleeful shouts of “Allahu akbar” (“God is the greatest”) from many of the thousands of attendees who packed Louisville’s KFC Yum! Sports Arena for the memorial service. President Barack Obama declared that Ali “will always be America.” And prior to his passing, a moment of silence in his honor was taken before tip-off at two NBA Finals games, once at Oracle Arena in Oakland, another time at Quicken Loans Arena in Cleveland.

On Sunday, Americans awoke to the tragic news that a young Muslim American had perpetrated the deadliest mass shooting in American history when he took the lives of dozens of innocents at Orlando’s Pulse nightclub.

His proclaimed affiliation to ISIS and reports of his homophobia and anger problems were all over the news.

Presidential candidate Donald Trump tweeted that the shooter reportedly shouted “Allahu akbar” during the horrific rampage. President Obama condemned what “was an act of terror and an act of hate.” And a moment of silence in honor of the victims was taken prior to tip-off at the most recent NBA Finals game in Oakland.

To say this past week has been a turbulent one would be an understatement.

Numerous Muslim Americans expressed how pleasantly surprised they were at seeing widely broadcast positive portrayals of their coreligionists in a nonetheless sobering Ali memorial.

At the Louisville, KY Islamic funeral service, the prominent Muslim American scholar Sherman Jackson had declared, “Ali put the question as to whether you could be a Muslim and an American to rest.” What is more, “Ali made being a Muslim cool.”

But with vile criminals such as the above-mentioned shooter (whose name I shall not bother to mention) dominating the headlines, it is easy to see why many Americans see Muslims as being very uncool.

Surveys show that non-Muslims who do not regularly interact with Muslims tend to have a significantly more negative impression of them. This should not come as a surprise given recent events and the media coverage of these events.

It certainly does not help that there exist numerous misconceptions and oversimplifications about both Islam and Muslims that are widely propagated online. (Of course, one could say something similar about America itself. If Islam and Muslims have a “public relations problem” in the West, the same is true for America and Americans in many countries overseas.)

Indeed, as a professor of religious studies, I find that I spend much of my time debunking popular myths.
The demographics

The reality is that with a population of over three million, most Muslim Americans are not nearly as “great” as Ali; and they are certainly nothing like the Orlando shooter. The reality is that most Muslims are everyday people.

Muslim Americans are extremely diverse: 63 percent are immigrants hailing from 77 countries. They are, on average, relatively young. Their levels of education mirror those of the U.S. population as a whole. As a Pew survey put it several years ago, they are “decidedly American in their outlook, values and attitudes.”

What is more, they have been here for a long time.
Coming to America

Some arrived on slave ships centuries ago. Others – including famous figures such as Ali, Malcolm X, basketball legend Kareem Abdul-Jabbar, U.S. Representative Keith Ellison, author G. Willow Wilson, singer Jermaine Jackson, comedian Dave Chappelle and a 19th-century writer and U.S. Consul to the Philippines named Alexander Russell Webb (1846-1916) – chose to convert to Islam.

Most – including numerous physicians, researchers, business owners and cab drivers – immigrated to this country to seek a better life, and, in the process, like other immigrants, made America a better country.

One such immigrant was the late Fazlur Khan, an architect originally from Bangladesh who designed the iconic Sears Tower (now called Willis Tower) and the John Hancock Center in Chicago. And just this past year, another immigrant, this time from Turkey, scientist Aziz Sancar, received the Nobel Prize, making him the second Muslim American Nobel Laureate in Chemistry. (The first was Egyptian-American Ahmed Zewail in 1999.)

Finally, many Muslims – from hip-hop artist Lupe Fiasco to U.S. Army Specialist and Purple Heart recipient Kareem Khan (who was killed in combat in 2007) – were born into Muslim families right here in the United States. According to the Pentagon, there are almost 6,000 Muslims currently serving in the U.S. military.

The Islamic State does not even account for one percent of one percent of the worldwide Muslim population. And among the many devout Muslim Americans I know personally, I have yet to meet or even hear about a single ISIS sympathizer; I see only looks of disgust whenever they’re mentioned.

Such sympathizers obviously exist. But this relatively small collection of individuals represent only themselves.

A friend on Facebook shared a story about how he came to learn about the Orlando shootings. He was passing through an airport when he noticed a crowd huddled around a television screen. When it was revealed that the shooter came from a Muslim family, a man in the crowd remarked, “Those damn Muslims.”

Three million diverse, overwhelmingly peaceful and productive Muslim Americans reduced to “those damn Muslims.”

Interestingly, just hours before the attack in Orlando I was discussing the Ali memorial service with a group of Muslim friends. Though sad about the passing of “the Greatest,” they all had smiles on their faces as they recounted the speeches from the service and imagined the effects those speeches might have on the broader American public. They had never felt better represented. At that moment, at least, they felt cool.

Fuente de la noticia: https://theconversation.com/48-hours-as-a-muslim-american-a-professor-reflects-60991

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