Trece tesis sobre educación

Por: TERE MALDONADO

  1. En educación, como en cualquier otro ámbito de la vida, innovar puede ser conveniente o inconveniente, deseable o indeseable, bueno o malo: depende. Pero no debe convertirse sistemáticamente y por defecto en una meta. La innovación ininterrumpida, guiada por el mero prurito de novedad, puede ser contraproducente y derivar en un simple seguimiento acrítico de modas pasajeras. El enunciado “hay que innovar siempre”, aunque es hoy un mantra aceptado sin discusión, si se piensa un poco, es un sinsentido: el hecho de que nadie lo haya hecho nunca no convierte nada en bueno por sí mismo, ni siquiera en el campo del arte, qué decir en el resto1/. A veces, puede ser más beneficioso imitar y repetir lo que otros hicieron antes. La transmisión cultural necesita una combinación sutil de innovación y repetición, especialmente en educación. Aprender algunas cosas pasa ineludiblemente por imitar y copiar lo que otras personas han hecho antes que una.

El culto a la novedad aparece con la modernidad y entra al mundo de los negocios con el capitalismo. Las etiquetas de “nuevo” o “primicia” funcionan desde ese momento como reclamos publicitarios (hace poco vi el eslogan “nueva fórmula” en un paquete de café molido). Los intereses del capitalismo en su fase neoliberal han convertido la innovación en un becerro de oro al que todo el mundo venera obediente. La novolatría es dogma de fe especialmente en algunos sectores de la pedagogía y de la administración educativa. Recordemos aquello de Margaret Thatcher: la economía no era más que el medio, el objetivo era cambiar las mentes. Sólo esa devoción acrítica ante lo novedoso, que llega a su cénit con el neoliberalismo, puede explicar la proliferación en pocas décadas de departamentos de innovación pedagógica en todas las instituciones y administraciones educativas. Administraciones que, junto al resto de agentes sociales implicados (asociaciones de estudiantes, de docentes, sindicatos, familias) deberían plantearse si la innovación sin fin no se está convirtiendo en un disparate, en una imprudente huida hacia el abismo; asimismo, deberían preguntarse si ese modo de actuar no es fruto de una superstición sin fundamento. También deberían leer El culto a la innovación, de Eduard Aibar (Ned Ediciones) que pone de manifiesto y explica, entre otras muchas cosas, el intimísimo vínculo de la innovación con el emprendimiento, la otra gran estafa y vaca sagrada del neoliberalismo.

  1. La innovación educativa afecta sobre todo a las metodologías, muy sobredimensionadas en los últimos tiempos. Pero la calidad de la enseñanza tiene que ver sobre todo con la adecuación y la solvencia de los contenidos educativos, es decir, con qué se enseña y qué se aprende, y no tanto con cómo se hace (lo cual, siendo también importante, está condicionado por los contenidos y subordinado a ellos). Hay muchas metodologías que pueden ser adecuadas en función de los contextos; pero todas son herramientas para otra cosa, a saber, enseñar y aprender los contenidos de las distintas materias en cada nivel educativo. Es necesario dar mucha más relevancia a los contenidos educativos y recuperar las didácticas propias de cada materia en la formación continua del profesorado. En esa formación debería ser prioritaria la puesta al día y la actualización de contenidos de cada una de las materias.
  2. La legislación educativa debería facilitar que, en los distintos tramos de la educación reglada, pero sobre todo en Secundaria, las materias (impartidas siempre por especialistas) se programen y se impartan, dentro de lo posible, de manera sincronizada y coherente. De modo que cuando en Historia del Arte se estudie el Renacimiento, eso mismo se estudie desde su propia perspectiva y con sus propios contenidos en Literatura, en Historia, en Música o en Filosofía (o que se haga poco antes o poco después). O que cuando se vaya abordar en Filosofía el evolucionismo, se haya trabajado antes (pero no mucho antes) el mismo tema en biología o se vaya a tratar (poco) después. En ese sentido sería deseable la cooperación entre docentes de distintas materias para conocer qué trabaja cada uno. Pero una interdisciplinariedad así entendida no es asimilable a lo que viene denominándose trabajo “por ámbitos”; mientras aquella refuerza y enriquece el aprendizaje, éste lo devalúa porque desdibuja los contornos de las materias y permite que docentes de una materia impartan otra en la que no son especialistas.
  3. Cualquier cosa que tengamos que hacer la haremos mucho mejor con altas dosis de motivación. También aprender y enseñar. Pero a la hora de aprender y enseñar, la motivación es un medio, no el fin. Además, muchas veces en la vida tenemos que hacer cosas que no nos motivan ni apetecen nada, eso es algo que también hay que aprender. La profesión docente no suministra coachs motivacionales a los centros, ni monitores de tiempo libre, su trabajo y su obligación consiste en enseñar, no en entretener ni motivar. Por lo demás, el alumnado no siempre sufre de desmotivación ni de falta de interés; tampoco es el único polo de la educación que sufre a veces falta de motivación.
  4. El sistema educativo transmite hoy menos conocimiento del que transmitía hace años. La mayoría de estudiantes aprenden hoy menos cosas y se expresan peor. El cliché de “la generación más preparada de la historia” es falso. La práctica de aprobar al alumnado asignaturas o cursos, aunque no haya aprendido gran cosa o directamente nada es como hacer trampas al solitario, una estupidez. Las autoridades y la comunidad educativa deben encontrar la manera de dar la vuelta a este fenómeno, sin trampas ni autoengaños.
  5. El nivel de aprendizaje alcanzado (total, alto, medio, bajo, nulo) puede reflejarse en unas calificaciones numéricas en una escala dada (de 1 a 10 es la habitual) con un grado aceptable de precisión. Obtener una nota u otra en una asignatura en un momento determinado del curso escolar es un dato muy relevante, una señal para estudiantes y familias. Gracias a ella pueden hacerse una idea cabal sobre cómo marcha el proceso de aprendizaje en ese momento, saber qué conviene hacer en adelante y tomar decisiones al respecto.
  6. Memorizar muchas cosas sin entenderlas no tiene ningún sentido. En el pasado se abusó de la memoria en el sistema educativo. Pero la memoria es necesaria en la educación y en la vida. Sin memoria no hay aprendizaje posible. Aprender cosas es incorporarlas a nuestra memoria. Algunas sólo se pueden aprender de memoria (las capitales africanas, las tablas de multiplicar, los phrasal verbs y muchas otras). La memoria es un instrumento que ayuda a la inteligencia (o, directamente, una faceta de ella). Saberse coplas, versos y canciones de memoria puede colmar de alegría muchos momentos de la vida.
  7. En la escuela o en el instituto, además de los contenidos conceptuales, hay que aprender otras muchas cosas, y asentar algunas más que se han tenido que aprender en otros lugares (como hábitos, procedimientos, habilidades y competencias). Por ejemplo, es muy conveniente aprender a fijar la atención para no estar constantemente saltando de un estímulo a otro, buscando compulsivamente chutes de satisfacción inmediata. Conseguirlo conduce a un placer no inmediato, pero sí enorme, como el que aporta leer novelas, ensayos, obras de teatro, cómics, libros de poesía, escuchar música, ver películas o documentales (en vez de infinidad de vídeos caseros de pocos minutos o segundos, cosa que genera básicamente ansiedad y vacío). Evitando la híper-estimulación constante también se obtiene paz interior.
  8. Los profesores y profesoras no son más que su alumnado, ambos se deben mutuamente el respeto que debemos a todo ser humano. Pero la profesora sabe más que su alumno, y su trabajo consiste en transmitirle una parte de todo lo que sabe sobre la materia que imparte. El alumnado y sus familias deben confiar en el saber hacer del profesorado y tener confianza (y, en algunos casos, paciencia) para ver los frutos del aprendizaje, que no son inmediatos, sino que necesitan un margen de constancia y un proceso de maduración.
  9. Saber y aprender sobre naturaleza, historia, arte, teorías científicas, teoremas matemáticos, relatos mitológicos, teorías políticas, creencias y prácticas religiosas, entender sus procesos y complejidades, son algunas de las cosas más placenteras que podemos hacer en la vida. En tanto que hechos de aprendizaje y comprensión no pueden grabarse en un vídeo ni plasmarse en fotografías que después se colgarán en las redes. Deberían ser un derecho de todas las personas en su etapa formativa y no un privilegio reservado a una minoría. También debería serlo desarrollar la capacidad de distanciarse críticamente de todo ello, en el bien entendido de que eso es algo que no puede hacerse por medio de atajos que eviten el conocimiento más o menos profundo de cada una de esas materias.
  10. La alfabetización digital de la población es necesaria, deseable e inevitable. Las tecnologías ofrecen enormes posibilidades para facilitarnos la vida. Pero el fanatismo tecnológico es una necedad. En el ámbito educativo, una híper-digitalización acelerada, con prisas y sin condiciones materiales ni subjetivas, está siendo contraproducente. Lejos de aliviar, supone un incremento en la carga de trabajo del profesorado. Crea problemas en vez de solucionarlos y genera ansiedad y desesperación en el cuerpo docente, además de una dependencia muy peligrosa en el alumnado. Como consecuencia, la calidad de la enseñanza se resiente. Es necesario que adolescentes y estudiantes en general recuperen la materialidad de la escritura manual y la caligrafía, y salgan del pantallismo desaforado que sólo beneficia a las multinacionales del sector.
  11. Los centros de estudio deberían ser por ley espacios sin publicidad. En horario lectivo, la exposición del alumnado a publicidad comercial cuando accede a materiales on line debería estar prohibida y sancionada. Tal exposición, seguramente, vulnera los derechos del menor; las instituciones públicas deberían velar por que esto no ocurra. Pero como nadie cumple con este deber, tanto las asociaciones estudiantiles como las de padres y madres y los sindicatos de enseñanza deberían considerar objetivo prioritario la desaparición total de los anuncios por internet en todos los ordenadores y dispositivos electrónicos que se utilicen en los centros educativos.
  12. Es imprescindible devolver el prestigio a la enseñanza, valorarla más y pagarla mejor. Hay que facilitar la labor del profesorado que cada día tenemos más problemas y trabas en nuestro quehacer. Urge bajar las ratios y dar más tiempo a los docentes para preparar las clases, corregir trabajos, ejercicios y exámenes y para hacer un seguimiento adecuado a todo el alumnado. También para tareas de coordinación, de atención a las familias y a las necesidades especiales de una parte cada vez mayor del alumnado. Y para dos cosas fundamentales que nunca se contemplan: leer y pensar. El aumento exponencial del trabajo del profesorado impide el mínimo sosiego necesario para llevar a cabo nuestra tarea de forma eficaz. Es imprescindible, para ello, reducir drásticamente el trabajo burocrático que no redunda en mejora de la calidad educativa. Esto también debería ser una prioridad para estudiantes, familias y sindicatos.

Lo sé, un gélido viento del norte se llevará las trece al carajo. Cuando todo se haya ido a la mierda, odiaremos tener que decir «os lo dijimos».

Tere Maldonado es profesora de Filosofía de Secundaria y forma parte del colectivo feministAlde

Texto elaborado por la autora a partir del original en euskera publicado en Berria, “Hamar tesihezkuntzaz (‘baina’ gisaadierazita)

1/Javier Echeverría maneja un concepto de innovación matizado: partiendo de la teoría schumpeteriana, propone una concepción de la innovación unos pasos más allá de la del economista austriaco, incluyendo las innovaciones sociales y los descubrimientos científicos. Asume la definición del Stanford Center for Social Innovation: serían innovadores aquellos procesos sociales que generan valor social (Ediciones Universidad de Salamanca/ArtefaCToS, Vol. 9, No. 1/2020, 2ª época). Es decir, innovación no sería simplemente “lo nuevo”, sino lo nuevo “bueno” o “socialmente beneficioso”.

https://vientosur.info/trece-tesis-sobre-educacion/

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México: estudiantes de FAECO reciben premios por investigaciones

Los estudiantes galardonados recibieron una remuneración de 9 mil pesos cuando obtuvieron premios por tesis y 5 mil pesos por investigaciones.

Ocho estudiantes de la Facultad de Economía de la Universidad Autónoma de Nuevo León recibieron el premio Consuelo Meyer, galardón otorgado por la misma institución para los estudiantes que realizan trabajos de investigación y tesis.

Los premios de tesis de licenciatura y maestría consistieron en una remuneración de 9 mil pesos y los de investigación en 5 mil pesos.

Los lineamientos de evaluación de cada trabajo son la justificación del tema, la fundamentación teórica, la estructura y desarrollo del trabajo, la metodología de comprobación de hipótesis y conclusiones y recomendaciones.

Todo estudiante que busca recibir dicho premio debe presentar un trabajo original de investigación y además obtener un promedio igual o mayor a 85 en el caso de licenciaturas y de 90 cuando se trata de alumnos que estudian algún posgrado.

Las categorías del concurso son Tesis de Licenciatura, Tesis de Maestría, Investigación de Licenciatura e Investigación de Posgrado.

Un comité evaluador conformado por docentes de la Facultad de Economía fueron quienes calificaron y eligieron a los ganadores.

En la categoría de tesis de licenciatura ganó el trabajo “Cuantificación del impacto de las medidas preventivas en el consumo del alcohol de los adolescentes. Estudio de caso del programa de la sociedad civil «Cultura Cabal” de Benjamín Ortiz Trujillo.

Para la categoría de tesis de maestría el trabajo ganador fue “Determinantes de la mortalidad materna en México” de la estduiante María Magdalena Aguilar Guevara.

En Investigación de licenciatura obtuvo el premio el trabajo “Políticas expansivas en Estados Unidos ante el COVID-19 y su impacto macroeconómico para la economía mexicana. Un análisis contrafactual” de Victoria Berenice Gámez Cavazos, Ricardo Hernández Mendoza, Reynaldo López Ramos, José Daniel Morejón Vázquez y Laura Samantha Osorio Reynoso.

En cuanto al premio de investigación en posgrado, se lo llevó el trabajo “Employed and more educated mothers in México, but what about the educational attainment of their children?” de Bianca Nayeli Chacón Montoya.

Fuente de la información e imagen: https://www.publimetro.com.mx

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Libro (PDF): Haciendo historia. Herramientas para la investigación histórica

Reseña: CLACSO

*Disponible sólo en versión digital

 

De las lecciones que hemos aprendido los autores de estos ensayos surgió la idea de este libro cuyo objetivo es plantear problemas de investigación en historia. No es un recetario metodológico, sino más bien se trata de mostrar cómo algunos historiadores han encarado su labor y elaborado diversas formas de aproximación para encontrar respuestas. Ninguno de los autores de este volumen pertenece a la misma «escuela histórica» y, de hecho, son pocas las coincidencias en cuanto a enfoques teóricos y perspectivas historiográficas. Son estos contrastes, a partir de sus prácticas como investigadores, los que creemos que tienen utilidad. Se trata de plantearles problemas y sugerencias a los futuros historiadores para que cada uno de ellos, abriendo su mente y flexibilizando sus prácticas, pueda encontrar su propio método para hacer historia.

Autoras(es):

Pablo Pozzi. Mariana Mastrángelo. Pablo A. Vommaro. Fabio Nigra. Daniel Mazzei. Alejandra Pisani. Valeria L. Carbone. Malena López Palmero. Herbert Aptheker. Howard Zinn. Robin D. Kelley. [Autoras y Autores de Capítulo]

Editorial/Edición: CLACSO.

Año de publicación: 2021

País (es): Argentina

ISBN:978-987-722-768-0

Idioma: Español

Descarga: Haciendo historia. Herramientas para la investigación histórica

Fuente e Imagen: https://www.clacso.org.ar/libreria-latinoamericana/libro_detalle.php?orden=&id_libro=2316&pageNum_rs_libros=0&totalRows_rs_libros=1483

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¿Cómo elegir el tema de una tesis?

Por: publimetro.pe.

Recuerde que la tesis debe aportar algo nuevo a la asignatura para servir de inspiración a otros estudiantes.

Los estudiantes que se encuentran en la etapa definitiva de la carrera tienen como uno de los momentos más difíciles la tesis. En esta etapa los futuros profesionales deberán demostrar todo su potencial académico para aportar a la carrera y a largo plazo también servir de inspiración a estudiantes y profesionales.

La principal problemática que se presenta al momento de la producción de la tesis es elegir el tema adecuado. Este es un punto clave si se quiere realizar un trabajo de calidad. El tema debe ser principalmente del agrado del estudiante, pues será un impulso o motivación para trabajarlo con esmero y no dejar a media en el camino.

Es recomendable que el estudiante cree una lista de temas que le gusten para que de esa manera también logre dominarlos con facilidad y también tomarse un par de semanas para reflexionar sobre los pros y contras de cada uno y así llegar al más adecuado.

Si no está a gusto con el tema elegido, el proceso de elaboración será tedioso. En cambio, tener un adecuado tema de tesis, que nos resulte interesante, será un impulso para trabajar más arduamente.

La elección del tema de una tesis depende de varios factores. Si se cuenta con la libertad de poder elegirlo, puede basar su decisión en el grado de conocimiento sobre el tema y el entusiasmo de generar un nuevo aporte al respecto.

Elegir un tema sobre el cual ya tiene conocimientos permite avanzar de manera más rápida y profundizar, mientras que elegir un tema del cual no sabe mucho brinda la posibilidad de adquirir nuevos conocimientos y crecer como profesionales.

Si usted está en la etapa de elaboración de una tesis, le brindamos algunos consejos que realizó el portal Universia México como ayuda con el fin de seleccionar el tema adecuado.

  • DEBE RESULTARLE INTERESANTE

Es de vital importancia que el tema sea de su interés para que pueda dedicarse a investigarlo por un largo tiempo sin aburrirse. Un tema interesante será además un aporte a la materia y un diferencial para la tesis.

  • DEBE REPRESENTAR UN APORTE A SU ASIGNATURA

Una tesis no es solo un trabajo sobre un tema asociado a la materia, sino que debe ser un aporte a la asignatura donde se cuestione una temática de actualidad y se muestren diferentes perspectivas y formas de abordarlo.

  • NO DEBE LIMITAR SUS ESTUDIOS POSTERIORES

Su tesis debe ayudarle a seguir su carrera y ser un impulso para nuevos estudios y profundizaciones

  • DELIMITE EL TEMA

Es necesario que desde un principio delimite bien el tema que va a trabajar, puede detallarlo en la introducción de la tesis para que los lectores sepan bien de qué se tratará y cómo se va a abordar.

  • ACORDE A TUS GUSTOS Y FORTALEZAS

El tema que elija debe no solo gustarte, sino que además tiene que estar alineado a sus fortalezas y habilidades. De esta forma la elaboración le será mucho más sencilla y podrá mejorar sus destrezas en el proceso.

  • SUFICIENTES FUENTES DE CONSULTA

No podrá investigar un tema del cual no existan investigaciones y trabajos previos. Necesita de una buena cantidad de materiales y fuentes para poder consultar en la elaboración de su tesis y crear un trabajo de calidad y con un importante respaldo académico.

Fuente de la reseña: https://publimetro.pe/vida-estilo/noticia-elegir-tema-tesis-nnda-nnlt-98450

 

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Un estudiante alemán recorre 5.800 km en China para comprender el sueño chino

03 Diciembre 2017/Fuente:spanish /Autor: El Pueblo en Línea

Para su tesis de posgrado, un estudiante alemán recorrió 5.800 kilómetros en China para aprender sobre el sueño chino entre la gente común, informó Qianjiang Evening News el 27 de noviembre.

«¿Cuál es tu sueño chino?» Esta es la pregunta que planteó por cada extraño con quien se cruzaba en su viaje de 100 días.

El estudiante de 28 años, de apellido Jorg, vino a China por primera vez en 2011. Después de un año en China sabía usar los palitos chinos y hablar chino. Debido a su interés en la cultura china, fue a la Universidad de Zhejiang en 2015 para cursar una maestría en sinología.

Según Lu Yuan, profesor de sinología en el Instituto de Estudios de China en la Universidad de Zhejiang, la sinología no se limita al aula y se alienta a los estudiantes a explorar la sociedad china para encontrar problemas sociales a través de entrevistas e investigaciones.

Jorg aprendió el término «sueño chino» en 2013, y ahora se ha convertido en una palabra de moda en la sociedad china. Debido a su afán por comprender la verdadera connotación del término entre la gente común, decidió comenzar su viaje de investigación en mayo de 2016.

Jorg cree que andar es natural, respetuoso con el medio ambiente y flexible. Antes de comenzar su viaje, específicamente llevó a cabo un entrenamiento con bicicleta.

Su viaje abarcó 12 provincias, regiones autónomas y municipios, desde la ciudad más al norte de Mohe hasta la ciudad más meridional de Sanya. Jorg ha establecido una cuenta pública en las redes sociales para registrar y compartir sus experiencias durante el viaje.

La disparidad urbano-rural fue uno de los focos de su investigación. Descubrió que las personas en el campo luchan por una vida pacífica, mientras que los residentes urbanos siguen sus corazones.

Además, las generaciones anteriores de chinos están más preocupadas por la estabilidad social y la igualdad que los deseos sobre la economía, dijo Jorg, añadiendo que la educación y el desarrollo individual son la principal consideración de la generación joven.

Jorg concluyó que los sueños de los individuos son más realistas y están más relacionados con la riqueza, la felicidad y la autorrealización. Desde una perspectiva oficial, el sueño pinta una imagen más amplia del rejuvenecimiento nacional, señaló.

Aunque las personas buscan su propio camino para hacer realidad sus sueños, todos creen que un país fuerte es el requisito previo, dijo Jorg.

Fuente de la noticia: http://spanish.peopledaily.com.cn/n3/2017/1129/c31614-9298374.html

Fuente de la imagen:

 http://spanish.peopledaily.com.cn/NMediaFile/2017/1129/FOREIGN201711291103000586947

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Libro: Cómo elaborar y asesorar una investigación de tesis

México / 17 de septiembre de 2017 / Autor: Carlos Muñoz Razo / Fuente: La Cuadra Universitaria

Es una generalidad que cualquier persona que desee obtener un título profesional deba primero realizar una tesis. Esta requiere un tiempo considerable para ser dedicado a la investigación de algún tema en particular. 

Así como la validación y presentación  de dichos resultados ante un comité de docentes con alta experiencia en el tema en cuestión.

​Los estudiantes que se encuentran estudiando alguna carrera profesional, o algún estudio de maestría o doctorado en una universidad, saben perfectamente la importancia de llevar a cabo una profunda, oportuna y adecuada investigación. Especialmente en el proceso de elaboración de tesis o trabajo de grado.

Esa etapa del curriculum es, para muchos estudiantes, un aspecto tedioso. También poco atractivo, debido a la falta de experiencia en temas investigativos. Así como la falta de conocimiento en la elaboración del mismo.

El libro “Cómo elaborar y Asesorar una Investigación de Tesis” aborda una amplia gama de componentes importantes a tener en cuenta al momento de iniciar su ejecución.

Adicionalmente, sirve como guía, tanto para los mismos estudiantes, como para los docentes. Debido a que se despliegan una serie de pasos fáciles de seguir, con el fin de obtener los datos y demás información durante su fase de recolección.

La metodología que implementa este libro es clara y práctica. Lo cual beneficia al lector y permitiendo un acercamiento oportuno. Al tiempo, se ahondan completamente por estos temas de gran interés para la comunidad académica.

Link de descarga:
https://docs.google.com/file/d/0B7qpQvDV3vxvSFEzOS1GTzNNRkE/edit
Fuente:
http://www.lacuadrauniversitaria.com/recursos/como-realizar-una-tesis-libro-gratuito
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El doctorado perjudica seriamente la salud mental: uno de cada tres estudiantes está en riesgo

Por: Marcos Barajas

La Universidad de Gante revela que el 32% de los doctorandos está en riesgo; la situación en España puede ser mucho más dramática.

En 2015, 14.694 estudiantes leyeron su tesis doctoral en España. Y es posible que 4.702 estuviesen entonces en riesgo de padecer algún tipo de desorden psiquiático, como la depresión. La cifra no es exacta pero, según un estudio publicado por la revista Research Policy y liderado por la Universidad de Gante (Bélgica), la salud mental del 32% de este colectivo está comprometida -dos veces más que entre la población con un elevado nivel educativo-.

Los problemas para conciliar vida familiar y laboral, la obtención continua de resultados que demanda la investigación, la supervisión constante de su trabajo y las expectativas poco halagüeñas de encontrar después un empleo acorde a su preparación tienen parte de la culpa.

Desarrollar una tesis no es un trabajo cualquiera. Marta Giménez, psicóloga clínica y directora de investigación e innovación del Centro de Psicología Área Humana, sintetiza así las razones que lo hacen potencialmente estresante: «Requiere una combinación de habilidades técnicas, intelectuales y emocionales para la consecución de resultados óptimos en contextos de considerable exigencia, procesos de larga duración y con consecuencias para el futuro profesional y académico». Pero hay más razones, porque en esta carrera de fondo cada cual escribe su propia lista de motivos.

Con trabajo duro no vale

Por ejemplo, la de David Nievas. Realiza su doctorado en el Departamento de Estudios Árabes e Islámicos de la Universidad Autónoma de Madrid. Su objetivo es analizar las diferentes formas de islamismo en entornos democráticos como Mali, que se encuentra en el punto de mira del terrorismo internacional. Antes trabajaba en una oficina, así que reconoce que adaptarse a su nueva rutina no fue sencillo. «El doctorado es un trabajo que, en muchas ocasiones, es muy individual y solitario. Me costó pasar de trabajar para otros de forma dirigida a hacerlo para mí mismo y a dirigir mi propia investigación, muchas veces sin referencias previas», asegura. No es el único escollo.

La inseguridad y la desmotivación ya han visitado a Nievas en alguna ocasión ante la falta de recompensas inmediatas, porque, «al ser un trabajo generalmente minucioso, profundo y reflexivo, los productos del trabajo se aprecian a largo plazo con la publicación de artículos o la participación en clases o conferencias». Por todo ello, y por la presión -muchas veces autoimpuesta- que sufren, considera que los doctorandos son «más vulnerables» a este tipo de trastornos, extremo que el citado artículo no confirma.

La propuesta de Nievas: atención psicológica especializada para ellos en los centros universitarios. La idea no suena muy descabellada porque la gestión de las emociones desempeña un papel clave en este oficio, que los especialistas consideran que sólo puede ejercerse con éxito gracias a grandes dosis de motivación, disciplina y tolerancia a la frustración y a las críticas. Más aún cuando los objetivos no siempre se cumplen a la primera.

«Es indispensable el trabajo personal: adoptar una visión proactiva y positiva hacia la solución de problemas y desafíos», cuenta Giménez. Otros hábitos, como cuidar la alimentación, realizar actividades deportivas y de ocio con regularidad y no aislarse de los demás -sobre todo, de personas ajenas al contexto académico- también puede ser de ayuda, afirma esta experta.

Una carrera contra el reloj

Quien está acostumbrado a lidiar con el fracaso, por su faceta como deportista, es Luis Alberto Marco; una profesión que también le ha brindado apoyo económico. Ahora realiza el doctorado en Ciencias de la Actividad Física y del Deporte en la Universidad Pablo de Olavide de Sevilla para determinar qué factores son responsables del buen rendimiento físico y deportivo. En su caso, el tiempo es el principal limitante, sobre todo, cuando le exigen nuevos resultados con cierta frecuencia.

«Muchas veces, el desarrollo de la tesis se estanca por distintos motivos intrínsecos -problemas con la metodología, con los materiales o por pérdida de la muestra- y otras muchas otras, por factores extrínsecos -trabajo, familia o dinero-«. Así que Marco espera optar en el futuro a una plaza de profesor asociado, ayudante doctor «o similar» para dejar de investigar «a contrarreloj».

Para algunos estudiantes, no todos, la tesis doctoral es el primer contacto directo con el mundo laboral. Por si fuera poco, en algunas carreras se hace especial hincapié en los contenidos teóricos pero no se abordan con suficiente profundidad ni la vertiente experimental ni la dinámica de trabajo de un grupo de investigación. Incluso para quienes ya estén familiarizados con este entorno, «la implementación de procesos de acompañamiento para la incorporación a las nuevas actividades, como el mentoring o el entrenamiento en habilidades de gestión emocional y prevención de estrés, pueden ser estrategias muy útiles para minimizar el impacto negativo en la salud mental», sostiene la psicóloga Giménez.

Un futuro poco halagüeño

Sentirse arropado es fundamental. Sobre todo, cuando la realidad no muestra su mejor cara. «Desmoraliza simplemente saber que, por mucho que te esfuerces o por bueno que seas en tu especialidad, tu trabajo se valorará poco en la sociedad y acabarás teniendo que marcharte de tu ciudad y alejarte de los tuyos para que la tesis no haya sido en vano», lamenta Paula Ruiz.

Esta biotecnóloga desarrolla su tesis en la Universidad de Valencia; en concreto, en la fundación FISABIO. Allí, estudia el genoma de dos de las bacterias más peligrosas, según la OMS, por su resistencia a los antibióticos, de cara a desarrollar tratamientos más eficaces.

También ella, como Marco, mira con temor al calendario, aunque por un motivo bien distinto: «Como necesitaba estar admitida en un programa de doctorado para poder solicitar varias becas pero, a la vez, tenía un plazo para realizar la tesis, he perdido un tiempo muy valioso hasta que se resolvió mi situación». En consecuencia, ahora debe obtener resultados válidos lo más pronto posible porque la burocracia ha reducido su margen de error, «con el estrés que eso conlleva».

El dinero, un bache en el camino

El estudio de la Universidad de Gante no aborda los problemas económicos. Sin embargo, éstos suelen convertirse en el principal bache en el camino. «El primer reto es obtener de un contrato de trabajo mediante convocatorias públicas altamente exigentes, o bien la cada vez más exigua contratación por parte de los grupos», aseguran Violeta Durán y Pablo Giménez, miembro y presidente, respectivamente, de la Federación de Jóvenes Investigadores/Precarios. Esta segunda opción es más difícil, teniendo en cuenta «la forma en que se financian los proyectos: los investigadores tienen dinero para comprar material pero se les impide que lo utilicen en contratos«.

Es una de las razones que explica por qué hay tantos aspirantes a doctor que se ven obligados a dejar su tesis sin terminar. Sin apoyos familiares, bancarios o ahorros suficientes, no todos pueden seguir trabajando sin cobrar. La solución, argumentan desde Precarios, pasa por aumentar la financiación destinada al doctorado para favorecer la contratación de más personal y aprobar un estatuto del personal investigador en formación para crear un marco legal y jurídico estable y seguro, entre otras medidas.

Ante este panorama, y si el tema de investigación lo permite, otros dividen su atención entre varios frentes. Es lo que hace Pilar Almansa. Dramaturga, directora de escena y profesora, ahora también estudia cómo aplicar las tecnologías interactivas al teatro en la Universidad Complutense de Madrid. «Ahora mismo, mis esfuerzos están más orientados a conseguir una beca que a la tesis en sí. Cualquier actividad que implique el desdoblamiento de tu fuente de financiación y tu dedicación intelectual es estresante de por sí y puede acabar en depresión», lamenta. Sabe bien de lo que habla: ha sufrido lo mismo en el mundo teatro, donde la realidad impone aceptar empleos fuera de las tablas para poder subirse a ellas.

Por desgracia, las dificultades no terminan al acabar la tesis. Porque aunque la tasa de desempleo en la población española entre 25 y 64 años que había completado sus estudios de doctorado en 2014 era de un 8,2%, según el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, muchos se debaten -con el título en la mano- entre irse al extranjero para encontrar un trabajo acorde a su nivel de formación o renunciar a su carrera investigadora para disfrutar de su vida personal.

A falta de que se haga una actualización de la Encuesta sobre recursos humanos en ciencia y tecnología, que el INE publicó en 2010, los entrevistados para este reportaje coinciden al asegurar que las conclusiones del artículo de la Universidad de Gante bien se podrían ajustar a la realidad de los estudiantes predoctorales en España. «Pero es necesario recordar que es un estudio realizado en Bélgica, un país que invierte alrededor del 3% del PIB en investigación -respecto al 1,24% español– y que goza de un gran sistema de investigación», matizan desde Precarios. La situación, aquí, «puede ser mucho más dramática».

Fuente: http://www.elmundo.es/f5/campus/2017/04/19/58f646dfca4741dc138b461b.html

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