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España: Movimiento contra la Intolerancia detecta 59 incidentes de delito de odio racial, xenofobia y otras formas en 2020 en Castilla y León

El Informe Raxen critica que el año pasado «no se avanzó» en la leyes ni planes de acción contra el racismo y la intolerancia por un Gobierno «escasamente proactivo»

El Informe Raxen elaborado por Movimiento contra la Intolerancia ha detectado en 2020 en Castilla y León 59 incidentes de delitos de odio racial, xenofobia, racismo, antisemitismo, islamofobia, antigitanismo, homofobia y otras formas de intolerancia, discriminación y violencia. Entre otros, en esta ocasión destacan casos de estigmatización por haber padecido el coronavirus o ejemplos de ‘madrileñofobia’ cuando esta Comunidad contaba con altos índices de COVID-19. Este informe, que se publica anualmente desde 1995, se ha consolidado y ofrece datos para «investigar, analizar incluso proponer políticas de prevención criminal y de apoyo a las víctimas».

A su juicio, durante el año pasado «no se avanzó» en objetivos como la Ley de Igualdad de Trato ni la Ley contra los Delitos de Odio, ni en un Plan de Acción contra el Racismo y la Intolerancia, todo ello a causa de un Parlamento y un Gobierno «escasamente proactivos al respecto». Estas reivindicaciones «no encontraron eco, pese a las advertencias de los organismos europeos que detectan como factores inquietantes en toda Europa: la xenofobia, el antisemitismo y la polarización ideológica».

El Informe Raxen admite que en España la situación relativa es «mejor» que en otros países europeos, pero sin embargo la monitorización realizada la sitúa en el entorno de los 700 incidentes o hechos relacionados con este tipo de delitos en 2020. Persisten signos «inquietantes», señala el documento, al que tuvo acceso Ical. La Comunidad con mayor cifra es Cataluña, con 129 incidentes, seguida de Andalucía (88), Madrid (85) y Valencia (70). Posteriormente, Castilla y León, con 59, País Vasco, con 46, Navarra, con 37, Baleares, con 30, Aragón, con 27, y Murcia, con 21. El resto suman en torno al centenar, si bien se observan casos en todas las autonomías. Movimiento contra la Intolerancia lamenta que «solo se denuncia entre un 10 y un 15 por ciento de los hechos», con lo que se estiman entre 4.000 y 6.500 en España al año.

Como conclusión, el Informe Raxen advierte de que a esta situación «no se está prestando la debida atención social e institucional», con lo que «aumenta la presencia del discurso de odio en internet y redes sociales; el mensaje xenófobo y de las organizaciones extremistas europeas se difunde en España; y se constata el crecimiento de odio ideológico y de hispanofobia».

Fuente: https://www.abc.es/espana/castilla-leon/abci-movimiento-contra-intolerancia-detecta-59-incidentes-delito-odio-racial-xenofobia-y-otras-formas-2020-castilla-y-leon-202106101736_noticia.html?ref=https%3A%2F%2Fwww.google.com%2F

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Cuba aboga por derechos y visibilidad de personas trans

Multa a mujer transexual genera reacción de activistas e instituciones involucradas en el trabajo por la diversidad sexual y de género.

Los derechos de las personas trans a expresar libremente su identidad de género volvieron a la palestra pública en Cuba, en momentos en que el país se prepara para iniciar la consulta popular del nuevo Código de las Familias y en vísperas de la celebración el 31 de marzo del Día Internacional de la Visibilidad Trans.

“Merlìa tiene el derecho a expresar su identidad de género, tal y como es: una persona trans, protegida constitucionalmente en #Cuba. Sin embargo, aún persisten prejuicios discriminatorios en nuestra sociedad”, aseguró un texto publicado en la página en la red social Facebook por el estatal Centro Nacional de Educación Sexual (Cenesex).

“Desde que conocimos del caso, el #Cenesex se ha ocupado de la coordinación con las autoridades pertinentes y del asesoramiento legal, de conjunto con la Red Nacional TransCuba –asociada a nuestro centro–, para reivindicar los derechos de Merlìa”, añadió la nota, junto al mensaje “(trans)mitimos igualdad, vacúnate contra el prejuicio”.

Tras compartir el caso de Merlìa Somers el pasado día 23 de marzo, el activista por los derechos de la comunidad de lesbianas, gays, bisexuales, trans e instersexuales (LGBTI) en Cuba, Alberto Roque Guerra, alertó sobre la necesidad de “una respuesta inmediata, además de la queja que la persona afectada hará por las vías formales”.

La Red Nacional TransCuba, con presencia en todo el país, impulsa una campaña en su página de Facebook por la visibilidad de las personas trans.

Horas después, en la central provincia de Sancti Spíritus, a casi 400 kilómetros de La Habana, la coordinadora del Servicio de Orientación Jurídica del Cenesex, Lisette Fernández Gutiérrez, informó que junto a las partes involucradas en el proceso se están dando todos los pasos legales para apelar la multa ascendente a 1.000 pesos cubanos.

Merlìa Sommers cuenta la historia

Residente en el municipio espirituano de Cabaiguán, Sommers fue interceptada por un oficial en uniforme verde olivo el pasado sábado 20 de marzo, cuando se disponía a hacer una cola para comprar artículos de aseo personal en una tienda de venta en moneda libremente convertible.

“Me preguntó que yo hacía vestido así allí y llamó a un policía de los que estaban controlando la cola y el policía me dijo que yo les estaba faltando el respeto, al yo aparecerme vestida así allí (de mujer) que eso era desacato a la ley y que yo estaba violando un artículo…”, asegura Sommers en el relato compartido por Roque.

Según Sommers, tras intentar defender sus derechos, fue conducida a una unidad de la policía y multada por uso incorrecto del nasobuco en el contexto de la pandemia por la covid-19. “Cuando yo uso dos nadsobucos porque tengo problemas en el corazón y de respiración y mi cuerpo no aguantaría la pandemia”, explicó la mujer trans.

Los servicios de orientación jurídica del Cenesex atendieron en 2020 un total de 165 casos. Solo siete fueron por discriminación y violencia por identidad de género.

La joven trans, que se presenta en Facebook como transformista y bailarina, reconoció que ha tenido el apoyo del Cenesex desde el inicio y, en estos momentos, se encuentra en proceso de apelación de la multa. Adicionalmente, ha recibido manifestaciones de solidaridad de cientos de personas y activistas de diferentes tendencias y causas.

Protección legal

Los derechos de las personas trans quedaron consagrados en el artículo 42 de la nueva Constitución de la República de Cuba, que establece que “todas las personas son iguales ante la ley, reciben la misma protección y trato de las autoridades, y gozan de los mismos derechos, libertades y oportunidades”.

El texto constitucional garantiza la no discriminación “por razones de sexo, género, orientación sexual, identidad de género, edad, origen étnico, color de la piel, creencia religiosa, discapacidad, origen nacional o territorial, o cualquier otra condición o circunstancia personal que implique distinción lesiva a la dignidad humana”.

Varias investigaciones realizadas a nivel nacional identifican a la población trans como la más vulnerable ante diversas formas de discriminación y violencias.

Desde hace más de una década, el Cenesex ha trabajado en un proyecto de ley de identidad de género que, entre otros derechos, debería garantizar el cambio de identidad para las personas trans. El nuevo Código de las Familias, esperado durante más de dos décadas, puede traer también novedades para la comunidad LGBTI cubana.

Pero, en ausencia de una ley, avances como la realización gratuita de operaciones de reasignación sexual en instalaciones de salud, cambios puntuales de nombres en el carnet de identidad, el trabajo sistemático de la Red TransCuba y el aumento de la visibilidad y el activismo trans chocan con prejuicios asociados a la sociedad patriarcal.

“Son inadmisibles las manifestaciones de homofobia y transfobia. Tenemos muchos desafíos para cambiar estereotipos y patrones culturales, lo cual lleva tiempo. Seguiremos trabajando en la sensibilización sobre los derechos sexuales y reproductivos para evitar que ocurran actos discriminatorios como este”, afirmó Fernández.

Fuente: https://rebelion.org/cuba-aboga-por-derechos-y-visibilidad-de-personas-trans/

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¿Por qué enseñar justicia retributiva y restaurativa en el aula?

Por:

En las clases de civismo y ética es crucial la educación en distintas vertientes de justicia y sus aplicaciones en el mundo moderno.

Desde el 2017 hemos visto el surgimiento y repunte de diversos movimientos sociales que han hecho de estos tres años un periodo sumamente activo en términos de la búsqueda de la equidad y la justicia social. Instancias de activismo como #MeToo y #BlackLivesMatter han sido la punta de lanza para una tendencia de crítica y reevaluación sobre las estructuras sociales que generan violencia sexista, racial, xenofóbica, homofóbica y transfóbica.

Pero este despertar epistemológico tuvo un precio que nos ha llevado a reflexionar sobre la validez de los métodos y proceder de estos movimientos. Si bien su necesidad es indiscutible, existe una razón por la cual los movimientos de justicia social están siendo cuestionados. El motivo de este desafío no es propiamente una negación de que la equidad que pretende traer consigo es necesaria, es más bien que la idea de justicia que tenemos, aún antes de entrar a su dimensión social, es un concepto que entendemos superficialmente.

Si no fuera así, sabríamos que estamos usando justicia de retribución como base de los movimientos sociales más importantes hoy en día, y que este tipo particular de justicia no es suficiente para conseguir los objetivos que persiguen los grupos activistas, para esto habría que tener un mayor dominio de la justicia restaurativa. ¿Pero qué significa esto? ¿Hay más de un tipo de justicia? ¿En qué consiste cada uno?¿Por qué necesitamos los dos?

Estos serían cuestionamientos de gran utilidad que deberían enseñarse  en las escuelas y universidades. Si eres maestro de ética, civismo, ciencias sociales o solo buscas una forma de proporcionar a tus alumnos un mejor entendimiento de cómo funciona el activismo, la justicia y cómo ha resultado esta última ola de movimiento social, los conceptos de justicia de retribución y justicia restaurativa te resultarán útiles.

Justicia de retribución: un sistema de relevancia histórica

La justicia de retribución se define como una respuesta directa hacia una conducta criminal que se enfoca el castigo sobre los infractores y la compensación para las víctimas. En teoría, la mayoría de los casos considera la severidad de castigo en proporción a la seriedad del crimen. Este es el tipo de justicia con el que estamos más familiarizados, y en el que se basan el grueso de los códigos penales desde sus inicios históricos.

Si bien se pueden encontrar instancias de justicia restaurativa en los códigos antiguos penales y modernos, las bases que tenemos para entender la justicia hoy en día, que serían documentos como el Código de Hamurabi o La Ley de las 12 tablas, fueron estructuradas de acuerdo a un entendimiento punitivo de la justicia.

El principio filosófico sobre el cual se escribieron estos códigos penales designaba un crimen como una violación a los derechos de otra persona. Bajo este contexto, las víctimas tendrían que ser compensadas por el daño sufrido, intencional o no, y los infractores tendrían que ser castigados en consecuencia de sus acciones incorrectas.

Estas primeras instancias de justicia impartida por el Estado y sus consecuentes evoluciones, fueron eficaces en desplazar las disputas generacionales entre familias o clanes como la forma más aceptada administración de justicia. Gracias a esto, en distintas civilizaciones se pudieron instaurar códigos basados mayoritariamente en justicia retributiva bajo la tutela de un poder judicial. Esto ayudó a que se estableciera un sistema de leyes que partiera de la intención de un orden social y no de un deseo directo de venganza o ajuste de cuentas. Sin este cambio en el mundo antiguo no habría sido posible concebir ni perseguir la idea de equidad social que tenemos hoy en día.

Pero los principios y evoluciones de la justicia de retribución vienen de las necesidades de un mundo que se cobraba justicia “ojo por ojo”. Por eso, en el ambiente social que marca el siglo XXI comienza a presentar limitaciones que se traducen en trabas y hasta tropezones en los esfuerzos de los movimientos sociales de actualidad.

Para un contexto tan complejo como el de aquí y ahora, la justicia de retribución no logra abarcar todas las ramificaciones necesarias para cubrir la agenda de movimientos sociales  de actualidad. Si lo que se busca dentro del ejercicio del activismo en 2020 son mecanismos para rendición de cuentas, instancias de aprendizaje, diálogo, entendimiento, trabajo en conjunto y superación de situaciones sistémicas sin la invalidación o deshumanización de afectados o infractores; un marco teórico que sólo considera delito, pena y compensación se queda corto.

Sin duda, el trabajo planteado por los activistas actuales es en extremo retador, sin embargo, para completar su conjunto de herramientas, es necesario traer al centro otro tipo de aproximación a la justicia que no se limite a considerar solo crimen y castigo.

Justicia restaurativa: una nueva aproximación al equilibrio social

Una justicia basada en el castigo para los infractores y la compensación para las víctimas es buena para establecer un orden social, pero no presenta utilidad si lo que se busca es el progreso a una sociedad más equilibrada, empática y con conciencia propia. La justicia restaurativa, también llamada justicia reparadora o justicia compasiva, se compone de elementos que expanden el alcance de la justicia de retribución.

Este tipo de justicia se conforma de un sistema en el que las partes involucradas o que poseen un interés sobre cierto delito o acción incorrecta, deciden cómo lidiar con las consecuencias inmediatas de este y sus repercusiones para el futuro.

La justicia restaurativa ve un crimen como algo más que el rompimiento de la ley, también dimensiona el daño que esta acción causa a las personas involucradas, las relaciones interpersonales entre infractores y afectados, así como el impacto en la comunidad a la que pertenecen. El proceso restaurativo se entiende como un medio de gestión para la resolución de conflictos. Más que castigar y compensar, se enfoca en comprender, conciliar y solucionar. El diálogo es su base y su objetivo principal es restablecer la paz social fracturada por un conflicto o acto criminal.

Gordon Bazemore, profesor, catedrático y director del Instituto de Justicia en Comunidad para la Universidad Atlántica de Florida, así como Lode Walgrave, catedrático de la Red Internacional de Investigación de Justicia Restaurativa para jóvenes, puntualizan certeramente el resultado final ideal de la justicia restaurativa: hacer justicia a través de la restauración o reparación del daño causado por el delito.

La justicia restaurativa permite a los involucrados acordar en conjunto una manera de actuar a posteriori, que tome en cuenta los impactos y las necesidades de todas las partes. Tanto infractor como afectado. Esta es la parte más difícil de entender, de cómo funciona este tipo de justicia o porqué podría ser útil para la resolución de conflictos modernos. Estamos históricamente condicionados a pensar en el crimen como la violación de los derechos de otra persona, y como consecuencia, los derechos de quien comete el crimen deben ser reducidos o anulados en cierta capacidad para encontrar un balance.

Esto no nos permite ver la raíz de las acciones incorrectas o los crímenes y si bien sirve como medida de control, no nos ayuda a prevenir que determinado crimen o acción incorrecta vuelva a repetirse, castigo y corrección no son lo mismo que aprendizaje. 

En algunos casos, el disparador de crímenes, como el robo, puede ser la pobreza sistemática. La razón para crímenes como destrucción de propiedad pública o manifestaciones no pacíficas puede ser un hartazgo hacia un sistema de seguridad pública y síntomas sociales tan marcados que imposibilitan al Estado de brindar una vida digna y libre de violencia a todos sus ciudadanos. Estos actos traen consigo un desorden social, y sí pueden ser tipificados como crímenes, pero al aplicar un enfoque mayoritariamente retributivo, ¿estamos resolviendo el problema que generó el crimen en primer lugar?, ¿estamos evitando su reincidencia?, ¿estamos aprendiendo algo?

Por otro lado, existe mérito y utilidad en remover de una posición de poder a personas que han causado daño sistémico, que han contribuido consciente y voluntariamente para crear estructuras que favorecen el ejercicio de la violencia. Idealmente, esto es lo que grupos de activistas en movimientos como #MeToo y #BlackLivesMatter pretenden hacer, pero no puede lograrse sólo con el uso de la justicia de retribución que se ha estado usando desde hace milenios y que no dimensiona completamente las aristas de las necesidades sociales actuales.

Si no hay en el centro de la conversación instancias tanto de retribución como de restauración, caemos en el riesgo de no ser efectivos en la obtención de una rendición de cuentas para los infractores o de no lograr un aprendizaje que prevenga las infracciones que se quieren erradicar en primer lugar.

La necesidad de aproximaciones nuevas a la justicia que incluyan un uso proporcionado y utilitario de ambos rubros es crucial para evitar un estancamiento y desacreditación de los movimientos sociales, así como para asegurar la continuidad de un avance hacia la sociedad más justa y equitativa que pretenden lograr a través de su activismo. En las clases de civismo y ética, ¿has aprendido o enseñado sobre diversos tipos de justicia?, ¿crees que saber más sobre esto es necesario para tener un mejor entendimiento de cómo avanzar hacia una sociedad mejor? Cuéntanos en los comentarios.

Fuente e Imagen: https://observatorio.tec.mx/edu-news/teoria-justicia

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La Federación Plataforma Trans, indignada por un nuevo crimen de violencia machista

Por: Tercera Información

En lo que llevamos de 2020, el número de víctimas de violencia machista asciende a 32 y en menos de un año este constituye el segundo feminicidio de una mujer trans en Asturias.

En la noche del pasado sábado se conocía la noticia del asesinato de Susana, mujer trans de 61 años y residente en Oviedo a manos de un hombre, presuntamente su pareja que ya se encuentra detenido.

Según ha declarado un portavoz policial, los primeros indicios apuntan a un crimen de violencia machista.

En lo que llevamos de 2020, el número de víctimas de violencia machista asciende a 32 y en menos de un año este constituye el segundo feminicidio de una mujer trans en Asturias, por lo que desde la Federación Plataforma Trans consideran imprescindible abordar desde el sistema educativo, con una asignatura de obligado cumplimiento en el respeto a la igualdad de género y la diversidad sexual para acabar con la lacra de las violencias machistas y contra los discursos de odio hacia la diversidad sexual y en concreto hacia las mujeres trans.

En esta misma línea la federación lleva años trabajando y reclamando de manera urgente un marco legislativo estatal que dé protección y reconocimiento en derechos a las personas trans a través de la Ley Trans Estatal que ya fue registrada en 2018 y nunca terminó de arrancar en la pasada legislatura y en la actual se vive una situación de «inmovilismo» con respecto a ella.

“Los discursos negacionistas de la violencia de género por parte de la ultraderecha y los sectores ultra conservadores están suponiendo un aumento de esta, pero no podemos obviar que también el discurso negacionista de la identidad de las personas trans y con mucha más virulencia de las mujeres trans por parte del sector ‘feminista trans excluyente’ (TERF) y su influencia e intoxicación, está provocando un aumento en el odio hacia las personas trans que se traduce, después, en agresiones en las calles, escuelas, lugares de trabajo, en distintas formas y niveles de violencia”, declara la presidenta de la Plataforma Trans, Mar Cambrollé.

“Las mujeres trans sufrimos las mismas violencias que las mujeres que no son trans, nos asesinan igual, pero además se suman más componentes de odio y menos protección ante estas violencias que la impunidad está normalizando,  por eso es necesario que aparezca la voluntad política para, con valentía, generar ese marco legislativo con la Ley Trans y frenar esta situación sangrante que vivimos las personas trans para quienes todavía después de 42 años la democracia no ha llegado”, concluye Cambrollé.

Fuente  e Imagen: https://www.tercerainformacion.es/articulo/actualidad/14/09/2020/la-federacion-plataforma-trans-indignada-por-un-nuevo-crimen-de-violencia-machista/

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México: La homofobia también mata

Redacción: El Sol de Cuernavaca

El rechazo a las personas de la comunidad tiene un efecto directo: falta de oportunidades, educación, acceso al empleo, incluso, a la salud

La homofobia es un comportamiento que se define como el odio, rechazo, aversión, prejuicio y discriminación contra las personas que tienen orientaciones sexuales diversas a la heterosexualidad. Se asocia principalmente con el rechazo a las personas LGBT+.

Si bien desde 1871 la homosexualidad es legal en México, actualmente la homofobia ocupa el segundo lugar en crímenes de odio, sólo detrás de Brasil. Además, siete de cada 10 personas de la comunidad son discriminados y 75 por ciento recibe hostilidades en el ámbito laboral.

La Comisión Nacional para Prevenir la Discriminación dio a conocer los resultados de la Enadis 2017 mediante la cual se informó que en Morelos más del 60 por ciento de las personas encuestadas no aprueba que una pareja del mismo sexo viva junta.

En el Código Penal del Estado de Morelos la discriminación está tipificada como delito, siendo acreedores de uno a tres años de prisión o de 25 a cien días de trabajo en favor de la comunidad y multa de 50 a 200 días, así como destitución e inhabilitación si es servidor público.

En los últimos años se han logrado avances en el reconocimiento de los derechos de la comunidad LGBT+. En 2015 la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) lanzó su Protocolo de Actuación para quienes imparten justicia en casos que involucren la orientación sexual o la identidad de género, y en 2018, se publicó en el Diario Oficial de la Federación el Protocolo de Actuación para el Personal de las Instancias de Procuración de Justicia del País, en casos que involucren la orientación sexual o la identidad de género, adoptado por la Conferencia Nacional de Procuración de Justicia.

A pesar de ello, la organización “Letra S, Sida, Cultura y Vida Cotidiana”señaló que sin duda son avances importantes, pero aún son insuficientes para responder adecuadamente a este grave y complejo problema, “sustentado en estereotipos y prejuicios sociales muy arraigados, y frente al cual el Estado debe asumir plenamente su obligación de prevenir, investigar, procesar y sancionar los delitos derivados de la violencia ejercida en contra de las personas LGBT+”.

El Día contra la Homofobia y la Transfobia se celebra el 17 de mayo con motivo de la eliminación de la homosexualidad como enfermedad en la lista de la OMS en 1990.

Fuente: https://www.elsoldecuernavaca.com.mx/local/diversia-la-homofobia-tambien-mata-4978244.html

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Un oasis contra la transfobia

Por: Pablo L. Orosa.

Una veintena de escuelas de Ciudad del Cabo apoyan la educación inclusiva en un país en el que más del 50% de estudiantes son discriminados por su identidad de género. Visitamos una de ellas, modélica, de la mano de una de sus alumnas

Antes incluso de tener que enfrentarse a la necesidad diaria de identificarse a través del género, Alex ya era consciente de que no sería lo que por su cuerpo decían que tenía ser. “Con apenas 4 años ya empezó a expresar que quería ser una niña”, cuentan sus padres. Aunque nunca vacilaron a la hora de apoyar a su hija, el primer psicólogo al que acudieron les recriminó su postura. “Nos insistió en que la estábamos malcriando y nos advirtió de que no podíamos permitir que nos manejara”, continúa Marie, tan alta y de tez tan clara coma sus dos pequeñas. Todavía hoy es ese uno de los peores días de su vida. La receta propuesta contra la sexualidad de Alex pasaba por reforzar su conducta masculina: había que cortarle el pelo, vestirla con pantalones de chico y llevarla a un centro escolar cuya solución inclusiva pasaba por hacer que se cambiase en un cuarto de baño solo para ella.

Subrayar la diferencia en lugar de normalizarla.

Durante su particular guerra de los pantalones, Alex encontró la fórmula de vencer la censura. Se ponía las camisetas y chaquetas que le mandaban, pero en talla grande, como si fuesen vestidos. Hasta que aquel silencio administrativo acabó por desbordarse a sí mismo: no tenía sentido seguir forzándola a ser lo que no quería ser.

Solo que ya no se trataba exclusivamente de ella, sino que al encontrarse en edad escolar había que lidiar con compañeros, padres, profesores y burocracia administrativa. En una urbe marcada por la desigualdad social como Ciudad del Cabo (Sudáfrica), donde los cielos de hojalata de Khayelitsha comparten lienzo con las cometas de colores de Bloubergstrand, no resultó sencillo encontrar una escuela primaria para una niña como Alex. Hasta que dieron con un centro en el que aprender a convivir es tan importante como saber sumar o leer.

Un ajedrez gigante y pausas para salir a correr

Es la hora del recreo para los más pequeños y el patio está abarrotado. Los hay que quieren seguir con los cuentos, otros que prefieren corretear a su antojo y otros que piden que los lleven con los animales de la granja.

Martin apenas es capaz de articular una palabra. Pero sonríe. Y Sasha, la joven recién licenciada que se encarga de supervisar sus avances, ríe todavía más. Ellia, la profesora titular de la clase, ríe con ellos. “Es gratificante ver lo que va logrando”, señala Sasha. “Al principio era incapaz de comunicarse. Hace unos meses, Ellia y yo nos miramos y no nos lo podíamos creer: Martin estaba hablando”. El pequeño, que sufre dificultades de desarrollo, no recibió la atención especializada que requiere hasta que llegó aquí: hasta los dos años lo tenían en un sofá sin que nadie hablase con él.

El ajedrez gigante ubicado en el patio con el que los niños juegan.
El ajedrez gigante ubicado en el patio con el que los niños juegan. PABLO L. OROSA

En la escuela primaria de North Pinelands, la roja, como la conocen todos en el barrio, una zona de clase media cercana al hospital Vincent Pallotti donde los jubilados pasan la tarde jugando al tenis, Martin no es alguien especial. “Buscamos crear una educación real para que los chicos se preparen para la vida tal y como es, diversa”, subraya Ann Morton, directora del centro.

Su colegio propone un enfoque educativo alternativo, en formas y en fondo. Aquí los alumnos, algunos con trastorno por déficit de atención con hiperactividad, tienen esterillas para estirarse y permisos controlados para salir al patio cuando están agobiados. Aquí los maestros no permanecen sentados tras un escritorio, sino que disponen de un atril desde el que dirigirse a la clase. Porque en realidad el objetivo es que los alumnos sean sus propios profesores: que busquen respuestas a las preguntas que ellos mismos se van formulando. Hoy, los de último curso no dejan de darle vueltas a los planetas solares.

Aquí los maestros no permanecen sentados tras un escritorio, sino que disponen de un atril desde el que dirigirse a la clase. Porque en realidad el objetivo es que los alumnos sean sus propios profesores

El éxito de North Pinelands radica en su capacidad de ser real: no se trata solo de que los niños participen de la vida en la comunidad con excursiones a empresas y museos, sino que sea esta la que participe del día a día del colegio. “La escuela está abierta a cualquiera que quiera ayudar”, insiste Morton. Hay un bedel que toca la guitarra, varios asistentes que ayudan a quien quiere chapurrear español y personas con diversidad funcional encargadas de tareas de mantenimiento. Con un total de 450 estudiantes de primero a séptimo curso, la escuela cuenta con un equipo de apoyo con terapeutas ocupacionales y un logopeda, además de profesores especializados en música, arte y lengua xhosa y otra docena más de asistentes. A ellos hay que sumar otros profesionales, cuyo coste es sufragado por los padres, que se encargan de asistir a los alumnos con necesidades específicas durante las clases. Es lo que Sasha hace con Martin. En total, hay hasta 90 personas con labores docentes trabajando en una escuela en la que 46 alumnos requieren una asistencia adicional.

“Hay un enfoque médico de la diversidad, todavía presente en muchos centros educativos, en el que estos alumnos son separados. Para los profesores esta forma de trabajar es más sencilla porque crea grupos homogéneos, pero no es enriquecedor. Lo que nosotros pretendemos es que los niños crezcan aprendiendo unos sobre otros. Lo que va a detener la III Guerra Mundial no son los sobresalientes en matemáticas sino las habilidades para crear comunidad”, insiste Morton. Es por esto que la escuela de North Pinelands no es una escuela ordinaria ni tampoco una escuela para personas con necesidades especiales. Es simplemente una escuela inclusiva.

Educación transgénero, el penúltimo reto

Antes de las vacaciones de 2016, Alex anunció a sus compañeros que a la vuelta del verano ya sería oficialmente un niña. Y no hubo ningún trauma. Sus compañeros lo asumieron con naturalidad y ni uno solo de ellos se volvió a referir a ella como él. “Todo el proceso resulta más complicado para los adultos que para los propios niños, ellos lo aceptan con facilidad”, explica Ronald Addinall, psicólogo especializado de la Universidad de Ciudad del Cabo.

La escuela, que ya había conseguido con éxito la integración de personas con discapacidades físicas e intelectuales y de niños procedentes de entornos religiosos y socio-económicos diversos, llevaba meses trabajando en el que se ha convertido en el último penúltimo reto de la educación inclusiva: la de los menores transgénero. “Lo que hicimos fue pensar al revés: no en como integrarlos, sino en como podíamos adaptarnos los demás a ellos”, subraya Ann Morton. Se instauraron el uniforme unisex y los baños y los equipos deportivos mixtos. Pero sobre todo, la escuela realizó un importante esfuerzo de concienciación y formación dirigido a toda la comunidad educativa: se realizaron charlas con todo el personal, docente y no docente, y después fue comunicado a las familias. “Hubo dos que decidieron quitar a los niños de nuestra escuela. Con el resto no ha habido nunca —y ya han tenido más casos de transiciones de menores transgénero— ningún problema”, recalca la directora.

Después del hogar, “el colegio es el lugar donde los niños pasan más tiempo y donde socializan, por eso es importante que se sientan seguros y valorados. Resulta fundamental que el entorno escolar sea el adecuado y no se convierta en un lugar de miedo que dispare los problemas”, comenta Addinall, quien ha asesorado a más de 400 chicos en su transición de género y ahora colabora con una veintena de escuelas que avaladas por el Departamento de Educación del Western Cape Education Department apuestan por estos programas de educación inclusiva.

Según un estudio realizado en 2016 por Out LGBT, el 56% de las personas transgénero en Sudáfrica sufrieron algún tipo de discriminación durante su escolarización. Aunque el país es uno de los más avanzados del mundo en el la protección de los derechos de la comunidad LGTBI y fue el primero del continente en legalizar el matrimonio entre personas del mismo sexo, insultos, agresiones, violaciones y persecuciones forman todavía parte del día a día de quien tiene una orientación sexual diferente a la bendecida por la Iglesia. Lo más preocupante, subraya el informe, es que el 76% de las personas transgénero no denuncia los ataques sufridos.

Lo que va a detener la III guerra Mundial no son los sobresalientes en matemáticas sino las habilidades para crear comunidad

“Gran parte de estos problemas se podrían solucionar creando mecanismos que juzgasen las responsabilidades de universidades y entornos laborales que incumplen la legislación que protege al colectivo trans”, apunta Sandile Ndelu, una de las integrantes del grupo Transgenderforum, que promueve la transformación de la universidad sudafricana. Aunque se alinearon inicialmente con el movimiento #RhodesMustFall (RMF), que exige la descolonización de los programas educativos, el movimiento Transgenderforum ha acabado por desmarcarse al entender que esta lucha estudiantil no incorpora más que de forma retórica sus reivindicaciones y deja a un lado la incorporación de la perspectiva de las identidades de género a los currículos lectivos o en el propio trato al alumnado.

Se centran en cuestiones simbólicas, como la instalación de baños mixtos, que “no hacen más que aumentar las diferencias sociales y de raza que existen entre los estudiantes transgénero”, subraya Ndelu. Mientras universidades vinculadas a la élite económica, como Witwatersrand o Stellenbosch, han podido realizar estas reformas, otros centros de mayoría afrodescediente como Fore Hare, UniZulu o WSU carecen de recursos para llevarlas a cabo.

Un proceso reversible hasta la adolescencia

Demostrada la eficacia de los modelos inclusivos, el reto ahora es hacerlos accesibles a todos. “Escuelas como Pinelands pueden ser un modelo, pero todos los centros pueden hacer pequeños cambios para lograr ser inclusivos con los menores transgénero”, apunta Addinall. Lo primordial es trabajar desde la base, tanto con los colegios como con las familias. “No cualquier niño por ponerse los tacones de su madre o vestirse de hombre quiere decir que esté en desacuerdo con su cuerpo. Todos pasan por una fase de experimentación de su identidad sexual”. Cuando este rechazo es consistente, prosigue el psicólogo, es cuando conviene apoyar la transición social: y cuanto antes mejor. “A medida que se acercan a la pubertad aparecen los cambios físicos que son los que suelen desencadenar los problemas y depresiones”.

Aunque a Alex todavía le quedan unos cuantos años para que comiencen los cambios hormonales, su madre no puede dejar de preocuparse. Llegarán los novios, la universidad, el trabajo…la vida lejos del programa de talento de su escuela y de unos compañeros que han crecido entendiéndola. En el resto del mundo todavía hay demasiada gente que no ha empezado a hacerlo. “Lo que va a venir”, asegura Marie, “es lo más duro”.

Fuente del artículo: https://elpais.com/elpais/2019/07/10/planeta_futuro/1562754585_137545.html

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17 de mayo: Día Internacional contra la Homofobia, Transfobia y la Bifobia

Redacción: Rojo y Negro

17 de mayo de 2019, con motivo de la conmemoración de la eliminación de la homosexualidad del listado de enfermedades mentales de la Organización Mundial de la Salud en 1990, la Confederación General del Trabajo ratifica su compromiso para denunciar y acabar con la LGTBIQ+fobia en todos los órdenes de la vida.

Mientras que las grandes organizaciones internacionales siguen constatando en sus informes la realidad que la clase obrera vivimos cada día, las personas organizadas salimos a la calle para señalar la discriminación y denunciar que sigue beneficiando a la economía capitalista así como a los Gobiernos que sustenta. #Siguepasando

La OIT señala cómo a pesar de las garantías legales a favor de la igualdad, la mayoría de las personas LGTBIQ+ siguen sintiéndose vulnerables y discriminadas en los puestos de trabajo monitorizados. Para evitarlo, en la mayoría de los casos se opta por el silencio, renunciando a la denuncia o relegándose a sectores y puestos de trabajo “gayfriendly” que refuerzan los estereotipos. Vivir en un sistema capitalista que necesita de la heteronormatividad para sostenerse hace que no se respete la libertad de expresión ni la diversidad sexual.

Nuestra disidencia es nuestra resistencia

Mientras que los gobiernos han desarrollado leyes que condenan los delitos de odio y la discriminación LGTBIQ+ al no  dotarse de medios para su cumplimiento, las agresiones,  los asesinatos y el acoso se siguen produciendo cada día en nuestras calles, escuelas y centros de trabajo. El año pasado, se registraron más de 345 agresiones LGTBIQ+fóbicas sólo en la Comunidad de Madrid, y se estima que sólo representan entre un 2-5% de lo que se produce realmente. Un ejemplo de ello es la hipocresía que supone que con esta protección jurídica, en el Estado Español tampoco se sancione a ninguna de las clínicas, terapias o actuaciones para “curar la homosexualidad”, teniendo que soportar declaraciones públicas por ejemplo de la  Iglesia católica descalificando y patologizando a las personas heterodivergentes mientras que no condena ni separa a los curas pederastas.

En la actualidad, las personas LGTBIQ+ más vulnerables desafían al capitalismo binario y su legislación discriminatoria que se reproduce en los puestos de trabajo, recordándonos que las personas trans, tengan penes o vaginas, tienen los mismos derechos que el resto.

Desde la CGT nos seguiremos manifestando contra la moral y la violencia de estado LGTBIQ+fóbica, cada día, en nuestra acción sindical y junto a los colectivos sociales.

Queda mucho por defender hasta llegar a una igualdad real y efectiva para todxs Por la libertad real, contra las violencias LGTBIQ+

Fuente: http://rojoynegro.info/articulo/agitaci%C3%B3n/d%C3%ADa-internacional-la-homofobia-transfobia-la-bifobia

 

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