Mujeres y educación: cuatro nombres con voluntad de transformación pedagógica

España / 21-03-2018 / Autor: Roger Valldosera / Fuente: Aika

La comunidad educativa se encuentra en un momento de cambio y revolución que parece novedoso, pero que no lo es si contemplamos los procesos de renovación pedagógica que nos han guiado hasta nuestros días y que nos deben servir, a la vez, como linterna para continuar avanzando. Una parte de este bagaje tiene nombre femenino, y se trata de mujeres que en ciertos momentos tuvieron que transformar discursos androcéntricos y peyorativos en construcciones de ideales y reformas sociales.

Revisamos cuatro perfiles relevantes para disponer de perspectiva histórica en cuanto a transformaciones educativas:

Rosa Sensat (1873-1961)

Esta maestra, de carácter vitalista y reivindicativo, nos abre las puertas de una renovación pedagógica y feminista en un período de transición complicado y arisco.

Sensat, de formación y vocación docente, se dedicó al inconformismo educativo dentro de lo permitido, mirando exclusiva e únicamente por y para el bien de los niños y niñas, de los cuales podemos extraer algunos de los pilares en los que se sustentan sus ideas y reformas: el vitalismo, la higiene y una nueva mirada pedagógica.

Su nombre es casi sinónimo de “Escola del Bosc”, escuela creada el 8 de mayo de 1914 y con identidad libre y reformadora. Esta escuela, segregada por géneros, pretende empezar a articular la conocida “Escuela Nueva”, y entre estos y estas impulsoras nos encontramos con nuestra protagonista. Sensat intentó que los discentes fueran el centro del aprendizaje, haciéndolos protagonistas de su propia educación y haciéndolos partícipes de ella. Además, implemento la idea de la naturaleza como agente educador y de la diversidad de entornos de aprendizaje de los que se podrían beneficiar las niñas y niños. Un espacio donde, como manifestó ella, se aprendiera a vivir.

Además de educar en valores como la sensibilidad y la empatía, Rosa también fue una gran impulsora y activista del feminismo catalán, construyendo una educación que les proporcionara a las niñas una educación completa, alejándose de construcciones de género obsoletas y combinándolas con nuevas ideas de identidad. Sensat se caracterizó por divulgar un feminismo moderado, mezclando valores arcaicos y modernos y realizando una revolución sin desafiar demasiado el orden establecido.

Reforma pedagógica, aprendizaje significativo, igualdad y otros conceptos e ideas son una pequeña pincelada de la obra pedagógica, feminista y vitalista que nos podemos llevar de esta educadora.

Francesca Bonnemaison (1872-1949)

Esta pedagoga, nacida y criada en Barcelona, la podemos localizar y enmarcar dentro del movimiento feminista, conservador de raíz, pero revolucionario de espíritu, el mismo que compartía con Rosa Sensat.

Bonnemaison encontró la oportunidad y su punto de partida en el 1909, donde pudo inaugurar la primera biblioteca pública de mujeres en toda Europa. Esta biblioteca, centrada en un primer momento para mujeres obreras, ofrecía un espacio cultural y diverso donde las mujeres podían recibir una formación integral basada en el desarrollo del conocimiento científico, artístico y manual, así como de su bienestar material y moral.

Francesca, con la finalidad de llegar al mayor número de mujeres y divulgar estas ideas, creó también una escuela para mujeres donde se intentaba formar a la mujer dentro del paraguas del feminismo conservador.

De esta ilustre mujer podemos perpetuar sus ideales, propuestas y acciones reivindicativas y libertarias, así como su inconformismo y las herramientas de cambio que nos transmite. Por muy difícil que parezca, solo hace falta mirar al pasado y ver las huellas que han dejado figuras como ella.

Maria Montessori (1870-1952)

Esta renacentista italiana del S.XIX-XX se podría caracterizar por la gran valoración y capacidad que les otorga a las niñas y niños en sus etapas más tempranas.

Al ver que la educación inicial era fundamental en su posterior desarrollo, Montessori quiso basarse en estos aprendizajes a tan temprana edad y demostrar su vital importancia.

Según ella, los niños y niñas tienen una enorme capacidad de aprender y el rol de los  educadores, y en general de la sociedad, es el de educarlos en materia de libertad, para que ellos y ellas mismas puedan hacer frente a todos los problemas que la vida les pueda plantear, dándoles respuesta.

No solo es cuestión de entender su gran potencial, sino que también es preciso trabajar cuidando y preparando un ambiente favorable al aprendizaje, siempre teniendo en cuenta los períodos sensibles de las niñas y niños, períodos donde pueden adquirir habilidades con mucha facilidad. Montessori considera clave ser conocedor de estos fenómenos para poder anticiparse y beneficiarse.

A parte de esta puesta en escena, María transformó estas teorías en materiales didácticos que dan respuesta al conocido método Montessori. Estos materiales, confeccionados por ella misma, ayudan a trabajar competencias a través del trabajo colaborativo, la comunicación, habilidades sociales y muchas otras que resultan esenciales dentro del imaginario educativo de Montessori.

No es de extrañar que estos materiales intenten ser un soporte para el niño y niña, haciéndole protagonista de su propio aprendizaje y brindándole las herramientas necesarias para que explore, cree, se equivoque y rectifique y en definitiva, aprenda.

Montessori fue una gran impulsora de la educación libre y la cual nos da un ejemplo de que la educación es permanente, empezando así des de etapas muy tempranas y en donde cada uno es el arquitecto de su propia persona.

Helen Parkhurst (1887-1953)

Esta pedagoga neoyorquina inicia su incursión en la educación y la reforma pedagógica en una escuela rural, donde al impartir clases con discentes tan heterogéneos y diversos, se da cuenta de que el aprendizaje no se puede estandarizar, por lo que cada alumno tiene su ritmo y su manera de aprender. Basada por estos principios, Helen decide viajar por Europa, donde realizará su formación en Pedagogía y conocerá a Maria Montessori, a quien tomará como referente para desarrollar y configurar su Plan Dalton, el diamante en bruto de la obra de esta autora.

Este plan, surgido a partir de la preocupación sobre la homogeneidad del aprendizaje, tiene como pilar la erradicación de las asignaturas, convirtiendo así las clases en un “laboratorio” o, dicho de otra forma, lo conocido como “educación por proyectos”.

Esta metodología de aprendizaje pretende garantizar un aprendizaje individualizado y significativo, donde el alumnado aprenda a su ritmo y no dependa de nada ni de nadie para ir construyendo su propio conocimiento. Las materias quedan diluidas y aparecen bloques temáticos para ser desarrollados por las alumnas y alumnos, pero no responden a un nombre teórico, sino que son espacios donde la persona se desarrolla.

Este método fue muy criticado por los teóricos del momento, asociándolo a una anarquía educativa y sin visualizar la variedad de posibilidades y beneficios que ofrece a los discentes y a los docentes, los cuales pasan a ser reyes del conocimiento y la sabiduría a guías y facilitadores de herramientas de aprendizaje.

A pesar de las críticas, nos quedamos con la gran labor educativa e innovadora que nos brinda Helen Parkhurst, sin la que muy probablemente no podríamos haber llegado al punto en el que nos encontramos en esta sociedad educativa y con voluntad de cambio.

Fuente:

Mujeres y educación: cuatro nombres con voluntad de transformación pedagógica

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«La innovación educativa debe llegar también a la universidad»: Mmantsetsa Marope

UNESCO / 18 de marzo de 2018 / Autor: María Jesús Ibáñez / Fuente: El Periódico

Mmantsetsa Marope, responsable de educación de la Unesco, llama a la transformación pedagógica «en todos los niveles»

«Las escuelas no han de esperar a que los gobiernos actúen, pueden recurrir a empresas privadas», sugiere

Su agenda de estos días en Barcelona es intensa. Una conferencia en CosmoCaixa con maestros de infantil, primaria y secundaria; una reunión con responsables universitarios para ver cómo reformar el modo de impartir clases en los estudios superiores; sesiones de trabajo con organizaciones impulsoras de la innovación educativa en Catalunya… Y entrevistas con periodistas. La doctora en Educación por la Universidad de Chicago, Mmantsetsa Marope, actual directora de la Oficina Internacional de Educación de la Unesco, visita la capital catalana para explicar cuál es la prioridad del organismo que dirige: una reforma urgente para que las escuelas incorporen el aprendizaje basado en competencias.

– ¿Cómo le explicaría lo importante que es este cambio a una familia que esté buscando ahora escuela para su hijo?
– Pues supongo que esa familia lo que querrá es encontrar un lugar en el que el niño adquiera conocimientos y habilidades, querrá que domine la tecnología y que sepa analizar los datos y la información y querrá, por supuesto, que tenga una buena actitud y unos valores. Y seguro es que esa familia desea también que su hijo sea capaz de utilizar todas esas competencias, ese saber, para realizar unas determinadas tareas, que sea creativo y autónomo a la hora de aplicar todo eso en el terreno práctico. Todo eso es aprender por competencias: la integración del conocimiento (que es básico y muy importante), de las habilidades, de la tecnología, de los datos y la información y de las actitudes y la disposición del alumno. ¿Qué le diría yo a esa familia que busca escuela? Que piense que su hijo no solo debe aprender, sino que también ha de saber cómo usar lo que aprende.

– Pero eso, al menos en Catalunya, ya lo están haciendo muchas escuelas, sobre todo en las etapas de infantil y primaria. Quizás donde está costando más es en secundaria.
– Este modelo de aprendizaje por competencias debería implementarse en todos los niveles. Y muy particularmente en la universidad, porque no es una metodología que solo sirva para los niños más pequeños. También debería utilizarse para formar a lo largo de la vida a los adultos que se reciclan profesionalmente.

– ¿Y cree que podrá convencerlos?
– Es que es necesario que vean que no es suficiente con dar al alumno un montón de conocimiento, un montón de información, hay que ofrecerle también los medios para que lleve todo eso a la práctica. No solo por su propio bien, sino también por el bien colectivo, por el de la sociedad en la que, en un futuro, va a desarrollarse como persona.

– Va a encontrar resistencias…
– Bueno, no estamos diciendo que se deba arrinconar ninguna disciplina, ni conocimiento, como algunos docentes y algunas familias temen. Es un error pensar que el aprendizaje por competencias desprecia los conocimientos tradicionales. ¡Al contrario! Esta metodología implica que su adquisición debe ser más profunda si cabe, porque luego se han de saber aplicar. Eso supone también una mayor carga para los profesores.

– Pero los profesores, que son los responsables de llevar a cabo esa transformación, soportan ya una sobrecarga de trabajo o les falta tiempo, muchas veces.
– Desde luego los profesores son claves en este proceso y necesitan recursos y mecanismos para reducir el tiempo que dedican a actividades rutinarias o no directamente relacionadas con la docencia. Creemos que aquí la tecnología debe tener un papel importante para ayudarles, por ejemplo, en el seguimiento o la evaluación continua. Existen ya plataformas que ayudan a los niños cuando empiezan a leer y permiten que el maestro vea cómo progresa.

– Y eso facilita entonces que el aprendizaje sea individualizado.
-¡Claro! Si el profesor ve que un niño avanza más rápido que otros, puede darle más contenido, enriquecer su aprendizaje. Y si ve que va más lento, puede prestarle mayor atención.La tecnología no sustituye la docencia, pero ahorra tiempo al profesor. Eso permite también que el profesor pueda hacer informes singularizados de cada alumno, en lugar de poner notas numéricas a partir de exámenes iguales para todos los alumnos.

-¿Pero los padres quieren saber qué nota saca su hijo?
– Sí, sí, lo comprendo, los padres quieren saber si su hijo es el primero de la clase. Eso requiere de un cambio cultural, por supuesto. Lo que ha de preocupar a los padres es saber cómo mejora su hijo, no cómo se encuentra respecto al resto de su clase.

– ¿Falta también formación para los profesores?
– Sí, también es muy importante. Necesitan formación, necesitan apoyo profesional de la Administración, no han de ver a los inspectores como alguien que viene a fiscalizar su trabajo, sino como alguien que viene a ayudarles. Y sobre todo, han de aprender de sus iguales, de las prácticas de otros profesores como ellos. Hay países, como la India, donde se han desarrollado aplicaciones para móviles en las que los docentes hacen consultas didácticas o plantean problemas del día a día y que son respondidas por otros profesores que se pueden haber encontrado en su misma situación. Es una comunidad de prácticas en la que los maestros se dan apoyo los unos a los otros, están interconectados. Esto es muy útil, por ejemplo, en áreas rurales, donde los docentes pueden sentirse muy solos.

– Aquí tenemos aún mucho camino por recorrer…
– No se trata solo de introducir tecnología. También puede haber apoyo personal, más tradicional. O con incentivos para que se reciclen, para que se tomen periodos de formación profesional.

– O sea, que los gobiernos deberían ponerse también las pilas.
– Bueno, no solo es tarea de los gobiernos. También el sector privado podría contribuir. Evidentemente lo público tiene un papel muy central, pero por qué una compañía tecnológica no puede crear una plataforma para profesores y, una vez creada, dejar que sean los profesores quienes la manejen, quienes la vayan ajustando a sus necesidades. Para estas cosas, no hemos de esperar a que los gobiernos actúen, las empresas y los propios profesores y las escuelas deben tomar la iniciativa.

Fuente de la Entrevista:

https://www.elperiodico.com/es/sociedad/20180313/mmantsetsa-marope-directora-educacion-unesco-innovacion-educativa-debe-llegar-universidad-6688026

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