El abuso del poder

Por: Carolina Vásquez Araya

Las decisiones políticas comienzan a revelarse como intentos de control absoluto.

Durante mucho tiempo las sociedades occidentales creyeron a pies juntillas en la prevalencia absoluta de sus valores democráticos, bien establecidos en sus textos constitucionales y, mejor aún, fuertemente impresos en el inconsciente colectivo. Sus derechos, sus espacios de libertad y sus responsabilidades sociales han sostenido -durante generaciones- un ideal sobre el cual se erigen proyectos de nación y se alimenta la ilusión de lograr sus aspiraciones colectivas. Dentro de ese marco ha tenido cabida la creación de instituciones confiables para la defensa de los valores cívicos, gracias a innumerables batallas en función de esos objetivos.

Hoy ya nadie está tan seguro de esa realidad. Poco a poco, y gracias a un estado de emergencia consecuencia directa de un sospechoso brote viral, ciudadanos de cualquier punto del planeta han visto cómo sus entornos vitales se han transformado, así como cuántas de sus libertades y derechos han pasado a ser objeto de medidas restrictivas; pero no desde las autoridades científicas y sanitarias, sino desde las plataformas políticas y los centros de poder económico, que han visto en esta catástrofe la oportunidad para ejercer un control absoluto.

La nueva realidad de hoy constituye una amenaza real a los sistemas de gobernanza fundados sobre el equilibrio de poderes. La imposición de medidas, en el contexto actual, se ha convertido en la nueva normalidad, dejando prácticamente sin recursos de oposición a millones de personas alrededor del mundo. Estas, sometidas a decisiones que muchas veces atentan contra los sagrados derechos establecidos en normas y tratados, en textos constitucionales y tradiciones, se ven atrapadas en una red de la cual les resulta difícil escapar.

En la actualidad, se observa con estupor a gobernantes carentes de autoridad científica alguna, establecer prohibiciones para el uso de medicinas o tratamientos, basándose en criterios de interés económico y en sus vínculos con grandes consorcios farmacéuticos. Se observa, también, la manera cómo con la mano derecha restringen la movilidad de la ciudadanía en áreas públicas y en horarios determinados, mientras con la mano izquierda se permiten favorecer a sus aliados del sector empresarial y ejercen una férrea represión contra cualquier intento de protesta ciudadana.

El tema de las vacunas, por otro lado, un elemento objeto de innumerables discusiones en el campo académico científico y sobre el cual, después de más de dos años, aún no existe consenso ni un flujo de información totalmente confiable para la población, es hoy una piedra de toque capaz de provocar una grave escisión entre gobernantes y gobernados. Por un lado, porque los primeros poseen el mecanismo de la obligatoriedad y, por el otro, debido al criterio de libertad individual para decidir, cada quién, sobre lo que mejor le convenga en lo referente a su salud, de acuerdo con los valores democráticos.

La crisis está servida. El pulso entre los gobiernos administrados desde una visión incompatible con los valores democráticos y ciudadanías conscientes de cómo esos valores se evaporan bajo la amenaza de restricciones orientadas hacia el control absoluto, es el germen de un peligroso giro hacia sistemas dictatoriales ajenos a sus principios democráticos y, por supuesto, alejados de la búsqueda de diálogos y consensos. Lo que hoy espera a la ciudadanía es un verdadero enigma, dado el escaso espacio permitido a su participación en algo que le compete de manera tan directa. En esta delicada coyuntura se esperaría un mejor manejo de la crisis, pero desde las instancias científicas y no desde los intereses espurios de gobernantes cegados por su ambición de poder. Un objetivo nada fácil, pero indispensable para garantizar, a tantos habitantes de este planeta, que su vida vale.

El poder absoluto es un ideal capaz de convertir a democracias en crueles dictaduras.

Fuente de la información e imagen: https://insurgenciamagisterial.com/el-abuso-del-poder/

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Reforma educativa

Por: El País.

Dos meses después de su constitución, el Gobierno ha aprobado el proyecto de ley orgánica de modificación de la LOE (LOMLOE), que entierra los aspectos más polémicos de la LOMCE, de la etapa del PP y conocida como ley Wert. El texto es idéntico al que ya refrendó el Consejo de Ministros hace un año, de modo que no será necesario el examen de los órganos consultivos, y recupera buena parte de las premisas de la LOE, nacida en 2006 bajo el mandato de José Luis Rodríguez Zapatero. Al igual que entonces, el PP ya ha anunciado su oposición, frustrando así la posibilidad de un consenso y reabriendo las disputas ideológicas en torno al sistema educativo.

La octava ley de la democracia enmienda las líneas más controvertidas de la norma anterior: sustituye las reválidas por evaluaciones de diagnóstico; corrige la división de los alumnos en itinerarios según su capacidad académica; permite en casos excepcionales obtener el título de bachillerato con una asignatura suspendida; establece mecanismos para mejorar la formación del profesorado; avanza en la universalización de la enseñanza de cero a tres años, y declara obligatoria la asignatura sobre valores cívicos y éticos, mientras que la nota de Religión deja de computar para acceder a la universidad o a las becas. La escuela concertada se presenta como uno de los principales focos de controversia, así como la subvención a los centros que segregan a los alumnos por sexo.

Al margen de los cambios concretos del articulado, la ley aspira a preservar una educación de calidad para garantizar la equidad y la inclusión, y sienta las bases para impedir la segmentación del alumnado por razones socioeconómicas. Sus impulsores, con la ministra Isabel Celaá a la cabeza, confían en combatir las elevadas tasas de abandono escolar y hacer de la enseñanza uno de los principales motores del “ascensor social”.

La norma iniciará su tramitación parlamentaria en el Congreso sin tener garantizada la mayoría absoluta necesaria (176 votos). Los socios de Gobierno, PSOE y Unidas Podemos, suman 155, por lo que habrán de afrontar un intenso trabajo para atraer apoyos. Ni el PP ni Ciudadanos parecen dispuestos al acuerdo, reincidiendo una vez más en su estrategia de utilizar el sistema educativo como moneda de cambio en la batalla partidista. Con este empecinamiento se perderá otra ocasión para alumbrar un pacto estable y duradero.

Cambiar el marco normativo en cada legislatura no contribuye a dar estabilidad a uno de los pilares básicos del Estado. La sociedad necesita una educación inclusiva, encaminada a reequilibrar las desigualdades de origen para que no frustre expectativas, y dotada con financiación suficiente para alcanzar los objetivos.

Fuente del artículo: https://elpais.com/elpais/2020/03/04/opinion/1583338522_610307.html

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República Dominicana: Experto afirma criminalidad se mitigaría con educación en valores cívicos

Centro América/ República Dominicana/ 29.01.2019/ Fuente: elnuevodiario.com.do.

“Mucho de lo que está ocurriendo con la criminalidad se resolvería con una verdadera educación en valores”, aseguró el presidente del Centro de Filosofía para Niñas y Niños del Principado de Asturias, José Manuel Gutiérrez Fernández, quien se encuentra en el país por invitación de la vicepresidenta de la República, doctora Margarita Cedeño, para entrenar a educadores en un programa que busca incentivar el pensamiento crítico y creativo de los menores.

En la conferencia taller “La educación para los valores cívicos”, dictada por el catedrático, en la Biblioteca Infantil y Juvenil República Dominicana (BIJRD), ante unos 60 maestros, psicólogos y filósofos, el experto indicó que la educación en valores no debe hacerse ni desde una ideología particular ni desde el relativismo de los jóvenes, sino a partir de un programa objetivo que estimule el desarrollo del carácter moral.

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Gregorio Luri: “La Filosofía es exactamente el núcleo de la identidad europea”

Por: M. Martínez.

Gregorio Luri (Azagra, Nafarroa, 1955) es doctor en Filosofía y licenciado en Ciencias de la Educación, pero el papel que reivindica es el de maestro de escuela

BILBAO– ¿Qué lugar debería ocupar la Filosofía en la educación?

-Eso depende de nuestras aspiraciones colectivas, pero para mí, la cuestión esencial respecto a la Filosofía es la siguiente: es imposible entender quiénes somos como europeos si no entendemos lo que supone la Filosofía. La Filosofía es exactamente el núcleo de la identidad europea.

¿Por qué?

-A diferencia del resto de civilizaciones, que todas tienen su libro sagrado intocable, en Europa no ha habido ningún libro que no haya estado tarde o temprano sometido al debate. Lo único sagrado es precisamente ese debate, ese diálogo. Si negamos esto, estamos negando la esencia de nuestra cultura. Obviamente, ninguna herencia está garantizada, por lo tanto podemos decir que estamos cansados de ser europeos y que eso ya no nos interesa.

¿Qué nos aporta la Filosofía?

-Creo que cualquier actividad escolar bien realizada te ayuda a pensar y a desarrollar tu pensamiento crítico. Lo que te proporciona la Filosofía es un ejercicio de segundo grado: ¿Qué es pensamiento crítico? ¿Qué es pensar? La auténtica Filosofía no es tanto la que nos permite encontrar la respuesta como vivir la dimensión de esa misma pregunta.

Sin embargo, muchas veces se ha caído en el error de reducir la Filosofía a la enseñanza de cuatro o cinco autores.

-Eso es una cuestión dolorosa. La Filosofía, si es algo, es el intento de superar la opinión para sustituirla por el razonamiento. Cuando veo que los alumnos de Italia trabajan a Hegel, cuando veo los exámenes de Filosofía de Francia, me parece que tenemos todo un campo de ambición que desarrollar. La Filosofía si no es ambiciosa no es Filosofía.

“La Filosofía no es tanto la que nos permite encontrar la respuesta como vivir la dimensión de la pregunta”

“La escuela se ha convertido en el lugar en el que la sociedad vierte todas sus frustraciones”

¿Qué opina sobre el eterno debate sobre la asignatura de valores cívicos?

-Los valores que puede transmitir un centro están en la conducta de este propio centro. Creo básicamente que lo que llamamos valores se adquieren mucho más por el ojo que por el oído. Son los ejemplos valiosos los que nos ayudan a encontrar esos valores. La escuela y el sistema escolar se han convertido en el lugar en el que la sociedad vierte todas sus frustraciones. Si tenemos problemas de equidad, la escuela;si tenemos problemas de género, la escuela;si tenemos problemas de ecología, la escuela. Y la escuela es, a la vez, la institución que más está siendo criticada y a la que más se le exige para que resuelva todos los problemas que la sociedad no puede encarar.

Usted reivindica su papel de maestro de escuela.

-Yo hice Magisterio en Pamplona, y de ahí me vine a Barcelona. Hice otras cosas, doctorado en Filosofía y no sé cuantas cosas más. Pero todo eso lo considero notas a pie de página del titulo honorable que es el de maestro.

¿Qué papel juega el maestro en la vida del niño?

-Luis Lizasoain, de la Universidad del País Vasco, está analizando los resultados de distintas escuelas comparándolas con las expectativas que su medio socieconómico proyectaría. Y nos está mostrando que en cualquier medio social hay centros educativos que tienen resultados muy por encima de sus expectativas y otros que están muy por debajo de sus expectativas. Los primeros son los que realmente nos deberían servir de guía. No hay institución ni política educativa que tenga más posibilidad, más capacidad transformadora que una buena escuela.

¿Cómo valora el estado de la educación en España?

-Creo que en España no hay un sistema educativo, hay como mínimo dos. Si valoramos, por ejemplo, Castilla y León, La Rioja y Navarra, la conclusión sería que tenemos un sistema educativo cojonudo. Los resultados de estas tres comunidades están a la altura de los países más altos de OCDE. Pero si valorásemos nuestro sistema educativo por los resultados de Extremadura, Canarias, Andalucía o Mallorca, diríamos: tenemos un sistema educativo desastroso. Lo curioso es que las primeras tienen buenos resultados con las mismas leyes educativas generales que las segundas. Por lo tanto, la pregunta que debemos hacernos es: ¿Cuál es la incidencia real de las leyes educativas sobre la mejora efectiva de los centros? Insisto en que debemos aprender de las buenas prácticas.

¿Y cuáles son?

-La formación profesional en Gipuzkoa es excelente, por lo tanto ahí tenemos un referente. El absentismo escolar en el País Vasco está a la altura de los países con menor absentismo en Europa. Habrá que reconocer lo que hacemos bien, y felicitarnos por eso, y también pensar qué nos pasa en el País Vasco (a excepción de Navarra) para que no acabemos de generar la excelencia que debería estar en nuestras manos. Yo no tengo la respuesta, simplemente lo constato.

Fuente de la entrevista: https://www.deia.eus/2019/01/13/sociedad/estado/la-filosofia-es-exactamente-el-nucleo-de-la-identidad-europea

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