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40% de niños venezolanos no asisten regularmente a clases: su futuro está en riesgo

Por: Valentina Cordova

Más de 2,6 millones de niños no asisten a clases con regularidad en Venezuela. Las aulas se están quedando vacías y así va aumentando la vulnerabilidad y se disminuyen las oportunidades de progreso para las futuras generaciones.

En Venezuela, los niños y jóvenes entre los 8 y 17 años sufren rezago escolar severo (un atraso educativo de dos años o más) y son 88% más probables de ser pobres en el futuro. Este es uno de los datos que la Encuesta Nacional de Condiciones de Vida (Encovi) presentó el pasado 15 de marzo en la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB), donde se mostró una radiografía de las vulnerabilidades y desigualdades que vivieron los venezolanos durante el año 2023.

El problema educativo en el país es multidimensional y no solo abarca el rezago escolar, sino también a las infraestructuras que se caen a pedazos, la falla en los servicios públicos, los bajos sueldos de los maestros y hasta el pensum cambiante.

maestro contagios

La crisis en el sistema es un reflejo de la ausencia de políticas públicas y la falta de presupuesto del Gobierno de Nicolas Maduro. La prueba es el monto que otorgó este 2024: del 100% del presupuesto nacional solo 10,25 % fue destinado a la educación, de los cuales solo el 2,6% fue para la educación universitaria.

Desde 2023 los economistas hablan de crecimiento económico y deflación y las personas tienen expectativas de progreso y mayor bienestar. Sin embargo, no se puede hablar de progreso ignorando la realidad de los millones de niños y jóvenes que viven desescolarizados, lo cual repercutirá en sus ingresos económicos y oportunidades laborales en el futuro.

Veamos las estadísticas que nos presenta Encovi al respecto: en promedio, las personas que no tienen nivel educativo perciben una remuneración de 1,25 dólares la hora, para los que terminan el bachillerato el monto sube a $2,62 la hora y los que tienen estudios universitarios pueden percibir $3,94 la hora o más.

No solo más pobres, también más vulnerables

El rezago, la deserción y la desescolarización no solo más pobre a la población de niños y jóvenes, sino también más vulnerables. El índice de vulnerabilidad propuesto por Encovi se centra en aquellas áreas que afectan la calidad de vida de los hogares.

El profesor Luis Pedro España, uno de los investigadores a cargo de la presentación, explicó que el 78% de la vulnerabilidad moderada o severa se concentra en el 30% mas pobre del país.

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Foto Miguel Zambrano / AFP

“Los hogares son vulnerables en mayor medida en aquellas áreas donde las condiciones son más difíciles de cambiar desde el ingreso de las familias”, agregó España. Durante el 2023, la educación ocupó el 5to lugar en el índice de vulnerabilidad de Encovi, afectando al 11% de la población.

Las personas que tienen mayor riesgo de vulnerabilidad son la población entre 6 y 17 años que no asiste a ningún centro educativo, los niños y jóvenes de 8 a 17 años con rezago severo y los adultos de 18 años o más que no completaron o tienen menos de los 11 años de nivel educativo.

Población escolarizada: aumentó, pero no lo suficiente

En 2023, según la Encovi, el porcentaje de la población escolarizada subió a 66%, lo que representa un incremento de tres puntos porcentuales en comparación con el 2022 y ubica al país en una cifra parecida de escolaridad a la que se tenía pre-pandemia.

En números esto representa que 7,61 millones de niños y adolescentes, entre 3 y 24 años, recibieron clases en el 2023 y aunque esto parezca una cifra alentadora realmente no lo es.

Si bien aumentó la escolaridad, esta no creció proporcionalmente con la demanda demográfica de niños y jóvenes que piden estudiar.Hay una brecha de casi 4 millones de personas que siguen sin estar escolarizadas y lo necesitan. Además, los investigadores de Encovi explicaron quede esos 7,61 millones de personas, el 40% (2,6 millones de niños) no asiste a clases con regularidad, una situación que aumenta el rezago escolar y por tanto la vulnerabilidad y la pobreza futura.

“Se trata de 2,6 millones de niños, niñas y adolescentes que faltan algunos días a clases, y casi el 50% de las razones aludidas con mayor frecuencia tienen que ver con la falta del personal docente por huelgas (30%) o por ausentismo (18%). Otras razones menos mencionadas, pero muy relevantes, tienen que ver con fallas en los servicios públicos y falta de comida en el hogar o la escuela”, comentó la profesora Anitza Freitez, también a cargo de la investigación.

Sin acceso a una educación de calidad, también se genera una brecha que minimiza la igualdad de oportunidades laborales y aumenta la pobreza. Durante el 2023, en Venezuela solo 1 de cada 10 niños o el 12% de la población estudió en una institución privada, lo que se traduce en 66% menos de probabilidades de que sean pobres a futuros.

Al contrario de lo que ocurre en los colegios públicos, con los cuales los niños aumentan en un 69% sus probabilidades de ser pobres solo por estudiar en este tipo de institución.

El rezago escolar: un detalle de lo que ocurre

No solo los niños y jóvenes no estudian, sino que cuando lo hacen muchas veces están atrasados al grado que por edad deberían estar cursando. Según lo reportado por Encovi, el rezago escolar aumentó en comparación con las estadísticas del 2019-2020. Entre los niños de 7 a 11 años subió de 32% a un 40% en el 2023, siendo predominante el rezago en las mujeres (37%) que en los hombres (34%).

Los adolescentes de 12 a 17 años sufren aun más rezago escolar, los hombres tienen un 55% de rezago de los cuales 18% es rezago severo (2 o más años de retraso). En el caso de las mujeres, el atraso en su escolaridad es de 46%.

Ante estas cifras la profesora Freitez manifestó que la población escolarizada con rezago severo hoy está en riesgo de quedar excluida del proceso educativo, si no se toman acciones.

En sus propias palabras: ¿por qué los jóvenes no continúan con sus estudios?

Además de las razones obvias como las fallas en el sistema educativo, en la encuesta Encovi los niños y jóvenes tuvieron la oportunidad de manifestar que razones los motivan o no a seguir estudiando. En el caso de los hombres entre 12 y 17 con deserción escolar, el 31% afirmó que dejan de estudiar porque deben salir a trabajar. Otras de las razones de peso entre este grupo de edad es que simplemente no quieren seguir estudiando, así lo aseguraron un 29% de los hombres encuestados y un 27% de las mujeres.

¿Por qué no quieren seguir estudiando? El 30% afirmó que no se sienten motivados por el ambiente escolar a seguir con sus estudios. Otra de las razones es queno les parece de utilidad lo que están aprendiendo en las aulas (25% de mujeres y 13% de hombres entre 12 y 17 años opina esto).

¿Y las soluciones?

Aunque el panorama es desalentador, los profesores encargados de la presentación de la encuesta Encovi propusieron algunas políticas públicas para dar respuesta y mitigar la crisis de escolaridad en Venezuela.

En primer lugar, plantearon que se diseñen estrategias que prologuen la permanencia de los jóvenes en la escuela y que luego de allí puedan tener acceso a primeros empleos. Además, instaron al gobierno a eliminar el horario escolar mosaico, donde los educadores asisten menos días a clases.

Para leer más sobre los resultados y las propuestas de la encuesta Encovi 2023, pueden hacerlo ingresando al siguiente enlace:https://www.proyectoencovi.com

https://elestimulo.com/educacion/2024-03-18/40-de-ninos-venezolanos-no-asisten-regularmente-a-clases-su-futuro-esta-en-riesgo/

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Venezuela: Encovi. Uno de cada tres venezolanos de entre 3 y 24 años de edad no estudia

Los detalles fueron presentados por la Universidad Católica Andrés Bello este miércoles 13 de marzo.

País.- Un total de 3 millones 984 mil 517 venezolanos, con edades comprendidas entre los 3 y los 24 años, no cursan ningún tipo de estudios, según la Encuesta de Condiciones de Vida(Encovi) del año 2023, cuyos resultados fueron presentados este miércoles 13 de marzo por la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB).
El estudio demostró, tras hacer entrevistas en 16 mil 212 hogares del país, que la demanda potencial de estudiantes es de 11 millones 597 mil 754 personas, mientras que la población escolarizada es de 7 millones 613 mil 237, lo que deja a un 34 % de niños y adolescentes desescolarizados por múltiples motivos.
Entre las razones por las que estas personas abandonan los estudios, la encuesta reveló que el 19 % de las mujeres de entre 18 y 24 años que dejan de ir a clases lo hace por «embarazo, cuidar hijos o atender el hogar».
La cobertura global de educación alcanzó el 66 % en 2023, un 3 % más que en 2022, pero menos que en 2016, cuando el 76 % de la población en edad estaban escolarizados.
La Encovi, que se aplica en Caracas y en nueve de los 23 estados del país, remarcó que solo el 14 % de los hombres y el 21 % de las mujeres de entre 18 y 24 años continúan con sus estudios.
Asimismo, el estudio reveló que el 60 % de la población estudiantil asiste regularmente a clases «con cierta normalidad», mientras que un 40 % se ausenta de las aulas por motivos que incluyen la falta de comida en el plantel educativo, las huelgas del personal por mejoras salariales, los fallos en los servicios básicos y la inasistencia de docentes.
Además, el estudio concluyó que el 62 % de los estudiantes de primaria y bachillerato reciben alimentación gratuita en las escuelas y liceos, aunque solo algunos días por semana.
Según el Gobierno, unos 8,82 millones de estudiantes comenzaron en octubre pasado el año escolar vigente en más de 28 mil 300 centros educativos, lo que deja fuera a algunas universidades, especialmente del sector privado, que marcan sus propios períodos de manera independiente.
https://www.notitarde.com.ve/sucesos/45090/uno-de-cada-tres-venezolanos-de-entre-3-y-24-anos-de-edad-no-estudia-segun-encuesta
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Venezuela: ¡Entre otras propuestas! Especialistas proponen destinar el 10% del PIB del país a la educación.

Por: Angelo Gallardo

Destinar el 10% del Producto Interno Bruto (PIB) del país a la educación es una propuesta de Benjamín Scharifker, doctor en fisicoquímica, exrector de la Universidad Simón Bolívar y de la Universidad Metropolitana y Carlos Fernando Calatrava, director de la Escuela De Educación de la Universidad Católica Andrés Bello.

Estas declaraciones fueron emitidas, la mañana de este martes 5 de marzo, en entrevista para el circuito radial @mundourweb, donde Scharifker comentó que este monto es lo que se invierte en otros países, sin embargo, “al no tener cifras claras en Venezuela, se hace muy difícil conocer montos exactos”.

Detalló que con esta cifra se incluye a todo el país con esfuerzo tanto del sector privado como del público, e indicó, además, que “se debe resolver la valoración de la educación por parte de la sociedad», insistiendo en que «mientras no se establezca el valor de la educación, no se podrá atender el segundo problema, el financiamiento de esta actividad que es costosa”.

“En Venezuela no tenemos a la educación como un tema de importancia nacional en el ámbito político. En el área empresarial tampoco se ha hecho este esfuerzo que los beneficia. Para valorar la educación, los profesores deben tener una compensación acorde al trabajo que hacen”.

Por otra parte, a través de distintas investigaciones, Calatrava determinó que con 75 mil millones de dólares; en 5 años se pueden construir alrededor de 24 mil escuelas, formando más de 250 mil educadores y llevando el salario de los profesores al promedio de Suramérica, aproximadamente 957 dólares mensuales.

“Si se ve como un gran pacto social para la educación, los ciudadanos pagarán felizmente los impuestos y las empresas estarían cómodamente alegres de invertir en educación”, explicó.

La falta de respaldo social, de voluntad política y ciudadana al tema educativo para darle el lugar que se merece, es lo que más duele, dijo. También advirtió que se debe avanzar en la municipalización de las escuelas, asegurando que al gobierno municipal le corresponde el preescolar y la primaria.

¡Entre otras propuestas! Especialistas proponen destinar el 10% del PIB del país a la educación #5Mar

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Venezuela: El 75 % de los profesores universitarios han pensado en abandonar la docencia, según estudio

La investigación precisó que el 32% de los profesores universitarios y el 21% de los estudiantes comen menos de tres veces al día. El 69 % de los docentes deben optar por otras actividades para cubrir sus gastos mensuales de manutención.

La educación superior en Venezuela no escapa de la crisis que afecta hace más de un lustro al país y podría estar en riesgo debido a la baja remuneración que perciben los profesores universitarios.

Un reciente estudio del Observatorio de Universidades sobre las Condiciones de Vida de la Población Universitaria de Venezuela (Enobu 2023) señaló que tres de cada cuatro educadores, lo que se traduce en un 75%, han pensado en abandonar sus trabajos como docentes.

Asimismo, revelaron que el 61% de los estudiantes también han sopesado abandonar la universidad en los últimos 12 meses.

De igual manera, la investigación precisó que el 32% de los profesores universitarios y el 21% de los estudiantes comen menos de tres veces al día.

En este sentido, Enobu destacó que el 94% de los docentes y el 81% de los estudiantes comen igual o peor que en 2022.

Los universitarios de la región Guayana son los más afectados, dado que el 40% de los docentes y 30% de los estudiantes comen menos de tres veces al día.

En lo que respecta a la salud, el estudio dio a conocer que 6 de cada 10 docentes padecen de enfermedades oftalmológicas. Asimismo, 8 de cada 10 estudiantes sufren miopía o antigmatismo.

También se estableció que 4 de cada 10 estudiantes universitarias tienen dos años o más sin realizarse chequeos médicos, según reseñó Banca y Negocios.

Esta situación los ha llevado también a vender o intercambiar sus bienes para poder acceder a los servicios sanitarios.

«Para acceder a la salud, el 56% de los docentes y el 40% de los estudiantes han tenido que vender o intercambiar bienes para costear sus servicios médicos», precisaron.

Por último, se pudo conocer que el 69% de los docentes deben optar por otras actividades para cubrir sus gastos mensuales de manutención. De igual manera, el 29% recibe ayuda de familiares o amigos, ya sea en Venezuela o en el exterior.

El 75 % de los profesores universitarios han pensado en abandonar la docencia, según estudio

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Vitrina Venezuela: Transformar la educación para el siglo XXI

Por: Benjamín Tripier

El gobierno debería invertir en un año más de estudio, ya sea a los bachilleres en curso o inclusive los que se graduaron en años anteriores, generando un quinto año repetido donde se valorice todo lo que se estudió hasta esa etapa.

El objetivo es para ayudar a los estudiantes en su primer año de universidad. Hay que hacer énfasis en las matemáticas y asegurar que los alumnos en ciclo básico sepan leer y escribir funcionalmente. Asimismo, los profesores también deben ser evaluados para desarrollar un sistema de educación sólido y estable, para acabar con el analfabetismo funcional. 

Hay que crear un sistema de rescate que tome a los últimos estudiantes de la primaria para pasar a la secundaria. Entre los siete y ocho años de edad, es la etapa prioritaria en la vida de los niños, ahí es primordial para enseñarles los conocimientos básicos.

En la etapa de blindaje se deberá cortar las graduaciones automáticas y ofrecer una especie de delay time de dos años para que se alcance un nivel competitivo, así requiera la repetición de un año. Los planteles privados tendrán menos problemas que los públicos, pero hay que reforzar las actividades del maestro público con entrenamientos y actualizaciones. Lo que esté bueno se queda, lo que no, será sustituido.

Como ya hemos hablado, hay que volver a las escuelas técnicas y agregar un año adicional. Se aplicarán filtros positivos (no para que se pierda, sino para que se gane), diseñando un sistema que favorezca a las escuelas técnicas para instruir a los estudiantes.  De esta forma, también se trabajaría en la selección de carreras para las necesidades del mercado venezolano.

El objetivo es que, una vez que se gradúen, los alumnos puedan tener trabajo inmediato en distintas empresas. Estudiar lo que puede y lo que hace falta en el país, le agregará valor. Por lo que el Estado presentará la lista de las carreras más urgentes y, para ellas, establecerá ayudas y financiamientos.

También tendrá que traer a profesores de alto nivel para que formen a nuestros jóvenes. Asimismo, habrá que fortalecer la realización de los exámenes de ingreso en las universidades para ofrecer nuevamente calidad, logrando que los índices se incrementen y que nuestras universidades aumenten de categoría.

Todas las universidades tendrán el mismo criterio y se intentará igualar el sistema público de educación universitaria con el privado. Hay que vender incentivos y volver al utilitarismo. Al estar en una etapa inicial en la reconstrucción del país, desde una base de un deterioro muy grande, el país no puede darse el lujo de tener excedentes en ciertas carreras y faltantes en otras.

El modelo de desarrollo del país que nos hace falta, define con bastante claridad las áreas y los criterios para la formación de profesionales en esta etapa; tener exceso de comunicadores sociales, abogados y administradores, mientras hay faltantes necesarios en ingeniería, tecnología, física y matemáticas, le quitará eficiencia al gasto y al proceso de reconstrucción de conocimiento.

Restaurar la calidad y eficacia de las carreras técnicas y de lo que pudiera llamarse “artes y oficios”. Deberemos contar con la base de habilidades, conocimientos y experiencia a la medida de una etapa crítica en la recuperación económica, social y ética del país. Ya después de la reconstrucción, podremos darnos el lujo de flexibilizar la matriz de necesidades vs disponibilidad de conocimiento.

Nuestro nuevo sistema debe apoyarse en las potencialidades de desarrollo personal, a partir de la infancia, de forma tal que ya en tercer o cuarto grado de primaria, se pueda definir la orientación humanista o científica, y la orientación hacia lo técnico o lo profesional.

De forma tal que, cuando se inicia la etapa del colegio secundario, ya haya una claridad del tipo de carrera que resulta más favorable al perfil individual, pero siempre cumpliendo con la matriz de necesidades del proceso de reconstrucción nacional.

Si bien alguien podría decidir tomar una carrera diferente al de las capacidades que se identificaron, el abandono de esa línea, debería tener un costo elevado para quien toma esa elección, pues de alguna manera, se tratará de una apuesta que no necesariamente llevará a la eficiencia armónica del desarrollo nacional.

Ya después de la reconstrucción, podremos darnos el lujo de adaptar la mencionada matriz de necesidades.  La duración de los ciclos primarios, secundarios y universitarios también debería flexibilizarse para asegurar que cada persona cumpla con los requisitos para poder entrar a la etapa siguiente; a la cual no se podrá entrar hasta que los cumpla.

La estructura de los periodos de clase y la composición de los pensum también debería revisarse a la luz de sistemas como el japonés o el finés, que han probado ser exitosos a la vez que innovadores y disruptivos.

La alimentación también es un punto importante. Se deberán desarrollar proyectos nutricionales para que los jóvenes estudiantes mantengan una dieta balanceada que ayude en su crecimiento; por lo que incorporar estrategias alimentarias para recuperar los niveles proteínicos permitirá avanzar en la evolución de cada persona con proteínas y ejercicio. Los institutos privados tendrán que pasar por los mismos filtros.

En una etapa inicial habrá que aplicar una encuesta con perfil de examen a una muestra representativa a nivel nacional, de maestros, profesores y alumnos de todos los niveles, de forma tal de contar con un perfil de disponibilidad realista del recurso humano, en formación, del que se dispone.

A partir de esta información, habrá que rediseñar los pensum y el tipo de prueba al que deben ser sometidos. Debe quedar claro que habrá que manejar los conceptos de autoestima, diversidad y resistencia, con un criterio más de ayuda y contribución al desarrollo personal, que de premio – castigo. El estudiante podrá repetir los ciclos las veces que lo necesite y hasta podrá reajustar su perfil en función a las nuevas experiencias que va viviendo.

El resultado final siempre debe ser que, para cada nivel y cada categoría, cada estudiante cuente con un mínimo de conocimiento que lo haga un profesional confiable, que aporte valor a una sociedad mal acostumbrada a que con “tener el título ya es suficiente para ejercer”, así no tuviera la capacidad requerida.

https://www.elnacional.com/opinion/vitrina-venezuela-transformar-la-educacion-para-el-siglo-xxi-3/

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Entre la persecución y la decadencia viven maestros venezolanos

Cada 24 de enero se celebra el Día Internacional de la Educación y en Venezuela hay muy poco que celebrar, ya que los maestros y los estudiantes batallan diariamente entre la persecución y la decadencia.

Dentro de los problemas que aquejan a todo el sector de educación se encuentran la baja matrícula, la deserción de los profesores y la precariedad de la infraestructura existente.

Aunque en el país no hay datos oficiales, diferentes informes de ONG y otras instituciones arrojan que miles de maestros abandonaron sus puestos en busca de mejores oportunidades en el extranjero, lo que ha generado una escasez de educadores calificados y ha impactado negativamente en la calidad de la educación.

Una de las principales razones de la deserción de los profesores es el bajo salario que no resulta suficiente para cubrir gastos de alimentación, indumentaria, transporte, salud o estudio de sus propios hijos.

Por otra parte, en las escuelas de Venezuela, se sigue trabajando con el denominado horario mosaico, que fue una de las propuestas implementadas durante la pandemia y que aún persiste en las escuelas públicas; se trata de que los niños asisten a clases entre dos o tres días a la semana.

Actualmente los maestros ganan al mes menos de 800 bolívares, necesitando 29 salarios para hacer la compra de la Cesta Básica.

El pasado 17 de enero, el régimen de Nicolás Maduro detuvo de forma arbitraria al presidente de Fenatev (Federación Nacional de Colegios y Sindicatos de Trabajadores Profesionales de la Educación de Venezuela) en Barinas por liderar varias protestas en el estado.

Los maestros constantemente están en las calles exigiendo sueldos dignos y reivindicaciones laborales.

Entre la persecución y la decadencia viven maestros venezolanos

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Venezuela: Destinar 30% del IVA a la educación propone la UCAB

Por Mariana Pérez

La Escuela de Educación de la universidad presentó una propuesta con cinco líneas de trabajo para recuperar el sistema educativo y «garantizar una educación inclusiva y equitativa de calidad». Ejecutar un plan de emergencia para enfrentar la deserción y el rezago pedagógico, construir más de 24.000 escuelas, atender socioeconómicamente a los maestros y preparar a más de 250.000 docentes se cuentan entre las acciones de un nuevo «contrato social educativo»

«Es hora de salir del diagnóstico y pasar a la acción. La educación venezolana no aguanta más demagogia». Con estas palabras, el director de la Escuela de Educación de la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB), Carlos Calatrava, presentó en rueda de prensa, celebrada el miércoles 17 de enero,  la «Propuesta de la Escuela de Educación de la UCAB al país«, plan de política pública que tiene como objetivo mejorar el sistema educativo nacional.

La iniciativa fue desarrollada por profesores, investigadores, egresados y estudiantes de la Escuela ucabista durante el segundo semestre de 2023, con base en el análisis de la situación actual y los desafíos específicos en materia de acceso y asistencia escolar, situación de la planta física de los centros educativos, número y condiciones de los docentes en ejercicio y calidad del proceso de enseñanza-aprendizaje.

«Nos encontramos en la fase más aguda de la crisis terminal del modelo de gestión del sistema educativo ajustado a los planteamientos no renovados del Estado Docente«, advirtió Calatrava, quien apuntó que la propuesta se enmarca en la necesidad de «establecer un nuevo contrato social en materia educativa» que involucre a la «sociedad educadora» y no solo al Estado para que el país adapte la educación a las dinámicas y demandas propias del siglo XXI, tal como ha sugerido la UNESCO.

«Este nuevo contrato por la educación supone la construcción de un una pedagogía organizada a partir de los principios de cooperación, colaboración y solidaridad; procesos formativos centrados en aprendizajes vinculados con lo ecológico, lo intercultural y lo interdisciplinario; mayor profesionalización de la tarea de educar; escuelas como espacios de mayor inclusión, equidad y bienestar; así como el fortalecimiento de oportunidades que permitan el verdadero desarrollo del principio de educación a lo largo de la vida», comentó en referencia a los planteamientos de Naciones Unidas.

El profesor Calatrava agregó que la propuesta forma parte de los insumos aportados por la universidad a la Alianza por la Educación, proyecto impulsado por Fe y Alegría en el que están involucrados, además de la UCAB, universidades como la UNIMET y la Monteávila, el Centro de Reflexión y Planificación Educativa (CERPE), la consultora EY  y varias empresas.

CINCO ACCIONES CONCRETAS, MEDIBLES Y EJECUTABLES

La  «Propuesta de la Escuela de Educación de la UCAB al país» supone una lista de políticas públicas con soluciones económicas, sociales y curriculares,  para enfrentar problemas como la salida del sistema educativo de unos 4 millones de niños y adolescentes menores de 18 años; la deserción y emigración casi 200 mil docentes; las deficiencias de los planteles y el «horror» del deterioro del nivel de aprendizaje de los alumnos, identificado en estudios como el SECEL UCAB«Los datos refieren que quienes acuden hoy a la escuela no llegan ni siquiera a la nota mínima aprobatoria de 10 puntos»,  apunta el documento de unas 15 páginas.

«El objetivo es lograr avances concretos para el año 2030, con la posibilidad de prorrogarse hasta el 2050″, mencionó Calatrava, quien indicó que se trata de «promover la calidad y el desarrollo educativo integral de los jóvenes venezolanos, al mismo tiempo que la reivindicación y protección social de los docentes, «con el fin de asegurar la innovación pedagógica y potenciar las competencias profesionales de los docentes en ejercicio, con base en el nuevo contrato social por la educación». 

En ese sentido, los expertos liderados por el director de la Escuela de Educación han propuesto cinco acciones «concretas, medibles y ejecutables a corto y mediano plazo»,  para que Venezuela pueda alinearse con el Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) número 4 establecido por la ONU en la Agenda 2030, el cual se propone «garantizar una educación inclusiva y equitativa de calidad y promover oportunidades de aprendizaje para todos».

Las cinco líneas de trabajo planteadas por el equipo de educadores son las siguientes:

  1. Asegurar que los venezolanos entre 0 y 18 años se integren a la escuela y culminen los niveles obligatorios en un sistema educativo público pertinente, de calidad, en democracia y libertad para el año 2050.
  2. Mejorar la actual planta física escolar y construir 24.513 nuevas escuelas correspondientes a los niveles obligatorios para 2030, prorrogable hasta 2050, a fin de garantizar el ejercicio del derecho humano a la educación.
  3. Cumplir con una acción colaborativa de formación de educadores con las universidades e institutos pedagógicos del país, que permita el logro para 2030 de 255.374 nuevos profesionales.
  4. Ejecutar planes curriculares de formación para el trabajo de calidad integrados en la dinámica propia de la Educación Media venezolana, como vía para la vinculación pronta de hombres y mujeres al mundo productivo de acuerdo a las necesidades del país en 2050.
  5. Alcanzar para 2050 la plena integración escolar e inserción laboral de las personas con discapacidad sin más limitaciones que las asociadas al desarrollo de su potencial y las oportunidades presentes del entorno, con miras a la construcción de una cultura y políticas inclusivas.

Según Carlos Calatrava, estas cinco acciones proponen la «evolución natural» desde un Estado Docente hacia una Sociedad Educadora. «Lo que hemos conocido siempre como el Estado docente requiere renovarse, no obviarse ni sustituirse«, dijo, al mismo tiempo que indicó que el nuevo esquema supone mayor participación y protagonismo de la familia y las organizaciones civiles.

De hecho, según se estipula en el documento, «en la Sociedad Educadora el Estado deja su rol único -por momento exclusivo- como responsable del sistema educativo. Comparte su protagonismo, capacidades y procesos de toma de decisiones con la familia y la sociedad«.

CONTRA LA DESERCIÓN Y EL REZAGO: 30% DEL IVA PARA UN PROGRAMA NACIONAL DE EMERGENCIA EDUCATIVA

Con respecto a la primera línea de acción, y siendo el sistema educativo venezolano uno de los grandes afectados directamente por la crisis económica del país, la «Propuesta de la Escuela de Educación de la UCAB al país» plantea, a corto plazo, destinar 30% de la recaudación del Impuesto al Valor Agregado (IVA) y del Impuesto de Sucesiones al sector educativo. Esto se lograría mediante una reforma del Código Orgánico Tributario y el establecimiento de previsiones en la Ley Orgánica de Presupuesto.

«Esto no es nuevo. Vale recordar que al declararse la educación pública, gratuita y obligatoria en el año 1870, el ingreso para financiarla provenía de un impuesto sobre las estampillas», comentó el profesor Calatrava, quien indicó que la estrategia tributaria, además de garantizar una mayor autonomía en la captación de recursos, permitiría apuntalar el financiamiento de un programa nacional para abordar la emergencia educativa, con el objetivo de enfrentar la deserción escolar y el rezago pedagógico, así como la crisis salarial de los maestros.

Así, en lo inmediato, la Escuela de Educación de la UCAB llama a revitalizar y poner en primer plano el Programa de Alimentación Escolar (PAE). Para ello, propone una revisión exhaustiva de los contratos actuales del PAE; la total descentralización del programa, «para una mejor interacción municipio-centro escolar»la geolocalización de necesidades nutricionales por entidad federal, grupos de edad, incidencia de desnutrición, clase social y nivel educativo, y la  «asignación de recursos y materiales a partir de la incidencia de las necesidades de nutrición».

Pensando en los docentes, la propuesta llama a implementar un Sistema Nacional de Atención al Educador, orientado hacia la protección social de los maestros y profesores en ejercicio, con acciones como la «asignación de un porcentaje fijo del presupuesto nacional del sector educación para protección del docente», la formalización de sus necesidades y demandas y la reactivación y mejoramiento de los servicios de previsión existentes. Ello a través del redimensionamiento del actual Instituto de Previsión y Asistencia Social para el personal del Ministerio de Educación, IPASME”, puntualizó Calatrava.

La Escuela ucabista también pide, en lo inmediato, crear un «Programa de Educación Alternativa» que, junto con adaptaciones curriculares y la incorporación de profesionales no docentes de áreas diversas de aprendizaje, atienda a la población de jóvenes fuera del sistema educativo, ofreciéndoles así diversas alternativas de estudio de acuerdo con sus circunstancias.

Para esta modalidad, que puede ser entendida como una evolución del parasistema, los educadores ucabistas han pensado en la creación de aulas híbridas (presencial-virtual) que alcanzarían un 15% en cada municipio del país. Según lo establecido en la propuesta, el financiamiento de estas aulas se lograría a través de la creación de «fideicomisos con fondos de la banca privada y pública, que también ofrecerían a la población de estudiantes rezagados la posibilidad de contar con un programa de becas estudiantiles».

“La modalidad ya existe, se llama ‘Educación de Jóvenes y Adultos’. Lo que esperamos es dotarla de contenido, fondo y forma con el programa de Educación Alternativa”, puntualizó el profesor.

INFRAESTRUCTURA ESCOLAR: REMOZAMIENTO Y AMPLIACIÓN

Respecto a la segunda línea de trabajo y con la mirada puesta en la demanda educativa actual y futura, la propuesta de la Escuela de Educación de la UCAB insiste en la urgencia de reparar, actualizar y ampliar la red de planteles educativos. 

«El 62% de las escuelas no cuenta con iluminación apropiada, el 60% no cuenta con baños operativos, el 70% no cuenta con internet, y existen deficiencias generales en la recolección de desechos para atender a los estudiantes», apunta el documento, en el que se habla de levantar 24.513 nuevos espacios educativos.

Entre las acciones a poner en práctica, a corto y mediano plazo, se encuentra la ejecución de un programa de emergencia para el mejoramiento de planta física escolar; la incorporación en estas tareas de padres y adultos significativos de comunidades aledañas; la dotación descentralizada de servicios públicos esenciales a los centros escolares, con la participación de las propias escuelas en este proceso, y el involucramiento de la empresa privada en la construcción de nuevos locales, junto con el Ministerio de Educación, «con mecanismos que garanticen la transparencia».

PARA SUPERAR EL DÉFICIT: FORMAR MÁS DE 250 MIL DOCENTES

Según documentan los expertos de la Escuela de Educación en su propuesta,  el sistema de educación básica y media del país cuenta con unos 400 mil maestros y profesores en ejercicio, luego de que alrededor de 97 mil emigraron a otros países y unos 100 mil abandonaron la carrera para dedicarse a otras actividades u oficios.  

Este déficit, según el análisis de la situación actual planteado en la propuesta, se debe a la «precariedad de las condiciones para el cumplimiento de su trabajo», junto con un «sueldo base que condena al hambre a maestros, docentes y profesores en todos los niveles de estudio».

Ante esto, y como parte de la tercera línea de trabajola  Escuela de Educación de la UCAB considera necesaria la formación de 255.374 nuevos docentes. Para ello, entre otras cosas, propone la actualización de las políticas nacionales de formación de educadores, mediante la «identificación de la vigencia de los roles y funciones profesionales tradicionales de la carrera docente, así como los correspondientes a las nuevas realidades del país y el mundo»,  y la definición de nuevos lineamientos en conjunto con las universidades e instituciones relacionadas. 

Como medida de emergencia, se recomienda la asignación inmediata del cargo de «Docente I» a todos los estudiantes de la carrera de educación del país, de manera de enfrentar el déficit de maestros. Esto supondría la «incorporación en centros escolares en el mismo municipio donde cursan estudios universitarios», así como un trabajo de seguimiento a los alumnos que cursan la carrera para garantizar su prosecución.

Adicionalmente, el plan sugiere la puesta en marcha del “Programa Andrés Bello”, iniciativa de certificación de competencias que implicaría el trabajo conjunto entre Estado, universidades que cuenten con la carrera de Educación, sector empresarial y comunidades, a través de la cual se ejecutarían formas innovadoras de formación de educadores, tomando como base las ofertas académicas que actualmente hay en el país. Todo ello va cumplir una doble condición de la carrera docente: ser espacio de formación profesional y campo de ejercicio profesional específico”, mencionó Calatrava.

La propuesta también plantea la reformulación del programa de becas de la Fundación Gran Mariscal de Ayacucho, para seguir formando profesionales con niveles académicos y de calidad internacional, mediante la revisión y adecuación de los procesos de asignación y el ajuste de los mecanismos de retorno de los becados, para asegurar el ejercicio profesional en el país.

«Esto es muy importante porque permitiría la unión entre lo que se está aprendiendo con la transferencia de esos aprendizajes. Entonces, no se pensaría en esas prácticas profesionales al final, sino en cómo, de modo paralelo, vamos aprendiendo para formar«, apuntó el director de la Escuela de Educación de la UCAB.

EDUCACIÓN PARA EL TRABAJO E INTEGRACIÓN DE ESTUDIANTES CON DISCAPACIDAD

Lograr que los alumnos de educación media se capaciten para ingresar exitosamente al mercado laboral supone reformas al sistema curricular, algo que está contemplado como parte del cuarto lineamiento del plan propuesto por la Escuela de Educación de la UCAB.

A corto y mediano plazo, el proyecto establece la revisión y mejoramiento de los programas curriculares de la Educación Media Técnica; la consolidación de un sistema nacional de asesoramiento académico, vocacional y social para los estudiantes de bachillerato; la integración de al menos una opción de Educación Media Técnica en todos los liceos e institutos del país; el «establecimiento de un sistema nacional de certificación para el trabajo, a partir de la recuperación del Instituto Nacional de Cooperación Educativa (INCE)», y la puesta en marcha de un sistema nacional de prácticas laborales.

Respecto a la integración escolar e inserción laboral de las personas con discapacidad para el año 2050 (planteada en la quinta línea de acción) los expertos en educación inclusiva del equipo de la UCAB proponen identificar la diversidad presente en las aulas, diferenciando entre dificultades de aprendizaje y condiciones de discapacidad, con el fin de determinar las ayudas técnicas necesarias y la adecuación de las orientaciones didácticas necesarias tanto a nivel regional como a nivel nacional.

En ese sentido, la propuesta incluye la construcción de al menos 6 mil nuevos centros especialmente dedicados para la modalidad de educación especial.

«De igual forma, dentro de los 100 mil nuevos docentes necesarios para reactivación del sistema educativo, 60 mil de esos profesionales deberían estar especializados en la atención de calidad en discapacidad, tanto para escuelas regulares, como especiales y alternativas», precisó Calatrava.

 

El director de la Escuela de Educación sostuvo que el inicio de 2024 es una «excelente oportunidad para atender la problemática que arrastra la educación venezolana desde mediados de los años ochenta» y espera que los hacedores de política pública puedan escuchar estas propuestas e incorporarlas.

Insistió en el llamado a la sociedad venezolana toda a involucrarse en la Alianza por la Educación porque, recordó, esto implica la salvación de Venezuela y su futuro.

«Nos estamos jugando los próximos 100 años del país, porque sin una educación de calidad difícilmente tendremos oportunidad de superar los retos de desarrollo social y económico que tenemos por delante como nación», concluyó Calatrava.

La «Propuesta de la Escuela de Educación de la UCAB al país» está disponible, para su descarga y consulta, haciendo clic en el siguiente enlace: 

https://elucabista.com/wp-content/uploads/2023/11/PROPUESTA-DE-LA-ESCUELA-DE-EDUCACION-AL-PAIS-1.pdf 

Los interesados en obtener más información sobre los proyectos y propuestas de la Escuela pueden seguir la cuenta @EducaciónUCAB en redes sociales o ingresar al portal https://educacion.ucab.edu.ve/

♦Texto: Mariana Pérez Guerra/Fotos: Gabriel Jaramillo (rueda de prensa) y Manuel Sardá (centros educativos) 

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