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El 40% de las mujeres se sienten incómodas al ver a otra mujer dando el pecho en público

Por: ABC

6 de cada 10 afirman haberse escondido en el baño o en una habitación separada para poder extraerse la leche.

Hoy por hoy, la lactancia materna no es un tema tabú en España, ya que de acuerdo con la Sociedad Española de Pediatría la leche materna es el alimento más recomendado para el lactante durante los primeros meses de vida, tanto por los nutrientes y anticuerpos que aporta al bebé como por los beneficios que aporta a las madres. Por ello, el 80% de las madres españolas decide dar el pecho. Pero ¿en qué medida es todavía una acción tabú, sobre todo en público? ¿cómo experimentan las madres españolas la lactancia? El «Barómetro Elvie España: La lactancia según las madres y la sociedad» desvela por primera vez cómo vive y qué opina al respecto las madres y la sociedad española.

Amamantar en público

A pesar de que dar el pecho en fuera de casa siempre ha sido visto por la sociedad como una acción tabú, lo cierto es que en los últimos años esta percepción ha cambiado notablemente. La lactancia según un estudio que ha llevado a cabo la marca británica de tecnología femenina Elvie, el 84% de las madres españolas ha dado alguna vez el pecho en un lugar público. El hecho de que cada mujer pueda decidir cuándo, dónde y durante cuánto tiempo dar el pecho a sus hijos se ha convertido en un tema reivindicado por muchas mujeres, y cada vez son más las que muestran la lactancia como parte de su día a día.

Entonces, ¿por qué en una sociedad que está normalizando cada vez más algo tan natural, muchas madres todavía no se sienten cómodas amamantando en público? Dar el pecho forma parte de la naturaleza humana pero aun así, de acuerdo con la investigación, un 40% de las madres encuestadas se sienten incómodas dando de mamar en público. Sin embargo, a pesar de la creencia popular, informe revela que las damas (60%) se sienten menos cómodas viendo a otras amamantar frente a los hombres (81%). En otras palabras, todavía hay un 40% de la población femenina que dice no sentirse a gusto viendo amamantar y sólo un 19% de los varones.

Los datos afirman que la lactancia materna es un tema con el que cada vez la gente está más concienciada. Son muchas las celebrities que dan visibilidad a este tema y que se muestran en redes sociales dando el pecho con naturalidad y sin tabús. Gracias a estas reivindicaciones, gran parte de las mujeres han perdido el miedo o la vergüenza a hablar sobre esta situación.

Llama la atención que cada vez son más las mujeres que hablan de la lactancia en un entorno social, mientras antes solía ser un tema tratado a nivel médico entre mamá y doctor. Pero ¿con quién prefieren hablar las madres españolas sobre lactancia? En primer lugar con su pareja (48%), con quién comparten su día a día; en segundo lugar, con familiares (39%); en tercer lugar, con otras madres (34%), ya que comparten una misma experiencia; y en cuarto lugar, con profesionales de la salud (30%) y con amigos (30%).

«La leche materna es poderosa, está cargada de agentes que previenen al bebé de infecciones, además de la hormona de crecimiento, glóbulos blancos… Proporciona al bebe una gran inmunidad, protección, y el aporte perfecto de nutrientes que necesita para el óptimo desarrollo de sus órganos», explica Paula Camarós, matrona y fundadora de Baby Suite, centro para la maternidad de referencia en España. «A muchas madres les resulta difícil conciliar la lactancia con su vida laboral ya que ésta acaba siendo a demanda, sin tiempos ni horarios. En estos casos, la extracción de leche será esencial para las progenitoras que deseen continuar con amamantando más allá de los primeros meses, ya que es muy útil para crear una reserva que permita a la criatura tomarla cuando lo necesite», concluye.

Vida social y laboral durante la lactancia

El 58% de las madres españolas deja de dar el pecho a los 6 meses por limitar la vida social y la dificultad que supone el continuar con el proceso en la vuelta al trabajo. De hecho, de acuerdo con el informe: «La lactancia según las madres y la sociedad», el 45% cree que dar el pecho limita su actividad y al 42% le resultó difícil seguir amamantando al reincorporarse. La realidad es que aunque muchas mujeres se sienten cómodas dando el pecho en casa, hacerlo en público es algo distinto. Incluso, 6 de cada 10 afirman haberse escondido en el baño o en una habitación separada para poder extraerse la leche.

Fuente e Imagen: https://www.abc.es/familia/educacion/abci-40-por-ciento-mujeres-sienten-incomodas-otra-mujer-dando-pecho-publico-202012110056_noticia.html

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España: Los universitarios que hagan prácticas en colegios deberán limitar su vida social

Europa/España/22-11-2020/Autor(a): E. Rodríguez/Fuente: www.elcomercio.es

Los 2.000 alumnos se someterán a una PCR y recibirán formación sobre herramientas virtuales para trabajar en caso de confinamiento.

Son alrededor de 2.000 universitarios los que a lo largo de presente ejercicio tendrán que hacer prácticas en los centros educativos asturianos como parte de su formación curricular. Son los del Máster de Secundaria, los alumnos de cuarto, tercero y segundo curso de Educación Infantil y Primaria de la Facultad de Formación del Profesorado y Educación; de la facultad Padre Ossó, una parte de los del grado de Pedagogía y los estudiantes del Máster de Lengua Inglesa.

¿Cómo realizar esas prácticas con las actuales restricciones que hay en plena pandemia? La Facultad de Formación del Profesorado, en colaboración con la Consejería de Educación, llevan desde el verano manteniendo conversaciones para establecer un protocolo que permita compatibilizar dicha formación con la seguridad. Una de las medidas acordadas es que los estudiantes sigan un plan de formación específico sobre herramientas virtuales para que, en caso de que en caso de confinamiento, puedan seguir trabajando y sirviendo de apoyo al tutor.

Asimismo, gracias al convenio suscrito entre la Universidad y el Servicio de Salud del Principado para poder hacer pruebas PCR a los alumnos de Salud y Educación en este tipo de circunstancias, los estudiantes se someterán previamente a los test antes de incorporarse a clase. Y, una vez que comiencen su trabajo en el aula, tendrán que restringir su vida social lo máximo posible, sin poder quedar entre ellos presencialmente y limitando los contactos a su estrecho círculo de convivientes. «Durante el periodo de prácticas tendrán que cumplir igual que un profesor en activo».

Así lo explicó el decano de la Facultad de Formación del Profesorado y Educación, Celestino Rodríguez, a consultas de este periódico tras una reunión que ha mantenido el centro con los estudiantes esta misma semana. Rodríguez quiso agradecer la «muy buena colaboración» del departamento que dirige Carmen Suárez para poder llevar a cabo las prácticas, siempre y cuando la pandemia lo permita. Al menos, las de los cursos mayores.

Aunque ya hay 170 estudiantes de la facultad y de la Padre Ossó que están haciendo las prácticas con sus correspondientes PCR hechas, el grueso se concentrará entre enero y marzo. Ahora mismo, según explicó Celestino Rodríguez, «estamos con la solicitud de centros y conociendo el número exacto de tutores. Estamos en plazo, como todos los años» y confió en «poder ser de gran ayuda ante la difícil situación que están viviendo los centros. Hay que agradecerles a los profesores su labor».

Fuente e imagen: https://www.elcomercio.es/asturias/universitarios-hagan-practicas-colegios-limitar-vida-social-20201119000357-ntvo.html

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Los trucos infalibles de una adolescente para adaptarse al «home-schooling»

Por: Carlota Fominaya

La situación sanitaria que estamos viviendo en estos momentos está repercutiendo en la vida social y educativa de muchos estudiantes como Jimena.

Jimena es una adolescente madrileña de 16 años estudiosa y responsable, que se ha adaptado sin problemas al obligado «home-schooling» debido al coronavirus. Se sigue levantando a las 7:00, se asea, se viste, desayuna, y se pone a estudiar siguiendo los mismos horarios que lleva en su colegio. Curiosamente, lo hace vestida con «el chándal del colegio. Ponerme el uniforme en casa es una forma de delimitar el tiempo de estudio, con el de ocio de la tarde. Es un consejo que nos dieron en el colegio. Todos mis compañeros de clase lo siguen, lo veo cuando hacemos videoconferencias«. «La verdad es que no le ha costado el cambio -reconoce Rocío, su madre- en parte porque ya estudiaban con medios tecnológicos y, en parte, porque Jimena es muy consciente de que tiene que delimitar cuál va a ser el tiempo de trabajo, de ocio y el dedicado a tareas domésticas para una correcta organización de la rutina familiar».

La situación sanitaria que estamos viviendo en estos momentos está repercutiendo en la vida social y educativa de muchos estudiantes como Jimena, y enfrentándonos a todos a nuevos retos, sobre todo el campo educativo, donde muchos colegios están adaptándose al «home schooling» que tan rigurosamente cumple esta adolescente. Ana Herrero, psicóloga y coordinadora del departamento de orientación del grupo Brains International Schools, comparte sus impresiones sobre las ventajas y desventajas del «home schooling» y ofrece algunos consejos para que otros padres, niños y profesores lo integren en su día a día.

Ana Herrero incide en la necesidad de realizar a primera hora una reunión familiar donde organicemos qué vamos a hacer en el día. En casa de Jimena, lo hacen durante el desayuno, que hacen todos los componentes de la familia. “En este momento tan excepcional, una correcta organización será clave para aumentar la motivación de los alumnos. Para ello, los padres deberán facilitar un espacio adecuado de trabajo, así como un horario en el que quede bien diferenciado el tiempo de estudio, el de descanso y el de ocio”, explica esta experta.

Rutinas familiares

En cualquier caso, el tiempo de ocio no debe faltar. De hecho, continua esta experta, dentro de la rutina establecida por cada familia, el tiempo de ocio debe ser igual de importante que el tiempo dedicado al estudio. «A los alumnos puede afectarles la ausencia de sus amigos, y echarán en falta la posibilidad de jugar con estos. Para ello, se les puede facilitar hablar con sus amigos a través de videoconferencias para que puedan contarse sus impresiones y ponerse al día». Es lo que hace Jimena, aunque reconoce que echa de menos «el contacto con mis profesores y amigos de Brains»».

«Podemos aprovechar esta oportunidad para disfrutar del tiempo en familia, hacer una obra de teatro, manualidades, cocinar un bizcocho, etc.», sugiere la psicóloga y coordinadora del departamento de orientación del grupo Brains International Schools.

Otra de las sugerencias de esta profesional es involucrar a los hijos en las tareas domésticas en función de sus edades. «Esto es siempre recomendable, y más cuando se pasa mucho tiempo en casa, para enseñarles a colaborar en familia. Además, el hecho de hacerles responsables de una tarea concreta cada día hará que los niños sientan que su participación es importante».

Rutinas familiares

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Entrevista a Emanuele Coccia: «La Tierra puede deshacerse de nosotros con la más pequeña de sus criaturas»

Por: Nicolas Truong

El filósofo explica por qué, en su opinión, la actual pandemia devuelve al ser humano a la naturaleza. Y cómo la ecología necesita ser repensada, para alejarla de la ideología patriarcal basada en el “hogar”

El filósofo Emanuele Coccia es profesor en la École des hautes études en sciences sociales y uno de los intelectuales más iconoclastas de su tiempo. Autor, en la editorial Payot et Rivages, de las obras La Vie sensible (2010), Le Bien dans les choses (2013), La Vie des plantes. Une métaphysique du mélange (2016), acaba de publicar Métamorphoses (Payot et Rivages, 236 páginas, 18 euros), un libro que recuerda cómo se relacionan entre sí las especies vivas, incluyendo los virus y los humanos, porque, según escribe “somos la mariposa de esta enorme oruga que es nuestra Tierra”. En la entrevista que sigue a continuación analiza los impulsores de esta crisis sanitaria mundial, y explica por qué, por mucho que sea necesaria, “la orden de quedarse en casa es paradójica y peligrosa”.

Se están tomando medidas importantes para asegurar que la economía no se derrumbe. ¿Debería hacerse lo mismo para la vida social?

Frente a la pandemia, la mayoría de los gobiernos han tomado medidas firmes y valientes: no solo la vida económica se ha detenido en gran medida o se ha visto fuertemente ralentizada, sino que también la vida social pública ha quedado ampliamente interrumpida. Se ha instado a la población a quedarse en casa: se han prohibido las reuniones, las comidas compartidas, los ritos de amistad y de debate público y el sexo entre desconocidos, pero también los ritos religiosos, políticos y deportivos. De repente, la ciudad ha desaparecido o, mejor dicho, se la han llevado, ha sido sustraída del uso: se presenta ante nosotros como tras un escaparate. Ya no hay espacio público ni lugares para la libre circulación, abiertos a todos y a las actividades más populares y dispares, dedicadas a la producción de la felicidad tanto individual como compartida. La población se ha quedado sola frente a este enorme vacío, y llora la ciudad desaparecida, la comunidad suspendida, la sociedad cerrada junto con las tiendas, las universidades o los estadios: los directos de Instagram, los aplausos o los cánticos colectivos en el balcón, la multiplicación de  las arbitrarias y alegres carreras semanales son en su mayoría rituales de elaboración de duelo, intentos desesperados de reproducir la ciudad en miniatura.

Esta reacción es normal y fisiológica. La interrupción de la vida económica –que ya venimos experimentando cada domingo– ha sido objeto de un número infinito de reflexiones y medidas de anticipación y reconstrucción. En cambio, el gesto de suspender la vida en común, mucho más inédito y violento, ha sido abrupto y radical: sin preparación, sin seguimiento.

La necesidad de estas medidas está fuera de toda discusión: solo de esta manera seremos capaces de defender a la comunidad. Pero se trata de medidas muy serias: relegan a toda la población al hogar. Y, sin embargo, no ha habido ningún debate, ningún intercambio ni ningún otro discurso más allá del de la muerte y el miedo, por uno mismo y por los demás.

¿Cuál es la responsabilidad de los gobiernos en este olvido social del confinamiento? 

Es bastante infantil imaginar que se puede mantener a millones de vidas bajo arresto domiciliario únicamente a través de amenazas o difundiendo el miedo a la muerte. Es muy irresponsable por parte de estos mismos gobiernos el pretender obtener la renuncia de una comunidad a sí misma haciéndola sentir culpable o infantilizándola. El coste psíquico de esta forma de proceder será enorme. No se han tenido en cuenta, por ejemplo, las diferencias en cuanto al tamaño de los apartamentos, su ubicación, el número de individuos de diferentes edades que conviven en ellos: es casi como si, al tomar medidas en relación con la vida económica, hubiéramos optado por ignorar las diferencias en cuanto al volumen de negocio o al número de empleados de cada empresa.

No se ha tenido en cuenta la soledad, las angustias y especialmente la violencia que todo espacio doméstico a menudo oculta y amplifica. Invitar a cada uno a coincidir con el propio hogar significa producir las condiciones para una futura guerra civil. Podría estallar de aquí a unas pocas semanas.

Además, si para la vida económica hemos tratado de buscar un compromiso entre la necesidad de mantener a la sociedad viva y la de protegerla, para la vida social, cultural o psíquica hemos afinado mucho menos. Por ejemplo, hemos dejado abiertos los estancos, pero no las librerías: la elección de lo que se consideran “necesidades básicas” traslada una imagen bastante caricaturesca de la humanidad. Hay un tema iconográfico que ha atravesado la pintura europea: el de “San Jerónimo en el desierto”, representado con una calavera y un libro –la Biblia que estaba traduciendo–. Las medidas hacen de cada uno de nosotros y nosotras “jerónimos” que contemplan la muerte y sus miedos, pero que ni siquiera tienen derecho a llevar consigo un libro o un vinilo.

“¡Quédense en casa!”, dice el presidente. Ahora bien, en Métamorphoses, haces una crítica de este “todos para casa”, y de esta obsesión con asignar la vida a la residencia. ¿Por qué razones?

Esta experiencia inaudita de arresto domiciliario indeterminado y colectivo que se extiende de golpe a miles de millones de personas nos enseña muchas cosas. En primer lugar, experimentamos el hecho de que el hogar no nos protege, no es necesariamente un refugio: también puede matarnos.

Podemos morir por exceso de hogar. Y la ciudad, la distancia que implica cualquier sociedad, nos protege normalmente contra los excesos de intimidad y de proximidad que cualquier casa nos impone. Así que no hay nada extraño en el malestar que vive la gente estos días. La idea de que el hogar, la casa, es el lugar de la proximidad a la “naturaleza” es un mito de origen patriarcal. La casa es el espacio dentro del cual conviven una serie de objetos e individuos sin libertad, en el seno de un orden orientado a la producción de una utilidad. La única diferencia que existe entre las casas y las empresas es el vínculo genealógico que une a los miembros de las unas pero no de las otras. También por esto, cualquier casa es exactamente lo opuesto a lo político: de ahí que la orden de quedarse en casa sea paradójica y peligrosa.

¿En qué sentido el análisis ecológico de la crisis sanitaria te parece inapropiado, romántico en el mejor de los casos y reaccionario en el peor? 

La experiencia de estos días debería por lo tanto enseñarnos que la ecología, la ciencia que debería ayudarnos a reparar el planeta, debe ser completamente reformada, empezando por su nombre, que todavía alberga la imagen de hogar (oikos en griego significa hogar, casa). La ecología no solo es romántica, sino que sigue siendo esa ciencia profundamente patriarcal que, a pesar de todos los esfuerzos del ecofeminismo, no ha logrado liberarse de su pasado.

De hecho, al seguir pensando que la Tierra es el hogar de lo vivo, y que todas las especies tiene la misma relación privilegiada con un territorio que un individuo humano tiene con su apartamento, no solo nos empeñamos en someter a arresto domiciliario a la totalidad de las especies vivas, sino que además estamos proyectando un modelo económico en la naturaleza. La ecología y la economía de mercado nacieron al mismo tiempo, son dos gemelos siameses que comparten los mismos conceptos y un mismo marco epistemológico, y es ingenuo pensar que, desde la ecología, tal y como está estructurada hoy en día, se pueda llegar a luchar contra el capitalismo.

No, no hay casas u hogares ontológicos, ni para nosotros, los humanos, ni para los no humanos; en la Tierra solo hay migrantes, porque la Tierra es un planeta, es decir, un cuerpo que está constantemente a la deriva en el cosmos. En tanto que ser planetario, cada ser vivo está a la deriva, cambia de lugar, de cuerpo y de vida, constantemente. Es imposible protegerse de los otros, y esta pandemia lo demuestra. Solo podemos evitar algunas de las consecuencias del contagio, pero el contagio como tal, nosotros, como seres vivos, nunca podremos evitarlo.

Contrariamente a lo que nos gustaría imaginar, esta pandemia no es la consecuencia de nuestros pecados ecológicos: no es un azote divino que nos envía la Tierra. Es solo la consecuencia del hecho de que toda vida está expuesta a la vida de los otros, que todo cuerpo alberga la vida de otras especies, y es susceptible de ser privado de la vida que lo anima. Nadie, entre los vivos, está en su casa: la vida que habita en el fondo de nosotros y que nos anima es mucho más antigua que nuestros cuerpos, y también es más joven, porque seguirá viviendo cuando nuestro cuerpo se descomponga.

El virus se percibe como algo preocupante, por supuesto, pero también radicalmente diferente a nosotros. Y, sin embargo, en tu libro muestras que él es parte de nosotros. ¿En qué sentido es una de las caras de la metamorfosis de lo vivo?

Todos los seres vivos, cualquiera que sea su especie, su reino, su estadio evolutivo, comparten una sola y misma vida: es la misma vida que cada ser vivo transmite a su descendencia, la misma vida que una especie transmite a otra especie a través de la evolución. La relación entre los seres vivos, no importa si pertenecen a especies diferentes, es la que existe entre la oruga y la mariposa. Toda vida es tanto repetición como metamorfosis de la vida que la precedió. Cada uno de nosotros (y cada especie) es al mismo tiempo la mariposa de una oruga que se ha formado en un capullo y la oruga de mil futuras mariposas. Si somos mortales es únicamente por el hecho de que compartimos la misma vida. Porque la muerte no es el final de la vida, sino solo el paso de esa misma vida de un cuerpo a otros. Aunque no lo parezca, este virus también es una vida futura en ciernes –no necesariamente idéntica a la que conocemos, ni desde un punto de vista biológico, ni cultural–.

El virus y su propagación pandémica también tienen una importancia crucial desde otro punto de vista. Llevamos siglos contándonos a nosotros mismos que estamos en la cima de la creación –o de la destrucción–. Muy a menudo, el debate en torno al antropoceno ha derivado en el empeño por parte de unos moralistas perversos en pensar la magnificencia del hombre en la ruina: somos los únicos capaces de destruir el planeta, somos excepcionales en nuestro poder nocivo, porque ningún otro ser posee un poder semejante.

Con el brote del nuevo coronavirus, ¿estamos experimentando nuestra extrema vulnerabilidad?

Por primera vez en mucho tiempo –y a una escala planetaria, global– nos hemos topado con algo que es mucho más poderoso que nosotros, y que nos va a dejar paralizados durante meses. Tanto más porque se trata de un virus, que es el más ambiguo de los seres que pueblan la Tierra, un ser que es incluso difícil calificar de “vivo”: habita en el umbral entre la vida “química” que caracteriza a la materia y la vida biológica, y no alcanzamos a definir si pertenece a la una o a la otra. Es demasiado animado para la química, pero demasiado indeterminado para la biología.

Resulta perturbador constatar, en el propio cuerpo del virus, la clara oposición entre la vida y la muerte. Y, sin embargo, este agregado de material genético se ha liberado y ha puesto a la civilización humana –la más desarrollada, desde el punto de vista técnico, de la historia del planeta– de rodillas. Soñábamos que éramos los únicos responsable de la destrucción…. y estamos cayendo en la cuenta de que la Tierra puede deshacerse de nosotros con la más pequeña de sus criaturas. Es muy liberador: por fin nos hemos liberado de esa ilusión de omnipotencia que nos obliga a imaginarnos como el principio y el fin de cualquier acontecimiento planetario, tanto para bien como para mal, y a negar que la realidad que tenemos delante sea independiente de nosotros.

Incluso una minúscula porción de materia organizada es capaz de amenazarnos. La Tierra y su vida no nos necesitan a la hora de imponer órdenes, inventar formas o cambiar de dirección.

Fuente e imagen: http://lobosuelto.com/la-tierra-puede-deshacerse-de-nosotros-con-la-mas-pequena-de-sus-criaturas-entrevista-a-emanuele-coccia/
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Subjetividad y reproducción social: inter-subjetividad y trans-subjetividad afectuales

Por: Iliana Lo Priore – Jorge Díaz Piña.

En escritos anteriores sobre la afectualidad, -ver Otras Voces en Educación (OVE) y Aporrea-, hemos insistido en asumirla como un tipo emergente de  relacionamiento social en el cual los cuerpos resuenan entre sí por medio de su empatía, esto es, sienten y se sienten juntos en su accionar conjunto; asimismo, la hemos caracterizado como una forma de relación que trasciende la inter-subjetividad afectiva ya que se expresa afectualmente de modo trans-subjetivo (atraviesa o cruza identitariamente los cuerpos grupales o colectivos indiferenciadamente de sus características particulares). Esta afirmación contiene una distinción que otorga un estatuto distintivo para cada forma de manifestación afectual, por lo tanto, no es lo mismo afectividad que afectualidad. De aquí que sea conveniente revisar la sustentación de esta aseveración sobre el estatuto y  el nexo entre estas dos formas afectuales.

Al considerar, para nuestro propósito,  ambas formas de lo afectual en las que se manifiesta la subjetividad, las implicamos en el proceso de reproducción de la vida social del capitalismo por cuanto son formas en  que éste se expresa ya que son reguladas por él. Reproducción de la vida social que consideramos desde un enfoque relativo, incompleto y con incertidumbres propias de una intención de  totalización   compleja.  “Totalidad” compleja que al objetivarla se despliega socialmente a través de dinámicas culturales y contraculturales que producen tensiones y conflictos, así como contingencias y acontecimientos, en las relaciones sociales que la constituyen  estratificada, dividida y jerárquizadamente que, a su vez, dinamizan estabilidades provisionales y transformaciones en dichos estratos, divisiones y jerarquías.

De igual manera, la reproducción social funcional  instituida normativamente, crea o agencia para efectos de su continuidad, niveles, planos e instancias funcionales para el despliegue de las relaciones sociales; esto es, norma, limita y excluye, entre otros aspectos de su reproducción, las formas legítimas de lo afectual entre los cuerpos. Esto lo logra con base en los procesos de subjetivación de los cuerpos, -de la significación y de la sentidización del entorno y el mundo-, mediados por relaciones de poder, que induce por medio de las instituciones normativas funcionales (familia, escuela, medios masivos de “información y comunicación”, etcétera). Procesos de subjetivación institucionalizados que pueden ser considerados como sistemas adaptativos o de integración. Instituciones que actúan prohibiendo o  permisando, reprimiendo o liberando, legitimando o descalificando, etcétera, los tipos de relaciones sociales en las interacciones entre hombres y mujeres.  No obstante, la subjetividad de los cuerpos no puede ser reducida o sometida de modo absoluto por las relaciones de poder instituidas ya que el mismo ejercicio del poder genera resistencias en ellos, afirmación en torno al poder propuesta por Michel Foucault.

A ello agregamos lo destacado por Baruch de Spinoza sobre la potencialidad de los cuerpos cuando expresó  que nadie sabe de lo que es capaz un cuerpo y que un  tipo de afecto puede ser contrarrestado o cambiado por la fuerza o intensidad de otro. Bastaría con imaginarnos la fuerza de varios o muchos cuerpos actuando entre sí conscientemente para auto-co-transformarse y suponer su infinita potencialidad afectual. Ello lo relacionaríamos hoy día con la capacidad reconocida en los cuerpos para propiciar su autopoiesis, como lo  evidenciaron con sus  investigaciones  los biólogos  latinoamericanos Humberto Maturana y Francisco Varela. Todos sabemos de la diferencia entre sentir la afectividad emocional por amistades, familiares o allegados y el sentimiento de amor que incluso puede hacer, -este último-, alienar incomprensiblemente nuestra autonomía ante quien amamos; y también es conocido,-no obstante su poco reconocimiento y ocultamiento debido a la represión atemorizante a que ha sido sometido-,   el sentir liberador o emancipador de la afectualidad trascendente, de sentir y sentirse juntos entre diferentes seres congregados en multitudes, que no por ello pierden su individuación,  al reconocerse con empatía para desear y vivenciar, o realizar, experiencias vitalistas de lucha para vivir mejor juntos.  Es la potenciación de la capacidad de resonancia empatizadora de los cuerpos entre sí llevada a una elevada expresión ético-estética de trascendencia, por ello es superadora, en términos de convivencialidad, de los dos tipos afectuales mencionados anteriormente.

Las resistencias mencionadas con anterioridad, tienden, en consecuencia, a crear  nuevos  agenciamientos relacionales por los cuerpos que buscan o desean evadir y confrontar las regulaciones legitimadas institucionalmente, reordenando los estratos, divisiones y jerarquías incitando insurgentemente la reconfiguración social de los planos, niveles e instancias establecidos para la reproducción funcional del orden capitalista para un momento dado. Siendo éste el caso de las insurgentes tendencias socioculturales afectuales gregarias, neotribales o asociativas actuales, -como lo ha expuesto Michel Maffesoli-, de naturaleza trans-subjetiva,  que resisten o rechazan las acciones neoliberales mediáticas alienantes principalmente que los conminan a vivir aislados o separados de los demás por temor y desconfianza creados manipuladoramente hacia los otros, e induciéndolos a establecer tan solo una estrecha o privatizada afectividad relacional inter-subjetiva utilitaria, superficial, virtual, líquida, fluyente y efímera, -formulación ésta hecha por Zygmunt Bauman-, que es reforzada por la incitación a la rivalidad competitiva que promueve el individualismo.

Tendencias que por los intersticios o resquebrajamientos de las relaciones de poder se manifiestan por medio de las multitudes callejeras que le dan  contestación al orden depredador del capitalismo neoliberal en todas sus dimensiones debido a las contingencias que  hacen estallar sus contradicciones y que han hecho que reaparezcan más agresivamente las acciones represivas de sus Estados contra las multitudes protestantes e impugnadoras de su explotación, dominio y hegemonía.  Contingencias que están produciendo acontecimientos temidos por la gobernanza neoliberal global porque albergan su transformación radical. En este contexto resalta la redefinición de las relaciones sociales instituidas que se están desmoronando por agotamiento de la racionalidad instrumental capitalista que las fundamentaba, dando paso a la emergencia e insurgencia de relaciones alternativas de carácter trans-subjetivas o trans-corporales, mediante las cuales los cuerpos empiezan a trascender los estrechos marcos en los que se les ha circunscrito su despliegue vitalista o afectual junto a los otros para vivir mejor.

Fuente del artículo: Artículo enviado a la redacción de OVE por sus autores para su publicación

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.Santa Mandanga: la web de educación sexual que enseña el sexo sin tabúes

  • La educación sexual que se imparte en los colegios es prácticamente inexistente
  • Esta web es la primera plataforma de educación sexo-afectiva explícita

Pese a que vivimos un momento en el que parece que la libertad sexual está socialmente aceptada, esto no solo no es así, sino que el colectivo LGTB sigue sufriendo acoso, palizas y vejaciones, se sigue tildando de «putas» a las mujeres que tienen sexo con quien les da la gana y se sigue pensando que ser promiscuo es algo malo. La educación sexual que se imparte en los colegios es prácticamente inexistente y en Instagram cada vez se censuran cosas más absurdas, se han censurado hasta ilustraciones en las que se dibujaba un pezón femenino.  En un contexto como este, Noemí Casquet y Roberto Garcés decidieron hacer algo al respecto y crearon la web Santa Mandanga.

Noemí Casquet es de sobra conocida en las redes sociales como periodista especializada en sexualidad y divulgadora sexual. En su canal de Youtube, y su perfil de Instagram, ha hablado en innumerables ocasiones sobre juguetes sexuales que recomienda, poliamor o formas diferentes de masturbar y masturbarte. Por su parte, Roberto Garcés, además de cofundador de Santa Mandanga, es el CEO de Obvio We Do y un emprendedor nato. Está especializado en marketing digital y, en la web, se encarga de la estrategia digital y de la producción.

¿Qué es exactamente Santa Mandanga?

Cómo se afirma en la propia web, nace de una necesidad. En este caso, la necesidad de educar sin ningún tipo de prejuicio ni tabú. Se definen a sí mismos como la primera plataforma de educación sexo-afectiva explícita.

Para Noemí Casquet, “las plataformas que existían o que querían ofrecer un contenido sexual-educativo, tiraban más hacia la pornografía. Eso es algo que de lo que nos hemos desvinculado totalmente. Intentamos cuidar al máximo las grabaciones para que se vea que hay calidad y profesionalidad detrás de todo lo que estamos haciendo”.

Santa Mandanga no es solo una web, es una plataforma en la que aprender sobre sexo. Esto es algo que puede ser de especial interés para los más jóvenes o los adolescentes que empiezan a experimentar ese característico bailar de sus hormonas. Pueden aprender sobre sexo y entenderlo como algo natural sin necesidad de secretismos.

La web funciona a través de una suscripción mensual. Al suscribirte, pagas cinco euros y obtendrás ocho vídeos, de manera mensual, en los que se hablarán todo tipo de temas relacionados con la sexualidad desde cómo besar bien hasta cómo colocar y sacar una copa menstrual, pasando por vídeos explicativos sobre la bioelectridad y cómo usarla en el sexo o cómo gestionar los celos.

La mayoría de los vídeos, como el de la copa menstrual, tienen una introducción en la que se habla un poco del tema y después se pone un ejemplo totalmente explícito en el que se enseña. Tienen también contenido acerca de cómo poner un preservativo sin cortar el rollo y, en este caso, vemos cómo los actores realizan los ejemplos narrados en voz en off de manera totalmente aséptica. Al fin y al cabo, supone una simple explicación explícita, ya que es como mejor se va a entender, sobre cosas que no todo el mundo sabe y que pueden mejorar la vida sexual e, incluso, la autoestima y la relación de pareja.

Noemí es la encargada de presentar muchos de los temas de los vídeos, pero en algunos de ellos cuentan con la colaboración de la coach Cristina González, para hablar de gestión de emociones, autoestima y cómo abrir una relación, o de la activista y autora Amarna Miller para tratar asuntos como el poliamor o cómo detectar si estás en una relación tóxica.

Los temas de Santa Mandanga son bastantes variados y están explicados de una forma sencilla y muy bien ejemplificada. Si bien es cierto que, al llevar tan solo unos meses, aún están preparando otros contenidos como puede ser el tema de la penetración anal y buscando actores para incluir una mayor diversidad.

Santa Mandanga ha nacido de un vacío en el ámbito de la educación sexual y en un momento que parece el idóneo, pero que tiene una doble vertiente. En este contexto Noemí no sabe si “es un momento bueno o malo, pero es un momento necesario. Estoy cansada de esperar a que se haga algo con respecto a nuestra sexualidad y pueden pasar años para que resulte”. Una de las mayores preocupaciones de la periodista en este sentido es que hay mucha información hoy en día de fuentes que quizá no son fiables y según explica “está de puta madre que se pueda hablar de sexualidad, pero siempre con unas bases porque estamos divulgando algo que no se ha explicado en ningún momento”.

En la web también se puede encontrar un espacio para aquellas publicaciones que han sido censuradas en Instagram. Noemí cuenta que esta idea surgió a raíz de una foto de la influencer y cantante, Melo Moreno, en la que se veían pezones femeninos y que Instagram censuró y también por la censura a Tess Hache, colaboradora en Santa Mandanga. Casquet afirma que “el problema está en que la sociedad está avanzando a un ritmo que a Instagram tampoco le está interesando. Si eres trabajadora sexual, no puedes tener cuenta en Instagram porque te la censura, pero puedes encontrar los perfiles de Playboy o Porn Hub como cuentas oficiales y esto da que pensar, ¿no?”

En cuanto a la usabilidad, la web es bastante intuitiva. Al entrar sin suscripción puedes ver la explicación completa de qué es Santa Mandanga y cuál es su objetivo, la sección de fotos censuradas de Instagram, a la que se pueden mandar fotos propias que hayan sido censuradas por la red social, o la presentación de Roberto Garcés y Noemí Casquet. Con la suscripción se tendrá acceso a los vídeos. Además, en el apartado de preguntas frecuentes encontramos algunos interrogantes básicos sobre qué es el proyecto, cuántos vídeos se pueden ver por suscripción, cómo darse de baja o un correo para mandar relatos eróticos y que sean publicados.

El diseño es bastante llamativo con los colores rosa y negro creando un gran contraste y con referencias religiosas directas, ya que según explican para ellos el sexo es sagrado. Noemí admite que no tienen ningún problema con la religión, pero sí han querido apropiarse de laiconografía eclesiástica para tratar de “romper con ese sentimiento de culpabilidad que durante tantos años ha promovido la Iglesia. Ese sentimiento de no hacer algo porque es pecado. Pues aquí tienes tu propia Iglesia donde puedes ser libre y dónde nosotros no te vamos a decir qué puedes hacer o no”.

Casquet también habla acerca de cómo es intentar sacar a flote este proyecto en el contexto social actual, ya que “te censuran, no puedes poner anuncios ni en Facebook ni en Instagram, todas las visitas tienen que ser orgánicas, tienes que estar moviendo a mucha gente. En un principio, la gran mayoría, no invierte en tu proyecto por estar relacionado con la sexualidad. Empiezas con un gasto muy elevado y beneficio cero hasta que la maquinaria empieza a funcionar”.  No obstante, a pesar de llevar solo unos meses activos, ya cuentan con más de 27 000 seguidores en Instagram y con bastantes colaboradores y embajadores.

Quizá Santa Mandanga abra el camino hacia una nueva educación sexual mucho más libre y sin complejos y, como apunta Noemí, sirva para “dar apoyo y visibilización a los trabajadores del mundo de la sexualidad, como pueden ser sexólogos y sexólogas, coaches, trabajadores de tantra, BDSM, etc. Esto es lo que queremos que sea Santa Mandanga, un punto de encuentro”.

Fuente de la Información: https://www.cuartopoder.es/derechos-sociales/2019/09/02/santa-mandaga-la-web-de-educacion-sexual-que-ensena-el-sexo-sin-tabues/

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¿Cuál es la relación del Derecho con la sociedad

Por: Heriberto Rivera

Partiendo de la premisa, de que el hombre por definición es un ser social y por lo tanto se desenvuelve a través de un fenómeno social básico y fundamental: la convivencia social, proceso social que se presenta como necesario, inmediato y universal al hombre; luego si se entiende que el Derecho ha sido una formación elaborada y desarrollada a partir de la practica cultural del hombre y si se acepta que la cultura es una herencia social que se integra por conocimiento, creencias, costumbres, las influencias de la sociedad y desde el mismo origen de la vida, el hombre tiene la necesidad natural de establecer relaciones con sus semejantes.

Así mismo si la vida social y la relación de entre seres con las organizaciones sociales que representan al Estado, son escenarios donde se generan conflictos, bien sea por la complejidad del hombre, debido a su espiritualidad, su sensibilidad, emotividad, racionalidad, conciencia, instintos, sociabilidad, hacen que surjan situaciones de desencuentros, por la interacción de manifestaciones y voluntades contrarias.

En ese contexto anteriormente citado, el Derecho se hace presente con la finalidad de regular las relaciones sociales de diferente índole; entendiendo que el Derecho es la expresión de un orden social determinado, el cual se legitima a través de un orden jurídico.

En consecuencia, desde el mismo momento en que existe la sociedad también se establece la ley, el orden jurídico, que le permite sostenerse a lo largo del tiempo, estableciéndose lo que el Doctor Damiani en su conferencia afirma “no existe derecho sin poder legal es decir sin poder del Estado”.

Si se sabe que el Estado surge precisamente para ser el ente regulador entre las contradicciones de clases, es de suponer que el Estado, regula ese poder a través del derecho que tiene una determinada expresión ideológica, regula el pacto social, pero en función de una clase dominante.

En ese mismo sentido, dentro de la sociedad a la cual se regula, en la misma se ejerce la hegemonía desde el lugar del Derecho, es decir éste es el instrumento para ejercer el dominio de una case social, es lo que en términos marxistas se denomina dictadura como forma de Estado; se puede afirmar que la relación entre derecho y sociedad es una relación de poder.

El Derecho como la expresión de un poder, legitima una hegemonía a través de diversos instrumentos de reproducción social como la educación, los medios de comunicación, la religión y la familia entre otros.

En ese orden, se puede afirmar, que la universidad como representante de un sector privilegiado de la sociedad, construye una concepción del mundo, es un espacio de legitimación del saber, de establecer relaciones de poder.

El patrón de universidad que se tiene hoy día se fundamenta en un modelo tecnocrático y mercantilista de la educación, y ésta es según Damiani una “zona de conflicto social” y si la educación tiene una política claramente establecida, entonces dicha política educativa nos debe conducir a la discusión del modelo social que actualmente impera en Venezuela.

En consecuencia, ese modelo debe ser sometido a evaluaciones desde la relación entre Derecho y sociedad; tomando en cuenta que el Derecho como conjunto de normas no es abstracto aunque el positivismo jurídico se encarga de presentarlo como tal, el orden jurídico que se tiene hasta ahora ha sido un factor determinante- como obstáculo- para avanzar en el desarrollo de las diferentes políticas sociales diseñadas por el proceso revolucionario.

En este sentido, según Damiani, la educación universitaria y entre ellos los estudios de la ciencias jurídicas y el Derecho son determinantes para avanzar, pues sin cambiar el orden jurídico arcaico y anacrónico que se tiene, es un obstáculo social para los cambios necesarios.

De allí que se hace necesario operar la transformación partiendo desde lo epistemológico, desde el marco epistémico que vaya mas allá de lo administrativo; el cambio debe darse desde el pensamiento y que según Gramsci citado por Damiani, “la hegemonía es la efectiva dirección de la sociedad; no es lo cuantitativo, es lo cualitativo lo fundamental”; no es asunto sólo de carácter científico, es político y a su vez filosófico.

Así mismo, se afirma que las estructuras del conocimiento no se pueden desligar de las relaciones de poder, de allí que se deben asumir estructuras de un conocimiento integral, no fragmentado, que permita visualizar las contradicciones en el campo de las ideas y del conocimiento en general.

Se debe superar la memorización, avanzar a la integración teórica y practica hacia la interdisciplinariedad la cual crea una instancia que posibilita la interpretación conceptual conjunta, comprensiva y descriptiva de esa realidad estudiada.

Por otro lado es importante señalar que se tiene pendiente una deuda con el proceso revolucionario, ya Bolívar, en el Congreso de Angostura hecho las bases para lograr un orden jurídico original, propio, que sea la concreción de nuestras realidades; por ello esta pendiente elaborar y diseñar un nuevo constitucionalismo latinoamericano, pues a la par de esto, existe la necesidad de un nueva formación del Derecho, una nueva pedagogía y nueva forma de enseñanza del Derecho.

Es necesario realizar una praxis jurídica que promueva una nueva cultura del trabajo jurídico, que incentive a la formación de un abogado, que no sea tal cual es hoy un reproductor de las relaciones del sistema tradicional contrario a la Revolución Bolivariana; debemos formar un abogado que vaya mucho mas allá de la simple aplicación de la normatividad positivista, un abogado y jurista que estudie la teoría jurídica que permita producir nuevos conocimientos.

Es imprescindible trascender la educación memorística del Derecho hacia un educación contextualizada del mismo; trascender el positivismo jurídico, pues mas allá de las normas jurídicas está una sociedad que aspira y espera una regulación adaptada a los nuevos tiempos; el jurista no puede limitarse al estudio formal que de las normas, despreocupándose de su instrumentalidad social concreta sino que una apreciación lúcida de su función propia lo lleve a abrirse hacia lo social para ajustarlo y preñarlo de la realidad social así como a un sistema mas humanizado de valores. No se debe olvidar que el Derecho es una de las tantas formas en que se manifiesta la praxis social, y como tal praxis debe ser capaz de iniciar su transformación de todos los miembros de la sociedad, pues el Derecho es un ejercicio que lo ejerce la ciudadanía en pleno al demandar sus derechos que como ciudadano le corresponde.

Referencias:

Damiani, L. Relación entre Derecho y Sociedad, video –foro. UBV

Trazegnies, F. Marcuse y el Derecho Unidimensional.

Vizcaino, M et al (2009). Introducción al estudio del Derecho. Universidad de Michoacana de San Nicolás de Hidalgo.

heristo50@gmail.com

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