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Países Bajos: Descubierta una nueva variante del VIH más contagiosa y virulenta

El hallazgo, en un centenar de personas en Países Bajos, es una constatación de que los virus pueden evolucionar hacia formas más agresivas

Una leyenda urbana, popularizada durante la pandemia de covid, afirma que los virus están destinados a perder su malignidad con el paso del tiempo. No es cierto. Un equipo internacional de científicos ha anunciado este jueves el descubrimiento de una variante más virulenta y contagiosa del VIH, el virus que puede desencadenar el sida si no se trata. Los investigadores han detectado por el momento 109 casos, prácticamente todos en Países Bajos y la mayoría de ellos (el 82%) en hombres que tienen sexo con hombres. La variante, bautizada VB, triplica o incluso quintuplica la cantidad habitual de virus en la sangre.

El VIH saltó desde los chimpancés a los humanos alrededor de 1920, en lo que hoy es la República Democrática del Congo, aunque no se identificó hasta 1983. Desde entonces, algunos datos de Europa y Norteamérica han sugerido que el virus ha ido aumentando su virulencia en algunas regiones. La variante VB es especialmente agresiva. El VIH destruye los linfocitos CD4, un tipo de glóbulos blancos que protegen a las personas frente a las infecciones. La Organización Mundial de la Salud considera “enfermedad avanzada” un número menor de 350 linfocitos por cada milímetro cúbico de sangre. Los hombres treintañeros con la VB, en ausencia de tratamiento, alcanzarían este peligroso umbral unos nueve meses después del diagnóstico, frente al promedio de 36 meses con la variante habitual.

El epidemiólogo Chris Wymant, de la Universidad de Oxford (Reino Unido), recuerda que el VIH afecta a las personas de maneras muy diferentes. En algunos individuos, el virus provoca el sida en apenas unos meses. En otros, tarda décadas. La cantidad de virus en sangre puede ser miles de veces superior en algunas personas. Convencido de que estas diferencias se podían explicar en parte por las mutaciones del virus, el equipo de Oxford lanzó en 2014 un proyecto para buscar cambios genéticos en el VIH asociados a un mayor impacto de la enfermedad. Los últimos resultados se publican este jueves en la revista Science.

Wymant explica que el ser humano y el virus han entablado “una carrera armamentística”. Actualmente, las personas con VIH pueden vivir con normalidad gracias a una simple pastilla diaria de tratamiento antirretroviral, que hace que el virus sea indetectable e intransmisible. Pero el VIH no para de mutar. “El escenario más desfavorable sería la aparición de una variante que combine una mayor virulencia, una mayor transmisibilidad y una resistencia al tratamiento. La variante que hemos descubierto solo tiene las dos primeras propiedades”, advierte el epidemiólogo de Oxford.

El escenario más desfavorable sería la aparición de una variante que combine una mayor virulencia, una mayor transmisibilidad y una resistencia al tratamiento

Chris Wymant, epidemiólogo

La VB presenta más de 500 mutaciones, casi el 6% del genoma del virus, por lo que es difícil determinar cuáles son los cambios responsables de su mayor virulencia. Una de las posibilidades contempladas por la comunidad científica es que la propia terapia antirretroviral favorezca la aparición de nuevas versiones del VIH más agresivas, pero Wymant lo descarta. Su equipo calcula que la variante surgió en Ámsterdam en la década de 1990, justo antes de la llegada de los tratamientos más eficaces. Países Bajos es uno de los países con una mayor disponibilidad de las terapias antirretrovirales, lo que habría evitado una mayor expansión de esta variante y de cualquier otra. “Los virus no pueden mutar si no se pueden multiplicar”, recuerdan los autores.

Wymant lanza un mensaje tranquilizador. “La gente no tiene por qué preocuparse. Encontrar esta variante enfatiza la importancia de las recomendaciones que ya estaban en vigor: que las personas en riesgo de contraer el VIH tengan acceso a pruebas periódicas que permitan un diagnóstico temprano y un tratamiento inmediato”, opina el epidemiólogo. El riesgo de contraer VIH es 35 veces mayor entre las personas que se inyectan drogas, 34 veces mayor para las mujeres trans, 26 veces mayor para los “trabajadores sexuales” de ambos sexos y 25 veces mayor en los hombres que tienen sexo con hombres, según las estadísticas del Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/Sida.

La viróloga Mari Carmen Puertas describió hace un par de años el primer caso de VIH resistente a todas las combinaciones de fármacos antirretrovirales orales en uso, el de un hombre diagnosticado en 1989, a los 41 años. La científica también hace un llamamiento a la calma, tras analizar el nuevo trabajo, en el que no ha participado. “Este tipo de estudios no debe generar alarma social. No estamos ante una variante que suponga un peligro inminente. Por suerte, la situación epidemiológica en Holanda, como en la mayoría de países europeos, favorece el diagnóstico temprano y el tratamiento precoz del VIH”, señala Puertas, del Instituto de Investigación del Sida IrsiCaixa, en Badalona (Barcelona).

La investigadora insta a mejorar los programas de prevención, sobre todo en los países en vías de desarrollo. “La terapia antirretroviral frena el virus y, por tanto, su evolución en el propio individuo y la posible transmisión a otras personas. Así que la terapia antirretroviral es la mejor arma para luchar contra la aparición de nuevas variantes del VIH”, sentencia Puertas.

La terapia antirretroviral es la mejor arma para luchar contra la aparición de nuevas variantes del VIH

Mari Carmen Puertas, viróloga

La pandemia de covid ha demostrado que una nueva variante de un virus respiratorio puede expandirse por todo el mundo en unas pocas semanas, pero el VIH se mueve más bien en una escala de años. Los resultados del equipo de Wymant sugieren que la variante VB surgió en la década de 1990 en Ámsterdam y se extendió por Países Bajos en los años 2000, más rápidamente que otros subtipos. Pese a su mayor transmisibilidad, la variante comenzó a disminuir a partir de 2010, según detalla el epidemiólogo de Oxford. “Es muy probable que esta bajada sea consecuencia de los grandes esfuerzos en Países Bajos para disminuir la transmisión de cualquier tipo de VIH, mediante la expansión de las pruebas diagnósticas y los tratamientos”, hipotetiza Wymant.

El proyecto de Oxford ha analizado la secuencia genética del virus en unas 7.500 personas que viven con VIH en ocho países europeos (Alemania, Bélgica, Finlandia, Francia, Países Bajos, Reino Unido, Suecia y Suiza) y Uganda. Además de 107 casos holandeses, los investigadores han hallado dos más en Suiza y Bélgica. Antes de este proyecto, denominado BEEHIVE, lo habitual era examinar solo los fragmentos de la secuencia genética del VIH en los que suelen aparecer las mutaciones asociadas a una mayor resistencia a los medicamentos. El equipo de Oxford, dirigido por el epidemiólogo Christophe Fraser, afirma que ha dedicado años a desarrollar las herramientas informáticas necesarias para realizar esta investigación.

El bioinformático Joel Wertheim, de la Universidad de California en San Diego (EE UU), cree que el descubrimiento de una variante más virulenta del VIH es una lección importante para la pandemia de covid. “Aunque ciertamente es posible que el SARS-CoV-2 evolucione hacia una infección más benigna, como otros coronavirus responsables del resfriado común, este resultado final no está ni mucho menos predeterminado”, afirma Wertheim en un comentario también publicado en la revista Science. La variante delta del coronavirus, detectada en la India a finales de 2020, era más transmisible y virulenta que las anteriores versiones y fue la dominante en el planeta hasta finales de 2021. “Las pandemias de VIH y SARS-CoV-2 muestran que los virus pueden evolucionar por selección natural hacia una mayor virulencia, y lo harán”, advierte Wertheim.

Manuel Ansede es periodista científico y antes fue médico de animales. Es cofundador de Materia, la sección de Ciencia de EL PAÍS. Licenciado en Veterinaria en la Universidad Complutense de Madrid, hizo el Máster en Periodismo y Comunicación de la Ciencia, Tecnología, Medioambiente y Salud en la Universidad Carlos III

Fuente: https://elpais.com/ciencia/2022-02-03/descubierta-una-nueva-variante-del-vih-mas-contagiosa-y-virulenta.html

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Mundo: En 2020, un niño se infectó con el VIH cada dos minutos

La prolongación de la pandemia de COVID-19 está agravando las desigualdades que durante tanto tiempo ha provocado la epidemia de VIH, advierte UNICEF en vísperas del Día Mundial del Sida.

Al menos 300.000 niños y niñas se infectaron por primera vez con el VIH en 2020, o uno cada dos minutos, según ha declarado UNICEF en un informe publicado hoy. Otros 120.000 niños y niñas murieron por causas relacionadas con el sida durante el mismo periodo, o uno cada cinco minutos.

El último informe de El VIH y el sida: Panorama mundial advierte de que la prolongación de la pandemia de COVID-19 está agravando las desigualdades que durante tanto tiempo ha provocado la epidemia de VIH, y está aumentando el riesgo de que los niños y niñas vulnerables, los adolescentes, las mujeres embarazadas y las madres lactantes no puedan acceder a los servicios de prevención y tratamiento del VIH que les pueden salvar la vida.

“La epidemia de VIH comienza su quinto decenio en mitad de una pandemia mundial que ha sobrecargado los sistemas de salud y ha limitado el acceso a los servicios que pueden salvar vidas. Mientras tanto, el aumento de la pobreza, los problemas de salud mental y el abuso están incrementando el riesgo de infección entre los niños, las niñas y las mujeres”, afirmó Henrietta Fore, Directora Ejecutiva de UNICEF. “Si no intensificamos los esfuerzos encaminados a subsanar las desigualdades que provoca la epidemia de VIH y que ha agravado la COVID-19, es posible que más niños se infecten con el VIH y pierdan la batalla contra el sida”.

Un dato alarmante es que dos de cada cinco niños que padecen VIH no conocen su estado, y solo algo más de la mitad de todos los niños que padecen VIH reciben tratamiento antirretroviral. Algunos de los obstáculos que impiden acceder adecuadamente a los servicios de VIH son conocidos y perduran desde hace tiempo, como es el caso de la discriminación y las desigualdades por razón de género.

Por otro lado, el informe subraya que, a principios de 2020, en muchos países se produjeron interrupciones importantes en los servicios de VIH a causa de la COVID-19. Las pruebas de detección del VIH en los niños de países muy afectados disminuyeron entre un 50% y un 70%, mientras que los nuevos tratamientos para niños menores de 14 años se redujeron entre un 25% y un 50%. Los confinamientos contribuyeron al aumento de las tasas de infección como consecuencia de los picos de violencia por razón de género, la restricción del acceso a una atención continuada y el desabastecimiento de productos básicos. Además, en algunos países se registró una disminución significativa de los partos en centros de salud, las pruebas de VIH entre las madres y los nuevos tratamientos antirretrovirales para el VIH. Un ejemplo extremo es el de la cobertura de los tratamientos antirretrovirales para las mujeres embarazadas de Asia Meridional, que disminuyó drásticamente de un 71% a un 56% en 2020.

Si bien el uso de los servicios se restableció en junio de 2020, los niveles de cobertura siguen siendo muy inferiores a los que se registraban antes de la COVID-19, y aún no se conoce el verdadero alcance de sus repercusiones. Por si esto fuera poco, en regiones muy afectadas por el VIH, una pandemia prolongada podría perturbar aún más los servicios de atención de la salud y acentuar la desigualdad de la respuesta mundial al VIH, según advierte el informe.

En 2020, un 89% de las nuevas infecciones pediátricas por VIH y un 88% de los niños, niñas y adolescentes que padecían VIH en todo el mundo se concentraban en África Subsahariana, y la propensión a infectarse con el VIH era seis veces más alta entre las niñas que entre los niños. Además, un 88% de las muertes infantiles relacionadas con el sida se registraron en África Subsahariana.

Según el informe, a pesar de que se han logrado algunos avances en la lucha contra el VIH y el sida, los niños, las niñas y los adolescentes han seguido quedándose atrás en todas las regiones a lo largo de los últimos 10 años. La cobertura mundial del tratamiento antirretroviral para los niños sigue siendo muy inferior a la de las mujeres embarazadas (85%) y los adultos (74%). El porcentaje más elevado de niños y niñas que reciben tratamiento antirretroviral se registra en Asia Meridional (>95%), seguido de Oriente Medio y África del Norte (77%), Asia Oriental y el Pacífico (59%), África Oriental y Meridional (57%), América Latina y el Caribe (51%) y África Occidental y Central (36%).

Otros datos relativos a 2020 que se incluyeron en el informe son los siguientes:

  • 150.000 niños y niñas de cero a nueve años se infectaron por primera vez con el VIH, con lo que el número total de niños de este grupo de edad que padecen VIH ascendió a 1,03 millones.
  • 150.000 adolescentes de entre 10 y 19 años se infectaron por primera vez con el VIH, con lo que el número total de adolescentes que padecen VIH aumentó a 1,75 millones.
  • 120.000 niñas adolescentes se infectaron por primera vez con el VIH, en comparación con 35.000 niños varones adolescentes.
  • 120.000 niños, niñas y adolescentes murieron por causas relacionadas con el sida; 86.000 tenían entre cero y nueve años y 32.000 tenían entre 10 y 19 años.
  • En África Oriental y Meridional, las infecciones nuevas anuales entre los adolescentes disminuyeron un 41% desde 2010, mientras que, en Oriente Medio y Norte de África, las infecciones aumentaron un 4% a lo largo del mismo periodo.
  • El año pasado, 15,4 millones de niños y niñas perdieron a uno o ambos progenitores por causas relacionadas con el sida. Tres cuartas partes de estos niños, 11,5 millones, viven en África Subsahariana. Los niños que han quedado huérfanos a causa del sida representan el 10% de todos los huérfanos del mundo, pero un 35% de todos los niños huérfanos vive en África Subsahariana.

“Si queremos reconstruir un mundo mejor después de la pandemia, es imprescindible ofrecer respuestas que estén basadas en pruebas y centradas en las personas, que fomenten la capacidad de resiliencia y que sean sostenibles y, por encima de todo, equitativas”, afirmó Fore. “Para subsanar las brechas, esas iniciativas deben llevarse a cabo a través de un sistema de atención de la salud más fuerte y la participación significativa de todas las comunidades afectadas, especialmente las más vulnerables”.

Fuente: https://www.unicef.org/es/comunicados-prensa/en-2020-un-nino-se-infecto-con-vih-cada-dos-minutos

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Libro(PDF): Tejiendo redes. El VIH visto a través de 14 activistas de Latinoamérica

Reseña: CLACSO

*Disponible sólo en versión digital

Tejiendo redes: el VIH visto a través de 14 activistas de Latinoamérica es un libro coral, un carrusel de anécdotas, historias, opiniones y análisis sobre una de las grandes pandemias de nuestro tiempo: el sida.

A cuarenta años de la primera descripción clínica de casos de lo que se conoció como el Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida, nos encontramos en un momento propicio para ver con mayor perspectiva el fenómeno de esta pandemia. Definitivamente, la coyuntura es ideal para debatir el tema del VIH y quien mejor que los, las y les activistas de nuestra región para hablarnos de la desesperación y el ostracismo padecido. Pero también, para que nos cuenten cómo a pesar de los estigmas y de las limitaciones, lograron buscar soluciones, se reunieron, organizaron y crearon un mejor futuro para las nuevas generaciones. Este libro es el testimonio de que es imposible escribir sobre el VIH sin acercarse a los movimientos de activistas, a sus redes y a sus organizaciones.

Autoras(es): 

Frank Báez. [Compilador]

Frank Báez. [Presentación]

Matías Marín. Mirta Ruiz Díaz. David González. Anthony Guerrero. Yari Campos. Letis Hernández. Dionicio Ibarra. Carlos Ibarra. Fernando Chujutalli Córdova. Guiselly Flores Arroyo. Verónica Russo. Marcela Romero. Estela Carrizo. [Autoras y Autores de Capítulo]

Editorial/Edición: CLACSO.

Año de publicación: 2021

País (es): Argentina

ISBN: 978-987-813-011-8

Idioma: Español

Descarga: Tejiendo redes. El VIH visto a través de 14 activistas de Latinoamérica

Fuente e Imagen: https://www.clacso.org.ar/libreria-latinoamericana/libro_detalle.php?orden=&id_libro=2394&pageNum_rs_libros=0&totalRows_rs_libros=1565

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ONU: El aliado del sida. El machismo tiende a aumentar el número de enfermos con el VIH

El machismo tiende a aumentar el número de enfermos con el VIH

La discriminación de género aumenta el riesgo de las mujeres ante el virus de inmunodeficiencia humana (VIH), causante del sida, advirtieron expertos de la Organización de la ONU.

«Las mujeres están alcanzando y superando rápidamente la cantidad de hombres infectados» por el VIH, según Wariara Mbugua, del Grupo de Tema de Género del Fondo de las Naciones Unidas para la Población (FNUAP).
Carol Bellamy, directora ejecutiva del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), destacó que las mujeres y las jóvenes son las más afectadas por la pandemia.

«Un elemento clave en la expansión de la pandemia de VIH/sida es el hecho de que las mujeres y las niñas no están en condiciones de exigir con éxito su protección (de la enfermedad) ante el poder masculino», dijo Bellamy.

Peter Piot, director ejecutivo del Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/Sida (Onusida), dijo que la violencia contra las mujeres está muy vinculada a la pandemia.

La violencia pone de manifiesto el riesgo que representan el VIH y otras enfermedades de transmisión sexual cuando interfiere con la capacidad de la mujer para exigir el uso de condón en las relaciones sexuales.

En muchas sociedades, incluso plantear el tema del condón resulta complicado ya que estos suelen asociarse a la promiscuidad, la infidelidad y la prostitución.

Según cifras del FNUAP, la desigualdad de género con respecto a la tasa de infección es más pronunciada en los grupos más jóvenes, sobre todo entre los menores de 20 años.

Entre uno y dos tercios de las víctimas conocidas de ataques sexuales son menores de 15 años, según cifras de la Universidad Johns Hopkins. Estas mismas jóvenes y mujeres también son quienes cuidan de los seres amados que padecen el sida (síndrome de inmunodeficiencia adquirida).

Mbugua dijo que la pobreza y las crisis económicas representan una carga más para las mujeres y niñas que cumplen funciones vitales en sus familias y comunidades afectadas por la pandemia.

«El sida sigue siendo un tabú… en algunos países», dijo el embajador Richard Holbrooke, de Estados Unidos, en una reunión conjunta que el Consejo Económico y Social y el Consejo de Seguridad celebraron el lunes.

El silencio y la ignorancia con respecto del VIH/sida seguirán acelerando la propagación de la enfermedad a menos que se adopten estrategias para profundizar los programas de educación sobre la misma.

Yai Constance, de Costa de Marfil, habló de cómo progresó su país en elevar la conciencia del gobierno sobre los temas relacionados con la mujer.

Sida en números

En Costa Rica, de 1983 a 1999 se registraron 1.736 enfermos de sida, estas fueron sus vías de transmisión:

Homosexual 801

Heterosexual 384

Bisexual 287

Sin información 151

Hemofilia 45

Perinatal 29

Transfusión 20

Droga intravenosa 19

Fuente: Departamento de Control del Sida, Ministerio de Salud.

Fuente de publicación; https://www.nacion.com/archivo/el-aliado-del-sida/U3GNRVUNDVH3HPQGBR7QRYLTVQ/story/

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Estados Unidos: Peligran los avances contra el VIH por la lucha contra la covid-19

Ante el asedio del coronavirus durante un año, las defensas de otra guerra más antigua están bajando.

Durante las dos últimas décadas, el VIH/Sida se ha mantenido a raya gracias a potentes fármacos antivirales, agresivas pruebas de detección e ingeniosas campañas de educación pública.

Pero la pandemia de coronavirus ha sido disruptiva en casi todos los aspectos de esa batalla, deteniendo a los equipos de alcance comunitario, reduciendo drásticamente las pruebas y desviando a personal de laboratorios y centros médicos.

El impacto exacto de una pandemia sobre la otra todavía está por evaluarse, pero los datos preliminares inquietan a expertos que hasta hace poco celebraban los enormes avances en el tratamiento del VIH.

Las clínicas han limitado o cancelado las visitas en persona y han suspendido las pruebas rutinarias de detección del VIH en las consultas médicas y en las salas de urgencias.

Los médicos recurren a las vídeo-llamadas con los pacientes, una alternativa inútil para quienes no tienen hogar o temen que sus familiares descubran su estatus de VIH.

Se ha suspendido el envío de furgonetas de pruebas rápidas, que antes estacionaban delante de clubes nocturnos y bares, y repartían condones. En las grandes ciudades y en los condados, los expertos han puesto toda su atención en la respuesta contra la covid-19.

Las consecuencias son evidentes: un gran laboratorio comercial reportó 700.000 pruebas menos de detección del VIH —un descenso del 45 %— y 5.000 diagnósticos menos entre marzo y septiembre de 2020, en comparación con el mismo periodo del año anterior.

Las recetas de PrEP, una profilaxis previa a la exposición que previene la infección por VIH, también han disminuido considerablemente, según una nueva investigación presentada en una conferencia el marzo. Los investigadores y los departamentos estatales de salud pública han registrado un descenso igualmente pronunciado de las pruebas de detección.

La escasez de nuevos datos ha llevado a una situación sin precedentes: por primera vez en décadas, el alabado sistema de vigilancia del VIH del país no puede ver el movimiento del virus.

«Es una situación muy grave», dijo el doctor Carlos del Río, profesor de medicina de la Universidad Emory en Atlanta y director del Programa Internacional de Formación e Investigación sobre el sida de Emory. «Habrá que evaluar los daños».

Aunque el cambio de prioridades ocurre en todo el país, los retrasos en las pruebas y el tratamiento conllevan graves riesgos en los estados del sur, que son ahora el epicentro de la epidemia de VIH del país.

El sur representa el 51 % de las nuevas infecciones, ocho de los diez estados con las tasas más altas de nuevos diagnósticos y la mitad de todas las muertes relacionadas con el VIH.

Incluso antes de la pandemia, Georgia tenía la mayor tasa de nuevos diagnósticos de VIH de todos los estados, después de Washington, DC. El Departamento de Salud Pública de Georgia registró un descenso del 70 % en las pruebas la pasada primavera, en comparación con 2019.

La desaceleración de los servicios para pacientes con VIH «podría sentirse durante años», señaló la doctora Melanie Thompson, investigadora principal del Consorcio de Investigación del Sida de Atlanta.

Thompson añadió que «cada nueva infección por VIH perpetúa la epidemia y probablemente se transmitirá a una o más personas en los próximos meses si no se diagnostica a las personas y se les ofrece tratamiento».

Las pruebas de detección del coronavirus se han apoderado de los aparatos que antes se utilizaban para las pruebas del VIH/sida, lo que ha dificultado aún más los esfuerzos de vigilancia.

Las máquinas de reacción en cadena de la polimerasa —o PCR—, utilizadas para detectar y medir el material genético del virus de la inmunodeficiencia humana, son las mismas máquinas que realizan las pruebas de la covid-19 las 24 horas del día.

Durante décadas, a medida que el VIH se alejaba de ciudades costeras como San Francisco, Los Ángeles y Nueva York, echaba raíces en el sur, donde la pobreza es endémica, la falta de cobertura sanitaria es habitual y el estigma del VIH es omnipresente.

«El estigma es real. Existe un racismo heredado», afirmó el doctor Thomas Giordano, director médico del Centro de Salud Thomas Street de Houston, una de las mayores clínicas de VIH en Estados Unidos.

Los líderes políticos del estado consideran el VIH como «una enfermedad de los pobres, de los negros, de los latinos y de los homosexuales. Simplemente, no se considera algo que afecte a los grupos dominantes a nivel estatal», agregó.

Los hombres de raza negra representan el 12 % de la población estadounidense, pero son el 42 % de las personas que viven con VIH y 4 de cada 10 muertes relacionadas con el VIH.

Las clínicas de VIH que atienden a pacientes de bajos ingresos también han enfrentado limitaciones en el uso de citas por video y teléfono. Los directores de las clínicas dicen que los pacientes pobres carecen de planes de llamadas y que los que no tienen hogar simplemente no tienen teléfonos. También tienen que lidiar con el miedo. «Si un amigo te ofrece una habitación para dormir y tu amigo se entera de que tienes VIH, puedes perder ese lugar para dormir», dijo del Río.

La porosa red de seguridad se extiende al seguro médico, una necesidad vital para quienes viven con VIH. Casi la mitad de los estadounidenses sin cobertura sanitaria viven en el sur, donde muchos estados no han ampliado el Medicaid bajo la Ley de Cuidado de Salud a Bajo Precio (ACA).

KHN (Kaiser Health News) es la redacción de KFF (Kaiser Family Foundation), que produce periodismo en profundidad sobre temas de salud. Junto con Análisis de Políticas y Encuestas, KHN es uno de los tres principales programas de KFF. KFF es una organización sin fines de lucro que brinda información sobre temas de salud a la nación.

Fuente: https://es-us.noticias.yahoo.com/peligran-avances-vih-lucha-covid-134848964.html

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Mundo: El VIH infectó a un nuevo niño o adolescente cada 100 segundos en 2019

 A pesar de los esfuerzos de prevención y tratamiento, el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) infectó cada cien segundos a un nuevo niño o adolescente menor de 20 años en 2019, según un informe presentado este miércoles por Unicef en Johannesburgo

«A los niños se los está dejando atrás», advirtió el Fondo de la ONU para la Infancia (Unicef) al divulgar este estudio, que se difunde anualmente en la antesala de la celebración del Día Mundial de la Lucha contra el Sida (1 de diciembre) y que en esta ocasión se tituló «Reimaginando una respuesta resiliente contra el VIH para los niños, adolescentes y embarazadas que conviven con el VIH».

 

De acuerdo a los datos recopilados por Unicef, unos 110.000 niños y adolescentes murieron en 2019 por causas relacionadas con el sida (Síndrome de Inmuno-Deficiencia Adquirida), enfermedad de la que es precursor el VIH.

De ellos, unos 79.000 tenían edades comprendidas entre los cero y los nueve años y 34.000 pertenecían a la franja de entre los 10 y los 19 años de edad.

Estos datos de mortandad relacionada con el sida son algo mejores que los de 2018, pero aún así arrojan una media de más de 300 fallecimientos al día.

En el lado positivo, las opciones de supervivencia para los menores a los que se les transmitió el virus durante la gestación siguieron creciendo y, en las últimas dos décadas, la mortalidad ligada a este tipo de infecciones bajó un 53 %.

Esto es debido a mejoras en cuanto a la detección y al tratamiento, tanto para las madres como para sus bebés.

«Los niños pequeños infectados con el VIH al nacer tienen ahora más posibilidades de llegar a la adolescencia y la edad adulta. Pero incluso aunque la proporción (de fallecimientos en comparación con el número de transmisiones) ha disminuido, las muertes entre niños menores de 5 (años) todavía supone la mayoría de las muertes de los menores entre los cero y los 19 años», puntualiza Unicef.

CASI 3 MILLONES DE MENORES CONVIVEN CON EL VIH EN TODO EL MUNDO

El número de menores que convivían con el VIH en 2019 ascendió a unos 2,8 millones en todo el mundo, de los cuales 1,1 millones eran menores de 9 años.

Sólo un poco más de la mitad de la infancia afectada, sin embargo, tenía acceso a fármacos antirretrovirales.

«Los esfuerzos de prevención y tratamiento para los niños quedan entre los más bajos entre las poblaciones clave afectadas. En 2019, un poco más de la mitad de los niños tenían acceso a los tratamientos que salvan vidas, una cobertura significativamente rezagada tanto respecto a la de las madres (85 %) como de todos los adultos que viven con el VIH (62 %)», recalca Unicef.

El Fondo de la ONU para la Infancia subraya también que el impacto y el tratamiento del virus en la infancia sigue siendo muy dispar a nivel geográfico.

África subsahariana sigue siendo la región más afectada, ya que es hogar de nueve de cada diez niños y adolescentes que en 2019 convivían con el VIH.

Respecto a la disponibilidad de tratamiento, entre las zonas más afectadas por la epidemia, Oriente Medio y el Norte de África tienen los mejores niveles de cobertura pediátrica de los medicamentos antirretrovirales (81 %), seguidos del sur de Asia (76 %) y el sur de África.

Los peores datos en esta materia se registran en Latinoamérica y el Caribe (46 %) y en África occidental y central (32 %).

También hay disparidad por sexos, ya que entre las niñas y adolescentes hay más infecciones que entre los varones.

«La vulnerabilidad sigue oscilando gravemente en contra de las chicas, que suponen tres de cuatro de las nuevas infecciones entre adolescentes. La proporción es incluso mayor, cuatro de cada cinco (82 %) en África subsahariana, hogar de los países con las mayores prevalencias (de VIH) del mundo», describe la agencia de la ONU.

LA PANDEMIA DE CORONAVIRUS COMPLICA LA PANDEMIA DE VIH/SIDA

Aunque todavía no haya datos finales, para este 2020 resulta ya claro que la pandemia de covid-19 ha complicado la lucha contra esta otra gran pandemia que amenaza al mundo desde hace cuatro décadas, la de VIH/sida.

«Todavía no hay vacuna contra el VIH. Los niños todavía quedan infectados a tasas alarmantes y todavía mueren por el sida. Esto ocurría incluso antes de que la covid-19 interrumpiera tratamientos vitales contra el VIH y servicios de prevención, poniendo incontables vidas adicionales en riesgo», declaró Henrietta Fore, directora ejecutiva de Unicef, en un comunicado sobre el estudio.

Los confinamientos y las nuevas prioridades sanitarias con recursos escasos han dificultado tanto el tratamiento como los nuevos diagnósticos y la recolección de datos.

«La covid-19 empeoró el lento progreso, exponiendo además las desigualdades en el acceso a servicios de VIH críticos para los niños, adolescentes y mujeres», expone el texto del estudio.

Con las reaperturas de los países hubo un «rebote» de las medidas, pero a fecha de hoy los renovados esfuerzos aún están lejos de llegar a los objetivos pediátricos fijados para 2020.

Este frenazo pone seriamente en peligro la meta global de erradicar el sida como amenaza pública de salud para 2030.

Fuente: https://www.lavanguardia.com/vida/20201125/49691644535/el-vih-infecto-a-un-nuevo-nino-o-adolescente-cada-100-segundos-en-2019.html

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México: Trabajadoras sexuales, pioneras en prevención

María de La Cruz, promotora de salud y activista en la defensa de los derechos laborales de las trabajadoras sexuales.

 A las trabajadoras sexuales se les acusaba de propagar el VIH en los años de 1990; la realidad, es que fueron grupos de mujeres quienes iniciaron una cruzada por la cultura de la prevención y la educación sexual.

“Aprendí a cuidarme antes de cuidar a otros”, dice Beatriz, de 53 años, quien a los 18 se inició en el trabajo sexual de las calles de la CDMX.

Entonces, dice, “estábamos muy desprotegidas, nadie usaba condón y yo caí en la drogadicción”. Pero ha pasado el tiempo, es promotora de salud sexual desde hace más de 25 años. Para hacerlo se ha capacitado en hablar a otros de la importancia de llevar una vida sexual segura.

Su primer acercamiento al tema fue a través de la organización Brigada Callejera de Apoyo a la Mujer “Elisa Martínez”, que defiende los derechos humanos y laborales de las trabajadoras sexuales.

“Se acercaron para hablarnos de que necesitábamos cuidarnos y poco a poco me fui acercando, empezaron a jalarme y tomé talleres de educación sexual.”

Años después, cuando dejó las calles, quedó cercana a la organización y desde entonces dedica parte de su tiempo a difundir información entre los grupos más vulnerables: trabajadoras sexuales, amas de casa y jóvenes.

Las “culpables” del VIH

En el contexto del trabajo sexual, una promotora de salud es una “mujer biológica o trans que se hace responsable, primero, del autocuidado. Después debe promover el uso del condón entre sus clientes y sensibilizarlos de la responsabilidad que tienen en transmisión de virus como el VIH”. Así lo explica María de la Cruz, activista y representante de una asociación feminista de Orizaba, Veracruz, que atiende trabajadoras sexuales desde los años de 1990. Esto es, durante el pico más alto de la epidemia del VIH.

La epidemia del VIH se encuentra en el país desde 1983. Los ayuntamientos, cuenta María, señalaban a las mujeres como el foco de infección, “se les cargaba en las espaldas toda la responsabilidad”, dice.

“Hay casos donde sexoservidoras que tenían VIH se hacían públicos en los periódicos, con nombre y fotografía, en primera plana”. María describe esos años como una verdadera cacería, donde las mujeres vivían bajo constante acoso y abuso de la Policía.

A lo largo del país, pequeños grupos de trabajadoras sexuales se capacitaron para difundir entre sus compañeras información valiosa. Pero pronto la demanda de ese tipo de conocimiento llegó desde diferentes grupos.

Brigada a las escuelas

“Las mismas trabajadoras nos empezaron a decir, mira hay que ir a las escuelas de nuestros hijos, a las prepas, en mi pueblo, etcétera”, explica Rosa Icela Madrid, miembro de Brigada Callejera y directora del proyecto Las condonerías, espacios especializados en educación sexual.

“Que ellas sean las promotoras de salud ayuda a romper el estigma que dice que esta población es la culpable de propagar enfermedades”, dice María de la Cruz.

Hoy en día, las promotoras son trabajadoras sexuales, pero también amas de casa y estudiantes. En Brigada Callejera se han enfocado a atender a poblaciones rurales en todo el país.

Consultorio médico en las oficinas centrales de Brigada Callejera en la Merced, centro histórico, donde las trabajadoras sexuales pueden acceder a atención médica y orientación.

Las jóvenes, en riesgo

“Hay que partir del ‘yo me amo’, porque el índice más grande de mujeres infectadas con VIH son amas de casa y estudiantes”, dice Beatriz. Uno de los grandes problemas que enfrentan las promotoras es que mayoría de las personas tiene preconceptos erróneos de esa y otras enfermedades.

Las estadísticas publicadas por la Clínica Especializada Condesa, un espacio de salud pública que atiende VIH, respaldan lo dicho por Beatriz: casi el 80 por ciento de las mujeres infectadas con el virus la adquirieron de su pareja.

Se calcula que, en México, hay por lo menos 220 mil personas con el virus. De esas, el 17 por ciento estarían concentradas en la capital.

Un dato alarmante es que los índices de infección han aumentado en la última década y las mujeres jóvenes son el grupo más vulnerable.

Un asunto de educación

Para Beatriz, la batalla verdadera está crear en una cultura de autocuidado: “meterle en la cabeza a las mujeres que es su responsabilidad y derecho cuidar su salud sexual, de nadie más”.

La experiencia le ha enseñado que el momento fundamental para hablar de educación sexual es la pre-adolescencia, darles herramientas para entender los cambios físicos y emocionales que se vienen.

“Hablarles que la necesidad de explorar tu cuerpo es normal. Que no se sientan mal por explorarse. Enseñarles la diferencia de sensaciones, cuando tú estás cómodo y cuando no. Que puedan detectar abuso.

“Las niñas crecen escuchando que son unas impuras por pensar en su sexualidad. Esto no las deja explorar su sexualidad seguras y lo que pasa es que lo hacen por debajo del agua. Entonces aprenden de sus compañeros igualmente desinformados. Ahí empiezan las prácticas de riesgo, ceder a las presiones, la escalada de violencia”. Eso, dice Beatriz, muchas veces define permanentemente su relación con la sexualidad.

“Nosotras intentamos luchar contra esa cultura, llegar a este tipo de personas, para que tengan conciencia de su sexualidad. Si tú vas a hacer algo, que estés consciente de los riesgos y que puedas protegerte.”

Es una absoluta rebeldía que el grupo más estigmatizado por su relación con el sexo lidere la lucha por una vida sexual saludable y libre de violencia.

Políticas públicas y espacio privado

De cierta forma, Beatriz entiende la ausencia del Estado y las escuelas en el tema.

“El gobierno tiene que hacerse responsable de esto pero es un tema que divide mucho a los padres. Hasta los maestros tienen problemas para hablar de esto, hay muchos padres que se espantan, mucho tabú, ¡¿Cómo le vas a hablar de sexualidad a mi hijo, porque eso me corresponde a mí?! Pero ellos no lo hacen y sus hijos se ponen en peligro y ponen en riesgo a otros.”

Explica que para ellas, como promotoras de salud, como trabajadoras sexuales, es más fácil abrir pequeños espacios porque no son parte de las escuelas, ni de las comunidades.

“Damos a los jóvenes un mensaje y a ellos se les queda una espinita, aprenden que sí hay información y donde pueden encontrarla.”

No son improvisadas

Para ser promotora de salud, las mujeres deben cursar talleres complejos de educación sexual, atención psicológica, biología, etcétera. El proceso puede llevar hasta un año, además se requiere constante actualización y perder el miedo a hablar en público.

“Es una forma de empoderar a las muchachas, desde mi propia experiencia, había momentos en que yo en mi drogadicción accedía a tener prácticas de riesgo, no entendía bien los daños… es constancia, protegerte a ti y enseñar lo mismo”, dice Beatriz.

Empoderamiento sexual

A veces lo más difícil es convencer a las trabajadoras sexuales que tienen el derecho y la habilidad de convertirse en una autoridad sobre el tema.

“Hay muchas chavas que sienten que no pueden hacer esto porque no tienen educación. A muchas, hablar de sexualidad les cuesta trabajo, si todavía sienten vergüenza porque se dedican a esto. Es difícil pararse frente a muchos y explicarle a los demás que se tienen que proteger, si apenas se cuidan ellas”, dice.

“Hay que empezar por: ‘¿Sabes cuáles son tus derechos?’, ‘¿ya te fuiste a checar?’, ‘¿cómo te cuidas con tu pareja?’; o ‘aquí puedes conseguir condones’; ‘ten cuidado de los padrotes’; ‘vete a hacer tu papanicolau’; ‘ven, va a haber una charla de salud’.”

Pero eso no debería ser exclusivo de las trabajadoras sexuales. “Hablo de esto con todas las mujeres que están en mi vida, las que me encuentro en el metro, amigas…”.

Para ella, lo ideal sería incorporar la seguridad como una parte integral de la práctica erótica. “Desbloquear ese chip de obligación y pensar que lo disfrutas más porque ya no corres el riesgo de obtener una infección”.

“El condón, por ejemplo, ¡cómo ha costado! Pero se puede: un poco de convencimiento, ‘mira, papi’, ya sabes, coqueteo, negociación y educación. Explicarles por qué”.

¿Y si se estanca la negociación?

“¡A la chingada, yo sí me quiero!”

Fuente: https://www.elindependientedehidalgo.com.mx/trabajadoras-sexuales-pioneras-en-prevencion/

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