África: Más de 4 millones de niñas pueden sufrir mutilación genital femenina en 2020

Redacción: Vistazo

Alrededor de 4,1 millones de niñas se encuentran en riesgo de sufrir mutilación genital femenina (MGF) en 2020, advirtió este jueves la ONG Amref, en el Día Mundial para Erradicación de esta práctica.

No hay datos absolutos de cuántas mujeres y niñas han sido mutiladas en todo el mundo, pero la ONU calcula que son más de 200 millones en los 30 países de África, Oriente Medio y Asia en los que prevalece esta práctica; y su cifra sigue creciendo cada año.

Sin embargo, «aún hay esperanza», como recuerda en un comunicado Amref España, ya que cada vez más jóvenes reniegan de la MGF en comparación con las generación de sus progenitores.

Amref, que trabaja junto a personal local en proyectos contra la MGF en varios países de África, recuerda que para acabar con esta práctica no solo hace falta penarla por ley, algo que ya hacen muchas naciones, sino también educación y concienciación.

«Al ser algo cultural y ancestral, para erradicarla es esencial aliarse con las comunidades que la practican», explica esta organización sanitaria de origen y gestión africanos.

Desde que comenzó a trabajar en proyectos de este tipo, Amref ha evitado la circuncisión de 17.000 niñas; gracias al apoyo de líderes locales y la celebración de ritos de paso a la edad adulta alternativos en los que no se produce el corte.

«Ahora, los líderes ancianos conocen los peligros de la circuncisión femenina«, expresa la adolescente etíope Kaiseyie Merin, de 13 años, y quien decidió no someterse a la MGF tras conocer los riesgos para la salud que acarrea, entre ellos, sangrados o infecciones.

«Si los padres aún quieren realizar la mutilación genital a su hija esta puede denunciarlo a los ancianos, que hablarán con ellos y les explicarán los problemas que conlleva y que está prohibida por ley», detalla Merin en el comunicado de Amref.

El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) alertó este miércoles que cada vez es más habitual que la mutilación la realicen profesionales médicos, lo que sucede en uno de cada cuatro casos.

Fuente: https://www.vistazo.com/seccion/mundo/actualidad-mundial/mas-de-4-millones-de-ninas-pueden-sufrir-mutilacion-genital

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Las mujeres malas siempre son otras

Por: Ilka Oliva Corado

Hemos crecido en sociedades en donde los patrones patriarcales están enraizados de tal manera que nos amarran los pies y sin nuestro esfuerzo por soltarnos será imposible avanzar. Esos patrones nos dictan normas, una pauta a seguir que somos incapaces de cuestionar, este modelo viene con:  estereotipos, racismo,  homofobia, clasismo y misoginia de los cuales nos nutrimos muy bien todos los días desde el momento en que nacemos: en casa, en la escuela, en la comunidad, en el trabajo y; en la edad adulta inculcamos a nuestros hijos también y a todo ser humano que esté a nuestro alrededor. Estamos en el centro de una madeja de patrones patriarcales que no nos permiten ser, ni respetarnos ni respetar a los demás especialmente a las mujeres.

Un sistema creado para abusar al género femenino en todas sus formas; es limitante, más bien mutilador, es un sistema que nos dice que la mujer todavía no llega al concepto de  ser humano, porque si fuera un ser humano sería respetado en sus derechos y eso aún no sucede, es vista como un ser inferior incapaz de formular un análisis crítico, por ejemplo. Ese sistema mutilador  que aun no nos ve como personas, nos ve como objetos y es así como objetos que nos tratan desde el momento de nuestro nacimiento.

Un objeto para placer del hombre, un objeto al que se le puede maltratar, pegar, asesinar, desaparecer y tirar a la basura como a  cualquier chirajo; porque no existe ni sistema de justicia ni sociedad capaz de reaccionar ante el abuso de un ser visto como  inferior al que  no se le ha dado la categoría de persona.

Cuando una mujer es abusada no importa su condición social, ni color de piel, ni religión, es tan víctima como la obrera más pobre de un arrabal, y puede ser desaparecida de la misma forma así tenga millones de dólares en su cuenta bancaria. No cuentan el  dinero ni la condición social ante el macho abusador. Un cuerpo de una mujer destrozado en un basurero siempre será  para la sociedad y el sistema machista el de una puta que en algo andaba metida y que por eso la mataron así.  Ni en cuenta el término violencia de género ni feminicidio.

Se le sentencia a la primera: era una puta que en algo andaba metida y por eso terminó así. Aquí es donde entran las otras mujeres malas, es mala quien aparece asesinada en un feminicidio, no importa si quien la asesinó es su pareja, su esposo, su novio, un compañero de trabajo, un familiar, un desconocido, es lo mismo: la mataron por puta.

Puta, puta si pensaba por sí misma, puta por vestirse como quería, puta por buscar su independencia, por denunciar a su acosador-abusador, por no denunciarlo por miedo. Y sentenciamos dueños y señores del irrespeto: es que si no denunció es porque le gustaba, es porque tenía la culpa, es que…, cualquier pretexto para excusar al abusador y re victimizar a la víctima.

Señalamos desde esos patrones patriarcales, machistas y misóginos con los que fuimos criados y no buscamos arrancar de nuestro cerebro, llenos de estereotipos  y  mojigatos lanzamos cualquier tipo de improperio contra una víctima de este sistema que fue hecho para la mutilación de la mujer, en todas sus formas.

Siempre y cuando la víctima sea una desconocida, las desconocidas siempre serán las mujeres malas, por quienes no tenemos afectos, ni lazo de sangre o conexión emocional. Ellas siempre serán las putas que en algo andaban metidas y que por eso terminaron así. Pero las cosas cambian cuando la golpeada, la asesinada o la desparecida es un miembro de nuestra familia, una amiga cercana o una conocida, cuando hay afecto o conexión emocional entonces se siente el dolor, la rabia  y  la impotencia que por insensibles somos incapaces de sentir cuando la víctima es otra.

Todos tenemos que lograr que este sistema patriarcal cambie, que cambien los contextos, arrancar la raíz machista y  misógina. Eliminar esos estereotipos que hacen que nos señalemos unos a otros, menospreciándonos por género, color, credo. La violencia de género es responsabilidad de todos, en todos los peldaños de la sociedad. Padres de familia, maestros, entrenadores, vecinos, ciudadanos en general. Tenemos que arrancarlos de nosotros mismos y tener la responsabilidad de levantar la voz, de involucrarnos, de señalar y explicar en cada ocasión que escuchemos a alguien decir cualquier tipo de pronunciamiento machista y misógino en contra de las niñas, adolescentes y mujeres.

No esperemos que lleguen a acciones, no esperamos que lleguen a extremos, todo comienza con una frase que se pronuncia y se sentencia como ley o como norma. Putas, putas somos todas las mujeres, porque todas buscamos libertad, independencia, desarrollarnos, crecer, tenemos sueños, y ésa es una mujer puta para el patriarcado por ende todas lo somos. En el sexo, la única diferencia es que unas somos más activas que otras, no hay mujeres santas, salvo para la doble moral de la religión manipuladora y violenta.

No seamos los que señalemos a la mujer mala (que no existe)  que por puta le pasó lo que le pasó, seamos quienes arranquemos esos estereotipos de raíz. Seamos quienes expliquen como puedan, con sus  propias herramientas, sin intimidarse, en cualquier espacio, en cualquier ocasión, porque es sumamente necesario, los que estén luchando día a día por erradicar el patriarcado, el machismo y la misoginia de nuestra sociedad.

Es urgente, no queremos más mujeres maltratadas, golpeadas, asesinadas y desaparecidas por machos que se creen dueños de nosotras  y que nos  ven como objetos de su pertenencia.

Fuente: https://www.telesurtv.net/bloggers/Las-mujeres-malas-siempre-son-otras-20190408-0001.html

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