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Argentina: Sacan un manual para prevenir en las escuelas más situaciones de violencia

Argentina/11 septiembre 2017/Fuente: Diario de Cuyo

Se trata del Protocolo de Actuaciones Inmediatas, del Ministerio de Educación. Lo presentarán el 22 de septiembre.

Ante los 4 casos de supuesta agresión de docentes hacia alumnos registrados en menos de un año, el Ministerio de Educación decidió crear un manual para que maestros y profesores sepan cómo evitar reacciones que puedan desencadenar situaciones violentas, y también cómo actuar ante las mismas. Se trata del Protocolo de Actuaciones Inmediatas que realizó el Ministerio de Educación que será presentado el próximo 22 de septiembre y que se distribuirá en todas las escuelas de la provincia.

Si bien ya existe la Guía Federal de Orientaciones que elaboró hace un par de años el Ministerio de Educación de la Nación con recomendaciones de cómo actuar ante situaciones complejas en la convivencia escolar, la provincia quiso elaborar un protocolo propio, contemplando también los casos de agresiones de docentes hacia los alumnos. Esto fue a raíz de los 4 casos que se registraron entre octubre de 2016 y septiembre de este año. «Hay situaciones en la aulas que a veces pueden desencadenar una reacción impropia del docente hacia los alumnos y que termina en una situación agresiva. Uno de los objetivos de este protocolo es ayudar a los docentes a prevenir estas situaciones que lo perjudican a él y a toda la comunidad educativa», dijo Mónica Gutiérrez, del Gabinete Técnico del Ministerio de Educación.

Gutiérrez explicó que este protocolo fue elaborado conjuntamente con los directores de todas las áreas, desde Nivel Inicial hasta Educación para Adultos, y que consta de dos partes. La primera contiene acciones de prevención, con tips que les permiten a los docentes detectar problemas que puedan generar una reacción violenta de los alumnos hacia ellos y viceversa. También, recomendaciones de qué actividades realizar para evitar esta situación. «Una de las propuestas hace hincapié en la comunicación activa, es decir que el docente charle con sus alumnos sobre el tema y también con los padres para ponerlos al tanto de lo que sucede. En este marco puede realizar talleres con la participación de todos para favorecer la convivencia», agregó Gutiérrez.

La segunda parte de este protocolo incluye las acciones a seguir ante un hecho de agresión y de violencia, abuso, tenencia de armas, entre otros casos, y está destinado principalmente a las autoridades de la institución educativa. Incluye pautas de cómo actuar ante casos de bullying, de presencia de armas en el aula, entre otros temas.

Este material será presentado públicamente el próximo 22 de septiembre por las autoridades ministeriales y de inmediato comenzará su distribución. Gutiérrez dijo que el protocolo se distribuirá en todas las instituciones educativas de la provincia, de gestión pública como privada.

Violencia escolar

Los casos

En San Juan hay un promedio de 30 casos mensuales de violencia escolar, según los datos que registró el Gabinete Interdisciplinario en el 2016. Entre abril y octubre de ese año hubo 212.

Las causas

De los casos de violencia escolar registrados por el Ministerio de Educación, el 85% corresponde a acoso entre pares y a agresiones de alumnos hacia sus propios compañeros y docentes.

La minoría

De los casos de violencia escolar registrados, el 15% corresponde a casos entre adultos que integran la comunidad educativa, principalmente a enfrentamientos entre padres y docentes.

Intervención

Ante los casos de violencia escolar el Ministerio de Educación lanzó un programa de capacitación para docentes sobre la temática de convivencia escolar. Hasta ahora ya se capacitó a 1.300.

El alcance

Para bajar los índices de violencia escolar Educación también creó equipos interdisciplinarios para trabajar con los padres, fuera del trabajo que se realiza con docentes y alumnos.

Fuente: https://www.diariodecuyo.com.ar/sanjuan/Sacan-un-manual-para-prevenir-en-las-escuelas-mas-situaciones-de-violencia-20170909-0060.html

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Chile:Abraham Magendzo, Consejero Consultivo del INDH, recibe Premio Nacional de Educación 2017.

América del Sur/Chile/05.09.2017/Autor y Fuente:http://www.elciudadano.cl/

Abraham Magendzo Kolstrein, miembro del Consejo Consultivo del Instituto Nacional de Derechos Humanos, fue galardonado este martes con el Premio Nacional de Educación 2017.

Magendzo es profesor de Estado en Educación y orientador educacional de la Universidad de Chile. Está titulado de master en Educación e Historia por  la Universidad Hebrea (Israel) y además es doctor en Educación de la Universidad de California (Estados Unidos). También posee un post-doctorado en Curriculum, realizado en el Instituto de Educación de la Universidad de Londres (Inglaterra).

El nuevo premio nacional es director académico del Doctorado en Educación, Coordinador de la Cátedra UNESCO en Educación en Derechos Humanos y coordinador del equipo de Curriculum de la Universidad Academia de Humanismo Cristiano. Sus principales áreas de interés académico son curriculum y pedagogía, educación en derechos humanos, educación ciudadana, convivencia escolar, resolución de conflictos, bullying y violencia escolar. Es además autor de diversas publicaciones académicas, entre ellas las tituladas “Pensamiento e ideas-fuerza de la educación en derechos humanos” y “Educación en derechos humanos: un desafío y una misión irrenunciable para los maestros”.

Desde 2015 es parte de Consejo Consultivo del INDH. Este es un órgano que presta asesoría al Consejo del INDH en todas aquellas cuestiones de su competencia que requieran, para su adecuada resolución, de su pronunciamiento.

El director del INDH valoró la premiación del consejero consultivo señalando que “para la institución es un honor contar con un Premio Nacional, más aun cuando se trata de una persona con un alto compromiso con el derecho a la educación, y con la integración de los derechos humanos en este ámbito. Saludo el nombramiento de profesor Magendzo”.

Fuente:http://www.elciudadano.cl/educacion/abraham-magendzo-kolstrein-consejero-consultivo-del-indh-recibe-premio-nacional-de-educacion-2017/08/29/

Imagen:http://www.elciudadano.cl/wp-content/uploads/2017/08/Abraham-Magendzo-810×540-438×292.jpg

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Chile: Miembro del INDH es galardonado con el Premio Nacional de Educación 2017

Chile / 3 de septiembre de 2017 / Autor: Redacción / Fuente: El Dínamo

Abraham Magendzo Kolstrein, miembro del Consejo Consultivo del Instituto Nacional de Derechos Humanos, fue galardonado este martes con el Premio Nacional de Educación 2017.

Magendzo es profesor de Estado en Educación y orientador educacional de la Universidad de Chile. Está titulado de master en Educación e Historia de la Universidad Hebrea (Israel) y además es doctor en Educación de la Universidad de California (Estados Unidos). También posee un post-doctorado en Curriculum, realizado en el Instituto de Educación de la Universidad de Londres (Inglaterra).

Askiimismo, es director académico del Doctorado en Educación, Coordinador de la Cátedra UNESCO en Educación en Derechos Humanos y coordinador del equipo de Curriculum de la Universidad Academia de Humanismo Cristiano.

Sus principales áreas de interés académico son el curriculum y pedagogía, educación en derechos humanos, educación ciudadana, convivencia escolar, resolución de conflictos, bullying y violencia escolar. Es además autor de diversas publicaciones académicas, entre ellas las tituladas: “Pensamiento e ideas-fuerza de la educación en derechos humanos” y “Educación en derechos humanos: un desafío y una misión irrenunciable para los maestros”.

Fuente de la Noticia:

Miembro del INDH es galardonado con el Premio Nacional de Educación 2017

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Hacia una convivencia pacífica en la escuela: percepciones sobre violencia escolar y tramitación de conflictos

30 de agosto de 2017 / Fuente: https://compartirpalabramaestra.org

Las reflexiones de este artículo provienen de un análisis de percepciones realizado sobre las manifestaciones de violencia escolar y tramitación de conflictos en su institución educativa

Al hablar de violencia en las escuelas encontramos una situación generalizada que requiere de miradas contextualizadas para comprenderla y emprender acciones que puedan mitigarla o evitarla.

Aunque exista una presencia permanente de los padres de familia y roles de dirección; son los docentes y los estudiantes quienes continuamente se encuentran de frente con manifestaciones que atentan contra la convivencia escolar, por lo que sus percepciones sobre las situaciones de conflicto son fundamentales.

Los programas de intervención y estrategias de manejo de conflictos están dirigidos principalmente a estudiantes, pero, ¿se toman en cuenta sus percepciones?, ¿son comunes las percepciones de docentes y estudiantes frente a las situaciones de violencia escolar que se presentan?, ¿qué estrategias identifican unos y otros?, ¿qué se puede inferir a partir de estas estrategias?, estos y otros interrogantes motivan las reflexiones de este texto.

Siguiendo a Mockus y Corzo (2003): La convivencia se puede caracterizar […] por una combinación de una alta capacidad reguladora de ley, moral y cultura sobre los individuos, con la capacidad de los propios individuos de celebrar y cumplir acuerdos. Esta combinación produce confianza y se fortalece con ella (p. 14).

Llevando este panorama a la escuela, la convivencia es lo que permite que muchos individuos aprendan en la cotidianidad; sin embargo, los entornos escolares se perciben a veces como espacios homogéneos antes que diversos, al no tener en cuenta que, como sujeto, cada estudiante posee cualidades, capacidades e intereses que lo hacen único; lo que en ciertos casos puede favorecer la aparición de situaciones de conflicto.

Aunque es uno de los pilares de la formación en Bogotá (Colombia), en los últimos años la convivencia pacífica de algunos de sus colegios se ha visto afectada por episodios de violencia que perturban el normal transcurrir de las actividades académicas, hechos expuestos en el informe Clima escolar y victimización en Bogotá 2013 (Ávila, Bromberg, Pérez y Villamil, 2014), un estudio sobre condiciones de seguridad y convivencia para los niños, niñas y jóvenes en los colegios y su entorno; donde se discuten además los resultados y aprendizajes de dos encuestas anteriores, realizadas en 2006 y 2011.

Entre sus hallazgos, Ávila, et al. (2013) mencionan el empleo de insultos, maltrato verbal y un trato impersonal y de carácter soez entre estudiantes (especialmente en los grados inferiores, pp. 215- 219), y el maltrato físico intencional (reflejado en golpes, cachetadas, empujones o pellizcos), en porcentajes similares al uso de insultos que causan daño, independientemente de si el colegio es público o privado (pp. 227-232).

Estos indicadores también se han hecho presentes en una institución educativa distrital de la Localidad Rafael Uribe Uribe, a través de eventos relacionados con conflictos interpersonales que escalaron en violencia, involucrando incluso el uso de armas blancas como medio de intimidación y agresión.

Frente a esta situación, y con el objetivo de formular una Tesis Doctoral, se realizó un estudio diagnóstico entre los meses de noviembre de 2013 y agosto de 2014, atendiendo al interrogante ¿Qué manifestaciones y situaciones atentan contra la convivencia escolar en esta institución?, para lo cual se acudió a distintas fuentes: Actas de Comisión y Promoción de estudiantes (año 2013); libros observadores de estudiantes (de tres niveles); entrevista a docentes y encuesta a estudiantes de grado sexto.

Las reflexiones que este artículo presenta se desarrollaron a partir del análisis comparativo de las respuestas de los docentes y estudiantes participantes, con el objetivo de dilucidar similitudes y diferencias en sus percepciones de la violencia escolar, las formas de tramitación de conflictos y las estrategias que proponen frente a este fenómeno; lo cual es necesario y pertinente para establecer un panorama general desde sus miradas, y así proponer una reflexión pedagógica sobre la importancia de valorar los puntos de vista de los otros en la construcción de una convivencia pacífica.

Texto elaborado por: Sindy Paola Díaz Better. Magíster en Tecnologías de la Información aplicadas a la educación, Universidad Pedagógica Nacional (UPN). Docente de la Secretaría de Educación Distrital.

Fuente artículo: https://compartirpalabramaestra.org/columnas/hacia-una-convivencia-pacifica-en-la-escuela-percepciones-sobre-violencia-escolar-y

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Cepal y Unicef: La violencia en el aula deteriora el rendimiento escolar

Fuente: Diario Concepción

Para poner el tema de violencia escolar en el debido contexto, para evitar que se le agrupe junto con aquellos de evidencia anecdótica, esta situación se ha expuesto como producto del trabajo conjunto de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef). Aunque la publicación es relativamente reciente, contiene datos recolectados en 2013 por el Tercer Estudio Regional Comparativo y Explicativo con una base que incluye a 95 mil niños de 6° básico y 5.037 profesores de Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, Guatemala, Honduras, Nicaragua, México, Paraguay, Panamá, Perú, República Dominicana y Uruguay.

Además de todas las consecuencias directas de la violencia, y de las secuelas sobre las víctimas, que han sido objeto de análisis y que pueblan las estadísticas de los de servicios de salud, hay una relación negativa que oblitera el principio básico de la activad escolar, que es producir los aprendizajes. Así lo da a entender la relación desfavorable y proporciona, y entre violencia y rendimiento escolar.

Dentro de los 15 países latinoamericanos analizados por un estudio de Cepal y Unicef, en Chile se ve la relación más fuerte entre ambiente de aula violento y caída de puntajes en pruebas de ciencia, matemáticas y lectura. Se concluye que la violencia declarada por los estudiantes al interior de la sala de clases es el factor que se asocia en forma más consistente con una reducción en el rendimiento, medido en los puntajes de las tres asignaturas evaluadas.

En una declaración de una coautora del estudio y oficial de Asuntos Sociales de Cepal, se expresa “en las escuelas donde más niños perciben un ambiente de aula violento, se observa una reducción de más de 20 puntos en los resultados de lectura y matemática, y de 33 puntos en ciencias, que en educación básica privilegia el trabajo en grupos pequeños, lo que puede afectar a estudiantes que se sienten excluidos”.

El estudio, titulado “Las violencias en el espacio escolar”, describe una realidad intranquilizadora que afecta de diverso modo a todos los países consultados; en la sala hay burlas entre compañeros y temor a ser golpeados; en el entorno de la escuela hay robos, vandalismo y venta o consumo de drogas, además se observa que los estudiantes de grupos discriminados como inmigrantes, indígenas, estudiantes de hogares de nivel socioeconómico bajo y niños que trabajan perciben mayores niveles de agresión entre pares, de igual manera son los estudiantes hombres quienes perciben y se involucran más en actos de violencia.

Los resultados del estudio son consistentes con otros que muestran que en Chile la alta segregación de los establecimientos educacionales y la consiguiente homogeneidad de sus estudiantes llevan a que estos no sepan relacionarse con gente distinta, generando tensiones que se pueden expresar en algún grado de violencia, estereotipos y prejuicios que bloquean la eventual convivencia.

Hay un espacio no ocupado en muchas familias para discutir este fenómeno, pero además, surge la necesidad de reexaminar las actitudes de los profesores con una lógica de castigar y sancionar, cuando se requiere en cambio una instancia de reconocimiento y valor de la diversidad y de relaciones más igualitarias y respetuosas que resultan mutuamente enriquecedoras.

Fuente: http://www.diarioconcepcion.cl/editorial/2017/08/08/la-violencia-en-el-aula-deteriora-el-rendimiento-escolar.html

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Prevención y ayuda contra el acoso escolar

Por Esteban Gabriel Santana Cabrera

PROBLEMA DE CONVIVENCIA

La Escuela, en ocasiones, se convierte más en un aula de resolución de conflictos que en un lugar para el aprendizaje, que es lo que debería ser. Desgraciadamente existe, en algunos de nuestros centros educativos, un problema de convivencia derivado, en parte, por la falta de valores de la propia sociedad en que vivimos.

Familias que han dejado la educación de sus hijos en manos de terceros, en la escuela, en el mejor de los casos, y se han “desentendido” de la responsabilidad que conlleva el ser padres. Y, en muchas ocasiones, no son personas sin estudios, sin formación, desestructuradas y en condiciones sociales de riesgo –contexto en el que este fenómeno del que hablamos podría estar “justificado”–; sino que se está dando en hijos de familias de clase media-alta, cuyos padres salen a trabajar muy temprano y no regresan hasta bien entrada la noche a casa.

…Padres volcados en la vida laboral y que dejan de lado la vida familiar y la responsabilidad que lleva aparejada…

Porque educar, se educa desde la familia, primer paso, para que luego esa educación se vea reforzada en la escuela, a través de la adquisición de normas básicas de convivencia.

En el artículo Violencia en los centros educativos y fracaso académicode los autores David Álvarez García y otros, publicado en la «Revista iberoamericana de psicología y salud», se hace un estudio interesante sobre la relación entre el fracaso académico y la convivencia escolar en varios centros de Educación Secundaria.

Aplicaron el Cuestionario de Violencia Escolar (CUVE) a 1742 estudiantes de siete centros de Asturias, y se vio que el alumnado que ha repetido alguna vez curso percibe mayores niveles de violencia en su centro educativo que aquel que nunca ha repetido. Y todo esto ocurre, según este interesante estudio, con todas las variables dependientes evaluadas:

– Violencia de profesorado hacia alumnado.

– Violencia física indirecta por parte del alumnado.

– Violencia física directa entre alumnado.

– Violencia verbal entre estudiantes.

– Violencia verbal de alumnado hacia profesorado.

– Violencia escolar, siendo la más habitual, la verbal por parte del alumnado.

ESPECTADORES

Los autores Ruiz, Riuró y Tesouro, afirman que es necesario no confundir el bullying con otros tipos de conflictividad escolar como la disruptividad (‘violencia contra las intenciones educativas que quiere retrasar la marcha de la clase’), la indisciplina (‘violencia contra las normas o la autoridad’) o el vandalismo (‘violencia contra los objetos’).

Dan Olweus, psicólogo noruego, padre del término bullying, lo define como una conducta de persecución física o psicológica que realiza un escolar hacia otro, no de manera puntual, y donde existe un comportamiento agresivo con intención de hacer daño, repetitiva y existiendo un desequilibrio de poder entre el agresor y el agredido.

En Finlandia se está implantando el método KiVa, que ha logrado reducir el acoso en los centros educativos. Los casos de acoso escolar desaparecieron en el 79% de las escuelas y se redujeron en el 18%. Datos a tener muy en cuenta. La novedad de este método no es que actúe sobre los acosadores o los acosados, que también, sino que hace especial esfuerzo en trabajar con los espectadores, tercer elemento y muy importante en el acoso escolar, analizando los hechos y haciéndoles caer en la cuenta de las consecuencias negativas de estas acciones.

ASESORAMIENTO Y ORIENTACIÓN

En Canarias, se está desarrollando el Programa de Prevención y Ayuda Contra el Acoso Escolar, dependiente de la Consejería de Educación y Universidades del Gobierno de Canarias. Entre sus tareas están la de informar, orientar y asesorar al alumnado de los centros públicos canarios no universitarios, en relación al acoso escolar.

Ofrecer ayuda –derivando al servicio de intervención psicológica y social inmediata– al alumnado que así lo precise, prestar asesoramiento y orientación a los demás agentes educativos de la Comunidad Escolar (padres, madres, profesorado…) sobre las medidas a tomar en caso de conocer la existencia de acoso escolar.

Desde el Área de Convivencia se coordinan y supervisan las actuaciones de este Servicio, además de realizar intervenciones directas en centros en algunos de los casos, según informa la propia Consejería de Educación.

EMOCIONES POSITIVAS

Un equipo de profesionales, formado por psicólogos y psicólogas especializados en la problemática de acoso escolar atiende a través del teléfono gratuito 800 007 368 (de lunes a viernes de 8:00 a 20:00 h)

En definitiva, lo que se pretende es que nuestras aulas se conviertan en espacios donde se respiren emociones positivas, donde el alumnado quiera estar, pueda disfrutar con el aprendizaje y sobre todo llegue a adquirir las competencias que le van a servir para desenvolverse en la vida adulta.

Pero esta tarea no solo debe dejarse en manos de la Escuela y del profesorado sino que las Familias juegan un papel básico e imprescindible. Porque el alumnado de hoy es la sociedad del futuro.

Fuente: INED21

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Las otras caras de la violencia escolar en Latinoamérica

Observatorio del Derecho a la Educación y la Justicia

El Observatorio del Derecho a la Educación y la Justicia (ODEJ) es una plataforma para el pronunciamiento público, impulsado por el campo estratégico en modelos y políticas educativas del Sistema Universitario Jesuita (SUJ). Su propósito consiste en la construcción de un espacio de análisis informado y de posicionamiento crítico de las políticas y las reformas educativas en México y América Latina, arraigado en la realidad social acerca de las injusticas del sistema educativo, y recupera temas coyunturales y estructurales con relación a la agenda educativa vigente.

En un estudio realizado por UNICEF (2011) sobre la violencia escolar en América Latina y el Caribe, se plantea que aún existen escuelas donde se vulneran los principios de la Convención sobre los Derechos del Niño. Se reportan casos de castigos corporales, maltrato emocional, abuso sexual, así como una tendencia creciente del acoso entre pares e inclusive de agresiones de estudiantes y, en algunos casos, de padres contra maestros y autoridades educativas. Los datos arrojados por UNICEF dan cuenta principalmente de estas situaciones y lógicas de la violencia que emergen al interior de las escuelas, reproduciendo maltratos emocionales y físicos que los niños y adolescentes experimentan en su cotidianeidad. El caso del maltrato emocional sistemático entre pares, esto es, entre los mismos compañeros y compañeras de escuela, es motivo de atención en los últimos años, tanto por las políticas públicas, los medios de comunicación y el mismo campo de la investigación educativa. Esto en parte se debe al alto porcentaje de estudiantes que han sido víctimas, o que tienen conocimiento de hechos de maltrato, acoso u hostigamiento escolar, el cual se sitúa entre el 50% y el 70% de la población estudiantil en América Latina (UNICEF, 2011).

La violencia entre pares, más conocida como bullying, es objeto de discusión permanente y es identificada como una de las principales evidencias de la violencia escolar. Aunque se trata de una problemática escolar clave en la configuración de las identidades de los estudiantes y que atenta contra el desenvolvimiento social y cultural de los sujetos, la prioridad que se ha puesto en el análisis y visibilización de este tipo de violencia escolar, ha llevado a ocultar otros procesos significativos vinculados con la violencia que ocurre en las escuelas latinoamericanas.

No resulta llamativo que sean los propios gobiernos latinoamericanos, quienes aducen la importancia de erradicar el bullying escolar, asumiéndolo como la principal problemática sociocultural y comunicativa de las escuelas, mediada por la violencia física y emocional entre los mismos estudiantes. Sin embargo, esta no es la única evidencia de violencia escolar. El foco puesto en los niños y adolescentes como protagonistas de los actos de violencia, pese a que retrata una situación crítica y bisagra de las escuelas latinoamericanas, contribuye al mismo tiempo a la gestación de dinámicas de estigmatización y criminalización de los niños y jóvenes que asisten a la escuela. La identificación de alumnos problemáticos, por lo general, pertenecientes a sectores extremadamente vulnerables, construye una perspectiva estigmatizante de los jóvenes, a quienes se les segrega y atribuye la condición de mal comportamiento. Esta atención puesta en la culpabilidad de los niños y jóvenes en la ejecución de los actos de violencia, silencia e invisibiliza otras caras de la violencia escolar, que tienen como principal responsable a los gobiernos latinoamericanos y a su complicidad con actividades ilícitas. Tal es el caso de la inserción de los aparatos represivos estatales en los propios espacios escolares y la expansión de las redes de narcotráfico y guerrilla que atenta directamente al derecho a la educación de miles de niños y jóvenes latinoamericanos e incumple, por lo tanto, otros derechos básicos y libertades fundamentales.

La destrucción de instituciones educativas por explosiones detonadas, morteros y cohetes, bombardeos aéreos, incendios y saqueos; la ocupación de escuelas por las fuerzas militares, de seguridad, la policía armada o los grupos del crimen organizado, así como el secuestro de niños para ser reclutados forzosamente a las filas de esos grupos criminales, son algunas de las problemáticas a las que se enfrentan cotidianamente las escuelas más vulnerables de Latinoamérica y el Caribe.

Estos incidentes violentos implican el uso de la fuerza en formas que interrumpen y disuaden la provisión educativa, poniendo a educadores y estudiantes en riesgo en ambientes que deberían ser seguros y fuentes de protección. Aún más si se tiene en cuenta que la escuela ha sido identificada históricamente por su papel decisivo en la transformación de los patrones de violencia y para promover el desarrollo de habilidades pacíficas. Esta función se encuentra en crisis, sobre todo a causa de las políticas estatales que, coadyuvadas al mercado privado internacional, la corrupción y la complicidad con el narcotráfico, han hecho de la escuela latinoamericana un escenario sumido en la violencia, la devastación y la privación de derechos fundamentales.

En el caso de Haití, los abusos sexuales contra escolares y mujeres continúa siendo una táctica común en algunos conflictos, los cuales se producen como resultantes de secuestros y ataques a los centros educativos. Estos secuestros son llevados a cabo por bandas criminales armadas y se producen cuando los niños están en camino hacia o desde la escuela. Las niñas representan casi la mitad de las víctimas menores de edad (UNESCO, 2010).

En Brasil, en 2007, ocho escuelas municipales y guarderías de Río de Janeiro, fueron ocupadas sin previo aviso por la policía armada. “Estas instalaciones se utilizaron como base para un ataque de tipo militar contra las bandas de narcotraficantes armados, convirtiéndolas en blanco de ataques mientras los estudiantes seguían asistiendo a clases” (UNESCO, 2010: p.179).

Esta operación involucró a 1.300 policías militares y civiles, además de soldados de la Fuerza Nacional. Los edificios escolares sufrieron grandes daños, y en una ocasión las granadas habían explotado en el patio de la misma escuela.

Por su parte, en Colombia, en 2006, la UNESCO (2010) documentó que las guerrillas de las FARC habían incendiado una escuela en Puerto Jordania, utilizada anteriormente como centro de votación para las elecciones. La denotación de granadas y el incendio de establecimientos educativos es una práctica cotidiana de estos grupos armados, así como el reclutamiento de niños para integrarse a las fuerzas paramilitares.

En México, maestros de seis escuelas de Ciudad Juárez fueron amenazados por miembros de un cártel. “En una serie de advertencias escritas colocadas en las paredes de la escuela a partir del 12 de noviembre de 2008, las bandas de narcotraficantes armados amenazaron con secuestrar a estudiantes si los maestros no pagaban bonos de navidad a los traficantes” (UNESCO, 2010: p. 209)

El 17 de marzo de 2009, en la región de Triqui, San Migel Copola, en el estado de Guerrero, se encontraron más de 20 cartuchos de alto calibre en el campus de un instituto de bachillerato de Oaxaca tras una incursión de bandas armadas en la comunidad. Esto obligó a las escuelas secundarias y primarias de la región a suspender las clases por cierto periodo.

Pese a los diferentes instrumentos legales, así como a la existencia de las Directrices para Prevenir el Uso Militar de Escuelas y Universidades en Conflictos Armados, la violación de los derechos de los niños y jóvenes más vulnerables sigue en aumento. Incluso, estas directrices, aunque constituyen disposiciones vigentes del derecho internacional, no tienen carácter vinculante en sí mismas, por lo que los estados latinoamericanos no están obligados a ejecutarlas.

En este contexto, los casos de militarización de las escuelas, abusos sexuales y el secuestro y desaparición forzada para reclutamiento no solo violenta y censura la garantía del derecho a la educación, sino principalmente el derecho internacional humanitario, destinado a limitar y evitar el sufrimiento humano en tiempo de conflicto armado.

El arrebato de las condiciones dignas de infraestructura y seguridad edilicia son algunos de los rasgos más visibles de esta problemática. El uso militar de las escuelas, tanto como base militar y objetivo de conflicto, termina acechando la propia infancia: familias quebradas por el reclutamiento forzoso de sus niños e identidades forjadas por el miedo y la inseguridad permanente. El temor de trasladarse a la escuela por el uso militar que se hace de ellas, así como de todas las situaciones violentas que se desencadenan de este factor, es una constante en miles de niños. Casualmente este es un aspecto estructural que no se encuentra lo suficientemente investigado, a diferencia, por ejemplo, del estudio de la fobia escolar que responde más a aspectos psicosociales que a las condiciones materiales de existencia, como el conflicto armado y la guerra.

La omisión de todos estos casos a los ojos de los gobiernos latinoamericanos, ejemplos de la violencia que se ejerce hacia las escuelas, no es casual. Sólo se alude a la relación entre el narcotráfico, la militarización y las escuelas, cuando se pretende estigmatizar y criminalizar a determinadas comunidades. Tal es el caso de la desaparición de los estudiantes de la Escuela Normal Raúl Isidro Burgos de Ayotzinapa. Desde el gobierno mexicano, se intentó aducir, como causa de su desaparición, que los estudiantes se encontraban involucrados con una red de crimen organizado. La insistencia del gobierno por instalar en el imaginario esta perspectiva criminalizante de los jóvenes de Ayotzinapa, ha sido una constante. De esta manera se advierte que la única alusión que se hace desde la política pública a la relación entre el narcotráfico y la violencia escolar, se ejecuta bajo un manto de estigmatización y criminalización de los jóvenes utilizada, en este caso, como una estrategia más de ocultamiento de la responsabilidad y complicidad estatal.

La importancia de la visibilización de las otras caras de la violencia escolar, esto es, de la militarización de las escuelas latinoamericanas, convertidas en escenarios de guerra, es fundamental para la garantía del derecho a la educación, clave e inalienable. En las poblaciones más pobres y vulnerables de Latinoamérica, este derecho se encuentra negado, al estar instaladas en territorios permanentes de conflicto armado.

A sabiendas que los estados latinoamericanos están imbricados en esta problemática y que las reformas educativas actuales desatienden estos factores, ¿qué papel tiene la investigación educativa en este contexto? ¿cómo transformar los análisis lineales y unilaterales que se realizan sobre violencia escolar, de manera que se incluya la mirada de las comunidades y escuelas violentadas por la guerra y el conflicto? ¿qué papel tienen los organismos internacionales en este proceso, aún más si se tiene en cuenta que estos poseen información precisa sobre esas otras caras de la violencia escolar? ¿cómo hacer exigible el derecho a una educación libre de violencia y abusos?

Referencias

UNICEF (2011). Violencia escolar en América Latina y el Caribe: Superficie y fondo.  Fondo Internacional de Emergencia de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF)

UNESCO (2010). Education Under Attack. Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO).

 

Fuente del articulo: http://www.educacionfutura.org/las-otras-caras-de-la-violencia-escolar-en-latinoamerica/

Fuente de la imagen: http://www.educacionfutura.org/wp-content/uploads/2016/08/tumblr_m3vfxe6PpY1rvr5wko1_500.jpg

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