Kazuo Ishiguro: «Debemos encontrar una nueva visión humanista que nos una»

10 Diciembre 2017/Fuente: elcultural/Autor: ANDRÉS SEOANE

El Premio Nobel de Literatura 2017 pronuncia en la Academia Sueca un discurso en el que recuerda los pequeños momentos que le conformaron como escritor e impele a mantenernos unidos y abiertos a lo nuevo en la vida y la literatura.

«De pronto una noche, me sorprendí escribiendo, con una nueva e insistente intensidad, sobre Japón, sobre Nagasaki, mi ciudad natal, durante los últimos días de la Segunda Guerra Mundial», recuerda el escritor británico de origen japonés Kazuo Ishiguro (Nagasaki, 1954) al inicio de su discurso de aceptación del Premio Nobel de literatura 2017, pronunciado esta tarde en la sede de la Academia Sueca. «Debo decir que fue algo que me pilló por sorpresa. Hoy en día, el clima dominante es tal que resulta instintivo para un joven aspirante a escritor con una herencia cultural mixta explorar en su obra sus ‘raíces’. Pero entonces no era ni mucho menos así. Todavía faltaban algunos años para la explosión de literatura ‘multicultural’ en Gran Bretaña».

Premiado con el máximo galardón mundial de las letras por «haber descubierto el abismo bajo nuestro ilusorio sentido de conexión con el mundo a través de novelas de gran fuerza emocional», Ishiguro, que recibirá el Nobel este domingo de manos del rey Carlos XVI Gustavo de Suecia, ha relatado a la audiencia los orígenes de su conversión en escritor y varios pequeños momentos que a lo largo de su dilatada carrera, iniciada a comienzos de los años 80, le han servido de inspiración para crear sus siete novelas (publicadas en España por Anagrama) y algunos de sus cuentos o guiones. Según el escritor, esta primeriza escritura sobre Japón nacía de un intento de recuperar el país que abandonó con cinco años.

«Las fotografías tomadas poco después de nuestra llegada muestran una Inglaterra ya desaparecida. Los Beatles, la revolución sexual, las protestas estudiantiles, el ‘multiculturalismo’ estaban a la vuelta de la esquina, pero resulta difícil de creer que la Inglaterra con la que se encontró mi familia siquiera lo sospechase». Durante sus primeros años, la familia de Ishiguro contaba con regresar pronto al país nipón, prosigue narrando el escritor, por lo que «durante mucho tiempo se dio por hecho que yo volvería a Japón para vivir allí mi vida adulta, de modo que en casa hacían un esfuerzo por mantener viva la parte japonesa de mi educación». Sin embargo, el momento se prolongaba en el tiempo hasta no llegar a producirse, por lo que el escritor «deseaba reconstruir mi Japón a través de la narrativa, garantizar su pervivencia, para después poder señalar un libro y decir: Sí, aquí está mi Japón, en estas páginas».

Esa Inglaterra idílica e integradora de su infancia que recuerda Ishiguro contrasta con la que el escritor observa en la actualidad. Firme crítico del Brexit, que considera una «tragedia», ayer en rueda de prensa el narrador afirmaba que no le agrada «la atmósfera anímica negativa» que acampa en el Reino Unido. «Para mí fue fácil crecer entre dos culturas, algo que me ha beneficiado a la hora de escribir, pero yo llegué en un momento previo a las grandes migraciones de las antiguas colonias británicas». De hecho, el escritor considera que «ahora Reino Unido se ha convertido en un país mucho más racista. Tengo un gran respeto por la generación que recibió a mi familia no mucho después de la II Guerra Mundial. Siento fascinación por esa generación tan generosa que creó un Estado de Bienestar, pero ya no parece existir», se lamentaba.

Inesperada inspiración

También ha desgranado Ishiguro en su discurso las crisis propias de toda trayectoria narrativa. «Durante algún tiempo me había sentido razonablemente orgulloso de mi primera novela, pero esa primavera ya me había invadido una exasperante sensación de descontento. En esos momentos mi empeño era escribir ficción que solo pudiese funcionar de forma adecuada ‘sobre una página’. ¿Para qué escribir una novela si iba a ofrecer más o menos la misma experiencia que se podía obtener encendiendo el televisor?«, se preguntaba el escritor a principios de los 80. Fue estando enfermo en la cama cuando leyendo En busca del tiempo perdido de Marcel Proust. «Quizá contribuyese el que todavía tenía fiebre, pero el hecho es que me quedé obnubilado por el texto. Aparte de la absoluta belleza de esas páginas, lo que me entusiasmó fue cómo Proust hacía que un episodio llevase al siguiente. Descubrí una manera interesante y más libre de escribir mi segunda novela; un planteamiento que enriquecería las páginas y ofrecería movimientos imposibles de capturar en ninguna pantalla».

Otro detalle curioso que dejó el discurso de Ishiguro, confeso melómano y música frustrado, fue cómo muchas veces la música desbloquea su escritura. Por ejemplo, una canción de Tom Waits le inspiró para alcanzar el clímax final en su novela Los restos del día. «Escuchando a Tom Waits me di cuenta de lo que le faltaba a mi novela. Tiempo atrás había tomado la decisión de que mi mayordomo inglés mantendría sus defensas emocionales, que se las apañaría para ocultarse tras ellas, de sí mismo y del lector, hasta el final», recuerda el escritor. «Pero de pronto comprendí que tenía que modificar esta decisión. Solo durante un instante, hacia el final de la historia, tenía que hacer que su armadura se resquebrajase. Debía permitir que debajo de ella se vislumbrase un vasto y trágico anhelo, que en su empeño por convertirse en el sirviente perfecto se ha prohibido amar o recibir el amor de la mujer que le atrae».

Intimidad y sentimiento

«Los puntos de inflexión en la carrera de un escritor -tal vez en todo tipo de carreras- se producen de este modo. A menudo en situaciones anodinas y cotidianas. Son reveladores destellos silenciosos e íntimos», prosiguió el escritor, comenzando a concluir su reflexión. «En ocasiones, lo que nos revelan puede ir a contracorriente del sentido común predominante. Pero cuando aparecen, es importante ser capaz de reconocerlos como lo que son. Porque de otro modo se nos escaparán de entre las manos«, advierte. «He estado enfatizando lo minúsculo y lo privado, porque en esencia es de esto de lo que trata mi trabajo. Una persona que escribe en una habitación silenciosa e intenta conectar con otra persona que lee en otra habitación silenciosa. Las ficciones pueden entretener, en ocasiones enseñar o polemizar sobre algún tema. Pero para mí lo esencial es que transmiten sentimientos, que apelan a lo que compartimos como seres humanos por encima de fronteras y separaciones».

Porque para Ishiguro, que ha reservado para el final la parte con mensaje de su discurso, la separación y las fronteras son uno de los enemigos clave de nuestro mundo hoy en día. «Hace poco me he dado cuenta de que llevaba unos cuantos años viviendo en una burbuja. Que no había sido capaz de percatarme de la frustración y las preocupaciones de mucha gente a mi alrededor», reconoce el escritor, autocrítico. «El año 2016, marcado por sorprendentes -y para mí deprimentes- acontecimientos políticos en Europa y en Estados Unidos, y de nauseabundos actos de terrorismo por todo el planeta, me obligó a admitir que el imparable avance de los valores liberales que había dado por garantizado desde mi infancia podría haber sido una mera ilusión», valora.

Futuro diverso y optimista

Optimista por naturaleza, Ishiguro hace referencia a los grandes triunfos del pasado europeo, como la recuperación tras la Segunda Guerra Mundial o el fin de la Guerra Fría, «sin embargo, al echar la vista atrás, la época que surgió de la caída del muro de Berlín parece marcada por la autocomplacencia y las oportunidades perdidas«, opina. «Por el momento parece faltarnos una causa progresista que nos una. En lugar de eso, incluso en las ricas democracias occidentales, nos estamos fracturando en facciones rivales desde las que competir a cara de perro por los recursos y el poder», reprocha en tono enérgico.

Por eso se plantea si un «un sesentón que se frota los ojos e intenta discernir los contornos entre la bruma de este mundo que hasta ayer ni siquiera sospechaba que existiese, un autor fatigado de una generación fatigada», puede encontrar la energía necesaria para escrutar este escenario desconocido. «Debo seguir adelante y hacerlo lo mejor que pueda», se responde, «porque continúo creyendo que la literatura es importante y lo será en especial mientras atravesamos este difícil territorio. Pero recurriré a los escritores de la generación más joven para que nos inspiren y nos guíen. Esta es su era y ellos tendrán los conocimientos y el instinto de los que yo careceré. De modo que soy optimista. ¿Por qué no iba a serlo?».

«Permítanme concluir», ha continuado en este sentido, «haciendo un llamamiento, si quieren, ¡mi llamamiento del Nobel! Es difícil arreglar el mundo, pero pensemos al menos en cómo podemos mejorar nuestro pequeño rincón, el rincón de la iteratura. Creo que debemos ampliar nuestra diversidad«. Ampliar el mundo literario para incorporar muchas más voces procedentes de más allá de las zonas de confort de las elitistas culturas del primer mundo, y ampliar la definición de lo que es la buena literatura, porque «la próxima generación llegará con todo tipo de nuevos y en ocasiones desconcertantes modos de contar historias importantes y maravillosas. En unos tiempos de divisiones peligrosamente crecientes, debemos escuchar«, aconseja el escritor. «La buena escritura y la buena lectura derribarán barreras. Debemos incluso encontrar una nueva idea, una gran visión humanista, alrededor de la que congregarnos y que nos una», ha concluido rotundo.

Fuente de la noticia: http://elcultural.com/noticias/letras/Kazuo-Ishiguro-Debemos-encontrar-una-nueva-vision-humanista-que-nos-una/11540

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Diferentes visiones desde la educación para transformar socialmente

12 de julio de 2017 / Fuente: https://compartirpalabramaestra.org

Por: Iliana Carriazo Julio

La escuela tradicional quedó atrás, se debe ajustar la forma de enseñar, con la atención centrada en el educando.

“Tan solo por la educación puede el hombre llegar a ser hombre. El hombre no es más que lo que la educación hace de él».

Kant, Emmanuel

La educación de hoy tiene una gran necesidad y compromiso, y es la de propiciar desde las escuelas procesos de transformación social. Es así como desde las alternativas educativas y pedagógicas se busca desarrollar competencias y generar una formación integral que apunte a que los ciudadanos hagan cambios sociales como respuesta a las nuevas demandas que se están dando por la globalización. Para abordar este nuevo reto, es imperioso conocer la visión que tienen distintos pedagogos reconocidos a nivel nacional e internacional, que aportan propuestas y estrategias enmarcadas en replantear las concepciones que se tienen de la educación. Es por ello,  que se trae a colación la perspectiva de cinco grandes pedagogos, así:

Giovanni Ianfrancesco (2003) plantea que los fundamentos educativos, los lineamientos curriculares, los roles que desempeñan cada uno de los actores educativos y los estándares de calidad, se conciban con una visión de cambio,  que él llama escuela transformadora. Su propuesta enfatiza en actualizar los fundamentos educativos, hacer un reajuste de los estándares de calidad y de los roles de los actores educativos, donde el educando sea un sujeto constructor de aprendizajes significativos y el educador actúe como mediador, facilitador del aprendizaje y promotor del desarrollo humano. Para el logro de estos propósitos, la escuela transformadora debe estar inspirada en lo filosófico – antropológico, psicológico – cognitivo, sociológico, epistemológico, científico – tecnológico y pedagógico.

Esta educación transformadora, se basa en organizar el Proyecto educativo institucional (PEI), los espacios, escenarios, programas, procesos, proyectos y  un modelo pedagógico holístico que desarrolle en el educando,  las dimensiones: antropológica, axiológica, ético – moral, formativa,  bio – psico – social, espiritual, cognitiva, estética,  científica, epistemológica, metodológica, tecnológica,  sociológica, interactiva y ecológica.

En coherencia con lo anterior, se espera formar al ser, desde el saber, para el saber hacer, donde la persona esté preparada para  dar respuestas novedosas a las condiciones que se presenten en el día a día; que sean agentes de cambio, promotores de progreso y es allí donde el papel del docente es fundamental, porque es él quien se debe comprometer a ser un líder transformacional, que participa activamente en el ajuste del PEI,  para responder a las necesidades de innovación educativa y pedagógica  y esté abierto a desarrollar sus dimensiones:

  • Investigativa: para describir, delimitar, definir, plantear, formular y caracterizar los problemas a los cuales deben darse solución con la formación integral de los educandos.
  • Pedagógica: para inspirar la acción educativa al interior de la institución y crear el estilo educativo particular a través del cual se formarán integralmente los educandos.
  • Didáctica: investigando sobre las mejores formas de realizar el trabajo en el aula en las distintas áreas del conocimiento, en las diferentes disciplinas y asignaturas.
  • Curricular: Contextualizando los programas, definiendo los enfoques, formulando los objetivos formativos y académicos, caracterizando los perfiles y estructurando el plan de estudios.
  • Administrativa: velando por el cumplimiento del direccionamiento estratégico en la institución, participando activamente en él.
  • Evaluativa: aplicando de forma clara los criterios, procesos, formas, instrumentos y formatos para recoger, procesa, analizar y divulgar la información.

Es desde toda esta conceptualización, que el autor afirma que se necesitan escuelas transformadoras, con un modelo pedagógico holístico, la cual tiene una misión “formar al ser humano, en la madurez de sus procesos, para que construya el conocimiento y transforme su realidad socio – cultural, resolviendo problemas desde la innovación educativa” (Ianfrancesco, 2003)

Por otro lado, Teodoro Pérez Pérez manifiesta que para vivenciar los procesos de transformación social, se requiere de un compromiso personal y profundo de la Institución y del docente. Se inspira en las frases  de Paulo Freire “La Educación no cambia el mundo, cambia a las personas que van a cambiar el mundo».  ” y de John Ruskin (1819-1900) “Educar a un niño no es hacerle aprender algo que no sabía, sino hacer de él alguien que no existía” . 

Afirma la crucial importancia del ambiente escolar en la formación del cambio social y de una cultura de paz. Es desde el  clima escolar que se propicia la calidad en la educación, la cual impacta a los agentes involucrados en el acto educativo: en los educandos,  al incrementarse la motivación por aprender y la autoconfianza, mejorando sustancialmente la convivencia escolar; en los docentes, al innovar y ser diseñadores de ambientes de aprendizaje, que consoliden su liderazgo y respeto ante los educandos, propiciando una cultura democrática y una obtención de mayores desarrollos profesionales y personales.

Es así que  la educación de la calidad,  es vista como aquella que cumple a cabalidad los fines de la educación: aprender a ser (cuando se desarrollan criterios y son autónomos), aprender a vivir juntos, aprender a conocer (desarrollar capacidades para encontrar conocimiento), aprender a hacer y aprender a emprender y transformar y es desde la escuela se construye cultura ciudadana y cultura de paz. En este sentido, la educación debe  cumplir un papel clave en la transformación cultural, que haga posible una convivencia pacífica y armónica, centrado en la confianza social. No hay que desconocer que somos seres sociales y por ende cambiamos con la interacción, lo importante es que este proceso se dé a través de una comunicación efectiva.

Para que el ambiente escolar inspire una construcción de paz, se debe trabajar por el desarrollo humano y social, donde las personas tengan la capacidad de atender las diferencias a través del dialogo, lo sustenta Johan Galtung, al decir que la paz debe ser entendida como la relación social centrada en el ejercicio de los derechos humanos. Aprender a convivir pacíficamente es todo un reto, y generar una conciencia de cultura de paz, depende de cada persona, como lo dice  la Unesco, (1945), “Puesto que las guerras nacen en la mente de los hombres, es en la mente de los hombres donde deben erigirse los baluartes de la paz”, por eso es imprescindible que se cambien las prácticas educativas que permitan la construcción de climas escolares y de aula incluyentes, acogedores, respetuosas y participativas y la sugerencia es que el docente se pregunte ¿estoy siendo capacitador o formador?.

Si se desea  obtener resultados diferentes, hay que cambiar prácticas, no se puede seguir haciendo lo mismo, para ello el docente debe estar actualizado (saber disciplinar), hacer una autoevaluación en cuanto al saber pedagógico y didáctico (me observo en mis prácticas de aula), ser respetuoso  e incluyente (reconozco la pluralidad), promover la convivencia armónica (genero acuerdos), gestionar las propias emociones para actuar con empatía y autorregularse para cumplir con las reglas y compromisos.

Desde la perspectiva de Julián de Zubiría, se hace necesario que para conquistar la paz, haya una educación pública robusta.  Para iniciar este proceso, como docentes, antes de hacer los ajustes a los fundamentos educativos y lineamientos curriculares, debemos dar respuesta a los siguientes interrogantes:

  1. ¿A qué deben ir los niños a la escuela?
  2. ¿Cambian los estudiantes sus estructuras profundas para pensar, sentir o actuar después de su tránsito por la escuela?
  3. ¿Qué entiende y qué no entiende un estudiante cuando está sentado en un salón de clases?
  4. ¿Por qué son tan bajos los niveles de interés de los estudiantes a medida que asciende en el sistema educativo?
  5. ¿Quién resuelve actualmente mejor los problemas, los que van a la escuela o los que no?

Con estos cuestionamientos y el análisis reflexivo que se dé, hay algo inmodificable y es la necesidad de un cambio de paradigma en la educación. No hay que olvidar que el papel esencial en la actualidad de los procesos formativos es desarrollar competencias de carácter integral y esto  se puede dar  trabajando las competencias transversales.

Hoy existe una gran oportunidad  en Colombia y es la de  consolidar la educación pública, la democracia y la paz. Una propuesta para ello es:

  1. Fortalecer las universidades regionales crear nuevas, con  rigurosos procesos de selección de docentes. Así se lograrán nuevos polos de desarrollo regional y se garantiza  que los jóvenes formados en ellas retornen a sus lugares de origen para impulsar y liderar procesos de desarrollo regional.
  2. Que exista  el apoyo a las universidades públicas y privadas de forma equilibrada.  Esto se puede dar trasladando a los nuevos “pilos” a las universidades públicas,  garantizando así un impulso a la educación superior mediante el giro del valor real de las matrículas por parte del Estado.

La otra oportunidad es la de fomentar las manifestaciones de afecto, que tanto se han perdido, además se debe promover el perdón y la reconciliación, ya está bueno de tanta guerra y conflicto, se debe aprovechar la visita del Papa para que seamos parte de la construcción de una cultura de paz, de transformación social y para ello se hace una invitación, que el 30 de  agosto de 2017, realicemos actividades extracurriculares  desde las diferentes instituciones educativas, que trabajen estos aspectos, es un inicio y sigamos desarrollándolas, porque es a partir de la educación que lograremos grandes cambios.

Para comprender la educación de calidad más allá del rendimiento escolar, Abraham Magendzo, es un pedagogo que plantea una  propuesta enfocada en generar controversia en el aula, para desarrollar procesos de transformación. Se sustenta en Aguerrondo (2005), quien afirma que la educación de calidad debe tener una postura integral y crítica, que desafortunadamente tiene hoy una gran falencia y es la de relacionar el  termino calidad, exclusivamente con rendimiento.

Es de anotar que la calidad no es exclusiva del rendimiento, esto ha llevado a una gran carencia y es que actualmente somos incapaces de formar ciudadanos que se comporten adecuadamente, porque tienen un rol pasivo y de escucha y lo que se requiere, de acuerdo a Magendzo, es que se den los espacios en que los estudiantes adquieran protagonismo. A través de los temas controversiales, se pretenden formar ciudadanos que sean capaces de intercambiar dialógicamente argumentos opuestos fundados en diferente interpretación de hechos y situaciones.

Con la anterior estrategia y teniendo en cuenta el entorno controversial en que se vive hoy, se deben acostumbrar a aceptar y asumir que la vida social es en sí misma controversial y, por lo tanto, tienen que aprender a asumir los valores y riesgos que esto implica. Esto conlleva a  un cambio de visión de la educación tradicional, en el que el papel del docente es controlador y solo estimula la repetición, a una postura,  donde se desarrollen habilidades de razonamiento, que capacitan para justificar opiniones y acciones, hacer deducciones, usar lenguaje apropiado para explicar sus puntos de vista, y tomar decisiones. Así mismo las habilidades para investigar, donde se hacen preguntas relevantes, planificación del qué hacer y cómo investigar, buscar soluciones y generar conclusiones; también las habilidades de pensamiento creativo, que amplían ideas, sugieren posibles hipótesis, para usar la imaginación y la búsqueda de resultados alternativos;  y por último las habilidades de evaluación que capacitan a los educandos para evaluar lo que leen, oyen y hacen, para aprender a juzgar el valor de su propio trabajo o ideas y el de los otros. (Oxfam, 2006). Es así que desde los temas controversiales, se enriquece la calidad  educativa, debido a que se crean oportunidades para los educandos, al construir una comprensión más amplia y profunda de sí mismos y de los demás; de su mundo.

Otra postura sobre la educación es la que presenta Francisco Cajiao, con la reinvención de la escuela. Hace una breve introducción desde la paleontología, haciendo la pregunta de ¿Por qué los Dinosaurios no sobrevivieron?, y la respuesta es porque el mundo cambió y los dinosaurios no.  Esto da pie para replantear la educación y los procesos de práctica educativa, no debemos ser dinosaurios.

Existe una premisa y es que hoy no sabemos bien comunicarnos con nuestros estudiantes,  nos encontramos en dos dimensiones  distintas, muchas veces existe la idea que ellos no están aprendiendo, pero esto es  errado, ellos si aprenden la pregunta es ¿Qué es lo que aprenden?.  La propuesta de  Cajiao ante esta disyuntiva es que la escuela debería servir para aprender, actuar, pensar y expresar, uno no va a la escuela a memorizar cosas.

Es de anotar que aprender no es lo mismo que enseñar, el aprendizaje es el resultado de una relación con el mundo, por eso es que debe quedar claro que los niños aprenden, pero no necesariamente lo que queremos enseñar. El aprendizaje es mucho más que información, se aprende lo que es útil, siempre se aprende lo que se necesita para sobrevivir y el docente no tiene la capacidad de saber cuál es el conocimiento que el estudiante tiene, por eso es indispensable que se reconstruya la identidad, y esto se logra cuando estamos en capacidad de dar  sentido a la vida.

En ese orden de ideas, el pensar es mucho más que aprender, implica encontrarnos con nosotros mismos y saber quiénes somos y que queremos; el expresar, es la posibilidad de compartir significados con el otro, es la base que permite hacer comunidad; y el actuar, es la acción o el camino para aprender. Se fundamenta en Celestin Freinet, desde la escuela moderna quien comprendió que el trabajo era el camino para la mejor educación, transformar la realidad y darle sentido. Desde esta perspectiva la educación colombiana debe estar enfocada en fortalecer la identidad y esto se logra  con desarrollando el pensamiento lingüístico, matemático, científico e histórico.

Se concluye entonces desde cada una de estas visiones, que debemos ser agentes de cambio social, renovando la espiritualidad, la fe y el amor, para lograr una cultura de paz.  La escuela tradicional quedó atrás, se debe ajustar la forma de enseñar, con la atención centrada en el educando. Se requiere hoy de una formación holística e integral, porque es desde la educación que se puede lograr transformar socialmente.

Referencia

Cajiao, F. (2017). La educación, la formación y la pedagogía hoy. Conferencia, Encuentro pedagógico internacional Secretaría de Educación Distrital, Barranquilla.

de Zubiría, J. (2017). ¿A qué deberían ir los niños a la escuela? Conferencia, Encuentro pedagógico internacional Secretaría de Educación Distrital, Barranquilla.

Iafrancesco V.,G. (2003). Nuevos fundamentos para la transformación curricular. A propósito de los estándares. Serie Escuela Transformadora, Libro 4, Editorial Magisterio, Bogotá, Colombia.

Magendzo, A. (2017). Comprendiendo la educación de calidad más allá del rendimiento escolar: Incursionando en una visión integral y crítica que considera a la formación ciudadadana. Conferencia, Encuentro pedagógico internacional Secretaría de Educación Distrital, Barranquilla.

Pérez Pérez, T. (2017). El ambiente escolar y la construcción de cultura de paz. Conferencia, Encuentro pedagógico internacional Secretaría de Educación Distrital, Barranquilla.

Fuente artículo: https://compartirpalabramaestra.org/columnas/diferentes-visiones-desde-la-educacion-para-transformar-socialmente

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Los diversos entendimientos sobre lo ambiental

05 de octubre de 2016 / Por: Rodrigo Arce Rojas / Fuente: http://pcnpost.com/

De acuerdo a cada historia, cultura, contexto, formación, y experiencias cada persona tiene una particular forma de entender lo ambiental y por tanto construye sus paradigmas, creencias, imaginarios, representaciones, discursos y narrativas de acuerdo al lente que esté usando. Es así que hemos podido reconocer las siguientes perspectivas:

  • Visión economicista
  • Visión naturalista
  • Visión política
  • Visión espiritualista
  • Visión catastrofista
  • Visión integral

Profundicemos qué implica cada una de estas visiones.

Visión economicista: Cuando se mira lo ambiental en términos exclusivos de proveedor de bienes y servicios para el bienestar humano. Bajo esta perspectiva todo se reduce a mirar las oportunidades de negocios y en el mejor de los casos como opciones de bionegocios. Es el campo de la economía verde que se pretende integral pero al fin de cuentas todo se reduce a las soluciones de mercado. Se reconocen otras perspectivas pero siempre subordinadas a lo económico.

Visión naturalista: Cuando se entiende lo ambiental como “lo natural” entendido como diferente a lo cultural y por lo tanto predomina un enfoque biofísico. La visión naturalista separa el hombre de la naturaleza e incluso en ocasiones considera al hombre como enemigo de la naturaleza. En otras perspectivas considera lo ambiental como la naturaleza prístina que no debe ser tocada ni contaminada por las actividades humanas.

Visión política: Cuando se entiende lo ambiental como la gran oportunidad de realizar las grandes transformaciones que impliquen una nueva relación entre el hombre y la naturaleza. La visión política es muy crítica con el sistema económico predominante al que se le acusa de ser la raíz de los procesos de destrucción, degradación y contaminación ambiental. Bajo esta perspectiva se resalta las luchas populares de resistencia frente al embate de las actividades extractivas que subestiman las consideraciones sociales y ambientales.

Visión espiritualista: Bajo esta mirada lo ambiental representa lo sagrado, lo que debe ser respetado y venerado. La naturaleza representa lo puro, lo profundo, lo trascendente que va más allá de las necesidades humanas materiales. Se incluyen las perspectivas que consideran lo ambiental como un organismo vivo que requiere atención y cuidado y que tiene manifestaciones de vida propia.

Visión catastrofista: Cuando lo ambiental inmediatamente alude a la alteración, destrucción, degradación, contaminación. Bajo esta perspectiva el ser humano y sus actividades constituyen la amenaza permanente de deterioro ambiental y el factor central que llevará a la destrucción del planeta.

Visión integral: Cuando se reconocen las diferentes perspectivas anteriores con similar peso y significancia para entender la complejidad de lo ambiental.

De las diversas perspectivas arriba señaladas se desprenden varias implicancias. Una primera constatación es la diferenciación entre una visión que reduce lo ambiental a lo biofísico y otra visión que reconoce lo ambiental como el entorno por lo tanto de la totalidad que rodea al hombre.

Otra constatación refiere al entendimiento de lo ambiental como naturaleza separada del hombre y en la otra perspectiva el ser humano como parte de la naturaleza. Una tercera constatación es la reducción de lo ambiental a lo natural respecto a entender lo ambiental como todas las relaciones entre el ser humano y su medio, por lo tanto todo intercambio de materiales y energía en el sistema. Bajo esta perspectiva lo urbano, la industria, y las actividades económicas en general forman parte del complejo significado de lo ambiental.

Se reconoce además que no hay visiones puras y lo más frecuente es que haya traslapes y convergencias de perspectivas. Lo que sí se puede reconocer son actitudes tendenciales y son precisamente estas perspectivas que definen el pensar, sentir y actuar con relación a lo ambiental. Después de este recorrido de visiones nos queda claro la necesidad de desarrollar perspectivas más integrales que representen la complejidad de lo ambiental entendido como el entramado de factores de todo orden y tipo que se encuentran fuertemente entrelazados e interdependientes.

Bajo estas consideraciones lo ambiental es parte constitutiva de la vida humana presente y futura y ya no es posible verlo como algo accesorio o subordinado únicamente a las consideraciones de mercado que algunos sectores políticos y económicos pretenden mantener. Refuerza además la idea del tratamiento ambiental bajo los enfoques de la interdisciplinariedad y transdisciplinariedad.

Es una invitación a pensar sobre nuestras relaciones con el ambiente, con la totalidad del cual también formamos parte.

Fuente artículo: http://pcnpost.com/rodrigo-arce-los-diversos-entendimientos-sobre-lo-ambiental/

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