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Plantar 10 árboles: el requisito de grado de los estudiantes en Filipinas

Filipinas / 9 de junio de 2019 / Autor: Camila Londoño / Fuente: Elige Educar

La iniciativa, aprobada por el congreso, se traduce en 525 millones de árboles nuevos en una sola generación.

Hay una urgente necesidad de cambio… las acciones de los seres humanos a lo largo de la historia han deteriorado tanto el planeta Tierra que las especies se están extinguiendo, la vida se está apagando y los bosques están desapareciendo. Para revertir el problema no sólo es necesario llevar a cabo acciones individuales, también es fundamental impulsar un cambio social que incluya a los más pequeños. Es por esto, que en muchas escuelas del mundo se implementa iniciativas orientadas en formar a los estudiantes, para que sean ellos quienes marquen la diferencia desde temprano.

Joe Digital & Co

Son muchas las iniciativas, pero existe una, a nivel sistema, que llama particularmente la atención.

El 15 de mayo, el congreso en Filipinas aprobó una ley que exige que los estudiantes planten 10 árboles como requisito de grado. Este proyecto establece que el requerimiento se aplicará en todos los niveles: primaria, secundaria e incluso en educación superior. El responsable detrás de esta iniciativa se llama Gary Alejano. Según el congresista, el principal objetivo es promover responsabilidad intergeneracional y promover la protección del medio ambiente. “Reconocemos el derecho de los jóvenes a tener una ecología equilibrada y saludable… no hay ninguna razón por la que no se pueda hacer que contribuyan, para garantizar que esto sea una realidad”, comentó Gary Alejano sobre el proyecto de ley.

Chris Poulin/USFWS/En la foto: Gary Alejano

¿Qué impacto tendrá esto?

La iniciativa permitirá que sean plantados millones de árboles. Incluso si sólo el 10% de éstos sobreviven, el resultado sería de 525 millones de árboles en una sola generación. Sin duda, la ley apunta a generar un cambio medioambiental grande y sustancial. Pero además de esto, se puede destacar el hecho de que la ley involucre a las generaciones más jóvenes, pues esto implica que sean ellos los que ejecuten, también a futuro, acciones que permitan mantener el equilibrio natural del planeta en el que vivimos.

Chris Poulin/USFWS

En otros lugares como India, algunas escuelas están pidiendo a los estudiantes que paguen sus “cuotas escolares” recolectando y llevando a la escuela desechos plásticos de la ciudad. Esta iniciativa ha ayudado a generar conciencia sobre los residuos en los países asiáticos, también ha permitido que más estudiantes accedan a la educación e incluso ha permitido que los estudiantes ganan dinero reciclando plástico, minimizando así la problemática de la explotación infantil laboral.

Fuente del Artículo:
https://eligeeducar.cl/plantar-10-arboles-requisito-grado-los-estudiantes-filipinas
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15M en Brasil: un tsunami en la educación

Brasil / 9 de junio de 2019 / Autor: Márcia Bertoldi / Fuente: Rebelión

Desde que Jair Bolsonaro asumió el cargo de Presidente de Brasil, en enero de este año, vivimos la incertidumbre hacia la barbarie, no solamente en materia de educación, sino también en medio ambiente, trabajo, pensiones y otros derechos sociales conquistados hace mucho pero que en muy poco tiempo han visto quebradas sus perspectivas de continuidad y avance. Es más: está en curso un proceso de despiece del estado democrático, iniciado en Brasil tras 21 años de dictadura (1964-1985), por obra de un liberalismo clásico reformado que impulsa hacia un capitalismo violento.
 
En la mañana de 30 de abril de 2019, el Ministro de Educación anunció recortes del 30% en tres universidades públicas brasileñas, sin informar sobre los criterios de selección aplicados. Por la noche, ese mismo día, comunicó que el recorte valdría para todas las universidades e institutos federales. Según declaró a un periódico de gran tirada: “Las universidades responsables de altercados tendrán una reducción en su financiación”. En su opinión, las universidades están promoviendo “manifestaciones partidistas” y “fiestas inapropiadas” en el ámbito universitario. Las “manifestaciones partidistas” a las que se refería eran los debates organizados el 25 de abril de 2019 en una de las tres universidades afectadas, con presencia de los candidatos de la izquierda brasileña a la presidencia Fernando Haddad y Guilherme Boulos, y que tuvieron una participación masiva y repercusión nacional; mientras que las “fiestas” a las que hacía alusión son en realidad las acciones culturales y artísticas realizadas como forma de contestación al gobierno. No han bastado, por lo visto, los ataques de partidarios de Bolsonaro a dichas universidades. Ni han frenado el renovado impulso represor las grandes manifestaciones de protesta organizadas a nivel nacional.
 
A esta andanada hay que sumar el anuncio de Bolsonaro (por twitter, su principal canal de comunicación, y el mismo que utiliza preferentemente Trump), este mismo mes, de que el Ministro de Educación estudia retirar la inversión pública en las facultades de Filosofía y Sociología, al considerar que no aportan nada a los contribuyentes en contrapartida a su esfuerzo impositivo (a diferencia de las carreras de ingeniería, medicina o veterinaria).
 
Hay, por lo tanto, una evidente ofensiva contra la producción del conocimiento en Brasil, sobre todo en las universidades públicas, que son las responsables del 95% de la investigación nacional. A lo que se suma un evidente rechazo a las políticas de expansión y democratización de la universidad pública realizadas en los gobiernos de Lula da Silva y Dilma Rousseff (2003-2016), responsables, por ejemplo, de la inclusión de población negra (en 2005 era el 5,5% y en 2015 el 12,8%) y de bajos ingresos (el 66,19% tiene renta per cápita inferior a 1,5 salarios mínimos –aproximadamente 335,00 euros–).
 
En este contexto, el 15 de mayo, sólo dos semanas después del anuncio del 30 de abril, la comunidad académica se ha movilizado, con amplio apoyo social, en lo que se ha venido a llamar “Paro Nacional de la Educación” y/o “Tsunami de la Educación”, la primera gran protesta tras 5 meses de gobierno “bolsonarista”. El impacto ha sido fuerte: calles llenas, vivas, potentes, repletas de amor por la educación pública, gratuita y de calidad. Más de 200 ciudades en Brasil han participado de los actos con una presencia estimada de 2 millones de personas, en afectuosa diversidad de géneros, colores, etnias y clases sociales. La sociedad brasileña parece tener aún capacidad de movilización.
 
Principalmente se reclaman dos cosas: por un lado la defensa de la continuidad de la universidad pública y de las políticas de estado implementadas por el gobierno del Partido de los Trabajadores (PT) y, por otro, el freno a la política de recortes del gobierno. Por ahora, el gobierno se muestra insensible, pese a que dos rectores ya han apuntado que, si el gobierno no da marcha atrás, las universidades no estarán en condiciones de operar después de septiembre.
 
El Presidente, durante un viaje a Dallas, ha llamando “idiotas útiles” e “imbéciles” a los estudiantes, profesores y demás participantes en las marchas, llegando a afirmar que, por no saber, no sabían ni la fórmula del agua. La guerra que ha entablado con estudiantes y profesores no parece tener límite. A su vez, el Ministro de Educación, Abraham Weintraub, ha manifestado que los responsables son los gobiernos de Rousseff y Temer (presidente de 2016 a 2018, tras el golpe blando, y ahora procesado por corrupción). Con una indudable actitud despótica, ha interpretado unilateralmente el mandato constitucional sobre la autonomía de las universidades, que en su opinión no equivale a la soberanía de las mismas y por tanto no limita la intervención de la policía en los campus.
 
A pesar del éxito de las movilizaciones, quienes apoyan al gobierno las descalifican acusándolas de ideología marxista y difundiendo innumerables fake news (uno de los motores de la victoria electoral de Bolsonaro). El actual presidente, de muy baja formación intelectual, confunde comunismo con valores sociales y con la libre producción y manifestación artística, a la que responsabiliza de manipular las mentes de las personas. Está seguro, junto a sus ministros y seguidores, de que Brasil ha sido tomado por lo que llama “marxismo cultural”, en realidad luchas sociales que reclaman el respeto a la diversidad de ideas. Para él, los movimientos sociales feministas, indígenas, negros, LGBTI, campesinos y todo aquello que pueda intimidar al hombre de traje y corbata (el blanco en el poder) es pura ideología izquierdista.
 
En Brasil se está viviendo una confrontación radical entre “bolsominios” y “comunistas”: entre quienes apoyan el oscurantismo y quienes defienden la educación y el desarrollo; entre quienes defienden el estado mínimo, el final de los derechos conquistados, y quienes promueven un estado interventor y promotor de derechos. Una lucha alimentada desde un gobierno autoritario que incita el odio a las diferencias y a los pobres, que se enorgullece de su ignorancia, mediocridad e incapacidad política para gestionar la mayor economía de Sudamérica, mientras echa por tierra las ilusiones y posibilidades de un Brasil de futuro, genuinamente plural, intercultural y bonito por natureza, mas que beleza!
Fuente del Artículo:
http://www.rebelion.org/noticia.php?id=256823
Fuente de la Imagen:
https://www.pressenza.com/es/2019/05/30m-en-brasil-segundo-tsunami-por-la-educacion-en-dos-semanas/
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Educación: la silenciosa revolución de YouTube en la sala de clases

Alemania / 9 de junio de 2019 / Autor: Gero Schließ / Fuente: Prensa Libre

Casi sin que profesores y padres se dieran cuenta, YouTube se convirtió en un actor muy importante en la educación. Según un estudio, cerca de la mitad de los jóvenes alemanes usa videos para aprender.

Hasta ahora, YouTube ha sido considerado como un lugar para ver videos musicales o a personas que ofrecen tutoriales de belleza. Pero el video del youtuber Rezo, con el decidor título “La destrucción de la CDU”, dejó muy en claro que YouTube es más que un sitio para la entretención. También es un poderoso instrumento para el debate político.

Casi en paralelo, un sondeo realizado entre 800 estudiantes descubrió algo distinto, casi tan sorprendente como el éxito de Rezo: YouTube se ha convertido en un lugar para el aprendizaje. Casi el 50 por ciento de los estudiantes alemanes consultados usan la plataforma digital como fuente educativa. Los jóvenes valoran especialmente la variedad y la oferta de videos explicativos. O, como dice el estudio encargado por el Consejo para la Educación Cultural, “YouTube se ha convertido en el medio cultural líder entre la juventud”.

YouTube cambió la enseñanza

En la presentación del estudio, realizada en Berlín, el presidente de la Agencia Federal para la Educación Cívica, Thomas Krüger, criticó que no se haya reconocido aún la dimensión pedagógica de la plataforma de videos. “El uso de este medio por parte de los estudiantes es cada vez más importante, pero los padres y los profesores lo subestiman”, dijo Krüger. Este cambio radical ha pasado inadvertido. Podría decirse que una revolución pedagógica ha tenido lugar en el más absoluto silencio.

Según el estudio, los jóvenes usan YouTube sobre todo para repasar aquellas materias que no entendieron bien en la escuela. Además, encuentran mucha información para sus deberes, adquieren conocimientos generales y preparan sus exámenes. También es de destacar que YouTube sirve como fuente de inspiración para las clases de música, arte y teatro.

Por ello no sorprende que, según la encuesta, además del entretenimiento y la diversión, los jóvenes valoren a YouTube como un factor que incentiva la creatividad y facilita el acceso al conocimiento.

Consecuencias para la formación de profesores

Los cambios en los hábitos de aprendizaje deberían tener consecuencias también para la formación de los docentes, dicen los autores del estudio. No se trata solo de que los maestros conozcan YouTube y otros medios similares. Lo importante es incorporar el canal de videos a la pedagogía convencional. A medida que la tendencia propenda hacia el autoaprendizaje, los profesores desempeñarán un rol cada vez más de instructores educativos, dicen los especialistas.

Los profesores deberían también ser aliados a la hora de realizar un análisis crítico de los videos, pues al igual que en las noticias políticas, en los videos educativos no es fácil medir la calidad de la oferta. Por poner un ejemplo simple: si un alumno entiende mal una postura para hacer un acorde en la guitarra, el resultado será que la nota sonará mal y alguien debe estar a su lado para corregirlo. Los alumnos también deberían ser sensibilizados sobre el modelo de negocios que se esconde tras los videos  y cómo algunos influencers pasan a depender de las empresas que los auspician.

De todas formas, los expertos ven muchos beneficios en el uso de los videos de YouTube. Si se abren “nuevos caminos” junto a la “educación tradicional”, la calidad de la educación mejorará ostensiblemente. Y teniendo en cuenta los malos resultados que obtiene el sistema educacional alemán en las mediciones nacionales e internacionales, esta ayuda se requiere con urgencia.

Falta de comunicación

Pero sigue en pie la pregunta sobre cómo debería ser llevado a la práctica, para profesores y padres, este nuevo uso de YouTube. Thomas Krüger ve paralelos entre el sistema educativo y los recientes resultados en las elecciones europeas: así como el análisis de las votaciones refleja que falta comunicación entre los partidos tradicionales y las nuevas generaciones, también se repite el fenómeno entre profesores/padres y alumnos. “Hay una cierta incomunicación entre el currículum, los profesores y la vida de los estudiantes”, dice Krüger, quien valora el rol de los tutoriales digitales que ya existen en el sistema educacional, pues han servido como puente entre generaciones.

Una muestra de que las cosas van a otra velocidad en las escuelas la dio el mismo youtuber Rezo, que escribió en su cuenta de Twitter que “en los últimos días me han llegado muchos mensajes de profesores y estudiantes que han visto mi video juntos en la escuela y han montado discusiones sobre él”. Incluso el influencer tiene esperanzas en que la revolución digital que se acerca a las aulas genere cambios. (dz/ers)

El Consejo para la Educación Cultural se ve a sí mismo como una entidad asesora independiente que se preocupa de la calidad de la educación en Alemania. Es una iniciativa de instituciones como la Fundación Bertelsmann, la Fundación Deutsche Bank y la Fundación  Robert Bosch.

El estudio “Juventud/YouTube/Educación Cultural. Horizonte 2019” se basa en una encuesta representativa realizada a jóvenes de entre 12 y 19 años sobre el uso de la oferta cultural en sitios culturales digitales.

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Educación: la silenciosa revolución de YouTube en la sala de clases

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¿Son los cursos en línea una solución real para una costosa educación tradicional? Un meta-análisis dice que no

México / 9 de junio de 2019 / Autor: Paulette Delgado / Fuente: Observatorio de Innovación Educativa

En un presente donde la educación superior es cada vez más costosa y la deuda estudiantil sigue creciendo, ¿puede la educación en línea salir al rescate?

Aunque una credencial alternativa, como los MOOC, puede parecer una solución, hay muchos factores que se deben considerar antes de decidir que la educación en línea puede reemplazar el aprendizaje tradicional, entre ellos, el dinero que desembolsan tanto los estudiantes como la institución e incluso la calidad de la misma.

Un meta-análisis de la Universidad George Mason examinó más de 100 estudios sobre aprendizaje en línea para descubrir si está a la altura de su promesa. De acuerdo a este análisis, las clases tradicionales son mejores para niños pequeños, adolescentes y adultos jóvenes que no se han unido a la fuerza laboral debido a que la asistencia regular a clases les permite interactuar con otras personas de su edad, ser más disciplinados, seguir un horario establecido y mejorar sus habilidades sociales.

Además, las clases presenciales desarrollan una mejor relación profesor-alumno, lo que permite al educador evaluar mejor sus fortalezas y debilidades, servir como mentor y ayudar a los alumnos a encontrar posibilidades de carrera. A su vez, el estudiante tiene la oportunidad de expresar sus dudas y obtener respuestas de inmediato.

Por otro lado, las clases en línea son más convenientes para las personas interesadas en el aprendizaje permanente porque su formato permite que los alumnos tengan más flexibilidad en el proceso de aprendizaje. También permite al estudiante elegir entre una gama más amplia de opciones de diferentes carreras o intereses y acumular créditos o certificaciones en lugar de seguir un plan de estudios fijo.

Una desventaja de la educación en línea es que los estudiantes con menor preparación académica y de bajos ingresos suelen tener un desempeño inferior constante en este tipo de cursos y una menor tasa de éxito, señala el meta-análisis.

Estos resultados desalentadores hacen que la educación en línea se perciba como de menor calidad comparada con aquella que se lleva a cabo en un entorno tradicional y en la que se tiene interacción cara a cara. Sin embargo, es esencial recordar que la tecnología se aprovecha mejor cuando complementa los títulos tradicionales en lugar de reemplazarlos.

Uno de los estigmas de la educación en línea y una de las principales razones por las que los empleadores, estudiantes e incluso los profesores tienen una percepción negativa hacia la educación online, es la falta de interacción entre el profesorado y el estudiante. Es por eso que es crítico diseñar una mejor experiencia de aprendizaje con comunicación directa y significativa; esto mejorará la calidad de los cursos y desarrollará la satisfacción, el aprendizaje y los resultados de los alumnos.

A pesar de que los cursos en línea tienen opciones como las salas de chat que les permiten a los estudiantes comunicarse entre ellos y con el profesor, el retraso en la respuesta realmente puede desmotivar una discusión de ida y vuelta. Una solución a este problema pueden ser los sistemas de tutoría artificial ya que pueden ayudar a evaluar las debilidades de los estudiantes y diagnosticar errores y ajustar los materiales, lo que podría ayudar a complementar una interacción real entre el profesor.

Debido a que el aprendizaje digital es la única opción para muchos que no tienen los recursos o el tiempo para matricularse en un curso tradicional, este debe garantizar que el estudiante obtenga los conocimientos, autodisciplina y administración del tiempo y no solo que les brinde información o contenidos específicos.

Además, a pesar de que la educación en línea es el sector de la educación superior de más rápido crecimiento, está en riesgo de crear una brecha más grande entre aquellos con recursos y preparación académica intensa y aquellos que dependen de la tecnología para tener carreras profesionales productivas.

Está claro que la educación en línea o digital puede ser beneficiosa para aquellas personas que no pueden encontrar el tiempo para inscribirse en una clase tradicional y por lo tanto buscan una opción flexible, asequible y accesible para continuar su formación. Sin embargo, aún queda un largo camino por recorrer para alcanzar su potencial completo y sobre todo, eliminar el estigma y cambiar la perspectiva de la gente que suele creer que es una opción educativa de menor calidad.

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¿Son los cursos en línea una solución real para una costosa educación tradicional? Un meta-análisis dice que no

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La gestión del aula: es necesario cambiar de enfoque

España / 9 de junio de 2019 / Autor: Pedro Uruñuela / Fuente: El Diario de la Educación

Es necesario un giro en nuestro enfoque, dejar de exigir cambios solamente a nuestro alumnado y empezar a pensar en las cosas que podemos y debemos hacer de manera muy distinta.

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Fotografía: Enric Catalá

La mejora de la gestión del aula sigue siendo una de las preocupaciones fundamentales del profesorado, sea de la etapa que sea. Así lo he podido comprobar reiteradamente pero, sobre todo, desde la publicación de mi último libro dedicado precisamente a la gestión del aula.

Siguen preocupando entre el profesorado las conductas disruptivas, los comportamientos de determinados alumnos y alumnas que les impiden llevar a cabo su trabajo y que se concretan en diversas conductas. Preocupa la pasividad de determinado alumnado, que no hacen nada y no traen el material necesario; o las conductas agrupadas bajo la denominación de “molestar en clase”: desde hablar continuamente, levantarse sin permiso, ponerse a cantar, hacer ruido y otras acciones mucho más llamativas; o los retrasos, faltas de asistencia a determinadas horas o clases, ausencias prolongadas, etc. También preocupan las faltas de respeto hacia el profesorado, al quien consideran como “iguales” o “colegas”, junto con los conflictos de poder en los que se busca quién queda por encima en el conflicto o discusión, o las situaciones concretas de violencia que, aunque no tienen continuidad, rompen la convivencia y la buena relación necesaria en las aulas.

Estas conductas pueden encontrarse en todos los niveles educativos pero son especialmente importantes por su frecuencia en los dos últimos cursos de primaria y en los tres primeros de Ssecundaria. Se han incrementado de forma importante en los cursos de FP Básica y hasta en las enseñanzas de Educación de Personas Adultas, cuando en un grupo concreto predominan alumnos y alumnas jóvenes, que han agotado su permanencia en el instituto y acuden a la EPA con actitudes y comportamientos similares a los que mantenían en su centro y encuentran, a su vez, formas de trabajo muy parecidas a las de los centros en los que han fracasado. Se trata de conductas que preocupan mucho al profesorado y que están teniendo una alta incidencia en la salud personal y profesional de este colectivo.

No cabe duda de que todo profesor o profesora quiere llevar a cabo su tarea en condiciones adecuadas, de ahí su protesta y queja sobre la situación que les toca vivir. Sin embargo, hablando con el profesorado preocupado por estas situaciones, es fácil detectar una idea acerca del papel que jugamos como profesores y profesoras y la responsabilidad que le corresponde, en general, al alumnado disruptivo. Suele pensarse que es este quien debe cambiar, ya que son ellos y ellas quienes crean dichos problemas con su actitud y conducta. De ahí que exijamos básicamente al alumnado los cambios necesarios para crear un buen clima de aula, pensando que son, con su actitud, los responsables de lo que sucede en el aula.

Pero hay una pregunta que muy pocas veces se plantea entre el profesorado, y es la relativa a la atribución causal de lo que sucede en el aula: ¿a qué o a quiénes atribuimos la responsabilidad de lo que pasa dentro de la clase? Se trata de una pregunta fundamental y básica para dar una respuesta adecuada a lo que pasa, ausente de manera explícita entre el profesorado. Cuando reflexionamos sobre ella, es fácil encontrar un predominio de la atribución externa, de la responsabilización de personas, grupos u otros factores ajenas al aula y, sobre todo, muy alejadas de lo que hacemos el profesorado en las clases.

Es fácil señalar al alumnado, a determinadas características de su personalidad, de su carácter, contribuyendo así a un cierto etiquetado de los alumnos y alumnas. O se señala a la familia, que no se interesa o apenas se implica en la tarea educativa; también a la sociedad en la que vive, orientada hacia metas muy alejadas de las que se plantean en los centros educativos; o a la influencia de la televisión y de otros medios de comunicación, a las redes sociales y sus mensajes… En definitiva, a medios o factores ajemos al propio centro y a la tarea educativa.

La conclusión es fácil y sencilla: si el responsable es el alumno/a, u otras instancias, son estas quienes deben cambiar, quienes deben modificar su actitud y su manera de comportarse. Nosotros, profesores y profesoras, hacemos las cosas bien, por eso no las sometemos a revisión, sabemos qué es lo mejor y lo llevamos a la práctica. ¡Lástima que no encontremos la respuesta adecuada y proporcional a nuestro planteamiento! Y así se lo transmitimos al propio alumnado (tenéis que esforzaros más, que estudiar más…), a las familias (no debe consentir determinadas actitudes o comportamientos) y a la sociedad.

Sin embargo, este enfoque no solamente no sirve para solucionar los problemas, sino que contribuye a agrandarlos y perpetuarlos. Las conductas disruptivas se convierten en reiterativas, las sanciones no sirven para cambiar los comportamientos, ya no sabemos qué hacer y cómo abordar estas situaciones de indisciplina o desinterés por parte de nuestro alumnado.

Por eso es necesario un cambio en el enfoque, un “giro copernicano” en el enfoque de las conductas disruptivas, cambiando la manera de analizar y plantear nuestra acción educativa. No podemos pensar que es el alumnado quien debe cambiar, o su familia o la Administración. Debemos cambiar nuestra manera de abordarla y dar cabida a un enfoque sistémico-ecológico de lo que sucede en las aulas. Lejos de buscar dónde está el problema o quiénes son los culpables, debemos plantearnos ante todo qué necesidad educativa están poniendo de manifiesto estas conductas y cómo le vamos a dar respuesta.

Desde el enfoque sistémico-ecológico sabemos que en el aula todo está relacionado con todo, que la conducta del alumnado depende de cómo planteemos nuestra actividad docente, que tiene un gran peso la relación que mantenemos con él, que su mayor o menor actividad resulta fundamental en su comportamiento y que, en definitiva, la selección de contenidos, la metodología y forma de evaluación que pongamos en práctica, así como la forma de organizar el aula son factores fundamentales para explicar y comprender lo que sucede dentro de la clase y los comportamientos de nuestros alumnos y alumnas. Es el medio el que regula las conductas, y estas pueden ser causa y efecto, todo está relacionado con todo.

De ahí la necesidad del cambio de enfoque en lo que hacemos en clase. Un profesor o profesora, como bien señala Juan Vaello, no es sólo un transmisor de contenidos, es ante todo un creador de condiciones para el aprendizaje. Este solo es posible si se dan las condiciones adecuadas y le corresponde al docente crearlas para que sea posible el aprendizaje. De forma continua se están creando condiciones favorables o desfavorables: se consigue una mayor atención, se evitan distracciones, se prevén comportamientos disruptivos, etc., siempre relacionadas con lo que el profesor o profesora esté haciendo dentro del aula.

Sin embargo, gran parte del profesorado no es consciente de este planteamiento. Lejos de analizar y plantearse qué condiciones de aprendizaje está creando en su aula con sus propuestas didácticas, sigue exigiendo a su alumnado que cambie su actitud y su comportamiento, sin tocar apenas otros elementos que tienen una incidencia importante en el clima de la clase. Nos olvidamos de que, si seguimos haciendo las cosas de la misma manera, necesariamente los resultados van a ser los mismos.

Hace poco, en una visita de formación a un centro, encontré una frase que me hizo reflexionar: “Cuando una flor no florece, arreglas el entorno en el que va a crecer, no arreglas la flor”. En demasiadas ocasiones, ante los problemas que nos encontramos en nuestras aulas, seguimos pidiendo cambios a nuestro alumnado, “cambios a la flor”. No nos planteamos cómo es el entorno en el que crece, qué cambios debemos hacer, qué cosas debemos modificar para dar respuesta a los problemas existentes.

Es necesario un giro en nuestro enfoque, dejar de exigir cambios solamente a nuestro alumnado y empezar a pensar en las cosas que podemos y debemos hacer de manera muy distinta. Cambios para conseguir mejores relaciones interpersonales con nuestro alumnado (clima de aula, creación de grupo, comunicación, gestión de conflictos, protagonismo del alumnado), acciones sobre los elementos “motores” del alumnado (emociones y sentimientos, motivación) y cambios sobre los elementos internos del aula (contenidos, metodología, evaluación, organización interna, normas y sanciones, etc.). Pero de esto hablaremos en un próximo artículo.

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La gestión del aula: es necesario cambiar de enfoque

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Tres tiempos de la educación mexicana (II)

México / 9 de junio de 2019 / Autor: Betty Zanolli / Fuente: El Sol de México

II. Del porfiriato al diazordacismo

Al inicio 1870, el 72% de las escuelas -sobre todo a nivel superior- tenía financiamiento público, el 65% del cual procedía de los municipios. Sin embargo, las dificultades económicas que estos enfrentaron, pese a los esfuerzos realizados por el entonces ministro de Justicia e Instrucción, Joaquín Baranda -el promotor en 1885 de la Escuela Normal de Profesores y en 1888 de la Ley de Instrucción Obligatoria-, imposibilitaron poder contar con un eficiente sistema educativo nacional.

La llegada de Justo Sierra como subsecretario de Instrucción Pública dará un vuelco al panorama educativo. En 1905 es nombrado ministro de Instrucción Pública y Bellas Artes y desde allí proyecta un nuevo sistema educativo para transformar a la población “en un pueblo, en una democracia”. Su base: la educación primaria, su cumbre: la universidad y septiembre de 1910: uno de los meses más importantes para la historia de la cultura mexicana, al ser inaugurada el 22 de dicho mes, en el Anfiteatro de la Escuela Nacional Preparatoria (ENP), la Universidad Nacional de México (UNM) con motivo de la celebración del Primer Centenario de la Independencia de México y en cumplimiento al decreto de su Ley Constitutiva promulgado en mayo de dicho año por el presidente Porfirio Díaz. El organismo naciente reuniría a la ENP con las Escuelas Nacionales de Jurisprudencia, Medicina, Ingenieros, Bellas Artes y de Altos Estudios (art. 2º) y su objetivo primordial sería realizar la obra de la educación nacional (art. 1º).

Más tarde, la Carta Magna de 1917 refrendará el carácter libre de la educación estatuido por la Constitución de 1857, elevando además a rango constitucional su gratuidad y laicidad. En 1920 el presidente Adolfo de la Huerta designa Rector de la Universidad a José Vasconcelos, quien desde su seno habrá de proponer la creación de una Secretaría de Instrucción Pública encargada de implementar programas de educación a nivel nacional. Proyecto que se materializará al fundar Álvaro Obregón la Secretaría de Educación Pública y ser nombrado él su titular, desde la que promovería entre 1921 y 1924 la primera gran reforma educativa del siglo XX en nuestro país, en gran parte sustentada en la consolidación de una identidad cultural nacional. Por algo entre sus principales colaboradores contaba con personajes como Jaime Torres Bodet, Adolfo Best, Ezequiel A. Chávez, Pedro Henríquez Ureña, Gabriela Mistral y Julián Carrillo. Una de sus principales tareas: la alfabetización del pueblo mexicano mediante misiones culturales, considerando que todo aquél que supiera leer debería convertirse en maestro. “Cruzada contra la ignorancia” que se convertiría en uno de los ejes educativos para el resto de la centuria.

En 1925 la Normal es transformada en Escuela Nacional de Maestros, convirtiéndose en un prolífico centro profesional académico. Lamentablemente, no tardarán los avatares políticos del país en dejarse sentir. Asesinado Obregón, México está al borde de la guerra civil. Emilio Portes Gil es nombrado presidente substituto y Vasconcelos contiende como aspirante a la presidencia pero no logra su objetivo. En la UNM, por su parte, desde 1927 se incoa un anhelo autonomista que poco a poco ve incrementar su vis política. En 1929 los conflictos entre el rector Antonio Castro Leal y la Confederación de Estudiantes Universitarios son insostenibles. El 22 de mayo Portes Gil propone otorgar la autonomía universitaria y el 10 de julio promulga la Ley Orgánica que dará nacimiento a la Universidad Nacional Autónoma de México.

Meses después, con Lázaro Cárdenas en la presidencia, el marco jurídico educativo constitucional toma por rumbo la vía socialista, algo de lo que ya se hablaba desde los tiempos obregonistas. El nuevo proyecto, anticlerical, antiimperialista y a favor de los desposeídos, se sustentará en la alfabetización indígena y en considerar a la escuela como un proceso de producción nacional a fin de alcanzar una sociedad igualitaria. En 1936 es fundado el Instituto Politécnico Nacional y Cárdenas se promueve el reparto de libros por el Estado entre los alumnos de escuelas urbanas y rurales. Obras como Simiente pretenderán hacer de los maestros promotores de la democracia y de los infantes, futuros agentes de cambio.

A partir del régimen ávilacamachista, la política educativa se “modera” mientras la matrícula escolar se dispara, sin que las oportunidades de acceso a la instrucción puedan crecer en la misma proporción. Será gracias al impulso de Torres Bodet, Martín Luis Guzmán y René Avilés Rojas que, durante el sexenio de Adolfo López Mateos, se elaboren los libros de texto gratuitos que por décadas formarán a generaciones de mexicanos. No obstante, las principales reformas curriculares tendrán lugar entre 1964 y 1970: bachillerato único, normales para la capacitación industrial y agropecuaria y creación del sistema de telesecundaria. Avances educativos del diazordacismo que la tragedia social en que desembocó el movimiento estudiantil de 1968 eclipsó.

Fuente del Artículo:

https://www.elsoldemexico.com.mx/analisis/tres-tiempos-de-la-educacion-mexicana-3640464.html

Fuente de la Imagen:

https://rosalvamartinez.webnode.es/historia-de-la-educacion-en-mexico/

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La autoridad docente no es horizontal

Argentina / 9 de junio de 2019 / Autor: Daniela Leiva Seisdedos / Fuente: INED21

La autoridad no es para los arrogantes

No es para los que no reconocen sus obligaciones; la autoridad es ‘arte del contrato social’ que tenemos todos los seres humanos que queremos vivir en una sociedad democrática, con el fin de que nos respetemos entre todos. En el proceso de enseñanza-aprendizaje que ejercemos en el aula se aborda el aprendizaje que implica convivir con la autoridad –porque esta se convierte en un elemento de la educación–.

La autoridad docente no se puede separar de otros conceptos y «jaquea», hoy en día, la profesión de los docentes. Autoridad viene del latín auctoritas y significa ‘calidad de autor’.

EL CONCEPTO DE ‘RESPETO’

La ausencia de valores que se viven en las familias y la sociedad, ayudado por la decadencia que ha tenido la noción de familia –tal como la conocíamos– y el hecho de que nos cueste encaminarnos hacia la aceptación de nuevos modelos de unidad familiar genera la falta de reconocimiento de la figura del docente, porque se ha desvirtuado el concepto de ‘respeto’: se ha hecho un concepto relativo en el quecabe todo, con respecto al que todo da lo mismo.

Hay un tango en Argentina que se llama Cambalache en donde se dice «todo es igual nada es mejor,  lo mismo un burro que un gran profesor», y pedimos muchas veces como solución un mayor reconocimiento social y un reforzamiento de su autoridad.

Autoridad es dignidad, y la dignidad se demuestra en el ámbito laboral; nuestro trabajo es tan digno que «multiplica» la dignidad. Con todo, hay alumnos que parecen desconocer las reglas elementales de convivencia, porque no saben qué es, no las traen aprehendidas desde el hogar.

NI IMPONER NI OBLIGAR

No se puede imponer ni obligar

La docencia es un oficio que requiere reconocimiento y respeto. Para eso, los docentes necesitamos –entre otras cosas– autoridad.  Uno de los requisitos para tener autoridad es que sepamos cuál es nuestro trabajo, el saber y nuestra preparación profesional son fundamentales. Por ello conviene recordar que el respeto, el reconocimiento, no se puede imponer ni obligar, eso genera autoritarismo y es ilegal porque nadie está obligado a obedecer.

Los especialistas coinciden: pocas cosas debilitan más la autoridad docente que las críticas o descalificaciones de los padres. El Dr. Emilio Tenti Fanfani afirma: «En el origen de los sistemas educativos modernos, la autoridad del maestro se afirmaba también como una especie de “efecto de institución”».

La autoridad del maestro, condición necesaria para el aprendizaje, no existe como cualidad innata, se construye.

En la escuela y en educación siempre discutimos sobre la autoridad, el mundo discute sobre autoridad. Debemos, también, tener en cuenta que antes por el hecho de ser adulta a una persona se la consideraba en cierto modo, autoridad. El mundo, sin embargo, cambió y hoy no es exactamente así: tenemos más derechos, pero no supimos aprender cuáles eran nuestras obligaciones, nos quedamos «rengos».

¿ASUNCIÓN DE ERRORES?

Algunos educadores, al amparo de nuevas teorías, piensan que la autoridad es incompatible con la educación; por eso, se cree en el dejar hacer, en esa libertad mal entendida que crea libertinaje, al hacerse los docentes “amigos” de sus alumnos.

A mí me gustan las cosas claras: padres es padre, no amigo; y docente es docente, y no amigo. No me gusta lo difuso, podemos guiar, ayudar, etc., pero no somos amigos y, luego, caigo sobre mis pensamientos y me llama poderosamente la atención comprobar cómo ante ciertas circunstancias la autoridad es reclamada e incluso exigida, en fin, el síntoma de «las papas que queman» y es ahí cuando empezamos a desparramar culpas y no asumimos nuestros errores.

La autoridad no se impone, se construye. Soy de las que piensa que la autoridad del docente –junto a la imposición de límites– es fundamental en el desarrollo de un sistema educativo de calidad.

El mando y la obediencia deben estar presentes en la escuela, es parte de una buena gestión como en toda organización social que necesite mantener un cierto orden para el cumplimiento de sus fines.

Un adulto que guíe a nuestros alumnos es fundamental. No quiero una pedagogía anti escuela, que mine la autoridad de los docentes.

No todos somos iguales a la hora de dar clases, pero los principales responsables del aula somos los docentes y así debemos reestablecer el clima de armonía que se requiere para impartir clase, sin olvidar los contenidos y la función de esos contenidos en la sociedad.

La escuela tiene que ser un lugar donde valga la pena estar, incluso para los docentes.

Fuente del Artículo:

https://ined21.com/la-autoridad-docente-no-es-horizontal/?fbclid=IwAR08ho0BJvZPnBYkDhyeoI1ZaKqWPA7HiUCAIg8Nhkf5ebmJbpGg2aweoJk

ove/mahv

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