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Misoginia en la Normal

Por: Miguel Ángel Casillas

En solidaridad con Rosío Córdova

La resistencia de las instituciones de educación superior para enfrentar una reforma con perspectiva de género es fortísima, el pacto patriarcal se reproduce cotidianamente y las mujeres siguen siendo víctimas frecuentes de agresiones y discriminaciones. Como si estuviéramos en la Edad Media o sujetos a los rigurosos criterios de la Inquisición, en las instituciones de educación superior todavía siguen vigentes disposiciones arbitrarias en las que descansa la dominación masculina.

Es inaudito que en pleno siglo XXI, en la Benemérita y centenaria escuela normal veracruzana, una institución históricamente feminizada, con órganos de gobierno integrados mayoritariamente por mujeres, con muchas mujeres en cargos directivos, sigan vigentes criterios que castigan a una estudiante embarazada. Es el caso de Karla, una chica de octavo semestre, que sufre discriminación y le han dado de baja administrativa.

Karla se embarazó, tuvo una amenaza de aborto y los médicos le prescribieron dos semanas de reposo absoluto. Por tanto, faltó a unas clases prácticas, tramitó su incapacidad y aunque tenía justificado faltar dos semanas sólo lo hizo durante cinco días. En la BENV se la aplicaron, por acumulación de faltas fue dada de baja.

Ha ocurrido un uso absurdo de la reglamentación, que ya debería de haber sido reformada con una perspectiva de género para eliminar cualquier sanción y discriminación a las chavas por ser mujeres, por embarazarse, o por tener hijos. La falta de actualización de las reglamentaciones universitarias es prueba de la resistencia misógina, como también lo es lo absurdo y rígido de su aplicación. Los reglamentos escolares de las instituciones de educación superior fueron elaborados desde la perspectiva masculina y están plagados de referentes que sostienen su dominación; su reforma democrática es una asignatura pendiente y no habrá pleno respeto a los derechos humanos si no se transforman a profundidad. Sin embargo, la reforma legal sólo cobrará sentido cuando se cambien las conciencias y las creencias de los agentes de la educación.

Pues también ocurre un trato discriminatorio cuando secretarias, funcionarios, profesoras y profesores coinciden en sancionar, despreciar y condenar a una chica por haberse embarazado. Predomina en la institución un sentido común, una creencia compartida y una representación social dominante claramente discriminatoria hacia las mujeres que rompen o desafían los estereotipos establecidos. En la Normal, el sector dominante de la institución, integrado sea por hombres o mujeres, comparte una visión ideológica conservadora sobre la mujer que se impone durante la socialización y se reitera cuando se castiga a quien disiente.

En lugar de ser un espacio para reivindicar la independencia, la libertad, la creatividad y el derecho al conocimiento como base de la emancipación social, en la Normal predomina una visión anticuada que se opone a la liberación femenina. En la socialización escolar se impone un currículum oculto de carácter misógino que está orientando la formación de maestros. En efecto, Karla y otras estudiantes no son las únicas víctimas que están siendo afectadas por la discriminación y la dominación masculina; pues si estamos hablando de maestros en formación, tendríamos que reconocer que los efectos de la dominación son más amplios y trascenderán a las prácticas profesionales de los maestros en funciones.

La denuncia de Karla corre a cargo de la Comisión de derechos humanos, porque los órganos colegiados de la BENV no pueden resolver el caso de discriminación de que ha sido objeto. Es deseable que su demanda sea atendida, que le permitan terminar y acreditar sus cursos al tiempo que tiene a su hijo. Sin embargo, la Normal debería tomar medidas para que estos problemas no se repitieran y se garantizaran plenamente los derechos humanos de los estudiantes. A la BENV y a otras escuelas normales les vendría bien reconocer que su diseño institucional corresponde a un pasado que ya pasó y que sus reglamentaciones deben estar acordes con la Constitución y con la Ley general de educación superior; que les urge una reforma con perspectiva de género que ponga por encima la emancipación y liberación femenina, y que haga de las maestras y maestros un ejemplo de renovación de las relaciones entre hombres y mujeres.

Fuente: http://www.educacionfutura.org/misoginia-en-la-normal/

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El Pacto Educativo da vuelta a la rotonda

Por: Dinorah García Romero 

Los urbanistas me podrán decir que la rotonda tiene su utilidad. Como educadora, puedo decirles y demostrarles que no funciona para la transformación de la realidad social y educativa del país.

El 19 de mayo del año en curso, se celebró la 14a Asamblea Plenaria del Pacto Nacional para la Reforma Educativa 2014-2030. En esta sesión, estuvo presente un selecto grupo caracterizado por el trabajo y por la preocupación a favor de la calidad y de la equidad de la educación en la República Dominicana. Sin lugar a duda, el Pacto Educativo constituye uno de los hitos más importantes del quehacer educativo en los últimos años. De igual manera, evidencia, al menos en el discurso, el interés por liberar, al sistema educativo dominicano, del atraso y de la deficiencia sistémica. Este Pacto expresa la voluntad de la diversidad de sectores de la sociedad dominicana de hacer avanzar la educación y al país, desde la articulación de visiones, prácticas y recursos, de sectores gubernamentales y empresariales; así como del trabajo y experiencia de organizaciones de la sociedad civil y de los representantes de los partidos políticos. La composición del Pacto es plural; por ello, aunque no se aproveche, es un espacio idóneo para optimizar la construcción colectiva y la conjunción de talentos para ver y hacer más allá de los intereses particulares. Otro rasgo distintivo del Pacto Educativo es la presencia de diversidad de Ministerios comprometidos con su desarrollo. Asimismo, incluye la representación de ámbitos educativos, como la educación preuniversitaria, la educación superior y la educación de las personas con condiciones especiales. El ámbito de la educación técnica ha de retomar su participación activa.

A los 8 años de la firma del Pacto Educativo, nos encontramos con una plataforma que se especializa en dar la vuelta a la rotonda. Esta especialidad se caracteriza por girar en torno a la misma idea, sin aplicación  práctica que eleve cualitativamente la educación nacional. Se plantea la necesidad de un sistema de indicadores que posibilite las concreciones y la calidad de la educación. El tiempo se va, y se descubren carencias en detrimento de una acción razonada y efectiva. Esta cultura no favorece el desarrollo institucional; tampoco contribuye a la aplicación de las razones y objetivos que les dieron sentido al Pacto. Por tal motivo, esta instancia tiene que redireccionar su dinámica de funcionamiento y su política, para darle cumplimiento a las metas que ha de impulsar y alcanzar. Es injustificable que, en 8 años, no se pueda exhibir ninguna acción creíble derivada del trabajo desde este organismo. Los pasos que se han dado no han tenido el impacto que la educación necesita y que la sociedad demanda. En cada sesión no podemos acordar y reacordar que vamos a fortalecer la calidad de la educación. Todos los actores del Pacto Educativo somos responsables de una acción más eficiente y eficaz. Hemos de poner los medios y los recursos necesarios para ello. De continuar dando la vuelta a la rotonda, se acentuará el desfallecimiento educativo nacional y paralizará a la sociedad dominicana. Me atrevo a afirmar que ninguno de los participantes en el Pacto Educativo está interesado en que esto ocurra. Por lo tanto, urge un cambio radical en la conducción, en el trabajo y en los resultados del Pacto Educativo. Es necesario cambiar el tecnicismo que domina el desarrollo de la Asamblea Plenaria. De la misma forma, es importante que la agenda contemple menos temas de reflexión y que estos sean trabajados previamente. Las sesiones han de ser para el análisis y debate de las propuestas surgidas del estudio y de la praxis de los temas de la agenda que previamente se acordó. Estas sesiones de trabajo han de ser también para tomar decisiones sobre las propuestas presentadas y aprobadas. Tenemos que retomar el sentido y la acción estratégica del Pacto. En este orden,  la lógica de la acción-reflexión-acción se debe aplicar sin pusilanimidad. La articulación entre reflexión-procesos y resultados es imprescindible. Es preciso, también, imprimir un carácter más ágil y práctico a las estrategias utilizadas por el Pacto Educativo, sin que mengue la calidad. Los urbanistas me podrán decir que la rotonda tiene su utilidad. Como educadora, puedo decirles y demostrarles que no funciona para la transformación de la realidad social y educativa del país.

Fuente: https://acento.com.do/opinion/el-pacto-educativo-da-vuelta-a-la-rotonda-9064926.html

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Venezuela: Sector universitario protesta para exigir restitución de derechos laborales

América del Sur/Venezuela/20-05-2022/Autor(a) y Fuente: www.elnacional.com

La manifestación, que fue pautada para las 10:00 am, se lleva a cabo en todo el país. Los docentes han reiterado que seguirán en las calles hasta que el gobierno de Nicolás Maduro cumpla sus peticiones.

Trabajadores del sector universitario protestan este miércoles en rechazo a la aplicación del instructivo de la Oficina Nacional de Presupuesto (Onapre) y para exigir la restitución de sus derechos laborales.

La protesta, que fue pautada para las 10:00 am, se lleva a cabo en todo el país.

Los docentes universitarios han señalado en diversas protestas que seguirán en las calles hasta que el gobierno de Nicolás Maduro cumpla sus peticiones.

Sin embargo, estas manifestaciones tomaron lugar desde hace aproximadamente cuatro años, cuando el Ejecutivo asomó su intención de aplicarles a los maestros el tabulador de la Onapre en lugar del que rige para el gremio.

Los docentes explicaron que, según la ley, los maestros no son considerados funcionarios públicos, por lo que no se les puede aplicar el mismo tabulador salarial o el diseñado por la Oficina Nacional de Presupuesto.

José Gregorio Afonso, directivo de la Asociación de Profesores de la UCV (Apucv), señaló para el medio de noticias Contrapunto que hay un conjunto de beneficios contractuales atados al salario, que son de la Cuarta Convención Colectiva del sector universitario firmada en mayo de 2021, y que han sido violados por el instructivo de la Onapre de marzo de 2022. Resaltó que ninguno de los cambios ha sido consultado.

Afonso además dijo que se han reducido primas como las de antigüedad (a la cual le pusieron un tope de 30%).

«El gobierno ha dado muestras de un desorden tremendo. La ejecutoria en la administración del Estado no es satisfactoria. En la primera quincena (marzo) aplicó el instructivo a algunas primas y a otras no (en promedio entre 30% y 40%). Los recortes siguieron en abril, con 50% o 60%. Y ahora podemos llegar a 70% de recorte», añadió.

Los maestros han reiterado sus exigencias en cada protesta: eliminación del tabulador de la Onapre, respeto a las contrataciones colectivas, respuestas por las irregularidades en los aportes a la caja de ahorro y salarios dignos.

El presidente del Sindicato de Trabajadores de la Universidad Central de Venezuela (UCV), Eduardo Sánchez, indicó recientemente que con la aplicación del tabulador de la Onapre cada trabajador pierde 45% y 62% del salario.

 

 

Fuente e Imagen: https://www.elnacional.com/venezuela/sector-universitario-protesta-para-exigir-restitucion-de-derechos-laborales/

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Normales rurales: 100 años de esperanza

Por: Tanalís Padilla*

Publicado en La Jornada

Cuando se fundó la Escuela Normal Regional de Tacámbaro, Michoacán, en 1922, México vivía una situación incierta. Apenas terminada la guerra revolucionaria, se empezaban a establecer las instituciones para forjar una nación conforme a los principios de la Constitución de 1917. El proyecto tendría sus tendencias oficiales (fortalecer un Estado laico, la asimilación de la población indígena) y populares (la redistribución de la riqueza, la justicia social), así como sus enemigos acérrimos (el clero y sus aliados de la clase hacendada).

Las normales regionales –que luego pasarían a ser normales rurales– reflejan este contexto de incertidumbre, esperanza y hostilidad. De las normales rurales fundadas en 1922 (otra en Gómez Palacio, Durango) sólo Tacámbaro sobrevivió, pero tuvo que cerrar temporalmente en 1924 y trasladarse de lugar en lugar hasta que llegó a su ubicación actual en Tiripetio, en 1949. Otras normales rurales fundadas en estos primeros años como las de Molango, Hidalgo, en 1923 y San Antonio de la Cal, Oaxaca, en 1925, vivieron experiencias parecidas. Algunas cerraron por falta de recursos, otras por falta de alumnos (en algunos estados no había suficientes primarias para reclutar estudiantes). Para 1926 el sistema se iría fortaleciendo con una expansión de los planes de estudio, la fundación de planteles como Ayotzinapa y El Mexe y el mismo empeño de las comunidades que aportaban recursos, mano de obra, y materiales para que se construyeran más normales rurales.

Para la década de 1930 las normales rurales serían la columna vertebral de la educación rural. La intensa movilización popular durante el cardenismo, la adopción oficial de la educación socialista, el reparto agrario, la nacionalización del petróleo, la formación de cooperativas, ligas agrarias y sindicatos, así como la expansión del mismo sistema de normales rurales (su número de planteles llegó a 35), hizo que esta década marcara la llamada época de oro de estas escuelas. Este contexto de cambios estructurales, redistribución de riqueza y concientización de masas, ayuda a explicar por qué un periodo tan corto tuvo repercusiones tan duraderas.

En la historia de las normales rurales, la Federación de Estudiantes Campesinos Socialistas de México (Fecsm) constituye otra explicación central del porqué estas escuelas persisten a pesar de contextos tan cambiantes, asedios de grupos reaccionarios e intentos del mismo Estado por desaparecerlas. Constituida en 1935 como organización que abogara por los derechos de los estudiantes campesinos y les diera voz dentro de las instituciones que los formaban, la Fecsm –organización estudiantil existente más antigua–, ha sido el principal vehículo de lucha para preservar y defender a las normales rurales. Su empeño en recordar los orígenes y la lógica de las normales rurales, su insistencia en una tradición educativa que va más allá de las paredes del salón y los muros de la escuela, y su determinación por concientizar a cada generación de estudiantes, ha hecho que las normales rurales resalten como instituciones únicas no sólo en México, sino en el mundo.

El carácter ejemplar del proyecto educativo revolucionario en general, y las normales rurales en particular, no pasó desapercibido en el resto de América. En la década de los 20, la poeta chilena Gabriela Mistral expresó admiración por una pedagogía que vinculaba lo académico con el cultivo de la tierra, los talleres y la pequeña industria, como era la tendencia en las normales rurales. Se une así, sostuvo Mistral, el conocimiento intelectual con el artesanal para formar el cabal tipo humano. En los años 30, Bolivia envió a importantes pedagogos a México para aprender de su experiencia de educación rural e invitaron a figuras como Moisés Sáenz, subsecretario de Educación y promotor de la pedagogía de acción, a visitar el país andino. También desde los Andes, Perú, que en la década de los 40 se preparaba para crear sus propias normales rurales, quería “aprovechar la valiosa experiencia de las demás repúblicas latinoamericanas poniendo sus miras preferentes en México… [donde] sus escuelas normales rurales vienen funcionando desde hace más de 20 años”. Después de su recorrido por la República Mexicana, el representante peruano Max Miñano García escribiría La educación rural en México, un voluminoso texto con invaluable información sobre las normales rurales y editado por la SEP en 1945.

A 100 años de la fundación de la primera normal rural, la pregunta sobre si siguen siendo relevantes persigue a estas escuelas. ¿Qué lugar tienen en un México urbanizado y moderno? Tanto ha cambiado es cierto. Pero las estructuras básicas de poder y riqueza continúan allí: incalculables fortunas en unas cuantas manos, el asedio de la reacción a cualquier intento por mejorar las condiciones del pueblo, un neoliberalismo que ha erosionado las conquistas revolucionarias, el poder de las trasnacionales con sus aliados de la élite nacional y un imperio que, no obstante su decadencia, sigue empeñado en intervenir, limitar y controlar a nuestra América.

Más que preguntar si las normales rurales son relevantes hoy día, deberíamos preguntar qué podemos aprender de ellas, su historia de lucha y su dinámica de resistencia colectiva. ¿Cómo lograron estas escuelas, siempre tan precarias, siempre tan atacadas, sobrevivir un siglo? ¿cómo es que han formado a tantos líderes sociales? ¿de dónde viene esa conciencia crítica que desarrollan sus alumnos? Este centenario nos da una oportunidad de hacer memoria y acercarnos a esta historia. Si lo hacemos, la interrogante sería no si continúan siendo relevantes, sino cómo fortalecerlas.

* Profesora-investigadora del Instituto Tecnológico de Massachusetts. Autora del libro Unintended Lessons of Revolution , una historia de las normales rurales

Fuente: https://www.jornada.com.mx/2022/05/17/opinion/012a2pol

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Organizaciones sindicales reivindican la mejora de las condiciones laborales en la universidad durante la cumbre de Unesco en Barcelona

Por:

  • La capital catalana acoge estos días la tercera Conferencia Mundial de Educación Superior (WHEC2022) de Unesco con el objetivo de «remodelar las ideas y prácticas en la educación superior para garantizar el desarrollo sostenible para el planeta y la humanidad». La Internacional de la Educación, de la mano de CCOO exigen hablar, entre otros temas, de las condiciones laborales de PDI (personal docente e investigador) y PAS.

El empeoramiento de las condiciones laborales del personal docente e investigador, también del de administración y servicios, no es ninguna novedad desde hace algunos años. Numerosas han sido las informaciones desde, sobre todo 2010, que han dado la voz de alarma sobre salarios irrisorios y condiciones draconianas para el personal que da clase e investiga en las universidades españolas.

Se trata de una situación que no afecta, ni de cerca, solamente a España, sino que es una tendencia bastante extendida en otros países, de nuestro entorno cercano, pero no solo. También en América Latina la situación del profesorado universitario es precaria. Entre otros motivos, por la privatización de este sector educativo. La región sudamericana es, en el mundo, la que mayor tasa de privatización de universidades tiene. Al menos, así lo ha asegurado Yamile Socolovsky, responsable de Educación Superior e Investigación de la IE en América Latina (IEAL).

Tanto ella como David Edwards, secretario general de la Internacional de la Educación (IE) y Encina González, secretaria de Universidad e Investigación de FECCOO Estatal han celebrado esta mañana una rueda de prensa en Barcelona en el marco de la celebración de la Conferencia Mundial de Educación Superior de Unesco. El motivo, señalar algunos de los problemas más importantes de la educación superior que, según han comentado, parece que quedarán fuera deprograma de la Conferencia.

Problemas

Los problemas de la universidad, desde el punto de las centrales sindicales, se encuentran principalmente en la pérdida de condiciones dignas de trabajo en el personal docente de los centros de educación superior. La precarización de este sector supone, como explicó González, que en España no sea hasta los 45 años que alguien ve estabilizada su carrera profesional en la universidad. Esta es la razón de que sea complicado que la educación superior atraiga a personas jóvenes que hagan el relevo necesario.

Salarios bajos y concatenación de contratos temporales que, como explicaron tanto González como Edwards afecta principalmente a las mujeres, que se llevan la peor parte. Como comentó la responsable de CCOO, además de esto, ellas publican sus investigaciones en revistas más prestigiosas que ellos pero tienen menos citas (cosa que impacta también en sus condiciones de trabajo).

La mercantilización es otro de los problemas que han señalado los tres líderes sindicales. Uno de sus puntos importantes está relacionado con los requisitos, tanto en España como en buena parte del mundo, de que el personal docente e investigador, realice publicaciones en revistas prestigiosas e indexadas. Algo que repercute en sus condiciones salariales. Esta circunstancia supone que, explicó Socolovsky, que unas pocas editoriales de estas mismas revistas reciban importantes cantidades de dinero público que se paga para que este personal pueda publicar el resultado de sus investigaciones. En muchos casos, además, estas mismas editoriales cobran importantes sumas de dinero para permitir que otras y otros investigadores puedan leer estos mismos artículos.

Además de esta situación con las revistas indexadas, la situación de la pandemia y el cierre de centros universitarios durante varios meses en todo el mundo obligó a lo que en su momento el ministros Castells llamó enseñanza híbrida, es decir, a que las universidades rápidamente intentaran responder a esta situación a través de la digitalización de sus cursos. Una digitalización acelerada que, como denuncian los sindicatos, ha supuesto que muchas empresas tecnológicas hayan aprovechado para hacerse con parte de un nicho de mercado que mueve muchos millones de euros anualmente.

Como explicó Encina Gonzáles, la «digitalización ha consistido en poner lo mejor de cada quien sin que haya garantía de calidad de la enseñanza», a lo que se suma un sobreesfuerzo continuado durante muchos meses, una cierta exposición de la vida privada del profesorado y un empeoramiento de las condiciones de trabajo.

A esto, Edwards unió el negocio que supone «la recolección de datos a través de la huella digital del alumnado»; una huella que se produce por el uso de aplicaciones y redes privadas en vez de públicas y basadas en código abierto. Para él, los gobiernos deben proteger al alumnado y «deben ir más allá del enfoque comercial basado en datos».

Finalmente, el otro gran problema señalado por los representantes sindicales es la privatización de la universidad. Por una parte, con la proliferación de una gran cantidad de centros universitarios creados y gestionados por empresas privadas (como recordaja Yamile Socolovsky, América Latina es la región del mundo con más universidades privadas), como es el caso, como comentó Gonzáles, de Madrid y Cataluña en los últimos años.

Socolovsky sostuvo que es esencial una universidad pública «especialmente de los países de la región para superar obstáculos históricos que condicionan a nuestra población de llegar a condiciones dignas de vida».

Los tres dirigentes sindicales han exigido que estas situaciones tengan reflejo en el desarrollo de la Conferencia. Han denunciado que la agenda de este encuentro no es transparente y que no está claro qué tipo de declaración acabará publicándose una vez que termine y hasta qué punto la Unesco se verá obligada a seguirla.

Por eso han pedido tener más espacio en su desarrollo y que cuestiones relacionadas con la inversión pública o la mejora de las condiciones de trabajo (dignas y en libertad) tengan un peso importante en los debates.

LOSU

Sobre el nuevo anteproyecto de Ley Orgánica del Sistema Universitario que presentó hace unos días el ministro de Universidades, Joan Subirats, Encina González ha asegurado que todavía están valorando el texto pero que le parece «prolijo en ciertos temas y generalista en otros». Al sindicato le preocupa la financiación y el porcentaje sobre el PIB (que no se sabe si saldrá del Gobierno o de las CCAA) y que «se aleja de las medias de la UE y la OCDE».

También aseguró que queda perfilado todo lo que tiene que ver con el personal y se obvia la negociación con los representantes de los trabajadores. «No se constituye la mesa de negociación, dijo, y se deja en las CCAA la legislación».

González cree que esa posible desregulación por falta de claridad en el texto pueda suponer la creación de diferentes sistemas universitarios dependiendo de las comunidades autónomas, que no se contemple en el texto nada relativo al Estatuto del PDI o que haya poca definición en la posibilidad de que las matrículas sean gratuitas. También señala la preocupación de que el texto de la ley no haga un mayor control sobre la proliferación de universidades privadas y que, al no ser muy definida, sus desarrollos posteriores puedan suponer que se dé la vuelta al sentido del preámbulo de la ley.

Fuente e Imagen: https://eldiariodelaeducacion.com/2022/05/17/organizaciones-sindicales-reivindican-la-mejora-de-las-condiciones-laborales-en-la-universidad-durante-la-cumbre-de-unesco-en-barcelona/

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Tasa de admisión de educación superior de China alcanza 57,8 %

Asia/China/19-05-2022/Autor(a) y Fuente: Spanish.xinhuanet.com

La tasa bruta de matrícula de la enseñanza superior de China alcanzó el 57,8 por ciento en 2021, en comparación con el 30 por ciento registrado en 2012, informó hoy martes el Ministerio de Educación.

Más de 44,3 millones de alumnos están estudiando en las instituciones de educación superior de todo el país, señaló la cartera en una rueda de prensa, y agregó que China ha construido el sistema de educación superior más grande del mundo.

Hasta el momento, un total de 240 millones de personas han recibido educación superior en China, según la entidad.

En la rueda de prensa también se destacaron los logros de la reforma y el desarrollo de la educación superior del país en la última década.

La educación superior de China está en la etapa de volverse universal, dijo Xie Weihe, profesor de la prestigiosa Universidad Tsinghua.

En términos de innovación y educación empresarial, los colegios y universidades del país asiático han diseñado más de 30.000 cursos y han contratado a 174.000 maestros con formación profesional, según estadísticas oficiales.

Hasta el final de febrero de 2022, China tenía más de 52.500 cursos masivos abiertos en línea (MOOC, por sus siglas en inglés) con 370 millones de usuarios registrados, dijo, a su vez, Wu Yan, director del departamento de educación superior del ministerio.

Más de 330 millones de estudiantes de colegios y universidades han recibido créditos MOOC, agregó Wu.

Fuente: http://spanish.news.cn/2022-05/17/c_1310596069.htm

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Nuevos abordajes para el derecho humano a la educación superior: Reflexiones y propuestas desde América Latina y el Caribe

CLADE: Campana Latinoamericana por el Derecho a la Educacion 

La educación es un derecho humano que se ejerce a lo largo de la vida; incluye, por lo tanto, la educación en la primera infancia, la educación técnica, vocacional, profesional y universitaria para todas las personas, en cualquier etapa de su vida.

La Declaración Universal de Derechos Humanos establece, en su artículo 26, el derecho a la educación superior: “el acceso a los estudios superiores será igual para todos, en función de los méritos respectivos”. También el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales, Culturales (PIDESC), en su artículo 13, establece las obligaciones de los Estados de asegurar el acceso progresivo universal y gratuito a todas las personas a la educación superior, lo que debe realizarse sin ninguna condición. Otros instrumentos de derecho internacional relevantes son: la Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer (1979), que en su artículo 10 establece la igualdad de acceso a la educación para las mujeres y la eliminación de roles estereotipados que legitimen la violencia de género en el proceso educativo; la Convención de Derechos del Niño (1989), que señala en el artículo 32, que el derecho a la educación es necesario porque protege de la explotación económica y laboral, las cuales pueden entorpecer el proceso educativo del niño o la niña, y en el artículo 28 subraya que la enseñanza superior deve accesible a todos; y la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad (2006) que, en su artículo 24, exige que el proceso educativo sea inclusivo para todos y en todos los niveles.

Según el Instituto de Estadísticas de UNESCO, la tasa bruta de matriculación en América Latina y el Caribe (porcentaje de la población matriculada en relación con la población total del grupo de edad recomendado) aumentó considerablemente entre los años 2000 y 2018, pasando del 23 al 52%. Sin embargo, el Banco Mundial identifica que solo la mitad de las y los estudiantes entre 25 y 29 años que están matriculados completan su formación. Ello ocurre por distintas razones, muchas de ellas vinculadas al inclumplimiento de los Estados con sus obligaciones en temas de derechos humanos (World Bank; Latin America and the Caribbean: Tertiary Education; 2021).

El cumplimiento del derecho a la educación, en cualquier etapa, está basado en la realización de cuatro dimensiones del derecho: la disponibilidad de la oferta educativa en todas las partes de los territorios; la accesibilidad de todas las personas, sin cualquier forma de discriminación, a la educación y a las instituciones escolares; la aceptabilidad de los contenidos educativos brindados; y la adaptabilidad de la educación al contexto en el cual los sujetos de derechos están incluidos. Cuando no cumplen cualquiera de estas dimensiones, los Estados están concretamente violando el derecho.

América Latina y el Caribe tienen una larga trayectoria en la discusión sobre el derecho a la educación superior. Hace más de cien años, cuando en septiembre de 1918, estudiantes argentinos ocuparon las

facultades de Medicina, Derecho e Ingeniería de la Universidad de Córdoba, se planteó la laicidad y la democratización de la educación universitaria.

En oposición al modelo universitario milenario europeo, de tradición autocrática y religiosa, que había sido creado en 1088 en la Universidad de Bologna, estudiantes latinoamericanos exigieron que la Universidad de Córdoba se desvinculara de los padres jesuítas, que la habían fundado en 1613. Y reclamaron: participación de los sujetos de las comunidades educativas en la gestión administrativa universitaria; autonomía universitaria; libertad de cátedra; mecanismos de asistencia social para discentes; y el acercamiento de las universidades a las necesidades de los pueblos, a través del desarrollo de iniciativas de extensión universitaria y de conocimientos que contribuyan a la justicia socioeconómica. A estas demandas, más recientemente, se sumaron el cumplimiento de la justicia socioambiental, la realización de los derechos humanos y el buen vivir. Asimismo una producción crítica de conocimientos, plural y diversa, que reconoce incluso los saberes y cosmovisiones de los pueblos indígenas originarios, afrodescendientes y de otros grupos históricamente excluidos.

Este movimiento político, emancipatorio y liberador de estudiantes argentinos, rápidamente se diseminó por el continente, provocando la asunción de federaciones estudiantiles e inspirando reformas universitarias en distintos países del mundo. En un momento en el cual hay una corrida por la inclusión de estudiantes en los sistemas de educación superior, pero dejando de lado los principios fundamentales para la transformación social, nos parece urgente recuperar estos mensajes potentes de nuestra región, reiterando que las y los estudiantes de nuestra región continúan siendo víctimas de persecuciones y procesos de criminalización por el simple hecho de luchar colectivamente por la realización de sus derechos.

La democratización de la enseñanza superior no significa un crecimiento acelerado en la tasa de matriculación, o en el número de instituciones de enseñanza, o una ampliación en la diversificación de títulos y carreras, como observamos en nuestra región. Democratización con inclusión significa crear mecanismos para revertir las tendencias de reproducción de relaciones asimétricas de poder, exacerbación de las desigualdades y de las discriminaciones en los sistemas educativos, generando sociedades más igualitarias.

El crecimiento de la oferta educativa superior no estuvo debidamente acompañado de un financiamiento adecuado, que garantice el disfrute del derecho en igualdad de condiciones para las personas. Al contrario, se dió una tendencia a la precarización de las instituciones públicas y un crecimiento de la oferta privada. Por falta de reglamentación por parte de los Estados, ello generó la multiplicación de escuelas internacionalizadas y de elite para los ricos y universidades de baja calidad para estudiantes pobres, que hacen grandes esfuerzos para pagar por la educación superior – pensando que ello les permitirá tener mejores condiciones de vida – y que terminan por no conseguir puestos de trabajo decentes por la baja calidad de la educación a la cual acceden.

Nos preocupan los procesos de privatización – hoy un 53.2% de las y los estudiantes universitarios están en universidades privadas – y la financiarización de la educación superior. La educación superior ahora se presenta como una mercancía negociada en el mercado de acciones, un negocio interesante, que homogeniza y estandariza los conocimientos y formas de pensar, y produce ciudadanos útiles a la profundización de los modelos neoliberales. También nos inquieta la hiperconcentración de la enseñanza privada en manos de pocas instituciones, muchas veces extranjeras.

En este contexto, recuperar el contenido del derecho a la educación superior nos parece fundamental:

● Una educación superior disponible para todas y todos significa que las instituciones de educación superior públicas y gratuitas    deben de estar debidamente financiadas y presente en las distintas partes del territorio, con docentes con calificación y trabajando en condiciones de trabajo decente.

  • ●  Significa que, cuando sea necesario, el Estado brinde educación superior a distancia, pero de manera complementaria a la educación presencial, y garantizando las condiciones para que todas las y los educandos puedan estudiar – lo que supone el acceso universal a internet y a dispositivos tecnológicos y a plataformas accesibles, preferencialmente de código abierto y adoptando software libres. Durante la pandemia, los procesos de enseñanza-aprendizaje fueron asumidos por las familias, estudiantes y docentes, quienes tuvieron que comprar equipos de conexión, pagar el acceso a internet y plataformas; pero son los Estados los que deben asumir los costos de transformación digital, sin privatización.
  • ●  Ser accesible para todas y todos significa que todas las barreras que impiden el acceso a este derecho deben ser superadas. Así, la educación superior tiene que ser gratuita y no puede adoptar procesos excluyentes para el ingreso a las universidades, que suelen dejar afuera a los grupos históricamente marginados. Por otra parte, donde la gratuidad de la educación pública superior ya esté garantizada, es imperativo no retroceder justamente porque la gratuidad debe ser progresivamente cumplida para todas las personas. Tampoco pueden haber barreras en términos de infraestructura o de cualquier otra naturaleza, que impidan el acceso de personas con distintas discapacidades o minorías étnicas, migrantes y otros grupos a la enseñanza superior.
  • ●  La educación superior ha servido durante siglos para formar grupos sociales dominantes de la población. Urge ampliarla a los sectores históricamente excluidos y con perspectiva intercultural e interseccional. Crear y ampliar políticas de acción afirmativa para garantizar el acceso y políticas intersectoriales para garantizar la permanencia de estos grupos en la educación.
  • ●  La educación superior debe de ser un bien común, una inversión que la sociedad hace en colectivo, para generar justicia social y ambiental. Un instrumento habilitador de la realización de los demás derechos. En este sentido, nos preocupa la ofensiva del capital corporativo, muchas veces extranjero, que pretende habilitar al sector empresarial para la titulación en carreras cortas y rápidas y también influenciar los espacios de gobernanza global y de toma de decisión sobre políticas educativas, de manera poco transparente y democrática. Asimismo, nos inquietan los procesos de privatización y comercialización de la educación, que amplifican las desigualdades y segregaciones en los sistemas. Aquí, los Estados tienen un rol fundamental de regular la oferta privada y evitar el endeudamiento de las y los estudiantes y de sus familias, de manera de no seguir arrastrando las falencias de la educación básica.
  • ●  Ser aceptable significa que el contenido de la educación superior debe poner el centro de su proyecto político-pedagógico la dignidad humana, el pensamiento crítico, la transformación de las sociedades, la realización de todos los derechos humanos, la paz y la convivencia democrática. En tal sentido, la presencialidad es fundamental para cumplir con el derecho a una educación que enseñe a vivir, convivir, compartir y a crear colectivamente una sociedad de justicia social.
  • ●  Ser aceptable significa romper con la lógica del pensamiento único, estandarizado, hegemónico y mantenedor del status quo; significa aceptar y valorar la diversidad, incluso en los procesos evaluativos, que deberían seguir criterios formativos y no únicamente economicistas.
  • ●  Significa responder a las expectativas de los sujetos de derechos y de los distintos actores de las comunidades educativas, que deben participar en la gestión de las universidades y en la definición de las políticas educativas. Y garantizar las condiciones para que todas las personas puedan estudiar y seguir la trayectoria de vida que deseen.

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  • ●  Ser aceptable significa garantizar un ambiente libre de violencia, intimidación, acoso, hostigamiento, amenazas y demás agresiones contra las mujeres, personas LGTBQI+ o cualquier otro grupo, en razón de su participación en la comunidad académica o del ejercicio de actividades. También, libre de violencia contra las instituciones, los laboratorios y las bibliotecas universitarias.
  • ●  Las mujeres han tardado seis siglos en acceder a las universidades. Ahora hay que garantizar la ruptura de estereotipos de género y de la cultura patriarcal, de manera que ellas puedan permanecer estudiando en las áreas que deseen, incluso en Ciencias, Matemáticas, Ingeniería y Tecnología (STEM, por sus siglas en inglés) donde siguen poco presentes, y que logren concluir sus cursos elegido, participando en la toma de decisiones.
  • ●  Por otro lado, hay que volver a valorar las carreras humanistas, la filosofía, el arte, la música, el deporte porque ellas permiten comprender los procesos históricos, políticos, sociales y proponer alternativas para el desarrollo de las sociedades.
  • ●  Ser aceptable es reconocer que la educación superior universitaria debe de tener un compromiso con la enseñanza, con la investigación y con la extensión universitaria. Y garantizar la autonomía universitaria y la libertad de cátedra, elementos fundamentales para consolidar la democracia, el pluralismo de ideas, el progreso científico y el buen vivir.
  • ●  Ser adaptable significa que la educación debe de ser flexible para responder al contexto de cada estudiante, permitiendo que él o ella permanezca estudiando y culmine sus estudios, incluso en contextos de emergencia.
  • ●  La democratización de la educación superior implica que actores que tuvieron sus derechos violados en etapas anteriores de su vida estarán en las universidades y otras instituciones de enseñanza superior, y que por lo tanto las escuelas deberán adaptarse para acoger de manera adecuada a este nuevo grupo, brindando asistencia social y emocional cuando sea necesario, y adoptando una cultura de colaboración, en lugar de la cultura de la competición, meritocracia e individualismo.
  • ●  Considerando la indivisibilidad e indisociabilidad de los derechos humanos, también será necesario adoptar políticas intersectoriales y interseccionales para prevenir posibles nuevas violaciones de derechos, sea en la presencialidad o en la educación a distancia, y para evitar el desgranamiento que mayormente sucede en los primeros años de la educación.Finalmente, para garantizar la educación superior universitaria y no universitaria como derecho humano, es fundamental asegurar las condiciones para la realización de ese derecho. Urge garantizar buenas condiciones para las y los docentes, incluyendo buenos salarios, infraestructura laboral y libertad de cátedra. Es hora de descolonizar y despatriarcalizar la construcción de los conocimientos, incorporar los saberes y cosmovisiones de los pueblos indígenas, de las y los afrodescendientes, personas migrantes, minorías étnicas, las comunidades LGTBQI+ y otros grupos históricamente excluidos. Es hora de asegurar la libertad académica para proteger la diversidad de métodos, temáticas y fuentes de investigación acordes con las prácticas y reglas internas de cada disciplina.

    Es imperativo asegurar un financiamiento público y adecuado de la educación superior pública y estatal, que garantice el acceso y permanencia de las y los estudiantes, sin recurrir a “soluciones” basadas en los préstamos, que, en largo y mediano plazos, disminuyen los recursos disponibles para la educación debido al servicio de la deuda que deben de pagar los Estados, las y los estudiantes y sus familias individualmente. Para ello, es fundamental adoptar mecanismos de justicia fiscal y de control de la evasión y elusión de impuestos, con miras a disponer de más recursos para la educación.

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Asimismo, es urgente garantizar la presencialidad, la territorialidad, y las condiciones para la organización estudiantil y docente, así como la participación de las comunidades educativas en la definición de las políticas, adoptando una gobernanza transparente y democrática, basada en los intereses de la comunidad universitaria en diálogo abierto y permanente con la sociedad. Así, los órganos de gobierno y cogobierno universitario deben transmitir en vivo sus reuniones y dinámicas de toma de decisión para abrir paso a modelos de democracia directa y abierta.

¡La educación superior es un derecho; no es una mercancía! ¡Es imperativo que todos los Estados la asuman como responsabilidad primordial, cumplan con sus obligaciones, y hagan todos los esfuerzos para que ella se realice para todas y todos!

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