Centro América/ Costa Rica/ 28.10.2019/ Fuente: www.prensa-latina.cu.
Desde el martes de la semana anterior, estudiantes de la Universidad de Costa Rica y dos días depués los de la UNA tomaron algunas de sus instalaciones en rechazo al recorte del presupuesto del FEES, pues Hacienda decidió desviar a inversión de capital 70 mil millones de colones -unos 122 millones de dólares- de su gasto corriente.
Para solucionar la protesta, que incluyó al Consejo Nacional de Rectores de las universidades públicas, este martes y tras unas cinco horas de negociaciones, el presidente de Costa Rica, Carlos Alvarado, firmó una modificación a una directriz para acceder a las demandas de los centros estatales de altos estudios.
Pese al acuerdo, estudiantes de la UNA mantuvieron hasta este viernes su protesta, pues solicitan además la renuncia del rector, Alberto Salom, por haber ordenado la represión contra los manifestantes que tomaron la Rectoría, así como contra los que bloquearon la calle y sus declaraciones calificadas por los educandos de xenófobas, adultocéntricas e infundadas.
En un comunicado, los miembros de la Federación de Estudiantes de la UNA solicitan la renuncia de Salom para abrir canales de diálogo asertivo y confianza recíproca entre las partes.
De otro lado, este miércoles Aguilar presentó su renuncia irrevocable al cargo, con lo cual el gobierno de Costa Rica perdió a su figura más controvertida, ampliamente rechazada por los sindicatos por su Plan Fiscal.
En conferencia de prensa, Aguilar indicó que decidió separarse del cargo, tras conocer el fallo de la Contraloría de la República, que acordó separarla un mes de su puesto sin goce de salario por haber pagado en 2018 la deuda del Estado sin la previa aprobación presupuestaria de la Asamblea Legislativa.
Aguilar aseguró que no comparte esta decisión de la Contraloría y prefiere renunciar. Expresó su profundo agradecimiento al presidente Carlos Alvarado, de quien resaltó su valentía que permitió pasara la reforma fiscal (Ley de Fortalecimiento de las Finanzas Públicas), motivo de una huelga sindical de 90 días, la más prolongada de la historia tica.
Para los sindicatos y agrupaciones sociales, populares y comunales el Plan Fiscal -como aseguran se está confirmando hoy-, con sus medidas neoliberales, empobrece aún más a los trabajadores y al pueblo en general, así como acrecienta la desigualdad social en Costa Rica.
Pese a ese rechazo sindical y popular, el Gobierno y particularmente el mandatario siempre respaldaron la gestión de Aguilar, quien en la conferencia de prensa reveló que había tenido una conversación con Alvarado, previo a revelar su renuncia.