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EEUU: Para padres, la crisis del COVID causa fatiga y frustración

Por: eldiariolibre.com

  • Las clases por internet trastocaron la educación de los niños y las rutinas de trabajo de los padres
Amber Cessac se toma un selfie mientras cuida a sus hijas en Georgetown, Texas el 9 de septiembre del 2021. Para millones de padres de niños menores, la crisis del COVID no sólo ha provocado preocupación por la enfermedad misma sino también fatiga y frustración

Habían pasado ocho días desde el inicio del año escolar y las cinco hijas de Amber Cessac — de entre 4 y 10 años de edad — habían dado positivo al COVID-19.

Teniéndolas a todas enfermas, preocupándose de las repercusiones a largo plazo y teniendo a otros padres de alumnos, y a su propia madre, desestimando la pandemia, “hizo que algo estallara en mí”, relata Cessac.

“La ansiedad y el estrés se me habían acumulado adentro y me sentía como derrotada, como desesperada”, añadió.

Como millones de padres de niños pequeños, Cessac ha estado lidiando con el estrés de la pandemia desde hace ya 18 meses.

Están agotados por la pandemia misma, principalmente ante la propagación de la contagiosa variante delta, más que nada entre los no vacunados, lo que ha causado un aumento pronunciado de los casos en los niños.

Las clases por internet trastocaron la educación de los niños y las rutinas de trabajo de los padres. Luego regresaron las clases presenciales, lo que trajo más exposición al virus y tensiones sociales debido a que los padres se peleaban por las medidas de salud apropiadas. La politización de máscaras, vacunas y cierres ha dejado extenuados a los padres, que durante año y medio han tenido que decidir qué pueden sus niños hacer y no hacer.

“Los padres están más agotados de lo que jamás hemos visto”, observó Amanda Zelechoski, profesora de psicología de la Universidad de Valparaiso que fundó la organización benéfica, y el acompañante website, Pandemic Parenting.

“Llevamos año y medio con los nervios de punta y la crisis no da señales de acabar”, añadió.

Para muchos, la realidad escolar ha sido fuente de intenso debate. Hay evidencias de que las máscaras reducen la propagación del virus y en según las encuestas, en Estados Unidos la mayoría de la población está a favor de hacer obligatorio el uso de máscaras para alumnos y docentes. Pero el tema se ha politizado. Muchos gobernadores republicanos han tratado de prohibir toda orden de vestir la máscara. Las normas sobre máscaras, pruebas y cuarentenas varían notablemente de distrito en distrito. Poco después de la reanudación de las clases presenciales en agosto, la tasa de contagios repuntó y muchas escuelas tuvieron que volver a cerrar.

La escuela a la que van las cuatro hijas mayores de Cessac en un suburbio de Austin, Texas, no exige vestir la máscara. Las niñas, demasiado chicas para ser vacunadas, le dijeron que son unas de las pocas que usen la máscara. Ella las envió de vuelta al colegio mientras se recuperan.

“No hay ningún lugar donde las cosas estén mejor. Todas las madres nos sentimos atrapadas en esta situación. No hay nada que podemos hacer”, añadió.

Más de 5,5 millones de niños en Estados Unidos han dado positivo al COVID-19, el 20% desde el inicio del año escolar actual, según la Academia de Pediatría de Estados Unidos. Por lo general los niños son mucho menos susceptibles a enfermarse de gravedad o de morir, pero por lo menos 498 han fallecido.

Las vacunas han estado disponibles para niños mayores de 12 años desde mayo, pero las tasas de vacunación infantil son mucho menores a las de los adultos. Según datos oficiales, alrededor de la mitad de los jóvenes de 16 y 17 años están vacunados, y el 43% de los jóvenes entre los 12 y 15 años; entre los adultos están vacunados dos tercios de la población.

Y si bien se estima que para fines de año habrá una vacuna para los menores, por ahora siguen siendo vulnerables. Muchos padres no saben cuál es la mejor manera de protegerlos. “Muchos padres se ven ante decisiones difíciles, se preguntan ¿qué es lo más seguro para mi familia? O se sienten rezagados o invisibles porque otros segmentos de la población sí han podido reanudar actividades”, explicó Zelechoski.

Más de un millón de alumnos abandonaron el sistema de educación pública de Estadios Unidos en el año escolar de 2020, en que la mayoría asistió a clases vía internet. No queda claro cuál es la tendencia en el año escolar actual, pero la obligación de ponerse la máscara ha llevado a algunos padres a buscar alternativas.

Sheila Cocchi, una madre soltera que aún siente los efectos después de contraer COVID-19 en febrero, le está pagando a una maestra para que le dé clases a sus hijos de 10 y 14 años, 10 horas a la semana, junto con un programa educativo por internet. Ella trabaja desde casa en Fernandina Beach, Florida, justo al norte de Jacksonville.

“El año pasado era como que, bien, esto es una locura para todos y juntos vamos a tener que adaptarnos. Ahora el estrés es distinto”, dice Cocchi.

“Estamos tratando de resolver este problema todos como nación, o por lo menos como estado, pero hay un montón de gente que no ayuda. Yo quiero que mis hijos regresen a la escuela, igual que todos los demás”, añadió.

Otros padres dicen estar seguros que lo mejor para sus hijos es estar en la escuela, y están optimistas de que todo estará bien.

En Fort Worth, Texas, Heather Buen, empleada de una empresa local de servicios públicos, le insiste a sus niños que se laven las manos y que se pongan la máscara, incluso cuando los demás niños — a veces ni siquiera los maestros — lo hacen.

“Eso requiere un gran esfuerzo”, sostiene Buen.

Ella cree que al ver que su padre, un electricista, tuvo COVID-19 les causó suficiente impresión como para atenerse a las reglas sanitarias. Los cinco niños que están en la escuela no se han enfermado, y Buen se siente un poco más tranquila al ver que más docentes y niños están poniéndose la máscara. Aun así, padres de tres distritos, incluido el de ella, han entablado demandas acusando a las escuelas de violar los derechos constitucionales de los menores al no imponer una orden de vestir máscaras.

Las demandas, las peleas en las juntas escolares, y las peleas familiares y entre amigos también están contribuyendo al estrés generalizado.

“las peleas de parte y parte, eso es lo que ha sido lo más difícil”, comenta Sarah Brazwell, cuyo hijito de 3 años está en el jardín de infancia y su hijo de 9 está en primaria. Ella dice que no está lista para vacunarse, y que ponerse la máscara en el pequeño pueblo de Florida donde vive “no tiene mucho sentido” porque casi nadie la usa.

La atención infantil — cómo conseguirla, pagarla, la posibilidad de enfermarse allí — ha sido una enorme fuente de estrés durante la pandemia. Hay poco personal especializado y puede resultar difícil encontrar una plaza disponible. Si un pequeño queda enfermo o expuesto al virus, incluso si sufre un resfriado menor, la escuela tiene que mandarlos a todos de vuelta a casa por días o semanas, obligando a los padres a buscar alternativas para el cuidado de sus hijos.

Deanna Manbeck, directora del centro de atención infantil al que va su hijo en Wilmington, Delaware, tiene una gran responsabilidad para las 20 familias que usan el plantel. Allí la directiva ha obligado a todos a usar máscaras, pero no a ponerse la vacuna, pues temen que los docentes renunciarán.

“¿Cómo voy a decirle a los padres que ya no podemos cuidar a sus hijos y que tienen que encontrar otro lugar?”, expresó Manbeck.

“Como madre, quisiera que todos los maestros estén vacunados, pero no estamos en la posición para poder exigir eso”, añadió.

Jeff Sheldon y su esposa entrevistaron niñeras para sus dos hijos — uno de 3 años y uno un bebé — luego que el cierre de escuelas y enfermedades menores confinaron a los pequeños a la casa durante semanas este verano pasado. Sheldon y su esposa usaron días de enfermedad o trabajaron desde casa. Las madres de ambos también ayudaron.

“No podemos seguir en una situación en que pueden suspender las clases de un día para otro”, manifestó en relación al centro de cuidado infantil en Lincoln, Nebraska, que usaba antes.

Sheldon podía trabajar desde casa más a menudo que su esposa, quien trabaja para el sistema de educación pública. De hecho, la pandemia ha subrayado la carga en particular que tienen las mujeres en balancear su trabajo con sus labores domésticas, y millones de mujeres han dejado de trabajar.

Tomarse un tiempo de licencia fue algo que consideró brevemente la doctora Ankita Modi, una pediatra en Charlotte, Carolina del Norte. Le molestaba el hecho de siquiera pensar en eso, pero así de mal estaban las cosas. En su distrito escolar, ponerse la máscara es algo opcional, no existe la opción de clases a distancia y ella dice que el sistema de rastreo no funciona. Las autoridades de salud local estuvieron de acuerdo y amenazaron con demandar al distrito antes de llegar a un acuerdo sobre las medidas sanitarias a seguir hace pocos días.

Su hijo más pequeño tiene 11 años y por lo tanto es muy pequeño para ponerse la vacuna; los otros dos sí pueden.

“Me siento como que los estoy poniendo en peligro todos los días. Como madre, es sumamente desconcertante. Yo no creo que nadie ha dormido bien desde que comenzaron las clases”, declaró Modi.

https://www.diariolibre.com/usa/actualidad/para-padres-la-crisis-del-covid-causa-fatiga-y-frustracion-KM29166408

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IE África lanza indicadores para reapertura escolar

Africa/Prensa IE

Hoy, la IE África lanzó un nuevo marco de indicadores para la reapertura de las escuelas y otras instituciones educativas.
Los 10 indicadores cubren una amplia gama de temas, incluida la importancia primordial de garantizar que cada escuela e institución educativa cuente con agua y saneamiento adecuados, equipos de protección personal y pautas claras de COVID-19 desarrolladas con la plena participación de los educadores a través de sus sindicatos. 
Estos indicadores se desarrollaron después del seminario web de EI África sobre la reapertura de la escuela en mayo y han sido informados por las directrices de la Organización Mundial de la Salud y varias resoluciones, decisiones y herramientas del Comité Ejecutivo de la IE y el Comité Regional de África sobre COVID-19, así como evidencia de investigación y el experiencias de organizaciones miembros. 
«Estos indicadores pueden ser una herramienta útil para evaluar si las escuelas y las instituciones educativas deben reabrir o permanecer abiertas durante la crisis actual de COVID-19», dijo Dennis Sinyolo, coordinador regional jefe de la IE para África.
La IE África recomienda estos indicadores a las organizaciones miembros, gobiernos y socios.
Para descargar los indicadores, haga clic aquí .  
Fuente: https://www.ei-ie.org/en/detail/16862/learning-from-one-another-ei-publishes-forward-to-school
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La educación en tiempos del coronavirus: Los sistemas educativos de América Latina y el Caribe ante Covid-19

Autor: Banco Interamericano de Desarrollo

En este documento se presentan las acciones tomadas por los países de la región en cuanto a la continuidad en la prestación del servicio educativo durante el cierre de las escuelas por COVID-19.

Asimismo, se presenta un análisis de las condiciones de base sobre las que partieron los países para impulsar dichas acciones, como de la capacidad de los hogares de acceder a educación a distancia.

Finalmente se presenta una serie de opciones de política, acciones, estrategias y recomendaciones para responder a la crisis. Las acciones de política propuestas se presentan en las siguientes áreas:

  1. estrategias para la continuidad pedagógica;
  2. (ii) estrategias de respuesta para la gestión administrativa de los centros escolares; y
  3. (iii) aseguramiento de condiciones sanitarias para la reapertura de los centros educativos.

Descargar: https://publications.iadb.org/publications/spanish/document/La-educacion-en-tiempos-del-coronavirus-Los-sistemas-educativos-de-America-Latina-y-el-Caribe-ante-COVID-19.pdf

Fuente: https://www.compartirpalabramaestra.org/recursos/publicaciones-e-investigaciones/otras-investigaciones/la-educacion-en-tiempos-del-coronavirus-los-sistemas-educativos-de-america-latina-y-el-caribe-ante

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Educación en Latinoamérica: las aulas, la curva o la desigualdad

Noticia Global

Los sectores más desfavorecidos pagan más caro las limitaciones de la enseñanza a distancia, pero también el cierre de las escuelas. ¿Cuál es entonces la mejor decisión en pleno foco de la pandemia?

Dicen los expertos que los efectos de la pandemia del nuevo coronavirus se sentirán todavía dentro de muchos años. Y pocas cosas tienen dejan tanta huella en el futuro de los países como la educación, o la ausencia de ella. Las consecuencias de perder la partida que juegan maestros y profesores hoy en las aulas se verán en su mayor parte cuando quizás ya sea demasiado tarde.

Este domingo (02.08.2020) Bolivia dio por terminado de forma anticipada el año escolar. El Gobierno de la presidenta interina Jeanine Áñez, que había suspendido en marzo las clases presenciales, argumenta que no es capaz de garantizar el acceso a la educación virtual, especialmente en las áreas rurales. Por eso ha decidido que todos los estudiantes de nivel inicial, primaria y secundaria pasen al curso siguiente. No habrá reprobados.

«Los expertos han advertido de que esta pandemia durará mucho tiempo”, dice a DW Tharcisio Leone, del Instituto de Estudios Regionales GIGA, con sede en Hamburgo. El investigador explica que «la escuela tiene la función primaria de buscar la igualdad de oportunidades, pero en este caso el Estado habrá asumido que no es capaz de apoyar a los niños de los sectores más desfavorecidos, lo que lleva a un aumento de las desigualdades”.

Los sectores afines al partido del exmandatario boliviano Evo Morales ven en esta decisión un intento del actual Ejecutivo de evitar los conflictos con el sector docente, que desde hace semanas exige la dimisión del ministro de Educación. Lo acusan de promover la privatización de la educación en el país. Pero la medida también ha sido criticada por el sector educativo privado, que se ha declarado en emergencia económica.

Bolivia, sin embargo, no está sola en esta encrucijada. Son muchos los gobiernos en Latinoamérica que se plantean qué hacer con sus escuelas y millones de alumnos. No es cuestión de un par de meses: la región se ha convertido en el foco global de la pandemia, que según la Organización Mundial de la Salud será «muy larga”.

¿Seguirán otros vecinos el ejemplo boliviano? «Depende del país, porque muchos países han puesto en marcha alternativas para seguir ofreciendo continuidad educativa pese al confinamiento”, explica a DW Stéphan Vincent-Lancrin, analista educativo de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).

Una niña accede a la plataforma educativa de su escuela en Buenos Aires ¿Qué ocurre con las familias que carecen de medios materiales para que todos sus hijos continúen con su educación?

El experto destaca algunas iniciativas de continuidad educativa puestas en marcha en Sao Paulo, Bogotá o en diferentes partes del territorio peruano, las cuales han demostrado que el margen de acción, al menos en teoría, es amplio. «La mayoría ha optado por soluciones multimodelo que incluyen recursos educativos digitales, educación por televisión y radio y recursos impresos para los estudiantes”, explica Vincent-Lancrin.

Uruguay es, por ahora, el único país de la región en el que los alumnos han vuelto a las aulas. Pero recuperar la presencialidad no solo fue posible gracias a una buena gestión epidemiológica: también jugó un papel clave el desarrollo digital de la educación previo al COVID-19.

En este sentido, la argentina Agustina Lenzi subraya a DW que, aunque el final anticipado del año escolar «es un escenario a considerar en términos regionales”, cada país es un mundo. «La cuestión es qué decisiones políticas acompañan a esa decisión”, añade esta experta en políticas educativas desde la cuarentena en Buenos Aires.

Una clase vacía en la capital mexicana Algunas escuelas, como esta de Ciudad de México, han tratado de encontrar soluciones para facilitar la vuelta a las aulas

Desde Costa Rica, la investigadora en educación Diana Hernández advierte: «No creo que atrasando un proceso se pueda más adelante enfrentar mejor ese proceso, no necesariamente”. La educadora costarricense, en contacto con compañeros de gremio en toda la región, es consciente de que en la mayoría de los países «no solo no hay conocimiento de las herramientas, sino que no hay acceso, por lo que para los docentes es como empezar de cero”. Visto así, explica, no son pocos los que piensan que para medio año no tiene sentido el esfuerzo. «Entonces podría ser que otros países de Latinoamérica siguieran los pasos de Bolivia”.

Una nueva normalidad educativa en América Latina

Pero si se para el sistema educativo, tiene que haber una finalidad. «Estamos dejando a las personas sin acceso a la educación”, recuerda la docente, «estamos obligándoles a quedarse dentro de las opciones laborales que no tienen ningún tipo de seguro ni ningún tipo de oportunidad que no sea un escenario de explotación”. Además de la desigualdad, según las grandes organizaciones internacionales la informalidad de las economías latinoamericanas es uno de los factores que alimentan los graves pronósticos económicos para la región.

Está por ver qué rumbo toman los diferentes gobiernos latinoamericanos. La argentina Lenzi cree importante, en cualquier caso, entender que «la antigua normalidad antes de la pandemia no era deseable para todos y todas, era una situación muy desigual”. Es hora de repensar la educación, sea en una escuela, frente a una pantalla, ¿o quizás en un parque? Lenzi subraya la necesidad de poner a las personas en el centro: «la política educativa tiene el desafío de tender puentes entre quienes piensan la educación, quienes la gestionan y quienes la practican”.

Fuente: https://www.dw.com/es/educaci%C3%B3n-en-latinoam%C3%A9rica-las-aulas-la-curva-o-la-desigualdad/a-54425787

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ONU llama a gobiernos a reabrir escuelas lo antes que puedan para evitar exacerbar desigualdades educativas

Noticia Global

La pandemia de coronavirus está afectando directamente a cerca de 1.600 millones de estudiantes en todo el mundo.

En un mensaje de video en el que presentó oficialmente el documento institucional sobre políticas de educación en el marco de la pandemia de coronavirus, el secretario general de la Organización de las Naciones Unidas, el portugués Antonio Guterres, expresó que las decisiones que los gobiernos del mundo tomen en este momento sobre las cuestiones educativas tendrán un efecto duradero en cientos de millones de personas y por ende en el desarrollo de sus países. “Nos enfrentamos a una catástrofe generacional que podría desperdiciar un potencial humano incalculable, minar décadas de progreso y exacerbar las desigualdades arraigadas”, advirtió Guterres este martes en su mensaje. El diplomático lusitano recordó que el cierre de escuelas debido a la pandemia está afectando a cerca de 1.600 millones de estudiantes de todas las edades y en todos los países, con repercusiones inmediatas y de largo plazo en ámbitos como la nutrición y el matrimonio infantil, así como la igualdad de género.

Según consignó el sitio oficial de la ONU, Guterres sostuvo en su mensaje que este es un momento crucial para niños y jóvenes de todo el mundo. “Las decisiones que los gobiernos y los asociados tomen ahora tendrán un efecto duradero en cientos de millones de jóvenes, así como en las perspectivas de desarrollo de los países durante decenios”, aseguró.

La emergencia sanitaria generada por la pandemia exacerbó las disparidades que ya existían en la educación, y el cierre prolongado de las escuelas podría revertir los avances de los últimos lustros, sobre todo en cuanto a la educación de niñas y mujeres adolescentes y jóvenes. Las proyecciones indican que casi 24 millones de niños y jóvenes, desde alumnos de primaria hasta estudiantes universitarios, podrían abandonar su escolarización a causa del impacto económico de la crisis sanitaria.

En el documento presentado por Guterres sobre las políticas educativas a implementar en estos momentos se convoca a evitar que la crisis de aprendizaje que ya existía en numerosos países del tercer mundo se agudice, y para ello se exhorta a los gobiernos a trabajar en cuatro aspectos.

En primer lugar, desde la ONU se pide a los gobiernos que hayan controlado la transmisión local de covid-19 que se centren en reabrir las escuelas de manera segura, consultando y tomando en cuenta a todos los actores implicados, incluyendo a los padres de los alumnos y a los trabajadores del sector de la salud.

El segundo punto que destaca el informe destaca la necesidad de que se priorice a la educación en las decisiones presupuestales. Ya antes de la pandemia los países de renta baja y media tenían un déficit de 1,5 billones de dólares anuales en el rubro educativo. Ese déficit habría aumentado hasta en 30%, por lo que las partidas para la educación deben incrementarse; por eso, se indica que “es fundamental que la educación esté en el centro de los esfuerzos internacionales de solidaridad, desde la gestión de la deuda y las medidas de estímulo hasta los llamamientos humanitarios mundiales y la asistencia oficial para el desarrollo”.

En tercer lugar, en el informe se pide que las iniciativas educativas lleguen a quienes corren mayor riesgo de quedarse atrás en su formación, como las personas en situación de emergencia o de crisis, los grupos minoritarios, los desplazados y las personas con discapacidades.

Por último, la ONU insta a que los gobiernos mundiales avancen hacia la implementación de sistemas progresistas que impartan educación de calidad para todos como una vía para lograr los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Esto, puntualiza el estudio, requiere inversiones en la alfabetización y la infraestructura digitales, además del refuerzo de los vínculos entre los sectores formales e informales de la educación. “Ahora que el mundo enfrenta niveles insostenibles de desigualdad, necesitamos la educación –el gran igualador– más que nunca. Debemos tomar medidas audaces ahora, a fin de crear sistemas educativos de calidad, inclusivos y resilientes, adecuados para el futuro”, remarcó Guterres.

Fuente: https://ladiaria.com.uy/politica/articulo/2020/8/onu-llama-a-gobiernos-a-reabrir-escuelas-lo-antes-que-puedan-para-evitar-exacerbar-desigualdades-educativas/

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Varios países miran a Uruguay como ejemplo a seguir para la reapertura de clases

Investigación destaca el uso obligatorio de mascarilla, el horario intercalado y el regreso en fases.

América del Sur/Uruguay/LaDiaria.uy

Desde la BBC hasta sitios educativos en Estados Unidos, ya son varios los reportajes que se hacen en distintas partes del mundo sobre cómo Uruguay manejó la crisis sanitaria provocada por el nuevo coronavirus y, sobre todo, cómo logró ser de los primeros países en Occidente en regresar a las clases presenciales. Entre varios factores destacan el reintegro en etapas y las medidas de distanciamiento que impone el protocolo.

En un informe para The Conversation, Bob Spires, profesor asistente de Educación en la Universidad de Richmond, en Estados Unidos, calificó a cuatro países en los cuales las escuelas permanecieron abiertas durante la pandemia o reanudaron las clases presenciales; el mejor puntuado fue Uruguay. Retomando ese informe, BBC Mundo también habló sobre el regreso uruguayo, así como lo hicieron otros medios de la región, como Infobae de Argentina y El Tiempo de Colombia.

Spires en su artículo comparó a Uruguay con Israel, Suecia y Japón, y lo que destacó de la gestión uruguaya fue la “notable adopción temprana y consistente de medidas como el distanciamiento social y las máscaras por parte de los ciudadanos. Su exitosa respuesta ante una pandemia se produce a pesar de su proximidad con Brasil, donde las escuelas permanecen cerradas”.

Según el académico, la clave del éxito está en “el uso estricto de máscaras y el distanciamiento social, tanto en las escuelas como en las comunidades aledañas”. Señaló que “tanto los funcionarios como las familias necesitan datos confiables y actualizados para poder evaluar continuamente los brotes y cambiar el curso rápidamente si es necesario”.

También mencionó como ventaja que el sistema educativo uruguayo sea nacional y no federal, como en Estados Unidos. Sobre su país puntualizó: “Se complica la reapertura de las escuelas en Estados Unidos con sus crecientes casos de covid-19, su capacidad limitada de evaluación y su sistema educativo descentralizado. En Estados Unidos los funcionarios escolares de los 50 estados deben analizar los mismos mensajes politizados y datos confusos que todos los demás para tomar sus propias decisiones sobre dar la bienvenida a los estudiantes y, en ese caso, cuándo y cómo hacerlo”.

En su sistema de calificaciones, Uruguay obtuvo la mayor nota (A) en tres de los cinco puntos: reapertura lenta y en fases, y máscaras y distanciamiento tanto en los centros educativos como en la comunidad. Asimismo, el país obtuvo una B en los otros dos puntos a evaluar: decisiones basadas en información actualizada y comunicación frecuente con los padres.

Por su parte, la BBC destaca que a un mes de iniciar la última de las cuatro fases de reapertura que tuvo el sistema uruguayo, no hubo focos de covid-19 iniciados en centros educativos. A eso hay que agregarle que recientemente se hicieron hisopados a más de 1.000 funcionarios de Primaria y todos dieron negativo.

Según un informe de UNICEF que cita la BBC, el “rápido control” de la pandemia en el país “facilitó la definición del regreso a las aulas”. A su vez, asegura que el rápido retorno educativo en Uruguay se debe en parte al período de virtualidad, que permitió “sostener el componente educativo y el vínculo de los estudiantes con los docentes y la comunidad educativa”. En ese sentido, la referencia ineludible es el Plan Ceibal, que se ha posicionado como ejemplo en la región y se levanta como uno de los pilares del sostenimiento educativo durante la pandemia.

Otros casos

En el estudio de Spires se analiza la situación de otros países que iniciaron la presencialidad o siempre la mantuvieron. En el caso de Israel fue “demasiado, demasiado pronto”, según el autor. Cuando la pandemia llegó a Israel, el gobierno impuso medidas estrictas para combatirla, que incluían la restricción del movimiento de todos los ciudadanos y el cierre de todos los centros educativos. En junio se lo felicitaba a nivel internacional por ser un país que había logrado contener la propagación de covid-19, y había impulsado desde mayo la reapertura de las primeras escuelas con un horario escalonado y la obligación del uso de máscaras y de la distancia social, como en Uruguay. Sin embargo, semanas después, los casos de covid-19 en ese país resurgieron y entre los enfermos había estudiantes y maestros, por lo que actualmente hay cientos de centros educativos cerrados.

Mohammed Khatib, epidemiólogo que integra el grupo de trabajo nacional de covid-19 de Israel, dijo que “la reapertura ocurrió demasiado rápido”, según afirma en el informe de Spires. El problema parece haber sido que el regreso a las escuelas fue una más de las muchas flexibilizaciones que se dispusieron en el país, lo que provocó un pico muy agudo, muy rápido.

Otro de los casos que se analizan en la investigación es el de Suecia. Ese país fue noticia en el mundo por ser de los pocos que apostaron a la responsabilidad individual de sus ciudadanos. De hecho, los centros educativos nunca cerraron y sólo los estudiantes mayores de 16 años podían optar por seguir su educación desde casa. Al parecer, las medidas, que incluyen la máscara facial como un elemento opcional, dieron resultado, porque los casos de infectados no son mayores al promedio de Europa.

El investigador también exploró la situación en Japón, donde en junio se reabrieron las escuelas con estrictas medidas de distanciamiento, máscaras para todos y una alternancia en los días, para no juntar muchas personas en el mismo lugar. Sin embargo, uno de los aspectos en que falla Japón es en la información. Tanto padres como maestros se han quejado de no contar con las herramientas para tomar una decisión consciente al momento de enviar a sus hijos a los centros educativos.

Hay otros casos alrededor del mundo que también advierten sobre el peligro de precipitarse a abrir los centros educativos. Uno de los primeros países en abrir las escuelas este año fue China –aunque también fue donde se originó la pandemia, a fines del año pasado–, donde los resultados no fueron buenos. Un nuevo brote en junio hizo que rápidamente las escuelas volvieran a cerrar y los estudiantes continuaran en la virtualidad. A principios de julio pasó lo mismo en Corea del Sur: tras un brote, más de 500 escuelas cerraron.

Si se analiza la situación en Europa, Francia es el caso más preocupante, porque luego de meses de encierro abrió los colegios el 22 de junio y a los dos días los volvió a cerrar debido al surgimiento de nuevos brotes de coronavirus en todo el país. España, Italia y Reino Unido cerraron todas las actividades durante los meses de verano, y ya anunciaron que esperan volver a las clases presenciales en setiembre, cuando termine el receso.

Fuente:https://ladiaria.com.uy/educacion/articulo/2020/8/varios-paises-miran-a-uruguay-como-ejemplo-a-seguir-para-la-reapertura-de-clases/

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Asociación Venezolana de Educación Católica inicia plan vacacional virtual

América del Sur/Venezuela/efectococuyo

Acompañamiento en vacaciones. Este martes 4 de agosto y hasta el jueves 27, la Asociación Venezolana de Educación Católica (Avec) realizará un plan vacacional virtual para sus estudiantes.

Su presidenta, Sor Alicia Bocán, contó que este será un programa para que niños y niñas tengan “un toque especial de diversión”, de compartir en familia, seguir aprendiendo y de encuentro con Dios en su palabra.

Como en 2019, la organización contarán con el apoyo del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef). Solo que esta vez la actividad no será presencial en las escuelas, debido a la pandemia del coronavirus y la cuarentena.

El “Plan Pedagógico Pastoral” consta de folletos que serán repartidos a aproximadamente 8.000 estudiantes en los estados Bolívar, Delta Amacuro, Distrito Capital, Miranda, Táchira y Zulia.

Actividades por semana

“Ellos van a recibir un folleto muy hermoso con las actividades explicadas por cada semana. Incluye las pinceladas del día y una guía para que cada martes, miércoles y jueves puedan tener un espacio”, explicó Bocán a Efecto Cocuyo.

La Avec y la Unicef también entregarán a un grupo de familias un combo para la preparación de meriendas.

“Deseamos que cada niño junto con su familia, pueda disfrutar de unos días donde comparten la creatividad, la cocina, el baile y las tradiciones venezolanas y sientan el gozo de ser los preferidos de Dios”, refirió la organización.

Para llevar acabo la actividad durante el mes de julio se realizó la formación para el equipo al frente de las jornadas. La capacitación se logró a través de WhatsApp para los acompañantes, coordinadores editoriales, promotores pedagógicos comunitarios, los docentes enlaces y el equipo de directivos.

Por la pandemia del COVID-19, en Venezuela las escuelas suspendieron las clases presenciales desde el 16 de marzo, cuando finalizaba el segundo lapso. El resto del año escolar 2019-2020 transcurrió bajo la modalidad virtual.

Defensores de los derechos de los niños, niñas y adolescentes afirman que las circunstancias vulneraron el derecho a la educación. Además, se acentuaron las desigualdades entre los distintos sectores socioeconómicos respecto al acceso a la tecnología.

El período académico 2020-2021 también iniciará a distancia el próximo 16 de septiembre.

Fuente: https://efectococuyo.com/la-humanidad/asociacion-venezolana-de-educacion-catolica-inicia-plan-vacacional-virtual/

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