Page 1 of 6
1 2 3 6

El reparto gratuito de Barbies en escuelas causa alarma en Reino Unido

Por: Tribuna feminista

Mattel ha regalado sus famosas muñecas a 700 centros de primaria británicos dentro de un programa llamado Escuela de la Amistad Barbie. Según la empresa, está basado en investigaciones neurocientíficas para enseñar empatía a niños y niñas. Sin embargo, los críticos se muestran preocupados por la mercadotecnia manifiesta de la iniciativa, así lo afirma un artículo periodístico de investigación publicado en The BMJ.

SINC 

El reparto gratuito de muñecas Barbies en las escuelas británicas ha suscitado polémica en Reino Unido. / Pixabay

La empresa juguetera Mattel ha sido criticada por “una campaña de marketing encubierto”, tras repartir de forma gratuita muñecas de Barbie y Ken entre las escuelas de Reino Unido como parte de un programa para enseñar empatía a los niños, según un artículo publicado por The British Medical Journal (The BMJ). La polémica surge en pleno furor por el estreno de la película Barbie, dirigida por Greta Gerwig y protagonizada por Margot Robbie y Ryan Gosling.

El periodista de investigación Hristio Boytchev ha informado de que el programa “Escuela de la amistad de Barbie” de Mattell, en el que se regalan muñecas para que los niños realicen ejercicios de juegos de roles, se ha extendido a 700 escuelas de todo el Reino Unido, “con el potencial de llegar a más de 150.000 alumnos”, según la empresa.

Mattel afirma que ha patrocinado investigaciones que demuestran que jugar con muñecas ofrece “importantes beneficios” para el desarrollo de los niños, entre ellos el fomento de aptitudes como la empatía.

Mattel dice que patrocina investigaciones que demuestran que jugar con muñecas ofrece “importantes beneficios” para el desarrollo de los niños

Pero los expertos han criticado el programa, planteando cuestiones sobre los posibles efectos negativos de las muñecas Barbie en términos de estereotipos de género, cuestionando el uso de la investigación para justificar el programa. Además, se preguntan si las empresas deberían poder promocionar libremente sus productos en las escuelas.

“El proyecto me hace sospechar que puede ser abusivo”, dijo Philippa Perry, psicoterapeuta y autora de libros sobre crianza y educación. “Me produce una ligera repulsión”, señala.

Por su parte, Mark Petticrew, catedrático de evaluación de salud pública de la Escuela de Higiene y Medicina Tropical de Londres, calificó el programa de “alarmante”.

“Las entidades comerciales como Mattel no son expertas en salud o educación infantil, sino en vender productos para maximizar los beneficios”, agrega May van Schalkwyk, especialista en salud pública, también de la London School of Hygiene & Tropical Medicine. “Los materiales de Mattel llevan mucha marca: ¿por qué deberían exponerse los niños a este tipo de marketing encubierto?”.

Las entidades comerciales como Mattel no son expertas en salud o educación infantil, sino en vender productos para maximizar los beneficios

May van Schalkwyk, experto en salud pública

Lisa Georgeson, profesora de la escuela primaria Lord Blyton de Tyne and Wear, que participó en el programa, señaló que la compañía había ofrecido recursos gratuitos “lo que, dada la actual falta de financiación en las escuelas, siempre es positivo”.

En múltiples ocasiones, en la información dirigida a profesores, padres y público en general, Mattel hace referencia a los estudios que ha financiado como base del programa.

La investigación forma parte de una colaboración de cinco años entre Mattel y la Universidad de Cardiff, afirma un portavoz de Mattel. Un estudio publicado en 2020 descubrió una mayor actividad cerebral en los niños cuando jugaban con muñecas de Mattel en comparación con los juegos en tabletas electrónicas.

También un reciente análisis patrocinado por Mattel del mismo grupo experimental concluyó en 2022 que los niños que jugaban con muñecas utilizaban más “lenguaje de estado interno” para describir sentimientos y pensamientos.

Investigación controvertida

Franziska Korb, psicóloga de la Universidad Tecnológica de Dresde (Alemania), declaró a The BMJ que la idea del estudio era buena y la metodología adecuada, pero subrayó que los estudios hallaron diferencias significativas entre el juego con muñecas y con tabletas cuando cada niño jugaba solo. Cuando los niños jugaban con un adulto, las diferencias desaparecían.

Korb también afirma que la investigación no puede utilizarse para hacer afirmaciones sobre efectos a largo plazo en el desarrollo o el comportamiento.

La juguetera ha afirmado que debido a los resultados positivos, estudiará la posibilidad de ampliar el programa a otros mercados

Sarah Gerson, de la Universidad de Cardiff, autora principal de ambos estudios y beneficiaria de la financiación de la investigación de Mattel, afirma que el programa le parece interesante, pero expresa algunas reservas. Describió la declaración de Mattell a los padres —que la investigación demuestra que jugar con muñecas como Barbie ofrece grandes beneficios— como “un poco fuerte”.

Ante las críticas al programa, un portavoz de Mattel envió testimonios anónimos de profesores que celebraban el programa por la respuesta positiva que ha suscitado en los alumnos y la diversidad de las muñecas, en cuanto a tipo de cuerpo, discapacidad y tono de piel.

El portavoz de la empresa también ha afirmado que, debido a los resultados positivos, la empresa estudiará la posibilidad de ampliar el programa a otros mercados.

El Ministerio de Educación británico se negó a confirmar si había evaluado el programa y declaró a The BMJ que las escuelas británicas tienen autonomía para introducir cualquier material educativo que consideren apropiado.

Fuente de la información: https://tribunafeminista.org

Fotografía: Agencia SINC

Comparte este contenido:

La peligrosa trampa de la despatologización

Por: Candela Aguilar

Uno de los argumentos que con más fuerza suenan en los colectivos transactivistas para defender la aprobación de la nueva ley conocida comúnmente como Ley Trans es la despatologización. Pero, detrás de este argumento se esconde una trampa, porque ¿qué es la despatologización de la salud mental? ¿Para qué ha de servirnos? ¿Qué defiende y qué no?

El argumento de la despatologización ha servido para que muchos colectivos de activismo por la salud mental se hagan eco de las reivindicaciones transactivistas y las incorporen a su propia agenda de una manera acrítica.

Por despatologización no entendemos desatención sino todo lo contrario. Ser capaces de dar un enfoque más allá del biomédico y entender que detrás de cualquier sufrimiento psicológico se esconden múltiples causas que pueden actuar como factores de riesgo o de protección, y es necesario tenerlos en cuenta no sólo a la hora de establecer un diagnóstico, sino también a la hora de proponer posibles soluciones. Cualquier problema de salud, ya sea física o psicológica, ha de ser entendido y atendido desde diferentes perspectivas; social, familiar, ambiental… solo así podremos llegar al origen del problema, detectarlo y ofrecer una solución que realmente pueda llegar a ser eficaz.

Por despatologización entendemos que la respuesta no solo puede ser médica, hay que ir más allá y ver qué es lo que realmente causa el malestar; ir al origen, a la raíz, porque sólo así podremos empezar a poner luz a aquello que nos causa sufrimiento psicológico. Como digo, la respuesta no puede ser solo médica, y más aún si esta respuesta se basa en la administración de fármacos, porque esto cronifica y ya tenemos un sistema de salud mental cronificante y estigmatizante.

Porque ese es otro de los problemas por los que el argumento de la despatologización está pegando tan fuerte, sobre todo en los colectivos de activismo por la salud mental. El autoestigma que se sufre cuando una persona recibe un diagnóstico y el estigma del propio sistema de salud mental. Si tenemos en cuenta estos dos factores, ¿quién quiere tener un diagnóstico y entrar dentro del circuito? Nadie. En esta sociedad un diagnóstico en salud mental, en muchas ocasiones, es sentido como una sentencia. No es algo esperanzador, ni que te ayuda a entender las razones del malestar y a buscar soluciones. Es una excusa para medicalizar, acallar e infantilizador a las personas. Incluso en ocasiones sirve para encerrar en contra de la propia voluntad, sobremedicalizar o medicalizar sin consentimiento, atar, esterilizar… Es decir, violar sistemáticamente los derechos de las personas, entonces, ¿quién querría eso?

Pero una cosa es ser crítica con el sistema de salud mental y otra negar que los problemas psicológicos existen y que las personas afectadas necesitan ayuda. Nadie puede negar, por poner un ejemplo, que la esquizofrenia existe, porque negarlo sería negar una evidencia. Ahora bien, lo que no podemos es negar que no conocemos las causas que la provocan y que muchas veces condicionantes ambientales, sociales o familiares pueden actuar como desencadenantes. Tampoco podemos negar que cuando una persona tiene un brote y está desequilibrada sufre y que necesita ayuda para superarlo y poder llevar una vida plena y satisfactoria. No podemos negar, tampoco, que la ayuda que se ofrece hasta ahora; medicación, internamientos, incapacitación… solo sirven para cronificar y aislar aún más a las personas afectadas, privándolas incluso de la capacidad de trabajar que tan beneficiosa es para las personas con diagnóstico en salud mental.

Una de las demandas que más fuerte suenan en las personas activistas con experiencia propia en salud mental es la necesidad de un acompañamiento terapéutico que vaya más allá de la administración de fármacos, un espacio de escucha, ayuda y reflexión que permita a la persona conocer las razones que causan el sufrimiento. También es necesario explotar las propias potencialidades para ser capaz de autoregularse y autoexplorarse, ¿quién mejor que una misma para entenderse y ayudarse? Pero para ello es necesario el acompañamiento profesional.

Bien, si tenemos en cuenta todo esto, ¿qué tiene que ver con la despatologización que nos vende el transactivismo? Nada, es más, es muy peligrosa ya que abandona a los individuos a su suerte y propone una respuesta biomédica profundamente cronificante, estigmatizante y patologizadora. Todos los adjetivos con los que se pretende acabar en el activismo por la salud mental.

No pretende crear espacios de escucha y reflexión críticos, sino afianzar la idea de las y los menores de que «están en un cuerpo equivocado» y medicalizar de por vida. Lo contrario serán “terapias de conversión” que pueden ser incluso tipificadas como delito. No se busca analizar las causas y las razones del sufrimiento que provocan los estereotipos de género e incluso otros problemas de salud mental, que son tapados con el argumento del cuerpo equivocado, no se acompaña a estos menores en el largo y tortuoso camino que es conocerse a una misma en la adolescencia.

El transactivismo nos está vendiendo una idea muy peligrosa por despatologización, que supone que cualquier persona puede autodiagnosticarse y automedicarse, es más, puede acceder a operaciones de modificación corporal que incluye la amputación de miembros sanos.

El transactivismo nos está vendiendo una idea muy peligrosa por despatologización, que supone que cualquier persona puede autodiagnosticarse y automedicarse, es más, puede acceder a operaciones de modificación corporal que incluye la amputación de miembros sanos. Es decir, no negamos la existencia del malestar pero dejamos a los menores profundamente vulnerables que se diagnostiquen y mediquen sin que haya un acompañamiento profesional. Los empujamos a unos tratamientos médicos que les van a acompañar de por vida con las consecuencias que tendrá para su salud en el futuro. Les inducimos a creer que están en un cuerpo equivocado, pero que la medicina tiene la solución y que esta solución acabará con todo su dolor. Les afianzamos el odio hacia su cuerpo a la vez que apuntalamos los estereotipos de género, esos que precisamente les provocan sufrimiento. ¿Y esto es despatologizar? No, es dejar que las teorías machistas y liberales que se amparan bajo el paraguas Queer inunden el ámbito de la salud mental, jueguen con la salud de las futuras generaciones y dejen al lobby farmacéutico campar a sus anchas, todo lo contrario de lo que nos venden a primera vista. Pero de esto, como de todo, tenemos que dudar y cuestionarlo y el hecho de que no nos dejen ya debería ponernos en sobre aviso. Yo, queridas, pienso seguir vigilando con el ojo crítico bien abierto aunque lo que pretendan sea justamente lo contrario.

Fuente de la información e imagen: https://tribunafeminista.org
Comparte este contenido:

México: recrudece pandemia situación de mujeres rurales

Por: Aline Espinosa Gutierrez

La llegada de la pandemia recrudeció las dificultades de las mujeres y niñas rurales en México porque desde antes no había estrategias eficientes enfocadas en ellas como productoras, como sujetas de su vida ni para mejorar la infraestructura donde viven, lo que conllevó a que la pobreza, desigualdad, cargas de trabajo en el campo y en el hogar, y  la deserción escolar aumentaran, coincidieron especialistas en el tema de cara al 15 de octubre “ Día Internacional de las Mujeres Rurales”.

Al participar en el programa de radio “Análisis Feminista” de Violeta Radio, las expertas explicaron que las carencias de las mujeres y niñas rurales se agravaron aún más con la pandemia debido a que antes las políticas públicas buscaban impulsar que ellas salieran de la pobreza, pero sin herramientas, y ayudaron muy poco a que las menores de edad ingresaran a la escuela, lo que las deja en vulnerabilidad ante los estereotipos de género que en ellas recaen.

“Es un escenario difícil porque dentro de todas esas carencias: menor educación, mayor pobreza, menor desarrollo humano, las mujeres siempre están abajo. Si alguien tiene que dejar la escuela serán las niñas, si alguien tiene que comer menos serán las mujeres porque se privilegia a los niños. Las políticas han ayudado a prevalecer que las mujeres estén sujetas al trabajo doméstico”, detalló la investigadora e integrante de la Red de  promotoras y asesoras rurales, Araceli Calderón Cisneros.

En materia de educación, las mujeres rurales mayores de 15 años han estudiado en promedio sólo 6.6 años, cifra que a nivel nacional es de 9 años, además entre las razones principales de abandono escolar se encuentran en un 35.4 por ciento no tener recursos económicos, 14.3 por ciento por unión conyugal, y de cada 10 personas con derechos sobre la tierra, ni siquiera tres son mexicanas, según datos del Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres).

Calderón Cisneros agregó que los últimos gobiernos en el país han considerado a las personas rurales dentro de las políticas sociales, pero no de las productivas, por lo que no hay un resultado provechoso hacia ellas porque se olvidan de darles herramientas o mejorar su capacidad para que ellas sean dueñas de su trabajo. Todo ello, dijo, conllevó a que la pandemia perjudicara más esta situación y acrecentó las brechas de género, que en particular afecta a las mujeres.

Además de ello, enfatizó Calderón, no existe una supervisión por parte del gobierno hacia las políticas públicas que desarrollan, y prefieren comprar  productos de otros lados porque son más baratos que adquirir los producidos en México, entonces, la ayuda queda en una simulación nada más. “Si sumas a todo esto, y añades, las inundaciones, las sequías, pues se ve más difícil las intervenciones de las mujeres fuera de la casa”, dijo la representante del equipo fundador de Mujeres Organización  y Territorio (MOT), Alejandra de Velasco Celis.

Actualmente, según datos citados por las expertas, un tercio de la población rural son mujeres y 43 por ciento forman parte de la mano de obra agrícola en México, por lo que esta población es responsable de más del 50 por ciento de la producción de alimentos en el país. Asimismo, en las zonas rurales viven más de 100 mil ciudadanas, de las cuales 56 por ciento se encuentra en una situación de pobreza.

Resaltaron que aunque las mujeres son productoras también de los alimentos, muy pocas de ellas pueden participar en las reuniones ejidatarias,  su voz casi no se considera y tampoco tienen derecho a tierras, sino sólo a vivir en la comunidad. De las pocas que tienen una tierra “son mayores de edad, la adquieren por herencia, no por adjudicación, son más terrenos más pequeños, el porcentaje de mujeres en el comisariado ejidal es del 5 por ciento, esto nos habla de la calidad en la que ellas están siendo propietarias”, añadió Calderón Cisneros.

Por su parte, la defensora Velasco Celis dijo que el actual programa “Sembrando vida”  del gobierno (que tiene por objetivo combatir la pobreza rural y la degradación ambiental, con apoyos económicos a las personas que se dedican al campo) ha traído que las población del campo transforme las parcelas, donde siembran el maíz y demás, en otro tipo de tierras para árboles sólo para recibir 5 mil pesos.

Este programa “ha habido un abuso de las tierras que eran destinadas para la alimentación, van tirando bosque, tirando áreas forestales, y quitan las siembras para sembrar árboles. Esta muy desigualdad todo porque para cumplir con la cantidad de árboles pues las mujeres y sus hijas e hijos entran en esto, y se están desgastando en este trabajo que no es visto y que no es remunerado”, detalló.

Frente a este panorama, las expertas llamaron a las organizaciones civiles a apoyar estas mujeres para impulsar sus necesidades, visibilizar su voz, y a colaborar a que los estereotipos de género que recaen sobre ellas sean eliminados. Asimismo, recomendaron que se realicen talleres pequeños con las ciudadanas y niñas en los campos para así promover un cambio poco a poco y que los programas y políticas públicas vigentes hacia esta población sean repensados y cuestionados.

Paz infantil

Aledia Ruiz Sosa, una joven de 16 años, originaria de Oaxaca” está nominada al “Premio Internacional de la Paz para los Niños” 2021 (un galardón que ha ganado la famosa defensora climática, Greta Thunberg) gracias a su trabajo incansable contra el matrimonio infantil en su estado, a través de la campaña “Que las niñas sean niñas, no esposas” con la que busca erradicar esta práctica y proteger a las menores de edad indígenas.

“Estar nominada me hace sentir orgullosa, sobre todo que veo que mi trabajo va dando frutos, y pues me hace sentir muy emocionada”, dijo Ruiz Sosa en entrevista con Lucia Lagunes Huerta en el programa de de Análisis Feminista.

La joven explicó que se interesó en este tema luego de realizar diversas actividades en ello y de conocer la historia de una menor de edad que llegó a un hospital porque iba a tener un parto, pero el embarazo era resultado de violencia sexual, a pesar de ello los padres de la niña la iban a obligar a contraer matrimonio con su abusador, quien era un hombre mayor de 60 años.

“Cuando escuché eso,  me resultó algo muy absurdo, que esto pudiera pasar en el mundo, entonces empecé a investigar y no encontré nada que realmente se esté erradicando el matrimonio infantil, pero lo que sí encontré fueron miles y miles de casos de alrededor del mundo, existen 700 millones de niñas que han sido casadas, Latinoamérica es donde el matrimonio infantil no ha disminuido”, apuntó la defensora.

Detalló que su campaña consiste en ir a las comunidades indígenas, dar clases de ballet y pláticas sobre el matrimonio infantil para impulsar en las menores de edad que ellas tengan decisión sorbe su cuerpo y vida, por ello llamó a la población a trabajar en contra de esta problemática a fin de que se sumen varias acciones y se promueva un cambio.

Fuente de la información e imagen:  CIMAC Noticias

Comparte este contenido:

14 de agosto: Día de lucha contra la violencia sexual en las aulas

“…Todas estas formas de violencia vienen de lejos: están enraizadas en las mentalidades y en las desigualdades sistémicas de género. Por lo tanto, debemos abordar las causas fundamentales de esta violencia y de los estereotipos de género para construir la igualdad en la mente de las personas”

Audrey Azoulay

La violencia sexual afecta a miles de niños, niñas y adolescentes en el Ecuador. Diversos estudios y documentos han demostrado la urgencia de combatir esta violencia de manera sistemática en el ámbito educativo:  el informe de la organización Human Rights Watch (HRW) plantea que la violencia sexual es “endémica” y de larga data dentro del sistema educativo ecuatoriano, el informe la Comisión AAMPETRA de la Asamblea Nacional del Ecuador exhorta a contar con políticas públicas para la prevención y la atención integral de los casos, y la sentencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) sobre el caso de Paola Guzmán Albarracín establece importantes estándares para prevenir, erradicar y sancionar la violencia sexual contra niños, niñas y adolescentes en el contexto educativo.

Se entiende a la educación como un derecho humano que permite alcanzar el desarrollo integral de las personas a lo largo y ancho de la vida, así como construir su proyecto de vida y el ejercicio de sus derechos en contextos libres de violencia. Para ello, en el Ecuador se han definido leyes, normativas e instituciones que permitan garantizar y proteger los derechos. Pero ¿qué pasa cuando las instituciones no cumplen con su rol protector, cuando las declaraciones, convenciones y tratados internacionales han sido superados por las actitudes patriarcales basadas en el poder que destruye, que violenta, que vulnera? Frente a la historia de Paola Guzmán Albarracín (adolescente ecuatoriana que se quitó la vida luego de sufrir sistemáticamente violencia sexual por parte de directivos de la institución educativa donde estudiaba), asistimos al temor, la inseguridad, la desprotección, justamente en el lugar que debía garantizar sus derechos y protegerla, su escuela.

La educación no es sólo la formación de conocimientos, es también la construcción de formas de pensar, sentir y actuar. El sistema le falla a niñas, niños y adolescentes cuando mantiene y reproduce patrones estereotipados de comportamiento, cuando las prácticas sociales y culturales se basan en conceptos de inferioridad o subordinación, cuando cosifica los cuerpos como fuente de dominación y explotación.
La educación es también transformadora y es ahí en donde se debe incidir, para eliminar las relaciones de poder que ubican a la niñez como vulnerable frente al autoritarismo, que minimiza sus necesidades, que no escucha su voz.  Es urgente promover el empoderamiento, erradicar normas y estereotipos de género y otras formas de discriminación.

Cada 14 de agosto se conmemora en el Ecuador el “Día contra la violencia sexual en las aulas”. Desde la UNESCO reiteramos nuestro llamado a las autoridades nacionales para combatir de forma estructural la violencia sexual dentro del ámbito educativo y otros ámbitos en los que se desarrollan los niños, niñas y adolescentes.  Nos unimos a las voces que proclaman “No más violencia a niños, niñas y adolescentes en las aulas, ni en ningún otro espacio” y ratificamos el compromiso con el Estado ecuatoriano, y especialmente con el Ministerio de Educación (MinEduc), para aportar a la educación equitativa, inclusiva, libre de discriminación y a la construcción de seres humanos iguales y respetuosos de las diversidades, en contextos libres de todo tipo de violencia.

Fuente: https://es.unesco.org/news/14-de-agosto-dia-de-lucha-contra-la-violencia-sexual-en-las-aulas

Comparte este contenido:

Mundo: Las niñas de 5 años sí quieren ser científicas o ingenieras

Los niños están más influenciados por los estereotipos de género que sus compañeras a la hora de elegir la profesión que quieren desempeñar en el futuro, según un informe de la OCDE.

¿Qué quieren ser los niños y las niñas de 5 años cuando sean mayores? Depende de su género, de los estereotipos a los que estén expuestos, del conocimiento que tengan sobre las profesiones existente y, en menor grado, del nivel socioeconómico de sus familias, entre otros factores. Así lo indican los resultados del estudio The Future at Five: Gendered Aspirations of Five-Year-Oldspublicado recientemente por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).

El informe, que se basa en las respuestas de 4.000 alumnos y alumnas de 5 años de entornos favorecidos y vulnerables, apunta que los prejuicios asociados con el género son evidentes en las aspiraciones profesionales futuras de la mayoría de los niños y las niñas de esa edad. De hecho, estas predisposiciones de género se crean en las mentes de los estudiantes entre los 5 y 6 años, y pueden limitar el desarrollo de su carrera profesional cuando crecen, según la OCDE.

No obstante, los resultados del estudio indican que en general tanto los niños como las niñas se plantean trabajar en una profesión STEM en el futuro, siendo la 13ª ocupación que prefieren ellos y la 20ª que eligen ellas como favorita.

Asimismo, las alumnas tienden a concretar más que sus compañeros sobre el trabajo u ocupación que desean desempeñar cuando crezcan, y prefieren ocupaciones más calificadas y que actualmente son mejor pagadas que las señaladas por los alumnos.

Además, las ambiciones profesionales de los niños están más influenciadas por los estereotipos de género que las de sus compañeras: una de cada dos de las 30 profesiones preferidas de los alumnos es tradicionalmente masculina, según los prejuicios de género: oficial de policía, deportista, bombero, etc. Por el contrario, solo una de cada cuatro de las 30 ocupaciones que prefieren las niñas se encuentra en campos tradicionalmente dominados por mujeres.

Por lo anterior, la OCDE considera que las alumnas de 5 años están más interesadas en trabajos dominados por hombres, como oficial de policía, bombera, ingeniera o científica, mientras que los niños se decantan más por roles que consideran más tradicionales para ellos. Aun así, la elección de carrera más popular entre las pequeñas es ser maestra, mientras que la aspiración que más prefieren los alumnos es trabajar como oficial de policía.

Las alumnas también son más propensas que sus compañeros a desempeñarse en profesiones que involucren un elemento de protección o a mostrar interés en los roles creativos y las artes escénicas. Por ejemplo, ser bailarina o artista se encuentra entre las 10 principales aspiraciones identificadas por las alumnas, pero ninguna figura entre las opciones más populares que han mencionado los alumnos.

En general, la mitad de los 30 trabajos especificados por el alumnado son los favoritos tanto por niñas como por niños, incluido el deseo de ser oficial de policía, maestro/a, médico/a, chef, científico/a e ingeniero/a.

Conoce a continuación la lista de los 20 trabajos a los que aspiran los alumnos y las alumnas de 5 años…

Las Top20 aspiraciones profesionales de los niños y las niñas de 5 años

Posición  Niñas Niños
1 Maestra Oficial de policía
2 Veterinaria Atleta o deportista profesional
3 Médica Bombero
4 Peluquera Constructor
5 Oficial de policía Maestro
6 Bailarina Padre
7 Madre Personaje de ficción (superhéroes)
8 Personaje de ficción (hada, sirena, unicornio) Médico
9 Artista Soldado – fuerzas armadas
10 Chef Ser grande
11 Atleta o deportista profesional Piloto
12 Músico Conductor – transportista
13 Asistente de ventas en una tienda Científico o ingeniero
14 Princesa o reina Trabajar con su padre
15 Enfermera Taxista
16 Cuidadora de animales Chef
17 Dentista Alguien que trabaja (sin especificar en qué)
18 Bombera Alguien que juega
19 Ser grande Conductor de excavadora
20 Científica o ingeniera Conductor de autobús público, tranvía o tren

La orientación, clave para ampliar las aspiraciones de los niños y las niñas

La mayoría de las profesiones a las que aspiran los estudiantes los conocen por su familia o comunidad, o de libros, televisión, películas y entretenimiento multimedia. Así, el alumnado de 5 años identifica los trabajos realizados por adultos con los que tienen contacto, como en su escuela o centro de Educación Infantil, y en las actividades cotidianas que realizan con sus familias.

Para que los estudiantes tengan ambiciones profesionales más amplias y puedan desarrollarse profesionalmente en el futuro resulta fundamental introducir la orientación académica y profesional desde edades tempranas, realizar actividades en las que exploren diferentes trabajos y, al mismo tiempo, se alejen de los prejuicios de género existentes en las profesiones.

Esto es importante porque «las aspiraciones de los niños y las niñas de 5 años están vinculadas a su motivación, rendimiento escolar, a sus elecciones de asignaturas que abren o cierran posibilidades profesionales e incluso a sus ocupaciones de futuro», apunta la OCDE.

Los prejuicios de género tienen más peso en las aspiraciones infantiles que su nivel socioeconómico

 Imagen: OCDE

El género está más relacionado con las aspiraciones profesionales de los pequeños que con el entorno socioeconómico de sus familias, incluidos los niveles de educación u ocupaciones de los padres y madres, según el estudio. «Las aspiraciones de los niños de entornos favorecidos y desfavorecidos son de hecho más sorprendentes por sus similitudes que por sus diferencias», señala la OCDE.

Sin embargo, las diferencias en las aspiraciones infantiles de estudiantes de diferentes niveles socioeconómicos son mayores entre los niños que entre las niñas. Por ejemplo, los alumnos de entornos privilegiados están más interesados en ser pilotos o médicos, mientras que los de entornos desfavorecidos desean trabajar en las fuerzas armadas o conducir camiones.

En el caso de las niñas, 7 de cada 10 aspiraciones profesionales son iguales entre las que provienen de niveles socioeconómicos altos y bajos. De hecho, la profesión que más quieren ser las alumnas de ambos entornos es la de maestra.

Fuente e imagen: https://www.educaweb.com/noticia/2021/03/18/ninas-5-anos-si-quieren-ser-cientificas-ingenieras-futuro-19488/

Comparte este contenido:

Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia

Por: Ana Isabel Márquez Rojas*

 

En Diciembre del año 2015 la Organización de las Naciones Unidas ONU,  proclamó el 11 de Febrero como el día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia, con el objetivo de romper las barreras que encuentran las mujeres y niñas en la Ciencia. Es oportuno resaltar  en esta conmemoración, el rol histórico que han desempeñado las mujeres de los pueblos originarios y africanos y su diáspora en nuestra Indoafroamérica y los Caribes,  en la producción de saberes ancestrales y su  recreación y resignificación,  en los mundos de vidas de  los tecnólogos, tecnólogas e inventores populares del país.

En aras del reconocimiento  y la lucha contra el estigma y la discriminación racial de estas mujeres de Abya Yala  en la ciencia, es oportuno reflexionar sobre   el racismo estructural al que han sido expuestas socialmente las mujeres negras o afrodescendientes en la ciencia, pues históricamente sus conocimientos han sido tildados estereotipadamente, como  superticiosos, románticos, o carentes de verificación.   Y  este derecho humano a la participación y visibilización de las mujeres negras o afrodescendientes,  es oportuno destacar  el rol protagónico y transformador en el régimen de representación  que tiene la figura de la directora de ONU Mujeres, mujer sudafricana, Phumzile Mlambo-Ngcuka,

 

Fig. 1 Phumzile Mlambo-Ngcuka Director de ONU Mujeres

Esta mujer  fue vicepresidenta de Sudáfrica desde 2005 hasta 2008, defensora de los derechos humanos de las mujeres, quien hizo un llamado a derribar los estereotipos de género que vinculan la ciencia con la masculinidad y la necesidad de brindar a las generaciones  de jóvenes ejemplos positivos: Ingenieras, Astronautas e Investigadoras Mujeres, por lo que es necesario destacar y recomendar  en este apartado una película que reivindica la representación de la  Mujer Afrodescendiente  en la Ciencia y la Tecnología, recogida en el libro “Talentos ocultos” de la autora Margot Lee Shetterly y luego llevada a la industria cultural del cine en el año 2016, en donde tres mujeres afroamericanas forman parte del equipo de “ordenadores humanos” denominadas peyorativamente como objetos,  quienes resolvían ecuaciones y complejos problemas matemáticos a mano.

Asimismo y en aras de la reivindicación del rol protagónico de las mujeres  y niñas negras o afrodescendientes y la representación positiva, es necesario destacar  la reivindicación desde una militancia antirracista y decolonial  ante este reto-desafío en la propuesta  del proyecto  “Yo quiero ser científica: Biotecnóloga de Alimentos” propuesto en el año 2018 desde la Universidad Nacional Experimental Simón Rodríguez (Núcleo Valencia)  en el marco de las V Jornadas de Biotecnología Alimentaria celebradas en las instalaciones de Pequiven Valencia, a los fines de visibilizar el rol de la niña afrodescendiente en la Ciencia y promover la educación científica  en el sistema educativo,  desde el subsistema de Educación Básica: Nivel de Educación Inicial.

Dentro de las intencionalidades del presente proyecto se propone de forma performativa, una didáctica situada, fundamentada en la pedagogía de la pregunta y la  lúdica . Esta propuesta de gran significación fue pensada también para  trasladarla y socializarla  posteriormente en las Expoferias de Orientacion Vocacional Juvenil a la que asistíamos  anualmente, mediante la develación de historias de vidas de nuestras participantes-egresadas quienes con sus experiencias personales pueden  servir como  modelos de mujeres investigadoras  en la ciencia, por cuanto, las estadísticas de los estudios en la Maestría en  Biotecnología Alimentaria y Especialización en Ingeniería de Alimentos en la UNESR, refieren una alta participación de egresadas   femeninas en este campo de estudios. Esta propuesta de largo aliento, fue pensada y problematizada tomando en consideración las siguientes interrogantes: ¿Cuáles serán los techos de cristal del mundo de vida de nuestras participantes biotecnólogas en el campo laboral?¿En sus producciones e innovaciones serán reconocidas? Serán conscientes de su  doble carga  de trabajo productivo entre la casa y las producciones extrahorarios  en los laboratorios?¡¿Su exposición a la salud ante el uso de productos químicos,  y el escaso reconocimiento de su labor en esta área?¿Qué grado de compromiso tendrán estas biotecnólogas de alimentos en la promoción de estos estudios en sus ámbitos familiares e intergeneracionales?

En este Día Internacional de las Mujeres y las Niñas en la Ciencia, aprovechamos la oportunidad para pensar desde una Filosofia Ubuntiana Nosotrica,  en políticas de promoción y participación de la niña y la mujer  en proyectos de Ciencia y Tecnología, creados colectiva y situadamente desde nuestros sentipensares territoriales,   fundamentados en la pedagogía de la pregunta Freiriana  y en la prácticas pedagógicas Robinsonianas del aprender preguntando lúdicamente, aspectos fundamentales para la formación de espíritus críticos, la emancipación de las conciencias,  desde los  “no lugares” inciertos, invisibilizados y cotidianos que se entretejen en los mundos de vida comunitarios de Nuestraamérica  y Los Caribes.

 

 

  • Prof. Ana Isabel Márquez Rojas
Docente Investigadora Militante con la Niñez y Juventud Venezolana
Universidad Nacional Experimental Simón Rodríguez (Núcleo Valencia)
Coordinadora de la Línea de Investigación Innovación y Transformación de la Práxis Pedagógica en Educación Inicial
Comparte este contenido:

Entrevista a Thaïs Gutiérrez : “La sociedad aún no digiere bien a los niños que no encajan con la masculinidad tradicional”

Entrevistas/Autora: Mar Calpena

A menudo, cuando se habla de educación para la igualdad, el énfasis se pone en las niñas. La periodista Thaïs Gutiérrez se ha propuesto explorar cómo la masculinidad tóxica marca a los niños más allá de la infancia. En Ni forts, ni valents –de momento, sin fecha aún de edición castellano–, Gutiérrez explora a través de su propia experiencia cómo la publicidad, los dibujos animados, la presión del grupo y la sociedad entera tejen un sistema que oprime también a los niños.

¿Cómo surge la idea del libro?

Fue por dos motivos. La primera, como madre de dos niños iba observando cosillas a nivel personal que creía que ya estaban superadas, y descubría que existían muchos estereotipos aún. La segunda, que en el periódico en el que trabajo hicimos un dossier sobre masculinidades, y yo me encargué de la parte de los niños. En una conversación con un antropólogo vasco que sale en el libro, Rixar Bacete, él me abrió mucho los ojos hacia este tema que quizás ya percibía como madre, y me hizo darme cuenta de que no estamos trabajando para librar a los niños de los estereotipos. Todos los expertos con los que hablé luego coincidían en una idea: estamos haciendo mucho trabajo con las niñas, las estamos empoderando, les estamos dando muchos recursos para que crezcan libres, todo ello muy necesario, pero nos hemos olvidado un poco de los niños. Y ellos también lo sufren. Me dije: “Necesito seguir investigando y tirando de este hilo”.

¿Cree que en esto la situación ha ido a peor desde hace unos años?

En general diría que no, que no ha ido a peor. Pero sí que en algunos campos se percibe un empeoramiento. Un ejemplo de ello es la publicidad infantil. En los años ochenta no tenía todos los estereotipos que tiene ahora. Lo peor es la campaña de Navidad, que desmonta todo el trabajo que se hace de educación durante un año. Está llena de estereotipos, en particular respecto a las niñas, que se presentan como cuidadoras de bebés, o con juguetes para estar guapas, para hacerse trenzas, maquillaje, diademas, todo siempre rosa… y a los niños se los presenta siempre en acción, yendo en bici, haciendo carreras de coches. El Consell de l’Audiovisual de Catalunya alertaba de que en la campaña de Navidad de 2019 en el 48,6% de los anuncios se usaban estereotipos sexistas. Es la peor tasa desde 2012. Y personalmente sí que noto este retroceso, porque no recuerdo este sesgo de género tan bestia en mi infancia. Sin embargo, poco a poco vamos avanzando como sociedad. Y luego está cómo los estereotipos afectan a los niños, que creo que es algo que dábamos por superado, que ya todos sabíamos que los niños no están obligados a ser fuertes y valientes y que si quieren pueden elegir el ballet en lugar del fútbol… pero esto no está superado. La sociedad aún no digiere bien a los niños que no encajan con el mandato de la masculinidad tradicional.

¿El trabajo para desmontar estos patrones debe comenzar por los adultos?

Lo ideal sería comenzar con los niños para no llegar a encontrarnos estos patrones en los adultos. Seguro que con los mayores también queda mucho por hacer, pero no quiero entrar mucho en eso porque se escapa un poco al alcance del libro y no lo tengo tan analizado. Si no se permite que los niños no expresen determinados sentimientos, los tienes castrados emocionalmente toda su infancia, negándoles quiénes son y dándoles un mensaje muy peligroso, que es que tienen que esconderse o el grupo no los aceptará, porque no son suficientemente hombres… Esto aún pasa, y hay niños que siguen sufriéndolo. Tener que crecer así, con esta carga, me parece muy duro.

¿Los modelos sociales que les damos refuerzan estos estereotipos?

Totalmente. Los referentes van todos a reforzar esta idea. Si miras quiénes son los referentes de los niños, normalmente son futbolistas, cantantes de reguetón, youtubers… muchos de ellos sólo refuerzan este mensaje. Y a nivel político, que quizás no sea el referente de los niños, pero sí que es lo que ven que sale en las portadas de los periódicos o en la tele, que son la gente que les presentamos como que merece ser escuchada, muchos de ellos encarnan la masculinidad tóxica, como los Trumps, los Bolsonaros, los Putins… El tema de los referentes es preocupante, porque es el espejo de los niños y cuesta mucho encontrar alternativas.

¿Qué papel jugamos las mujeres?

Mi conclusión es que es muy importante que las mujeres ofrezcamos a los niños referentes de mujeres interesantes y potentes, para que nos vean más allá de la imagen estereotipada de la publicidad o el cine, o de la idea de que las mujeres tenemos que ser jóvenes, bonitas, y simplemente un objeto. Por eso tenemos que presentarles mujeres que sean lo que ellos quieren llegar a ser. Para mí eso es fundamental. Lo intento hacer en casa a pequeña escala. Ojo, no hablo sólo de mujeres famosas. Tienen que entender que el trabajo de la abuela importa tanto como el del abuelo, revalorizar el trabajo que se hace en casa…

Precisamente en el libro usted comenta que muchos padres desean y apoyan que sus hijas ocupen lugares de poder, pero que nunca estimulan a sus hijos para que elijan hacer trabajos de cuidados…

Esto es prácticamente inexistente. Lo que te dicen los expertos es que, como los hombres ocupan una posición dominante en esta sociedad, si las mujeres acceden a trabajos tradicionalmente masculinos se acepta porque en el fondo viene a ser como si subieran un nivel. En cambio, como casi siempre se nos ha presentado a las mujeres en un escalafón inferior al de los hombres, cuando los hombres o los niños quieren entrar en espacios tradicionalmente femeninos se considera que van hacia atrás. Todo lo femenino sigue estando devaluado y hay que trabajar para revalorizarlo, y eso también pasa porque si el niño quiere hacer algo considerado tradicionalmente femenino, o ponerse alguna pieza de ropa que se consideraba “de niña”, no se le cuestione.

¿Qué es la “caja de la masculinidad”, que usted comenta en el libro?

Es un concepto que enunció el educador Paul Kivel, la caja de creencias de la masculinidad. Se desarrolla después en un estudio que a mí me gusta mucho, porque tuvo en cuenta datos de tres países distintos: Estados Unidos, México y Gran Bretaña. Lo llevó a cabo la organización Promundo, y desglosaba en siete puntos las creencias con las que los hombres “cargan”. Estas creencias consisten en ser autosuficiente, ser fuerte, ser atractivo, ceñirse a los roles masculinos tradicionales; ser heterosexual y menospreciar a los homosexuales, ser hipersexual y ser agresivo y controlador. Resumen muy bien la masculinidad tradicional. Me llama la atención que las conclusiones del estudio entre países tan distintos sean tan parecidas, y que apunten a que los chicos encuestados en su mayoría han sentido presión para encajar en estos conceptos.

En el libro dedica un tema al riesgo, y a cómo la masculinidad tóxica es la causa de conductas peligrosas. ¿Le sorprenden los estudios que apuntan que la incidencia de la covid sea mayor en hombres por esta razón?

Me sorprende sólo porque no los conocía, pero después de escribir este libro y hablar con los expertos en el tema, en realidad no, ya no me sorprende. La socióloga Marina Subirats me dijo que “los hombres se mueren de masculinidad”, que es una frase que es muy reveladora. En el caso de los niños, esto se traduce en conductas peligrosas para demostrar su virilidad, como los casos que cuento en el libro [sobre colgarse de un vagón de metro en marcha, y otros] y que vi en mis amigos en la adolescencia. Para demostrar tu virilidad tienes que hacer estas “pruebas” de riesgo absurdas, por todo el sistema de premios y castigos del grupo. Si las haces el grupo te premia y te trata como a un líder; mientras que si tienes un poco de criterio y no las llevas a cabo, el grupo te castiga. Y este mecanismo sigue muy activo. Está desprestigiado cuidarse y, como te decía antes, cuidar a los demás. Las estadísticas nos muestran que más chicos conducen bajo los efectos del alcohol o consumen drogas; tenemos que enseñarles a cuidarse. Porque luego, cuando son adultos, van menos al médico y no piden ayuda cuando tienen problemas de salud mental, según alerta la Asociación Americana de Psicología.

También aborda el tema del porno…

Tengo la sensación que con el porno estamos mirando hacia otro lado. Ponemos la excusa de la libertad de expresión para no abordar que la pornografía violenta se ha convertido en la educación sexual de los chicos. Se trata de pornografía agresiva, machista y cosificadora, en la que no aparece el placer de las mujeres, en la que siempre hay una dominación masculina, y que se convierte en el primer ejemplo de sexo que ven los jóvenes. No hablamos de adultos, los adultos que vean lo que quieran, eso me da absolutamente igual. Estamos hablando de niños de ocho años, que acceden a ello de forma casual, o que buscan a partir de los doce. Los sexólogos alertan de las consecuencias de jóvenes que llegan a la edad adulta con relaciones desiguales, que recurren a la prostitución porque las mujeres no quieren acceder a las prácticas que ellos han visto en el porno. La gente todavía se ríe cuando se habla de porno, y hace ver que no condiciona. Las escuelas tienen que mejorar el tema de educación sexual y afectiva, se debe implantar antes. Y hay que hablarlo con los críos desde pequeños, porque si se tropiezan con ello por primera vez a los ocho años, significa que deberían saber ya algo. A los padres les incomoda mucho hablar de sexo con sus hijos, pero tenemos que quitarnos esta incomodidad de encima.

Uno de los temas que subyacen en el libro es la del género como algo construido.

No he querido entrar en eso porque me parece un debate infinito. Lo que sí tengo claro es que las personas pueden sentirse como quieran, y que hay, es indudable, una construcción y una socialización de género, que no determinan los genitales. Si un niño se siente niña hay que acompañarlo y darle las herramientas, y que sus derechos se respeten. Tendríamos que dar a todo el mundo la misma educación y explicarles también que hay personas no binarias, que no se reconocen en ningún género, y que no son bichos raros si eso es lo que sienten. Queda mucho por hacer.

En concreto, ¿qué pueden hacer las administraciones?

No lo sé. En Cataluña el departamento de Educación ha anunciado que la educación afectivosexual, como te decía, se va a implementar a partir de P3 (educación infantil, a partir de tres años). Pero no creo que sea una prioridad de los políticos. Debería serlo, porque la educación en la igualdad de los niños es lo que determinará cómo son los adultos del día de mañana, así que tendría que haber una apuesta mucho mayor, y con recursos, por ella.

Fuente e imagen tomadas de: https://insurgenciamagisterial.com/la-sociedad-aun-no-digiere-bien-a-los-ninos-que-no-encajan-con-la-masculinidad-tradicional/

Comparte este contenido:
Page 1 of 6
1 2 3 6