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Informe: Las madres solteras sufren mayor riesgo de pobreza y exclusión social

https://es.euronews.com/video/2024/04/09/las-madres-solteras-sufren-mayor-riesgo-de-pobreza-y-exclusion-social (vídeo)

 

El informe de la Red Europea contra la Pobreza apunta a una fiscalidad más justa como herramienta para evitar la marginación.

 

La pobreza tiene muchas caras, pero **su rostro más habitual es el de una mujer.**Como el de Geneviève Baert, que vive en Bélgica y tiene 54 años. La pérdida del negocio familiar cuando era adolescente y el cuidado de sus cinco hijos como madre soltera la empujaron a una situación de pobreza de la que está tratando de salir.

 

«Tuve un periodo en el que era pobre y no lo sabía», cuenta en una entrevista con ‘Euronews’. Pero Baert pudo darse cuenta de su situación gracias a las redes de ayuda, algo que la empujó a «luchar de otra manera, con otras armas» y evitó que se culpabilizara. «Es la sociedad la que no pone las cosas a mi alrededor para que yo pueda evolucionar», lamenta.

 

Ella es una de las 95,3 millones de personas en la Unión Europea que en 2022 estaban en riesgo de exclusión social o de pobreza. Según Eurostat, la oficina europea de estadística, se trata de un 22% de la población del bloque. Países como Rumanía (34%), Bulgaria (32%), Grecia y España (ambos 26%), encabezan la lista.

 

Baert pertenece a uno de los grupos más vulnerables: las mujeres. Así lo explica el informe de la Red Europea contra la Pobreza (EAPN, por sus siglas en inglés) presentado este lunes en Bruselas. La pobreza femenina «es empeorada por los bajos sueldos y el ser responsable de los cuidados y es más probable que tengan un empleo de media jornada o temporal». Por ejemplo, el dossier alerta que en Austria aproximadamente el 50% de las mujeres trabajan a media jornada para poder atender a sus hijos, lo que las hace depender económicamente de sus parejas.

 

Según el presidente de EAPN, Carlos Susias, la situación es «estructural». Algo que se constata al haber «una diferencia en todos los parámetros de pobreza entre hombres y mujeres a favor de los hombres, en contra de las mujeres». Por ello, para Susias las medidas para acabar con las diferencias por género deben ir más allá de las actuales políticas de protección y apunta a una mejor conciliación. Para Baert, poder llevar a sus hijos al jardín de infancia fue clave. «Es importante para la madre, porque puede emanciparse y es importante para el niño, porque ya está aprendiendo socialización a esa edad», explica.

 

Aunque Susias también pide cambios en la fiscalidad de las familias monomarentales, que componen el 80% de los progenitores solteros con hijos a cargo. «Es necesario unas políticas fiscales que también permitan ciertos impuestos negativos de apoyo a las familias en mayor situación de vulnerabilidad», reclama.

 

Baert lamenta que la pobreza ha afectado a la vida y las oportunidades de sus hijos. «He tenido una experiencia muy mala de la escuela porque hay mucha discriminación contra los niños de entornos desfavorecidos», asegura. Además, ha echado en falta la empatía de otros padres o de los centros. «Eso deja huella en la infancia, marcas indelebles», lamenta.

 

El coste de la vivienda incrementa el riesgo de pobreza

El informe también alerta de como el aumento del precio de la vivienda y la alta inflación han afectado de forma más acusada a los grupos vulnerables, entre los que se incluyen los jóvenes o las personas con bajo nivel de estudios. Es el caso de Portugal, donde el informe explica que «en 2022, el 19,4% de la población en riesgo de pobreza estaba sobrecargada de gastos de vivienda, frente al 2,2% de la población sin riesgo de pobreza». Además, el texto alerta que en todo Portugal hay 2,8 millones de hogares con problemas económicos relacionados con la vivienda.

 

Las dificultades asociadas a la vivienda, como por ejemplo, la imposibilidad de mantenerla a una temperatura adecuada en invierno son también mayores entre los grupos en riesgo de pobreza. Según un informe de la Comisión Europea sobre el acceso a servicios esenciales de la UE en 2024, la pobreza energética «en todos los Estados miembros es mayor para las personas en riesgo de pobreza, y va entre el 3,9% de Finlandia y el 50,6% de Chipre, mientras que la media de la UE es del 20,2%».

 

Fuente: https://es.euronews.com/my-europe/2024/04/09/las-madres-solteras-sufren-mayor-riesgo-de-pobreza-y-exclusion-social

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La pobreza sigue castigando a los trabajadores del mundo

En todo el mundo la informalidad laboral y la pobreza se entrelazan como una rémora que impide lograr objetivos de justicia social, advierte la OIT.

GINEBRA – La pobreza y la informalidad continúan castigando a los trabajadores en el mundo, especialmente en África, donde casi uno de cada tres vive en la pobreza extrema, de acuerdo con un informe de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).

En África 29 % de los trabajadores tiene ingresos por debajo de 2,15 dólares al día -umbral de pobreza extrema internacionalmente reconocido-, y al sur del Sáhara 145 millones de personas, casi un tercio de la población empleada, está en esa situación.

En otras regiones la pobreza laboral extrema ha disminuido, con la excepción de los Estados árabes, donde creció de tres a 13 % entre 2014 y 2024, según el estudio divulgado por la OIT en su sede en esta ciudad suiza.

El promedio mundial es de siete por ciento, de cinco en Asia y el Pacífico, de tres por ciento en América y entre uno y dos por ciento en Europa.

Con la actual policrisis –conflictos armados, inflación, deuda externa, interrupción en las cadenas de suministro, crisis climática, secuelas de la pandemia- se prevé que persistan tanto esa pobreza como la informalidad, pues se entrelazan.

Las difíciles condiciones económicas están empujando a los trabajadores hacia la economía informal, y la OIT advierte que esos empleos carecen de los elementos críticos de las relaciones formales de la ocupación, en particular el acceso a los sistemas de protección social, lo que supone un obstáculo para la justicia social.

A escala mundial, más de 2000 millones de trabajadores se encontraban en la economía sumergida en 2023, 58 % de la mano de obra mundial, y se prevé que esa tasa disminuya solo ligeramente hasta 57,8 % en 2024.

El descenso de la tasa de informalidad en menos de un punto porcentual desde 2015 es demasiado lento como para esperar una formalización generalizada a corto plazo.

En 2021, 56 % de las personas mayores de 15 años de todo el mundo estaban empleadas, lo que significa que las rentas del trabajo determinan la vida de 3300 millones de trabajadores y sus familias.

Una proporción decreciente de las rentas del trabajo en el producto interno bruto refleja que los aumentos de la productividad laboral no se traducen plenamente en remuneración del trabajo.

Por otra parte, las mujeres y los jóvenes siguen enfrentándose a tasas de desocupación más elevadas que sus homólogos masculinos y adultos en todo el mundo, y en la mayoría de las regiones. En 2023, las diferencias de género en las tasas de la desocupación casi reflejaban las de 2015.

La mayor brecha de género se mantiene en los Estados Árabes: durante más de una década, las mujeres han tenido sistemáticamente alrededor del doble de probabilidades de estar desempleadas, en comparación con los hombres.

La tasa de jóvenes que no están empleados, ni en entrenamiento y tampoco cursan estudios se situó el año pasado en 21,7 % (14,1 % hombres y 29,7 % mujeres).

Mientras que en la ocupación las mujeres están representadas en casi 40 %, en 2022 solo ocupaban 27,5 % de los puestos de dirección, un descenso desde el 28,5 % de 2021. Al ritmo actual, pueden pasar 176 años antes de que las mujeres alcancen la paridad de género en los puestos directivos.

En lo que se refiere al cumplimiento de los derechos laborales fundamentales (libertades de asociación y negociación colectiva), la OIT aprecia un “deterioro alarmante”, con base en el indicador que utiliza y que va de cero (el mejor cumplimiento posible) a 10 (el peor).

La media mundial de ese indicador en 2022 se situó en 4,81, lo que supone un deterioro significativo y continuado desde 2015, cuando se situó en 4,5.

Este empeoramiento afecta tanto a los países desarrollados como a los países en desarrollo y es evidente en todas las regiones desde 2015.

Son cambios impulsados por las violaciones en la práctica y, de manera alarmante, por las violaciones de las libertades civiles fundamentales de los trabajadores, los empleadores y sus organizaciones.

La Comisión de Expertos en Aplicación de Convenios y Recomendaciones de la OIT subraya en una declaración que “la paz universal y duradera sólo puede basarse en la justicia social”, la cual solo puede mantenerse mediante la observancia de los derechos laborales y la realización de los derechos humanos en sentido amplio.

A-E/HM

Fuente: https://ipsnoticias.net/2024/04/la-pobreza-sigue-castigando-a-los-trabajadores-del-mundo/

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Educar en y para la democracia: des-educar en la guerra y la barbarie

La guerra es incompatible con la democracia, la justicia social o la libertad. Apoyarla, contribuir a que se cronifique, también. Al igual que la inacción, el silencio cómplice o incluso el apoyo al genocidio en Palestina. Al igual que la existencia y ampliación de la OTAN. Al igual que los llamados a prepararnos para una tercera guerra mundial de dirigentes europeos. Lo mismo que el aumento de presupuestos para la guerra. Lo mismo que las inversiones en armamento y en destrucción cuyo retorno, mediante deuda, será exigido a los pueblos que sufran esas guerras y que establecerán “gobiernos a distancia” de esos pueblos en manos de los países, la banca y los fondos financieros que detentan esas deudas (como se hace en Latinoamérica, África, etc.).

Los discursos bélicos “patrióticos”, narrativas de salvación a través de la guerra y el genocidio, solo contribuyen al auge de los neofascismos. Como estamos viendo en el régimen sionista de Israel (gobernado por ultraderechistas) o en Estados Unidos (poca diferencia real hay entre Bush y Trump) o en la vieja Europa (con cada vez más gobiernos en manos de la extrema derecha o la derecha extrema).

Frente a la deslegitimación permanente de la democracia por parte del neofascismo y la derecha extrema, excepto cuando les sirve a ellos para llegar al poder y seguir controlándolo, debemos dar ejemplo por parte de la comunidad social y educativa, empezando por los centros educativos públicos (ya sabemos que los concertados tienen dueños e ideología “propia”), de una práctica educativa democrática radicalmente coherente. Una pedagogía democrática que se oriente a la formación de ciudadanía crítica que sea capaz de defender la actual democracia representativa existente, pero que también sea capaz de imaginar y avanzar hacia una democracia participativa real.

Por eso, consolidar las débiles democracias que tenemos pasa inexorablemente por exigir a nuestros dirigentes, que han sido elegidos en democracia, que detengan las guerras o los genocidios como el de Palestina o el Congo. Para que las futuras generaciones crean realmente en la democracia esto es hoy un objetivo tan urgente como necesario, que no solo salvará vidas y el inmenso sufrimiento de millones de personas, sino que apuntalarán las democracias existentes y la democracia como valor y derecho fundamental. No hay democracia sin justicia social, sin igualdad y sin paz.

Sin embargo, los dirigentes europeos, en su loca deriva autoritaria, nos anuncian que nos preparemos para una tercera guerra mundial con el epicentro en Europa, como ha declarado la ministra de la guerra española, Margarita Robles. En su loca deriva antidemocrática, frente a las inmensas manifestaciones de sus pueblos, siguen permitiendo e incluso alentando el genocidio en Gaza, haciendo oídos sordos ante el genocidio en el Congo (no vaya a ponerse en peligro la extracción del coltán para nuestros teléfonos), ampliando la OTAN y aumentando la financiación militar con nuestros impuestos, con los impuestos de los pueblos a quienes quieren mandar a matarse entre ellos. ¡Qué vayan sus hijos e hijas! Si quieren la guerra, ¡que sean ellos y ellas quienes se maten entre sí!

Por eso debemos educar en los centros educativos en y para la democracia, desde el compromiso inequívoco de una educación para la paz. Una educación democrática para la paz desde una Pedagogía de la Desobediencia ante el rearme militarista y genocida.

Una pedagogía democrática exige la práctica de la desobediencia civil activa contra un sistema injusto que permite el genocidio (como ha documentado la relatora de la ONU, Francesca Albanese) de más de 32.000 palestinos por un régimen que se sabe impune ante la comunidad internacional, que mata de hambre a la población y justifica el apartheid en Israel por intereses económicos y geoestratégicos. Un sistema que extrae recursos del Congo a costa de otro genocidio silenciado. Que aumenta obscenamente los presupuestos para la guerra mientras una de cada cinco familias no puede pagar la calefacción de su casa en España y el 26,5% de la población vive en riesgo de pobreza o exclusión social.

No podemos seguir siendo “indiferentes” ni “obedientes” ante un modelo social, económico, ideológico y político que justifica y conduce a la violencia, la desigualdad, la insolidaridad, el saqueo del bien común, el ecocidio del planeta, el odio al indiferente, la intolerancia y el fanatismo. La verdadera munición de este modelo no son solo las balas de goma o el gas lacrimógeno; es nuestro silencio y nuestra indiferencia cómplice.

Como dice Howard Zinn la desobediencia civil no es nuestro problema. Nuestro problema es la “obediencia civil”. Nuestro problema es que multitud de personas en todo el mundo han obedecido los dictados de los líderes de sus gobiernos y han ido a la guerra, donde millones han muerto por causa de esa obediencia… Nuestro problema es que en todo el mundo la gente es obediente ante la pobreza y el hambre, ante la estupidez, la guerra y la crueldad. Nuestro problema es que la gente es obediente mientras las cárceles están llenas de ladronzuelos y los grandes ladrones rigen el mundo. Éste es nuestro problema.

Debemos convertir los centros en auténticas escuelas de democracia para cuestionar este modelo social tan absurdamente injusto y para construir alternativas pacíficas, justas y en pro del bien común sean una estrategia habitual que corresponsabiliza al alumnado, no solo en la dinámica democrática de los centros, sino en la construcción de otra sociedad e implica a toda la comunidad educativa en la convivencia y la defensa de la paz de forma radical.

En estos días todas las materias, todas las asignaturas, todo el profesorado debería incluir en sus clases, en su temario, las raíces del genocidio palestino, las causas del genocidio en el Congo, la historia del conflicto en Ucrania, las consecuencias del aumento de los presupuestos para la guerra, el cuestionamiento de los llamados de dirigentes europeos a una tercera guerra mundial en suelo europeo… En matemáticas, en lengua, en conocimiento del medio, en música, en educación física, en todas y cada una de las materias.

La mejor democracia que se aprende en la escuela pública es la que se vive en ella. Educar en y para la democracia, como una manera de aprender a convivir en igualdad, en paz, en justicia social y en libertad, implica que las propias escuelas sean un ejemplo de democracia y de convivencia. Porque de los jóvenes que hoy se están formando dependerá la democracia del mañana. De su implicación en la resolución de los conflictos y de su compromiso con la paz y la democracia dependerá avanzar y consolidar una democracia fuerte y asentada y la construcción de una sociedad más justa y cuya prioridad sea el bien común.

Como plantean Nichols & Berliner (2007): “Deberíamos ser el número uno en el mundo en porcentaje de jóvenes de 18 años que están política y socialmente implicados. Mucho más importante que nuestras puntuaciones en matemáticas y nuestras puntuaciones en ciencia es la implicación de la generación siguiente en el mantenimiento de una democracia real y en la construcción de una sociedad más justa para los que más la necesitan: los jóvenes, los enfermos, los ancianos, los parados, los desposeídos, los analfabetos, los hambrientos y los desamparados. Se deberían identificar las escuelas que no pueden producir ciudadanía políticamente activa y socialmente útil y divulgar sus tasas de fracaso en los periódicos”.

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Venezuela: Pensionados protestan en varios estados por mejores salarios

Jubilados y pensionados protestaron la mañana de este jueves 14 en varios estados para reclamar al Ejecutivo un aumento del salario mínimo y las pensiones, que se mantienen fijas desde hace más de dos años. La consigna «No al exterminio» se repitió en las sedes del Seguro Social del país.

 

En Caracas, frente a la sede del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), un grupo de pensionados y trabajadores activos protestó por las condiciones que enfrentan los dependientes de la administración pública.

 

Griselda Sánchez, sindicalista y presidenta de Fordisi, dijo que no hay políticas que permitan «una calidad de vida digna» a los adultos mayores.

 

Sánchez pidió a los representantes del PNUD que conversen con las autoridades venezolanas para conseguir mejoras en las pensiones.

 

«Entiendan que los trabajadores no pueden esperar a que se resuelva el tema político. Entendemos que necesitamos un cambio de modelo político, pero también necesitamos que se generen políticas para que nuestros jubilados y pensionados tengan un ingreso digno».

 

«¿Hasta cuándo tanta hambre, tanta miseria, tanto sufrimiento», expresó un jubilado frente a la sede del IVSS en San Juan de los Morros, estado Guárico.

Fuente: https://alertas24.com/nacionales/pensionados-protestan-en-varios-estados-por-mejores-salarios/

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Mujeres, con pobreza de tiempo libre: Cepal y OIT

Dedican casi el triple de tiempo que los hombres al trabajo doméstico y de cuidados no remunerado.

La cultura latinoamericana que deja a las mujeres la responsabilidad mayor de cuidar a los hijos, a los adultos mayores y a realizar labores del hogar, hace que tengan una «pobreza de tiempo” que las aleja de la capacitación, formación profesional, autocuidado y de su vida personal.

Lo anterior de acuerdo con el documento “Coyuntura Laboral en América Latina y el Caribe, Desafíos y oportunidades para la inclusión laboral de las personas jóvenes y la redistribución del trabajo de cuidados” de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) y de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).

Los organismos internacionales aseguran que debido al trabajo no remunerado que tienen que hacer las mujeres hay una menor tasa de participación laboral de las mujeres, porque ellas ocupan una parte importante del tiempo individual.

“En América Latina, las mujeres de entre 15 y 29 años que no están estudiando ni en el mercado laboral son las que más tiempo dedican al trabajo no remunerado: entre 40 y 75 horas semanales según el país (mientras los hombres jóvenes en esta misma condición dedican entre 9 y 26 horas semanales)”, explicaron la Cepal y OIT

En otras palabras, “las mujeres dedican casi el triple de tiempo que los hombres al trabajo doméstico y de cuidados no remunerado, por lo que la igualdad y la justicia pasan por redefinir estas cargas y avanzar decididamente hacia la sociedad del cuidado”.

Mujeres, pobreza y falta de tiempo libre

Ello implica que las mujeres destinan al trabajo no remunerado casi el mismo tiempo de una jornada laboral. Además de que entre más pobreza económica tengan menor acceso a escuelas o ayuda doméstica tienen, por lo que a su situación de pobreza se les añade la escasez de tiempo libre.

Para las mujeres con hijos menores de 5 años aumenta la carga de cuidados, por lo que hay menor presencia de ellas en los trabajos remunerados, mientras que cuando no hay presencia de niños y niñas en el hogar hay un mayor porcentaje de mujeres en el mercado de trabajo.

La desigualdad de genero se mide tanto en la participación laboral como en la alta incidencia del trabajo doméstico y de cuidados no remunerados, lo que profundiza las desigualdades no solamente de la distribución de tareas, también del uso del tiempo que deja a muchas mujeres “en una situación de pobreza de tiempo”.

En “Chile, Guatemala y México, las mujeres jóvenes dedican más del 20% del tiempo al trabajo no remunerado, lo que limita mucho su capacidad para participar del mercado laboral”.

Trabajo no remunerado de las mujeres

De acuerdo con el estudio, en México, los hombre de entre 15 y 29 años dedican 9.3 horas al trabajo doméstico y de cuidados no remunerados, mientras que las mujeres de esa edad destinan 21.9 horas, es decir más del doble.

El país donde las mujeres destinan más tiempo al trabajo doméstico y de cuidados no remunerado es Guatemala donde ellas dedican hasta 25 horas, en contraste con 9.3 horas de los hombres. El Salvador es el país en donde destinan los hombres más tiempo a esas labores con 11 horas y media.

Si se considera el trabajo total, es decir, el remunerado y no remunerado, México es el país donde las mujeres destinan más tiempo a ambos con 76 horas, seguido de El Salvador con 74 horas y Ecuador y Chile con 72 horas cada uno. Mientras que los hombres en total destinan 67 horas en México, 68 horas en El Salvador y 66 horas en Costa Rica, lo que muestra que los hombres tienen más tiempo libre a la semana que las mujeres.

Fuente: https://www.eluniversal.com.mx/cartera/mujeres-con-pobreza-de-tiempo-libre-cepal-y-oit/

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Educación, asignatura pendiente: mil millones de niños en el mundo viven en “pobreza de aprendizaje”. ¿Qué hacer?

Por: Redacción Semana

Un estudio de la consultora McKinsey hace una preocupante radiografía de la situación de la educación en el mundo. “Si las tendencias históricas continúan, tomará hasta 2040 volver a donde estábamos en 2019 en términos de los resultados de aprendizaje de los estudiantes”, dice el análisis.

Aunque hoy por hoy, más niños que nunca están en la escuela, muchos no dominan conceptos básicos ni habilidades claves. El Banco Mundial estima que siete de cada diez estudiantes de países de ingresos bajos y medios viven en “pobreza de aprendizaje”, incapaces de leer una frase simple cuando terminan la escuela primaria.

La mayoría de los sistemas escolares en el mundo se ha estancado o disminuido en la última década, incluso a niveles registrados antes de la pandemia de covid-19.

La pandemia de la covid-19 dejó profundas cicatrices en el sector educativo. | Foto: Getty Images

A estos sistemas no solo se les pide ajustar y mejorar la formación de sus estudiantes, también que participen en la resolución de problemas de un mayor espectro, como tensiones sociales, afrontar los crecientes desafíos de salud mental entre los jóvenes, tener una posición frente a la inestabilidad política y la polarización, y hasta la lucha contra el cambio climático.

“La pandemia exacerbó estos desafíos. Se amplió el tiempo de aprendizaje perdido, así como las brechas de equidad dentro y entre países, mientras que los cambios en la fuerza laboral se han acelerado. Esto está creando un efecto a medida que las pérdidas de aprendizaje chocan con una creciente necesidad de habilidades de orden superior. Si las tendencias históricas continúan, tomará hasta 2040 volver a donde estábamos en 2019 en términos de los resultados de aprendizaje de los estudiantes”, señala un estudio de la consultora McKinsey, que calcula que mil millones de niños en el mundo están en lo que denomina “pobreza de aprendizaje”.

Además, se espera que la automatización incremente la demanda de trabajadores capacitados, creando una mayor necesidad de habilidades tecnológicas, socioemocionales y cognitivas. En ese sentido, es probable que el reciente aumento de la inteligencia artificial generativa acelere esta fuerza laboral para estas transiciones.

Se espera que la automatización incremente la demanda de trabajadores capacitados, creando una mayor necesidad de habilidades tecnológicas, socioemocionales y cognitivas. | Foto: Getty Images/iStockphoto

En este contexto, McKinsey realizó un estudio para comprender cómo los sistemas escolares a nivel mundial pueden reactivar el crecimiento y recuperarse de las pérdidas de aprendizaje de la pandemia. Examinó a los conductores de mejoras del sistema escolar en la década previa a la pandemia por el covid-19 y cubrió tanto los sistemas escolares que estaban mejorando como aquellos en decadencia. Analizó datos globales y habló con más de 200 líderes del sistema, donantes y filántropos, líderes de organizaciones sin fines de lucro, académicos y consultores, todos los cuales señalaron la complejidad del desafío.

Los resultados

Según el estudio, en la década que precedió la pandemia del covid-19, el desempeño escolar en la mayoría de los sistemas se estancó o disminuyó. “De los 73 países con datos longitudinales a lo largo de la última década, apenas 23 lograron alcanzar mejoras significativas, consistentes y sostenidas en los resultados”, señala.

Contexto: Inclusión financiera: el informe destaca la importancia de la educación para enfrentar la desinformación y el alto índice de informalidad laboral en Colombia

La pandemia hizo que se exacerbaran los desafíos. Colombia, por ejemplo, tiene un desempeño inferior en educación y ningún país latinoamericano supera el desempeño regular, según estimaciones del Banco Mundial. En simultáneo, el giro hacia el trabajo remoto y el comercio electrónico aceleró los cambios en la fuerza laboral, lo que provocó un efecto: que las pérdidas en el aprendizaje colisionan con una demanda creciente de habilidades de orden superior.

De acuerdo con el análisis de McKinsey, solo el 20 % de los sistemas educativos analizados alcanzó sus objetivos de aprendizaje y de resultados del sistema. La encuesta a los 400 líderes reveló las principales razones del fracaso en las reformas educativas.

Para el 65 % hay prioridades opuestas, es decir, la educación no es considerada una prioridad, lo que resulta en la imposibilidad de reunir los fondos públicos o las donaciones necesarias para ejecutar las iniciativas.

Además, el 61 % señala que el financiamiento es inadecuado o no equitativo, mientras que para el 48 % se evidencia una falta de talentos educativos. Por su parte, el 46 % considera que la capacidad de implementación es limitada, al tiempo que el 33 % destaca la discontinuidad en el liderazgo y para el 31 % uno de los factores más importantes es la resistencia de los involucrados.

El 61% de los consultados señala que el financiamiento es inadecuado o no equitativo, mientras que para el 48% se evidencia una falta de talentos educativos.

De acuerdo con el estudio de McKinsey, ninguno de los países de la región está en un nivel bueno o avanzado en términos de educación. Los de mejor posición son Chile y Costa Rica, que se encuentran en un nivel medio, y Colombia, en un nivel inferior. Sin embargo, existen casos como el de Perú y el estado de Ceará en Brasil que implementaron acciones para mejorar su educación.

“En el caso de Perú, Jaime Saavedra se convirtió en ministro de Educación, reconstruyó el equipo directivo del Ministerio e incorporó talentos de otros sectores, como el financiero, que aportaron competencias nuevas y necesarias. En el estado de Ceará en Brasil, las 150 escuelas con mejores resultados del estado adoptaron a las 150 escuelas con peores resultados; si la escuela con peores resultados mejoraba, ambas escuelas de la pareja recibían una recompensa económica”, describe el análisis de la consultora.

Según la investigación, los sistemas que avanzan en forma sostenida aplican un conjunto de siete estrategias de refuerzo para alcanzar mejoras significativas y a largo plazo. Ellas son: fijar un conjunto reducido de prioridades para enfocarse en los avances, con objetivos coherentes, sostenidos y basados en evidencia; crear una estructura no concentrada en un único líder e involucrar a otras instituciones más allá del ministerio; establecer una comunicación auténtica de dos vías con educadores y familias; crear coordinación y una cadencia para el cambio, transformando las estrategias en planes, presupuestos y cronogramas; construir estructuras de implementación y habilidades en los niveles medios; medir los resultados de los estudiantes y volverlos transparentes; usarlos para crear momentum y ajustar las políticas y la metodología, y expandir lo que funciona bien, dejando espacio para la innovación y midiendo los resultados positivos.

Si las tendencias históricas continúan, más de 700 millones de niños estarán en situación de “pobreza educativa” para 2050. Sin embargo, para McKinsey, aunque la pandemia acabó con décadas de mejoras educativas, si todos los sistemas lograran mejorar los resultados de sus estudiantes al mismo ritmo que los sistemas más eficaces, 350 millones de alumnos podrían salir de la “pobreza educativa” en los próximos 30 años.

Según McKinsey, si todos los sistemas logran mejorar los resultados de sus estudiantes al mismo ritmo que los sistemas más eficaces, 350 millones de alumnos podrían salir de la “pobreza educativa” en los próximos 30 años.

Qué hacer

McKinsey plantea que los sistemas en las bandas de desempeño más bajas como Colombia necesitan enfocar sus esfuerzos en desarrollar habilidades de alfabetización y matemática básicas, al igual que garantizar la disponibilidad de materiales para todos los alumnos. También plantea el apoyo a los docentes con planes estructurados e implementar mecanismos de evaluación de la instrucción efectivos para reflejar los diferentes niveles de resultados de los alumnos. Este paquete de intervenciones es conocido como “pedagogía estructurada”.

“Además, se podría priorizar el reclutamiento, desarrollo y retención de docentes y líderes escolares de alta calidad; mejorar el bienestar de los estudiantes para aumentar la asistencia a clase y el aprendizaje; y garantizar la justicia y la equidad en la distribución de recursos, el modelo de gobierno y las operaciones”, concluye la investigación.

https://www.semana.com/economia/macroeconomia/articulo/educacion-asignatura-pendiente-mil-millones-de-ninos-en-el-mundo-viven-en-pobreza-de-aprendizaje-que-hacer/202432/

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Venezuela: Observatorio de Universidades: 32% de los profesores y 21% de los estudiantes universitarios comen menos de 3 veces al día

Este jueves fue presentado la encuesta sobre las condiciones de vida de la población universitaria venezolana por parte del Observatorio de Universidades. La misma mide la información detallada de 2023 de algunas facetas de la actividad académica.

Carlos Meléndez fue el encargado de comenzar a explicar los detalles arrojados en una muestra de  3.751 personas, entre estudiantes y profesores universitarios en universidades de cinco regiones del país. La presentación se realizó en el Auditorio de la Asociación de Profesores de la UCV.

Recordó que se cumplen 696 días que no se aumentan el sueldo de los profesores universitarios y son los peores pagados de todo el continente. Además, criticó el instructivo Onapre.

Entre los datos destacan que 69% de los profesores tienen que hacer otra actividad extracurricular para poder solventar la compra de la canasta básica. 10% reciben ayuda económica de algún familiar o amigo y 19% de remesas.

Detalló que 32 % de los docentes y 21 % de los estudiantes come al menos tres veces al día. Además, el 94 % de los docentes y el 81 % de los alumnos come igual o peor que en 2022.

Un 45% de ellos ha tenido que vender o intercambiar bienes para alimentarse.

En este sentido, el sociólogo indicó que la región Guayana es la que más se ve afectada. Esto debido a que 40% de los profesores y 30% de los estudiantes come menos de tres veces al día.

61 por ciento de los profesores universitarios tienen síntomas de depresión, como pérdida de interés y ansiedad. 69 por ciento de los estudiantes tiene síntomas de depresión como la ansiedad persistente.

Detalló que la encuesta se aplicó a 3751 personas, entre estudiantes y profesores universitarios en universidades de cinco regiones del país. La misma incluyó, además, características de salud, movilidad, seguridad alimentaria, seguridad ciudadana, condiciones de estudio o trabajo, entre otros.

Fuente: https://contrapunto.com/nacional/derechos-humanos/observatorio-de-universidades-32-de-los-profesores-y-21-de-los-estudiantes-universitarios-comen-menos-de-tres-veces-al-dia/

 

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