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Escasez de proyectos educativos alternativos en campaña

Por: Juan Carlos Miranda Arroyo

Se registra la inexistencia de propuestas consistentes y dirigidas a solucionar los grandes problemas nacionales y locales en materia educativa, expone Juan Carlos Miranda Arroyo en su artículo.

Acerca de las valoraciones analíticas que han publicado algunos colegas, observadoras y observadores de los procesos del sector educativo nacional, sobre las propuestas educativas anunciadas durante las campañas de las candidatas Claudia Sheinbaum Pardo (Morena, PT y Verde), Xóchitl Gálvez Ruiz (PRI, PAN y PRD) y el candidato Jorge Álvarez Máynez (Movimiento Ciudadano), que contienden por la presidencia de la república 2024-2030, y durante el debate político celebrado el pasado domingo 7 de abril, identifico un conjunto de ideas interesantes que se han publicado en medios.

Jimena Hernández-Fernández en su texto “La educación en las campañas presidenciales: ¿qué dicen las propuestas?”, plantea lo siguiente en relación con las propuestas de campaña, expresadas por los partidos y sus candidatas o candidato, en documentos y en materia educativa: “Por un lado, observo que las campañas no muestran un análisis profundo del problema público a resolver. Se sigue cayendo en el uso de transferencias económicas por ser estrategias políticamente más rentables. Por otro lado, la infraestructura de las escuelas no se observa como un aspecto prioritario en las campañas, por el contrario, se apuesta a la continuidad de las condiciones actuales cuando se habla, por ejemplo, de seguir empleando al programa La Escuela es Nuestra como mecanismo para resarcir el mal estado en que se encuentran las escuelas públicas…”. “También es muy preocupante que las candidatas punteras no tengan propuestas específicas en materia de inclusión cuando sólo un 23 % y 37 % de las escuelas de educación básica y media superior, respectivamente, tienen infraestructura para integrar a personas con discapacidad y cuando según Coneval son las personas que reportan mayor nivel de discriminación (25 %).”.

Y concluye lo siguiente: “… las campañas electorales en México siguen siendo de bajo perfil: no tocan todas las áreas relevantes en el campo educativo y la mayoría de las propuestas se enuncian de manera general sin dar cuenta de una ruta clara de instrumentación. Observo que las propuestas educativas se siguen alojando en lugares comunes sin necesariamente identificar los problemas educativos por sus causas para lograr estrategias más adecuadas. Por último, noto que no se han visibilizado de manera adecuada los “cómo” se atenderá a poblaciones históricamente marginadas en el sistema educativo mexicano: comunidades indígenas, población que habita en localidades de muy alta marginación, personas con discapacidades de naturalezas distintas, poblaciones de jornaleros agrícolas, migrantes y refugiados. Atender las necesidades educativas de estos grupos de población requiere perspectivas inclusivas, políticas públicas orientadas a reducir las brechas de acceso y calidad educativa, así como asignar recursos adecuados para garantizar la oportunidad de recibir una educación de calidad.” (Ver: Distancia por tiempos, blog de Nexos, 6 de abril, 2024.)

Erick Juárez Pineda señala lo siguiente, con respecto al contenido del debate: “Desafortunadamente, las respuestas de las tres candidaturas fueron principalmente generalidades y ataques personales, por lo que no pudieron presentar propuestas novedosas o explicadas con mayor profundidad.” (Ver: “La educación en el primer debate presidencial: entre ataques, señalamientos y pocas propuestas”, Educación Futura, 7 de abril, 2024.)

También en torno al debate, Sergio Martínez Dunstan afirma: “Xóchitl Gálvez hace un refrito de las políticas foxistas, calderonistas y peñistas. Los temas sobre la calidad educativa y su evaluación, la tecnología como medio de aprendizaje — v. gr. las tabletas—, el acceso a internet el acceso a la información gubernamental, entre otras, son la base sobre la cual se busca revertir el estado actual de las cosas en educación. Mientras que Claudia Sheinbaum retoma la fórmula de la administración gubernamental que va de salida. Los argumentos esgrimidos para cuestionar y desdeñar las políticas de gobiernos anteriores deberían tener mayor solidez técnica. Es válido ver desde otra perspectiva los problemas. Pero los métodos para acometer los grandes desafíos presentes y futuros bien ameritan que sean debidamente planteados. No solo es cambiar por cambiar ni continuar por continuar. Las propuestas no representan un avance respecto a las políticas públicas actuales o de sexenios anteriores. Parece que no hay nada oculto bajo el sol. Elegir entre el pretérito más lejano y el presente —que dentro de poco formará parte del pasado también— es dejar de lado la visión de futuro y condenar a la educación al estancamiento.” Ver: “La educación en el debate presidencial”, Educación Futura, 8 de abril, 2024.

Unas horas después de haber terminado el debate político organizado por el INE, comenté lo siguiente: Xóchitl propuso dar “tablets” o mini computadoras a las niñas y los niños en las escuelas públicas. Propuesta que ha probado ser no viable, en México y en otros países. Hace falta crear otras soluciones para avanzar en el tema de la educación y su relación con la cultura digital. Sería importante modificar planes y programas de la educación básica, antes de pensar en nuevas tecnologías, sin sentido.

El domingo, durante el debate, la candidata del PRIANRD también propuso “beca universal desde preescolar hasta preparatoria para estudiantes de escuelas públicas y privadas”. Ésta también es una medida de política de privatización, disfrazada, de la educación, como otras propuestas que ha hecho en campaña.

Acerca de las propuestas educativas de la candidata Xóchitl Gálvez, Manuel Gil Antón, profesor e investigador de El Colegio de México, escribió lo siguiente en la red Twitter: “Me pareció un regreso abrupto a Enciclomedia, tabletas de Calderón y Peña… computadoras e inglés (más robótica e Inteligencia Artificial) y becas para escuelas públicas y privadas. Increíble la frivolidad añeja.” (8 de abril, 2024).

A pesar de que se le advirtió a la candidata Gálvez, con argumentos y evidencia documentada, sobre la no viabilidad de una política educativa orientada hacia la reproducción de los váuchers educativos (entregar dinero a niñas, niños o jóvenes de escasos recursos para que estudien en escuelas privadas), la abanderada del PRIANRD no hizo caso de tal advertencia, por ejemplo, como la que fue expresada públicamente por Alma Maldonado, profesora e investigadora del DIE del CINVESTAV:

“Apostarle, pues, a la educación pública es apostarle a un país más justo, menos desigual, menos polarizado. Apostar por los váuchers es simplemente un subsidio a las escuelas privadas que en el nivel básico no tienen ni 10 % de cobertura y en nivel superior no es más de 36 %; es continuar por la ruta que privilegia a los que más tienen. Como el título de esta reunión muestra, no hay que temerle al conocimiento, las políticas del país demandan estar basadas en evidencia y en información confiable. Los váuchers tienen ya una historia añeja. Fueron propuestos en 1955 por Milton Friedman bajo la óptica de los beneficios de la competencia. Según este paradigma las escuelas públicas, al perder estudiantes, se verían obligadas a mejorar la calidad de la enseñanza. La evidencia ha mostrado otra cosa. En 1998, Cecilia Rouse de la Universidad de Princeton mostró que la supuesta competencia no generó ninguna mejoría en las escuelas públicas. Lo único que sucedió fue que más recursos se concentraron en instituciones privadas. Optar por un esquema como los váuchers es renunciar a que el Estado puede mejorar la educación pública, es la celebración de un fracaso más que la concepción de una respuesta. En la búsqueda de soluciones no podemos sacrificar la centralidad del Estado y su capacidad para dar respuestas.” (Ver: “El mapa seguro del conocimiento”, Distancia por tiempos, blog de Nexos, 20 de marzo, 2024. Texto leído el 19 de marzo en el evento: “Sin miedo al conocimiento”. Diálogo con la comunidad científica, cultural y académica, con la candidata Xóchitl Gálvez, que se llevó a cabo en el World Trade Center de Ciudad de México).

Lo que se puede observar, en resumen y a reserva de revisar otros textos donde se evalúen las ofertas políticas y las ideas comunicadas por las candidatas y el candidato durante la actual contienda política, rumbo a las elecciones de junio de 2024, específicamente en materia educativa, es que hay escasez de proyectos alternativos y se registra la inexistencia de propuestas consistentes y dirigidas a solucionar los grandes problemas nacionales y locales para ese sector (en el qué y el cómo); propuestas que contengan argumentos y que estén basadas en los hallazgos de la investigación y de las experiencias internacionales, nacionales y locales.

Fuente de la información e imagen:  https://www.sdpnoticias.com

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Grecia: Movilización estudiantil contra la privatización de la enseñanza superior

Vangelis Kalinterakis | Orestis Triantafyllou
Desde hace casi diez semanas, una oleada de asambleas, ocupaciones y manifestaciones recorre los campus universitarios griegos y las calles de las ciudades. Su objetivo es el proyecto de ley del gobierno de derechas (Nueva Democracia) para permitir la creación de universidades privadas.

La Constitución griega de 1975, que recoge algunos de los logros sociales y democráticos del periodo posterior a la caída de la dictadura colonial (1967-1974), prohíbe la creación de centros privados de enseñanza superior y establece explícitamente que la enseñanza superior sólo puede ser impartida por instituciones públicas. El proyecto de ley del gobierno es, por tanto, una violación directa de la Constitución, un golpe de fuerza legislativo.

Las protestas estudiantiles que estallaron al inicio del nuevo curso académico en enero son las mayores de los últimos 18 años. Siguen los pasos de la oleada de ocupaciones de 2006-2007, que duró casi 6 meses y logró desbaratar los planes del gobierno derechista de entonces, que quería revisar la Constitución para permitir (ya…) la creación de universidades privadas.

Hoy, decenas de facultades siguen ocupadas en más de 50 pueblos y ciudades, con la reivindicación central «No a las universidades privadas». Las manifestaciones han reunido a decenas de miles de estudiantes, y capas sociales más amplias apoyan la movilización.

Un gobierno en guerra con las y los jóvenes
Los rectores de todas las universidades del país, así como los sindicatos que representan al profesorado, investigadores y personal administrativo de la enseñanza superior, se opusieron al proyecto de ley, a quienes se unieron todas las organizaciones sindicales, así como muchas otras asociaciones y organizaciones profesionales. Los partidos de la oposición han declarado que votarán en contra del proyecto de ley en el parlamento y que tienen la intención de emprender acciones legales para demostrar su inconstitucionalidad y bloquear su aplicación. A pesar de la imagen que el gobierno intenta transmitir a través de los medios de comunicación, controlados en su totalidad por los oligarcas que apoyan al partido en el poder, los sondeos de opinión muestran que la sociedad está dividida sobre la cuestión, si bien entre los más jóvenes (de 17 a 44 años), el rechazo a las universidades privadas es abrumador (entre el 75% y el 80%).

Sin embargo, apoyándose en su mayoría parlamentaria y en su posición dominante en la arena política, el gobierno parece decidido a sacar adelante su plan, aunque ello le lleve a entrar en conflicto con toda una generación. Esta determinación se explica por la prolongada ofensiva que está llevando a cabo contra la juventud, en particular la estudiantil. Como parte de un ataque implacable contra las clases trabajadoras y populares durante los últimos cinco años, la derecha gobernante ha impuesto una reestructuración radical del sistema educativo, desde el nivel primario hasta el universitario, a través de seis proyectos de ley que contienen no menos de 1 090 artículos en 855 páginas de legislación.

El énfasis en la reestructuración de la educación -y de la enseñanza superior en particular- no es casual. Subraya su importancia para la estrategia de la clase dominante griega, que ha encontrado una gran resistencia en este ámbito durante las últimas décadas. De hecho, como volveremos a ver más adelante, el movimiento estudiantil ha logrado bloquear aspectos importantes de esta estrategia neoliberal y de las directivas europeas sobre educación. Al aplicar una política de choque, el gobierno intenta vengarse política e ideológicamente del movimiento estudiantil. El conflicto actual tiene, por tanto, un carácter estratégico: concierne al equilibrio de poder político e ideológico en el seno de la universidad para el periodo venidero.

La situación política en Grecia
Para comprender mejor el significado de las manifestaciones actuales, debemos echar un breve vistazo al contexto político más amplio en el que se están produciendo.

Éste se caracteriza ante todo por el dominio político de Nueva Democracia. La derecha, en el poder desde 2919, salió reforzada de las dos elecciones legislativas de mayo y junio de 2023, tanto porque no sufrió ningún desgaste electoral, a pesar de su política muy dura hacia las clases trabajadoras y de sus numerosos fracasos en una serie de cuestiones, como porque la oposición –en particular el centro-izquierda y la izquierda– se ha hundido. En concreto, Syrizasufrió una auténtica derrota, perdiendo casi la mitad de su electorado y pagando el precio de las políticas neoliberales que aplico durante su etapa en el gobierno (2015-2019) bajo el control quisquilloso de la Unión Europea.

En los meses posteriores a las elecciones legislativas, la crisis de la oposición parlamentaria continuó. Tras la elección como presidente del partido, el pasado mes de septiembre, de Stefanos Kasselakis, un armador afincado en Estados Unidos y antiguo operador de Goldman Sachs, la desintegración ideológica, política y organizativa de Syriza y su transformación en un partido liberal-centrista se aceleró. A pesar de una relativa recuperación electoral, el Pasok [el partido socialista en el poder durante la mayor parte del periodo 1981-2012] no muestra ningún impulso. También es un partido profundamente integrado en la gestión del sistema, estrechamente vinculado a los intereses del capital y fuertemente convergente con Nueva Democracia en casi todas las cuestiones estratégicas.

El resultado es un panorama político sin precedentes desde la caída de la dictadura, marcado por el dominio abrumador de la derecha, la marginación y fragmentación de la izquierda y la ausencia de cualquier oposición que pudiera representar una forma de alternancia, incluso dentro del marco neoliberal.

En el frente social, la política agresiva del gobierno hacia las y los trabajadores y trabajadoras y la juventud está alimentando incremento aterrador de las desigualdades, que está exacerbando el descontento social. En un momento en el que el capital griego se recupera de la larga crisis y los beneficios de las grandes empresas se disparan, los salarios reales siguen cayendo, mientras que partes esenciales del Estado social, como el sistema sanitario público y la educación pública, se privatizan o recortan. Sin embargo, el aumento del descontento popular no logró encontrar una expresión política y desafiar al gobierno.

Durante el periodo anterior, paralelamente al movimiento estudiantil, estallaron luchas sociales en varios sectores (agricultores, sector sanitario). Estas movilizaciones convergieron en la gran jornada de huelga del 28 de febrero, un año después del mayor accidente ferroviario de la historia del país, que se cobró la vida de 57 personas, la mayoría jóvenes. La jornada fue una oportunidad para denunciar la clara responsabilidad de Nueva Democracia y su prolongada política de devaluación y privatización de todo el sistema de transporte público. Las movilizaciones tenían las características de una acción de masas, pero carecían de la duración y la coordinación necesarias para ejercer una presión eficaz sobre el gobierno. Sólo el movimiento estudiantil, por su duración y su capacidad de organización y liderazgo, es capaz de librar una lucha prolongada, cualitativamente distinta de las movilizaciones a corto plazo y/o de las explosiones breves.

2019-2024: un lustro turbulento en las universidades griegas
Incluso antes de llegar al poder, la derecha neoliberal situó la reestructuración del sistema educativo en el centro de su agenda política. Las primeras iniciativas del gobierno surgido de las elecciones de 2019 fueron el intento de abolir el asilo universitario (es decir, la prohibición legal de que las fuerzas policiales entren e intervengan en las instalaciones universitarias) y de introducir una organización de los cursos destinada a disciplinar al alumnado. Al mismo tiempo, el gobierno se ha esforzado en restringir el campo de acción de los sindicatos estudiantiles y en desmantelar los órganos de representación estudiantil en las facultades. El punto culminante de las medidas represivas fue la ley por la que se instituyó una policía universitaria, un cuerpo especial instalado permanentemente en los recintos universitarios -sin equivalente en ningún lugar del mundo- que restringe el acceso del público a los establecimientos, incluso a través de entradas equipadas con verjas y cámaras de seguridad.

Este planteamiento formaba parte de una reestructuración global de la policía, con la creación, o reconstitución, de cuerpos militarizados en los barrios. Sin embargo, la introducción de un cuerpo de policía universitaria tenía como objetivo específico reprimir las acciones de la población estudiantil contra la aplicación de las políticas neoliberales en las universidades.

En 2022, la reacción masiva de los estudiantes para impedir que la fuerza policial especial entrara en los campus se saldó con detenciones, procesamientos y heridas graves a decenas de estudiantes. Impidió de factola creación de la policía universitaria y marcó así una importante victoria del movimiento estudiantil contra el gobierno de derechas, que se vio obligado a admitir que su creación no tenía posibilidades inmediatas de éxito. Estas movilizaciones fueron victoriosas en la medida en que las fuerzas de la izquierda radical consiguieron, mediante una forma de frente unido, movilizar a sectores más amplios de estudiantes en favor de una ruptura con el pasado. La unidad de acción de las fuerzas de la izquierda radical ha sido un punto de apoyo decisivo para las masivas movilizaciones estudiantiles que tienen lugar hoy en toda Grecia.

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Manifestación estudiantil en la plaza Syntagma, frente al Parlamento – Atenas, 1 de febrero de 2024 – foto Christos Avramidis – Jacobin Grecia

El proyecto de ley sobre universidades privada
El proyecto de ley sobre las universidades privadas, principal objetivo del actual movimiento estudiantil, es un intento de desmantelar el sistema de educación pública y gratuita que existe en Grecia desde hace 40 años.

Según la Constitución (artículo 16), las universidades están gestionadas por el Estado y deben ofrecer educación gratuita al estudiantado. A nivel universitario, está prohibida la introducción de tasas académicas. Se trata de una victoria del movimiento estudiantil y de las clases trabajadoras, conseguida gracias a las grandes luchas estudiantiles y populares desde la década de 1960. El gobierno intenta privatizar la enseñanza superior permitiendo que particulares abran universidades en asociación con universidades extranjeras. Lo hace en términos especialmente provocadores, ya que, en esencia, el proyecto de ley pretende permitir que las estructuras de enseñanza postsecundaria ya presentes en Grecia, mediante acuerdos de franquicia con instituciones privadas y públicas extranjeras, otorguen diplomas reconocidos como equivalentes a los de las universidades públicas, lo que hasta ahora ha sido imposible debido a la prohibición constitucional.

El plan del gobierno llama la atención tanto por su total falta de garantías en cuanto a la calidad de la enseñanza impartida en estos futuros establecimientos como por la ausencia de toda previsión de inversión en infraestructuras, equipamiento científico y personal. Concede el acceso a estos establecimientos privados a personas cuyos resultados académicos están muy por debajo de los exigidos por las universidades públicas. Es revelador que, en las futuras facultades privadas de medicina, las y los estudiantes puedan ser admitidos con notas inferiores a la mitad de las exigidas para la admisión en una facultad pública. Así, quienes puedan pagar las matrículas podrán estudiar en centros de dudosa calidad y, de hecho, comprar diplomas equivalentes a los de las universidades públicas. Este proceso conduce tanto a una explosión de las desigualdades como a la formación de titulados y tituladas con competencias cuestionables, que sin embargo serán llamados a cumplir misiones sociales esenciales.

El objetivo es introducir la agenda neoliberal en todas las universidades. La esencia del proyecto es abolir la educación gratuita, como ya ocurre en varios países europeos, y transformar la educación en un producto financiero como cualquier otro, que funcione sobre la base del ánimo de lucro. Sin embargo, la privatización de la enseñanza superior es un modelo fracasado. Según los hechos, la tendencia mundial no es favorable a las universidades privadas, sino a las públicas. En la Unión Europea en particular, la mayoría de las y los estudiantes optan por la enseñanza pública, mientras que las universidades privadas se ven amenazadas de cierre, incluso en países donde tienen un peso particular en el modelo educativo (Estados Unidos, Reino Unido). Además, no es infrecuente que la supresión de la regulación estatal de la educación favorezca la impunidad de los poderosos intereses económicos.

Aunque las protestas estudiantiles son masivas y legítimas a los ojos de amplios sectores de la población, el gobierno se ha embarcado en una escalada represiva para disolver el movimiento. En un primer momento, gracias a su control de casi todos los grandes medios de comunicación, intentó denigrar el movimiento presentando a los estudiantes como «minorías autoritarias» implicadas en «ocupaciones ilegales». Fracasado este intento, movilizó a un estrato de mandarines que ocupaban puestos directivos en las universidades y que se esforzaron por desacreditar el movimiento. Ante un nuevo revés, las autoridades recurrieron a la represión. La policía intervino al menos en cinco ocasiones en los campus, maltratando a los estudiantes y deteniendo a muchos de ellos. Se incoaron numerosos procedimientos judiciales, principalmente contra estudiantes, pero también, por cierto, contra profesores que se negaron a castigar a los alumnos que participaban en el movimiento y a denunciar ante las autoridades a los autores de las ocupaciones, es decir, principalmente activistas políticos y sindicales. Sin embargo, ninguna de estas acciones consiguió quebrar la lucha.

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La manifestación se acerca a la plaza Omonoia, con el servicio de seguridad a la cabeza – Atenas 8 de febrero de 2024 – foto: página web de Unidad Popular

La estructuración del movimiento estudiantil, factor clave de la movilización
Por su estructuración y su grado de politización, producto de una larga historia de lucha, el movimiento estudiantil griego es un fenómeno sin igual en Europa. En cuanto se matriculan en la universidad, las y los estudiantes se afilian automáticamente a las asociaciones de cada facultad o departamento. Las asociaciones de estudiantes (φοιτητικοί σύλλογοι) son los organismos que proporcionan una estructura unificada e independiente y una representación de la población estudiantil lo más cercana posible a su lugar de estudio. Los estatutos que rigen su funcionamiento llevan la impronta de las luchas populares y estudiantiles contra la dictadura de los coroneles (1967-1974), así como de la politización y radicalización hacia la izquierda en los años posteriores a la caída del régimen militar.

Su acción goza de una amplia legitimidad en el seno del estudiantado, como forma de organización y reivindicación de mejores condiciones de estudio, pero también de discusión y deliberación sobre cuestiones políticas que superan el marco universitario. Las elecciones a las juntas de gobierno se celebran simultáneamente en todo el país, para reflejar la unidad del movimiento estudiantil. La participación sigue siendo significativa y los resultados sirven de indicador de las tendencias políticas dentro del mundo estudiantil.

El sindicalismo estudiantil griego se deriva, por tanto, de las actividades de estas asociaciones, que se organizan sobre la base de frecuentes asambleas generales (AG) (aunque con una asistencia muy desigual, según los periodos), en las que las y los estudiantes debaten todos los asuntos y deciden la línea de acción a seguir. Este proceso democrático, a la vez descentralizado y homogéneo a escala nacional, es uno de los principales factores que han contribuido a la aparición recurrente de movimientos estudiantiles estructurados y duraderos, capaces de ejercer una verdadera presión política. Estos movimientos se convierten en momentos de intensa politización para quienes acceden a la universidad.

Es sobre todo por estas razones que el gobierno actual y muchos gobiernos anteriores han intentado imponer reformas que llevarían al desmantelamiento de las asociaciones de estudiantes, consideradas con razón como focos permanentes de protesta y desestabilización de la estrategia burguesa en la enseñanza superior. Hoy, como siempre que el movimiento estudiantil cobra impulso, las asambleas generales desempeñan un papel decisivo en la organización de la lucha. Se reúnen semanalmente y deciden la organización de la lucha y sus objetivos: ocupación de locales, acciones diversas y manifestaciones en Atenas y en todas las grandes ciudades de Grecia. Casi la mitad de las facultades y departamentos universitarios llevan diez semanas ocupados, mientras que más del 60% de las AG han decidido al menos una vez ocupar sus locales.

Según nuestras estimaciones, entre 30 000 y 40 000 estudiantes han participado en estas asambleas generales y la gran mayoría ha votado a favor de las ocupaciones. El nivel de participación en las asambleas generales supera el 70% del de las elecciones estudiantiles (36 000 en 2023 sobre una población estudiantil real de unos 320 000). Al mismo tiempo, se produjeron importantes manifestaciones cada semana en muchas ciudades griegas. El 8 de febrero, estudiantes de todas las ciudades de Grecia se reunieron en Atenas en una manifestación nacional que fue la mayor de toda la comunidad educativa desde 2007. Los estudiantes coordinan la lucha entre asociaciones mediante procesos de coordinación no democráticos, en los que todos y todas tienen derecho a participar, que planifican el movimiento semana a semana en cada ciudad.

La segunda particularidad del movimiento estudiantil griego es la fuerte presencia de la izquierda radical en las universidades. Los componentes de la izquierda radical, que hasta hace poco actuaban en la mayoría de los casos dentro de frentes comunes, obtuvieron un total del 18 % en las elecciones estudiantiles de 2023, un rendimiento muy superior al de las elecciones nacionales, donde, acumulativamente, no superan el 3 %. A esto hay que añadir las fuerzas del Partido Comunista de Grecia (KKE), que han visto crecer su influencia en los últimos años, y ahora ocupan el primer lugar con cerca del 35 % de los votos. Además de su rendimiento electoral, la izquierda radical cuenta con una fuerte dinámica militante y organizativa en las universidades. El radicalismo de la juventud, las características del sistema educativo y, sobre todo, la dinámica de las asociaciones estudiantiles son los factores que conducen a la sobrerrepresentación histórica de la izquierda radical en los campus.

Una larga historia de lucha
La especial importancia del movimiento estudiantil en la vida social y política de Grecia es inseparable de su trayectoria histórica. Su papel decisivo se afirmó durante la lucha contra la dictadura de los coroneles, en particular durante el levantamiento de la Escuela Politécnica en noviembre de 1973, que fue el catalizador de la caída del régimen nueve meses después. La capacidad del movimiento estudiantil para actuar como detonante y catalizador de aspiraciones populares más amplias se remonta a este periodo. La memoria histórica de esta secuencia se refleja en la manifestación anual del 17 de noviembre, que conmemora el levantamiento de 1973. Probablemente única en Europa para este tipo de acontecimientos, esta manifestación ha conservado su carácter masivo y su función de hito para el movimiento social en Grecia.

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Atenas, 17 de noviembre de 1973, frente a la entrada de la École Polytechnique ocupada – los tanques de la dictadura aplastan el levantamiento estudiantil y obrero – captura de pantalla

Pero no se trata simplemente de una cuestión de memoria. A lo largo de las décadas que siguieron a la caída de la dictadura, el movimiento estudiantil experimentó secuencias de intensa movilización que derrotaron una serie de proyectos gubernamentales, bien consiguiendo la retirada pura y simple de proyectos de ley (como en 1979 y 2006-2007), bien bloqueando su aplicación (como en 2010-2011, 2019 y 2021). A través de estas batallas, a menudo exitosas, el movimiento estudiantil ha logrado mantener la universidad como espacio de politización y protesta social. La mejor prueba de ello es el reconocimiento por parte del campo contrario, que se refleja en el viejo deseo de los gobiernos de desmantelar el movimiento estudiantil, sus formas de organización y sus órganos representativos.

Pero no son sólo los gobiernos los que están preocupados por el ambiente político en los campus griegos. La revelación por Wikileaks de decenas de documentos de la Embajada estadounidense en Atenas muestra, entre otras cosas, que los servicios estadounidenses están muy preocupados por la movilización y la influencia de la izquierda radical en el seno de la universidad. Este fue particularmente el caso a finales de la década de 2000, marcado por el levantamiento juvenil tras el asesinato del joven Alexis Grigoropoulos a manos de un agente de policía (diciembre de 2008), y después por las grandes movilizaciones del periodo 2010-2015 contra los planes impuestos por la Troika de la UE y el FMI. En un documento fechado el 13 de febrero de 2009, redactado por Daniel Speckard, embajador estadounidense destinado entonces en Atenas (tras haber ocupado importantes cargos en Irak en el seno de las autoridades estadounidenses de ocupación), y titulado significativamente «La triste situación del sistema educativo en Grecia, un desafío para la diplomacia estadounidense», leemos lo siguiente:

La naturaleza altamente politizada y a menudo izquierdista de muchas universidades en Grecia hace que sea peligroso para el personal de la Embajada visitar los campus e impide que participe en proyectos de asociación (…)
Estamos a favor del reconocimiento de los títulos universitarios privados en Grecia y llevamos mucho tiempo presionando para que se lleven a cabo reformas en este ámbito. Dada la sensibilidad de esta cuestión y el antiamericanismo rampante en la prensa griega, somos prudentes en nuestras declaraciones públicas sobre la cuestión de la reforma educativa en Grecia.
Reiteramos nuestro apoyo a la reforma, subrayamos la contribución de las instituciones de calidad afiliadas a EE.UU. en Grecia y destacamos la experiencia positiva de EE.UU. a la hora de elegir entre universidades públicas y privadas.

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«No a la Universidad del Mercado» – «Universidades libres de beneficios y corporaciones» – Atenas, 11 de enero de 2024 – foto de la página web de la Nueva Corriente de Izquierda (NAR)

Conclusión
El movimiento estudiantil en Grecia ha demostrado en los últimos meses que, incluso en condiciones políticas desfavorables, es posible combinar la resistencia con una perspectiva ofensiva. La especificidad histórica de este movimiento en el contexto griego, que combina un modo de organización bien estructurado con una fuerte presencia de la izquierda radical, lo hace capaz de proporcionar una orientación y una dirección colectivas a la lucha, una fuente de inspiración para movilizaciones sociales más amplias. Porque detrás de la lucha actual no sólo está la oposición a las universidades privadas, sino también la cólera de la juventud ante el violento deterioro de sus perspectivas de vida, la frustración de sus expectativas y la espectacular ampliación de las desigualdades sociales, que la reforma de la enseñanza superior no hará sino reforzar.

Aunque el gobierno parece decidido a hacer aprobar el proyecto de ley en el parlamento y aplicarlo, la lucha estudiantil ya ha logrado una importante victoria. La deslegitimación generalizada de las universidades privadas provocará grandes dificultades en la aplicación de la ley. La movilización también ha reabierto el debate, a escala masiva, sobre la necesidad de reforzar la educación pública y, más ampliamente, la oposición a la destrucción y privatización de los servicios públicos.

Las fuerzas de la izquierda radical deben demostrar una vez más que son capaces de aprender las lecciones del movimiento estudiantil. Deben intensificar su acción de base entre las amplias capas sociales golpeadas por las políticas neoliberales. Pero también deben reforzar los procesos de unión, en la perspectiva de una izquierda que rompa con el pasado, para poder desafiar la actual relación de fuerzas.

Vangelis Kalinterakis es licenciado en matemáticas aplicadas y ciencias naturales por la Universidad Politécnica Nacional de Atenas.

Orestis Triantafyllou es estudiante de ciencias físicas y matemáticas en la Universidad Politécnica Nacional de Atenas. Ambos son activistas de Unidad Popular – Izquierda Unitaria.

8/03/24

ContreTemps

Traducción: viento sur

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Educatrónica, autonomía comunitaria y sociedad sustentable

Lev M. Velázquez Barriga[1]

Es la primera vez en dos décadas que, siendo docente de tele-secundaria, dispongo de una televisión inteligente y un decodificador de señal para la programación de educación a distancia (EDUSAT), aunque sin internet wifi y con dificultades para acceder a la red insostenible del móvil personal. En ninguno de los centros escolares he contado con una computadora para uso pedagógico; por supuesto, no soy la excepción de los profesores y las escuelas rurales, más bien parece la regla.

En estas circunstancias, en las que las escuelas no han superado del todo las carencias de infraestructura de la tercera revolución industrial: microelectrónica, informática computacional e internet; ya están bien adentrados otros avances mundiales, científico tecnológicos de cuarta generación, que nos colocan frente a nuevas necesidades, retos y debates; los de la educatrónica, robótica e inteligencia artificial.

Sobre los tres tópicos anteriores, se desarrolló un curso-taller interinstitucional CREFAL, SEP, SEE y el IISUE-UNAM[2], al que asistimos docentes de educación básica y después alumnos de comunidades. Ciertamente se trató de un trayecto de formación donde se apremió más lo práctico que la teoría; no obstante, se pueden hacer algunas reflexiones propias y referir otras que fueron colocadas por el equipo de asesores, como posicionamientos epistémicos personales y orientaciones éticas y pedagógicas del grupo de investigadores de la UNAM.

Partimos de la necesidad de aprender de origen los lenguajes, principios y bases de la programación, robótica y la IA para el desarrollo autónomo de las tecnologías convergentes; es decir, en la independencia de los intereses mercantiles y rentables de las Big Tech[3], cuyas orientaciones fundamentales son la alfabetización 3.0 y 4.0 para el consumismo de la estantería material  y digital de Lego, Google for Education y otros mega corporativos.

Estas empresas del edunegocio, no son las únicas, pero sí las más presentes en la recolonización cultural escolar, cuyo territorio fue invadido en décadas anteriores por el enfoque de estandarización basado en competencias del Banco Mundial y de la administración gerencial escolar de la OCDE. Antes como ahora, estamos ante ese latente proceso de privatización silenciosa de la educación, a través de modelos empresariales de aprendizaje, transferencias de las economías familiares y salarios docentes a la adquisición de ferretería tecnológica, que no deja de tener un sentido instrumental u operacional de la educación y la tecnología.

Uno de los modelos pedagógicos de la privatización silenciosa más recurridos por las narrativas de multilaterales, organismos empresariales y gubernamentales, es el STEM; que para expiarse de culpas o exfoliarse de críticas, por su clara filiación al reduccionismo productivista de las empresas hegemónicas del capitalismo de la era digital, se ha propuesto agregar a este acrónimo anglosajón la A de arte y la H de humanidades; sin embargo, esto no cambia las nociones que los mega corporativos del imperio norteamericano GATAM (con inclusión de Tesla) o del este asiático BATX[4] que, tras el reseteo mundial de la educación in/pos pandémico, expanden con mayor intensidad la idea de que es urgente formar un tipo de capital humano apropiado para las economías conectadas en sus (recalco el posesivo en plural) plataformas online.

De ahí que, las alianzas estatales con sus instituciones públicas de educación superior, sea un imperativo necesario para fomentar la autodeterminación del bien común en sus sectores estratégicos tecnológicos; además, porque es posible recurrir a experiencias y construcciones propias de metodologías del aprendizaje y el desarrollo de habilidades que han sido pensadas en contextos para la resolución de necesidades humanas y endógenas; cuando esto sucede, las comunidades de aprendizaje que se apropian de los lenguajes y las bases de las ingenierías convergentes, son capaces de crear propuestas utilizando materiales accesibles, reciclables, incluso, resignificando tecnologías comunitarias, justo como sucedió en este curso con los docentes de educación básica.

Para separarse de la noción consumista de lo social, que reduce al ser y la naturaleza como insumos rentables, una vía del pensamiento epistémico es la del “homo complexus, veritas complexa”[5]; entonces, la educatrónica no tendría como objetivo crear robots o la programación de algoritmos, sino el desarrollo integral de la persona, la comprensión y el abordaje de la realidad a partir del diálogo de conocimientos y saberes, para crear soluciones posibles a problemáticas planteadas por una comunidad local/global o propuestas de bienestar social, teniendo como puente estas nuevas tecnologías.

Aquí, podemos abrir otro debate: el lugar para la enunciación de la verdad y la construcción del conocimiento y su validez, tampoco son los dispositivos de las Big Tech ni las inteligencias artificiales o los buscadores digitales de información; todos ellos se producen también desde un territorio político e ideológico de clase social, en tanto burguesías hegemónicas y emergentes del capitalismo cognitivo, digital y de plataformas. Cada sociedad plurinacional o comunidad, que es capaz de tejer alianzas con sus instituciones educativas públicas, saberes e intereses propios, puede tomar otro sentido común, en el que el conocimiento se enuncia y se valida desde el territorio de la soberanía histórico, cultural y científica de los pueblos, por encima de las oligarquías económicas.

Pese a las agendas globales para un mundo mejor, tal es el caso de los ODS[6],  discutidas y supuestamente promovidas por estos oligarcas de la tecnología que se reúnen en el Foro Económico Mundial, no sólo evaden educar para una economía solidaria, tampoco lo hacen para una ciudadanía de paz y la sustentabilidad planetaria, sin pobreza ni deterioro ambiental; baste ver los anaqueles de juguetería, repletos de lego y marvel, que son para el desarrollo de habilidades STEM, pero construyendo máquinas robóticas de guerra.

Si el actual modelo educativo de nuestro país, quiere construir una verdadera Nueva Escuela Mexicana, debería seguir fortaleciendo estas alianzas públicas, tomar distancia de la privatización silenciosa de propuestas de desarrollo tecnológico empresarial (como el STEM) y recuperar las propias, continuar con el impulso a los trayectos de formación que den sentido a la autonomía profesional de los maestros y la autodeterminación de las comunidades.

 

Referencias

[1] Doctor en Pedagogía Crítica y profesor rural de telesecundaria. Como @levmx666 en la red social X.

[2] Centro de Cooperación Regional para la Educación de Adultos en América Latina y el Caribe (CREFAL); Secretaría de Educación Pública (SEP); Secretaría de Educación en el Estado de Michoacán (SEE); Instituto de Investigaciones sobre la Universidad y la Educación de la Universidad Nacional Autónoma de México (IISUE-UNAM).

[3] Big Tech  (Gigantes Tecnológicos).

[4] Acrónimos en español: Ciencias Tecnología Ingeniería Matemáticas (STEM);  Google Amazon Tesla Apple Microsoft Meta (GATAM) y Baidu Alibaba Tencent Xiaomi (BATX).

[5] Hombre complejo, realidad compleja.

[6] Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).

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¿Qué es el neoliberalismo educativo?

Por: Lev M. Velázquez Barriga*
El segundo Congreso Mundial contra el Neoliberalismo Educativo de Panamá (junio, 2023) colocó en el debate miradas y vivencias que, puestas en conjunto, muestran el panorama de una estrategia común y desigual al mismo tiempo, en torno a las políticas educativas del neoliberalismo. Situarlas en una sola cartografía planetaria sigue siendo tarea pendiente; sin embargo, es fundamental hacer un esfuerzo por ubicar una agenda analítica mínima sobre sus principales componentes, que contribuya con los movimientos pedagógicos y las organizaciones sindicales, a transgredir los debates anacrónicos y los hábitos previsibles de las resistencias populares. Una propuesta para iniciar la construcción de dicha agenda, es la siguiente:

Desterritorialización escolar y matriculación digital en plataformas privadas. Es una de las más recientes formas de privatización que trascendió al tiempo del confinamiento, donde se factura el uso de la red de Internet y de portales virtuales de comunicación, a cargo de una sociedad que ya había logrado establecer en el seno de las constituciones nacionales, la obligación del Estado para garantizar el derecho a la educación pública y gratuita de forma presencial.

Precarización de los aprendizajes y virtualización de la pedagogía bancaria. La educación remota que se acentuó durante la sindemia nos sometió a un mundo de relaciones de enseñanza unidireccionales, en condiciones de desigualdad social y tecnológica; reprodujo lo peor de la educación bancaria a través de canales digitales. Los encuentros interactivos en plataformas virtuales que fueron diseñadas para la vida empresarial, pero carentes de una taxonomía de los aprendizajes, terminaron por empobrecer la educación. Paralelamente a la defensa férrea de la presencialidad, es urgente construir esas taxonomías para los aprendizajes críticos en ambientes virtuales.

Exo y endoprivatización educativa. Es importante seguir identificando procesos de privatización a partir de componentes externos; por ejemplo, la entrega directa de escuelas públicas a la administración de particulares. No obstante, nos falta ser más sistemáticos en el análisis de aquellos que internalizan las lógicas reproductivas del mercado y de la vida gerencial en la escuela o el modelaje de una subjetividad neoliberal que naturaliza relaciones de competitividad para la rentabilidad económica, contra la complejidad humana como seres holísticos e interdependientes.

Redes políticas de gobernanza analógica y digital. Habíamos comprendido que la gobernanza es una invención del capitalismo para posicionar a las corporaciones económicas, multilaterales de la globalización, organismos financieros trasnacionales, sociedad civil empresarial y tanques o laboratorios de producción de pensamiento neoliberal, en la determinación de políticas educativas públicas y la extensión de relaciones de mercado, consumo y productividad hasta la escuela; pero, junto a estas redes analógicas de gobernanza, convergen otras no tan visibles, donde interactúan sistemas de inteligencia artificial, plataformas digitales y procesadores de metadatos para tomar decisiones a gran escala, lo mismo para la explotación laboral que hacia el control y manipulación de la humanidad a campo abierto, toda vez que estamos mediatizados por la Internet a través de dispositivos tecnológicos personales, que transgreden los límites espacio-temporales del trabajo, escuela y familia.

Emprendurismo, el nuevo espíritu del capitalismo. Cada revolución tecnológica propició su propia demanda; cuando la cadena de montaje aparece, a su vez se gesta una escuela de organización fabril, concentración física y capacitación de mano de obra estandarizada. La cuarta revolución industrial trae consigo niveles descomunales de desplazamiento del empleo y desvalorización del trabajo físico; pero, a diferencia de fases anteriores del capital, no marginó a su ejército de reserva ni los desconectó de la explotación laboral, del consumo y ahora de las plataformas digitales. So pretexto de superar el aprendizaje memorístico, introdujo metodologías problematizadoras y de proyectos, cuyo fin oculto es la formación para la incertidumbre laboral y la autoorganización del desempleo en proyectos de precariedad económica.

Neuroneoliberalismo educativo. La cerebrización del aprendizaje es parte de la guerra neocortical con la que se incursiona en la colonización del cerebro con fines de manipulación política y para la programación neuronal de conductas funcionales para la autorregulación de la explotación humana. Preocupa la facilidad con que se acepta el discurso de la socioemocionalidad, sin reparar en que se trata de la formación de un sujeto positivo, resiliente y capaz de dirimir las diferencias entre capital-trabajo en el ámbito personal, deslocalizando el conflicto de la lucha de clases contra un sistema de desigualdades sociales.

“ Lawfare educativo.” Es la guerra jurídica con que los grupos de la ultraderecha limitan las libertades de la docencia, el avance de las propuestas democráticas y emancipadoras en los sistemas educativos; unas veces a través de recursos legales, dejando sin efecto cambios curriculares, otras introduciendo leyes restrictivas como el PIN parental, para que los contenidos de aprendizaje sean aprobados o no por las familias, según sean sus convicciones políticas y religiosas.

Meritocracia y totalitarismo de plataformas digitales. La fusión de ambas instituye un modelo de gestión profesional docente; vertical, individualista, deshumano, despersonalizado y autoritario, en el que impera la extrema burocratización de la tramitología virtualizada de la carrera magisterial, despojando a los trabajadores de la educación de su derecho a la sindicalización y al goce de la contratación colectiva.

Lo anterior es una temática mínima e inconclusa; en todo caso, una invitación al intercambio de miradas para quienes creemos necesario nuevo sentido común de la educación y la profesión docente.

*Doctor en pedagogía crítica

Fuente de la información:  https://www.jornada.com.mx

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Por Andalucía rechaza la creación de la nueva Dirección General de Educación Concertada, que achaca a “las políticas de privatización educativa” de Moreno Bonilla

Por: Tercera Información

  • La formación respalda la movilización en defensa de la educación pública prevista el próximo 1 de septiembre.

La parlamentaria de Por Andalucía por la provincia de Granada, Alejandra Durán, ha mostrado esta mañana su rechazo a la creación de la nueva Dirección General de Educación Concertada, que ha achacado a “las políticas de privatización educativa” de Moreno Bonilla, y ha trasladado el respaldo de su grupo parlamentario a la movilización en defensa de la educación pública prevista el próximo 1 de septiembre frente al Parlamento de Andalucía.

Así, Durán ha afeado que el pasado jueves, el mismo día que se registraba la entrega de más de 52.000 firmas en Cámara autonómica en apoyo a una Iniciativa Legislativa Popular (ILP) que reclama una bajada de ratios en los centros escolares andaluces, el Boletín Oficial de la Junta de Andalucía (BOJA) diera a conocer que el Gobierno de Moreno Bonilla financiará con dinero público una nueva Dirección General de Enseñanza Concertada.

Reproductor de audio

“A tan solo un mes del inicio del curso escolar nos enteramos de que, lejos de atender las reivindicaciones que la comunidad educativa, la intención de Moreno Bonilla es dar continuidad a su plan de privatización de la educación pública financiando con dinero público y fondos europeos una Dirección General dedicada a impulsar y fortalecer los espacios de educación privada en Andalucía”, ha criticado la parlamentaria.

En este sentido, Durán ha señalado que “este tipo de acciones, unidas a que durante la última legislatura se cerraron en Andalucía más de 1100 aulas públicas mientras se favorecía a la concertada con importantes cantidades de dinero público, han provocado la “alarma” de la comunidad educativa y de su propia formación ante lo que consideran “el inicio de un cambio en el modelo educativo andaluz que pretende dejar escorados en segundo plano a los centros públicos”.

“El Partido Popular no puede usar la institución para crear un espacio de fortalecimiento de la educación privada cuando la escuela pública tiene carencias tan básicas como las elevadas ratios, la falta de personal educativo, PTIS y orientadores o la climatización de las aulas, que están mermando significativamente la calidad de la educación que reciben nuestros alumnos”, ha zanjado.

Fuente e Imagen: https://www.tercerainformacion.es/articulo/actualidad/18/08/2022/por-andalucia-rechaza-la-creacion-de-la-nueva-direccion-general-de-educacion-concertada-que-achaca-a-las-politicas-de-privatizacion-educativa-de-moreno-bonilla/

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El fin del PNPC

Por: Miguel Ángel Casillas

Como ya lo habían anticipado desde el año pasado, hace unos días, el gobierno federal anunció el fin del Programa Nacional de Posgrados de Calidad (PNPC). En el futuro, el Sistema nacional de evaluación y acreditación que dependerá de la SEP, cuando funcione y tenga claros sus lineamientos, será quien determine la calidad y la acreditación de los programas de posgrado. En palabras del subsecretario de educación superior, esa evaluación, a diferencia del periodo neoliberal, dejará de ser punitiva, mercantilizada y competitiva, será un medio para la mejora continua y no un fin en sí misma.

A mediados de los años ochenta del siglo pasado dio inicio una época de crecimiento desregulado del posgrado, en ocasiones se ofrecían programas sin cuerpos docentes especializados o sin las instalaciones y los recursos indispensables; muchos de los programas eran fuentes de recursos autofinanciables para las instituciones y una posibilidad de un ingreso extraordinario para sus profesores, en una época de graves devaluaciones y penurias económicas. También a finales del siglo XX fue evidente la importancia estratégica de este nivel, tanto para formar a los cuadros especializados de las empresas públicas y privadas, como para la ampliación del número de académicos y científicos que reclamaba la expansión de la educación superior y su revaloración como herramienta indispensable para salir del subdesarrollo e incorporar a México a la sociedad del conocimiento.

En el contexto de un crecimiento desregulado del posgrado, donde proliferaban ofertas de muy dudosa calidad y con resultados educacionales muy pobres, el PNPC fue un eficaz instrumento de política pública para orientar el desarrollo de los programas y para determinar la distribución de las becas hacia los programas de mayor calidad. Legitimó sus decisiones en las evaluaciones de pares sobre la base de normas y reglas claras. En términos generales, acreditar la evaluación del PNPC garantizaba que los programas de posgrado se sostenían en núcleos académicos que constituían líneas de generación y aplicación del conocimiento, que sus profesores se distinguían por su alta calidad y reconocimiento académico, que debían tener sus programas y procedimientos públicos en sus páginas institucionales, que debían garantizar prácticas académicas rigurosas en el estudio y la producción de las tesis, que disponían de reglamentos, espacios físicos adecuados y ofrecían diversos recursos para el aprendizaje.

Muy pronto, el PNPC se fue volviendo un instrumento burocrático, cuadrado y rígido; que registraba y medía los indicadores principalmente de modo cuantitativo, que sobre valoraba la pertenencia de los profesores al Sistema Nacional de Investigadores, y que imponía una visión del posgrado que tenía como base a las ciencias naturales y a las ciencias duras. Frente a indicadores inflexibles hubo lugar para muchos absurdos y simulaciones. La acreditación de los programas, basada en la desconfianza, exigió cada vez más una exagerada documentación basada miles de evidencias.

La evolución reciente del posgrado ha dado como resultado un sistema segmentado y desigual. Por un lado, su matrícula se encuentra distribuida mayoritariamente en maestrías y especialidades principalmente del sector privado y la minoría en el nivel de doctorado. En contraste con la lógica de mercado, los posgrados de más alta calidad se encuentran en las universidades públicas y en los centros nacionales de investigación. Los posgrados profesionalizantes son mayoría en el sector privado, mientras que la mayoría de los posgrados de investigación se ubican en el sector público.

Al anunciar el fin del PNPC (https://www.youtube.com/watch?v=jMJh2GA8L8o), la directora del Conacyt explicó que será la SEP, a través del Sistema nacional de evaluación y acreditación quien acredite a los programas e instituciones; por su parte, el Conacyt distribuirá las becas de posgrado no de acuerdo con la acreditación ni la calidad de los programas, sino en las áreas prioritarias determinadas por el gobierno (salud, producción de alimentos, empresas públicas), en los programas de investigación de las instituciones de educación superior públicas (física, química, matemáticas, biología, medicina, ciencias sociales, ciencias agropecuarias, etc.), y hacia las áreas históricamente excluidas como las humanidades, las artes y las disciplinas creativas.

En el discurso se expone que esta decisión favorece a los estudiantes que solicitan la beca, que no se quiere dejar a nadie atrás ni a nadie afuera, y que se atenderán todas las solicitudes. En realidad, al entregar las becas sin intermediarios, el gobierno federal promueve un intercambio político directo con los estudiantes de posgrado con el fin de obtener lealtad hacia la 4T, como sucede ya con las becas de licenciatura y de otros niveles.

En su crítica hacia el pasado reciente, la directora del Conacy acusó que se privatizó el ejercicio de la formación de posgrados, denunció que se favorecieron áreas enfocadas al lucro. Cuestionó que en educación hay muchos posgrados de cuestionable calidad enfocados en fortalecer la mal llamada reforma educativa, es decir la privatización de la educación y que áreas como administración, finanzas, mercadotecnia y comercio internacional fueron favorecidas de manera indiscriminada, esto a costa de otras disciplinas: este fue un ataque permanente y fuerte a favor del debilitamiento de los posgrados en ciencias. De acuerdo con la directora de Conacyt el PNPC mostró una centralidad en la productividad académica, desvinculó la investigación científica de la atención de los problemas nacionales y el avance genuino del conocimiento y se convirtió en un objetivo de cuantificación productivista. Dijo que dejó de ser un tema con pertinencia nacional, con relevancia de Estado, para convertirse en un instrumento que desvirtuó lo académico y lo público.

Como ha sucedido con otros instrumentos de la política pública hacia la educación superior, el gobierno de la 4T ha decidido desaparecer el PNPC sin tener un programa que lo sustituya. Mientras, de modo arbitrario, sin reglas claras, públicas y legítimas, el Conacyt continuará distribuyendo las becas de posgrado en las áreas y en los programas que considere prioritarios.

Fuente: http://www.educacionfutura.org/el-fin-del-pnpc/

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La amenaza de la privatización a la educación pública

El fantasma de la privatización que desde hace años ronda a la educación pública ha resucitado con más fuerza en medio del actual proceso electoral, esto en razón a que intereses particulares quieren acabar con un derecho fundamental que debe ser financiado y garantizado por el estado.

Teniendo en cuenta que la educación es un derecho humano y fundamental y debe ser publica y universal para todos, la principal tarea del Estado es garantizar los recursos necesarios para invertir en el sector y así garantizar la permanencia de los estudiantes en las instituciones educativas. Sin embargo, los intereses privados han buscado diferentes formas de quedarse con estos recursos mediante la privatización.

Raúl Vásquez Arias, presidente de la ADE: “Bonos, vouchers, educación contratada, entre otras, son clases de concesiones que el Estado quiere darle a particulares para que administren la educación, y ese es el detalle, pues el Estado es quien debe garantizar, administrar y financiar este derecho, pero con estas modalidades que está creando lo que busca es desentenderse de su responsabilidad y obligación para con este derecho fundamental”.

Por ende, los colegios de educación contratada se basan en políticas privatizadoras que toman la educación como una mercancía, porque en el fondo lo que buscan es quedarse con los recursos, y hacer con la educación lo que hicieron con la salud. que el derecho esté supeditado al capital.

Jhon Granados, integrante del CEID Fecode: “En Bogotá tenemos una experiencia con los colegios en concesión y varios estudios han demostrado que estos colegios no sólo no garantizan una mayor calidad educativa, sino que son establecimientos donde se les puede negar el derecho a los estudiantes cuando no cumplen con las condiciones que exige la institución, porque al convertirse en educación privada los colegios terminan escogiendo a quien matriculan y a quien no”.

Por estos días, desde diferentes campañas políticas se escuchan cantos de sirena que ofrecen formas de subsidios, bonos y vauchers, todos son un riesgo para el derecho a la educación pública, pues buscan que los padres y madres sometan la formación de sus hijos a los vaivenes del mercado, además desfinancian el sistema educativo, deterioran aún más las condiciones y facilitan la corrupción. Por eso, la invitación de Fecode es a unir fuerzas para defender este derecho como bien supremo.

Fuente de la información e imagen:  https://www.fecode.edu.co

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