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México: Alumnas protestan en Chapingo contra violencia de género

América del Norte/México/20-05-2022/Autor: Javier Salinas Cesáreo/Fuente: www.jornada.com.mx

Texcoco, Méx. Un grupo de alumnas de la Universidad Autónoma Chapingo (UACh) realizó una manifestación en el interior del campus, para demandar alto a la violencia hacia la mujer dentro de la universidad, y exigir mayor seguridad; además de visibilizar a sus agresores.

El grupo de mujeres chapingueras se concentró a temprana hora de este martes frente al edificio de rectoría, donde realizaron un mitin.

Portando pancartas en las que se leía: «No es lo corto de mi falda, es lo corto de tu educación» y «El miedo ya cambió de bando, no más silencio», las feministas denunciaron la serie de agresiones de las que han sido objeto de parte de sus compañeros y profesores.

«Nunca más en la historia de Chapingo va tener mujeres calladas y no sólo por nosotras, lo hacemos por las chicas de preparatoria agrícola y las nuevas generaciones y nuestras hijas.

«Queremos una universidad donde acudamos sin riesgo. Hay que construir un Chapingo libre de violencia contra la mujer», dijeron.

Las mujeres exhortaron a sus compañeras a pegar fotos de sus agresores en los muros de la universidad.

«Ya les tocaba una expuesta pública y presencial porque muchas de nosotras lo hicimos durante pandemia; pero deben ser vistos como lo que son: agresores. Muchos agresores ya salieron de la universidad, se fueron y bien gracias; muchos se creen intocables y ya se van, es el momento de exponerlos como lo que son agresores. Queremos que sepan nuestros agresores que ya no van a tener la comodidad de nuestro silencio», afirmaron.

Las mujeres realizaron una caminata por la universidad, primero hacia el acceso principal y luego hacia los diversos edificios escolares como la Unidad para la Convivencia y Atención Multidisciplinaria a Estudiantes (UCAME), donde hicieron pintas y exigieron al rector, José Solís Ramírez mayor seguridad.

Recordaron los feminicidios de las alumnas Nazareth en 2019 y Zuli en 2004, dentro de la universidad y exigieron justicia.

Fuente e Imagen: https://www.jornada.com.mx/notas/2022/05/17/sociedad/alumnas-protestan-al-interior-de-chapingo-contra-violencia-de-genero/

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La Violencia hacia la mujer y la 4T

Por: Karen Campos

El gobierno de la 4T, encabezado por Andrés Manuel López Obrador, significa para muchos una esperanza de transformación social, un gobierno y un presidente que representa los intereses del pueblo trabajador, olvidado, empobrecido y sumergido en la extrema violencia gracias a los manejos corruptos y desmedidos de los gobiernos del PRI y el PAN.

Sin lugar a duda, este gobierno ha estado removiendo las aguas y está salpicando de beneficios a los sectores más vulnerables de la clase obrera con sus programas sociales, sin embargo, sólo las mueve en la superficie, sin acercarse al fondo turbio que ha originado todo este ambiente de miseria e inseguridad en la sociedad. En ese fondo turbio se encuentra el capitalismo, que para sobrevivir requiere alimentarse de la explotación hacia la clase obrera.

Con respecto a la cuestión de la mujer, no es un secreto para nadie que hay un enorme foco rojo en México por la violencia de género que, si bien es un mal heredado de gobiernos anteriores, el gobierno de la 4T no ha podido frenarla. ¿La violencia hacia la mujer es resultado de manejos estatales corruptos o de un sistema social decadente?

El gobierno de la 4T se ha declarado feminista, dado que por primera vez se ha logrado un gabinete paritario, lo cual, según su postura, es un avance y una clara muestra de igualdad entre hombres y mujeres. La presidenta del Instituto Nacional de la Mujeres, Nadine Gasman, declaró que el 58% de las beneficiarias de los Programas para el Bienestar son mujeres de zonas rurales, empobrecidas, afromexicanas e indígenas. María Fabiola Alanís, titular de la Conavim, declaró que durante este gobierno ha habido una inversión histórica de 302 millones de pesos para los Centros de Justicia para las Mujeres y se han emitido 7 alertas por violencia de género. Todos estos podríamos considerarlos como avances significativos para resolver los problemas de las mujeres, pero analicemos algunos datos.

De acuerdo con un estudio del Instituto Mexicano para la Competitividad, existe una brecha salarial promedio del 15%, analizada desde 2017 hasta el primer trimestre del 2020, lo que representa que por cada $100 de salario de un hombre, una mujer obtiene $85. Esta brecha salarial evidentemente pone en desventaja económica a las mujeres con respecto a los hombres, por lo tanto, esta condición social genera un proceso de dependencia económica que obliga a las mujeres a permanecer o mantener relaciones de pareja, en muchas ocasiones violentas, debido a que su salario no es suficiente para mantener el hogar, generando un proceso de reproducción de la violencia y vulnerabilidad. Entonces, tenemos paridad en el Congreso, tenemos paridad en el gabinete gubernamental, pero de qué nos sirve si no tenemos paridad en los salarios y estamos bajo el yugo de la dominación económica que nos violenta como parte de la clase obrera y como mujeres. Esto no quiere decir que debamos entonces pugnar por que bajen los salarios de los hombres y los igualen a los de las mujeres, sino todo lo contrario, esto significa que tanto hombres como mujeres debemos organizarnos y luchar juntos, como clase explotada, por incrementar nuestros salarios y derechos laborales de por sí raquíticos y muy golpeados. Por lo tanto, esta declaración de la 4T sobre su feminismo muestra las claras limitantes de esta corriente, pues su paridad sólo representa un avance para las mujeres de arriba, las que no conocen el verdadero mundo de la pobreza y violencia que vivimos a diario las mujeres de la clase obrera. Así que no, esto no es un avance en el proceso de igualdad entre hombres y mujeres, al menos no para la mayoría de nosotras.

En México viven 65.5 millones de mujeres, de las cuales 50 millones están en riesgo de pobreza o en situación de pobreza. Esto significa que, de acuerdo con el último estudio de medición de la pobreza de la Coneval, 8 de cada 10 mujeres en el país viven bajo condiciones de pobreza o vulnerabilidad por la falta de ingresos o carencias sociales. El 67.1% de las mujeres mexicanas presenta al menos una carencia social, el 21.9% presenta tres o más carencias. Un tercio de la población femenina nacional económicamente activa o está afiliada al IMSS o al ISSSTE, lo que significa que no sólo no tiene acceso a la seguridad social, sino que tampoco podrá acceder a una pensión para el retiro o un crédito de vivienda. La pandemia ha profundizado aún más la crisis económica ya presente, donde las principales afectadas han sido las mujeres, pues los índices de desempleo femenino aumentaron con la crisis sanitaria.

Si bien los programas sociales están siendo de gran ayuda para los sectores más vulnerables de la población, estos no son suficientes, pues son como tal un apoyo, mas, no una solución al problema principal, que son la falta de empleo y oportunidades de desarrollo. Todas estas condiciones de pobreza y marginación también son un caldo de cultivo para la reproducción de la violencia hacia la mujer, pues al no existir las condiciones mínimas de salubridad, empleo y desarrollo educativo, la barbarie se reproduce. Estas condiciones obligan a las mujeres a buscar oportunidades de cualquier tipo para sobrevivir, como involucrarse con el crimen organizado, acceder a la prostitución, trabajar en empleos muy precarizados con nulos o pocos derechos laborales, donde los niveles de explotación y violencia son extremos. Por lo tanto, claro que estamos de acuerdo en que se entreguen programas sociales, incluso estos deberían extenderse para que más población pueda tener acceso a ellos, pero no podemos hacerlo cerrando los ojos ante el origen de todo este proceso de desigualdad social y barbarie que ha generado el capitalismo a partir de la acumulación de riquezas de una clase minoritaria que se vuelve cada vez más rica mientras nosotros nos volvemos cada vez más pobres.

Es necesario que, si el gobierno de la 4T quiere ser consecuente con su slogan de “Primero los Pobres”, se encamine entonces hacia la destrucción de este sistema de opresión, pues de lo contrario, se va a quedar en el camino intentando hacer este sistema “un poco más justo”, pues no hay nada justo en la defensa de la propiedad privada y en la apropiación del beneficio del trabajo ajeno, sin los cuales el capitalismo simplemente no podría existir.

Desde que inició el gobierno de AMLO y hasta mayo del 2021, ha habido 2,400 asesinatos de mujeres por razones de género y 7,100 han sido víctimas de homicidio doloso. En 2019 se registró el 89.6% de impunidad para casos de homicidio doloso y 51.4% de impunidad en feminicidios, teniendo un porcentaje general de impunidad del 94.8% de todos los delitos denunciados en 2020. El último reporte del INEGI indica que 10 mujeres son asesinadas al día en este país, más de la mitad son asesinadas por sus parejas o familiares cercanos y casi tres cuartas partes son asesinadas con armas de fuego o por estrangulamiento.

Derivado del confinamiento por la pandemia, el Sistema Nacional de Seguridad Pública indicó que de enero a mayo del 2021 hubo 106,603 reportes de casos de violencia familiar, en todo 2020 se reportaron 220,031 casos, que ha sido la cifra más alta desde el 2015. Estos datos nos hacen preguntarnos si las inversiones a los Centros de Justicia para Mujeres y las alertas de género emitidas en los estados están siendo efectivas para combatir y erradicar la violencia hacia la mujer en México. Las cifras son crudas, la respuesta es no.

La violencia hacia la mujer no se da porque los sistemas de justicia no son eficientes (aunque son un reflejo de ésta), sino porque el tejido social está extremadamente dañado. Se podrá avanzar en instalar más centros de atención a víctimas y sobrevivientes de violencia, aumentar los senderos seguros y la vigilancia, preparar a policías y ministeriales con perspectiva de género, desarrollar protocolos de atención y prevención de la violencia, casas y refugios para mujeres violentadas, etc. Puntos en que sabemos que el gobierno de la 4T invierte y procura atender. El problema real es que todas estas medidas solo son paliativos para disminuir la violencia, pero no para erradicarla, además de que tan solo con buenas intenciones no va a desaparecer un problema que radica en la estructura del sistema capitalista, la cual la 4T y sus políticas reformistas no están dispuestas a tocar y mucho menos a modificar.

Todos los días nos enfrentamos a una realidad de pobreza, hambre, marginación y violencia extrema, una realidad donde los sectores más vulnerables, las mujeres y la infancia, pagan las peores consecuencias. Desde el origen de la propiedad privada y la sociedad dividida en clases, la mujer ha sido colocada en un papel de subordinación y sumisión ante el hombre, lo que históricamente nos ha puesto en desventaja y vulnerabilidad económica y social. Para la sociedad dividida en clases, las mujeres no somos más que un elemento de propiedad del hombre, destinada a obedecer y callar, a servir y satisfacer, a reproducir y criar; estamos inmersas en un sistema donde las prácticas machistas y misóginas son aceptadas y aplaudidas social y culturalmente, pero éstas se reproducen no en beneficio de un género, sino en beneficio de una clase, que se aprovecha de nuestras condiciones de subordinación para obtener beneficios de la doble explotación. Para el capital las mujeres no somos más que una máquina de reproducción de la clase obrera y carne de cañón para la explotación asalariada y, mientras estas condiciones que originan la opresión de la mujer no cambien, la violencia hacia nosotras no podrá ser erradicada.

Es por esto que, aunque este gobierno progresista tenga las mejores intenciones de mejorar nuestras condiciones de vida para podernos desarrollar en un ambiente seguro y libre de violencia, no podrá avanzar sin una lucha decidida contra el sistema de opresión capitalista. Todas sus propuestas y planes estarán siempre limitados ante las necesidades de lucro de la clase burguesa, por lo que no podremos avanzar hacia un proceso de igualdad social. Para esto es necesario defender un programa diferente, un programa socialista, donde sí se planteé la necesidad de romper con el sistema capitalista, donde se combata, desde las bases de la organización obrera, a los defensores de la propiedad privada. Sólo de esta forma los hombres y mujeres de la clase obrera podremos tomar nuestro destino en nuestras manos e iniciar un proceso de reconstrucción social, eliminando la explotación y la miseria, educando a las nuevas generaciones en un ambiente de prosperidad y colectividad, donde la herencia sangrienta de la violencia hacia la mujer no sea más que un amargo recuerdo del extinto capitalismo voraz.

En aras de esta necesidad imperante de la lucha por el socialismo para la liberación de las mujeres y de la clase obrera, hacemos un llamado a organizarnos, apoyando las demandas transicionales que necesitamos para mejorar nuestra calidad de vida, pero empujando al movimiento a ir más allá, a no conformarnos con migajas reformistas. Lo queremos todo, porque somos nosotros, la clase obrera los que generamos la riqueza y es por ello que merecemos vivir en un mundo libre de la violencia y la barbarie del capital.

Fuente de la información e imagen:  https://marxismo.mx/

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Paraguay: Senado aprueba proyecto de ley de emergencia nacional por feminicidios

Los senadores dieron media sanción al proyecto de ley que declara emergencia nacional por feminicidios y prevé medidas para proteger a las mujeres de todo tipo de violencia.

El proyecto de ley «Que declara Emergencia Nacional por Feminicidios» fue aprobado este jueves por la Cámara de Senadores. Los parlamentarios reconocieron la necesidad de fortalecer las medidas de protección a las mujeres víctimas de violencias. Los casos de violencia de género aumentaron durante la pandemia del Covid-19.

El documento tiene por objeto declarar emergencia nacional por feminicidios y complementar lo previsto en la Ley Nº 5777/16 De Protección Integral a las Mujeres contra toda forma de violencia y su decreto reglamentario Nº 6973/17, estableciendo medidas urgentes e inmediatas con la finalidad de reducir el número de víctimas de feminicidios y prevenir, atender y proteger a todas las mujeres de toda forma de violencia.

Se establece como órgano rector al Ministerio de la Mujer para impulsar la aplicación de la ley. Como primer punto deberá integrar un gabinete de crisis, fortalecer la difusión de las medidas de protección a través de campañas de concienciación y los servicios de prevención y asistencia a personas en situación de violencia.

El Ministerio también será responsable de disponer cursos virtuales para el fomento de actitudes no violentas, dirigidos a educadores y educadoras formales y no formales, e implementar en todas las penitenciarías nacionales y regionales programas asistenciales para la reeducación de hombres condenados por femicidios.

El proyecto también pretende capacitar a las fuerzas públicas para que intervengan a tiempo y con perspectiva de género.

Entre otras medidas, el proyecto busca que, previa autorización de las víctimas, se incorporen en los teléfonos celulares de las mujeres en situación de violencia, previa denuncia y como parte de las medidas cautelares, los siguientes servicios: Geolocalización, envío de mensaje SOS a contactos directos, comunicación directa con el 911, grabación de sonido ambiente, captura de imágenes y/o videos, información sobre centros de atención, comisarías, fiscalías y juzgados que correspondan a su jurisdicción.

Asimismo, también se plantea declarar como servicio esencial la asistencia integral a las víctimas de violencia, garantizando el normal funcionamiento de los dispositivos de información de 24 horas.

La propuesta también establece apoyo sicológico a las mujeres víctimas de violencia para contención, atención y acompañamiento sicológico inmediato por vía telemática a través de los servicios en los distintos niveles que ofrecen el Ministerio de la Mujer, el Ministerio de Salud Pública y Bienestar Social y otras instituciones.

En su artículo 8 se menciona la participación de la Secretaría Nacional de Turismo en coordinación con el Ministerio de la Mujer en la conformación de una red solidaria de hoteles y posadas turísticas comprometidas en la protección a las mujeres víctimas de violencia, para hospedarlas en caso de ser necesario de manera temporal y extraordinaria, con sus hijos, hijas y/o personas dependientes.

También se dispone a los centros asistenciales públicos o privados remover los obstáculos existentes para el acceso de diagnóstico médico o constancia médica y sicológica para las mujeres víctimas de violencia.

En el caso de juzgados de turno se determina habilitar un medio telemático para el ingreso de denuncias. También se establece que la no presentación de la copia de la denuncia policial presentada por la víctima no podrá ser impedimento para el acceso a la justicia de las mujeres que acuden a requerir medidas de protección. Además, dispone que los juzgados garanticen el servicio las 24 horas para dichos casos.

A la Policía Nacional se le encomienda prever mayor designación de personal capacitado en las dependencias policiales, además de socializar internamente y en la comunidad los protocolos de atención policial a mujeres víctimas de violencia a fin de brindar atención adecuada y evitar la revictimización.

Asimismo, la normativa contempla que en caso de que un funcionario público reciba una condena firme por hechos punibles cometidos en ocasión de violencia contra la mujer, el mismo quedará inhabilitado por dos años para ejercer la función pública.

El proyecto fue presentado por la senadora Lilian Samaniego y modificado por las comisiones de Equidad y Género; Legislación, Codificación, Justicia y Trabajo; Derechos Humanos y Bancada de PDP. El documento pasa a consideración de la Cámara de Diputados.

Fuente: https://www.ultimahora.com/senado-aprueba-proyecto-ley-emergencia-nacional-feminicidios-n2940715.html

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Una de cada cinco mujeres en Chile fue víctima de violencia en el último año

Por: https://www.eleconomistaamerica.cl

El 21,7% de las chilenas mayores de 15 años dijo haber sufrido algún tipo de violencia en el último año, según los resultados divulgados este martes por la IV Encuesta de Violencia contra la Mujer en el Ámbito de Violencia Intrafamiliar y en Otros Espacios.

El estudio, realizado por la Subsecretaría de Prevención del Delito del Ministerio del Interior de Chile, también arroja que el 41,1% de las mujeres mayores de 15 años dijo haber sufrido algún tipo de violencia a lo largo de su vida.

Este indicador de violencia general a lo largo de una vida presentó un aumento «estadísticamente significativo», según los autores del sondeo, ya que pasó del 32,6% en 2012 al 38,2% en 2017 y de ahí al 41,4% en 2020.

Hipótesis

A modo de hipótesis, los responsables de la encuesta indicaron que esto puede deberse a que «hoy se visualizan vivencias del pasado como hechos de violencia».

«Es decir, habría un reconocimiento de haber sido víctima del cual antes no existía conciencia, y al mismo tiempo se han dejado de naturalizar actos violentos, como parte de las interacciones cotidianas», indicaron en el informe presentado.

Por contra, el indicador de los últimos 12 meses se presenta «estable» en relación al anterior levantamiento de datos, pasando de 21% en 2017 a 21,7% ahora.

«Es lamentable ver que no hemos sido capaces de mitigar o erradicar esta conducta tan dolorosa y tan terrible en nuestro país», dijo la ministra de la Mujer, Mónica Zalaquett, tras la presentación de estos resultados.

Amendrentamientos

Dentro de quienes sufrieron violencia intrafamiliar, el 20,2% denunció haber sido violentada de forma psicológica en el último año; igual porcentaje que en el sondeo de 2017, mientras que el porcentaje de mujeres que dijo haber sufrido violencia física en los últimos 12 meses disminuyó a un 3,7% desde un 4,4%.

En contraposición, aumentó el número de mujeres que dijo ser víctima de violencia sexual intrafamiliar, pasando del 2,1% de 2017 al 2,8% este año.

De acuerdo a las encuestadas que sufrieron violencia psicológica o física e los últimos 12 meses, un 79,2% señalaron que ésta le fue proferida por una pareja o ex pareja, mientras que el 20,8% restante remite este tipo de violencia a la familia.

Inicio de la violencia

Otro punto que toma relevancia es el hecho de que el 38,2% de las encuestadas sostiene que fue víctima de al menos un episodio de violencia antes de los 14 años de edad.

En cuanto a la violencia de tipo económica, es decir, cuando se intenta controlar a la mujer a través de la entrega del dinero necesario para su manutención personal y/o de otros integrantes de la familia, así como también cuando se apropian de dinero ganado por la mujer, el 9,5% de las entrevistadas afirmó haber sido víctima de este tipo de violencia en el último año.

Asimismo, la violencia contra la mujer en espacios públicos ha sido constatada por el 17,9% de las encuestadas en el transcurso de los últimos 12 meses, significativamente mayor que el 8,1% declarado en 2017.

Este resultado «estaría evidenciando la toma de conciencia por parte de las mujeres respecto a los actos de violencia de los que han sido víctimas fuera del espectro intrafamiliar», según los autores de la encuesta.

También presentaron un aumento respecto a su anterior medición la violencia en el ámbito laboral, que pasó de y 2,2% en 2017 a 4,8% este año y en el espacio educacional: de 1% a 1,2% en esta última encuesta.

Denuncias

Los responsables del estudio mostraron su preocupación por la disminución observada en las denuncias interpuestas por violencia psicológica, física y/o sexual.

En los tres casos, la cantidad de entrevistadas que señaló haber denunciado algún acto de violencia se redujo hasta en 7,5 puntos porcentuales en comparación al año 2017.

«Uno de los datos preocupantes que nos entregó esta encuesta es una baja en las denuncias y esa baja está dada por una falta de confianza», señaló la subsecretaria de Prevención del Delito, Katherine Martorell.

Así, el documento reveló que las denuncias por violencia psicológica pasó de 22,8% en 2017 a 19% este año, las denuncia por violencia física de 36,5% a 29% y las denuncia por violencia sexual de 23% a 16,3%.

De acuerdo a datos de la Red Chilena contra la Violencia hacia las Mujeres, en lo que va de 2020 se han producido 32 feminicidios, tres suicidios feminicidas (suicidios como resultado de maltrato o intento de feminicidio) y cuatro homicidios relacionados a un feminicidio (en su totalidad eran hijos de mujeres víctimas de feminicidio).

Fuente: https://www.eleconomistaamerica.cl/sociedad-eAm-chile/noticias/10760001/09/20/Una-de-cada-cinco-mujeres-en-Chile-fue-victima-de-violencia-en-el-ultimo-ano.html

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Violencia de género en Chile aumenta un 70% durante cuarentena

Redacción: TeleSUR

El Gobierno chileno prepara un grupo de medidas para ampliar la red de apoyo a mujeres víctimas de violencia de género desde las instancias gubernamentales y empresariales.

El Ministerio de la Mujer y Equidad de Género en Chile, reportó este lunes, un aumento del 70 por ciento en las llamadas realizadas por mujeres a una línea telefónica de orientación sobre violencia intrafamiliar, durante el primer fin de semana bajo cuarentena decretado en el país a raíz de la crisis sanitaria generada por el coronavirus.

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La información salió a la luz como parte de un estudio entregado por la ministra de la cartera, Carolina Cuevas, quien implementó un plan de contingencia que contemplaba un reforzamiento especial en los turnos del Fono Orientación 1455, para proteger a las mujeres que reportaran ser objetos de violencia intrafamiliar.

El fin de semana antes de la cuarentena, se recibieron 532 llamados, mientras que en igual periodo, una semana después, la cifra ascendió a 907. “Este aumento significativo de las llamadas es también un reflejo de que hay una necesidad de pedir orientación y ayuda en tiempos donde las mujeres estamos más tiempo en nuestras casas, posiblemente con nuestras parejas», explicó Cuevas.

https://twitter.com/RNchile/status/1247306068239306753

Por su parte, el Ministerio Público informó que, si bien las denuncias de violencia intrafamiliar han disminuido un 18 por ciento respecto a marzo pasado, las denuncias de femicidios han aumentado un 200 por ciento en el mismo periodo de tiempo.

El Gobierno chileno prepara otras medidas para ampliar la red de apoyo a mujeres víctimas de violencia de género, como la coordinación con organismos públicos para resguardar la atención en periodos de emergencia, incrementar la capacidad de las casas de acogida y un servicio de mensajería, vía SMS o WhatsApp, para que las mujeres puedan comunicarse de manera «silenciosa» que se pondrá en práctica en las semanas siguientes.

https://twitter.com/MinMujeryEG/status/1247308350901141510/photo/1

«Hemos reforzado turnos del 1455, Fono Orientación en Violencia Contra la Mujer, y estamos elaborando mecanismos de comunicación silenciosa para las que no puedan llamarnos, como es whatsapp y mensaje de texto”.

De igual forma, Cuevas se reunió con el presidente del gremio patronal Confederación de la Producción y el Comercio (CPC), Juan Sutil, para abordar el impacto de la crisis sanitaria en las trabajadoras. La ministra solicitó que las empresas den apoyo formal a las mujeres en materia de prevención de la violencia intrafamiliar e incorporen el tema dentro de sus políticas permanentes.

Al respecto, un grupo de legisladoras y organizaciones feministas de Chile enviaron una carta al presidente, Sebastián Piñera, pidiéndole reforzar las medidas para prevenir la violencia, prohibir venta de alcohol que puedan ser detonadores de hechos violentos, como crear grupos de acción inmediata y establecer estrategias de denuncia a través de páginas web, farmacias o supermercados. La diputada y presidenta de Convergencia Social, Gael Yeomans, apuntó a tomar medidas adicionales que permitan a las víctimas de violencia de género romper la cuarentena, en caso de necesitar ayuda.

Fuente: https://www.telesurtv.net/news/violencia-genero-chile-aumenta-durante-cuarentena-20200406-0052.html

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Iklas Saleh Ali, «quería continuar mis estudios pero no pude, me obligaron a casarme» en Chad

Redacción: Murcia

La vulneración del derecho a la educación es una forma de violencia y limita las oportunidades de las niñas para el ejercicio de otros derechos

A su vez, la escuela puede ser un espacio de protección para prevenir y promover la transformación personal y colectiva que garantice la eliminación de cualquier forma de violencia hacia las niñas

Hoy, 25 de noviembre, se conmemora el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia Contra la Mujer, un día importante en la agenda internacional para denunciar la violencia que se ejerce sobre las mujeres y las niñas y reclamar la puesta en marcha de políticas en todos los países orientadas a su erradicación.

Cada diez minutos en algún lugar del mundo una adolescente muere a causa de la violencia. En 18 países los esposos pueden impedir de manera legal que sus esposas trabajen de forma remunerada. Cada año, 12 millones de niñas son casadas antes de cumplir los 18 años. Más de 132 millones de niñas de entre 6 y 17 años no asisten a la escuela.

Estos son algunos datos que ayudan a comprender la dimensión de la violencia que ensombrece a las niñas y mujeres en el mundo. Pero, tras las cifras, hay rostros e historias concretas. Como la de Iklas Saleh Ali, sudanesa que vive en el campo de refugiados de Iridimi, al este de Chad, con sus cuatros hijos y dos hijas. Iklas fue víctima de un matrimonio infantil forzado, una práctica que sufre el 67% de las mujeres menores de 18 años en Chad. Con 15 años su madre se vio obligada a darla en matrimonio. Por la falta de medios económicos no podía seguir costeando la escuela. «Le dije que no quería casarme. Yo quería continuar mis estudios, pero me obligaron a casarme». Así, Iklas tuvo que abandonar la escuela. Sin embargo, en todo momento tuvo claro que quería volver a estudiar y así lo hizo. Ahora su sueño es ser «doctora o profesora para poder educar bien a mis hijos».

Según el dossier «No Quiero, contra el matrimonio infantil, temprano y forzado», que presentamos el pasado mes de octubre junto a Amnistía Internacional,Mundo Cooperante y Save the Children, África Subsahariana es la región del mundo con mayor nivel de matrimonio infantil, donde aproximadamente 4 de cada 10 mujeres jóvenes se casaron antes de los 18 años, seguida del sur de Asia, donde lo están 3 de cada 10. La tercera en nivel de prevalencia a nivel mundial es América Latina y Caribe (23% en 2017) y, por último, Oriente Medio y África del Norte (17%) y Europa Oriental y Asia Central (11%).

Por países, aquellos en los que más mujeres de 20 a 24 años se casaron por primera vez antes de los 15 años son Chad (30%), República Centroafricana (29%), Níger (28%), Bangladesh (22%) y Guinea (19%); y los países en los que se han casado antes de los 18 años son Níger (76%), República Centroafricana (68%), Chad (67%), Bangladesh (59%) y Mali (52%).

Iklas ha logrado volver a estudiar. Iklas podia ser una de las 32.000 niñas que Entreculturas ha acompañado con el programa La Luz de las Niñas que, junto al Servicio Jesuita a Refugiados y Fe y Alegría, impulsa en 15 países. Las niñas tienen derecho a una infancia en igualdad de oportunidades, libre de miedos, de amenazas y agresiones. El programa quiere visibilizar la desigualdad que sufren las niñas, protegerlas frente a la violencia, valorar su capacidad para elegir su futuro e incidir para transformar las causas de esta injusticia

El sueño de Iklas ahora es ser «doctora o profesora para poder educar bien a mis hijos». Mientras tanto, está segura de dos cosas: de que «nunca daré en matrimonio a mis hijas mientras sean pequeñas» y que «la educación es muy importante para el futuro de mis hijos».

La educación, clave para la seguridad de las niñas y la garantía de sus derechos

La educación es un derecho humano de todas las niñas y es la llave que permite la garantía de otros derechos. La educación es fundamental para contribuir a su desarrollo y erradicar la feminización de la pobreza, es condición necesaria para alejarlas de la violencia, tiene una relación directa en su salud, permite que tengan posibilidad de acceder a un trabajo digno e impacta en la posibilidad de participar activamente en la vida social y política.

El acceso de las niñas a la escuela supone un derecho promotor de otros derechos y, desde la experiencia educativa con sus organizaciones socias en diversos países, Entreculturas advierte que el entorno escolar puede contribuir a crear identidades no violentas y en sintonía con el desarrollo igualitario de todo el alumnado. La escuela y el derecho de las niñas a acceder a ella sigue siendo un privilegio y no un derecho en muchos países del mundo, tal y como aborda el informe de Entreculturas «Seguras para aprender en libertad». La generalización del acceso a una educación de calidad, crítica y emancipadora, que integre de manera transversal el enfoque coeducativo en su práctica, permitiendo a su alumnado abordar de forma crítica los estereotipos y roles de género y fomente su desarrollo libre e integral, tiene que estar en la agenda de todos los países que quieren conseguir la igualdad, no sólo pero también, a través de la educación.

La escuela debe servir para erradicar la idea de que las diferencias biológicas determinan diferencias sociales ya que los estereotipos, prejuicios, roles, comportamientos y normas que se derivan de estas ideas de lo masculino y lo femenino y se aprenden de múltiples maneras a través del proceso de socialización. El avance hacia un modelo de escuela que integre en su práctica educativa como eje transversal el cuestionamiento de estos estereotipos y roles atribuidos, fomentando el desarrollo libre e integral de las potencialidades, intereses y capacidades de su alumnado, constituye un primer paso esencial a la hora de defender los derechos de las niñas y transitar hacia sociedades más igualitarias.

Entreculturas defiende que la igualdad de género debe ser un elemento protagonista y transversal en todo tipo de aprendizajes críticos y de calidad. La cuestión de género nos sitúa directamente en el corazón de los derechos humanos y de la justicia, por lo que su tratamiento, a través de la lucha contra la violencia hacia las niñas, es uno de los requisitos fundamentales de nuestra praxis para acompañarlas, defenderlas y proteger sus derechos.

Fuente: https://www.murcia.com/region/noticias/2019/11/25-iklas-saleh-ali-queria-continuar-mis-estudios-pero-no-pude-me-obligaron-a-casarme.asp

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Podcast-OVE: Rose Mary Hernandez desde Venezuela nos habla sobre la violencia hacia la mujer como un flagelo social

Por: Otras Voces en Educación 

No mas Violencia contra la Mujer, derrotemos la cultura patriarcal

Latinoamérica y el mundo viven un despertar de la conciencia colectiva respecto a la situación denigrante del femicidio y el maltrato contra las mujeres. Esta realidad es una muestra de la degeneración social que genera el capitalismo. Las relaciones humanas son cada día más permeadas por la lógica de la mercancía y el lucro, que supone la competencia, la dominación y la violencia verbal, psicológica, física y de clase social.

Desde Otras Voces en Educación nos sumamos al aleteo de millones de mariposas y luciérnagas que le gritamos al mundo que no puede haber libertad, desarrollo sostenible ni humanidad si continua siendo la violencia contra la mujer un problema de nuestras sociedades.

Por ello, le hemos pedido a mujeres de distintas geografías que nos digan que se esta haciendo para saber cómo podemos juntarnos mucho más.

Rose Mary Hernandez: Docente en ejercicio. Mi Apostolado de la educación inició desde que tenía seis años de edad, al sentarme con mi maestra de 1er grado para ayudarla a enseñar a leer a mis compañeros de clase. Trabajé durante 18 años en una Escuela Técnica Industrial. Actualmente, Docente categoría Asociado en la Universidad «Rómulo Gallegos»-estado Guárico. Investigadora del Centro Internacional Miranda. Coordinadora de América Central en el Proyecto Otras Voces en Educación. PEII-A1. Amante del saber vivir y de las familia formada con sanos valores.

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