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Necropolítica: los dominios de lo simbólico (conceptos para el análisis de la pandemia mundial por Coronavirus)

Por: Fernando J. Gómez

Introducción

La necropolítica incumbe al poder. Al poder que se ocupa de gestionar, de movilizar, de administrar y eventualmente, de suprimir a ciertos grupos o a cierta categoría de población que podría considerarse excedentaria. Este tipo de población es también un producto del capitalismo y en su creación la forma neoliberalismo tiene la principal responsabilidad. Su institución rompe esos grandes cuerpos colectivos disciplinados (del modo anterior de producción) lo que implica quitarle poder a los sindicatos, porque disminuye la cantidad de población ocupada, y aumenta el sector servicios. Se construye así una enorme cantidad de población excedentaria que nunca más entrará al  mundo del trabajo y la población precarizada. Este es uno de los objetivos del neoliberalismo, para esto necesitaba condiciones materiales (tecnologías) y condiciones ideológicas. Estas masas excedentarias de población son lo que hoy se llaman marginalidad. Para Murillo (2008) la ideología tiene que ver con algo que el yo alude y elude (el cuerpo desgarrado) en la ideología hay una construcción imaginaria que elude la muerte pero que a la vez alude a la muerte. Si para el ingreso del sujeto en la cultura se necesita la introyección de la ley el neoliberalismo opera destituyendo la ley.

El extractivismo, el saqueo y la depredación se organizan en una dialéctica que profundiza los usos necropolíticos de los poderes que crea el capitalismo. La necropolítica podría considerarse un modo de relación entre los poderes, entre ellos destaca el del Estado que actúa sobre poblaciones e individuos que habitan no lugares; los campos de desplazados, los campos de refugiados, los lugares de retención de migrantes, pero también las calles, las plazas, las villas miseria. ¿Hasta dónde los centros clandestinos de detención, eslabón y vértice del genocidio en Argentina y en otros paises de Nuestra América, pueden considerarse en esta serie?

Sabemos que el genocidio va precedido desde el poder por una autodefinición de sí mismo y del otro, del mismo modo que la práctica del exterminio va acompañada por un discurso “modernizante”, por cuanto aquellos siempre ocurren en períodos de crisis y transición, donde se le propone a la sociedad una nueva imagen, para la cual la exclusión de los exterminables se justifica en su señalamiento como rémora y obstáculo para alcanzar esa “nueva sociedad”. (Duhalde, 2013, p. 92, comillas en el original)

Conglomerados de población

¿Cómo se gestiona una población de forma necropolítica? Para esta caracterización se tendrán en cuenta lo que se conoce como mínimos biológicos, ciertos umbrales entre los que existirían algunos individuos, a estos individuos (sobre los que actúan los poderes), se les permite seguir con vida a expensas del Estado pero esa sujeción será a costa de excluirlos y conformarlos como una masa excedentaria. La gestión necropolítica de las poblaciones aspira a la destrucción de todo vínculo, de toda historia, de referentes culturales y locales, de infraestructura y de proyectos. Con la experiencia pandémica el concepto de Necropolítica ha traspasado los límites del mundo académico (de la filosofía y las ciencias sociales) y ha tomado cierto espesor en los discursos massmediáticos. Se habla de necropolítica en Brasil, en Bolivia, en Argentina, en Estados Unidos.

El término necropolítica proviene del pensamiento del filósofo e intelectual africano Achille Mbembe que desarrolla sus principales tesis en dos textos que se convierten en lectura de rigor para la problemática: Necropolítica (2006) y Sobre el gobierno privado indirecto (1999). Ambos textos plantean los contornos oscuros de la relación entre el Estado y la ciudadanía. Ambos textos son atravesados por el pensamiento postcolonial y por la resignificación y reconfiguración que sufren los Estados del continente africano durante las décadas inmediatamente anteriores a la primera publicación. El poder o los poderes utilizan la necropolítica para lograr legitimidad y control. Sus grandes interlocutores son las transnacionales depredadoras de recursos y seres humanos. La necropolítica se relaciona con el control de territorio y se cristaliza en este control.

La sociedad debe responder a la exigencia de otorgar al sujeto puntos fijos respecto del sentido del mundo (el pasado, el futuro, los proyectos individuales y colectivos) se debe otorgar a los sujetos herramientas que les permitan significar su presente. En la actual irrupción de una catástrofe mundial, de pandemia primero, luego de aislamiento (físico, tangible, corporal) algunos de estos parámetros pueden verse sacudidos. Cuando no existe el espacio físico en el que se encuentran los cuerpos, los lugares comunes en los que se goza de la presencia del otro; parques, pasillos, aulas, bares, peatonales, o éstos se restan, todo el juego de la corporeidad desaparece. Así se pierde la posibilidad de empatizar con el otro ¿otro que se transmuta en una línea infinita y distante de ceros y unos que no precisan de la escucha o de la compañía? El ensimismamiento del sujeto comporta su propia identificación a una fantasmagoría virtual carente de sustancia.

Con la irrupción de toda una lógica de lucha contra la pandemia de Covid-19 (o realidad pandémica), se crea como imposición, una realidad que puede resultar de difícil apropiación para el sujeto (es una realidad mortífera). Indefectiblemente, en todo el mundo, ha ocurrido una drástica modificación del escenario de la vida, esto es lo que nos otorga como primera imagen la pandemia del Covid-19, aquel lugar por el que se transita y donde transcurre la vida ha cambiado, en general, se ha reducido y se ha visto invadido. El orden es aleatorio, así como los resultados concretos pueden definirse: contagios, muertes, recuperados. No introduce esto una reducción de ciertos aspectos desde el punto de vista de la información y las posibilidades de análisis. Debería poder considerarse cierto papel de los medios de comunicación en una estrategia de deprivación sensorial que introduce o reintroduce al sujeto como histórico y concreto.

Habitan los  humanos en las Polis, es decir territorios donde la institución de lo simbólico permite entretejer pulsiones de vida y pulsiones de muerte. Es en la concretud de un imaginario arraigado en memorias locales, tradiciones, historias, etc., donde sucede la institución de un Otro para cada sujeto. Sin embargo siempre resulta posible el malentendido. Explica Mbembe que la eliminación biofísica del Otro como reaseguro de la propia vida y seguridad compone uno de los tantos imaginarios de la soberanía de la (primera y última) modernidad (2011: 24). Puede componerse una serie de estos imaginarios ligados a la percepción del Otro como un atentado a la propia vida. En ambos textos destaca la precisión con que Mbembe recrea lo que produce este tipo de imaginario en cuanto a la alteridad. La percepción de la existencia del otro se prevé como “peligro absoluto cuya eliminación biofísica reforzaría mi potencial de vida y de seguridad” (2011: 24). Se puede otorgar cierta verosimilitud a las ideas que relacionan la necropolítica con lo que se ha intentado con las prácticas derivadas de las ideas de inmunidad del rebaño; ideas que hacen existir a los prescindibles. Invocando la excepción se actúa de facto, componiendo leyes, realidades, sistemas, agenciamientos, rechazos, expulsiones, desapariciones, invisibilidades.

Para la consideración de la necropolítica resulta necesario concentrar el análisis en relación al sistema mundo, como capitalismo mundial integrado (globalizado) y la contradicción (ruptura metabólica) con la supervivencia de la especie.

Capitalismo extractivista y ruptura metabólica con la naturaleza

Aquí permítase interponer las especificaciones que se concentran al considerar la fórmula capitalismo extractivista como depredador de un territorio, que incluye resistencias locales. Se afirma que una estrategia es un conjunto de tácticas que se enfrentan a un conjunto de resistencias. A su vez esto permite identificar modos locales de estas resistencias que se recortan como elementos rizomáticos de un mapa con múltiples entradas.

En relación con la nueva geografía de la extracción de recursos, asistimos al nacimiento de una forma inédita de gubernamentalidad que consiste en la gestión de multitudes. La extracción y el pillaje de recursos naturales por las máquinas de guerra van parejos a las tentativas brutales de inmovilizar y neutralizar espacialmente categorías completas de personas o, paradójicamente, liberarlas para forzarlas a diseminarse en amplias zonas que rebasan los límites de un Estado territorial. (Mbembe, 2011: 62)

Nuevamente la creación de esos mapas supone reterritorialización de esas configuraciones. Es en esta perspectiva que quizás deba considerarse con la mayor profundidad, la idea de estar viviendo en la experiencia de confinamiento global, dimensiones de lo real como variables que aún desconocemos por lo que desconocemos sus efectos. Pero sí pueden rastrearse posibles o supuestos. Ha sido trabajado (Murillo, 2008; Gómez, 2020) el hecho de que el neoliberalismo explota ciertas emociones primarias de los sujetos (otorgando central importancia al terror) y que a través de estas vías se permea o fragua la gubernamentalidad neoliberal. La gubernamentalidad neoliberal se propone gobernar a los sujetos desde sus emociones más primarias, para ello trabaja sobre la muerte y la finitud del sujeto (Murillo). El Otro tiene resonancias profundas para el psicoanálisis, una primera ponderación debe plantear que en la instancia subjetiva (psiqué) se introduce la problemática de la propia identidad en tanto el Otro procura un lugar para cada sujeto. Las formas históricas de la subjetividad se encarnan en los sujetos, en los cuerpos. La indeterminación y la incerteza sobre el futuro promueven funcionamientos paranoides en los sujetos, en los colectivos y en los Estados.

En varias oportunidades es el funcionamiento de los Estados el que promueve políticas de la muerte. ““Un día hablé con un entregador que dijo que hay muchachos que están con hambre adelante manejando la moto y huelen la comida que tienen atrás”, dijo el ex presidente durante una transmisión por Twitter con el gobernador de Maranhao, Flavio Dino, del Partido Comunista do Brasil (PCdoB) y considerado un presidenciable para 2022.” (Redacción Rosario, 29/06/20). Las formas que se instalan a través de la necropolítica, representan una simbiosis entre nuevas tecnologías (o Tecnologías de la información y la comunicación, TICs) y el mundo del trabajo, a la vez son concretas y también, como la pandemia, han producido notables modificaciones de lo cotidiano. El covid-19 se recupera como una imagen concreta en aquello que Daniel Libreros plantea como bioética utilitarista ligada a los sistemas de salud y los equipos en España e Italia que tenían que elegir sobre los cuidados (recursos) aplicados (destinados) a los pacientes de Covid- 19. En nuestro país (Argentina) aún no llegan las noticias sobre la desconexión de respiradores a pacientes internados en terapia intensiva.

Conclusión

Aceptar la propuesta de una necropolítica, supone aceptar que el concepto devela nuevas formas de dominación, sumisión y tributo (Archambault, 2011: 15). La extensión de la perspectiva que se constata en Mbembe, permite aplicar sus ideas a Nuestra América ya que la pandemia disparó una serie de problemáticas presentes en aquella población que vive en estado de precariedad absoluta habitando los no lugares, las calles, los aeropuertos, los edificios públicos, las villas miseria, cuyas vidas se encuentran en manos del necropoder. Así se ven alteradas variables sociales, económicas, sanitarias, de ingeniería social o subjetivas.  Se impone la gravedad de la geografía en tanto orbitan sobre las metáforas espaciales los cuerpos abyectos. Invisibilizados, reales, denegados, hambreados y moribundos.

Referencias bibliográficas

Archambault, Elizabeth (2011) Introducción. En Achille Mbembe Necropolítica seguido de Sobre el Gobierno privado indirecto, (pp. 9-15). Traducción y edición a cargo de Elisabeth Falomir Archambault. España: Editorial Melusina.

Gómez, Fernando (2020) Sobre la experiencia del Equipo de Salud Mental del Programa de Protección a Testigos y Querellantes en causas por delitos de lesa humanidad (Terrorismo de Estado) de la provincia de Santa Fe. Sus prácticas y desafíos. Universidad Nacional de Rosario – Facultad de Psicología. Secretaría de Estudios de Posgrado. Tesis de Doctorado en Psicología (en evaluación).

Mbembe, A. (2011 [2006]) Necropolítica. En Achille Mbembe Necropolítica seguido de Sobre el Gobierno privado indirecto, (pp. 17-76). Traducción y edición a cargo de Elisabeth Falomir Archambault. España: Editorial Melusina.

Murillo, Susana (2008) Colonizar el dolor. La interpelación ideológica del Banco Mundial. El caso argentino desde Blumberg a Cromañon. Buenos Aires. Clacso Libros.

Redacción Rosario 29 Junio, 2020. Previa del paro mundial de repartidores. Lula calificó a los cadetes de las app como «microesclavos». Ingreso 29/06/20 Recuperado de: https://redaccionrosario.com/2020/06/29/lula-a-los-cadetes-app-les-dicen-microemprendedores-pero-son-microesclavosok/

*Autor es investigador de CII-OVE

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Educación y Pandemia: Reflexiones desde el Sur de Nuestra América

Por: Fernando J. Gómez

Ellos, los que perturban las horas

de  la decencia, los capaces de todo

engaño en el momento más terso,

no descansan. Que nuestro vicio absoluto

sea éste: la despiadada lucha sin tregua.

(Rafael Oscar Ielpi)

Apertura: una mirada sobre el pasado reciente

Volcando una mirada sobre nuestra historia no es difícil descubrir que en Argentina el principal elemento democratizador y aquel que en mayor medida permite la movilidad social ascendente es la educación pública. Ésta fue blanco de los principales ataques del neoliberalismo durante mucho tiempo y sólo se mantuvo en este rol social gracias a la resistencia colectiva de estudiantes y docentes, es decir a la resistencia política y militante de sus protagonistas. Cabe aclarar también que la educación pública es un valor reconocido y defendido por la mayoría de la sociedad. Más allá de la resistencia que se mencionaba, es sabido que la educación pública debió permitir ciertos avances privatizadores, la Ley de educación superior del menemismo (y los organismos internacionales), trajo consigo la reglamentación de la venta de recursos a terceros, posgrados pagos, alquiler y venta de bienes y servicios para lograr el autofinanciamiento. Esta ley también significó una pérdida de fuerza política y simbólica por parte del claustro estudiantil, el no-docente y de graduados, que vieron reducida su participación en los órganos de cogobierno de las universidades. Se reglamentó y se naturalizó con la sanción de dicha ley, una relación entre la universidad y el sector privado, esto tuvo lugar principalmente a partir de algunos planes de estudio. Disfrazando esta relación de imbricación con el sector productivo de un intento de potenciar las fuerzas internas de la sociedad para el beneficio colectivo, en lo concreto de estas relaciones, lo que sucedió fue que las empresas privadas pudieron formar a su antojo y escoger entre los mejores cuadros de la educación pública. Los ejemplos sobran, hay programas de estudio confeccionados íntegramente para satisfacer los deseos y las exigencias de las empresas privadas.

Virtualización de la enseñanza superior, neoliberalismo y pérdida de derechos

En medio de esta pandemia los docentes claman por que se los considere seres humanos que están atravesando una de las peores crisis que ha sufrido la humanidad en los últimos años, si no la peor. Las muertes se informan por millares, la desocupación, la desesperanza, el hambre, se anuncian en el horizonte y golpean desde las pantallas de los noticieros exponiendo el escarnio de una nueva realidad local e internacional. En Argentina se disparó la demanda en comedores y merenderos donde se vuelcan los sectores más desfavorecidos de la población. El tiempo presente nos ha encerrado y parece ser que no sólo los animales salvajes se pasean libres por la ciudades, sino que los think tanks del neoliberalismo planean con gran libertad el mundo nuevo. A través de las redes creadas en la actual coyuntura coinciden los análisis al respecto. El mal llamado trabajo virtual que tiene una férrea existencia real, es en realidad trabajo remoto y mayormente no está contemplado en el convenio colectivo de trabajo del sector. La exigencia del momento es reemplazar las actividades que se realizaban de manera presencial por actividades virtuales. Esto ha generado un escenario de sobreexigencia sobre el trabajador docente, sobre el que recae también la responsabilidad por las herramientas de trabajo/conectividad. En las actuales circunstancias se ha disparado el tiempo dedicado por los docentes a la tarea laboral. Esto no parece ser advertido por parte de quienes consideran los distintos estamentos del sector educativo público (y privado) ¿se pretende así ocultar la pérdida de derechos laborales que esto significa para el sector docente?

Relatos y ausencia de crítica

La construcción mediática del momento parece realizarse magnificando los beneficios de la virtualización de la enseñanza, que deja fuera a una fracción considerable de la sociedad, es decir, produce la virtual muerte o desaparición simbólica de grandes sectores de la población que no cuentan con la conectividad necesaria, ni con el tiempo, ni con la vitalidad que esta transformación -que nadie esperaba, que nadie deseaba- necesita o exige. Nuevamente, sólo algunos sectores docentes y algunos sectores estudiantiles poseen una mirada de conjunto de las complejidades que implica la prematura virtualización de la enseñanza del nivel universitario. Urgidos por un ideal de eficientismo y temerosos de las consecuencias de ejercer la crítica, muchos sufren una aquiescencia resignada y trabajan sin descanso denegando la realidad pandémica en que todo esto ocurre.

En Argentina, ya avanzado casi un mes y medio de aislamiento social preventivo y obligatorio, la cuestión educativa se encuentra en el centro de la escena, los sectores que han quedado desconectados de la virtualización por falta de recursos, resultan por el momento una verdadera incógnita. En este sentido, un punto a destacar, es el asignado a los padres, madres y en general a las familias respecto de la forma que está tomando la educación virtual; una parte sustancial en cuanto a la formación de los niños y las niñas recae sobre sus espaldas. ¿Debería poder relacionarse esto con la idea de capital humano que brilla en el acervo conceptual del neoliberalismo?

Desde los medios de comunicación se pervierte la mirada evitando la crítica, se destaca entonces a tal o cual maestra/o que en zonas rurales se encarga por sí mismo de llevar las tareas a sus alumnos. En una suerte de romantización de la crisis, a partir de las actitudes heroicas se construye un relato que desobliga al sistema educativo de sus responsabilidades. No es heroísmo individual lo que necesita la sociedad del futuro, es compromiso político y presupuestario con la formación de las generaciones por venir, es mayor conectividad, es una mirada de Derechos Humanos sobre los menos favorecidos lo que necesita el mundo del futuro; esto si es que el mundo del futuro pretende incluir a todos y todas.

Dificultades en el horizonte, el sueño neoliberal

Se teme concretamente el retroceso en materia de derechos, no sólo en los derechos laborales de los docentes, sino en los derechos al acceso a la educación de sectores desconectados que aún en las condiciones más difíciles lograban llegar a una escuela o a una universidad pública. Se plantea como hipótesis la posibilidad de que este ensayo de virtualización sirva a los intereses de transformar el universo educativo público y se advierte sobre el riesgo que corren los derechos de la población. Es decir, se pretende advertir sobre el natural avance del neoliberalismo que se ha planteado en repetidas ocasiones como una forma de apropiación de los bienes comunes de la humanidad. El despliegue del neoliberalismo, de las lógicas neoliberales, a partir de cuestionar y destruir las culturas locales podría subrepticiamente estar avanzando sobre las ideas que sostienen la educación pública y gratuita en Argentina. Sin negar que la educación pública debe transformarse para poder transformar las realidades de Nuestra América en este siglo XXI, ninguna duda cabe sobre el interés del neoliberalismo por acabar definitivamente con la educación pública tal como la hemos conocido por generaciones en este Sur; sueñan los neoliberales con convertir la educación pública en una mercancía más, esperemos que más temprano que tarde, su sueño se convierta en pesadilla.

 Referencia del epígrafe:

Ielpi, R. (1968) El vicio absoluto. Rosario, Argentina, Editorial biblioteca.

*El autor escribe para OVE

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