Orientar a las personas con discapacidad para que accedan a la formación y el empleo

 Por. Laia Mestres

La integración laboral de las personas con discapacidad es un derecho establecido por la ley. Pero en la práctica, las personas con discapacidad y especialmente los jóvenes, son los que tienen más dificultades para encontrar trabajo, tal y como recoge estudio «Jóvenes, discapacidad y empleo» de la Fundación Atresmedia y la Fundación Randstad.

El informe muestra que el 56% de las empresas se muestran interesadas en contratar a personas con diversidad funcional, pero el principal condicionante que frena su contratación es la adecuación del perfil del trabajador a las necesidades de la empresa. El segundo condicionante es la falta de experiencia profesional, igual que ocurre con los jóvenes de su generación sin discapacidad.

En este contexto, la orientación académica y profesional es clave para facilitar el acceso al empleo y a la formación de las personas con discapacidad, garantizando la igualdad de oportunidades. En el monográfico de Orientación y personas con discapacidad hemos recopilado artículos y entrevistas que muestran cómo orientar a las personas con diversidad funcional para que accedan a la formación y el empleo.

Orientación y discapacidad

El camino por recorrer en la integración formativa y laboral de las personas con discapacidad es todavía muy largo. El estudio «Perfil del trabajador con discapacidad 2014″ de la Fundación Adecco y la consultoría de empleo Capgemini, muestra que el 63% de las personas con discapacidad no tiene trabajo ni lo busca, frente al 41% del resto de la población. El perfil mayoritario de este profesional es un hombre (55%), de entre 26 a 35 años (31,1%), con formación elemental (30%). El estudio destaca que la contratación ha mantenido una tendencia alcista en los últimos años y en 2014 cerró con un máximo histórico en el número de contratos a este colectivo.

Como hemos dicho, la orientación es fundamental para reconducir esta situación. ¿Qué características deben tener estas acciones? Los expertos coinciden en afirmar que la orientación académica y profesional dirigida a las personas con discapacidad es la misma que para las personas sin discapacidad, adaptando los recursos y proyectos a las necesidades específicas de cada colectivo con diversidad funcional.

Para Mariano Casado, presidente de la Federación Plena Inclusión Madrid, «las personas con discapacidad intelectual o del desarrollo se plantean las mismas preguntas que el resto de personas que buscan acceder a un empleo: ¿Cuál quiero que sea mi profesión? ¿Para qué trabajos estoy capacitado/a? ¿Cómo puedo encontrar un trabajo?»

Desde su punto de vista, «la creación de un itinerario formativo y laboral de inserción pasará por las mismas fases, pero hay un matiz: este proceso se extiende más allá de la orientación y el asesoramiento e incluye un sistema de apoyos personalizados que garantiza el éxito de la inserción.»

Así pues, la orientación adaptada a sus necesidades pasa por ofrecer a las personas con discapacidad los recursos necesarios para poder enfrentarse, a lo largo de la vida, a las diferentes situaciones que requieren tomar una decisión, como la elección de unos estudios o profesión, y poder reorientar la situación cuantas veces sea necesario. Sin olvidar que todo ello debe ir acompañado de medidas sociales y de concienciación por parte de las empresas.

El reto: dar valor a las competencias

Las competencias son fundamentales para cualquier persona que busca empleo. Para las personas con discapacidad es un valor que debe potenciarse especialmente, porque en ocasiones puede suplir las carencias en cuanto a formación y experiencia profesional.

¿Cuáles son las competencias más valoradas? El estudio «Jóvenes, discapacidad y empleo» de la Fundación Atresmedia y la Fundación Randstad destaca que las competencias más valoradas por los responsables de contratación son el talento y la capacidad de trabajo de las personas con discapacidad, así como su contribución a generar buen ambiente y a crear modelos de referencia positivos.

Sandra Fernández Cadalso, técnica de atención al demandante de FSC Inserta, considera que «las competencias más valoradas varían en función de la oferta pero a nivel general podríamos remarcar la capacidad de adaptación a los cambios, la orientación al servicio, la integridad, la iniciativa, la organización y la planificación, la creatividad…». Es decir, las mismas competencias que una persona sin discapacidad.

Los profesionales de la orientación deben ser capaces de detectar, visibilizar y potenciar las competencias de las personas con discapacidad, llevando a cabo un proceso de acompañamiento que permita identificar sus intereses, motivaciones, necesidades y habilidades, así como su inclinación profesional, su formación y experiencia laboral para aspirar a una ocupación.

En conclusión, las personas con discapacidad pueden integrarse en todo tipo de empresas, siempre y cuando se ubiquen en el puesto compatible con su perfil ocupacional y se les brinde los sistemas de apoyo requeridos dependiendo de su tipo de discapacidad, para su desempeño laboral. Durante el proceso de orientación se diseñará un plan de acción que permita a la persona con discapacidad definir sus objetivos laborales, analizar sus fortalezas y debilidades y diseñar un plan para integrarse laboralmente.

Fuente: http://www.educaweb.com/noticia/2016/06/16/orientar-personas-discapacidad-accedan-formacion-empleo-9446/
Imagen: http://www.abc.es/Media/201303/07/insercion-laboral–644×362.JPG
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España: Urkullu insta al trabajo conjunto público-privado para la inserción laboral y social de la juventud

España/ 20 de Abril de 2016/El Mundo

El lehendakari, Iñigo Urkullu, ha instado hoy a que la iniciativa pública y la privada continúen trabajando «juntas» al servicio del objetivo «de la integración laboral y social de la juventud«.

La consecución de este objetivo es, precisamente, la que guía el quehacer de la Cooperativa Peñascal de Bilbao, que hoy ha celebrado su 30 aniversario con un acto al que han asistido el lehendakari; los consejeros Ángel Toña (Empleo) y Cristina Uriarte (Educación); la diputada foral vizcaína de Empleo, Teresa Laespada, y el alcalde de Bilbao, Juan María Aburto, entre otros.

Las autoridades asistentes han reconocido públicamente como un referente «la lucha» contra el fracaso escolar y a favor de la inserción social de los desfavorecidos desarrollada por la cooperativa, que en sus treinta años de historia ha atendido, a través de sus talleres e iniciativas, a más de 30.000 personas.

Unos 24.000 jóvenes han obtenido diferentes titulaciones en esos años, en los que las personas que han pasado por sus aulas y talleres han firmado más de 21.000 contratos, según los datos aportados por los responsables de la cooperativa.

Sus orígenes datan de 1986, en plena crisis industrial y tras la catástrofe de las inundaciones de Bilbao de 1983, en las que el barrio del Peñascal fue uno de los más perjudicados.

«Vuestra misión es hoy una misión de país», les ha dicho el lehendakari, quien ha indicado que la Cooperativa Peñascal ha demostrado «el vínculo constructivo entre educación, empresa, intervención social y empleo».

Urkullu ha señalado que el Gobierno vasco trabaja «en la misma dirección» y, en este sentido, ha indicado que el Ejecutivo ha aprobado una inversión de 13 millones de euros para ofrecer una primera oportunidad de inserción laboral a 3.000 jóvenes.

El mandatario vasco ha reconocido la contribución de la cooperativa a «la transformación» y «cohesión» social y ha considerado que el valor de su proyecto es que está centrado «en las personas».

«Trabajáis por el derecho de las personas a tener un futuro», ha reconocido, por su parte, el alcalde Aburto, quien ha dicho que Peñascal «es la demostración del valor de la esperanza» y significa «capacidad de reinventarse» y «levantar el vuelo detrás de cada caída».

El alcalde de Bilbao ha advertido de que muchas veces se transmite a los jóvenes que el futuro será sólo de aquellos mejor formados sin caer en la cuenta de que «estamos condenando al ostracismo a tantos jóvenes» y ha valorado el trabajo con «la gente más vulnerable» para lograr que tenga «un futuro por delante».

Aburto ha comprometido el apoyo del Ayuntamiento de Bilbao a la labor que desarrolla la cooperativa, al igual que ha hecho la diputada foral Teresa Laespada.

La responsable institucional ha puesto de manifiesto que la cooperativa se ha convertido en «referente» con su proyecto basado en tres pilares: «Educación, empleo e integración social».

Según ha dicho, «no queremos generaciones ‘ni-ni’ ni generaciones perdidas «, sino que «hay personas que tienen que volver a encontrar su proyecto vital».

Durante el acto, se ha hecho entrega del I Premio Peñascal «Lorenzo Milani» al profesor José Luis Corzo Toral, impulsor, entre otras iniciativas, de una casa escuela y una granja escuela en Salamanca, en reconocimiento a su trayectoria educativa.

Tras recibirlo de mano de un alumno, el profesor ha destacado la dedicación de la cooperativa bilbaína al «rescate de la gente postergada» y casi «vencida» por «una escuela inicial que huele a dinero», en alusión a la vinculación de la educación al «mundo laboral y económico».

Fuente: http://www.elmundo.es/pais-vasco/2016/04/20/57178828e5fdeadb5a8b459c.html

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