Cuba: Ciberseguridad y sostenibilidad: Un enfoque integral para un futuro seguro y verde

Ciberseguridad y sostenibilidad: Un enfoque integral para un futuro seguro y verde

Antonio Hernández Domínguez

Sean bienvenidos una vez más a Código Seguro. En la era digital, la ciberseguridad y la sostenibilidad han emergido como dos de los desafíos más urgentes para las empresas. Mientras la primera protege los activos digitales y la privacidad de los usuarios, la segunda garantiza que las operaciones empresariales sean respetuosas con el medio ambiente.

Aunque parezcan temas distantes, están más conectados de lo que imaginamos. Las empresas que integran ambos enfoques no solo aseguran su supervivencia, sino que también construyen un futuro más responsable y resiliente.

Las crecientes interdependencias entre organizaciones las conducen hacia la creación de redes interorganizativas en las que la ciberseguridad y el desarrollo sostenible se han convertido en una de las cuestiones más importantes. En este sector, la Ciberseguridad Verde es una cuestión emergente porque asegura los procesos relacionados directa e indirectamente con la gestión y protección del medio ambiente.

En el futuro, estimados lectores, el desarrollo multidimensional de la ciberseguridad puede ayudar al mundo a superar las crisis que se avecinan. Al mismo tiempo, las tecnologías informáticas y la ciberseguridad pueden contribuir a la aplicación del concepto de desarrollo sostenible. El desarrollo de tecnologías medioambientales junto con su ciberseguridad es uno de los objetivos de la realización de los conceptos de producción sostenible y seguridad interior entre los países actualmente.

Como bien ya sabemos, la ciberseguridad se refiere a las prácticas y tecnologías utilizadas para proteger sistemas, redes y datos de ataques cibernéticos. Con el aumento de la digitalización, la cantidad de datos generados y almacenados ha crecido exponencialmente, lo que ha llevado a un incremento en la frecuencia y sofisticación de los ciberataques. Proteger la información sensible y garantizar la integridad de los sistemas es esencial para mantener la confianza en la tecnología y evitar daños económicos y sociales.

Según un informe de Cybersecurity Ventures, destacada organización de medios de comunicación e investigación del sector de la ciberseguridad, se espera que el costo global del cibercrimen alcance los 10.5 billones de dólares anuales para 2025. De ahí que las empresas, independientemente de su tamaño, son objetivos frecuentes de ataques como ransomware, phishing y violaciones de datos.

Para combatir estas amenazas, las organizaciones deben adoptar medidas como la autenticación multifactor (MFA) para proteger el acceso a sistemas críticos, el cifrado de datos para garantizar que la información sensible no sea accesible en caso de una brecha y la capacitación continua de empleados para identificar y evitar amenazas cibernéticas. Sin embargo, la ciberseguridad no solo protege a las empresas; también tiene un impacto indirecto en la sostenibilidad. Por ejemplo, un ciberataque puede interrumpir operaciones, generar desperdicios de recursos y aumentar la huella de carbono debido a la necesidad de recuperar sistemas y datos.

La sostenibilidad, se centra en el uso responsable de los recursos naturales para garantizar que las generaciones futuras puedan disfrutar de un planeta saludable. Esto implica la adopción de prácticas ecológicas, la reducción de emisiones de carbono y la minimización de residuos. Las empresas y organizaciones están cada vez más comprometidas con la sostenibilidad, implementando políticas y tecnologías que promuevan un desarrollo sostenible.

Por ejemplo, en los últimos años, se han adoptado prácticas como la reducción de emisiones de carbono mediante el uso de energías renovables, una economía circular, que promueve la reutilización y el reciclaje de recursos; así como la digitalización de procesos para reducir el uso de papel y otros materiales.

Pero aquí es donde la ciberseguridad juega un papel crucial. La digitalización, aunque beneficiosa para el medio ambiente, también aumenta la superficie de ataque para los ciberdelincuentes. Por ejemplo, los sistemas de energía renovable, como las redes eléctricas inteligentes, dependen de tecnologías conectadas que pueden ser vulnerables a ataques. Por lo tanto, garantizar la seguridad de estas infraestructuras críticas es esencial para mantener su funcionalidad y contribuir a un futuro sostenible.

La relación entre ciberseguridad y sostenibilidad es bidireccional. Por un lado, las prácticas sostenibles pueden mejorar la ciberseguridad. Por ejemplo, el uso de servidores energéticamente eficientes no solo reduce el consumo de energía, sino que también minimiza el riesgo de sobrecalentamiento y fallos en los sistemas. Por el otro, una ciberseguridad robusta es fundamental para proteger las iniciativas sostenibles. Un ciberataque a una empresa de energía renovable podría paralizar la producción de energía limpia, aumentando temporalmente la dependencia de fuentes contaminantes.

Además, las empresas que integran ambos enfoques pueden mejorar su reputación y competitividad. Los consumidores y socios comerciales valoran cada vez más a las organizaciones que priorizan la protección de datos y el cuidado del medio ambiente.

La intersección entre ciberseguridad y sostenibilidad se manifiesta además en los siguientes aspectos:

⦁ Tecnologías verdes y seguras: La adopción de tecnologías verdes, como la computación en la nube y la inteligencia artificial, puede mejorar la eficiencia energética y reducir la huella de carbono. Sin embargo, es crucial garantizar que estas tecnologías estén protegidas contra ciberataques para evitar interrupciones y pérdidas de datos.
⦁ Gestión de residuos electrónicos: La ciberseguridad también juega un papel en la gestión de residuos electrónicos. Asegurar que los dispositivos desechados sean correctamente limpiados de datos sensibles antes de su reciclaje o eliminación es esencial para proteger la información y promover prácticas sostenibles.
⦁ Normativas y políticas integradas: Las organizaciones deben desarrollar normativas y políticas que integren ciberseguridad y sostenibilidad. Esto incluye la adopción de estándares internacionales y la colaboración con entidades gubernamentales y no gubernamentales para promover un enfoque integral. Las regulaciones de ciberseguridad y las normativas ambientales (como los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Organización de Naciones Unidas, ODS) están cada vez más interconectadas. Cumplir con ambas es esencial para una operación responsable.
⦁ Inclusión digital: Una ciberseguridad robusta fomenta la confianza en las tecnologías digitales, lo que promueve su adopción y uso en comunidades vulnerables o menos familiarizadas con estas herramientas.
⦁ Reducción de costos a largo plazo: Prevenir ciberataques es más económico que lidiar con sus consecuencias. Además, las empresas que priorizan la ciberseguridad pueden evitar multas por incumplimiento de normativas establecidas previamente.
⦁ Protección de derechos humanos: La ciberseguridad ayuda a prevenir abusos como el robo de identidad, la vigilancia masiva y la explotación de datos, lo que contribuye a un mundo más justo y equitativo.
⦁ Innovación en ciberseguridad: El desarrollo de herramientas de ciberseguridad más eficientes y menos consumidoras de recursos contribuye a la sostenibilidad tecnológica.
⦁ Transparencia y responsabilidad: Las empresas deben ser transparentes sobre cómo protegen los datos de sus usuarios y cómo gestionan los riesgos cibernéticos.
⦁ Colaboración entre países: Los ciberataques no conocen fronteras, por lo que es necesaria la cooperación internacional para combatir amenazas globales como el ciberterrorismo o el crimen organizado.
⦁ Impacto en comunidades vulnerables: Las brechas de ciberseguridad pueden afectar desproporcionadamente a países en desarrollo como nuestra Isla, donde los recursos para protegerse son limitados. Fortalecer la ciberseguridad en estas regiones es clave para un desarrollo sostenible global.

En este sentido, Cuba ha demostrado un fuerte compromiso con la sostenibilidad a través de diversas iniciativas y políticas. El gobierno ha alineado su Plan Nacional de Desarrollo Económico y Social al 2030 con los ODS de la Agenda 2030. Además se colabora continuamente con diversas organizaciones internacionales, incluyendo la ONU, para avanzar en la implementación de dicha agenda. Esta colaboración incluye la movilización de recursos y la implementación de programas y políticas que apoyen el desarrollo sostenible.

Estos y otros temas vinculados a esta área del conocimiento también fueron abordados en la recién culminada Jornada Nacional de Ciberseguridad, celebrada en la Empresa de Tecnologías de la Información para la Defensa (XETID).

En un mundo donde lo digital y lo físico están cada vez más entrelazados, la ciberseguridad y la sostenibilidad no pueden abordarse de forma aislada. Las empresas que logren equilibrar ambos aspectos no solo estarán mejor preparadas para enfrentar los desafíos actuales, sino que también liderarán el camino hacia un futuro más seguro y sostenible. La cuestión ya no radica en si debemos invertir en ciberseguridad y sostenibilidad, sino cómo podemos hacerlo de manera eficiente y estratégica. Después de todo, proteger nuestro mundo digital es tan importante como cuidar nuestro planeta.

Termino con la siguiente pregunta que deben hacerse queridos lectores ¿Crees que tu organización está lista para enfrentar los desafíos de la ciberseguridad y la sostenibilidad? ¿A qué esperas? Comienza hoy mismo evaluando tus prácticas actuales y buscando soluciones que integren ambos enfoques. El futuro de tu negocio y del planeta depende de ello. Por hoy nos despedimos. Hasta la próxima semana.

Fuente de la Información: http://www.cubadebate.cu/especiales/2025/01/31/ciberseguridad-y-sostenibilidad-un-enfoque-integral-para-un-futuro-seguro-y-verde/

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