Tras PISA , debate sobre la educación argentina

Por Natalia Meja

Las formas de enseñar no pueden compararse, advierten. Poner al estudiante en el centro es uno de los desafíos.

Era Finlandia, ahora es Singapur el país con los mejores resultados en educación a nivel mundial, de acuerdo al Programa para la Evaluación Internacional de los Alumnos (PISA, por sus siglas en inglés) 2015. En contrapartida, la Argentina directamente fue excluida de la prueba por un error, lo que reavivó la polémica sobre los exámenes que realiza la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE). Especialistas de la Educación consultados por El Tribuno dieron su punto de vista al respecto y analizaron si las características del sistema educativo de Singapur podrían funcionar en el país.
Para la exministra de Educación de Salta Adriana López Figueroa, las pruebas PISA no permiten la comparación de los sistemas educativos entre países. «El resultado de PISA lo que te dice es que el sistema educativo utilizado para Singapur funciona en Singapur. El sistema educativo que eligió Argentina evidentemente tiene que recibir mejoras, pero es imposible alguna comparación», señaló.
En la misma línea se pronunció el pedagogo Gerardo Bianchetti. «Son diferentes sistemas educativos, inclusive cómo se fueron conformando. Uno no puede analizar un sistema educativo y compararlo con los resultados solamente sino que hay que ver qué importancia se le dio a la educación y de qué manera se organizaron las instituciones educativas», señaló.
Bianchetti sostuvo que frente a determinadas situaciones problemáticas en una sociedad hay que ver cómo es la política educativa de ese lugar y qué se plantea para superarlas. Dijo: «Eso fue un problema en la Argentina por todas las interrupciones que se dieron; los cortes que hubo durante las dictaduras hacían que cada vez que se volvía a la democracia hubiera que volver a empezar. El mismo deterioro con las situaciones económicas en algunos momentos de nuestra historia también afectaron al sistema».
Por su parte, Oscar Ghillione, titular de Enseñá por Argentina, una organización que trabaja en varios puntos del país para mejorar la educación secundaria en las escuelas públicas, cree que «las comparaciones son difíciles» debido a que «hay tantas muchas cuestiones que hablan del contexto propio».
«Obviamente hay buenas prácticas que uno podría aprender, contextualizarlas y aplicarlas en la Argentina. Creo que eso es posible, sin embargo, son historias y culturas distintas», afirmó el especialista.
Exigencia
Julio Durand, decano de la escuela de Educación de la Universidad Austral, señaló que «en la Argentina todo lo que suena a exigencia es inhumano. Hay poco desarrollo de la laboriosidad, de la capacidad de estudio que después se va replicando en los distintos niveles del sistema educativo».
En este sentido, advirtió que están llegando a la universidad chicos que no saben comprender textos. «Quizá no sea necesario copiar un sistema meritocrático-militarista, pero capaz llegó el momento de pensar en algún tipo de prueba o exigencia que obligue a los chicos, a los jóvenes, a tratar de superarse y alcanzar rendimientos más altos», analizó.
Ghillione admitió que tiene curiosidad de conocer las mentalidades de los actores de aquellos sistemas educativos exitosos para aprender de ellos. «Me interesa ver de qué manera podemos nosotros encontrar el cómo en nuestro sistema: qué es lo que ellos hacen allá que podamos hacer acá, se pueden aprender algunas prácticas», dijo.
Si bien algunos tienen ciertos reparos con las pruebas PISA, los consultados coincidieron en la importancia de seguir participando para saber dónde está parada la Argentina en el mundo y así poder tomar decisiones. Los sistemas educativos exitosos ponen al estudiante en el centro, construyendo desde ahí, y, según los especialistas, «a la Argentina todavía le falta tener esa mentalidad».

SINGAPUR, A LA CABEZA

La República de Singapur, un pequeño país de Asia (tiene 5.535.000 habitantes, según datos de 2015), con la mayor densidad de población después de Mónaco, tiene el mejor sistema educativo del mundo, de acuerdo a las pruebas PISA 2015.
Desde la primaria, la educación está orientada a desarrollar aptitudes, carácter, valores en los estudiantes y a motivarlos para la investigación, la creatividad y el emprendimiento.
Singapur se caracteriza por buscar constantemente el vínculo entre la educación y el desarrollo económico.
El Gobierno de Singapur ideó un sistema educativo basado en la meritocracia, y junto con el Programa de Educación para Dotados, consiguió resultados excelentes. Hoy es considerado el sistema educativo más competente. La base es el mérito propio, mediante la capacidad individual y el espíritu competitivo.
Fuente: http://www.eltribuno.info/tras-pisa-debate-la-educacion-argentina-n809174
Imagen: www.eltribuno.info/adjuntos/170/imagenes/001/680/0001680619.jpg
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