Volver a las aulas: cuando lo obvio es trascendente

Por: Agustín Porres.

Volver a clases, una nueva oportunidad para el país   El comienzo de clases es una enorme emoción. Lo vimos durante estos días al observar que miles de personas celebraban la vuelta a la escuela. Muchos de nosotros hemos visto en las redes sociales fotos de chicos y chicas sonriendo con una mochila colgada. Todos celebraban lo mismo: el comienzo de algo bueno.

Que las clases empiecen es una gran noticia. No es lo mismo que sea temprano que tarde, claro, pero el hecho es que sucede, y eso no nos puede sedar el asombro ni la esperanza. Ese festejo valora el derecho a la educación. Más aún, valora el aprendizaje, la posibilidad de potenciar eso que somos, eso que cada chico es y su recorrido hacia lo que puede llegar a ser. Es el momento de la oportunidad.

Habitualmente la educación es noticia asegurada sólo algunas veces al año: en febrero, con el proceso de la discusión paritaria, y tal vez en septiembre, con las celebraciones por el día del maestro, donde recordamos historias de los grandes docentes que nos inspiraron.

Hoy me gustaría que podamos extender este festejo por el inicio de clase para mantener viva la ilusión de que las cosas pueden ser distintas. Un nuevo año escolar tiene un sentido de oportunidad enorme, sostenido por la ilusión, la motivación y la esperanza.

En cada escuela tenemos mil aventuras de aprendizaje por delante. Ojalá podamos durante este año mantener viva esa llama y recorrer juntos ese camino. Ojalá veamos miles de fotos y mensajes positivos sobre lo que está sucediendo en las escuelas, sobre sus maestros, alumnos y transformaciones cotidianas.

Debemos trabajar para que cada niño tenga un gran maestro. Acompañar la tarea de todos ellos, colaborando para celebrarlos y capacitarlos, para que sean verdaderos agentes de cambio. Esta misión es compartida por miles de argentinos que quieren que los docentes sean escuchados, valorados, respetados y también celebrados en su vocación.

En cada uno de ellos está el futuro de nuestro país. En cada aula de Argentina están hoy los líderes del mañana. Celebremos su crecimiento y su desarrollo. Que la escuela sea el lugar donde renovemos la apuesta por un país grande y que la felicidad del comienzo de clases se reafirme cada día en un nuevo aprendizaje.  Ojalá tengamos un gran comienzo, y que comprendamos que la oportunidad renovada de la escuela, de los estudiantes, es la oportunidad del país.

Fuente del artículo: https://www.clarin.com/opinion/volver-aulas-obvio-trascendente_0_fO-ZHF_u.html

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¡Gracias, Peter Tabichi!

Argentina / 28 de julio de 2019 / Autor: Agustín Porres / Fuente: Clarín

La semana pasada regresó a Kenia Peter Tabichi, ganador del Global Teacher Prize 2019, tras recorrer durante 17 días Argentina, Brasil, Chile y Colombia. En nuestro país viajó a Corrientes, Salta, Jujuy y provincia de Buenos Aires.

Tabichi es un profesor de matemática, ciencias y hermano franciscano que trabaja con estudiantes de tribus diversas en una zona remota del valle del Rift. Antes de que se suba al avión le entregamos un cartel que decía: “Si alguna vez puedes leer estas líneas significa que sobreviviste a esta gira por Latinoamérica”.

Más allá del chiste, quería agradecerle en nombre de tantos latinoamericanos que fuimos inspirados por su enorme presencia. Sabemos que fue un viaje intenso, pero estamos convencidos de que el esfuerzo valió la pena. Todos estos días Peter amaneció antes que el sol, subió y bajó de muchos aviones, visitó jardines de infantes, universidades, escuelas y centros de formación educativa. Recibió distinciones oficiales y recorrió algunos de nuestros barrios más vulnerables.

Alguien que organizó parte de sus viajes quiso calcular los kilómetros que recorrió: 22.123 entre idas y vueltas. Para comparar: la longitud lineal de todo el continente americano es de unos 15.000 kilómetros y la de África, de casi 8.000 kilómetros. En sólo 17 días prácticamente recorrió la distancia lineal de esos continentes juntos: América y África. Dicho de otra forma: un poco más que media vuelta al mundo.

Pero las distancias nunca son tan importantes como los encuentros. Pudo conversar con maestros, estudiantes, hermanos franciscanos, académicos, funcionarios, ministros, gobernadores, un presidente, una primera dama, y regaló su presencia generosa para millares de selfies. Gracias a todos ellos por abrir los brazos. Hubo tiempo para más de un asado, que en Argentina es sinónimo de encuentro. Y qué podemos decir de las charlas ante cientos, miles de maestros.

Solamente agregar que he visto a su auditorio llorar y reír de emoción, al ver una realidad que necesita y puede ser transformada. Peter otorgó centenares de entrevistas. Todas fueron conversaciones enriquecedoras con periodistas. Queremos celebrar ese logro compartido que significa que la educación esté ganándose un lugar en la agenda de los medios y ciudadanos. Quedó claro que todos podemos reconocer a nuestros buenos docentes y me animaría a decir que este aplauso de 17 días puede marcar el rumbo que queremos: celebrar a nuestros maestros.

El anecdotario del viaje podría ser interminable, relatarlo llevaría casi el mismo tiempo que su visita. Voy a contar una sola, que puede ser ilustrativa: cuando bajamos del taxi en el aeropuerto de Salta, el conductor del vehículo que venía en silencio durante todo el viaje nos preguntó con mucho respeto si podía sacarse una selfie con Peter.

Aclaró que él no era docente, pero sabía por los medios de comunicación que en su ciudad estaba el mejor maestro del mundo y se sentía honrado por su presencia. Un acto aparentemente menor, pero que habla del reconocimiento público a los docentes.Gracias, Peter, por ser capaz de brindarte de igual manera a este taxista como al presidente. Te hemos visto conversar con policías, obreros, mozos y sindicalistas con la misma atención y delicadeza que cuando lo hacías con una primera dama. Y eso es notable: tus palabras fueron para todos.

Fuimos testigos de tantos regalos que recibiste: mates, ponchos, libros, carteles y juguetes. Pero quiero destacar que el regalo más grande lo recibimos nosotros, los latinoamericanos, que hemos sido inspirados por tu historia.Si la primera tarea podría ser conocer a una persona, la segunda es reconocerla. En eso estaremos durante varios años, reconociendo tu tarea y en tu figura, a todos los grandes maestros de Latinoamérica.

Fuente del Artículo:

https://www.clarin.com/opinion/gracias-peter-tabichi_0_vqa09O2OC.html

ove/mahv

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Educación inclusiva: La Justicia falló a favor de dos jóvenes con discapacidad y ahora deberán darles un título secundario con validez oficial

Por: Agustín Porres.

Cuando termina un año solemos hacer un balance de lo que pasó y trazamos los objetivos de lo que vendrá. Es una especie de vuelta de página de un libro que venimos leyendo y que continuará. Podemos reconocer lo que nos enseñaron no sólo los chicos y las chicas, sino también los maestros, los directores, las escuelas, los padres, los investigadores y la sociedad. Mirando a todos ellos, la pregunta sería qué nos dejó como enseñanza el 2018.

1- La mirada: Nos enseñó que hay que revertir el diagnóstico de que la educación está predestinada al fracaso, que no podemos asumirnos derrotados. La educación no es un problema, sino que es la solución a los problemas.

2- Construcción colectiva: Nos enseñó que aunque sea complejo mejorar la educación, miles de educadores lo están haciendo hoy mismo, trabajando en equipo y transformando el mundo de sus alumnos con sus esfuerzos cotidianos.

3- Confianza: Nos enseñó que tenemos que apostar a la confianza, recuperar la alianza entre los padres y maestros, maestros y alumnos, ministerios y docentes. Y desde ese lugar alimentar una autonomía que se de la mano con la responsabilidad y la exigencia.

4- Pensar en contexto: Nos enseñó que la educación tiene que ser pensada en su contexto, valorando la combinación de matices que representa cada región, cada escuela, cada alumno.

5- Estatus docente: Nos enseñó que el estatus del docente en la sociedad es fundamental para el cambio educativo. Hace pocos meses Fundación Varkey realizó un estudio en 35 países que da cuenta, por primera vez, delvínculo directoentre el estatus social de los maestros y el rendimiento del alumno. Como sociedad tenemos que valorar con justeza a nuestros docentes por su trabajo diario.

6- Motivaciones e innovación: Nos enseñó que en un mundo de información torrencial, los verdaderos educadores serán aquellos que ofrezcan sentidos y motivaciones claras, encendiendo de manera innovadora el deseo de aprender.

7- Foco en la pedagogía: Nos enseñó la importancia de reforzar el rol pedagógico en cada escuela, colocando al aspecto administrativo al servicio de lo pedagógico.

8- Todos pueden alcanzar aprendizajes significativos: Nos enseñó que todos los niños y niñas pueden aprender y alcanzar aprendizajes significativos si contamos con maestros que se animen a innovar en sus prácticas para. Para esto la formación continua juega un rol clave.

9- Sentido de urgencia: Nos enseñó que hace falta derribar el mito de que los cambios en educación tendrán un impacto en veinte años. Si mejoramos lo que hacemos hoy, el impacto será inmediato.

10- Orgullo y humildad: Nos enseñó que necesitamos orgullo y humildad. Orgullo de saber que si damos lo mejor, nuestra tarea transformará vidas. Y humildad para reconocer que tenemos que seguir aprendiendo, escuchando, poniéndonos en el lugar del otro.

El año que pasó tuvimos la oportunidad de ver cambios reales, escuelas transformadas, directores y docentes empoderados. Aún hay mucho para mejorar, es cierto, pero si hay frutos será oportuno recogerlos. En años decisivos para la educación la gran enseñanza es que la transformación educativa es posible y que puede cambiar todo destino; el de cada niño y el de todo un país.

Fuente del artículo: https://www.clarin.com/opinion/educacion-aprendimos-2018_0_EE4PdexaO.html

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