La huella del cambio climático en el Pirineo

Por: Eduardo Bayona

La intensidad del estiaje deja la montaña sin alimento para el ganado por segunda vez en un lustro, mientras la presencia de especies de pájaros originarias del Magreb comienza a ser habitual en la cordillera.

«Algunos pastores optan por llevar a sus rebaños a zonas con agua, para que al menos beban ya que apenas tienen nada que comer», explica Joaquín Solanilla, ganadero de Boltaña (Huesca) y secretario provincial de la organización agraria Uaga. «La última tormenta cayó el 20 de julio –explica- y desde entonces, con un verano muy caluroso, no han caído más de tres o cuatro litros un par de veces. La tierra está seca, solo hay polvo, y lo que se sembró no ha crecido».

La severa y prolongada sequía que desde la pasada primavera azota el Pîrineo, con registros de precipitaciones inferiores a los 20 litros por metro cuadrado en Boltaña, a los 30 en Mediano, a los 40 en Fiscal, Nerín y Sabiñánigo y a los 50 en Graus y Canfranc desde el 1 de agosto, cuando la media anual de varios de esos puntos supera los mil y todos pasan de 700, ha acabado por desecar los prados y por obligar a los ganaderos a estabular a mediados de septiembre, «por falta de pastos», a unos rebaños que suelen mantenerse en el monte hasta finales de octubre.

«No hay ni una brizna de verde ni en las montañas, ni en las praderas», alerta en un comunicado Uaga, organización integrada en Coag que llama la atención sobre «el consiguiente aumento de los costes de producción» que conlleva esa situación y para el que reclaman ayudas a la Administración. «La falta de lluvia ha secado los pastos para la ganadería extensiva y además impide realizar en buenas condiciones las labores de siembra de cereal y forraje», señala.

«¿Qué hacemos hasta marzo, cuando haya crecido, si crece, la hierba que hemos sembrado? ¿Cómo hacemos para dar de comer todos los días a los animales?», se pregunta Solanilla, vecino de una comarca de media y alta montaña en la que la economía de varios cientos de familias depende de unas explotaciones de ganadería extensiva que suman 55.000 ovejas y varios miles de vacas nodrizas.

Los ríos en alerta o en emergencia

«Estamos en una situación crítica. Hay zonas en las que apenas ha llovido en tres meses», explica Solanilla. Los indicadores de Sequía de la Confederación Hidrográfica del Ebro avalan esa afirmación: la mayor parte de los sistemas fluviales de la cuenca se encuentran en situación de alerta o de emergencia, con mayor intensidad en los ríos no regulados.

La sequedad de los prados pirenaicos, que se produce por segunda vez en un lustro, es una de las consecuencias de los cambios en los patrones meteorológicos que ocasiona el calentamiento global: aumento de las temperaturas (la isoterma de cero grados ha subido a los 3.000 metros), reducción de las precipitaciones (nieva menos de la mitad) y llueve un 25% menos que hace medio siglo) y concentración de la lluvia en descargas torrenciales.

Los efectos de esa combinación de factores, generalizada en el planeta y directamente relacionada con fenómenos como las cada vez más frecuentes e intensas sequías o los cada vez menos extraordinarios estiajes invernales del Ebro, ha comenzado a disparar las alarmas en organismos como la FAO, cuyos estudios atribuyen un pésimo Índice de Salud de la Vegetación a todo el país.

Ese deterioro es especialmente patente en el Pirineo, donde apenas quedan zonas que superen el 35%. Más de la mitad de cuyo territorio estaba en situación de alerta o emergencia ya en junio, según el Ministerio de Medio Ambiente.

Síntomas del cambio climático

El cambio climático, que este verano ha tenido otras manifestaciones como el adelantamiento y la reducción del volumen de la vendimia hasta un 15%, o el desplome de la producción de cereal en las áreas de secano, especialmente entre la orilla derecha del Ebro y la meseta, también empieza a modificar los comportamientos de la fauna: aves de origen africano como la golondrina dáurica anidan en áreas del prepirineo como el valle de La Galliguera, mientras en otras comienzan a dejarse ver ejemplares de alzacola y de elanio azul, explica Luis Tirado, de SEO-Birdlife, que recuerda cómo la presencia de otras como el camachuelo trompetero, originario del Magreb y oriente medio, ha sido habitual estos últimos años en áreas del llano como Belchite y Mediana y el vencejo pálido ha establecido una colonia en el mismo puente de Piedra de Zaragoza.

«Son síntomas de los efectos del cambio climático en el valle del Ebro», señala Tirado, que explica cómo la presencia de especies de aves que hace unas décadas comenzaron a saltar del norte de África al sudeste de la península ibérica es cada vez más frecuente en el valle del Ebro, especialmente en el corredor de Tudela a Tortosa, la mayor parte de cuyo territorio, que sufre un riesgo alto de desertificación, recibe ejemplares de las zonas áridas situadas al sur y el este de la meseta y, también, del Magreb.

Los periodos de sequía de los últimos años también han afectado a las especies autóctonas que habitan en zonas de cultivos agrarios. Los seguimientos realizados por SEO-Birdlife indican que «su éxito reproductivo es menor» que en año medios. Básicamente, por tres motivos: el mayor gasto energético al recorrer mayores distancias hasta las zonas con agua, la menor disponibilidad de granos y de insectos para alimentarse y la mayor exposición a los depredadores por haber menos vegetación silvestre en la que refugiarse.

«Año de sequía, pérdida de biodiversidad»

«Las aves esteparias están muy marcadas por la sequía», explica. Ocurre algo similar a las que pasan por los humedales en sus rutas migratorias, cuya presencia en zonas como la laguna de Gallocanta depende de que circule agua por los arroyos que desembocan en ella y de la salud de los cañaverales y bosques de ribera en los que se alimentan.

La escasez de agua ha coincidido este verano (SEO-Birdlife realizó anillamientos en julio y agosto) con una afluencia de aves menor de la habitual. «Si llaga agua se disparan los números, pero cuando hay sequedad caen –indica Tirado-. Un año de sequía es un año de pérdida de biodiversidad».

Fuente: http://www.publico.es/sociedad/cambio-climatico-prados-muertos-aves-africanas-huella-cambio-climatico-pirineo.html

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Asesinados 437 ambientalistas y activistas proderechos humanos en dos años

Por: Eduardo Bayona

Amnistía Internacional lanza una campaña para denunciar el acoso que sufren y para reclamar a Gobiernos y multinacionales “que se les permita trabajar en un entorno más seguro”

Defender la tierra sale caro en muchas partes del mundo. Reivindicar la libertad, también. Tanto como para que en los dos últimos años Amnistía Internacional haya contabilizado la muerte violenta de 437 activistas proDerechos Humanos, buena parte de ellos ambientalistas, en 22 países.

“Miles de defensores de los Derechos Humanos soportan campañas de hostigamiento, agresiones, detenciones irregulares e incluso homicidios”, explica Miguel Ángel Basés, portavoz de Amnistía Internacional (AI) en Aragón, que este martes ha presentado en las Cortes autonómicas la campaña Valiente, con la que la oenegé pretende denunciar el acoso y las amenazas que sufren esos activistas y reclamar que desde los gobiernos “se les permita trabajar en un entorno más seguro”.

El informe distribuido a los parlamentarios, que recuerda cómo “hoy se incumplen abiertamente tanto el espíritu como la letra de la declaración” de la ONU que en 1998 señaló a los defensores de los derechos humanos como “agentes del cambio”, pese a que los Estados miembros se comprometieron a apoyar su labor “y a permitirles trabajar sin obstáculos y sin temor a represalias”, considera “esencial, por tanto, que se les conceda protección efectiva contra la violencia, incluida la violencia sexual, y la discriminación”.

Agresiones en nombre de otras empresas

Sin embargo, la batería de 28 medidas que promueve en la campaña no van únicamente dirigidas a las instituciones públicas. Hay un apartado específico para las empresas, a las que llama a “implementar procesos adecuados de diligencia debida” para “garantizar que se respetan los Derechos Humanos de las personas y comunidades” afectados por sus actividades o las de “sus filiales, subcontratistas o proveedores”.

La propuesta no es para nada infundada. De hecho, el último dictamen del relator de la ONU sobre la situación de los activistas documenta los vínculos de grandes compañías con “violaciones de los derechos humanos, que van desde la restricción de las actividades legítimas de las personas defensoras para limitar el ejercicio de sus derechos hasta agresiones perpetradas por empresas de seguridad privadas en nombre de otras empresas”. 

El activista, Gustavo Castro (primero por la derecha), compareció en las Cortes de Aragón con los representantes de Amnistía Internacional Miguel Ángel Bases y Luis Ángel Muñoz para presentar la campaña ‘Valientes’.

El mexicano Gustavo Castro, superviviente del ataque en el que murió asesinada la indigenista y ambientalista hondureña Berta Cáceres y que también participó en la comparecencia, es una de las víctimas de esa violencia de las oligarquías. Hoy, tras haber pasado un mes detenido mientras intentaban colgarle el crimen, vive acogido por AI. “El Gobierno me tuvo secuestrado un mes para tratar de imputarme”, apunta.

“No se ha querido investigar e ir más allá, hacia los autores intelectuales”, explica, en referencia al ‘cortafuegos’ judicial que rodea a los ocho detenidos por el asesinato, entre ellos el gerente de la empresa hidroeléctrica Desa, promotora de la presa a la que se oponía la comunidad Ienca, cuyo territorio iba a ser inundado, con Cáceres a la cabeza, además de varios militares y presuntos sicarios.

El 95% de los crímenes quedan impunes

El 95% de los crímenes contra ambientalistas y activistas proDerechos Humanos en el mundo quedan impunes, según las estimaciones de AI, que también admite que la cifraoficial de 427 víctimas queda restringida a las documentadas. La cifra real de asesinatos es mucho mayor.

“La historia no nos da muchas expectativas, con tanta impunidad, pero tenemos que seguir exigiendo justicia”, anota Castro, que recuerda cómo varias organizaciones han llevado al Gobierno de Honduras ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos “para que esto no quede impune”.

“Es paradójico que la misma policía vaya persiguiendo y asesinando a los defensores”, anota, con sarcasmo, al evocar los 120 ambientalistas asesinados en los últimos siete años en ese país; “cinco de ellos con medidas de la comisión interamericana”, recalca.

“Cada vez más gobiernos atacan a los defensores de los Derechos Humanos y dificultan su labor con fuerza excesiva”, refuerza Luis Ángel Muñoz, responsable de la campañaValientes, que describe a esos activistas como “personas que tratan de defender los derechos de otros y que se oponen a los intereses de grupos políticos, grupos armados y empresas”.

“La persecución a las mujeres es terrible”

El grueso de esos conflictos en América Latina, donde el año pasado se produjeron el 75% de los asesinatos documentados de activistas, están relacionados con actividades extractivas, ya sea de hidrocarburos o de minerales. Estas últimas afectan a 90 millones de hectáreas en México y al 40% del territorio en Guatemala, mientras países como El Salvador y Costa Rica han declarado una moratoria para frenarlas.

“Este modelo de extractivismo tan voraz implica necesariamente desplazar población”, explica Castro, para quien “a final de cuentas el problema no es solo de allá, sino que tiene un impacto global, va en detrimento de la alimentación y de la salud, de la calidad de vida de nuestro planeta”.

Castro llama la atención sobre el hecho de que “los feminicidios están aumentando de una manera impresionante” en la represión de los movimientos sociales en Latinoamérica. “La persecución contra las mujeres es terrible, porque eso minimiza e incide en la concienciación social”, apunta. “Ya no hay ninguna inhibición por parte de las fuerzas represivas –añade-. Saben que con eso también impiden mucho la movilización social, y las mujeres están cada vez más al frente de la lucha por la defensa de sus hijos, de la tierra, del agua”.

Fuente: http://www.publico.es/sociedad/asesinados-437-ambientalistas-activistas-proderechos-humanos-anos.html

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Urbanismo feminista: Cómo humanizar las ciudades desde la experiencia de las mujeres

Por: Eduardo Bayona

El Col.lectiu Punt 6 es una cooperativa de arquitectas, sociólogas y urbanistas que lleva más de diez años reivindicando una transformación social a base de repensar los espacios urbanos para romper jerarquías y discriminaciones.

“La configuración de ciudades y pueblos prioriza un sistema capitalista y patriarcal que no ha tenido en cuenta las necesidades relacionadas con el sostenimiento de la vida. Se trata de transformar la sociedad repensando los espacios para reconfigurar las realidades”, sostiene el Col·lectiu Punt 6, una cooperativa de arquitectas, sociólogas y urbanistas que lleva más de diez años trabajando el urbanismo feminista, o urbanismo con perspectiva de género, en proyectos de ámbito tanto local como internacional. Abogan por reorientar el urbanismo situando como ejes a las personas y su diversidad y analizando la influencia de los roles de género.

El urbanismo feminista, un concepto de tratamiento de las ciudades teorizado en los años 70, que comenzó a aplicarse en los 90 y que ahora, con los nuevos ayuntamientos, empieza a entrar en la agenda de las capitales españolas —Barcelona lo ha incorporado como política pública—, no es, no obstante, algo centrado únicamente en las mujeres. “No nos gusta la idea totalizadora de hablar de las mujeres como grupo social; somos más de la mitad de la población, somos diversas y tenemos privilegios y opresiones diferentes”, explica Blanca Valdivia, socióloga urbana y miembro del colectivo.

“En realidad se trata de visibilizar las tareas del cuidado, de la reproducción, que históricamente han realizado las mujeres, y, a partir de ahí, mejorar la experiencia vital en la ciudad sin perpetuar los roles de género”, anota Adriana Ciocoletto, arquitecta urbanista e integrante, también, del grupo. Es decir, de aplicar una perspectiva interseccional en la que el género se cruza con características como la edad, el origen, la posición socioeconómica o la identidad sexual, para observar cómo se cruzan y, a partir de ahí, trabajar para eliminar las desigualdades.

“En el diseño urbano se pone el énfasis en lo productivo, cuando la ciudad y los elementos urbanos deben ser el soporte para la realización de la vida —añade Valdivia—. Hay que incluir esas necesidades y darles un valor para que cualquier persona pueda realizar labores de cuidado y vida reproductiva”.

Bancos en Gavà y portales en Donosti
Uno de los ejemplos de urbanismo feminista más desarrollados se encuentra en Viena, cuyo ayuntamiento lleva impulsando desde hace dos décadas actuaciones como el programa del distrito Mariahilfer, que, teniendo en cuenta la diversidad de sus habitantes, incluye actuaciones en materias como la seguridad —iluminación—, la movilidad —aceras amplias y eliminación de los aparcamientos en superficie en las más transitadas por peatones— y la socialización, tanto en la calle, con bancos y zonas de contacto para personas, como en las casas, con espacios amplios que facilitan el encuentro en vestíbulos y escaleras. Esta actuación, que incluye una inusual variedad de bancos —de descanso, enfrentados para facilitar la conversación en grupo— repartidos por el barrio, se complementa con tres proyectos de vivienda, diseñados por despachos liderados por mujeres, con espacios flexibles y servicios compartidos, diseñados para acoger a distintos tipos de unidades de convivencia.

“Tienen en cuenta servicios que no existen en la ciudad, como espacios públicos para el cuidado, interconectados entre sí y con las viviendas, o el guardado para elementos que no se suelen tener en cuenta en el diseño como bicicletas o carritos infantiles junto a la escalera —señala Ciocoletto—. Es un pequeño ejemplo de cómo debería ser una ciudad desde esta perspectiva”.

En España, varios ayuntamientos han comenzado a dar pasos en ese sentido. Girona comienza a trabajar la red de espacios públicos desde la perspectiva del cuidado, Gavà (Barcelona) prioriza la conversión de las esquinas del casco histórico como espacio de encuentro para las personas con bancos y zonas de sombre y Donosti aplica en la vivienda nueva una normativa de portales seguros con puertas accesibles y sin zonas oscuras. Palma incluye la formación en urbanismo feminista en el equipo que va a revisar su plan general de ordenación, en Santa Coloma de Gramanet el área de Urbanismo está dirigida desde una visión feminista de la ciudad, y Barcelona ha creado un área de esta especialidad.

Y, antes, entre 2004 y 2011, el fondo económico de la ley de Barrios de Catalunya permitió impulsar proyectos sobre estructuras urbanas con perspectiva de género y con actuaciones en percepción de seguridad en el diseño de los espacios y movilidad cotidiana desde la participación de las mujeres. Sin embargo, más allá de las administraciones, apuntan las integrantes de Col·lectiu Punt 6, las iniciativas en este ámbito vienen de las propias entidades feministas, como ocurre con la auditoria urbana de género realizada en Manacor (Balears) para presentar al Plan General de Ordenación Urbana un paquete de alegaciones que proponen cambiar el modelo de esa ciudad para tener en cuenta la vida de las personas.

Redes cotidianas que favorezcan el cuidado y la autonomía

Sin embargo, ambas son conscientes de las resistencias que encuentran este tipo de planteamientos humanizadores en las administraciones locales. “Es verdad que a priori entra en la agenda política, pero en la práctica hay muchos intereses económicos y lobbies en las decisiones urbanísticas”, apunta Valdivia. “Si no hay cambio de modelo todo esto se quedará en nada, en pinceladas pero no en un cambio de base”, añade Ciocoletto.

Partidarias de la rehabilitación de espacios y tramos urbanos ya existentes más que de la creación de otros nuevos —“se tiene que gestionar bien lo que ya existe, priorizar el detalle para que los recorridos urbanos sean sencillos”, dice Valdivia—, las urbanistas señalan líneas posibles de actuación como dar usos nuevos a las plantas bajas, potenciar los caminos escolares “como parte de esa red cotidiana para favorecer el cuidado y la autonomía, que favorece a otras personas que usan esa red y no van a la escuela”, e implantar nuevos medios de transporte público como el trambús. Y, también, abrir a la ciudadanía “equipamientos públicos infrautilizados como las escuelas, que tienen bibliotecas y espacios deportivos que se pueden utilizar por la tarde”.

Espacios inhóspitos pero mercantilizables
Las urbanistas llaman la atención sobre tres aspectos clave del desarrollo habitual de las ciudades europeas, que condicionan la vida en ellas. Uno es su planificación en polígonos según la funcionalidad, es decir, basada en los usos predominantes en estos, principalmente residencial, productivo, comercial y de ocio. Otro, el diseño de las redes de transporte, realizado “desde el punto de vista productivo, para ir al trabajo, y para conectar las zonas residenciales también con esas áreas de ocio y de comercio”, apunta Ciocoletto, que añade que “las redes de transporte público y las peatonales no están pensadas para el resto de los recorridos cotidianos, como ir a un equipamiento o a un centro deportivo”.

“Esta estructura no favorece a quien no hace un uso productivo”, anota Valdivia, que señala un tercer aspecto: “Se tiende a construir espacios públicos pavimentados, con un fácil y barato mantenimiento, pero que no acompañan las actividades cotidianas. No hay bancos, fuentes o un espacio público que ayude a socializar. Son amplios y asépticos, inhóspitos, e invitan a mercantilizarlos. A veces una terraza es el único sitio en el que te pueden sentar”.

Fuente:http://www.publico.es/sociedad/urbanismo-feminista-humanizar-ciudad-experiencia.html

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