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El renacimiento del pensamiento crítico. Las clases en las primeras universidades

Redacción: Nueva Revista

a universidad muestra su preocupación por la dificultad de muchos estudiantes para pensar sin servirse de prejuicios o lugares comunes. El pensamiento crítico pretende que los alumnos sean activos en su educación, capaces de hacerse con los pros y los contras de cualquier cuestión. Esto ya fue propuesto por Sócrates y alcanzó un asombroso desarrollo con el nacimiento de las universidades durante los siglos XII y XIII. ¿Cómo se recuperó el método socrático?, ¿de qué modo se practicaba este método educativo?, ¿se trataba de un fenómeno común en muchas universidades?, ¿servía como herramienta de avance real del conocimiento? Esas son las preguntas a las que trata de responder este artículo.

La universidad es una institución que levantó vuelo en el siglo XIII. Durante la centuria anterior fueron surgiendo las llamadas escuelas catedralicias, centros de formación que nacían junto a las catedrales de algunas ciudades principales con una finalidad neta: la formación intelectual del clero (filosofía, teología y derecho canónico) o de laicos deseosos de aprender leyes o el arte de la medicina. Tanto en estas instituciones como en las universidades, al principio no contaban con edificios ni aulas, sino que las clases tenían lugar donde se podía encontrar un espacio (desde la plaza de la ciudad hasta las salas de una iglesia o de un convento). No había aún preocupación por el espacio físico, pero sí por lo que se podría llamar «espacio espiritual», es decir, porque esas reuniones respondieran a un espíritu determinado. A ese espíritu es a lo que, en lo que sigue, llamaremos metodología escolástica renacimiento del pensamiento crítico.

Y es que profesores y estudiantes se centraban en el debate de problemas que por aquel entonces preocupaban entre las clases cultivadas. La recepción de los clásicos (Platón, autores griegos y latinos, los Padres de la Iglesia, pensadores árabes como Avicena o Averroes, a partir del siglo XIII también Aristóteles) generaba temas de discusión que, aunque a menudo puedan parecer lejanos a los asuntos que nos ocupan hoy en día, encendían los ánimos y empujaban a los intelectos a buscar la comprensión.

Con la lectio los alumnos escuchaban directamente cómo sus profesores leían los textos de los grandes maestros

Por ejemplo, la investigación y docencia científica y universitaria actual sobre las relaciones mente-cerebro (The Body-Mind Problem), o sobre la influencia de la neurología en los estados de ánimo y en el aprendizaje, se podría trasladar a lo que entonces se consideraba la pregunta central por el ser del hombre: la relación que guardaban alma y cuerpo entre sí, es decir, si son alma y cuerpo dos cosas distintas como el piloto y la nave (el dualismo de Platón), o si son los dos principios del hombre real, al que habría que definir como «cuerpo vivo» o «animal racional» (Aristóteles, al que siguió santo Tomás). La primera, el dualismo, se alineará en una línea de la historia de las ideas que va de Platón a los neoplatónicos, san Agustín, la escuela franciscana, etc. La segunda nace en la oposición de Aristóteles respecto de su maestro («Soy amigo de Platón, pero más de la verdad») y defiende tesis irreconciliables con él.

Esto, que sin duda es un asunto erudito y especializado, sirve para nuestro propósito en la medida en que muestra a las claras la existencia de un debate intelectual muy vivo en una ciudad universitaria como París en torno a 1270. En el seno de esa comunidad intelectual se discutía con pasión no sobre un asunto lateral, sino sobre el corazón mismo de la antropología, sobre lo que define radicalmente al ser humano.

Justicia. Nueva Revista número 168

¿Es el cuerpo algo que el hombre usa, o es parte de la esencia —y de la identidad— de lo que una persona es? Los debates contemporáneos sobre la identidad (si podemos identificarnos con nuestro sexo o basta con construir un género) o la pregunta de cómo es posible que una orden mental («Quiero mover el brazo») tenga una consecuencia física (de hecho, lo muevo) siguen teniendo esta temática como asunto de fondo.

Por tanto, en la universidad del siglo XIII había muchas cuestiones en las que los distintos maestros disentían de modo público. Además se invitaba a los alumnos a tomar parte en el debate, a elegir la postura que más les convenciera, a condición de que ese convencimiento viniera precisamente del uso lógico, justificable, de los razonamientos.

Por tanto, los debates intelectuales tenían cabida en la universidad desde el inicio de esa institución (podría decirse incluso que el ser de la universidad estaba en la discusión). Así, el que es considerado como principal pensador del siglo XIII (santo Tomás de Aquino) no duda en «enfrentarse» (dialogar) con otros pensadores sirviéndose siempre de estos presupuestos: el uso de la razón y de la experiencia. El diálogo, la confrontación, era el modo cotidiano de impulsar el conocimiento entre los maestros universitarios. Es cierto que a veces se aplicaron censuras, pero esas censuras venían propuestas desde ámbitos que no habían entendido a la institución, externos (al menos intelectualmente) a ella. En la Edad Media se defendía hasta tal punto la independencia universitaria que los papas exigieron que el régimen jurídico de las universidades fuera completamente libre del control del Estado, para que pudieran pensar y hablar en libertad.

«Los hombres de la ciudad fueron con frecuencia ambivalentes hacia los estudiantes universitarios (…). En este ambiente la Iglesia dio una protección especial a los alumnos ofreciéndoles lo que se vino a llamar los beneficios clericales. El clero en la Europa medieval disfrutaba de un estatus legal especial: era un crimen extremadamente serio ponerles la mano encima (…) (Woods, How the Catholic Church Built the Western Civilization).

»El papa intentó organizar una atmósfera justa y pacífica para la universidad creando un privilegio llamado cessatioel derecho de parar las clases e ir a una huelga general si alguien abusaba de los alumnos. Entre las causas justas estaban incluidas “el derecho a establecer límites en el precio de los alquileres, la herida o mutilación de un estudiante por la que no se hubiera pagado satisfacción en el espacio de quince días, [o] la pena de prisión injustificada de un estudiante”.

»Era común que las universidades se dirigieran al papa de Roma con sus quejas. En muchas ocasiones el papa intervino incluso para forzar a las autoridades universitarias que se pagara sus salarios a los profesores. (…) No es por tanto de extrañar que algún historiador sostenga que «el protector más firme de las universidades era el papa de Roma. Él es el que fundó, aumentó y protegió el estado de privilegio de las universidades en un mundo en el que el choque jurisdiccional era frecuente».

Como pasa con todas las obras humanas, no siempre lo lograron: las condenas en París del obispo Tempier, la prisión de fray Luis de León o la persecución a Guillermo de Ockham, son ejemplos. Sin embargo, también hay claros contraejemplos: Siger de Brabante, el principal de los averroístas latinos, se refugió en el palacio del papa en Orvieto tras ser condenado por el obispo de París; su compañero Norberto de Dacia siguió siendo dominico y murió dentro de la Iglesia en Dinamarca.

La práctica del método socrático

Platón era discípulo de Sócrates, el filósofo que enseñó a pensar a los atenienses sirviéndose de un método novedoso. El método socrático no aceptaba las ideas de la autoridad, sino que usaba la ironía (preguntas capciosas pretendida- mente inocentes) para descubrir en qué medida el pensamiento comúnmente aceptado podía ser superficial, conducir a contradicciones, ser irracional. El método socrático, la mayéutica, hacía nacer el conocimiento cuando el interlocutor caía en la cuenta de su ignorancia. Al «saber que no sabe» se ponía en condiciones de aprender de verdad, de superar las apariencias. Este es uno de los motivos por los que Sócrates no escribía filosofía, sino que la practicaba: era un filósofo peripatético, esto es, que ejercía su tarea charlando durante los paseos en la plaza. Esta es también la razón por la que el legado de Platón ha llegado en forma de diálogos: lo escrito podía caer en manos de cualquiera que no haya pasado por el proceso que conduce a la comprensión.

«Enseñar a pensar» exige «pensar juntos». Y porque Platón entendió radicalmente a su maestro, fundó la Academia y proporcionó la clave para entender una de las dimensiones clave de lo académico: pensar juntos poniendo en crisis lo aparente para acercarse a lo realmente real, a la verdad.

Estas actitudes son constantes en el pensamiento medieval: el diálogo, la discusión, la disputa…, son las herramientas que usan para el conocimiento dentro de los ámbitos de reflexión filosófica y teológica. De hecho, la historia intelectual de la Alta Edad Media constituye un esfuerzo apasionante por establecer las bases del diálogo entre la razón y la fe, entre Atenas y Jerusalén. Pero apenas se practicaba un conocimiento reglado. Aunque tuvo peso el pensamiento de los Padres de la Iglesia (siglos II-VIII), el esfuerzo de conservación de la cultura desarrollado en el monacato (a partir del siglo vi) y el renacimiento carolingio (siglo IX), habría que esperar a la Baja Edad Media, a las escuelas catedralicias en el XII, para asistir al renacimiento estable —viene durando hasta nuestros días— de la formación intelectual.

El uso de la metodología de inspiración socrática adquirió un valor original durante los siglos XII y XIII. Así se ve en la figura de Pedro Abelardo y sus contemporáneos. Ese método llamado método escolástico, es decir, el camino que se sigue en la escuela, la vía adecuada para educar— se estandarizó en las instituciones que recibían el nombre de universidad (Bolonia, Oxford, Sorbona, Nápoles, Salamanca, etc.). Y en él importaba tanto la seriedad en el uso de las herramientas del aprendizaje como la preocupación por lo humano.

La dialéctica en la universidad

La rae define dialéctica como la «teoría y técnica retórica de dialogar y discutir para descubrir la verdad mediante la exposición y confrontación de razonamientos y argumentaciones contrarios entre sí». Este era el sentido de esta palabra entonces. Muchas veces en nuestros días se entiende más bien como mero enfrentamiento o discusión. En el significado medieval la clave del significado es la palabra verdad, y el objetivo de la discusión no era la lucha de contrarios, sino el descubrimiento de lo verdadero. Se puede decir que si no se llegaba a la verdad (a retirar los paños de apariencia que la ocultan, sin avance en el conocimiento) no habría ni dialéctica ni, propiamente, tarea universitaria. Régine Pernoud (1909-1998), la gran medievalista francesa, describe la metodología del pensamiento crítico y el ambiente de las escuelas catedralicias de inicios del XII en su ensayo histórico Eloísa y Abelardo.

Lo que pretendía un estudiante del siglo XII era sobre todo practicar la dialéctica. En el siglo XII los alumnos, que tenían entre 14 y 20 años, eran personas privilegiadas por el hecho ir a la universidad. Las razones que les movían al estudio, aparte del ejercicio del derecho o la carrera eclesiástica, tenían que ver tanto con el amor al conocimiento como con la fascinación por el juego de la inteligencia. Les gusta «discutir de forma interminable de tesis y de hipótesis, de mayor y de menor, de «antecedente» y de «consecuente»».

Cultivaban el arte de razonar. Lo que quería hacerse era aprender a pensar bien. La inteligencia como facultad y la verdad como objeto eran los intereses propios de la educación. Ambos inspiraban tanto a la investigación como a la docencia, dos actividades que en ese momento todavía iban siempre unidas.

Como se ha dicho, Sócrates y Platón dejaron claro que pensar es una actividad que no debe realizarse en solitario, sino dentro de una tradición común. Por tradición debe entenderse «conocer lo que han dicho otros»: discusión, controversia, intercambio. Participar de una tradición es lo mismo que formar parte de una gran conversación que puede venir durando siglos. Ejercitarse para poder hablar con fundamento era el principal objetivo.

La educación en la dialéctica —expresión fraguada por Platón en La República— buscaba un camino (eso es lo que significa methodos), personal y colectivo, de avance en el conocimiento. Para eso se servían el maestro y el alumno del uso lógico de la razón. Lo que la dialéctica pretende es el conocimiento del ser de las cosas. Y en ese sentido se enfrenta a las apariencias, las opiniones, las perspectivas, los puntos de vista o los prejuicios.

¿Cómo se aprende a usar la dialéctica? Por medio del arte de la discusión, es decir, aprendiendo a «plantear las premisas de una conversación, anunciar correctamente los términos de una proposición, establecer los elementos del pensamiento y del discurso», en fin, todo lo que permite que la discusión sea fecunda.

Entre los estudiantes se podía ver cómo algunos «animados con un celo más apasionado y ferviente, discuten entre sí de graves materias, y se esfuerzan por derrotarse unos a otros con gran despliegue de sutilezas y argumentaciones». Esa disputa era tan ambiciosa que podía terminar en una discusión abierta entre maestro y discípulo. Así le ocurrió a Pedro Abelardo, quien escribía en su Carta a un amigo: «me vi obligado a rechazar algunas de sus proposiciones [de su maestro] y a arremeter a menudo mis argumentaciones contra él». Para llegar a eso, el discípulo —auténtico «enano en hombros de gigantes»—, además de una inteligencia preclara, necesitaba una formación sistemática.

Esta era la principal diferencia de la escuela universitaria medieval con los sofistas de la antigua Grecia: los enfrentamientos dialécticos querían conocer la realidad antes que hacerse con el poder. La enseñanza sofística buscaba justo lo contrario: enseñar al alumno a convencer, a triunfar, sin importar qué era lo más justo. Sócrates detestaba esa actitud. Lo mismo ocurría con sus discípulos Platón y Aristóteles. E igual pasará con los maestros medievales. Por ejemplo, «Vicente de Beauvais (1190-1267) se quejaba del acaloramiento en los debates (…): ‘apenas se encuentra hoy día alguno que sea comedido en el debate; por el contrario casi todos se acaloran y porfían, y en consecuencia enturbian más que aclaran la verdad. A esto lleva sobre todo la ambición de vanagloria o la disimulación de la propia ignorancia’» (Vergara Ciordia, “Actualidad del método escolástico”).

«Hay que situarse en las condiciones en que tenía lugar la enseñanza en la época [siglos XII y XIII]. Nada que ver con el curso magistral tal como es práctica habitual en nuestras universidades, en la que el maestro habla y los alumnos toman apuntes (…). Por lo común existe entre maestro y alumnos lo que hoy denominamos el ‘diálogo’». Se puede imaginar algo parecido a los Diálogos de Platón. Para lograrlo se necesitaba la excelencia de un profesorado que debía estar en condiciones de responder argumentativamente a las preguntas más atrevidas de sus alumnos. Eso podía significar tanto atender a simplezas, como encontrarse con planteamientos capaces de contradecir —y desmontar— la propia doctrina.

Para evitar que las discusiones andasen en el vacío, diseñaron una metodología en la que se distinguían cuatro etapas: lectioquestiodisputatiodeterminatio.

La lectura de los textos

El aprendizaje partía de una base sin la cual faltaba la materia prima en la que esculpir el proyecto: la lectura de un texto. Se usaban textos clásicos, es decir, pertenecientes a la gran tradición del saber humano. Según avanzó la universidad en el tiempo, y dependiendo del objeto de los estudios —teología, filosofía, derecho…—, además de la Biblia y los clásicos grecolatinos, se fueron usando el corpus iuris civilis de Justiniano o el derecho canónico de la Iglesia. Con la lectio los maestros daban las lecciones durante las horas lectivas, de modo que los alumnos escuchaban directamente los textos de los grandes maestros. Esta lectura iba acompañada por los comentarios del lector (en inglés se usa todavía lecturer para hablar del profesor universitario).

La disputatio invitaba a aclarar puntos difíciles del programa y a que los alumnos ejercitaran sus habilidades dialécticas

Hay que recordar que en aquel entonces, siglos XII y XIII, las bibliotecas eran exiguas y transcribir un libro podía llevar de seis a ocho meses. Por eso se leía en común a los grandes autores en el aula. El uso de la lectio ya era común desde el siglo VI. Comenzaba con la introducción, que servía para presentar al autor, contextualizarlo y explicar su intención. A continuación venían las tres etapas de la explicación: la littera (lectura de los textos); el sensus (la interpretación literal de lo leído), y por último la sententia, la interpretación profunda del pensamiento del autor y del contenido del texto.

El universitario medieval era consciente de los distintos modos de aproximarse a un mismo pasaje. Lo resumía así un Distico (estrofa de dos versos que expresan un concepto completo):

«Littera gesta docet, quid credas allegoria, Moralis quid agas, quo tendas anagogia» /«El literal enseña los hechos, el alegórico es para que creas, el moral para que actúes, el anagógico para que vayas [al Cielo]». (Agustín de Dacia, Rotulus pugilarisI).

Al conjunto de comentarios en torno a un texto se le denominaba glosa. Estas quedaban muchas veces escritas en los márgenes y podían referirse tanto a la litteracomo al sensuscomo a la sententiaUn ejemplo de glosa al margen lo ofrecen los primeros vestigios del castellano en las llamadas glosas emilianenses.

Cada día se dedicaba la mañana a la lectio y al repaso de lo aprendido los días anteriores. La memoria era un elemento clave del método escolástico. A falta de libros, y de herramientas que permitieran una escritura ágil, se ejercitaba conscientemente la capacidad de la reminiscencia humana, sirviéndose de todo tipo de ingeniosas reglas de mnemotecnia, resúmenes, etc. «Marciano Capella recordaba la necesidad de ejercitar la memoria en un tiempo tranquilo para facilitar la meditación; a ser posible que fuese de noche, pues el silencio y recogimiento de la noche facilitan la concentración de los sentidos» (Vergara Ciordia, “Actualidad del método escolástico”).

Las cuestiones: comprender

La tarde, por su parte, era el momento de la enseñanza propiamente dicha. En ella se realizaba la collatioes decir, un coloquio en común entre maestro y estudiantes. Para discutir temas más polémicos o difíciles se estableció la quaestioComo su nombre indica, se trataba de plantear preguntas sobre los temas acerca de los que se había leído.

Las preguntas (las quaestiones) que maestros y alumnos se hacen abarcan la totalidad del saber y los debates de su tiempo

¿Qué tipo de cuestiones plantea un maestro medieval para discutir en sus clases? Se puede fijar la atención en la obra cumbre de la escolástica: la Suma Teológica de santo Tomás de Aquino. Escrita entre 1265 y 1274, quedó incompleta. Aun así, consta de cuatro partes y de un total de 512 cuestiones, cada una de ellas dividida en diferente número de artículos. La temática de la obra es amplísima, pues en ella se tratan de recoger todos los asuntos que debería saber un aspirante a bachiller. En buena medida está dedicada a cuestiones teológicas. Sin embargo, el fundamento filosófico está siempre presente, y cita tanto argumentos de los Padres de la Iglesia como de Platón, los filósofos estoicos, Cicerón y —sobre todo, ya que le consideraba el Filósofo por antonomasia— Aristóteles.

¿Algunas cuestiones que trata en el texto? Si Dios existe; si es simple o perfecto; si existe la verdad; si existe la falsedad; si Dios actúa con libertad; si se puede definir persona; si Dios es un ser personal; si Dios crea; si es la causa del mal; si podemos decir algo de los ángeles o los demonios; si el hombre es su alma; si el alma se relaciona con el cuerpo como forma; si la inteligencia es una facultad superior; si podemos conocernos a nosotros mismos; si podemos definir la voluntad; si podemos aspirar a la felicidad; si esta la puede alcanzar el hombre; si los actos humanos pueden ser calificados como buenos o malos; si debemos seguir a nuestras pasiones; si podemos amar; si podemos odiar; si cabe la pasión de la esperanza; si se puede remediar la tristeza; si podemos construirnos un carácter; si la justicia es dar a cada uno lo suyo; si se debe sus- pender a veces el acto de la justicia; si la ley se identifica con la justicia y si hay distintos tipos de ley; si el magnánimo es necesariamente orgulloso; si ser fuerte es especialmente resistir o atacar; y así 512 temas divididos en 2.669 artículos (preguntas más específicas). La sola lectura del índice de la Suma sirve para darse cuenta de la amplitud de miras de un maestro en la universidad medieval.

Pongamos ahora un ejemplo particular de cuestión, al que nos hemos referido al inicio de estas páginas: el de la relación del alma con el cuerpo. A la hora de cuestionar este tema, santo Tomás hacía un análisis comparativo de opiniones de autoridades con puntos de vista distintos. Esto no se hace nunca descalificando al contrario (lo que en retórica se llama «argumento ad hominem»), sino por medios estrictamente argumentativos: pone en valor todos los argumentos conocidos para seguidamente analizarlos, relacionarlos y —si fuera necesario— corregirlos o superarlos.

¿Qué se cuestiona? El autor de la Suma propone las siguientes preguntas:

  1. Si el principio intelectivo (el alma intelectual) se une al cuerpo como forma (aquí enfrenta a Platón, Avicena y Averroes con Aristóteles).
  2. Si el principio intelectivo (el alma intelectual) se multiplica o no conforme se multiplican los cuerpos (aquí trata las posturas sobre el intelecto de Avicena y Averroes).
  3. Si hay en el hombre otras almas además de la intelectiva (en discusión con algunos autores neoplatónicos y agustinianos).
  4. Si es conveniente que un alma intelectiva se una a un cuerpo (analizando a los que consideran que un cuerpo material sería indigno de un ser espiritual como alma del hombre, postura habitual en los gnósticos).
  5. Si la unión del alma intelectiva es por disposiciones accidentales (un nuevo tratamiento de si la unidad alma/ cuerpo es esencial o es accidental, como la del vestido con el cuerpo).
  6. Si el alma se une al cuerpo mediante otro cuerpo (una idea que, curiosamente, reaparece en Descartes como en el debate contemporáneo sobre la relación mente/ cerebro y la hipótesis del homúnculo interior).
  7. Si el alma está totalmente en cualquier parte del cuerpo (de nuevo, frente a la idea de que el alma ocupe algún punto material en el espacio).

Nuestra intención no es explicar estos temas, sino usar este ejemplo para iluminar algo central: las preguntas (las quaestiones) que maestros y alumnos se hacen abarcan la totalidad del saber y los debates de su tiempo. Y buscan positivamente en qué puntos hay contradicciones o qué soluciones no funcionan y por lo tanto tienen que ser declaradas falsas (esa es la parte irónica o destructiva del método socrático). Así es como ayudan al estudiante a avanzar en el conocimiento de la verdad (la parte de «nacimiento» o constructiva del método socrático).

Las disputas y la determinación

La disputatio era el método docente más original. Invitaba tanto a aclarar puntos difíciles del programa como a que los alumnos ejercitaran sus habilidades dialécticas (esto es, su «técnica retórica de dialogar y discutir para descubrir la verdad mediante la exposición y confrontación de razonamientos y argumentaciones contrarios entre sí»).

Las disputas solían celebrarse fuera del horario ordinario de las lectionesen jornadas de fiesta. Podían tener lugar en el claustro del edificio o en la plaza pública. Era algo similar a un torneo, que en este caso usaba como arma la palabra.

Su funcionamiento seguía la siguiente estructura: el maestro elegía un tema, alguno de los bachilleres —alumnos de cursos avanzados, avisados con antelación— lo desarrollaban y planteaban los distintos argumentos citando a los autores de las lectiones y razonando su sentido. El público, casi siempre numeroso, lo componían profesores y alumnos. Los doctores y maestros podían preguntar o argumentar, pero no ser contendientes principales.

¿Sobre qué disputaban? En los siglos XII-XIV interesaban los problemas reales tanto de teología, de filosofía, casos jurídicos o problemas de política. Se puede imaginar el ambiente en las salas o claustros donde se llevaban a cabo esas reuniones: alumnos brillantes tratando de ganar la corona de la fama, discutiendo argumentativamente, y no solo por un motivo dialéctico sino para avanzar en un asunto que preocupaba a la comunidad universitaria.

El momento culminante llegaba al día siguiente con la determinatioEn ella el maestro que había presidido el encuentro presentaba una síntesis de lo que se había dicho en la disputa y daba su propia respuesta al punto en debate. Esta respuesta a veces favorecía alguno de los puntos de vista, otras adoptaba aspectos de las diversas corrientes matizando (en los problemas reales no todo es necesaria- mente blanco o negro, hay espacio para una amplia gama de grises). Sin embargo, en ocasiones su determinatio podía ser contraria a todo lo que se hubiera defendido la tarde anterior: y es que un verdadero maestro debía servir ante todo a la verdad.

Se puede imaginar la tensa espera cuando el magister (mucho más que un árbitro) analizara lo que se había expuesto y diera su propia respuesta. Aprovecharía para criticar el estado de la cuestión en el mundo académico. Un buen maestro sabía que constantemente se encontraba en el filo de la navaja pues lo que esperaba ese público ávido de conocimientos, no eran solo novedades, sino un auténtico avance en la cuestión sometida a discusión.

La determinatio era el momento más sublime, y difícil, de esa metodología. Tal y como ocurre todavía en el mundo jurídico, lo que hacía el maestro era aplicar la prudencia para valorar las propuestas de los contendientes y tomar una «decisión intelectual» sobre cuál fuera la más adecuada. Esa verdad no sería la que surge de la autoridad o del dogma, sino la conclusión de argumentos racionales sobre los que se había discutido abiertamente. Si no lo hacía así, si se dejaba llevar por prejuicios o falacias lógicas, se vería sin duda rebatido. La vida universitaria ponía en juego la pericia intelectual de profesores y alumnos. Ambos lo vivían como un encuentro que iba más allá de lo lúdico: en la disputatio se trataba de honrar a la verdad pues se andaba siempre en su busca.

Lo expresaba así el mismo santo Tomás de Aquino: «Una disputa es magistral en las escuelas no porque rechace el error, sino porque instruye a los oyentes para inducirlos a la inteligencia de la verdad que pretende; entonces es necesario dotarse de razones que investigan la raíz de la verdad y que hacen saber cómo es verdadero lo que se dice. Por el contrario, si el maestro determina la cuestión solamente con el procedimiento de autoridades, ciertamente el auditor podrá certificar que es así, pero no adquiere ninguna ciencia ni inteligencia, y se irá de vacío».

La verdad universitaria nacía del razonamiento y de la investigación, no de la autoridad o de una imposición externa a la institución (entonces la doctrina eclesiástica, en nuestros días la agenda de la corrección política). Todo un alarde de libertad académica. La dialéctica diluía la frontera entre enseñanza e investigación: se investigaba enseñando, en una constante situación de tensión que realmente se daba en la convivencia culta de docentes y discentes. Un ejemplo nos lo ofrece la Suma Teológica de santo Tomás de Aquino: en principio fue pensada como un manual para alumnos que se iniciaban en el estudio de la teología y acabó convertida en una de las obras cumbres de la historia del pensamiento humano. Investigación, grandes libros y docencia eran tres realidades siempre unidas.

Un ejemplo de método: «Sí y no»

Eso no significa que la relación entre maestro y discípulos fuera horizontal: el maestro ejercía de guía. La experiencia dada por el estudio y los años de reflexión propios del maestro eran esenciales en el pensamiento crítico. «Nosotros sin guía vagamos errantes y por eso difícilmente alcanzamos la salud, porque no sabemos siquiera que estamos enfermos». El método escolástico no exigía la «eliminación de las tarimas» (Vergara Ciordia, “Actualidad del método escolástico”), ni implicaba el relativismo. En cambio sí distinguía poder (la imposición por la fuerza de una doctrina) de autoridad (la función de guía del docente sobre el estudiante hacia la sabiduría). En esto, una vez más, resultaba socrático. Entre otras, se ha conservado la que se puede considerar la gran obra de Pedro Abelardo: Sic et non (Sí o no, 1122- 1226), probablemente el libro más importante de todo el siglo XII, piedra de toque del método escolástico. En él somete «a consideración sentencias que la tradición había considerado verdaderas y que sin embargo la nueva cultura presentaba como insuficientes, vagas y aparentemente contradictorias. En el prólogo de su obra podía leerse: ‘Algunas afirmaciones (de los santos Padres) por la divergencia que parecen tener oscurecen la verdad y suscitan la pregunta’».

El renacimiento del pensamiento crítico
Estatua de fray Luis de León ante la Universidad de Salamanca.

Algunos dedujeron de esta actitud que Abelardo era un escéptico, alguien que se atrevía a plantar cara a un su- puesto dogmatismo de la Iglesia. Nada más lejano en sus intenciones. Abelardo era un dialéctico. O, por decirlo en terminología actual, un pensador crítico. El «sí y el no», el «pro y el contra» son el objeto de su tratado. Se centra en 158 cuestiones relacionadas con la fe y el dogma, trazando «un catálogo metódico de las contradicciones que se pueden descubrir en la Sagrada Escritura y en sus comentaristas más calificados, los Padres y los Doctores de la Iglesia», las autoridades. El Sí y el no es la razón que instaura una confrontación entre las autoridades. (…) Se comprende que Abelardo provocara el entusiasmo entre sus alumnos: no había nada en él del comentarista mediocre que utiliza su habilidad para evitar las situaciones embarazosas». Al contrario: Pedro Abelardo en Sic et non sienta las bases de la educación escolástica: atreverse a enfrentar los contrarios, convencido de que la verdad está a la espera de ser descubierta. Y que ese camino se recorre con la razón, no con el prejuicio o el miedo.

No era la suya una docencia acomodada: buscaba poner contra las cuerdas los lugares comunes sirviéndose del debate para acercarse así a la verdad, sin miedo a que la seriedad de análisis le condujera al error. «Su obra es la de un investigador que utiliza la dialéctica para llegar a una verdad positiva». Quiere entender por qué hay interpretaciones contrarias, desvelar cómo cualquier contradicción a partir de los datos de la fe no puede ser sino fruto de la precipitación, de la flaqueza de nuestro conocimiento o del misterio.

La existencia de la universidad como institución, y la apertura de pensamiento, fueron condiciones necesarias para la aparición de la idea moderna de ciencia

En un momento de Sic et non Abelardo dice que «la primera clave de la sabiduría es la interrogación asidua y frecuente (…). Es dudando como llegamos a la búsqueda, buscando como percibimos la verdad». La metodología de Sic et non sienta las bases de lo que hoy entendemos que debe ser el pensamiento crítico. Como ya hemos visto, un siglo y medio más tarde santo Tomás de Aquino lo sigue aplicando. Sin duda resulta muy pertinente plantearnos en qué medida esta aspiración, enseñar a pensar, se encuentra o no presente en nuestro entorno de enseñanza y aprendizaje.

La universidad medieval y el avance científico

Una pregunta que es necesario plantearse al acercarse el final de esta exposición es en qué medida la universidad medieval, y el uso del método escolástico, sirvió para que avanzara el conocimiento. Primero es necesario «dimensionar» adecuadamente el tamaño de la institución. «En 1254 el claustro de profesores de Salamanca contaba con un maestro en leyes y otro en decretos, dos maestros en decretales y otros dos en lógica, en gramática y en física; junto a ellos había también un maestro en órgano y otro personal no docente como un estacionario, un «apotecario» y dos conservadores». El número de alumnos era parejo: a finales del XIV había en Salamanca 500 alumnos. Con datos similares en otros centros universitarios, no es fácil lograr una gran producción científica. Una excepción se encontraba en Bolonia: 10.000 estudiantes en el siglo XIII. Sí eran frecuentes los cambio de universidad entre el profesorado, de modo que el conocimiento de los grandes maestros se expandía, también gracias a la universalidad del latín (santo Tomás, proveniente de Nápoles, fue discípulo en París de un alemán, san Alberto Magno; en Salamanca los profesores de derecho de los primeros años eran gallegos formados en Bolonia; también contaban con profesores ingleses).

La división de los saberes y el sentido de la educación se entendían distintamente a la actualidad. Todos los alumnos pasaban por la escuela de artes, estudiando el trivium y el cuadriviumla medicina se incluía en el estudio de la naturaleza. En medicina «los textos usados como autoridades eran los Aforismos y los Pronósticos de Hipócrates, algunas obras de Galeno y Constantino Africano, los tratados farmacéuticos de la Escuela de Salerno y, a partir de la segunda mitad del siglo XIII, los tratados de Avicena, Averroes y otros autores judeo-árabes. Estos textos (…) eran leídos y comentados de modo similar a los de derecho, filosofía o teología. Pero junto a esta enseñanza teórica existía también la práctica, fundamental para el ejercicio posterior de la medicina. De este modo, la cirugía acabó incorporándose a los estudios médicos y, a partir del siglo xiv, en diversas universidades se introdujo igualmente la práctica de la disección» (Barcala Muñoz, “Las universidades españolas durante la Edad Media”).

La determinatio era el momento más sublime, en el que el maestro tomaba una «decisión intelectual» sobre la respuesta más adecuada

¿Cómo avanzó el conocimiento? Se desarrollaron enormemente los estudios de lógica, retórica, argumentación dialéctica…, es decir, todos los conocimientos instrumentales necesarios para desarrollar el conocimiento sapiencial (filosofía, teología) y jurídico. Puede sostenerse que el nivel que se alcanzó en estos campos no ha sido superado pues alcanzó la excelencia de lo clásico (tampoco puede superarse la calidad de la filosofía o la tragedia griega, o del derecho y la poesía romana): hay modos de saber que son, desde ciertas perspectivas, independientes del desarrollo tecnológico. La filosofía y teología de san Anselmo,  Pedro Abelardo, Hugo de San Víctor, san Buenaventura, santo Tomás de Aquino, Duns Scoto o Guillermo de Ockham, constituyen cumbres del intelecto humano, suficientemente variadas entre sí como para dar cuenta de la riqueza de enfoques de aquellos tiempos.

Algo similar ocurriría con el campo del derecho. La de- cadencia del feudalismo, el desarrollo de las ciudades y de la burguesía, o la pujanza de las escuelas de derecho (Bolonia, Nápoles o Salamanca), fueron los factores determinantes. Se le dio una segunda vida al Derecho Romano con la aparición de las Siete Partidas de Alfonso X el Sabio en Castilla o de la Carta Magna de 1215 en Inglaterra. El cultivo del derecho en las universidades, y la extensión de la formación jurídica, fueron elementos clave para la mejora del gobierno tanto de la Iglesia como civil.

La idea de ciencia era bien distinta: se basaba más en las autoridades (la Física de Aristóteles, por ejemplo, o en interpretaciones literales de la Biblia) que en la observación empírica. El uso de la lectio podría incluso parecer una atadura: seguir centrando el cultivo de la medicina en Hipócrates o en la biología griega parece sin duda un atraso. Sin embargo, gracias al uso del método escolástico se habían puesto las condiciones necesarias para el cambio de modelo. Para Copérnico (1473-1543) sus cuatro años en la Universidad Jagellonica de Cracovia serían claves en el desarrollo de sus capacidades críticas y de cara a iniciarse en el análisis de las contradicciones lógicas entre los dos sistemas oficiales de astronomía (Aristóteles y Ptolomeo). Podría decirse que la aplicación del método crítico fue una de las causas profundas de la revolución copernicana.

La universidad medieval ayudó al avance científico en otro sentido: este encontró el lugar donde cultivar el humus que le permitió desarrollarse. La existencia de la universidad como institución, y la apertura de pensamiento a la que invitaba el pensamiento crítico, fueron condiciones necesarias para la aparición de la idea moderna de ciencia. Ese ambiente de estudio y reflexión era un entorno mucho más aprovechable para la concepción de ideas geniales que el ejército, la agricultura o las cocinas. Así, Galileo despertó al espíritu de investigación en sus años de estudiante de medicina en Pisa; Kepler hizo lo mismo en Tubinga: sin la universidad difícilmente hubiera sido posible la revolución científica del XVII. Y se trataba —al menos en los casos de Copérnico, Galileo o Kepler— de una universidad que aún seguía el modelo medieval.

Accidentalmente, la universidad fue también un gran apoyo para la difusión del saber: aunque no todo gran pensador o científico pasó por ella (Descartes, Pascal, Spinoza), es gracias a ella como ese saber se universalizó y pudo expandirse.

¿Y los conocimientos técnicos? Tuvieron menor fortuna, pues no formaban parte de los estudios universitarios sino que se impartían en escuelas, muchas veces organizadas por los diferentes gremios, dada su finalidad directamente aplicada. La ingeniería estaba unida a la tarea militar, o al desarrollo civil (puentes, caminos), pero la primera escuela formal de ingeniería no se estableció hasta 1675, cuando Jean Baptiste Colbert fundó un Corps du Gènie por orden de Luis XIV. Habría que esperar hasta el siglo XIX para que se establecieran las primeras escuelas universitarias de arquitectura (la de Madrid es de 1844), de comercio o de empresariales: claro que ya se edificaba, o que había comerciantes, pero no se consideraba que fueran tareas propias de estudio universitario.

¿Qué queda de todo esto en el momento actual?

Una analogía, aunque más reducida en el número de agentes que intervienen y en la atracción que ejerce sobre el público, sería la revisión por pares de artículos en revistas y de comunicaciones en congresos, así como los paneles de discusión que deberían seguir a esos artículos y presentaciones. Al menos es así sobre el papel, y los revisores esforzados dan realmente pie a un compartir racional que necesariamente mejora el trabajo de los equipos de investigación.

Otro ejemplo podrían ser los seminarios de profesores. Como la quaestioen principio tratan de una pregunta que juega en la brecha del conocimiento. En el seminario un profesor presenta ante el claustro y los alumnos de una facultad o departamento los resultados o perspectivas de su investigación. El público que asiste, compuesto en parte por maestros, puede plantear objeciones, desvelar razonamientos poco rigurosos usados durante la exposición, ampliar las miras bibliográficas y el estado de la cuestión con aspectos que quizá el ponente no haya tenido en cuenta o desconozca. Y el ponente no lo tomará como una ofensa, sino como ayuda y ocasión de mejora y crecimiento tanto para él como investigador, como para el cuidado con que su trabajo hace justicia «de lo que hay», de la verdad.

El principal obstáculo contra la posibilidad de revitalizar la lectioquaestio,disputatio determinatioes lo que Paul Boghossian ha llamado el miedo al conocimiento: si la verdad fuera un constructo social en el que debe dar- se prioridad a las modas, a lo que dictaminan el poder o la agenda política, no habría espacio para la discusión intelectual. El relativismo nihilista —que afirma que no podemos saltar más allá de nuestra subjetividad y, por tanto, que la verdad no existe—, corroe todo debate. A veces lo hace imponiendo un credo, un dogma, que califica cualquier planteamiento que lo ponga en duda con acto de fobia odio. Y esto lo hace sin servirse de argumento racional alguno: el miedo al conocimiento renuncia a la verdad, al diálogo y a la razón. Le queda solo la ideología y el ejercicio del poder (como imposición, como censura, como amenaza). Si en la universidad contemporánea hay temas de los que no se puede hablar, o la verdad se limita a ser un constructo, se evapora la posibilidad de ejercitar el pensamiento crítico.

Por último, cada vez parece más complicado encontrar tiempo para celebrar encuentros así: la carga docente y de correcciones, la disparidad de horarios, los criterios de productividad dominantes, la necesidad de publicar o morir antes que de compartir y avanzar juntos, el interés solo por aquello que puntúe para las acreditaciones, y tantos otros problemas prácticos, hacen difícil encontrar el hueco necesario para que la academia siga siendo ese espacio sagrado en el que deberían darse las discusiones abiertas.

Fuente: https://www.nuevarevista.net/destacados/renacimiento-del-pensamiento-critico-clases-en-las-primeras-universidades/

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ESI: voces en contra de la educación sexual en Argentina

Redacción: Noticias

La medida, que data de 2006, supone la obligatoriedad de que las escuelas primarias y secundarias impartan un programa integral para sus alumnos.

El debate por el aborto en 2018 abrió una grieta que alcanzó lo menos pensado: la ley de Educación Sexual Integral (ESI). La medida, que data de 2006, supone la obligatoriedad de que las escuelas primarias y secundarias de todo el país, de gestión privada y estatal, impartan un programa integral de educación sexual para sus alumnos.

El año pasado surgió un proyecto para reformarla: declararla de orden público, (lo que les quita a las provincias la arbitrariedad de aplicarla), anular la posibilidad de que las escuelas la adapten a sus idearios y promover la inclusión de temas vinculados al matrimonio igualitario y a la identidad de género.

Ante esta iniciativa, los grupos religiosos y Provida realizaron numerosas marchas frente al Congreso bajo el lema “Con mis hijos no te metas”, contra lo que ellos consideran un avance de la “ideología de género”.

El proyecto de reforma, que logró dictamen positivo en las comisiones de Educación y de Mujer, podría debatirse este año en la Cámara de Diputados.

Fuente: https://noticias.perfil.com/2019/02/21/esi-voces-en-contra-de-la-educacion-sexual/

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Venezuela: Consejo Presidencial de Ciencia y Tecnología acelerará la sustitución de importaciones

América del Sur/Venezuela/prensaMppeuct

Designada la vicepresidenta Ejecutiva, Delcy Rodríguez, como la coordinadora de esta comisión, que prevé contribuir a vincular la producción investigadora e innovadora con las áreas prioritarias de desarrollo

Con el propósito de consolidar un nuevo modelo productivo y en el marco del programa de Recuperación, Crecimiento y Prosperidad Económica que aplica el Gobierno Bolivariano; el primer mandatario Nicolás Maduro, en compañía de autoridades de su Gabinete Ministerial, instaló este lunes el Consejo Presidencial de Ciencia, Tecnología e Innovación.

Desde el salón Ayacucho del Palacio de Miraflores, en Caracas, el Presidente constitucional  designó a la vicepresidenta Ejecutiva, Delcy Rodríguez, como la coordinadora de este Consejo. “Un consejo tecnológico para toda la labor científica y de innovación que tenga directa aplicación en la vida social, económica, cultural de nuestro país”, expresó.

Exhortó a todos los científicos, jóvenes y académicos a incorporarse a esta comisión para impulsar la nueva etapa del desarrollo científico y de innovación. “Tenemos genios en todos los liceos y colegios del país. Estamos en el camino para que todo el conocimiento se ponga al servicio de la solución de los problemas de la nación”.

El jefe de Estado añadió que Venezuela tiene que producir todos los alimentos y desarrollar toda la tecnología necesaria para apalancar el desarrollo productivo, de la mano del Plan de la Patria 2019-2025.

Asimismo, la vicepresidenta Rodríguez indicó que se trata de un Consejo «para el desarrollo de nuestro pueblo y el objetivo principal es la sustitución de importaciones, además de realzar toda la labor que realizan nuestros investigadores e innovadores”.

Resaltó la importancia que representa para el Gobierno Nacional esta iniciativa, en función del fortalecimiento de los planes de investigación, tecnología e innovación en los centros educativos y científicos de Venezuela.

“Hoy es un día muy importante para los profesores y académicos con la instalación de este consejo, que se convierte en una de las políticas del Estado más importantes que permitirá el desarrollo para la liberación de nuestro pueblo. Es  un consejo anticolonialista que romperá con las cadenas neoliberales”, afirmó la alta funcionaria.

El Consejo tiene como objetivo diseñar, desarrollar e implementar las líneas estratégicas, que en materia de ciencia, tecnología e innovación, contribuyan a vincular la producción investigadora e innovadora con las áreas prioritarias de desarrollo.

Esta comisión tiene 5 vértices de aplicación en distintos ámbitos de la productividad, con el propósito de sustituir importaciones en áreas como salud y desarrollo de equipos médicos, alimentación, transporte y demás servicios; telecomunicaciones, desarrollos informáticos y ciencia aplicada; así como también escalamiento, inventiva e innovación industrial.

La participación estratégica de esta Comisión tendrá como prioridad instalar laboratorios productores de ciencia y tecnología, así como captar y formar profesionales en las distintas áreas de desarrollo; lo que permitirá la creación de misiones y grandes misiones, instituciones en ciencia, tecnología e innovación, además de universidades.

Este consejo estará conformado por los titulares de los ministerios del Poder Popular para Educación Universitaria Ciencia, Tecnología; Salud; Agricultura Productiva y Tierras; Ecosocialismo;  Atención de las Aguas; Transporte; Energía Eléctrica; Industrias y Producción Nacional, y Comercio Exterior e Inversión Internacional.

“Esto no es una tarea más. Digo hoy en medio de las circunstancias de combate de nuestro país por su derecho a existir, en medio de las agresiones de Donald Trump y del Imperio estadounidense: Venezuela tiene su mejor ejército, que son nuestros científicos, científicas y la ciencia aplicada; ustedes son el escudo protector del derecho de nuestra Patria a vivir y a existir”, concluyó el jefe de Estado.

Prensa Mppeuct / Joelin Jiménez

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Reino Unido: El jefe de Ofsted respalda la enseñanza sobre parejas del mismo sexo después de las protestas de los padres

Europa/ReinoUnido/TheGuardian

El director de Ofsted ha respaldado la enseñanza de las relaciones entre personas del mismo sexo en las escuelas primarias después de que los padres organizaron una serie de protestas en una escuela de Birmingham por las lecciones sobre los derechos de las personas LGBT y la identidad de género.

La inspectora principal de escuelas de Inglaterra, Amanda Spielman, dijo que era correcto que a los niños se les enseñara sobre parejas del mismo sexo, independientemente de su origen religioso, y que no todos encajan en “un patrón convencional”.

Spielman le dijo a la BBC: «Se trata de asegurarse de que los niños que realmente se den cuenta de que ellos mismos no se ajusten a un patrón convencional, sepan que no son malos, no están enfermos».

Su intervención se produjo después de que Andrew Moffat, el profesor asistente de la escuela comunitaria Parkfield en Alum Rock, Birmingham, se convirtiera en el foco de las quejas de los padres que se oponen a las enseñanzas sobre los derechos LGBT y las relaciones entre personas del mismo sexo.

Su escuela, que sirve a una comunidad predominantemente musulmana, ha recibido 80 quejas formales de los padres y ha habido varias protestas fuera de las puertas de la escuela. La semana pasada, Ofsted visitó la escuela que se calificó como sobresaliente en 2016 para investigar la disputa. El informe será publicado en breve.

Moffat es uno de los 10 maestros de todo el mundo en la lista final para el Premio Global de Maestros de la Fundación Varkey de $ 1 millón 2019. La ganadora del año pasado fue Andria Zafirakou , profesora de artes y textiles en la escuela comunitaria de Alperton en Brent, al noroeste de Londres.

El secretario de educación, Damian Hinds, expresó su apoyo a Moffat. Dijo: “Tras la victoria del año pasado en el Reino Unido, me enorgullece que otros tres talentosos maestros de escuelas en Inglaterra obtuvieron los primeros 50 finalistas en 2019, y que Andrew Moffat haya logrado los primeros 10 finalistas en 2019; Le deseo la mejor de las suertes para la final «.

Ofsted confirmó más tarde que la escuela fue reinspeccionada después de recibir una serie de quejas. Un portavoz dijo: “Apoyamos el derecho de los líderes escolares a determinar el plan de estudios según lo consideren adecuado y en interés de sus alumnos, libres de influencias externas hostiles.

«Todas las escuelas tienen la responsabilidad de preparar a los niños para la vida en la Gran Bretaña moderna y eso incluye fomentar el respeto por aquellos que son diferentes, por ejemplo, las personas LGBT o las de diferentes religiones».

Spielman dijo que la gran mayoría de las escuelas de fe estaban logrando hacer eso. Ella dijo: «Esto es algo en lo que tenemos que tener una discusión sensata y racional, por decir, ¿hay lugares donde no está funcionando lo suficientemente bien, para que podamos encontrar mejores formas? Pero es la conversación apropiada la que lo cambiará, no las protestas «.

Jefe de ofsted Amanda Spielman
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 La jefa de Ofsted, Amanda Spielman, dice: «Todas las escuelas tienen la responsabilidad de preparar a los niños para la vida en la Gran Bretaña moderna». Fotografía: Alicia Canter / The Guardian.

El ganador del premio mundial de maestros, que ganará el soubriquet «el mejor maestro del mundo», se anunciará en marzo en una ceremonia en Dubai durante el Foro de Educación Global y Habilidades. Los otros finalistas enseñan en Georgia, Brasil, Holanda, India, Estados Unidos, Argentina, Australia, Japón y Kenia.

Jimmy Rotheram, un maestro de escuela de Bradford, y Emma Russo, que enseña física y ciencias en Londres, estaban en las últimas 50 para el premio, elegidas entre más de 10,000 nominaciones de 179 países.

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INDIA: Los estudiantes quieren una mejor educación y oportunidades de empleo.

Asia/India/www.universityworldnews.com
Estudiantes de universidades de toda la India salieron a las calles de la capital, Nueva Delhi, el 7 de febrero para exigir una mejor educación y oportunidades de empleo en una de las manifestaciones juveniles más grandes desde que el primer ministro Narendra Modi llegó al poder en 2014.

La Joven India Adhikar March (una marcha por los derechos de los jóvenes indios) incluyó un gran número de estudiantes, activistas sociales, educadores y líderes de partidos políticos, compartiendo una plataforma común para exigir la creación de más empleos gubernamentales y el llenado de todas las vacantes gubernamentales que están actualmente abiertas, así como mejoras en la educación superior.

Miles de estudiantes y jóvenes de 50 organizaciones y universidades, incluyendo la Universidad de Delhi, la Universidad de Allahabad y la Universidad de Ambedkar en Delhi, incluidas las alas de estudiantes y jóvenes de varios partidos políticos, participaron en lo que también fue visto como una demostración de fuerza por parte de grupos de la oposición. 

Muchos se lamentaron de que millones de jóvenes calificados estaban ‘en la calle’ sin trabajo, mientras que cientos de miles de puestos gubernamentales estaban vacantes y el gobierno no estaba haciendo nada para llenarlos. 

Los manifestantes también criticaron la corrupción en el reclutamiento, pidieron el fin de la discriminación de género en las instituciones y dijeron que el gobierno debería garantizar la libertad académica y la libertad de expresión en los campus .

Con una elección general prevista para abril / mayo de este año, los estudiantes y los jóvenes critican el historial de Modi. Durante su campaña electoral de 2014, Modi prometió crear 10 millones de empleos al año en el país, pero el desempleo juvenil sigue siendo alto. 

Las frustraciones de los jóvenes se hicieron eco de los líderes políticos y activistas. El activista Dalit de Gujarat, Jignesh Mevani, dijo en el mitin: «Casi 2.4 millones de puestos gubernamentales están vacantes. «El nuevo gobierno que llegará al poder después de las elecciones debe emplear a personas en los puestos de trabajo del gobierno sancionados dentro de los 100 días». 

Dharmendra Yadav, legislador del Partido Samajwadi, un partido político regional en el estado norteño de Uttar Pradesh, dijo que los estudiantes tienen el potencial para desalojar al gobierno de Modi, que actualmente tiene una gran mayoría en el parlamento. 

Ashish Sinha, quien con un título de posgrado en periodismo vive en el distrito de Lucknow en el estado norteño de Uttar Pradesh, dijo: «El aumento del desempleo es un motivo de preocupación y es probable que desempeñe un papel importante en las próximas elecciones». los jóvenes «están siendo empujados hacia la miseria y la pobreza indecibles debido al desempleo. Se están levantando contra el gobierno «.

Rajan Saxena, un graduado de ingeniería de Rajasthan que participó en el mitin, dijo: “Después de graduarme no conseguí un trabajo de acuerdo con mi calificación y capacidad. Muchos de mis amigos, que son ingenieros o han hecho capacitación de aprendices en diversos oficios de institutos de capacitación industrial, están desempleados o subempleados. Nuestras vidas no son una broma. 

«Gastamos gran parte de nuestro tiempo y recursos para aprobar los exámenes y completar los estudios, pero no conseguimos trabajo». 

Mamta Khare, maestra de una escuela en Delhi que estaba en la marcha, dijo que los jóvenes educados estaban enojados por los recortes masivos de empleos. «La ira está aumentando por el desempleo. En el sector gubernamental, los empleos se han recortado drásticamente. Lo mismo es cierto para el sector privado «.

Los manifestantes dijeron que las «políticas anti-juveniles e ineficientes» del gobierno habían llevado a un mayor aumento en la tasa de desempleo en todo el país, lo que a su vez llevó a un aumento en los movimientos de estudiantes que solicitan empleos en el sector público. 

El año pasado se informó , por ejemplo, que cientos de graduados se encontraban entre las 200,000 personas que solicitaron trabajo como agentes de policía en Mumbai, lo que normalmente requiere solo la finalización de la escuela secundaria. Los postulantes graduados incluyeron 423 con títulos de ingeniería y 167 con MBA. Tales informes se han vuelto comunes en los últimos años.

“Los datos suprimidos por el gobierno muestran que la tasa de desempleo del país es la más alta en los últimos 45 años. El gobierno debería decirles a los jóvenes lo que han hecho en los últimos cinco años ”, dijo Yadav, del Partido Samajwadi. 

Un informe reciente del Centro para el Empleo Sostenible en la Universidad Azim Premji, Estado de la India Trabajadora 2018 , señaló que el desempleo entre las personas bien educadas, con un 16%, es tres veces el promedio nacional. 

Según el informe, de los aproximadamente 55 millones de personas que tienen al menos un título de posgrado, se estima que unos 9 millones están desempleados, y que los desempleados son jóvenes desproporcionadamente, más del 60% de ellos tienen entre 15 y 25 años. 

Modi devuelve el golpe

Modi respondió a la crítica y dijo que se habían creado unos 4,1 millones de empleos formales entre abril de 2018 y septiembre de 2018, según cifras de la Organización de Fondos de Previsión de los Empleados. 

“También sabemos que el sector informal constituye alrededor del 80% de todos los empleos. La creación de empleos en el sector formal también puede tener un efecto derivado en la creación de empleos en el sector informal ”. 

Sin embargo, admitió que“ más que la falta de empleos, el problema es la falta de datos sobre los empleos. Nuestros oponentes naturalmente aprovecharán esta oportunidad para pintar una imagen de su elección y culparnos a nosotros «.» 

Reversión de los recortes «a la educación superior

Los manifestantes también pidieron el fin de los recortes en la educación superior, incluida una reversión de la política del gobierno de cerrar las universidades y recortar puestos y pedir que el gasto en educación represente el 10% del presupuesto del país. 

Para 2018-19, al Ministerio de Desarrollo de Recursos Humanos, que se encarga de la educación, se le asignó solo el 3,5% del presupuesto del país, el más bajo desde 2014, cuando era el 6,15% del presupuesto total. 

Sucheta De, presidente nacional de All India Students Association (AISA), dijo: «Los estudiantes de todas las universidades que han sido etiquetados como ‘antinacionales’ han venido aquí para presentar sus demandas», una referencia a las críticas del gobierno a las protestas estudiantiles contra las claves. política gubernamental.

El ex presidente del sindicato de estudiantes de la Universidad Jawaharlal Nehru (JNU), Kanhaiya Kumar, ahora líder de la Federación de Estudiantes de Toda la India (AISF), una organización de estudiantes de izquierda, dijo que los jóvenes «han defendido sus derechos y el gobierno en contra de la gente. las políticas no se les permitiría continuar «. 

Kumar fue arrestado y acusado de sedición en febrero de 2016 por la policía de Delhi por su papel durante un mitin de estudiantes en el campus de JNU donde supuestamente se levantaron consignas contra la India. 

La editora de University World News Asia, Yojana Sharma, contribuyó a este informe .

Fuente: https://www.universityworldnews.com/post.php?story=20190214141725385

Imagen tomada de: https://www.suchtv.pk/media/k2/items/cache/3d5a73d87fdf754eabf356cb5bb6e751_XL.jpg

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Investigadoras desarrollan pedagogía para niños y jóvenes hablantes de lenguas originarias

América del NOrte/Mexico/

«Lo que hacemos tiene que ver con el derecho»

Ángel Vargas
Foto: Raúl Angulo Hernández
La Jornada Maya

Ciudad de México
Jueves 21 de febrero, 2019

En el Laboratorio de Lengua Cultura Víctor Franco del Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social (Ciesas) desde hace 10 años las investigadoras Frida Villavicencio Zarza y Eva Salgado Andrade desarrollan metodologías para ser aplicadas en la enseñanza y el aprendizaje entre niños y jóvenes hablantes de las 68 lenguas originarias del país.

Al respecto, mencionan la falta de materiales educativos adecuados para la diversidad lingüística y cultural y señalan que la brecha digital crece en los centros educativos a los que asisten niños indígenas.

También han elaborado una serie de propuestas para realizar materiales educativos multimedia destinados a niños y jóvenes bilingües hablantes de esas lenguas, además de varios juegos de mesa.

De igual manera desarrollan proyectos interactivos como muñecos y objetos robóticos parlantes. A la fecha, cuentan con ejemplares de éstos en totonaco, náhuatl, wixárika, purépecha, maya yucateco y mixteco.

Con motivo del Día Internacional de la Lengua Materna, que se celebra el 21 de febrero, y que 2019 fue proclamado por la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) Año Internacional de las Lenguas Indígenas, Villavicencio y Salgado destacan que su premisa es la integración de la lengua y la cultura.

‘‘El trabajo que realizamos es proponer innovación y unir el conocimiento de las ciencias humanas desde una perspectiva que considera a la lengua y la cultura implicadas forzosamente”, explican.

‘‘No hay lengua sin cultura, no hay cultura sin lengua y todo se debe abordar desde esa perspectiva. Nuestra propuesta es interdisciplinaria, aunada a las tecnologías de la información y la comunicación.

‘‘Llevar las lenguas indígenas a las tecnologías y viceversa. Es todo un concepto de innovación y como laboratorio proponemos prototipos, tipos primeros para la atención de uno de los grandes problemas en México: la educación de los niños y jóvenes en contextos de diversidad lingüística y cultural.”

Nacer en contextos de diversidad cultural

De acuerdo con Frida Villavicencio y Eva Salgado, ambas con doctorado en lingüística, al hablar de lenguas indígenas siempre se alude a su preservación, pero no a los hablantes por lo que la finalidad de su trabajo es contribuir al desarrollo pleno de éstos.

‘‘Son niños y jóvenes que nacen en contextos de diversidad cultural en la lengua materna de sus abuelos y padres; es la que ellos deberían asimilar como propia de manera completa y luego incorporar ya el español. Un objetivo es decir que preservemos la lengua, pero ésta es nada sin alguien que la hable”, sostienen.

‘‘Lo que hacemos tiene que ver con el derecho de los niños y jóvenes de culturas originarias a constituirse como seres humanos íntegros, aspecto para el cual el lenguaje es crucial”. Consideran que la metodología planteada coloca en el centro de la misma a los hablantes de las lenguas indígenas como expertos en éstas y su cultura.

‘‘Son ellos los que imaginan, idean los contenidos de los materiales y la interacción en ambientes reales de uso”, concluyen las investigadoras.

Fuente: https://www.lajornadamaya.mx/2019-02-21/Investigadoras-desarrollan-pedagogia-para-ninos-y-jovenes-hablantes-de-lenguas-originarias
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Un libro de texto electrónico escandaliza a Antigua

Caribe Insular/

Hace un par de semanas, el líder de la oposición en Antigua, Jamale Pringle, pidió la renuncia del Ministro de Educación, Michael Browne. ¿Por qué?

Ha aumentado la presión en relación con los 6.000 libros electrónicos que se utilizarán en las escuelas secundarias. El contrato para la realización de estos libros se hizo con una compañía de India, FortunaPix, por $9 millones. El debate se centra en una tarifa de licencia adicional de US$250 por cada usuario de eBook por año, por un total de $5 millones por año, que nunca se señaló al Gabinete.

Al Ministro de Educación se le acusa de no seguir los procedimientos contractuales debidos. Algunos incluso se preguntan si recibió sobornos durante la adquisición, mientras abandonaba el país con esta factura anual. Esto ha conducido a que el Primer Ministro advierta sobre las consecuencias para quienes firmaron el contrato. También condujo a que el Ministro de Educación declarara, durante el debate sobre el presupuesto de 2019: “No hubo irregularidades. No hubo ningún intento de engañar, no hubo ningún intento de encubrir, no hubo ningún intento de esconderse”.

Esta no es la primera vez que el gobierno decide lanzar libros electrónicos. La misma iniciativa se probó en 2016, con la siguiente declaración en el comunicado de prensa del gobierno: “Se espera que la medida para digitalizar los libros de texto reduzca significativamente los gastosen que incurre el Consejo de Educación. El cuerpo estatutario gasta más de cuatro millones de dólares anualmente en libros de texto para satisfacer las demandas de los estudiantes”.

El objetivo de reducir el costo de los libros de texto es totalmente válido. En promedio, a nivel mundial, los hogares pagan una quinta parte de la factura de la educación, que a menudo se debe al costo de los materiales escolares. Cuánto cuestan los libros de texto por unidad depende de cada país, el costo oscila entre los US$2-4 en África subsahariana y los US$0,33-0,66 en Vietnam, por ejemplo: ¡ambos mucho menos que la aterradora factura individual de US$250/unidad que actualmente paga Antigua!

Una faceta interesante de esta historia es que el último contrato del gobierno para libros electrónicos, en 2016, fue con la misma compañía: FortunaPix. Por lo tanto, el dedo de la culpa, se podría decir, no solo debe señalarse a aquellos en el gobierno, que cometieron un error, sino también a la compañía por hacer trampa en primer lugar.

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El Informe GEM 2017/8 sobre la rendición de cuentas dedicó un capítulo entero a la necesidad de responsabilizar a los actores privados en la educación, cuya participación en el sector crece año tras año. Se anticipa, por ejemplo, que el gasto en la tecnología educativa alcance los US$250 mil millones para 2020. Se necesita una regulación mucho más estricta por parte de los gobiernos de la participación del sector privado, advirtió el Informe, para garantizar que la rentabilidad no tenga mayor importancia que la equidad y la calidad.

Antigua, demostramos, no es el único país que ha sido víctima de este tipo de problemas. Muchos gobiernos se han asociado con proveedores privados de tabletas y computadoras portátiles para superar la “brecha digital” entre estudiantes y escuelas. Sin embargo, muchas de estas iniciativas han beneficiado a los proveedores, no a los estudiantes, debido a las malas adquisiciones y la ejecución de contratos, como en Tailandia, donde un proveedor privado de computadoras portátiles no pudo entregar 800,000 tabletas, se negó a pagar los cargos de demora, se declaró en bancarrota y rescindió el contrato. En India, igualmente, una asociación público-privada para tabletas, llamada Aakash, terminó beneficiando principalmente al vendedor debido a la inadecuada ejecución del contrato con el gobierno.

Lo que se espera es que FortunaPix decida romper el contrato, ahora que se ha demostrado que es tan evidentemente insostenible. Y, la próxima vez que se cree un contrato, el gobierno debe comprometerse por completo a garantizar procesos transparentes, verificando que no haya implicaciones negativas para la equidad y monitoreando el cumplimiento.

Fuente: https://educacionmundialblog.wordpress.com/2019/02/18/un-libro-de-texto-electronico-escandaliza-a-antigua/

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