Por: María Elena Rojas / Cali
Para entender el conflicto hay que conocer por lo menos una parte de la historia de Colombia.
Colombia lleva 30 años siendo asesinada, a merced de Narcoparamilitares que poco a poco han ido escalando poder en el Estado colombiano, a manos del creador de los paramilitares, el expresidente y hoy exsenador de la República Álvaro Uribe Vélez.
Éste, quien después de ser cómplice y socio de Pablo Escobar Gaviria y creador del paramilitarismo, participaría en la eliminación de Escobar y en la desintegración del cartel de Medellín, para luego apoderarse de esta silla vacía, del negocio de la coca y el narcotráfico del país. Todo lo anterior con el hostigamiento a campesinos para desplazarlos y apoderarse de sus tierras.
De igual manera, Uribe ha utilizado como pretexto y caballo de batalla para sus campañas, la lucha contra la guerrilla, convenciendo al pueblo de que acabaría con ellas. Al llegar al poder necesitaba demostrar que estaba cumpliendo. Para lo cual, en sus 8 años de gobierno, asesinó a más de 10.000 colombianos civiles y a quienes hizo pasar como bajas de la guerrilla, los hoy conocidos los falsos positivos.
Fue un opositor del proceso de paz, en el gobierno anterior al de Duque. Y participó en las últimas elecciones como candidato en la sombra, al punto de colocar con una variopinta de tejemanejes corruptos al actual presidente Iván Duque. Quien literalmente es hoy reconocido como un títere por toda Colombia, pues de sobra ya se sabe que quien da las órdenes es Uribe.
Debo añadir que su gobierno es ilegitimo. Puesto que las elecciones fueron ganadas con compra de votos, compra de la Registraduría y fraude en las Urnas. En este momento el Uribismo concentra el 90 % del poder en Colombia. Incluyendo jueces y magistrados.
Desde el mismo momento en el que se posesionó Duque, empezaron a acelerarse los asesinatos selectivos de líderes sociales y defensores de derechos humanos nacionales. Además de un abuso escribo en precios y deterioro en la calidad de vida, que ya era bastante mala por las reformas políticas creadas por Uribe en sus 8 años.
Con la pandemia la calidad de vida llegó a límites insoportables para la población de clase media baja y baja. El gobierno se endeuda aún más con la comunidad internacional para apalear la crisis, pero por la corrupción del gobierno, esos recursos no han llegado a la gente que realmente lo necesita, y para completar el gobierno presenta al congreso una serie de reformas tributarias y de salud entre otras, que pretenden que el pueblo colombiano pague la deuda, con impuesto y pagos adicionales en salud educación entre otros, servicios sociales.
Después de todo esto, los colombianos de las clases media y media baja, deciden entrar en paro indefinido y salir a marchar pacíficamente, pero como todo el mundo ha visto, ha sido desde el primer día, tratado por el Estado, de manera violenta negando el derecho constitucional a la protesta, con masacres y desapariciones forzadas. Como siempre lo ha hecho el gobierno del centro democrático.
En concordancia, el paro obedece a los siguientes puntos de inconformidad.
- Un cumulo de descontentó social frente a la reforma tributaria abusiva y en contra de las personas que hoy apenas subsisten. Muchas incluso hasta con una sola comida al día. Otros mueren de hambre como es el caso de la Guajira.
- El mal manejo de la pandemia ha evidenciado el no futuro de los jóvenes.
- Los acuerdos de paz no se han cumplido.
- El presidente es un mentiroso y tiene a los medios de comunicación arrodillados al servicio de sus mentiras.
- La corrupción se ha incrementado y es más descarada y abusiva que nunca.
- El gobierno es ilegítimo. Puesto que hay pruebas suficientes de fraude electoral por la compra de votos, ayuda del narcotráfico y compra de la Registraduría.
- Quien gobierna no es Iván Duque sino Álvaro Uribe Vélez.
- Cada día tenemos evidencias sobre el narco estado y el paramilitarismo en el gobierno y el Parlamento y como la justicia es de ellos, no pasa nada.
- El gobierno ha favorecido a las pocas grandes fortunas del país y ha desfavorecido a las mayorías.
- La economía colombiana es básicamente feudalista, pero está importando alimentos.
- La educación ha tenido recortes y tiende ser privatizada.
- Con la ley 100 ya se había privatizado la salud, y las más grandes EPS son propiedad de los Uribe. Son un negocio, y el servicio es pésimo. Con la nueva reforma además de pagar la EPS, los colombianos tendrían que pagar un seguro adicional.
- Las masacres y los asesinatos sistemáticos a líderes/as y jóvenes no terminan.
En síntesis, la gente llegó a su límite de aguante. Ha resistido demasiada hambre y sufrimiento, esa es la razón por la que ahora están decididos a resistir hasta vencer o morir en la protesta pacífica.
Los jóvenes son los que están en primera línea enfrentando a piedra las tanquetas y los disparos y están siendo asesinados desaparecidos heridos y las mujeres violadas por la policía.
Los demás, en las calles y en las casas están siendo víctimas de violencia. Psicológica, puesto que los helicópteros, y aviones de guerra, sobrevuelan todo el día y han llegado a disparar desde lo alto.
Los indígenas del Norte Cauca han estado apoyando el paro en todo el país. Con su pacifica guardia, nos han dado lecciones de valentía respeto y humildad.
El expresidente Uribe atrincherado tras el Twiter dispara órdenes y declaraciones de odio guerrerista, para incitar a los ricos a enfrentar, armados, y en compañía de la policía, a los manifestantes y a los indígenas.
Y los colombianos en el exterior, estamos manifestándonos y moviendo redes sociales, para hacer que el mundo conozca por fin la verdadera realidad del país que amamos, aunque no podamos habitar.
Fuente e imagen: nuevarevolucion