Género, universidad y movimientos sociales.

América del Sur/Argentina/Fuente:http://www.diarionorte.com/

Por: Claudia Araujo.

El estudio de la temática de género en la región presenta dos nuevas propuestas universitarias este año. Con una diplomatura y una especialización la UNNE se abre un espacio de diálogo con organizaciones sociales y políticas que ya vienen trabajando la problemática.

“Se ofrece una democratización del conocimiento, porque esta salida a la comunidad es responder a lo que ella misma nos demanda”, resume Analía García, directora del Centro Interdisciplinario de Estudios de Género (Cideg). 

Hace una semana se hizo el anuncio en Humanidades la facultad con mayor presencia de mujeres, con más del 80%.

Para los profesores que forman docentes la experiencia es trascendente porque permite empezar a transversalizar temas centrales puertas adentro de las instituciones.  

Con educación:

García añade una definición más: “Independientemente de la necesidad de atender la urgencia y la coyuntura, quienes hacemos docencia consideramos que en cuestiones de género las estructuras se van a modificar con educación”. 

La diplomatura es un tipo de formación que busca combinar avances teóricos (históricos, antropológicos, legales, biológicos y comunicacionales) con la experiencia territorial como los movimientos sociales, políticos y oenegés, y las políticas públicas del Estado.

El dictado de las clases está a caro de profesores de la UNNE, funcionarias públicas en tema de género de la provincia, especialistas en formación sexual y reproductiva, y referentes político-sociales.

Lo diferente:

Mabel Novoa también es parte del Cideg y cuenta que mucho de lo logrado en los últimos años comenzó con reuniones informales entre docentes de Humanidades interesados en trabajar en la temática hace casi una década: 2006 y 2007. Las conversaciones se fueron sucediendo, se hicieron proyectos de investigación y cada vez más crecía la necesidad de que todos esos trabajos se plasmen en un cuerpo que los contenga para que las cátedras empiecen a incorporarla. Y aclara: hablar de género que no es simplemente hablar de varones y mujeres, sino de sexualidades y de la relación de una sociedad con lo diferente.

“Cuando se sale del espacio hombre-mujer muchos se encuentran con un mundo que al no comprenderse lo primero que se hace es atacar y denostar”, describe.

¿Todavía es difícil el abordaje en ámbitos académicos? -Se está haciendo más fácil, lo que pasa es que cuando se dice género muchos piensan que solo nos referimos a las mujeres a las que disputan derechos a los hombres. Es un prejuicio muy básico que necesita ser estudiado, investigado y profundizado, por eso se amplían los campos. Es una temática muy interesante que nos demuestra que todos somos diferentes, concluye Novoa. 

Futuro cercano :

El centro de estudios de género es joven, se conformó en Humanidades en 2014. En él confluyen trabajos en varios aspectos: la historia de las mujeres en el Chaco, la presentación de trabajos en congresos regionales e internacionales y en otros espacios virtuales también. “Vamos avanzando y hay un camino del que ya no se puede volver a atrás”, dicen sus integrantes.

Como el centro y Humanidades suelen convocar a docentes que dictan cursos de posgrado, los vínculos con perfiles especializados como el de María Luisa Femenías era parte del todo. Ella dirige la nueva especialización en géneros para contribuir a que en la región se avance en un camino propio.

Otro aspecto es la perspectiva de género en las carreras. Sobre este punto el decano Aldo Lineras adelanta que Humanidades está en proceso de incorporarla en la segunda mitad de este año. “Hace cuatro a cinco años intentamos hacer un cambio curricular y se frustró porque hay sectores estudiantiles que se resistieron; vamos a empezar a introducir en extensiones con cuestiones sociales, y en los programas para que contengan la temática de género y la cuestión ambiental”, detalló.

En concreto, Lineras sostiene que la inclusión de esos contenidos en todas las materias demanda de un trabajo en conjunto para que la formación tenga sentido: “Entre todos queremos hacer un trabajo de formación de base y generar mecanismos, como los protocolos, para ver cómo superan los casos de violencia  por ejemplo”.

Los enfoques :

La diplomatura universitaria “Género y sexualidades. Movimiento de mujeres y políticas públicas” pretende cooperar al desarrollo integral de las mujeres con el objetivo de lograr la equidad.

Está destinada a referentes de movimientos sociales, oenegés formales e informales, partidos políticos, funcionarios/as, entidades del culto, medios de comunicación.

Entre los organizadores están la Subsecretaría de Participación Comunitaria y Género del Ministerio de Seguridad del Chaco, el Centro Interdisciplinario de Estudios de Género (Cideg) de la Facultad de Humanidades.

Para docentes:

Mientras que la especialización en educación, géneros y sexualidades (también organizada por el Cideg y Humanidades), se construyó en colaboración con la Universidad Nacional de La Plata.

El propósito de esta oferta es ofrecer un trayecto de formación, conocimiento y acción sociocultural y educativa que aborde los problemas de la formación de futuros docentes; pone el acento en las relaciones entre los procesos socio-históricos, que impactan en la educación y las formas de enseñar.

La formación está destinada a profesionales con título universitario de grado, dura dos años y se dictará en Humanidades.

Fuente: http://www.diarionorte.com/article/139696/genero-universidad-y-movimientos-sociales-

Imagen: http://www.unne.edu.ar/entorno/fotos/CIDEG.jpg

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Los salarios de las mujeres en México: 10 años de rezago

América del Norte/México/Abril 2016/Autor: Ivonne Lara / Fuente: hipertextual.com

«La brecha salarial de género se define como la diferencia entre la media de ingresos entre hombres y mujeres con relación a la media de ingresos de los hombres.» Así conceptualiza este término el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), y en este sentido, en México, hay todavía mucho qué trabajar para cerrar la brecha salarial. No se trata solo de un reto de este país y sí uno de vital importancia en la agenda mundial y del que se estima que serán necesarios 117 años para que la brecha de género se cierre en el aspecto económico.

Y es que la brecha de género comienza desde las oportunidades laborales que existen para las mujeres. En México no es poco común encontrar restricciones de género para conseguir trabajo y, aunque se obtenga, es probable que sea realizado con una remuneración menor a la que recibiría un hombre en el mismo puesto. Esto lo dejan ver los análisis y reportes que distintas organizaciones realizan para monitorear los avances y retrocesos en este tema a nivel mundial. Es el caso del Reporte de Brecha de Género anual que realiza el Foro Económico Mundial (WEF, por sus siglas en inglés).

México se encuentra en el puesto 71 de las 145 naciones analizadas. Los avances más significativos se encuentran en materia de oportunidades igualitarias en educación y salud, sin embargo, en el tema de las oportunidades económicas, así como la participación política presenta una gran brecha de género. Desde 2006, México se encuentra en posiciones similares, siendo 2015 su mejor puesto con respecto a los demás años; los avances más significativos siguen estando en el área de salud y educación, así como algunos avances en la participación política de las mujeres.

Aún con lo anterior, el Centro de Estudios Sociales y de Opinión Pública (CESOP) de la Cámara de Diputados, en su documento «Situación actual de la mujer en México: retos y perspectivas», señala que: Casi el 50 por ciento de las mujeres de 15 años y más se encuentran en situación de rezago educativo. Es decir, 23 millones de mujeres de esa edad no contaban con la educación mínima para desempeñarse adecuadamente en el mercado laboral en 2010.

En México, de los 52.1 millones de personas que integran la fuerza laboral 32 millones 400 mil son hombres y 19 millones 700 mil son mujeres. Esto significa la menor tasa de participación laboral femenina en toda América Latina. Según el INEGI, la razón de esta diferencia se debe a que aún muchas mujeres se dedican al hogar. Ahora bien, las mujeres trabajadoras ganan 22.9% menos que los hombres; y se estima que la brecha salarial de género en México alcanza del 10 al 15% en promedio. El panorama es complicado cuando conocemos que el incremento de sueldo de las mujeres, aunque lo ha habido, llega a los promedios que los hombres tenían hace 10 años, es decir los salarios de las mujeres tienen un rezago de una década.

Por otro lado, los únicos puestos en los que las mujeres ganan más que los hombres corresponden a las áreas de las Fuerzas Armadas, algunos servicios y trabajos domésticos, en este último se maneja una cifra del 6% mayor que los salarios para hombres. En cuanto a los puestos políticos las mujeres ocupan generalmente los puestos de menor rango.

Pese a todas estas situaciones, y tal vez por esto mismo, las mujeres son grandes emprendedoras en México, según la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), en 2013, señaló que de cada cinco pequeñas y medianas empresas (Pymes) creadas, tres eran lideradas por mujeres.

La agenda global

Como se comentaba líneas arriba, este tema no es exclusivo de México. En el panorama mundial los avances en esta materia todavía requieren de muchos años de trabajo. En los análisis del Banco Mundial que datan del 2006 se ha documentado una década ya de la brecha de género y se pueden deducir lo siguiente:

La fuerza laboral femenina ha crecido de 1.5 mil millones de personas en 2006 a 1.75 mil millones en 2016.

El aumento en los salarios no ha cerrado la brecha de género en esta década. Los salarios de las mujeres son los que tenían los hombres hace 10 años.

El mayor avance en esta materia corresponde a la participación femenina en los puestos políticos. En 2015, 19% de los puestos parlamentarios estaban a cargo de mujeres, el 15% de los puestos de ministros y el 50% de los países han tenido una mujer a la cabeza del poder. Aún así la tendencia mundial tiene mucho trabajo por delante en este sentido.

Los países con los menores índices en cuanto a brecha de género son:
Islandia
Noruega
Finlandia
Suecia
Irlanda
Ruanda
Filipinas
Suiza
Eslovenia
Nueva Zelanda.

Fuente de la noticia: http://hipertextual.com/2016/03/salarios-de-las-mujeres-mexico

Fuente de la imagen: http://i1.wp.com/hipertextual.com/files/2016/03/mujeres-trabajando-mujer.jpg?resize=610%2C371

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