España/31 julio 2017/Fuente: Gonzoo
Son muchos los jóvenes y familias que se ven en la necesidad de solicitar créditos bancarios o acudir al ‘crowdfunding’ para hipotecarse por estudiar. Por ello, algunas universidades nacionales impulsan programas de emergencia y fondos propios de ayudas sociales para que ninguno de sus alumnos se vea obligado a abandonar la carrera.
Si el sistema educativo español se caracteriza por algo, no es, por desgracia, por tener a alguna de sus universidades en el Top Ten de las más valoradas por los rankings internacionales. No. En realidad lo que más destaca y avergüenza de este sistema es el elevadísimo coste de las tasas de matriculación que año tras año deben pagar los estudiantes para poder acceder a una carrera universitaria.
Y es que, mientras que en algunos países de Europa, como en Dinamarca, Polonia, Suecia, Malta o Finlandia, el acceso a la universidad llega a ser totalmente gratuito, en España solamente por matricularse, los estudiantes deben abonar una media de 1.100 euros. Para hacernos una idea, un estudio de la Federación de Enseñanza de Comisiones Obreras ponía en evidencia que poder estudiar una carrera en nuestro país era 20 veces más caro que hacerlo en Alemania. Por ejemplo.
Así, la realidad es que mientras que los precios no bajan y las becas no llegan para todos, muchos jóvenes y sus familias se ven obligados a hipotecarse para poder formarse académicamente y tratar de garantizarse un futuro. Posiblemente de aquí a unos años, nada más nacer en vez de ir corriendo a registrar al niño en cuestión, haya que abrirle una cuenta de ahorros que les permita algún día llegar a matricularse en una universidad española.
Pero más allá de esas becas públicas casi inexistentes, o de recurrir a créditos o crowdfundings para que unos cuantos mecenas sociales te presten su dinero sin saber muy bien con qué finalidad, algunas universidades españolas cuentan con fondos de ayudas propios con los que tratan de garantizar que ninguno de sus alumnos se queden a las puertas de estudiar su carrera deseada por cuestiones económicas.
Universidad de Málaga. A través de su Fondo de Ayudas de Emergencia garantiza que aquellos alumnos cuya familia ha sufrido una “disminución drástica” de los ingresos durante los años 2016 y 2017, así como para familias en situación de riesgo de exclusión social, consigan paliar esta situación con el abono de la cantidad igual al 50% del importe de la matrícula, el aplazamiento excepcional del abono de la matrícula, pago de manutención del alumno, pago del alojamiento provisional en residencias de estudiantes o de aquellos pisos de alquiler, entre otras.
Universidad Complutense de Madrid. La facultad madrileña cuenta también con un Programa de Ayudas Extraordinarias al Estudio con el que pone en valor “la defensa de la enseñanza pública y la igualdad de acceso”. Por ello, dispone de estos fondos propios de la UCM, que entran dentro de su margen de disponibilidad presupuestaria.
Universidad Autónoma de Madrid. Los alumnos de este centro que se encuentren con dificultades para cursar sus estudios por motivos económicos, con su convocatoria de Ayudas con cargo al Fondo Social de Estudiantes de la UAM. Ayudas que se destinarán a compensar parte el importe de la matrícula y que van de los 200 a los 2.000 euros, según los estudios que se cursen.
Universidad Pablo de Olavide Sevilla. Este centro, “consciente de las dificultades que tienen los estudiantes con rentas bajas para hacer frente a los gatos que conllevan los estudios universitarios en el contexto actual de crisis económica”, tal y como reza en su página web, y por la igualdad de oportunidades a través de la educación para que nadie quede excluido del derecho al estudio en la universidad por motivos económicos, pone a disposición de sus alumnos un Fondo de Solidaridad. Un programa de ayudas que tiene una dotación inicial de 30.000 euros, gestionados desde el propio Vicerrectorado de Estudiantes de la universidad.
Universidad de Salamanca. Este histórico centro ofrece a los alumnos con una situación económica, social o familiar que pueda impedir la continuidad de sus estudios un Fondo de Solidaridad con aportaciones propias de la universidad. Unas ayudas que oscilan entre los 14.000 y los 53.000 euros, según las dificultades, necesidades y miembros que forman la familia de cada estudiante.
Universidad Pompeu Fabra de Barcelona. Con su Programa de Ayudas al Estudio enmarcado en el Programa de Responsabilidad Social de la Universidad trata complementar, desde el año 2013, las becas del Estado y solventar parcial o totalmente las dificultades de sus alumnos de Grado para costearse la matrícula. Un programa financiado con fondos propios de esta institución y que cuenta anualmente con el espaldado de la asociación de estudiantes ‘PompeuFarra’, que cada año hace entrega de un cheque que ronda la cantidad de 10.000 euros.
Fuente: https://www.gonzoo.com/actualidad/story/los-fondos-de-ayudas-a-estudiantes-de-las-universidades-espanolas-para-combatir-la-escasez-de-becas-publicas-5868/