El informe realizado por la Universidad de Alcalá de Henares y dirigido por Juan Carlos Torrego ha recogido información de más de 33.000 personas entre estudiantes, familias, equipos directivos, docentes y equipos de orientación escolar. Casi un 10 % del alumnado ha sufrido acoso por parte del 4,6 % de quienes reconocen haberlo realizado. Un 10.6 % de estudiantes dicen haber sido testigos.
El Estudio estatal sobre la convivencia en los centros de educación primaria es el primero de estos que se elabora desde el Observatorio Estatal de la Convivencia desde que este mismo organismos publicara, en 2010, un informe similar, dirigido por María Díaz-Aguado, y centrado en la etapa de secundaria. En esta ocasión, ha corrido a cargo de un grupo de investigadores dirigido por Juan Carlos Torrego Seijo, de la Universidad de Alcalá de Henares y que en la anterior etapa del Observatorio Estatal fue uno de sus integrantes.
Casi 400 páginas de estudio que ofrecen una enorme cantidad de información sobre cómo la comunidad educativa vive la convivencia escolar, el acoso y las diferentes relaciones que se establecen o deben establecerse entre sus miembros. De este maremágnum, destaca, efectivamente, una prevalencia de, 9,5 % de estudiantes que han sido víctimas de acoso y el 4,6 % de quienes han acosado a alguien en los últimos meses. Las cifras son prácticamente las mismas para el ciberacoso, sufrido por el 9,2 % y protagonizado por el 4,62 %. A esto se suma el 10,65 % de quienes dicen haber sido testigos de situaciones de acoso.
El informe atribuye la diferencia entre víctimas y victimarios “a la falta de reconocimiento de la responsabilidad por parte de los acosadores (…) y, por otro lado, a que un mismo alumno puede ser acosador/ciberacosador de más de un compañero”.
La muestra del estudio ha sido de 37.333 de quienes el 70 % corresponden a alumnos; el 19 % a familias; el 8% a profesorado; el 2 % equipos directivos, y 1 % estructuras de orientación. Un 58,12 % son mujeres y el 41,87 % varones.
Os dejamos aquí algunos gráficos para bucear en cómo se vive la convivencia en los centros de primaria según los datos que han recogido en la encuesta desde la Universidad de Alcalá de Henares y cuáles son las principales causas de los problemas que se dan.
Como puede verse en el gráfico, la convivencia parece no tener graves problemas en los centros. Los problemas más comunes y habituales tienen que ver con las molestias que generan los compañeros y que obligan a pedir ayuda y en menor medida, hablar en clase hasta el punto de interrumpir al docente en su explicación. Le siguen el uso de insultos y motes. También habría que atender a las peleas en clase y a las molestias de los compañeros.
Sin duda, destaca, en la columna de la derecha. Con una alta incidencia de la defensa pacífica ante los ataques de compañeros.
Las familias, por su parte, se muestran más benévolas en sus opiniones sobre lo que ocurre en los centros educativos en relación a la convivencia, ya sean interrupciones de la clase, el incumplimiento de las normas o con qué frecuencia se producen casos de ciberacoso o abuso sexual en el centro.
A pesar de que los problemas de convivencia más graves no parecen tener un enorme peso en la situación de niñas y niños, lo cierto es que hay un porcentaje más o menos relevante de alumnas y alumnos que se sienten víctimas de acoso. El 9,53 % así lo aseguran. Frente a este colectivo está el de quienes admiten haber acosado a alguien en su clase, una cifra de algo menos de la mitad, el 4,58 %. Desde el estudio se explica que esta diferencia entre ambas cifras puede deberse a que quienes acosan no tengan claro que lo hacen o que la misma persona bien pueda estar acosando a más de un compañero o compañera.
El estudio centra una parte de las pesquisas en las reacciones de las personas que presenciaron alguna agresión en el centro, ese 10,65 % del alumnado que fue testigo.
También se ha preguntado al profesorado por los motivos de las dificultades de convivencia en los centros educativos desde su punto de vista. Aunque hay ítems que coinciden con los alumnos, también hay diferencias más o menos claras. Abajo aparecen dos gráficos que recogen los diferentes motivos de complicación de la convivencia y cuánto peso tienen según maestras y maestros.
El estudio también ofrece datos sobre la percepción de los equipos directivos y de las estructuras de orientación que ofrecen porcentajes bastante similares a los del profesorado.
Fuente e Imagen: https://eldiariodelaeducacion.com/2023/05/03/el-95-del-alumnado-de-primaria-ha-sido-victima-de-acoso-escolar/
El Sindicat de Treballadors i Treballadores de l’Ensenyament del País Valencià (STEPV) reclama a la Conselleria de Educación que arbitre «un protocolo urgente» para hacer frente a las altas temperaturas y reducir «el estrés térmico» en los centros educativos.
Con ese objetivo, el sindicato ha trasladado a la administración una propuesta con medidas para combatir el calor, especialmente a final del curso y en el mes de septiembre.
La propuesta también tiene en cuenta las diferentes pruebas que se realizan durante los meses de junio, julio y septiembre. En concreto, las oposiciones y las pruebas unificadas de certificación de las Escuelas Oficiales de Idiomas (EOI).
STEPV advierte que «la crisis climática es una realidad y estos meses son un buen ejemplo: marzo y abril están siendo los meses más secos desde que hay registros y las temperaturas están muy por encima de la media». Asimismo, esta semana se esperan temperaturas más propias del mes de julio que de finales de abril.
Por eso, su propuesta se divide en dos bloques de medidas: estructurales (durante todo el curso) y coyunturales (ante las pruebas que se llevan a cabo en los meses de más calor).
MESA SECTORIAL ESPECÍFICA
La organización sindical ha solicitado una Mesa Sectorial específica para tratar esta problemática «lo más pronto posible e impulsar las medidas de climatización necesarias en los centros educativos».
«Es muy importante iniciar estas acciones lo más pronto posible para que la salud de nuestro alumnado y del profesorado, así como de las personas que participan de las oposiciones o de las pruebas de certificación, se puede ver afectada, como ya pasó el curso pasado. Esperamos que la Conselleria convoque esta Mesa Sectorial lo antes posible y se tomen las medidas necesarias para garantizar el bienestar de la comunidad educativa antes de que sea demasiado tarde», resaltan.
Convocan una manifestación este jueves por la tarde para reclamar una bajada de las horas lectivas y de las ratios y mejoras en las condiciones laborales
Los sindicatos de Educación han convocado para este jueves por la tarde una manifestación por un ’Rescate Educativo’ que pasa por una bajada de horas lectivas, reducción de ratios, menos burocracia, en definitiva, la recuperación de las condiciones laborales que tenían los docentes hace 12 años. La protesta tendrá lugar a partir de las seis de la tarde y partirá desde el Palacio de San Esteban, sede del Gobierno regional. Desde ahí pasará por la calle Jerónimo de Roda, la plaza de la Fuensanta, Gran Vía hasta terminar en la plaza Martínez Tornel.
Los sindicatos llaman a que se sumen a la protesta toda la comunidad educativa: «La situación es muy crítica en el sistema público de la Región, que necesita un rescate presupuestario con la máxima urgencia. El personal docente solo ha recibido hasta ahora, por parte de la Consejería de Educación y del Consejo de Gobierno, una negativa tajante a considerar cualquiera de los problemas que hay que abordar sin más espera».
En el manifiesto dejan bien claro que la Consejería «se niega a cualquier conversación sobre reversión de recortes, inversión o personal. No hay espacios de negociación ni escucha reales». En este sentido, exigen que se afronte «con decisión y presupuesto» la crisis de salud mental, grave, profunda y dolorosa, «que está azotando al alumnado, especialmente al más vulnerable». También, instan a que se aborde «con la máxima urgencia el colapso de las infraestructuras al que nos están abocando, reducirse de manera drástica la burocracia, para que el personal docente pueda atender a las familias, y reaccionar ante la necesidad imperiosa de una adaptación climática sostenible de los centros educativos».
Una protesta estudiantil hace un lustro en el Maria Espinalt fue el detonante para que el centro creara el departamento de Educación Afectivosexual
Pese a que estamos aún muy lejos de que la educación sexual sea una asignatura más en la totalidad de centros del sistema educativo catalán, es innegable que, gracias al esfuerzo y la tenacidad de muchas personas, se han dado pasos, en algunos casos, zancadas. La brecha la están abriendo centros como el instituto público Maria Espinalt de Barcelona, donde cuentan con el departamento de Educación Afectivosexual igual que cuentan con el de Ciencias.
La mecha se prendió hace cinco cursos, después de una huelga de estudiantes que reclamaban la obligatoriedad de la educación sexual. «Nos pedían que algo tan importante no podía quedar relegado a una optativa, que era una formación que tenía que llegar a la totalidad del alumnado, y tenían razón», recuerda Marta Caño, directora de este instituto del Poblenou. Los protagonistas fueron los y las -ellas fueron el motor- alumnas de tercero de ESO, quienes salieron al patio al grito de «¿por qué tengo que saberme los poemas de Lope de Vega y no sé dónde tengo el clítoris?».
Un grupo de profesores motivados, conscientes de que no les faltaba razón, cogió el guante. Primero crearon un grupo de trabajo y empezaron a formarse a través de la oenegé Sida Studi, «entidad que tiene un material buenísimo«, prosigue la directora del instituto, quien señala que el equipo tenía muchas ganas de dar respuesta a la reivindicación estudiantil, pero eran muy conscientes de que era un tema delicado y tenían que hacerlo bien.
«Con esos materiales fuimos haciendo poco a poco, introduciendo la mirada interseccional y la diversidad; el enfoque que hacemos es desde los cuidados, el cuidado del otro, la importancia del bienestar; enseñar al alumnado a relacionarse de forma saludable con los demás», explica Caño, quien añade que eso es algo que repiten siempre a todas las familias interesadas en el centro en las jornadas de puertas abiertas.
«El alumnado está encantado; se sienten muy agradecidos de disponer de ese espacio y eso llega a las familias«, resume la directora.
Experiencias compartidas
Siguiendo en el apartado de pequeños pasos dados, aún muy localizados, pero que van abriendo camino, está la creación hace ya unos cuantos años -en época precovid– de la red deEscuelas Feministas; que se definen como un grupo de docentes, madres, padres y colectivos que «apuestan por la transformación educativa de la escuela pública desde una mirada feminista«.
Otro paso -en este caso zancada, ya que viene desde la Administración y este sí está llegando a todos los institutos de Catalunya- es la formación sobre la menstruación en tercero de ESO, que empezó el curso pasado como una prueba piloto en un número reducido de centros, pero que este curso llegará a la totalidad de las escuelas e institutos de Catalunya.
Una formación realizada por profesionales en salud sexual y reproductiva de los CAP cercanos a cada centro, y a la que asisten de forma obligatoria -no es un taller optativo- tanto chicos como chicas, para intentar acabar con el tabú y los mitos de la regla y que, en el caso de las personas que menstrúan, va acompañado del reparto de un ‘kit’ menstrual, con productos de higiene íntima reutilizables (una copa menstrual, unas braguitas absorbentes y una compresa reutilizable).
Además, con la presencia de las comadronas en el aula, el programa ‘La meva regla, les meves regles’ [impulsado por la Conselleria de Feminismes], busca también generar un acercamiento y espacios de confianza para abordar temas que van más allá de la regla, como los métodos anticonceptivos.
El Centro Reina Sofía sobre adolescencia y juventud acaba de publicar su último estudio sobre la percepción que tiene la juventud en relación al cannabis: peligros, legislación, consecuencias de su consumo. A pesar de que parte de los datos aseguran que chicas y chicos son más conscientes de estas últimas, el porcentaje que cree que habría que suavizar o eliminar la legislación que persigue el consumo aumenta.
El debate sobre el consumo de cannabis, no solo en la juventud, no es nuevo. Desde hace años la FAD y el Centro Reina Sofía sobre adolescencia y juventud, estudian las percepciones que chicas y chicos tienen alrededor del consumo de esta sustancia. Los datos, aunque no varían enormemente entre la última oleada (2016), si señalan un relajamiento en las opiniones que tienen en relación al consumo y venta de cannabis.
En los últimos años, aunque ha aumentado el porcentaje de jóvenes que tienen una opinión negativa del cannabis (han pasado del 15,5 % al 17,7 %), ha bajado el de chicas y chicos a quienes no les ha cambiado (de 61 a 46 %, aproximadamente), mientras que el porcentaje de aquellos para quienes ha mejorado ha pasado del 17,5 % al 28,4 %.
De hecho, el porcentaje de quienes creen que hay que prohibir su consumo está en constante caída desde 2014 (ahora son el 21,5 %), mientras que el porcentaje de quienes creen que el consumo debería permitirse ha subido hasta casi el 70 %.
Algo parecido ocurre cuando los expertos han preguntado por la venta. Si en 2014 casi el 35 % de las personas encuestadas creía que debía prohibirse, en 2016 ya eran el 32,5 y en 2022 la cifra había caído hasta el 23 %. En paralelo, iba subiendo el porcentaje de personas que creen en la posibilidad de permitir la venta. en 2022 la cifra estaba en el 69,6 %.
Uno de los retos más importantes, seguramente, que tienen las autoridades, así como las y los expertos, es conseguir que chicas y chicos consigan la mejor información posible en relación al consumo de drogas, cannabis incluido.
Como suele pasar en cualquier tema relacionado con jóvenes e información o formación, las fuentes de los datos de los que disponen seguramente no sean las más fiables. Aunque ha habido algunos cambios con respecto a la última encuesta, Internet es, con muchísima diferencia, la fuente principal de su información. Los amigos en general y aquellos que consumen cannabis le siguen a la zaga. Médicos y especialistas serían la cuarta fuente de información. Docentes, familias, instituciones especializadas están, prácticamente, al final de la lista.
Tal ves las fuentes de información elegidas por chicos y chicas para informarse sobre el cannabis tenga cierta relación con la polarización de sus opiniones en relación a los riesgos que tiene este consumo.
Es una de las características más marcadas en relación a la encuesta de 2016. Si entonces el 15 % pensaba que solo con probarlo ya habría problemas, ahora lo creen el 34,5 %. En el otro extremo de la gráfica, quienes creen que no hace daño a quien está sano, aunque se consuma mucho ha pasado de 9,8 al 26,3 %.
De manera parecida, quienes creen que no genera problemas aunque se consuma con frecuencia ha pasado del 27,7 al 42,2, %, en oposición de quienes opinan que si se consume los fines de semana, lo más probables es que genere problemas, que han pasado de ser el 27,5 al 34,6 %.
A esto hay que sumar que casi la mita de los encuestados cree que tiene más y mejor información que en la oleada de 2016. Una cifra que ha subido casi 20 puntos porcentuales.
La mayor parte de las y los jóvenes utilizan habitualmente el cannabis, principalmente, para relajarse (38,6 %), para evadirse (33,5 %), para divertirse y pasarlo bien (25,6 %), pero también por motivos terapéuticos (19,5 %).
Cuando hacen un consumo esporádico, el orden de los motivos varía ligeramente. La diversión y el pasarlo bien se colocan en el primer lugar (40 %). Después estaría relajarse (33 %), evadirse y por curiosidad (27%) o porque lo consume el grupo de amigos.
Seguramente estos datos podrían explicar los porcentajes cuando se les pregunta por la legalización del cannabis para diferentes usos. Aunque la mayoría de las y los jóvenes opinan que no debería legalizarse para uso lúdico, (45,4 %), no es pequeña la cantidad de quienes creen que sería conveniente y necesario.
Unos porcentajes que cambian enormemente cuando el uso no es lúdico sino terapéutico. El 55,9 % de las personas encuestadas creen que es necesario y conveniente la legalización de este uso, frente al 30 % que no lo ven así.
Como admiten desde el propio informe, es necesario que se abra un debate en relación a un posible proceso de regulación del consumo legal de cannabis. Entre otras cosas, porque todo el continente está en esa misma situación. El problema de un debate regulatorio, aseguran desde el Centro Reina Sofía puede suponer un cierto mensaje de permisividad que podría ocasionar un aumento del consumo de esta sustancia, así como de los problemas asociados.
Desde el instituto de investigación, en cualquier caso, tienen claro que ante estas situaciones, el trabajo de prevención es imprescindible.
Fuente e Imagen: https://eldiariodelaeducacion.com/2023/03/22/la-juventud-espanola-se-muestra-mas-permisiva-con-el-cannabis-que-hace-unos-anos/
La Escuela Infantil Wattenberg, en Valladolid y con más de 30 años de historia, se ve obligada a cerrar ante las reformas en las aulas que Educación obliga a hacer para adherirse a la gratuidad en Infantil, una situación que ha puesto en la cuerda floja a muchas guarderías de la Comunidad.
“No va a quedar ni una, van a acabar con todas”. Este es el pensamiento de las escuelas infantiles privadas de Castilla y León que ven cómo la educación gratuita puesta en marcha desde el curso pasado por la Junta está provocando el cierre masivo de guarderías por no cumplir con los requisitos exigidos desde la administración autonómica. La última que se ha sabido que cierra sus puertas es la Escuela Infantil Wattenberg situada en la plaza Federico Wattenberg, un idílico lugar de Valladolid, donde crecen y educan a niños y niñas entre 0 y 3 años desde hace más de tres décadas.
Este cierre se suma al que hemos conocido esta semana en el Barrio San Pedro Regalado ante la falta de alumnos, pero en este caso el cierre es por otra circunstancia diferente, las reformas internas a las que la Consejería de Educación les obliga, ya que hacen muy complicada su continuidad. Y es que según la normativa, ahora es necesario que el patio exterior (que también es obligatorio y por el que muchas guarderías también están teniendo problemas de supervivencia) se comunique con un pasillo principal. En este caso, en la Escuela Infantil Wattenberg para salir al patio hay que pasar por un aula. Pues bien, según Educación tienen que hacer reforma y ‘comer’ espacio al aula, pero claro, si esto ocurre incumplirán con la normativa de metros cuadrados obligatorios para las clases. “Si no es por una cosa será por otra, está claro que quieren ir contra los centros privados”, lamenta Cecilia de la Red, propietaria del centro que abre las puertas a ELESPAÑOL Noticias de Castilla y Leónpara denunciar una situación que considera “injusta”
Además, el realizar esta obra, que sería muy costosa y se alargaría en el tiempo, tampoco garantiza tener luz verde ya que la escuela se encuentra en casco histórico de la ciudad por lo cual habría que tener mucho cuidado con las paredes y tabiques que se reforman y en un plazo de mes y medio. Por ejemplo, la fachada es intocable en una plaza que tiene como testigo al Museo Nacional de Escultura. “Son demasiadas piedras en el camino las que nos están poniendo”, lamenta Cristina Vega, directora y tutura de la clase de 2 a 3 años.
Rabia, tristeza e impotencia es la sensación que tiene la plantilla del centro infantil formado por la dueña y tres trabajadoras que a partir del próximo mes de agosto se ven abocadas al paro después de casi 25 años trabajando en el centro. La noticia también ha sido “un mazazo” para los padres que llevan mucho tiempo confiando en esta guardería con más de tres décadas de dando una formación “cercana y de calidad” a los niños y niñas. En estos momentos son más de 30 los que cada mañana aprenden y juegan en las aulas y que a partir del próximo curso tendrán que buscarse a otro lugar.
Cecilia de la Red también critica que el pasado año cuando ya llegaron inspectores de Educación para formar parte de la gratuidad de 2-3 años no les pusieron este impedimento. Al contrario, todo fueron alabanzas y felicitaciones, “en especial por el patio y por las buenas instalaciones que tenemos”, recuerda. Ahora, un curso después, y con los trámites de matrículas ya en marcha, han llegado con esta reforma interna de la estructura con la que nadie contaba. “Nos quedamos en shock cuando conocimos que nos imponían también esta medida”, asegura De la Red.
La Escuela Infantil Wattenberg ve muy oscuro el futuro. Su única opción es no adherirse a la gratuidad de la Junta de Castilla y León, no recibir la subvención, y seguir con las mismas instalaciones. Aunque en este caso, la propietaria tiene claro que “la viabilidad es imposible” al tener que competir con centros cercanos que sí tienen esta gratuidad. “Podemos aguantar un año, pero es muy complicado luchar con otros centros que sí tienen la educación gratuita. Estamos condenados a desaparecer porque luchamos contra una competencia desleal”, lamenta casi entre lágrimas, al recordar que son los colegios los grandes beneficiados de esta implantación de la gratuidad para menores de tres años.
Tres personas sin trabajo
Y es que detrás de este cierre hay muchas horas de esfuerzo, de sacrificio y de ilusión para poner en marcha una guardería que se ha convertido El equipo educativo está formado por profesionales cualificadas con titulación oficial y comprometidas con su labor pedagógica. Cristina Vega se queda sin palabras para decir lo que siente. “Qué te voy a decir, si llevo más de 20 años aquí, si estos niños lo son todo para mí. A los padres no sé ni qué decirles. Ahora tendremos que echar currículums y comenzar de nuevo”, se sincera.
En este caso ha sido por la falta de un pasillo que comunique con el patio, en otros precisamente por no contar con ese espacio exterior, en otros obligan a una cantidad mínima de metros cuadrados, contratación de profesionales…unas exigencias que están provocando cierres y más cierres de escuelas privadas. Algo que contrasta con el mensaje lanzado hace unos meses por la Consejería de Educación, Rocío Lucas, cuando anunció que habría “flexibilidad” para los centros que ofrezcan gratuidad de 1 a 2 años. “Son las mismas normas que para las aulas gratuitas de dos y tres años, por lo que flexibilizaremos la norma para que en los próximos cursos puedan participar en la participación de subvenciones para hacerlo gratuito», zanjó Lucas el pasado mes de febrero.
Sin embargo, como denuncian desde estos centros es algo que no es cierto. “Nos están poniendo muchas trabas, por lo menos a las guarderías”. Según los datos de la Junta, las familias de Castilla y León ahorran unos 2.000 euros por alumno y año, según la estimación de la Junta. Sin embargo, en el otro lado de la balanza se encuentra todo un sector que reconoce que está “en peligro de desaparición” como afirman desde la Agrupación de Escuelas Privadas de Castilla y León (Aecip) que ya el pasado curso advirtió de que esto podría ocurrir.
El Ministerio, junto a diferentes comunidades autónomas, ha realizado pruebas piloto de la nueva prueba de acceso a la universidad. Se trata de pruebas en las que se ha intentado un giro más competencial, acorde con la nueva Ley de Educación. Hablamos con algunos docentes sobre su contenido.
La prueba de Lengua y Literatura tiene alguna ausencia que muchos habrán acusado. El análisis sintáctico, ese leitmotiv de buena parte de la escolarización, ha desaparecido, prácticamente por completo, de un examen que se centra en el hecho comunicativo mediante textos de prensa, poesía y publicitarios.
La idea es que quienes se enfrenten a la prueba tienen que conocer los diferentes tipos de comunicación escrita, sea capaz de descifrar y explicar el tema de diferentes textos, conozca los rudimentos de la sintaxis y cómo puede esta verse comprometida esta, así como el significado de una frase, por la puntuación. Además, el alumnado tendría que relacionar las ideas principales que se desprenden de las tres piezas y componer, además, un texto sobre un tema propuesto.
En la prueba de matemáticas, antes de arrancar a leer el largo enunciado del primer problema, se ofrece información clave. Lo primero, una serie de fórmulas matemáticas; entre ellas, están algunas de las que necesitará para resolver los problemas posteriores. La otra información clave es que se ofrece al alumnado es posible utilizar cualquier tipo de calculadora para realización del examen. Esta es una de las más antiguas reivindicaciones de buena parte del profesorado de secundaria desde hace años.
Ayer, 2.000 alumnas y alumnos de 50 centros educativos de 12 comunidades autónomas hicieron la primera prueba piloto de la prueba de acceso a la universidad que debe responder a los criterios y metodologías de la Lomloe.
Con las pruebas vuelve a abrirse el melón, si es que alguna vez se cerró, sobre si son demasiado fáciles, si lo competencial está reñido con el contenido y el esfuerzo intelectual o no. María, docente de Lengua y Literatura que prefiere mantenerse en el anonimato, no está contenta con la prueba. “Me pregunto hasta qué punto acierta a evaluar la autonomía de los estudiantes a la hora de construir una interpretación autónoma de textos literarios, tal y como pretende el currículo, o si bien sigue siendo deudora del un aprendizaje más teórico que deben aplicar”.
Competencial o no, esa es la cuestión
La EvAU siempre ha sido la espada de Damocles de buena parte de la vida académica en España. Marca al minuto qué pasa en el último año de bachillerato y lo lleva haciendo décadas, bajo legislaciones completamente diferentes. El ejemplo perfecto de teaching to the test.
No va a dejar de jugar, desde luego, este papel, aunque sea con otros matices. Francisco Amaya es el secretario general de Educación en la Consejería de Extremadura. También y antes, es profesor de Lengua y Literatura en secundaria. Él está satisfecho con el cambio de la prueba, en la que ha participado activamente. Está alineada “con el enfoque competencial”, asegura. No solo permite aplicar los conocimientos que el alumnado ha tenido que adquirir a lo largo del curso, sino que conecta con la actualidad del alumnado y lo hace, además, a través de clásicos de la literatura como Jorge Manrique, una de cuyas coplas fue utilizada en el examen.
Para Amaya, la evaluación se centra en la vertiente comunicativa, “con la competencia para comprender textos y producirlos con sentido crítico”. Además, desde su punto de vista, es una buena herramienta para medir la madurez del alumnado al tener que valorar los clásicos desde una lectura contemporánea “y producir un texto sobre el que opinar, debatir, que les interpela directamente”.
Cristina, docente de Lengua también y que, como María, prefiere conservar el anonimato, no está contenta con lo que ha visto de la prueba. “Tenemos un currículo hecho con mucho cuidado para estar adaptado a los tiempos, a las recomendaciones internacionales y una EvAU que es la que va a marcar de verdad la docencia del bachillerato que no tiene nada que ver con lo planteado”.
Según esta docente, la prueba, “tiene muy poco desarrollo en cuanto a los procesos cognitivos implicados”. Desde su punto de vista, salvo el último ejercicio, “solo hay identificación y aplicación de contenidos teóricos a unos textos dados”. Trabajo relacionado con la sintaxis, con la búsqueda de sinónimos, con la métrica…
Hay algo más de reflexión matemática, pero la esencia no cambia mucho
Cristina es defensora del modelo competencial de la Lomloe. En la otra punta está José Ramón Fernández, profesor de Matemáticas y miembros de la asociación OCRE. Aunque comparten parte del análisis. Para él, la prueba de matemáticas plantea “una situación de la vida real pero al final el tipo de preguntas que acabas haciendo no se diferencia demasiado del tipo de preguntas que se hacían antes”. Eso sí, conviene en que “hay algo más de reflexión matemática, pero la esencia no cambia mucho”.
Algunas fuentes consultadas entienden que desde Educación se haya querido ser algo conservador con una prueba de este calado y no se haya dado el paso más largo para evitar problemas. Cristina entiende que “el profesorado siente mucha responsabilidad ante los resultados de la EvAU de su alumnado”.
Para Fernández, “por mucho que la prueba pretenda ser ahora de tipo más competencial, sigo viendo necesario trabajar ciertos conceptos en clase desde un punto de vista, llamémosle, tradicional”. Además, insiste en que “la comprensión de conceptos matemáticos, así como la destreza en su manejo, requieren de un tipo de trabajo que no se puede cambiar así como así”.
“En juego está que nuestro futuro alumnado tenga que reflexionar y razonar más, algo que sí que es cierto que le faltaba al anterior modelo de EVAU”, asegura este profesor para acto seguido afirmar que esto no debe suponer un “menoscabo en la base que adquieran sobre ciertos conceptos importantes”.
Para Pablo Beltrán, docente de didáctica de las Matemáticas en la Universidad de Zaragoza y antiguo profesor de secundaria de esta misma materia, señala que la prueba debería tener “alguna tarea rica más, intramatemática, no un ejercicio, sino un problema intramatemático” más puramente competencial. Eso sí, entiende que esto puede estar influenciado porque el contenido de la prueba no corresponde con el de una EvAU convencional.
Para Cristina, el problema de que el examen sea conservador para facilitar la labor del profesorado supondría que no puede cambiarse ninguna ley educativa. “No puede ser que haya un currículo nuevo, adaptado a los tiempos y a unos objetivos determinados del sistema educativo y que ese mismo sistema educativo plantee una prueba de final de etapa y de acceso a la universidad que desoiga ese currículo”.
Para Amaya, sin embargo, “el cambio es profundo, interesante y seguro que los colegas adaptarán la metodología (de aula) a la nueva prueba”.
Ya era hora
La prueba, que no deja de ser un piloto que, según el Ministerio, para mayo de este año ya habrá sido analizado, es, según la mayor parte de las fuentes consultadas, un paso que había que dar. “La prueba es un paso valiente, necesario que puede hacer algo por cambiar la educación matemática”, asegura Pablo Beltrán.
Beltrán explica que el examen no solo mediatiza la enseñanza de 2º de bachillerato, sino que hay un efecto dominó que llega, al menos, al curso anterior. “Si se cambia la prueba, cambiaría mucho la enseñanza en etapas anteriores”, opina. Eso sí, este docente universitario cree que es importante que haya un diálogo entre las universidades y el Ministerio de Educación para la elaboración de la prueba porque “no puede ser que un currículo educativo desarrolle una serie de procesos concretados en las competencias específicas y que luego la prueba vaya por otro lado”.
A partir de ahora, según fuentes conocedoras del proceso, habrá entrevistas con alumnado y profesorado sobre el formato de la EvAU. También se analizará cómo funcionó el piloto de ayer, no en relación al contenido o los resultados de cada chica y cada chico. Los resultados de este trabajo serán analizados por el grupo de trabajo correspondiente que tendrá, si no falla nada, una propuesta cerrada en el mes de mayo. Es compromiso de Pilar Alegría, según cuentan desde el Ministerio, que el alumnado que en septiembre empieza 2º de bachillerato conozca cómo será la prueba a la que se enfrentarán en junio de 2024.
Si se cambia la prueba, cambiaría mucho la enseñanza en etapas anteriores
Un último paso de el proceso será la elaboración de un marco de corrección lo más homogéneo posible para que pueda utilizarse en todo el país y facilite que la manera de evaluar el examen sea lo más parecida posible independientemente del territorio. Ya que el examen no es el mismo para todo el país, que sí lo sean los criterios de evaluación.
Contenido de la prueba
Uno de los temas que seguramente han provocado una cierta confusión es que las pruebas que se realizaron las pasaron estudiantes de primero de bachillerato, no de segundo, y sobre contenidos, por lo tanto, previos, de 4º de ESO. Según fuentes del Ministerio, se trataba de no distraer a quienes este año han de pasar la prueba convencional, sin cambios.
“El contenido es lo de menos”, comentan estas mismas fuentes porque, en realidad, de lo que se trataba era de evaluar la prueba en sí misma, conocer si el alumnado se hacía con ella, si daba tiempo a hacerla correctamente.
Esta es, precisamente, una de las dudas de docentes como José Ramón Fernández. Señala que los enunciados de la prueba de su materia son muy extensos. “¿Es suficiente con aumentar en 15 minutos el tiempo máximo disponible?”, se pregunta. Para él, aparte de otras consideraciones, sería más conveniente “combinar este modelo de ejercicios contextualizados con ejercicios de corte más tradicional que también evalúen adecuadamente la competencia matemática de nuestro alumnado sin obligarles a detenerse durante tanto tiempo en la lectura de demasiados textos”.
Otras profesoras como María o Cristina, de Lengua, ven que los contenidos se quedan cortos, que hoy por hoy la prueba de acceso a la universidad es más exigente tanto por contenidos como por competencias (al menos en algunos territorios).
Calculadoras y fórmulas matemáticas
Uno de los cambios de la prueba es que se admitirá el uso de la calculadora durante la prueba. Una herramienta que, desde hace años, se pide poder utilizar en el examen, sobre todo porque en clase se utiliza con normalidad. Para Irene Murcia, profesora de Matemáticas en Valencia y miembros de la asociación OCRE, como Fernández, su uso es normal, aunque, opina “mucho alumnado abusa de su utilización para todo y pierden mucho tiempo con cosas que sin ella se hacen más rápido, pero eso es otra lucha”, sostiene.
Para Beltrán está bien que se puedan utilizar aunque “habría que distinguir el papel que puede jugar ya que es una herramienta que facilita la exploración de relaciones numérica”. Además, asegura que “cuando tenemos alumnado con dificultades y estas pasan por este cálculo mental bien sea por la experiencia escolar previa o algún tipo de dificultad inherente, al prohibir la calculadora porque sí, sin hacer esfuerzo adicional en otra línea, estamos limitando su aprendizaje”.
“¿Calculadora en la EvAU? Sí”, sentencia Beltrán quien, añade, habría que estudiar la posibilidad hacer pruebas con ordenador en las que el alumnado pudiera utilizar Geogebra para la construcción geométrica y para trabajo con funciones y de modelización.
Sobre el tema de que aparezcan algunas de las fórmulas que el alumnado deberá utilizar para dar respuesta a los problemas descritos, hay cierta diferencia de criterios. Para Murcia está claro que el alumnado las maneja y conoce perfectamente. De esta manera no es necesario que estén presentes porque “quien no conoce esas fórmulas, tampoco sabe aplicarlas”.
José Ramón Fernández matiza un poco. “Me gusta que se faciliten algunas fórmulas que el alumnado, en un momento de nerviosismo, pueda no recordar adecuadamente”, asegura. Es verdad que si lo que se intenta es que el nerviosismo no juegue malas pasadas, este mismo docente ve innecesario tanto texto como hay en el examen.
Beltrán asegura que la aparición de las fórmulas también se encuentra en otros países como Portugal o Reino Unido y tiene sentiro “si el foco no es aprender de memoria las fórmulas”. “Otra cosa es, continúa, que pudieras plantear algo intramatemático donde hubiera que razonar de dónde sale alguna de las fórmulas. ¿Sabe más matemáticas quien se aprende un resultado de memoria, aislado sin saber de dónde viene? No”.
Fuente e Imagen: https://eldiariodelaeducacion.com/2023/03/15/luces-y-sombras-de-la-primera-prueba-de-la-nueva-evau/
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