Redacción: El Economista
La calidad de la educación y de la formación profesional en los países africanos ha empeorado en el último lustro, lo que ha complicado el acceso de la población joven del continente al mercado labora, según un estudio de la Fundación Mo Ibrahim, con sede en Reino Unido.
El Índice Ibrahim de Gobernanza Africana (IIAG), el estudio más completo de este tipo, ha alertado de que «el ritmo de progreso actual va por detrás de las necesidades demográficas» en un país donde el grupo de edad mayoritario es ahora el de menores de 15 años.
Los expertos han establecido una correlación entre el empeoramiento de la calidad educativa y los obstáculos a la hora de obtener un empleo, especialmente en el sector terciario. «Esto ha provocado que la pujante población joven se enfrente cada vez a más complicaciones para entrar al mercado laboral», han advertido.
La ONU estima que el crecimiento poblacional a nivel mundial entre 2015 y 2050 recaerá en gran medida en África, continente al que corresponderá más de la mitad de esta subida en la cifra de habitantes del planeta. La organización estima que la población africana se duplicará antes de 2050 y podría doblarse de nuevo en el siguiente medio siglo.
Según el informe, solo ocho países africanos cuentan con un sistema de registros que haya cubierto en la última década al menos un 90 por ciento de los nacimientos, mientras que solo tres países cuentan con un nivel equivalente en el caso de las defunciones.
En general, los expertos echan en falta una base estadística clara, en la medida en que lastra la capacidad de las autoridades para supervisar los progresos y actuar en consecuencia. La fundación llama a atajar de forma «urgente» la «falta de datos», de tal forma que se pueda avanzar hacia un contexto en el que «nadie queda detrás».
El informe suspende a 54 países africanos en materia de seguridad
El informe suspende a 54 países africanos en materia de seguridad, Derechos Humanos, estabilidad económica, leyes justas, elecciones libres, corrupción, pobreza, sanidad, educación e infraestructuras, si bien en este último punto sí que se han detectado avances.
«Los gobiernos africanos no han logrado en términos generales traducir el crecimiento del PIB en oportunidades económicas a sus ciudadanos», han lamentado los expertos. «El progreso alcanzado desde 2014 se queda por detrás del rápido crecimiento de la población en edad de trabajar», han advertido