Page 2 of 2
1 2

La enseñanza y el aprendizaje de la historia de los genocidios

26 de abril de 2017 / Fuente: http://www.unesco.org/

La nueva guía sobre políticas de la UNESCO en materia de Enseñanza de cuestiones relativas al Holocausto y la prevención de otros genocidios proporciona respuestas eficaces y una gran riqueza de recomendaciones para los interlocutores del ámbito educativo.

¿Qué significa la enseñanza del Holocausto?

La enseñanza del Holocausto consiste fundamentalmente en un estudio histórico de la persecución y el asesinato sistemático, burocrático y auspiciado por el Estado de seis millones de judíos por la Alemania nazi y sus colaboradores.

La enseñanza ofrece también un punto de partida para examinar las señales de alarma que pueden indicar la posibilidad de que nuevas atrocidades masivas ocurran. Este estudio plantea cuestiones sobre el comportamiento humano y nuestra capacidad de buscar chivos expiatorios o dar respuestas simplistas a problemas que acarrean los desafíos sociales complejos. El Holocausto ilustra lo peligroso que resultan los prejuicios, la discriminación, el antisemitismo y la deshumanización. Revela también la gama completa de respuestas humanas al plantear consideraciones importantes sobre las motivaciones y las presiones sociales e individuales que impulsan a las personas a actuar como actúan o a no reaccionar en lo absoluto.

¿Por qué es necesario enseñar el Holocausto?

Para abordar este tema, los interlocutores del sector educativo pueden recurrir a un conjunto de razonamientos y modalidades vinculadas a una gran variedad de contextos y diversas historias en todo el mundo. La guía enumera algunas de las razones principales que hacen que, a escala mundial, resulte pertinente este tipo de enseñanza.

La enseñanza y aprendizaje del Holocausto pueden:

  • Demostrar la fragilidad de todas las sociedades e instituciones llamadas a proteger la seguridad y los derechos de todos. También muestran cómo dichas instituciones pueden volverse en contra de una parte de la sociedad y destacan la necesidad colectiva, fundamentalmente para aquellos que se encuentran en una posición de liderazgo, de reforzar los valores humanistas que protegen y preservan la libertad y la justicia sociales.
  • Poner de relieve los aspectos del comportamiento humano que afectan a todas las sociedades, tales como la tendencia a buscar chivos expiatorios y el deseo de dar respuestas simplistas a problemas complejos; el potencial de violencia extrema y de abuso de poder; y el papel pueden desempeñar el miedo, la presión social de nuestros semejantes, la indiferencia, la codicia y el resentimiento en las relaciones sociales y políticas.
  • Demostrar los peligros del prejuicio, de la discriminación y de la deshumanización, ya sea con respecto al antisemitismo que alimentó el Holocausto u otras formas de racismo e intolerancia.
  • Profundizar en la reflexión sobre las cuestiones contemporáneas que afectan a las sociedades de todo el mundo, tales como el poder de ideologías extremistas, la propaganda, el abuso de poder oficial, así como el odio y la violencia contra determinados grupos.
  • Enseñar el potencial humano en situaciones extremas y desesperadas, tomando en consideración las acciones de los autores y de las víctimas, así como de otras personas quienes, por diferentes motivos, pudieran tolerar e ignorar las formas de odio y violencia, o actuar contra éstas. Esto puede desarrollar una sensibilización, no sólo sobre la forma en que el odio y la violencia suelen arraigarse, sino también sobre la capacidad de resistencia, de resiliencia y de solidaridad en todos los contextos a escala local, nacional e internacional.
  • Llamar la atención sobre las instituciones y normas internacionales establecidas en reacción contra la Segunda Guerra Mundial y el Holocausto. Entre éstas figuran fundamentalmente las Naciones Unidas y sus convenciones internacionales para fomentar y promover el respeto por los derechos humanos; promover los derechos individuales y un trato igualitario en virtud de la ley; proteger a los civiles durante cualquier conflicto armado; y proteger a los individuos que han abandonado sus países por miedo a las persecuciones. Esto puede ayudar a construir una cultura de respeto hacia estas instituciones y normas, así como las normas constitucionales resultantes a nivel nacional.
  • Subrayar los esfuerzos realizados por la comunidad internacional para hacer frente a los genocidios modernos. El Tribunal Militar Internacional de Nuremberg fue el primer tribunal que juzgó “los crímenes contra la humanidad”, y creó los cimientos en materia de justicia penal internacional moderna. La Convención para la Prevención y la Sanción del Delito de Genocidio, según la cual las partes contratantes se comprometen a establecer sanciones penales eficaces para castigar a las personas culpables de genocidio, es otro ejemplo de respuesta directa para hacer frente a los crímenes perpetrados por la Alemania nazi. La enseñanza del Holocausto puede conllevar a una reflexión acerca de la manera en que tales crímenes son recurrentes y sobre el papel que la comunidad internacional debe desempeñar.

¿Cuáles son las metas de la enseñanza y del aprendizaje?

Comprender cómo y por qué ocurrió el Holocausto puede facilitar una mejor comprensión de la violencia masiva en general, así como poner de relieve la importancia de promover los derechos humanos, la ética y el compromiso cívico con miras a reforzar la solidaridad humana. El estudio de estos acontecimientos históricos puede generar un debate sobre los contextos sociales que dan lugar a que determinadas políticas de exclusión logren dividir a las comunidades y creen entornos favorables a los genocidios. Estos análisis son una herramienta potente para que los educandos se interesen en los debates sobre cuestiones relativas a la emergencia y la promoción de los derechos humanos, la naturaleza y la dinámica de los crímenes atroces y cómo pueden evitarse, así como la manera de abordar los traumas del pasado mediante la educación.

Este enfoque educativo ofrece múltiples oportunidades para que los educandos piensen en el papel que como ciudadanos del mundo pueden desempeñar. La guía examina, por ejemplo, cómo la enseñanza del Holocausto, puede incidir en que se alcancen los objetivos de aprendizaje de la Educación para la Ciudadanía Mundial (ECM), uno de los pilares de la Agenda 2030 de Educación. El documento propone temas y actividades que pueden ayudar a informar a los estudiantes, a hacer que tengan una mirada crítica, a que permanezcan socialmente vinculados, y respeten la diversidad, sean responsables y adopten compromisos éticos.

¿Cuáles son los principales ámbitos de implementación?

Cada país tiene un contexto distinto y diferentes capacidades. La guía abarca todos los ámbitos que los responsables políticos deben tomar en cuenta en el marco de la enseñanza del Holocausto y, posiblemente, en la de otros genocidios y atrocidades masivas. Proporciona también orientaciones específicas para cada ámbito. Esto incluye, por ejemplo, programas pedagógicos y manuales escolares, en los que figura la manera de integrar el Holocausto a diversos temas, a qué edad deben ser abordados, y por qué medios garantizar la exactitud histórica de los manuales y programas pedagógicos. Asimismo, la guía abarca la formación de docentes, las prácticas y pedagogías apropiadas en las aulas y los institutos de enseñanza superior. También brinda recomendaciones importantes con miras a reforzar las interacciones con el sector de la educación no formal, mediante la formación de adultos, la colaboración con los museos y memoriales, los viajes de estudio y la celebración de las jornadas internacionales conmemorativas.

Fuente noticia: http://www.unesco.org/new/es/media-services/single-view/news/teaching_and_learning_about_the_history_of_genocide/

Comparte este contenido:

África es cuna de la humanidad y de la injusticia

Por: German Saltrón Negretti

De allí preceden las especies de homínidos que dieron lugar a los seres humanos, y que fueron expandiéndose por el resto de los continentes, incluido el Homo sapiens hace cerca de 190.000 anos. Los primeros relatos históricos datan de la antigüedad y cuentan de los nómadas que crearon el comercio entre Leptis Magna y el Chad. Este comercio vivió su primer auge en el siglo I Adc, con el ascenso del Imperio Romano. Se comerciaba con oro, esclavos, marfil y animales. En el siglo VII los árabes invaden el África del norte. El imperio Kanem-Bornu existió en África entre el siglo XIII y la década de 1840. En su momento incluyo el área de los actuales países del sur de Libia, Chad, noreste de Nigeria, este de Níger y norte de Camerún. La repartición de África por las potencias europeas tuvo lugar, entre 1880 y el comienzo de la Primera Guerra Mundial, época en la cual los imperios coloniales en África sé extienderon mas rápidamente.

Es ejemplo del imperialismo generado por las necesidades de los países europeos, de obtener materias primas para el rápido crecimiento de su producción manufacturera, después de la revolución industrial iniciada en Inglaterra a fines del siglo XVIII. Al final de la Segunda Guerra Mundial los aliados no logran ponerse de acuerdo, sobre el futuro de la antigua colonia italiana de Libia. En ese momento es un territorio mas de cinco veces mayor que la propia Italia, la población no pasaba de un millón de habitantes, lo que permitió colocar la población desplazada de Italia por la guerra.

Los conflictos entre occidente y la Unión de Republicas Socialistas Soviéticas (URSS) deciden darle la independencia a Libia. Esta fue la primera colonia africana en lograr su independencia, después se arrepintieron porque ayudo a lograr la independencia de los demás países. Argelia logra su independencia en 1962, después de varias guerras. La emancipación del África negra encontró menor resistencia por parte de los países europeos. La independencia de Marruecos y Túnez fue negociada, aunque ocurrieron episodios violentos.

En caso marroquí, el partido Istiqlal agrupó a los nacionalistas que consiguieron que en 1956 franceses y españoles abandonaran el país y se proclamara la monarquía bajo el rey Mohamed V. Túnez logro su independencia en 1956. En el África dominada por Gran Bretaña la figura pionera fue N’Krumah, quién lideró el proceso de independencia de Ghana en 1957. En África francesa destacó la figura de Sedar Senghor.

Para lograr la independencia de los dos países más importantes del África Negra, el Congo y Nigeria pasaron por cruentas guerras civiles. En el Congo, tras romper sus lazos con Bélgica en 1960, la rica provincia minera de Kananga proclamó su independencia con el apoyo de los colonos blancos que quedaron en el territorio. La guerra civil que le siguió termina con un cruel dictador, el general Mobutu y con el retorno de Katanga al nuevo estado congoleño. Nigeria, vivió un conflicto secesionista similar en Biafra (1966-1970) que causó un enorme daño humano.

La última etapa descolonizadora tuvo lugar en los años setenta y afectó a las colonias ibéricas. España cedió precipitadamente el Sahara Occidental a Marruecos y Mauritania en 1975. La agonía de Franco aceleró un proceso en el que no se contó con la población saharaui. La caída de la dictadura en Portugal en 1973 precipitó la independencia de Angola y Mozambique. La descolonización de las colonias portuguesas se produjo en un marco internacional caracterizado, por el recrudecimiento de la guerra fría, lo que explica en gran medida las largas guerras civiles como Angola.

Al terminar el siglo XX, el balance de la trayectoria política y económica del África poscolonial es bastante negativo y trágico. A la pobreza endémica de un continente incapaz de alimentar a su población y apartado de todo el proceso de globalización, se le ha unido una gran inestabilidad política con múltiples conflictos. El genocidio de Ruanda que costó la vida a miles personas.

Sudáfrica es un caso grave en la colonización europea en África. Los holandeses de profundas convicciones calvinistas en el siglo XVII, se asentaron en torno a la ciudad del Cabo. Esta población se vino en conocer como los afrikaaners y su lengua neerlandesa original evolucionó en la lengua afrikaans. Sudáfrica estuvo bajo el dominio británico desde el siglo XIII. La discriminación racial se inició en el régimen colonial y en 1923, los británicos aprobaron diversas leyes configurando un país dividido en grupos raciales con diferentes derechos y organizados de forma segregada. La mayoría blanca tomó el control del país, cuando el régimen del apartheid en 1948. Se prohibió el matrimonio interracial, con las instalaciones (escuelas, lavabos, playas, autobuses, hospitales) segregados por raza, y se prohibió el ejercicio de los derechos políticos a la mayoría negra y a otros grupos no blancos.

La resistencia negra se articuló en torno al Congreso Nacional Africano con Nelson Mándela como figura política. Pese a reprimir duramente las protestas de la población negra (Matanzas de Soweto,1976). El fin de la guerra fría facilitó terminar el régimen del apartheid. Estados Unidos cesó en su apoyo velado al régimen sudafricano. Tras pasar veintiocho años en la cárcel, Nelson Mándela fue liberado en 1990, y se inició una transición negociada que llevó a que en 1994 se celebraran las primeras elecciones libres y multirraciales en el país. El Congreso Nacional Africano de Mándela formó gobierno y puso fin al régimen racista sudafricano.

Esto es una síntesis de la tragedia histórica que vive todavía el continente Africano, es el tercer más extenso del mundo tras Asia y América. Está situado entre los océanos Atlántico al oeste e Indico al este; el mar Mediterráneo lo separa al norte del continente europeo, donde su máxima proximidad es el estrecho de Gibraltar con 14,4 km; el mar Rojo lo separa al este de la península arábiga y queda unido a Asia a través del istmo de Suez en territorio egipcio. Posee una superficie total de 30 272 922 km² (621 600 km2 en mar insular) representa el 20,4 % del total de las tierras emergidas del planeta. La población es de mil millones de habitantes, menos del 15 %. El continente se divide en 54 países organizados en la Unión Africana a excepción de Marruecos, además de 4 territorios no reconocidos y 23 territorios dependientes.

Además de privilegiada geopolíticamente con una cuádruple circunvalación marítima, por el Mediterráneo, el Atlántico, el Indico y el Mar Rojo, tiene un potencial energético hasta ahora insospechado. De allí que, por sus reservas petrolíferas y minerales, sea pretendida por muchos y disputada entre dos poderosos: China y EE.UU. Tanto, que el Pentágono creó el Africom un mando militar regional cuyos principales objetivos serán «la prevención de conflictos y las operaciones humanitarias y de entrenamiento» ¿Qué cualidades hacen a África tan atractiva? No sólo tiene más reservas energéticas que toda América del Norte sino que EE.UU. es su primer comprador, seguido, claro por China. Pero además, en el continente negro se halla un tercio del uranio, la mitad del oro, y 90% del cobalto y platino del mundo. ¿Se repite entonces una nueva carrera por África, semejante a la que a fines del siglo XIX instalara el canciller alemán Otto von Bismarck? Sin duda. Aunque en el primer reparto de África, fueron las potencias europeas, necesitadas de materias primas agrícola-forestales, las que dibujaron un mapa colonial que prosperó hasta la Primera Guerra Mundial. En la carrera actual, en cambio, ya están instalados otros factores, además de China y EE.UU.

Fuente: http://www.aporrea.org/ddhh/a232687.html

Fuente de la Imagen: https://www.google.co.ve/search?q=%C3%81frica+es+cuna+de+la+humanidad+y+de+la+injusticia&biw=1024&bih=445&espv=2&source=lnms&tbm=isch&sa=X&ved=0ahUKEwjQ8KX65IPPAhVJFh4KHdc5AsoQ_AUIBigB#imgrc=l7M966W3YLJuXM%3A

Comparte este contenido:
Page 2 of 2
1 2