Por: Diego Jiménez.
Hay una lógica preocupación entre familias y colectivos docentes y sindicales que no han cesado de luchar durante estos años por revertir la situación, defendiendo una Escuela pública de calidad con un modelo educativo que propicie la inclusión social
Cualquier persona que, con un mínimo de objetividad, analice la realidad de la Sanidad y la Educación en Murcia tras más de dos décadas de Gobierno monocolor del PP en la Región observará el deterioro de estos servicios esenciales para la comunidad por las políticas de recortes. Hoy voy a hablarles de Educación.
Un estudio, nada sospechoso de parcialidad, de la Fundación BBVA y del Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas (IVIE) refleja que el sistema educativo de la Región de Murcia, con 340.000 alumnos/as y con 28.000 profesoras/es en 800 centros parte de unas condiciones de entorno y recursos muy poco favorables que afectan a su desarrollo. Sin pretender abrumar con datos, unos pocos indicadores nos resultan imprescindibles para entender esa conclusión.
El gasto en Educación por habitante entre la población menor de 25 años se sitúa en la Región en 4.347 euros (media estatal, 5.180 euros); el porcentaje de alumnado que cursa la educación postobligatoria supone un 69,5% (media estatal, 76,8%); y la escolarización de la población infantil hasta los dos años es del 17,5%, frente al 33,6% de media del Estado.
Pero quizá sea en el incremento de los conciertos educativos, tras incluir en los mismos a los niveles no obligatorios, donde más nítidamente se perciban las políticas neoliberales que el PP ha venido aplicando en Educación. El estudio arriba citado concluye que un 17% del gasto educativo en educación no universitaria ha ido destinado a esos conciertos con la enseñanza privada. A su vez, el Portal de la Transparencia de la Región de Murcia, que publica una exhaustiva información sobre la cuantía de los módulos de esos conciertos, eleva a más de 232 millones de euros en el año 2016 la cantidad destinada a financiar los mismos. Y ello en un contexto de progresiva disminución del gasto total en Educación. La Fundación BBVA y el IVIE cifran en 1.339,9 millones de euros el presupuesto educativo regional en ese año (cuando en 2010 era de 1.476,7 millones). Y si excluimos los gastos financieros, ese presupuesto asciende a sólo 1.077,5 millones de euros.
Y ello, recordemos, en un contexto de incremento gradual de las partidas destinadas a los conciertos educativos. Con cifras del propio ministerio de Educación, Cultura y Deportes, y tomando como base 100 el año 2004, el incremento de esas partidas en la Región ha pasado del 108% en 2005 a no bajar del 140% de incremento entre los años 2009 y 2014.
Ante esta realidad educativa, hay una lógica preocupación entre familias y colectivos docentes y sindicales que no han cesado de luchar durante estos años por revertir la situación, defendiendo una Escuela pública de calidad con un modelo educativo que propicie la inclusión social, la lucha contra las desigualdades, el respeto a la Naturaleza y valores de convivencia democrática.
Entre esos colectivos citados, hay un grupo de personas que, desde hace cinco años, se han empeñado en hacer de la lucha por la Escuela Pública su norte de actuación, tras la fructífera etapa de su paso por las aulas. Integran la comisión organizadora de las Jornadas Una Educación para el siglo XXI. Miradas desde las Ciencias y las Artes, que este año han alcanzado su quinta edición. Esa comisión está compuesta por personas mayoritariamente jubiladas de las asociaciones sindicales progresistas de esta Región que cuentan con la colaboración de instituciones privadas, de Ayuntamientos, de las universidades públicas, de la consejería de Educación, etc., y viene desarrollando, desde hace cinco años, una serie de actividades que en este curso se han extendido desde el 17 de enero hasta el 19 de marzo.
Convencidas de que hay que luchar por extender «un modelo educativo que favorezca la atención a la diversidad y que eduque en la formación de personas críticas, cultas y solidarias», estas personas entusiastas han ofrecido en estas V Jornadas educativas todo un abanico de actividades que se han extendido por un total de dieciséis municipios de la Región.
La conferencia inaugural del profesor Antonio Viñao fue seguida por otras que abordaron aspectos como la Educación en Murcia y su realidad socioeducativa, la evaluación, qué Historia enseñar en el siglo XXI, el cambio climático, la educación medioambiental, el feminismo, la educación afectivo-sexual, etc. El catedrático Paco Jarauta cerró el pasado viernes ese ciclo de conferencias.
También se han desarrollado talleres y otras actividades en Las Norias de Abarán y en el Museo de la Ciencia y el Agua, mientras que en Molina de Segura las jornadas de diversidad han debatido sobre alternativas para el alumnado con necesidades educativas especiales.
Las artes plásticas no podían estar ausentes de estas jornadas. Un ciclo denominado Narrativas de la imagen nos ofreció en la Filmoteca Regional las proyecciones de Amanece que no es poco y Tiempo después, de José Luis Cuerda. Y cuando estas líneas vean la luz, estaremos a punto de poner el cierre de las jornadas el martes 19 por lo noche con un concierto de la Orquesta Sinfónica de la Región de Murcia, dirigida por Virginia Martínez, que interpretará piezas para piano y orquesta de Mozart yBeethoven en el Auditorio Víctor Villegas de Murcia.
En suma, como vienen diciendo año tras año las autoridades civiles y académicas, invitadas al acto de inauguración de las jornadas, sorprende la vitalidad y el empuje de este grupo de personas jubiladas que, con la puesta en marcha de estas actividades en defensa de la Escuela Pública (un ejemplo para el resto de comunidades autónomas del resto del Estado), demuestran que el fin del ciclo docente no es sino un paréntesis. Es loable el empeño que ponen para que, año tras año, el debate sobre la necesidad de luchar por una educación de calidad ocupe un lugar destacado en la agenda política y social de la Región.
Fuente del artículo: https://www.laopiniondemurcia.es/opinion/2019/03/19/educacion-siglo-xxi/1006018.html