Por: Michel Olguín Lacunza / Myriam Núñez
Si la relación de la humanidad con el planeta no cambia, las posibilidades de nuevas pandemias de origen zoonótico son muy elevadas.
La aparición de nuevas pandemias a través de la zoonosis (patógenos transmitidos de animales a humanos) continuará si no protegemos la biodiversidad y regulamos el uso de fauna silvestre, explicaron expertos de la UNAM, del Centro de Investigación y Estudios Avanzados (CINVESTAV) del IPN y la Universidad de Texas.
Actualmente, “la relación que la humanidad mantiene con los recursos naturales es todo menos mutuamente provechosa, escasamente alguna cultura ha llevado una conexión armónica donde, por ejemplo, se permita que estos recursos explotados se regeneren”, señaló Alejandro Córdoba Aguilar, investigador del Instituto de Ecología de la UNAM.
De hecho, los modelos socioeconómicos y casi cualquier religión han enfatizado una supremacía del humano sobre los seres vivos del planeta, esta relación se puede ver claramente en cómo legislamos los recursos que nos rodean: los agotamos o los deterioramos, agregó el académico universitario.
Las pandemias
Una pandemia es una enfermedad que se expande mundialmente y regularmente surge por patógenos de la vida silvestre como aves y mamíferos, explicó Carlos Ibarra Cerdeña, investigador del CINVESTAV.
A principios del siglo XX apareció una pandemia letal llamada gripe española, mató a más de 20 millones de personas. En el siglo XXI, en el año 2008, apareció en México otra pandemia causada por la influenza del virus A H1N1.
Además de las pandemias causadas por influenzas han existido otras causadas por coronavirus y que aparecieron en el siglo XXI. Por ejemplo, en 2012 surgió el MERS que infectaba a personas por medio del contacto con camellos infectados, y en 2013 apareció el caso del SARS.
No obstante, “ninguna de las enfermedades del siglo XXI ha causado el nivel de mortandad que tiene la COVID-19, causada por el SARS-CoV-2, presente en 224 países. Después de un año hay más de 95 millones de infectados confirmados y ha matado a más de dos millones de personas”, detalló Ibarra.
Es muy posible, acotó, el investigador, que surjan nuevas pandemias, y por eso existen varios científicos estudiando los factores que podrían causarlas, esto con el fin de prevenirlas o predecirlas.
Sin embargo, es muy complejo porque depende de la biología de los patógenos, así como de las condiciones sociales y culturales de las ciudades donde emergen estas epidemias que más tarde se convierten en pandemias.
Zoonosis
Se sabe que la mayoría de las enfermedades emergentes como el ébola y casi todas las pandemias conocidas como la influenza, el SIDA y la COVID-19 son zoonóticas, es decir, son causadas por microorganismos de origen animal.
La Organización Mundial de la Salud (OMS), la Organización Mundial de la Salud Animal y la Plataforma Intergubernamental de Diversidad Biológica reconocen que la pérdida de la diversidad y el desarrollo de la agricultura y ganadería son factores que han provocado la aparición de más del 30 por ciento de las enfermedades emergentes, enfatizó Gerardo Suzán Azpiri, de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia de la UNAM.
Varios estudios han evidenciado que sitios con mayor diversidad de especies reducen la transmisión de infecciones y el riesgo de zoonosis, a esto se le llama la Hipótesis del Efecto de Dilución.
Este efecto se ha reconocido en muchas enfermedades producidas por virus, bacterias y protozoarios que ocurren cuando se pierde la diversidad de especies y están ligadas a la salud humana. Por ello, no sólo es necesario integrar el concepto de una-salud sino también de Eco-salud.
Cambiar la relación humano-animal
Si la relación de la humanidad con el planeta no cambia, las posibilidades de nuevas pandemias de origen zoonótico son muy elevadas, afirmó Iván Castro Arellano, profesor de la Universidad Estatal de Texas.
Para prevenir estos eventos debe existir una coordinación internacional entre los gobiernos de cada país para que no continúen las condiciones relacionadas con la aparición de estos patógenos zoonóticos.
“Estas condiciones que debemos evitar son la disminución de áreas naturales, la pérdida de la biodiversidad, el uso no regulado de fauna silvestre, el cambio climático y un modelo económico y social que mantiene el uso ilegal de áreas naturales”, afirmó.
En general, la pandemia de la COVID-19 nos provee una oportunidad de repensar totalmente, no sólo la prevención de enfermedades, sino un modelo de coexistencia con el planeta, concluyó.
Fuente e imagen: UNAM Global