Para las niñas y niños en edad escolar el desayuno es la comida más importante del día ya que su organismo no ha recibido nutrientes, minerales y vitaminas durante 10 a 12 horas que duró el descanso de la noche. Por otra parte, la mayoría de las personas durante el día no consumen una alimentación adecuada, recurriendo a la oferta de la comida rápida, cuyos alimentos contienen muy pocos minerales y vitaminas, que desfavorecen un desarrollo físico adecuado.
Para la alimentación y nutrición de las niñas y niños en edad escolar cabe preguntarnos ¿cómo? ¿De qué y para que alimentamos?, por supuesto que para el óptimo desarrollo de nuestro organismo, particularmente para el funcionamiento de nuestro cerebro necesitamos insertar a nuestro organismo las siguientes vitaminas: Vitaminas del grupo B, vitamina E, vitamina C, determinadas sales minerales, Oligoelementos y Ácidos grasos esenciales. Entonces, lo que necesitamos para que nuestro cerebro funcione de manera adecuada y nuestra mente este despierta para pensar, memorizar, retener información, tener un buen rendimiento escolar y realizar actividades de manera eficiente, el cuerpo necesita diariamente una serie de vitaminas y minerales que son entregadas a través de los alimentos, y estas intervienen directamente con el rendimiento, concentración e iniciativas propias.
El rendimiento intelectual y el estado de ánimo de las personas son importantes, sin ellas será mucho más difícil que el cerebro rinda al máximo. El cerebro cobra su desarrollo hasta en un 90 % en los primeros tres años de vida del ser humano, posteriormente lo hace de manera más lenta hasta alcanzar su desarrollo y crecimiento total. Aunque su crecimiento tiene un límite, su desarrollo nunca termina. Esto quiere decir que van aumentando y mejorando las funciones que realiza y este proceso dura toda la vida. El cerebro necesita mucha glucosa para su funcionamiento y para tener energía, sin ella no puede enviar mensajes a las neuronas. “De acuerdo a la opinión de los especialistas en nutrición “las investigaciones realizadas revelan que el desayuno de la mayoría de las niñas y niños en edad escolar es muy pobre en calidad, pues este alimento consiste generalmente en té o café con pan en algunas ocasiones acompañadas con mantequilla y, ocasionalmente acompañadas por derivados de leche y frutas.
En Bolivia, el Ministerio de Salud recomienda usar el Arco Alimentario, que indica la variedad y proporción de alimentos que se deben consumir durante el día. Por lo que corresponde elegir una mayor cantidad de alimentos que están en la base del Arco Alimentario, seleccionando diversos alimentos dentro de cada grupo. También necesita de las vitaminas y minerales que podemos adquirir por medio de las frutas y verduras, y todas éstas ayudan a conservar la salud y mantener el cuerpo funcionando normalmente, lo que ayuda al cerebro a no tener que realizar trabajos extras y a mantenerse saludable y activo. La energía que necesita tanto el cerebro como el cuerpo nace de la glucosa la cual es azúcar y se obtiene también de las frutas, verduras, chocolates, miel o dulces también se obtiene de los alimentos que contienen carbohidratos como son los cereales como el arroz, maíz, trigo o avena y de los tubérculos como la papa, la yuca, también de los alimentos que contienen grasas como la carne y los aceites. Por otro lado, necesita proteínas, ellas ayudan a que el cerebro piense, recuerde, analice y realice muchas de sus principales funciones. Las proteínas son indispensables para producir unas sustancias llamadas neurotransmisores, que son las que permiten el paso de señales de una neurona a otra. Las proteínas las podemos adquirir por medio de las leguminosas como el poroto, las lentejas, habas, también por medio de las carnes, sobre todo de los pescados y de los alimentos de origen animal, como los huevos, leche o quesos. No se debe permitir que un niño se salte el desayuno porque se le puede bajar la glucosa y eso afectará su rendimiento escolar. Debemos recordar que pasó en ayuno durante la noche y si no prueba alimentos en la mañana se sentirá apático, decaído y hasta se dormirá en clase. También debemos evitar que coma demasiado en la noche, peor aún si son alimentos con mucha grasa porque obligará a su estómago a trabajar más de la cuenta y al siguiente día se sentirá cansado.”El niño debe ser estimulado para que coma los mismos alimentos que el resto de la familia, haciendo la comida principalmente junto con ella, lo que ayuda a su integración psicológica y a crear hábitos dietéticos sanos”. Otra probabilidad es que tenga dolencias estomacales y eso no le impedirá estudiar bien durante el día. En época de exámenes se debe incentivar a los niños a que consuman muchas verduras porque aportan potasio, magnesio, ácido fólico y fibra. Se sentirá bien, estudiará mejor y rendirá adecuadamente. En las tardes o mientras estudia no consuma golosinas como dulces, pastas, galletas o comida rápida, esto le dará energía pero también generará sobrepeso. Es mejor que para el cerebro coma habas, nueces y maní. Tome yogur con un sándwich de queso o de carne con lechuga. Otra opción es comer frutas y tomar zumos naturales.
El consumo excesivo de bebidas excitantes como el café, el té, las gaseosas u otro tipo de bebidas estimulantes mantienen la mente despierta pero no aumentan la concentración ni la memoria. Una mala nutrición es causada por una insuficiencia o exceso de uno o más nutrientes en la dieta. Una persona corre riesgo de malnutrición si la cantidad de energía y/o nutrientes de la dieta no satisface sus necesidades nutricionales. La obesidad es más grave aún además de perjudicial si se presenta en la infancia, ya que la cantidad y volumen de células grasas que se forman en esta etapa son mayores a las de un niño con peso normal, dando como consecuencia altas probabilidades de presentar numerosas enfermedades crónicas, entre las que se incluyen la diabetes, las enfermedades cardiovasculares, el cáncer y otros.
La obesidad infantil es considerada una enfermedad ya que tiene consecuencias físicas, psicológicas y sociales en el desarrollo de los niños que la padecen, afectando la autoestima, su motricidad y la capacidad para relacionarse. Los niños con sobrepeso u obesidad a menudo son objeto de burlas dando como consecuencia problemas emocionales, depresión, se les dificulta relacionarse con su contexto debido al auto concepto negativo que construyen de sí mismos. Por otro lado su motricidad se ve afectada al no poder realizar las actividades escolares de la misma forma que sus compañeros y se aíslan, se les dificulta el proceso de aprendizaje, debido a las afectaciones en todos los aspectos de su desarrollo.
La OCDE advierte que uno de cada diez niños o niñas en España padecen sobrepeso. Concretamente, esta situación se da en un 26% de niños y un 24% de niñas, mientras que en el resto de países de la OCDE son un 23% de niños los que lo sufren, y en el caso de las niñas, un 21%.
La solución que promueve ante ello José Miguel del Castillo, licenciado en Ciencias de la Actividad Física y del Deporte, es clara; reclama 60 minutos diarios de Educación Física en la escuela, para combatir la obesidad infantil, ya que, según argumenta, “en 2050 habrá un 70% de sobrepeso infantil en España”, en base a los estudios estadísticos científicos. Del Castillo ha conseguido, hasta el momento, más de 13.000 firmas a favor de su propuesta, en la plataforma Change.org. Para este profesional, la educación física debe ser ejemplo directo tanto en casa como en las escuelas, a través de la práctica del ejercicio físico y de una dieta equilibrada.
Para regular las necesidades alimenticias en la etapa infantil, de forma moderada, existe formación especializada que proporciona los conocimientos necesarios a aplicar en la dieta diaria de los niños y niñas. Este aprendizaje puede adquirirse, fácilmente, mediante un curso especializado de nutrición deportiva en modalidad online.
A nivel mundial, la OMS informa de una serie de recomendaciones para la salud, que tienen el objetivo de orientar sobre las políticas más adecuadas que deben ejercerse en los distintos países, para prevenir enfermedades relacionadas con la falta de actividad física; en el rango de edad de entre 5 y 17 años, es necesario llevar a cabo juegos, deportes, desplazamientos, actividades recreativas, educación física o ejercicios programados, ya sean realizados en el ámbito familiar, en la escuela, o a través de actividades comunitarias.
Con estas recomendaciones se pretenden mejorar las funciones cardiorrespiratorias y musculares, así como la salud ósea, reduciendo a su vez el riesgo de sufrir enfermedades no transmisibles (ENT), como es el caso de la obesidad infantil. Para ello, se informa de las siguientes pautas principales a seguir en el rango de edad citado:
Invertir, como mínimo, una hora al día en actividades físicas de intensidad moderada a vigorosa.
El tiempo empleado en actividad física diaria superior a 60 minutos, generará un beneficio aún mayor para la salud.
Es conveniente añadir, al menos tres veces por semana, actividades vigorosas de refuerzo a la actividad física diaria, particularmente, dirigidas a los músculos y huesos.
La actividad física realizada ha de ser aeróbica, en mayor medida.
En la etapa infantil, los juegos, deportes o ejercicios programados pueden adaptarse a cada edad, bajo una perspectiva profesional, con las ventajas consecuentes para la salud, a medio y largo plazo. Realizar un curso de monitor de gimnasio capacita a aquellas personas interesadas en el sector deportivo, para programar y promover actividades físico-deportivas, entre aquellas niñas y niños que necesiten una asistencia alternativa a la formación impartida en las escuelas.
Instituciones y organismos de prestigio han publicado, a lo largo de los años, sus afirmaciones sobre las ventajas que aporta la actividad física en la vida cotidiana. En 1978, La UNESCO, en su Carta Internacional de la Educación Física y del Deporte, hacía referencia a la preservación y mejora de la salud, así como a la mejor resistencia de los inconvenientes propios de la vida moderna y al enriquecimiento de las relaciones sociales, mediante la práctica del deporte y la educación física. El Parlamento Europeo, por su parte, recomendaba en un informe de 2007 la práctica de tres horas semanales de Educación Física en centros educativos. Este planteamiento es superado, incluso, en países como Finlandia, donde la impartición de educación física ocupa cinco horas semanales y donde, según el informe Pisa, el alumnado obtiene mejores resultados académicos.
Mientras el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte de España atiende a las peticiones populares y las recomendaciones profesionales de las diferentes entidades y organismos a nivel mundial, puede compaginarse la formación recibida en la escuela con las clases complementarias de un instructor o instructora de educación física, para mantener controlados los índices de obesidad en la etapa infantil, y contribuir a la mejora de la salud, con el apoyo pertinente de una nutrición sensata. Cualquier iniciativa que difunda el valor de la práctica deportiva y de la actividad física, en general, es positiva para frenar el aumento de esta enfermedad crónica durante los próximos años.
Esados Unidos/15 septiembre 2016/Fuente: Ok Diario
La utilización de pupitres más altos en los centros educativos también ayuda a prevenir el sobrepeso de los niños. Un estudio desarrollado en Estados Unidos asegura que este tipo de mobiliario conseguirá que los estudiantes pasen más tiempo de pie o sentados en un taburete. Medidas que contribuyen a conseguir un peso adecuado. Los resultados de este trabajo realizado por miembros de la Escuela de Salud Pública de Texas A&M en College Station aparecen publicados en ‘American Journal of Public Health’. Comprueban que contra la obesidad infantil, pupitres más altos en el colegio pueden ser una estupenda opción.
Entienden que de esta manera se interrumpen patrones sedentarios sin que ello afecte a su labor en el aula. Para llevar a cabo este estudio analizaron los comportamientos de niños de tercer y cuarto grado con edades comprendidas entre los 8 y 10 años de tres centros educativos de Texas. Observaron que los menores que empleaban este tipo de pupitres pasaban más tiempo de pie y mostraban un aspecto más delgado en comparación con aquellos que se sentaban en pupitres convencionales.
Para obtener el peso saludable se utilizan varios sistemas de evaluación tanto en adultos como en niños. En el caso de estos últimos durante la etapa de desarrollo resulta más sencillo que la altura y el peso varíen, por lo que se emplea además del índice de masa corporal una comparación con el resto de población de la misma edad y sexo siguiendo unos perceptiles.
Los responsables de esta investigación aseguran que para disminuir el sedentarismo entre los más jóvenes es preciso disminuir el tiempo que pasan sentados en la escuela. Pero además del sobrepeso también hay otros aspectos que se podrían evitar como la diabetes y enfermedades cardiovasculares.
Con anterioridad ya había constancia de otros estudios que vinculaban la ausencia de actividad deportiva a un peor rendimiento en el colegio, además de problemas de autoestima. Por eso señalan que si se desea que los niños pasen el menor tiempo posible, lo adecuado sería fomentar la actividad desde el colegio.
Amables promotores entregan folletos que presentan como material educativo sobre nutrición y diplomas con el logo de la empresa para los niños que se portan bien en la consulta. ¿Cómo entró y quién saca del hospital público a Coca Cola? Tal la pregunta que realiza Soledad Barruti en una de las notas de la nueva Mu, edición 102, que ya está en los kioscos, y que aquí reproducimos.
Datos: en un país en el que se consumen 80 litros de gaseosas per cápita, hay 620.000 niños de colegios primarios que reciben en la escuela el marketing de Coca Cola, que usa 6 hospitales públicos para promocionar sus productos.
Los visitadores de Coca Cola aparecieron en el Hospital Penna hace unos tres años. Para el médico Fernando D’Ippolito el programa empresario coincidió con un momento especial: recién recibido, estaba a suerte y verdad con su vocación, con esa atención lúcida de los estrenos que sirve para confrontar la teoría con lo que hay alrededor. Estaba haciendo la residencia en medicina general porque quería dedicarse a lo que se dedica ahora: la atención primaria de las familias que no tienen acceso a la salud porque básicamente no tienen nada: ni gas, ni agua segura, ni alimentos frescos, ni calles por las que transiten colectivos o ambulancias. Enseguida se dio cuenta de que había llegado al lugar perfecto.
A pocas cuadras del hospital está la villa 21-24, la más importante de la Capital Federal: entre Barracas y Pompeya, ocho manzanas donde viven 60 mil personas. Su trabajo se abrió como un caleidoscopio a las necesidades: guardias, internaciones, consultorios externos y hasta la supervisión de cursos y talleres de nutrición que estaba seguro podían mejorarles la vida. “Está entre los problemas más urgentes que tienen: el alimento y sus consecuencias. Estamos hablando de niños que almuerzan chicitos con jugo, siguen con un pancho, galletas y gaseosas. Comida, comida: con suerte a la noche”, dice D’Ippolito ahora en un tono que seguro no tenía tres años atrás: exhausto. No resignado, más bien sin fuerzas para activar las ganas; esa íntima tragedia que se detona cuando uno se cruza cada vez con algo peor. “No sabría decir bien por qué pero tengo los números que lo hacen evidente: desde que empecé las personas pesan más, no menos, sufren porque no pueden atender adecuadamente su diabetes o su hipertensión. Se esfuerzan, hacen lo que pueden, pero enseguida se desmoralizan. Más si son chicos”.
El esfuerzo y la frustración: eso veía una y otra vez, sobre todo cuando le tocaba una de las prácticas más simples y a la vez más importantes de pediatría, el control de talla y peso de los niños.
Fue en alguna de esas prácticas, un día de semana cualquiera, cuando se cruzó con la representante de la empresa por primera vez. Era una chica joven, y traía regalos; y en un hospital público como ese, donde siempre falta de todo, alguien que trae algo, lo que sea, es bien recibido. “Si no entendí mal se trataba de una nutricionista, y como suelen hacer los visitadores médicos, entregaba el material, pero antes pedía firma y sello”.
Material que entregaba la empresa dos años atrás: recetarios membretados con el logo de la marca. Coca Cola en rojo y abajo el blanco clásico para que el médico indique, ¿qué? ¿Un antibiótico? ¿Un calmante? ¿Una dieta?
“Pero peor es el otro: mirá”, dice D’Ippolito y muestra el diploma al buen comportamiento. “Hoy a …. se le otorga este diploma porque el Dr/Dra ….. le pidió que 1. Sacara la lengua, 2. Tosiera o 3. Respirara hondo; Y LO HIZO SIN LLORAR NI PROTESTAR”, dice el cuadro. Así: con los espacios a completar, las instrucciones, y las mayúsculas. Con un corazón sonriente y con el logo en cursiva de la marca, enfrentado a la firma del profesional que lo complete.
“Cuando lo recibí me alarmé”, dice. “Me alarmé porque es una marca directamente vinculada a las enfermedades que los médicos intentamos sanar, como la obesidad en los niños, y porque estaban entregando un certificado que aplaude la obediencia a una orden de conducta. Es Coca Cola diciéndole a un chico cómo se tiene que portar”.
En la guardia y en la escuela
Hoy el material que quedó de entonces no es el único que se puede encontrar en el hospital. En la entrada de la guardia que recibe 120 mil enfermos al año, Coca Cola dejó un almanaque 2016 que devela otras formas de publicidad no convencional que inevitable o estratégicamente llegan a ese target al que aseguran ellos ya no le hablan: los menores de 12. Entre las típicas acciones –cuidar el agua, reciclar envases, trabajar con las comunidades donde establecen sus plantas- el cuadernillo da cuenta también del concurso intercolegial de baile, Baila Fanta y del torneo intercolegial de fútbol, Copa Coca Cola. Dos acciones que se llevan adelante desde hace años, porque sirven a la marca para subrayar el mensaje al que más fuerte se abrazan: hay que moverse. No importa que una botellita de gaseosa tenga 66 gramos de azúcar: si los chicos bailan, saltan, corren atrás de una pelota hay quienes dicen que lo queman, le ganan a las calorías, no engordan, y pueden, al otro día, seguir tomando.
Vida activa, vida saludable, vida feliz.
Eso recalcan también en el programa de educación con el que lograron desde 2008 ingresar a las escuelas públicas de 16 provincias con un alcance estimado en 620 mil niños. Dale juguemos se llama y fue desarrollado por la marca a través de la Fundación Alimentaria y avalado por el Comité Olímpico y la Federación Argentina de Cardiología. “Con el consentimiento de autoridades educativas provinciales, se capacitan docentes y se entrega material áulico y deportivo para los recreos. Son las autoridades escolares y sus docentes quienes implementan el programa. De acuerdo a nuestros lineamientos globales de marketing responsable, este programa se realiza sin presencia de nuestras marcas frente a los alumnos”, asegura Francisco Do Pico, que hace un año pasó de encargado de comunicación de Monsanto a ocupar un sillón similar en Coca Cola, en donde parece que no creen que algo que dice que fue hecho “para Coca Cola Argentina” tenga presencia de marca.p
Insólito.
“Aunque no más que lo que me enteré después”, dice D’Ippolito abriendo la puerta a un enigma que nadie parece dispuesto a resolver:“Las visitadoras de Coca llegan al hospital casi todos los meses. No se sabe quién las deja entrar ni cuál es el propósito: entregan folletos, hablan con los médicos, recopilan firmas y sellos. Tal vez hacen estudios de mercado. O estadísticas. O buscan hospitales aliados, ¿cómo saberlo?”.
Les preguntamos.
“Coca-Cola de Argentina brinda exclusivamente información sobre los ingredientes de sus productos. El principal objetivo del relacionamiento con los profesionales de la salud es escucharlos y responder a sus inquietudes respecto a los productos e ingredientes del portafolio de la compañía, siempre mediante información basada en la evidencia científica disponible y explicada por profesionales de la salud”, dice Do Pico, no sin antes aclarar que visitadores médicos no son porque para Coca, “la función de un visitador médico es promover fármacos de venta bajo receta, para así lograr la prescripción médica de los mismos. A tal efecto son contratados por laboratorios farmacéuticos”.
En el consultorio
El Hospital Penna, el Fernández, el Gutiérrez, el Garrahan, el Güemes y el Italiano: Coca Cola logra ingresar a todos, y en todos, los médicos -principalmente los pediatras que suelen ser los más requeridos- llaman a las nutricionistas de la empresa, las visitadoras. No hay quien no las haya cruzado, no se haya sorprendido, y no haya terminado aceptando que si bien al principio le resultó algo casi ofensivo –¡Coca Cola ingresando a los hospitales!- al final como se trata de personas amables pidiendo unos minutos nomás de los que depende su sueldo, les abren la puerta de sus consultorios y les prestan un poco del tiempo que casi ni tienen.
“Yo las recibo por educación, porque me da lástima dejarlas ahí afuera. Pero nunca entendí el objetivo de la visita: que justo esa empresa, Coca Cola, se interese por querer hablar con médicos cuando es obvio que nosotros sus bebidas a los chicos no se las vamos a indicar”.
Intentar entender la estrategia de marketing más polémica del momento no es fácil. Pero puede ser entretenido.
La ciencia del marketing
La primera vez que Vanesa Miquel se topó con el asunto fue a través de una colega que había sido contratada por Coca Cola. Nutricionista ella también lo entendió todo: la oportunidad laboral en un contexto que siempre parece difícil y lo perfecto que sería para la marca si resultaba bien. Entonces no lo dudó. Como era docente de la universidad de la Universidad de Concepción del Uruguay, en Rosario, pensó que para desarticular la trampa, que termina estallando nada menos que en cuerpos que enferman año a año un poco antes, exponerlo frente a sus alumnos. “Les di clases utilizando ese material que es espectacular para desarrollar pensamiento crítico: tanto el contenido como el propósito de la marca y la ética profesional están expuestos en esos folletos”.
Porque lo que entregan las nutricionistas a los médicos, lo que Do Pico llama información basada en evidencia científica, son folletos y cuadernillos que resumen el punto de vista de la empresa sobre distintas temáticas, con referencias a documentos que los apoyan.
Ahí está en papel ilustración La Ciencia de los Azúcares: 24 páginas en las que se presentan temas conflictivos, como el azúcar y el jarabe de maíz de alta fructosa, señalados cada vez con más elementos como los responsables de las pandemias de obesidad y diabetes tipo 2, que en algunos países alcanzan a la mitad de la población y en otros es solo cuestión de tiempo, pero con una astucia dialéctica que podría llevar a conclusiones increíbles. “Los carbohidratos –los azúcares, almidones y fibras que se encuentran en las frutas, verduras, cereales y productos lácteos- son una parte importante de una dieta saludable (…) Las bebidas endulzadas con endulzantes calóricos suministran calorías –energía- de los azúcares que son carbohidratos simples. Los carbohidratos son nutrientes esenciales para la vida”.
Si A es parecido a B, y B es un poquito parecido a C, ¿A es igual a C? Definitivamente, sostiene página a página este cuadernillo.
Mientras en distintas revistas científicas se publican estudios que demuestran que los edulcorantes no calóricos no solo no disminuyen el consumo de azúcar, sino que suman sustancias como aspartamo, ciclamato o acezulfame K que probablemente gatillan problemas parecidos como el aumento de peso, Coca acerca a los médicos un vistoso collage que niega rotundamente nuevos paradigmas.
En otras entregas la apuesta está en la hidratación: la importancia de atenderla antes de que sobrevenga la sed (que muchas veces, aseguran, llega tarde) y de saciarla con bebidas que mejor si son saborizadas porque así los chicos “toman entre un 45 y un 50 por ciento más de líquido que si es solo agua”.
“Y lo hacen con referencias: eso me sorprendió”, dice Miquel, “es una jugada astuta de la marca: hacen una lectura propia de distintas publicaciones científicas para hacer publicidad”.
Sin dudas esa estrategia que Coca Cola ha sabido desplegar creando incluso institutos y sociedades, es lo más cuestionable.
Las visitadoras de Coca Cola a las que ellos prefieren no llamar así tienen, como cualquier visitador médico, objetivos: una cantidad de profesionales con los que hablar, relaciones que establecer y material que a su vez les piden a ellos que repartan entre sus pacientes a fin de ampliar la educación nutricional. Así, los consultorios pediátricos de los hospitales públicos de nuestro país tienen pilones de hojas infomerciales que por supuesto llevan a cuestionar, cómo es posible que ingresen, que ocupen el tiempo de los médicos, que dejen cosas.
“Es una locura”, dice Sergio Auger, que también es médico hasta diciembre era el director del hospital Santojanni y desde entonces es el coordinador de Hospitales del Ministerio de Salud. “Para que ingrese alguien a un hospital público tiene que haber un convenio escrito con la dirección. No es que puede pasar quien se le ocurra con un carrito a ofrecer sus productos”.
¿Conoce alguno?
“No. En mi gestión jamás se acercaron de esa empresa a proponerme algo así. Tampoco estoy al tanto de que dentro del Ministerio exista algún convenio marco que lo habilite. Y si me lo propusieran no lo aceptaría”.
¿Tiene Coca Cola algún acuerdo con el sector público en Argentina?
No, dice Do Pico.
¿Entonces?
“Convenio no hay”.
“Si hay nadie lo quiere hacer público”.
“Yo creo que entran así nomás”.
“Libremente”.
“Ven luz y pasan”.
Lo que enferma
El último informe sobre enfermedades no transmisibles del Ministerio de Salud (publicado en febrero de 2016), que ubica al sobrepeso como uno de los problemas más graves por los que atraviesa el país, con el récord regional de niños menores de 5 años obesos, sostiene que hay una asociación comprobada entre el aumento de peso y la ingesta de alimentos ultraprocesados y bebidas azucaradas. De estas en especial sostiene que:
Se estima que en 2010 el consumo de bebidas azucaradas causó en el mundo 184 mil muertes. 133 mil debido a diabetes, 45 mil debido a enfermedades cardiovasculares y 6.450 debido a algunos tipos de cáncer.
La mayor cantidad de estas muertes ocurrieron en América Latina.
En Argentina, por cada millón de adultos, hay 74 que mueren por el consumo de bebidas azucaradas: es de los países con mayor mortalidad atribuida al consumo de bebidas azucaradas de la región.
En nuestro país el consumo per cápita de bebidas elaboradas por la compañía más grande de gaseosas en 2011 fue de 80 litros: 2,5 veces más que en 1991 y 1,5 veces más que en 2001.
La empresa más grande es por supuesto Coca Cola, que a plena luz del día, anda suelta por los hospitales, se pasea por los consultorios e intenta convencer a los médicos de que ellos no solo no son un problema, son casi la solución.
¿Permitirá Jorge Lemus, el mismo ministro de Salud que autoriza la publicación de un informe con esta contundencia, que este tipo de promoción continúe?
La tasa de obesidad infantil en Vietnam aumentó considerablemente, reportó hoy el Departamento de Medicina Preventiva del ministerio de Salud.
Esa cartera afirmó que si bien la incidencia de malnutrición en los menores se redujo, un fenómeno igual de alarmante está en aumento, el sobrepeso.
Un estudio realizado recientemnte en más de tres mil alumnos de escuelas primarias en esta capital mostró que el 23,4 por ciento de ellos sufren sobrepeso y 17,3 por ciento son obesos.
En 2013 un sondeo a dos mil 375 niños de cuatro y nueve años en el distrito de Hoan Kiem, indicó que la tasa de exceso de peso y obesidad fue 39,9 por ciento y en niños más que niñas.
Mientras, en Ciudad Ho Chi Minh, de 2002 a 2009 la incidencia de sobrepeso y obesidad se incrementó tres y cuatro veces en niños de edad escolar.
Ante ese fenómemo, el jefe del Departamento de Medicina Preventiva, Tran Dac Phu, dijo que diseñarán una estrategia adecuada para prevenir la obesidad infantil e implementar otra de prevención de enfermedades no comunicables de 2015 a 2025.
Un estilo de vida sano y ejercicio son las claves para prevenir ese flagelo, acotó Tran y exhortó al sector educacional a sumarse al proyecto.
Los fabricantes de comprometieron a distribuir solo agua mineral, jugos y bebidas lácteas con el fin de cooperar en la prevención de la obesidad infantil.
América del Sur/Brasil/28.06.2016/Autor y Fuente:http://www.ansur.am/
Coca-Cola Brasil, Ambev y PepsiCo Brasil dejarán de vender refrescos en escuelas con alumnos de hasta 12 años, o cuya mayoría de estudiantes se concentre en ese grupo de edad. Las empresas se comprometieron a vender en esos establecimientos solo agua mineral, zumos 100% naturales, agua de coco y bebidas lácteas que cumplan requisitos nutricionales específicos, siempre con un enfoque en la hidratación y la nutrición.
La decisión se dio a conocer este miércoles (22) y entrará en vigor a partir de agosto. En un comunicado, las tres empresas declararon que consideran la obesidad “un problema complejo” y reconocen que tienen un importante papel en la solución de ese problema.
Según la nota, “el nuevo portfolio tiene como referencia las directrices de asociaciones internacionales, y podrá incluir nuevos productos que vengan a lanzar las empresas”
Comedores:
Para ajustar sus portafolios, las empresas consideraron que en el grupo de edad de hasta 12 años los niños no son lo suficientemente maduros como para tomar decisiones de consumo y que, por lo tanto, los fabricantes deben contribuir para crear un ambiente que favorezca la toma de decisiones adecuadas.
La nueva política se aplicará a comedores que adquieren bebidas directamente de fabricantes y distribuidores. En el caso de aquellos que las compran de otros puntos de venta (supermercados, cadenas mayoristas y bodegas, por ejemplo), se impulsará una campaña de sensibilización junto a los comerciantes mediante la cual todos serán invitados a adherirse a la medida.
De acuerdo con Simone Rocha, quien preside la Asociación de Dietistas del Distrito Federal, la decisión de los fabricantes es positiva y respeta articulaciones nacionales que apuntan a la prohibición de la venta de gaseosas en escuelas públicas y privadas. En algunos estados, como Paraíba (nordeste), una ley local ya prohíbe la venta de refrescos en esos establecimientos. Además, varios colegios en el país ya adoptan la medida en sus comedores.
Según Rocha, refrescos son “calorías vacías”, es decir, no contienen nutrientes, aunque sí contienen conservantes, colorantes y otros componentes que no son buenos para la salud. “El consumo diario de refrescos puede conducir a la obesidad, reducir la absorción de calcio y deteriorar la salud ósea”, explicó.
Simone Rocha agregó que no tener el producto disponible a diario durante la infancia contribuye para la formación de los hábitos alimentarios saludables del adulto”. Si el niño no tiene acceso [a los refrescos], no los verá como algo común, y los asociará a momentos festivos. Si los tiene a su disposición todos los días, le parecerá algo natural y los tomará por inofensivos”, concluyó.
Las autoridades del país suramericano pretende frenar la obesidad con la prohibición de venta del Kinder Sorpresa y además modificará la Cajita Feliz de McDonalds
A partir del próximo 27 de junio en Chile no se podrán vender aquellos productos alimenticios con nutrientes llamados “críticos” que se promocionen con juguetes.
El Gobierno de Chile pretende frenar la obesidad infantil en ese país con la prohibición de venta del famoso chocolate Kinder Sorpresa y la modificación de la Cajita Feliz de McDonalds.
A partir del próximo 27 de junio no se podrán vender aquellos productos alimenticios con nutrientes llamados “críticos” que se promocionen con juguetes.
“El Kinder Sorpresa tiene un gancho y no podrá ser vendido en nuestro país. La Cajita de McDonalds tiene alta cantidad de sal, azúcar y grasas saturadas y no puede ser entregado en un gancho comercial”, indicó el jefe del Departamento de Políticas Públicas del Ministerio de Salud, Tito Pizarro.
El 27 de junio entrará en vigencia la nueva ley de etiquetado que tiene como objetivo principal regular el etiquetado de la información nutricional, la publicidad de alimentos dirigidos a los niños y la venta en escuelas de determinados productos.
La autoridad sanitaria señaló que si se quiere promover un producto saludable se permitirá, pero “si hay alta cantidad (de azúcares, sal o grasas) no podrá ser vendido”.
Las nuevas normas establecen que los envases y etiquetas de los alimentos para el consumo humano deben indicar los ingredientes que contienen, incluyendo los aditivos y los contenidos de energía, azúcares, sodio y grasas saturadas.
Todos los envases de los productos que superen los límites fijados como recomendables deberán llevar en la cara principal una etiqueta con la fase “Alto en” sobre un fondo negro. Los que tengan ese distintivo no podrán venderse en las escuelas, ser anunciados en televisión en horario infantil, ni tampoco incorporar en el envoltorio “ganchos” o caricaturas que puedan atraer la atención de los menores.
Chile es el segundo país con más obesos de América Latina y presenta una de las tasas más altas de obesidad infantil, según datos de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y Alimentación (FAO). Las estimaciones señalan que 9,5 % de los menores de cinco años son obesos, según la organización internacional, mientras que datos del Ministerio de Salud de Chile (Minsal) señalan que más de 30% de los niños y niñas de 0 a 7 años sufre de exceso de peso.
Tomado de: http://es.panampost.com/sabrina-martin/2016/05/26/gobierno-de-chile-arremete-contra-la-comida-chatarra-para-ninos/
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