¡Háblame bonito! La importancia de usar el lenguaje afectivo con los niños

Valeria Sabater

Háblame bonito, sin levantar la voz pero con la firmeza de quien puede convencerme de todo lo que soy capaz. Háblame con sonrisas un vez más, para que aprenda rápido que en este mundo manda el amor y no el miedo. Regálame palabras de afecto siempre que puedas para que así domine cuanto antes el lenguaje de las emociones…

Vivette Glover, psicobióloga perinatal del Imperial College de London, nos indica que la educación emocional se inicia ya desde el útero materno. Nos puede parecer algo sorprendente e incluso difícil de creer, pero a lo largo del tercer trimestre, el bebé es muy sensible a las voces que escucha del exterior. El líquido amniótico es un gran conductor del sonido, y aunque el feto no entienda el lenguaje como tal, sí tiene una gran sensibilidad a la carga emocional que se desprenden de esas tonalidades, de esas palabras.

Cuando venimos al mundo estamos íntimamente vinculados a la voz de nuestra madre y a ese mundo emocional que la ha acompañado a lo largo de esos meses de delicada gestación. No somos por tanto extranjeros en tierra extraña. El bebé ya atisba el gran poder que encierra el lenguaje afectivo. De hecho, Michel Odent, el prestigioso obstetra francés, nos recuerda que igual de importante es atender el mundo emocional de la embarazada como preocuparnos de que las revisiones médicas se cumplan.

Lo mismo ocurre con ese niño de 2, 3 o 5 años. Podemos darle lo mejor, buena ropa, alimentación equilibrada, juguetes que potencien su estimulación temprana… Sin embargo, si no lo nutrimos de afecto, de seguridad y confianza a través de un lenguaje sabio en emociones, ese niño no crecerá como debe. Su cerebro desarrollará carencias y experimentará vacíos que, llegada la adolescencia o madurez, llenará de otro modo.

Te proponemos reflexionar sobre ello.

Háblame bonito, háblame sin hacerme daño

Las palabras no matan, pero tienen un gran poder para herir. Todos lo sabemos, todos lo hemos vivido de algún modo, sin embargo, a pesar de tenerlo muy claro, en ocasiones descuidamos el modo en que nos dirigimos a nuestros niños e incluso a nuestros adolescentes. El lenguaje tiene el poder de crear un tipo de arquitectura determinada en los cerebros más jóvenes, y esto es algo que como padres, madres, abuelos o educadores jamás debemos descuidar.

Una mala palabra, un desprecio, un “todo lo haces mal”, “eres el más tonto de la clase” o un “me agotas, déjame en paz”, deja una impronta en el mundo emocional del niño hasta el punto de generar estados de indefensión, estrés o incluso depresión infantil.

Experimentos, como el realizado en el centro de Atlanta Speech School, demuestran que algo tan sencillo como hacer uso del lenguaje positivo promueve en los alumnos conductas más comprometidas. Les empuja ante todo, a tener una visión más positiva de sí mismos para superarse.

Lo más complicado de todo esto es que, lamentablemente, no todos los padres son hábiles a la hora de hacer uso de un lenguaje emocional efectivo y trascendente. Hablar “bonito” requiere intuición, voluntad, requiere tiempo, paciencia y sobre todo, haberse sanado como mujer o como hombre para poder ejercer una paternidad digna, respetuosa y que permita a ese niño no solo crecer en altura, sino crecer en seguridad, autoestima e Inteligencia Emocional.

Las claves de la comunicación afectiva con los niños

Daniel Goleman nos explica en su libro “Inteligencia Emocional infantil y juvenil” que a veces, los adultos, llegamos a abusar del refuerzo positivo hasta el punto lograr que pierda todo su valor. Los niños diferencian muy bien la autenticidad del cansancio o de la simple falta de interés.

Cuando un papá o una mamá le dice aquello de “sí, sí es un dibujo muy bonito” a su hijo de 8 años sin ni siquiera mirar el propio cuaderno porque tiene prisa, ese niño no se queda con el mensaje. Se queda con la actitud de los padres. Porque un “háblame bonito” no es hacer uso de las muletillas positivas de rigor. Es detenernos, es atender y ante todo, saber conectar.

La comunicación afectiva tiene como principal estrategia este mismo elemento: saber conectar con la mente, las emociones y el cerebro de nuestros niños. Te explicamos cómo.

Principios para conectar con los niños mediante el lenguaje emocional

En ocasiones, casi sin darnos cuenta, hacemos uso de estrategias muy poco pedagógicas con los niños. Cabe decir, eso sí, que no lo hacemos con mala intención. Simplemente, no entendemos aún cómo procesan la información o qué necesidades presentan en cada etapa de su crecimiento personal.

Estas son unas sencillas estrategias.

  • Evita los discursos largos. Si tienes que enseñarle algo a tu hijo, corregirlo o explicarle una cosa en concreto, recuerda la regla de los 30 segundos. Es el tiempo máximo en que un niño de pocos años mantendrá la atención.
  • Dar múltiples advertencias no sirve de nada. Algo bastante común es que todo padre o toda madre con grandes presiones en el día a día, tengan niños que tardan mucho en “reaccionar”. Esto es así porque se pasan la mayor parte del tiempo apremiándolos: date prisa, levántate, vístete, haz esto, haz lo otro…
  • Este tipo de verbalizaciones en forma de orden nunca permitirán que conectemos con nuestros hijos. Los niños saben que tras una orden llega otra más, así que no merece la pena obedecer a la primera. No es lo adecuado. A los niños no se les educa con prisas, sino con paciencia y cercanía. A veces, basta con una sola indicación dicha con firmeza, cercanía y razonando bien la finalidad para promover y asentar una conducta.
  • Escucha cuando te hablan tus hijos, demúestrales que cada palabra que digan es importante para ti. Deja que el mundo se detenga a vuestro alrededor. No hay prisas, cultiva la paciencia.
  • Pronuncia el nombre del niño con afecto y no hagas uso de respuestas simples o condescendencientes cuando les respondas.

El diálogo con tus hijos debe despertarlos, darles una inyección de curiosidad, de descubrimiento y de sentido afecto para que desarrollen una conciencia más segura, plena y feliz día a día, momento a momento.

Fuente del articulo: https://lamenteesmaravillosa.com/hablame-bonito-lenguaje-afectivo/

Fuente de la imagen:https://lamenteesmaravillosa.com/wp-content/uploads/2016/06/niño-en-barco.jpg

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Construccion teorica de la direccion escolar en Venezuela desde la obra «La ontologia del lenguaje del filosofo Rafael Echeverry»

Por: Carmen Virginia Duarte Verenzuela.

La organización y la administración de las instituciones educativas es uno de los temas que más interés ha despertado no solo a nivel nacional, sino también en América Latina; y que sin embargo no se ha abordado del todo.  

      La capacidad de comprensión para abordar los factores que intervienen en la organización y el funcionamiento real de las instituciones educativas, la relación que existe entre estos,  la dirección  escolar, y la manera en que influyen en la calidad del servicio educativo, constituye una habilidad esencial en el ejercicio profesional de la docencia. Al interior de la escuela se concretan formas de enseñanza; de convivencia cotidiana entre quienes la integran; de relación entre profesores, y de estos con los directivos; de estilos de dirección; importancia que se da a las prioridades educativas del plantel y tipos de participación de padres de familia, entre otras. Estas prácticas de organización y gestión son resultado de las características específicas de cada escuela, que a su vez se derivan de las disposiciones normativas, de su historia particular y del entorno local donde se ubica.

       Para comprender la dinámica institucional de las escuelas, se debe tomar en cuenta su contexto de interacción, las prescripciones que las regulan y las acciones de los individuos que las integran, ya que la combinación de estos elementos constituye la identidad de cada institución y crea un ambiente escolar especifico -no exento de conflictos- que influye en los procesos de aprendizaje de los estudiantes, en el desempeño del personal docente y en los resultados educativos en su conjunto.

      Por tal motivo; es importante que los docentes sean capaces de participar en la transformación y mejoramiento de la dirección escolar, contribuyendo al desarrollo de nuevas formas de trabajo y relación entre ellos, de tal manera que las instituciones funcionen como unidad, es decir, disponga de metas y principios compartidos, y de personal que desarrolle su capacidad de reflexionar sobre diferentes problemas, así como la facultad para diseñar estrategias de solución para que la tarea central de los profesores -la enseñanza en cada grupo- parta de acuerdos comunes entre todos los integrantes.

     El presente estudio sirvió de base para la obtención de conocimientos, supuestos, referentes teóricos, filosóficos, los cuales han expresado su punto de vista en cuanto a los conceptos de Dirección Escolar, liderazgo, el Poder; entre otros.  Las mismas estuvieron enfocadas en el estudio del filosofo  Rafael Echeverría, el cual presenta entre sus argumentaciones el “Coaching ontológico”, clave para la formación de directivos líderes escolares, así como en sus aseveraciones en relación al poder en su obra La Ontología del lenguaje (2005). No queriendo decir con esto que no existan otros aportes que pudiesen ser tomados como referentes, con el presente análisis se pretendió complementar los conocimientos necesarios para la conceptualización de las Dirección escolar y poder brindar a los directores, un constructo teórico que  sirviera de base para la ejecución de una gestión efectiva.

     Para lograr tal fin; se fijaron los siguientes objetivos:

 OBJETIVO GENERAL:

      Generar categorías teóricas que definan e interpreten  la situación actual de la Conceptualización de la Dirección Escolar en las Instituciones Educativas Venezolanas

 OBJETIVOS ESPECÍFICOS:

  • Analizar la Obra “La Ontología del lenguaje”
  • Descubrir a través de la ayuda del constructo holístico; los conceptos  de interés que servirán de base para la investigación propuesta.
  • Construir una categoría teórica que defina la Conceptualización de la Dirección Escolar en las Instituciones Educativas Venezolanas.
  • Elaborar las conclusiones pertinentes al estudio.

1.- Revisión bibliográfica de la obra La Ontología del Lenguaje (2005)

    La Obra de Rafael Echeverría, consta de once (11) capítulos. Durante su análisis se fueron tomando nota de los aspectos más relevantes que la misma posee. Es de acotar que le capitulo XI, muestra un aspecto que es de gran importancia, el referido a “el lenguaje del poder”, esta concepción se considera apropiada para develar las percepciones que tienen los directores de las instituciones educativas, en cuanto al “poder”, situación que los lleva a olvidarse un poco de ésa parte humanista, racionalista, que deben; como personas sociales,  caracterizarlos.

La ontología del lenguaje es una tesis desarrollada por el Dr. Rafael Echeverría en su libro Ontología del lenguaje, que trata de explicar al ser humano como un ser intrínsecamente lingüístico. Este texto, está fundamentado en pensadores como Fernando Flores, Humberto Maturana, Francisco Varela, Friedrich Nietzsche, Martin Heidegger, Martin Buber, Ludwig Wittgenstein, John L. Austin y John Searle.

El texto está estructurado en XI capítulos, todos ellos relacionados con el Lenguaje, su ontología, los actos Lingüísticos, los juicios, el escuchar, las emociones, las conversaciones, y el poder que tiene el Lenguaje sobre la acción humana.

 En relación a ésta aseveración realizada por Echeverría, es necesario preguntarse si en efecto; ¿es el ser humano, intrínsecamente un ser lingüístico? ¿Todo fenómeno social, es un fenómeno lingüístico?, para aclarar estas dudas es necesario pasearse por los argumentos que nos presenta Echeverría, en donde afirma que  “la ontología hace referencia a nuestra comprensión genérica —nuestra interpretación— de lo que significa ser humano.  En este sentido, para el autor;  la ontología, es nuestra comprensión de lo que significa ser humano, lo cual  no implica necesariamente la adopción de una perspectiva metafísica, afirma también que  podemos tener una ontología metafísica, como la tuvieron los metafísicos griegos, pero podemos también generar ontologías no metafísicas, como lo reivindica la ontología del lenguaje.

Asimismo;  para explicar su concepción, Echeverría diseña lo que llama “Los postulados básicos de la ontología del lenguaje”, los cuales son:

1.- Los seres humanos son seres lingüísticos: desde los tiempos de Sócrates, el lenguaje no había sido una temática de reflexión filosófica relevante, ello cambia durante la segunda mitad del siglo XX con el nacimiento de la filosofía del lenguaje que cuestiona la interpretación imperante del rol sólo descriptivo y pasivo del lenguaje.

     John L. Austin plantea que el lenguaje además de describir y constatar lo que ya existe es capaz de generar nuevas realidades, es decir, construimos futuro y transformamos el mundo a través del lenguaje. El lenguaje es sobre otras cosas lo que hace de los seres humanos el tipo particular de seres que somos. Somos seres que vivimos en el lenguaje. Somos seres sociales. No hay lugar fuera del lenguaje desde el cual podamos observar nuestra existencia, lo que para los seres humanos representa la experiencia de existencia, se realiza desde el lenguaje.

2.- El lenguaje es generativo: El lenguaje no sólo nos permite hablar «sobre» las cosas: hace que ellas sucedan. Por lo tanto, el lenguaje es acción, es generativo: crea realidades. El filósofo norteamericano John Searle sostuvo que, sin importar el idioma que hablemos, siempre ejecutamos el mismo número restringido de actos lingüísticos: los seres humanos, al hablar, hacemos declaraciones, afirmaciones, promesas, pedidos, ofertas. Estas acciones son universales. No sólo actuamos de acuerdo con cómo somos también somos según actuamos. La acción genera ser. Uno deviene de acuerdo con lo que hace.

3.- Los seres humanos se crean a sí mismos en el lenguaje y a través de él: al decir lo que decimos, al decirlo de un modo y no de otro, o no diciendo cosa alguna, abrimos o cerramos posibilidades para nosotros mismos y, muchas veces, para otros. Cuando hablamos modelamos el futuro. A partir de lo que dijimos o se nos dijo, a partir de lo que callamos, a partir de lo que escuchamos o no escuchamos de otros, nuestra realidad futura se moldea en un sentido o en otro. Pero además de intervenir en la creación de futuro, los seres humanos modelamos nuestra identidad y la del mundo que vivimos a través del lenguaje.

      El lenguaje no es, como se ha visto, el foco ni la preocupación principal de la ontología del lenguaje. Su interés principal son los seres humanos. Esto distingue a la ontología del lenguaje de disciplinas como la lingüística y la filosofía del lenguaje. Aunque haya sido fuertemente influenciada por ambas, la ontología del lenguaje tiene un objeto de estudio diferente. La lingüística y la filosofía del lenguaje tienen al lenguaje como preocupación principal. El foco de atención de la ontología del lenguaje son los seres humanos.

2.- Clasificación de  los conceptos sobre la dirección escolar a través del constructo holístico planteado por Bagozzi y Phillips (1982)

Para el abordaje de la investigación se realizó una revisión teórica y documental, que se inició con la construcción conceptual del objeto de estudio (la dirección escolar) y su caracterización. Incluyó el estudio y análisis de algunos enfoques conceptuales sobre la dirección escolar. Se abordó el constructo holístico planteado por Bagozzi y Phillips (1982), con el fin de establecer correspondencias entre los conceptos y estructurar la malla teórica que refleja las relaciones conceptuales del objeto de estudio. Se evidencia una mezcla de conceptos que aluden una aproximación teórica de tres términos que influyen en la dirección escolar: liderazgo, participación, integración.

Con la aplicación del constructo holístico; se intenta integrar el aspecto filosófico de la ciencia en la teoría de la construcción.

    La Dirección Escolar:  elementos enlazados

La aplicación del modelo de Bagozzi y Phillips (1982) se realizó  considerando la investigación previa realizada por Murillo (2007) sobre eficacia escolar en América Latina y el Caribe (IEE en AL y C).

Reporta Murillo (2007) en la Investigación Iberoamericana sobre eficacia escolar; que la serie de informes realizados por el Instituto de Investigaciones Socioeconómicas de la Universidad Católica Boliviana a partir de los datos recogido por el Programa de Estudios Conjuntos de Integración Económica Latinoamericana (Morales, 1977; Comboni, 1979; Virreina, 1979), así como el trabajo de Muñoz Izquierdo et al.(1979), en México, y el estudio de Barroso, Mello y Faria (1978), Analizando la situación desde la perspectiva de la “dirección escolar”, se ha de señalar que los énfasis están en los aspectos administrativos y en la gestión global del sistema.  Los directores actualmente; son implementadores al nivel más básico y simple, de las políticas que se definen a nivel centralizado, por ello las competencias de gestión requeridas y puestas en práctica son bastante sencillas.

Es por ello que el primer elemento fundamental es que es imprescindible una profunda redefinición del papel de la dirección escolar. Frente a la clásica concepción del director solitario o directora solitaria, superhombre o supermujer tanto en conocimientos como en competencias y responsabilidades, hay que afianzar la idea de que la dirección debe ser una tarea ejecutada con liderazgo, que propicie la participación de la ciudadanía, que sea compartida por toda la comunidad escolar logrando así la integración de la familia y la comunidad al proceso escolar.

    Ello no significa que la dirección desaparezca o se diluya, sino que se reconceptualiza, se reformula desde su esencia. Todos los miembros de la comunidad escolar son agentes de cambio y todos han de jugar al liderazgo en esa transformación. Reconocer, valorar, desarrollar y potenciar ese liderazgo múltiple ha de ser la primera función de una dirección para el cambio, situación que actualmente no es considerada por los directivos, puesto en su concepción errada de la dirección escolar; piensan que compartir responsabilidades les quita liderazgo.

    Este planteamiento trae consigo un cambio cultural de la escuela en su conjunto, fundamentado en conceptos conocidos, más no aplicados en la gestión escolar,  tales como implicación y compromiso, aprendizaje de todos, trabajo en equipo, buen humor, riesgo, respeto; una nueva cultura en la que todos y cada uno de los miembros de la comunidad escolar son responsables del centro, de su organización, funcionamiento y de sus resultados. Donde todos aprenden, se desarrollan profesional y personalmente, hasta convertirse en una verdadera organización de aprendizaje. Con ello, el principal papel del director o directora es hacer realidad este cambio cultural.

Las investigaciones más recientes en Chile que asocian la figura del Director al buen desempeño en escuelas efectivas, permiten distinguir un conjunto de dimensiones de desarrollo muy precisas (Martinic, S 2003): el director se orienta hacia aspectos educativos de su labor escolar por sobre los administrativos y de relaciones institucionales; Liderazgo, como promoción y manteniendo constantemente iniciativas de mejoramiento del servicio educativo, generando las condiciones para que estas se puedan desarrollar; Valorar las innovaciones y el cambio; promover el trabajo en equipo; así como un alto nivel de rendimiento estudiantil, en conjunto con los profesores y padres por parte del Director, que termine siendo uno de los factores claves para el buen desempeño escolar.

Es de acotar que también se revisaron los conceptos de: Desempeño escolar, Dirección escolar, Liderazgo, Tipos de Liderazgo,  Participación Ciudadana, Motivación, Eficiencia escolar, Funciones Gerenciales, empowerment, participación; entre otros,  los cuales no se incluyen en el presente para evitar una amplitud exagerada del análisis.

3.- Construir una  categoría teórica que defina la Conceptualización de la Dirección Escolar en las Instituciones Educativas Venezolanas

Luego de haber determinado los conceptos teóricos: (Liderazgo (L), Participación Ciudadana (PC), e Integración (I), los conceptos derivados: Liderazgo (L): Transformación, comunicación,  Para la Participación Ciudadana (PC): Motivación, toma de decisiones.  Para la Integración (I): trabajo en equipo, compromiso, responsabilidad  y  los conceptos empíricos: Liderazgo (L): Funciones Directivas (FD), Gestión Escolar (GE) y Desempeño Escolar (DE),   Para la Participación Ciudadana (PC): Innovación (I), Desarrollo Local (DL) y Democracia Participativa (DP).  Para la Integración (I): Familia (F), Escuela ( E ) y Comunidad (C)., así como las hipótesis (H1): “El Liderazgo Democrático en las instituciones educativas venezolanas, sustenta sus bases en la Participación activa de los actores educativos, permitiendo así que las decisiones sean debatidas por el grupo”. (H2): “La Participación Ciudadana en las instituciones educativas venezolanas centra sus objetivos en la concreción de acciones que permitan impulsar la Integración de la familia, escuela, comunidad”, se procedió a realizar la definición teórica, la cual conecta un concepto teórico con uno derivado, mediante una definición nominal, quedando de la siguiente manera: (DT1): “la transformación y comunicación como aspectos relevantes en el liderazgo democrático; se enfoca hacia un proceso de reorientación de las Funciones Gerenciales en miras de propiciar un eficaz Gestión Escolar, la cual se verá reflejada en el Desempeño Escolar de los actores educativos”. 

 (DT2): “La Motivación como aspecto determinante para la realización eficiente y eficaz de los objetivos trazados está estrechamente vinculada con la innovación para la concreción de nuevas ideas que faciliten la Toma de Decisiones”

(DT3): “el compromiso entre los actores educativos, facilita el  trabajo en equipo, delegando entre los mismos la responsabilidad que implica trabajar articuladamente”.

.      Luego de esta actividad, se logró concretar la definición empírica de las Dirección Escolar; la cual quedo de la siguiente manera:

“La dirección escolar en las instituciones educativas venezolanas, centra sus funciones directivas en la planificación, organización, dirección y control  de la gestión escolar; en donde los aspectos educativos y las relaciones institucionales son reemplazadas por los aspectos administrativos, generando así el poco o nada desarrollo local institucional, lo que acarrea que no se estimule ni propicie una democracia participativa, coartando de ésta manera la posibilidad de lograr la integración familia, escuela, comunidad, aspecto tan necesario en la toma de decisiones y para la solución de problemas”

Luego de leídos los conceptos sobre la dirección escolar y el liderazgo, es notable que el personal directivo difiera actitudinalmente de cada argumentación sobre la conceptualización de la dirección escolar.  Citando a Rafael Echeverría; éste enfoca la percepción que se tiene del poder, percepción errada que mantienen las personas que dirigen las instituciones educativas, al creer como él explica, que el poder es una sustancia que puede pasar de una mano a otra o a una persona determinada. El autor expresa esa concepción errada que tiene las personas  al pensar que el poder es solo para unos o para un grupo privilegiado, al contrario, el poder puede llegar a ser un acto muy bonito siempre y cuando genere el dialogo y sea conducido por el camino de la verdad, aquí se puede citar a Humberto Maturana cuando expresa que: toda invocación de verdad encierra siempre una demanda de obediencia. En otras palabras, el criterio de verdad ofrece una coartada que legitima las expectativas de ser obedecidos.

El poder no se trata obligar al otro para complacernos, tampoco se trata de como expresa Maturana;  “compeler” a las personas para que no se nieguen a nuestras argumentaciones, el poder se trata de  otorgarle una sólida base ética concordante con el valor del respeto mutuo. De igual forma comparto la tesis de Habermas la cual expresa que los sistemas sociales instalan creencias en las personas y sus comunidades para mantener las relaciones de poder que existen en el sistema. De esa manera, lo que se enseña en universidades y colegios permite que los que hoy tienen el poder lo mantengan. Pero si las personas reflexionan, entonces se pueden independizar de los sistemas y pueden recrear ideas que, más que beneficiar a los poderosos, les beneficien a ellos.

Para Habermas reflexión es el antídoto contra esta obsesión de los sistemas sociales de alienar a las personas en beneficio de los dominadores de turno. Por tal forma, es necesario que las personas conozcan y reflexionen lo que significa tener el poder, esa diferenciación entre la teoría y la práctica debe ser vista como una situación de gran importancia, se debe equilibrar ambas en beneficio del colectivo.

Para Echeverría; el poder no puede ser visto como un acto que genera obediencia obligada, el poder puede ser un acto compartido en donde no exista un régimen compeledor para satisfacer nuestras necesidades. Así lo expresa éste, cuando hace mención a la segunda estrategia del Poder personal, él dice  que las personas creen que  “mientras ocupemos tal cargo institucional, accedemos al poder que la comunidad le confiere a este”. En el momento en que abandonamos el cargo, perdemos con ello el poder que antes poseíamos. Es por ello que hay que entender que el poder no resulta de la capacidad de acción de la persona en cuanto tal, sino de la capacidad de acción que nos confiere la posición que ella ocupa al interior de determinados juegos institucionales consagrados por la comunidad.

Rafael Echeverría, nos trata de explicar el cambio radical que estamos viviendo con respecto al lenguaje y a la forma de pensar del ser humano como ser racional. Pero se podría preguntar, si el ser racional y el lenguaje pueden entrelazarse, considerando que las personas normalmente piensan una cosa, dicen otra y terminan haciendo otra totalmente diferente a la que pensaron, entonces, será que las personas se valen del lenguaje para lograr sus pretensiones?.  Y pensar que todo parte desde la invención del alfabeto, situación que provocó que el ser humano cambiara su forma de pensar acerca de la vida. Que con el tiempo trajo el pensamiento racional, de donde surgió la filosofía y el pensamiento científico.

Con el pensamiento y el razonamiento humano, vinieron nuevas formas de actuar, tanto positivas como negativas, suponiendo que la razón no tenía límites, y que podíamos tener el control total de nuestro entorno natural. Hicimos tan indispensable para nosotros mismos el pensamiento que minimizamos completamente el lenguaje y lo enfocamos exclusivamente a expresar cómo son las cosas. Luego llegó el cartesianismo, y con él, el invento de la prensa escrita, esto provocó otro cambio en la forma de comunicación, ya que cada vez era más fácil plasmar  pensamiento en un papel. Según la formas de pensar de Descartes, el pensamiento es la base fundamental para conocer al ser humano, con esto formuló lo que es su filosofía: Pienso, luego existo.

Llamamos ontología del lenguaje a la comprensión total del comportamiento del ser  humano. En cuanto a la comunicación con los demás, también estamos experimentando cambios radicales, en este tiempo la comunicación a través de medios electrónicos es fundamental, o al menos es lo que creemos, la tecnología se enfoca cada día más en comunicación más compleja, pero también con más alcance. Esto lleva a que el ser humano cambie su manera de pensar sobre él y sobre el mundo. Esto ha provocado que ciencias se vean removidas, por ejemplo, la metafísica y la biología. Por otro lado, existen 3 filosofías que nos muestran el desarrollo de los seres humanos como seres racionales. Sin embargo, existen ciencias como la psicología, la antropología, la sociología, etc., que han tenido avances importantes en el reconocimiento del lenguaje en la comprensión de la vida humana.

4.- Conclusiones

Leer, analizar, desintegrar la obra de Echeverría aporta al lector una serie de aspectos que vienen a proveer conocimientos, aspectos tan útiles y necesarios en el día a día de las personas; pensar y saber el poder que tiene el lenguaje es entrar en un mundo fascinante, tanto es así que Echeverría demuestra que todo fenómeno social es un fenómeno lingüístico, y así es; no hay nada que se haga que no lleve implícito al lenguaje.

    Echeverría; ofrece una nueva interpretación de lo que significa ser humano, no desde los antiguos parámetros que nos han servido de base para observar la vida, sino desde fuera de ellos. Se trata de una propuesta posmoderna y posmetafísica que ha recibido la influencia de autores como Maturana, Flores, Searle o Graves, Austin y Heidegger, y se basa en la tesis de que todo fenómeno social es un fenómeno lingüístico.

       Según Echeverría (2005) la ontología del lenguaje interpreta al ser humano como ser lingüístico, lo que lo lleva a generar realidades a través de él y a crearse a sí mismos en el lenguaje. Estos postulados son básicos en la ontología del lenguaje y podrían interpretarse como el verdadero “ser” del humano.

Incluir  la obra de Echeverría en  tesis doctorales sirve de sustento para argumentar el por qué se debe hacer uso del lenguaje, en este caso, para la transformación educativa que tanto se anhela; por qué es  importante que los directores de una vez asuman el rol que les corresponde;  por qué los directores deben aprehender que  “el lenguaje es generativo”, lo que demuestra que el lenguaje no sólo nos permite hablar «sobre» las cosas: hace que ellas sucedan. Por lo tanto, el lenguaje es acción, es generativo: crea realidades” (Echeverría 2005)

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

Bagozzi, Richard. y Phillips, Lynn. (1982). Representing and testing Organizational theories: A Holistic construal”. Administrative Scieence Quartely. 27: 459-48

Comboni, J. (1979). La escuela como determinante de los resultados escolares en Bolivia. La Paz: Universidad Católica Boliviana

Martinic, S. y  Pardo, M. (2003). La Investigación sobre la Eficacia Escolar en Chile. Estado del Arte. En: La Investigación sobre la Eficacia Escolar en Iberoamérica. Bogotá: Convenio Andrés Bello. pp.222

Murillo, F.J. (Coord.) (2007). Investigación Iberoamericana sobre Eficacia Escolar. Bogotá: Convenio Andrés Bello

 Echeverría, R. (2005). Ontología del Lenguaje. Chile: Lom Ediciones S.A.

Habermas, J. (1998). Conciencia Moral y Acción Comunicativa. Barcelona: Ediciones Península.

Marcelo Pakman; Construcciones de las experiencias humanas.  Volumen I editorial Gedisa s.a.) pág. 213

ENLACES CONSULTADOS

 http://aquileana.wordpress.com/2007/12/18/junger-habermas-teoria-de-la-accion-comunicativa/

http://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=3993835

http://www.rinace.net/arts/vol4num4e/art4_htm.htm

http://www.rootchange.org/about_us/resources/publications/DemistificandolaTeoriadeCambio.pdf

REICE: Revista Electrónica Iberoamericana sobre Calidad, Eficacia y Cambio en    Educación, ISSN-e 1696-4713, Vol. 10, Nº. 1, 2012 , págs. 26-43

REICE: Revista Electrónica Iberoamericana sobre Calidad, Eficacia y Cambio en Educación, ISSN-e 1696-4713, Vol. 10, Nº. 1, 2012 , págs. 44-57

Imagen: http://vignette2.wikia.nocookie.net/biblioteca-virtual-de-literatura/images/b/be/Ontolog%C3%ADa_del_lenguaje.jpg/revision/latest?cb=20140605095844&path-prefix=es

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