Políticas en educación

Por: Jesús Montero Tirado. 

Hay consenso universal en que la educación se ha convertido en el factor principal para el desarrollo humano integral a nivel personal y social; consecuentemente, la base fundamental necesaria para los demás desarrollos: cultural, moral, científico tecnológico, económico, político, etc.

Esta situación es anormal, porque normalmente cuando los candidatos se presentan a elecciones para presidencia de la República tienen definido lo que quieren hacer y cómo hacerlo y suelen exponerlo en sus campañas electorales para motivar los votos a su favor. En nuestro caso actual satisfizo que el presidente Mario Abdo Benítez garantizó y lo confirmó desde los primeros días de gobierno que la educación sería la prioridad número uno.A estas alturas, pasado un año de gobierno, resulta que el ministro Eduardo Petta y su equipo dirigente del MEC no saben con qué política educativa llevar adelante su responsabilidad de poner en marcha la prioridad número uno.En el contexto presente, en el que los cambios en el mundo se suceden a velocidad vertiginosa y afectan sustancialmente a la educación constantemente, perder un año y seguir consultando sobre con qué política llevarla es un grave daño a toda la sociedad y sobre todo a los niños, adolescentes y jóvenes.La famosa curva de velocidad de producción de conocimientos en el mundo da como resultado que en la actualidad los conocimientos se duplican cada dos años y muy pronto será cada pocos meses. Perder más de un año en definir las políticas con las que se va a dirigir la educación de un país es un grave daño a la nación, porque además del tiempo perdido, cuando se tome la decisión de cómo educar, es probable que los conocimientos usados, las circunstancias, los datos y condiciones tenidos en cuenta para definir, sean ya distintos, si no a nivel país, sí a nivel mundial, los cuales pueden exigir otras políticas y estrategias.La complejidad del sistema educativo nacional está descrita breve y legalmente en los artículos 7 al 11 inclusive de la Ley 1264/98 General de Educación y ahí se puede observar que no es posible afrontar la transformación de la educación con una sola política, sino con varias y muy diversas políticas interrelacionadas todas ellas entre sí y bien planificadas sistémicamente. Por ejemplo: política legislativa y de fidelidad a la Constitución Nacional y las leyes (fidelidad que actualmente no se da), política financiera y administrativa de eficacia y eficiencia, política real de educación universitaria y superior en general, política revolucionaria de profesorado en todos los niveles, política social en el sistema para satisfacer el derecho humano de calidad de educación también a los pobres, política de infraestructura digna y específica para la función educativa en escuelas, colegios, instituciones superiores y universidades, política de relaciones internacionales en educación (empezando por replantear las relaciones con la UNESCO), política cultural y lingüística, política curricular en todos los niveles, política de “educación no formal y refleja”, política de coordinación entre humanidades, ciencias y desarrollo humano integral personal y social, política anticorrupción, etc. Desde luego que entre tantas políticas necesarias, dado el estado lamentable de nuestra calidad educativa, hay que jerarquizarlas y evitar la dispersión y superficialidad en sus planteamientos y en su ejecución.

Tengo entendido que el Comité Estratégico para la transformación de la educación con el ministerio preparan una consulta a la ciudadanía en varios (4?) departamentos del país, para recoger su opinión sobre la política que debe ejecutarse en la educación por parte del las autoridades. Ojalá acaben pronto y el MEC empiece a trabajar en serio. A este paso, pueden pasar los cinco años del gobierno actual con solo reuniones sin producto alguno.

Siempre es importante y necesario conocer y respetar lo que piensa y quiere la ciudadanía, porque el pueblo es soberano, pero también es necesario que los profesionales técnicos traduzcan la voluntad popular a términos y pautas que respondan a las exigencias de las ciencias de la educación y de la administración educativa de un sistema nacional.

Fuente del artículo: https://www.abc.com.py/edicion-impresa/opinion/2019/09/09/politicas-en-educacion/

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