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Emilio Massabeu: «La educación física es la educación del futuro»

15 Septiembre 2017/Fuente y Autor: lmneuquen

“La educación física es la educación del futuro porque el sedentarismo está fagocitando a los chicos”, aseguró el kinesiólogo Emilio Massabeu, con amplia trayectoria en el campo de la Educación Física y especialista en motricidad. Massabeu tomó ese término que se usa en la biología para señalar el fenómeno por medio del cual una célula fagocita o asimila a otra para consumirla o destruirla.

Massabeu fue uno de los disertantes del Congreso de la Accesibilidad de la Actividad Física y el Deporte como Medio de Inclusión y Promoción Social en el ámbito juvenil que se realizó en el Espacio Duam de esta ciudad.

“Hay licenciaturas, doctorados, maestrías, y las clases siguen en un nivel bajo. La actividad física está llegando a todos los niveles de prevención de las patologías. Es que el mundo se está quedando quieto, porque hace cien años que nos están ganando las enfermedades hipocinéticas, que son las enfermedades del no moverse”, remarcó.

Sostuvo que las horas semanales de Educación Física en las escuelas no alcanzan. “Los alemanes dicen que los chicos tienen que tener de 40 a 45 minutos de actividad física diaria. Al chico le ganan mucho la pantalla, la televisión, la computadora, la tablet”, enfatizó.

Por eso destacó la importancia de la actividad física y del trabajo muscular en la infancia para generar hábitos que queden para toda la vida. En este sentido tuvo una postura crítica hacia muchos de sus colegas docentes: “Tienen que ponerse las pilas y trabajar más los educadores”, apuntó.

Precisó que en la Argentina hay más de 160 institutos “que no han sido cambiados en los últimos tiempos”. “La práctica de la actividad física no está en el nivel de la ciencia que hay en todo el mundo. Hay un cúmulo de un marco teórico pero las prácticas siguen siendo de la década del 70”, explicó.

Expresó su preocupación por “la poca actitud de trabajo que tiene la gente de la educación. Sufro y lo padezco. Hay una desidia muy grande. La actitud de un profesor parado dando clases, uno se da cuenta cómo está trabajando”.

“El mundo se está quedando quieto, porque hace cien años que nos están ganando las enfermedades hipocinéticas, que son las enfermedades del no moverse”.“Los alemanes dicen que los chicos tienen que tener de 40 a 45 minutos de actividad física diaria. Al chico le gana mucho la pantalla, la televisión, la computadora, la tablet”.“Sufro y padezco la poca actitud de trabajo que tiene la gente de la educación. La actitud de un profesor parado dando clases, uno se da cuenta cómo está trabajando”.Emilio Massabeu. Profesor de Educación Física, licenciado en Kinesiología y especialista en motricidad

Derribando mitos

El especialista desmitificó algunas viejas creencias como, por ejemplo, la que dice que la natación “es el deporte más completo, pero es el que más deformación postural tiene”.

“Como el primer Tarzán de Hollywood, Johnny Weissmuller, era asmático, se pensaba que curaba el asma pero tampoco es así porque el cloro produce rinitis crónica. La natación altera la postura. El agua es buena cuando la persona flota por eso en Buenos Aires ganaron espacio los flotarios. Pero en la pileta de natación cuando uno se mueve con una desviación, el agua sigue favoreciendo esa desviación”, explicó.

Recomendó a los adultos la movilidad articular, que es la “higiene” de las articulaciones. “Activa la sinovial, la capacidad respiratoria, porque si no hay aire no hay nada, y después la fuerza, porque una buena fuerza muscular resuelve la pérdida de masa muscular por envejecimiento”.

Massabeu fue crítico de la cantidad de horas semanales de Educación Física que se da en las escuelas. “No alcanzan”, precisó el especialista.

Criticó a adultos que hacen actividades físicas extremas

“El deporte que se agenda es adicto”, sostuvo el licenciado en kinesiología Emilio Massabeu durante su disertación en el Congreso de la Accesibilidad de la Actividad Física y el Deporte que se realizó en esta ciudad.

El especialista en psicomotricidad y uno de los grandes conocedores de la motricidad infantil se mostró crítico de las actividades físicas extremas que realizan las personas adultas.

“La competencia responde a un deseo de querer ganar. Yo pregono la práctica de movimiento por el placer de moverse porque se liberan endorfinas. El que se juega de a ratitos, ese es deporte recreativo”, señaló Massabeu.

Precisó que las personas que “corren cuatro o cinco maratones anuales y toman energizantes (como Red Bull) para mantenerse despiertos, eso no tiene nada que ver con el deporte saludable”.

Aclaró que los deportes saludables “son de baja y mediana intensidad. Cualquier otra cosa afecta el sistema inmune”.

Y aconsejó: “Si el hombre hoy está estresado por trabajar, por la actividad social, por la familia y encima corre una carrera de 42 kilómetros, que vaya al psiquiatra”.

“Habría que hacer jugar a los chicos sin los padres”

Emilio Massabeu también se refirió a la exigencia que ejercen los padres sobre sus hijos en competencia. “No todos los chicos tienen la suerte de ser huérfanos”, sostuvo con ironía el especialista.

“Cuando el deporte infantil se juega con los padres se despelota la vistosidad del juego. El que quiera crear una escuela de deportes para chicos primero que haga una para los padres, para hacerles ver que lo importante no es ganar”, explicó el kinesiólogo.

Por su experiencia, Massabeu comentó: “Había chicos que los domingos hacían la fiebre del estrés, no los lunes cuando iban a la escuela, que es algo común por alguna prueba, algún examen, sino porque eran los capitanes del equipo y, como no querían tener esa presión, afiebraban”.

Por último, sostuvo: “Habría que hacer jugar a los chicos sin la presencia de sus padres porque son imbancables”.

Fuente de la reseña: https://www.lmneuquen.com/la-educacion-fisica-es-la-educacion-del-futuro-n564144

Fuente de la imagen: https://media.lmneuquen.com/adjuntos/195/imagenes/002/698/0002698407.jp

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La obesidad y el sedentarismo, dos aliados contra la salud de nuestros hijos y hacemos muy poco por evitarlo

Por Pilar Fonseca

Cada vez nos movemos menos y cada vez nos parecemos más a los personajes humanos de la película “Wall-E” ¿los recordáis? Sedentarios y mayoritariamente obesos.

No es tan complicado tomar medidas y acabar con esa relación entre la obesidad y el sendentarismo, una relación que se ha aliado en contra de nuestra salud y la de nuestros hijos.

Parece que nos cuesta entenderlo pero niños y adultos necesitamos salir al exterior todos los días, con sólo tres cuartos de hora al aire libre cada mañana nuestro cuerpo se activa, se “despierta” realmente.

Pasamos cada vez más tiempo de nuestras vidas entre cuatro paredes y rodeados de pantallas, lo llamamos comodidades de la vida moderna pero al final son perjuicios para nuestra salud aunque parece que no queremos darnos cuenta ni darle la importancia que realmente tiene.

Como mínimo, los expertos marcan el límite en 20 minutos al día de contacto con la naturaleza para organizar nuestros biorritmos y que no se altere nuestro sueño ni nuestro apetito como viene ocurriendo a millones de personas en estos días.

La tecnología nos está recluyendo en espacios cerrados cada vez durante periodos de tiempo más largos lo que no es bueno para nuestra salud. Necesitamos exponernos al sol para organizar nuestro ciclo circadiano y necesitamos movernos, levantarnos del sillón.

Según un estudio de la Universidad de Rochester, pasar tiempo a diario en entornos naturales puede mejorar nuestra vitalidad en un 40%, un dato a tener muy en cuenta y aún más si hablamos de niños y los altos índices de obesidad infantil que se están dando cada vez en más países.

La milla diaria

Con esta premisa: la necesidad de actividad física en el exterior de los niños desde un colegio, en Escocia se puso en marcha “la milla diaria”.

La idea fue de Elain Wyllie cuando aún era profesora en activo, ahora está jubilada de la docencia y se dedica a dar a conocer qué es y cómo se están adhiriendo cada vez más centros a “la milla diaria”.

Elain pudo constatar entre sus propios alumnos lo que las estadísticas reflejan sobre el estado de salud de la infancia inglesa. Casi el 40% de los niños británicos de entre 11 y 15 años tiene sobrepeso y uno de cada 10 es obeso antes incluso de empezar el colegio.

Los niños ingleses están en peor forma física que nunca según los datos que manejan las autoridades y casi todas las voces coinciden en que esto se debe a una vida excesivamente sedentaria.

Elain un día de 2012 decidió sacar a toda su clase al parque que veía desde la ventana del aula y les propuso que lo rodearan corriendo, como un experimento. Un recorrido de un cuarto de milla para que lo realizaran niños de 10 años no era pedir demasiado y sin embargo ese día ni uno solo de sus alumnos completó el recorrido.

Al día siguiente volvió a sacarlos a todos al parque y repitieron el recorrido y al otro día igual y al siguiente lo mismo… Pasado un mes todos los alumnos de Elain podían dar cuatro vueltas al parque, recorrían una milla y por eso se llamó “la milla diaria”.

La salud es contagiosa

La primera salida de los alumnos de Elain fue en febrero, para Semana Santa ya no salían solos sino con cinco clases más del colegio, antes del verano ya era todo el colegio el que hacía la milla diaria.

¿Cuál es el truco? Que no se obliga a nadie, se les anima a que corran pero pueden hacer el recorrido como quieran, no es deporte, es salud; no hay competición, hay diversión.

Hoy son ya más de 600 centros de Escocia y otros 200 en Inglaterra y Gales los que se han sumado a “la milla diaria”, se ha convertido en una buena costumbre hasta el punto que los tres partidos escoceses lo incluyeron como propuesta en su programa electoral para las últimas elecciones regionales.

Los resultados positivos no se han hecho esperar. Los índices de sobrepeso en el colegio de Stirling en Escocia donde trabajaba Elaine y donde arrancó “la milla diaria” han caído a la mitad de la media escocesa. La forma física y la salud de los niños ha mejorado pero también su comportamiento y su rendimiento académico, según señalan sus profesores.

Por todo esto, la Universidad de Stirling ha iniciado un estudio en el que pretende medir los beneficios reales físicos, cognitivos y emocionales de “la milla diaria” sobre la población infantil de este centro pionero ya que es la primera iniciativa en el mundo occidental que ha funcionado para reducir la obesidad infantil.

En la actualidad “la milla diaria” ya se practica también en colegios de Bélgica, Polonia, Italia y Holanda por lo tangibles que son los beneficios que esta idea aporta a los niños que la llevan a cabo.

Fuente: http://www.bebesymas.com/salud-infantil/la-obesidad-y-el-sedentarismo-dos-aliados-contra-la-salud-de-nuestros-hijos-y-hacemos-muy-poco-por-evitarlo

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Dejen que los niños caminen y corran

América del Sur/Chile/02 de Septiembre de 2016/Autora: María Victoria Peralta/Fuente: Cooperativa 93.3Fm

Continuando con la línea expuesta en la anterior columna (¡Dejen que los niños jueguen!) y basándonos en la observación de la vida cotidiana de los niños en nuestras ciudades, parece nuevamente un tanto inverosímil tener que hacer un llamado para que se les permita caminar y correr.

Ello, porque se constata en las calles, que cada vez más niños, incluso de cinco o seis años, son llevados permanentemente por sus padres en cochecitos plegables con gran incomodidad, ya que éstos son elaborados para lactantes.

Puede entenderse que a veces sean usados para realizar alguna gestión rápida o cuando las veredas no son las más adecuadas para niños pequeños, pero privarlos de caminar y correr habitualmente es un riesgo importante para su salud y bienestar. Sobre todo cuando la mayoría vive en departamentos o espacios reducidos.

Si nos remitimos a lo que sucede en algunos países desarrollados como EEUU, veríamos que esta práctica es muy frecuente con niños incluso mayores, quienes andan absolutamente doblados en estos coches. A la par, se observan muchos párvulos y padres obesos que apenas pueden caminar, correr y menos subirse a aparatos, por falta de ejercicio y excesivo consumo de comida chatarra.

En Chile esta tendencia ha ido en aumento tal como lo señalan diferentes estudios; demás está decir todos los problemas que genera este sedentarismo a tan corta edad. La sugerencia entonces sería, no sólo a propiciar que los niños caminen y corran cuando salen a pasear con su familia, sino a realizar juegos que los motiven y diversos tipos de movimientos reiteradamente.

Cabe destacar el aporte que tenían los juegos tradicionales del folclore popular como “la guaraca”, “los pajaritos”, el “mandandirun-dirun-dan”, “vamos jugando a la pájara pinta”o las rondas, entre tantos otros. Éstos junto con estimular la motricidad gruesa en forma entretenida, beneficiaban las relaciones entre niños, el lenguaje, lo musical, el respetar turnos, etc.

Hoy hay proyectos educativos en nuestro país que están favoreciendo este tipo de actividades.Por ejemplo en San Bernardo es conocida la valorización que se hace de los juegos infantiles tradicionales y del baile como parte del folclore que propician.

En la comuna de Castro, Chiloé, otro proyecto de valorización de su cultura y entorno natural, colabora con que los párvulos salgan frecuentemente a explorar su medio: vayan a museos, talleres artesanales, mercados, playa, humedales, a los parques naturales, entre otros. Allí pueden caminar, correr, trepar, tocar, saltar, asombrarse y aprender con la riqueza de su entorno.

Por el contrario en nuestras grandes ciudades cada vez salen menos niños de los jardines infantiles y escuelas; las aparentemente necesarias, pero muy limitantes normas existentes de las instituciones casi lo prohíben. Además, el apoyo de las familias para salir es difícil, lo cual concluye en que los niños casi no pasean. ¡Qué diferente es esto en algunas de las naciones con las que nos gusta inspirarnos!

Por ejemplo en los países europeos, en especial los nórdicos con su duro clima de nieve y frío, los niños y niñas salen a explorar activamente su medio desde la sala cuna. Van a los bosques, caminan mucho, se equilibran en pasarelas naturales, trepan a los árboles caídos, recogen hojas y semillas e incluso los mayores (5 a 6 años) parten leña. Es decir ejercitan ampliamente su motricidad gruesa en actividades con sentido.

Quizás por nuestra idiosincrasia más sobre protectora no podamos llegar a tanto, pero por favor, padres y educadores, dejemos que los niños jueguen en los pasajes, cites, canchas, plazas, parques y organicemos juegos colectivos que propician esta motricidad.

Para un Chile más sano, ¡que los niños y niñas caminen, corran y jueguen!

Fuente: http://blogs.cooperativa.cl/opinion/educacion/20160115073813/dejen-que-los-ninos-caminen-y-corran/

Fuente de la imagen: http://todoparamamas.com/cole-1-2/

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