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Reseña del libro «Sociología y anarquismo. Análisis de una cultura política de resistencia»

Raúl Ruano Bullido es profesor de secundaria con numerosas publicaciones tanto a nivel individual como compartiendo autoría; cito algunas: El poder y la hipocresía (2004), Le suspect de l’hôtel Falcon: intinéraire de’un révolutionnaire espagnol (2011), Contra la ignorancia, texto para una introducción a la pedagogía libertaria (2013).

Sociología y anarquismo (2009) fue editado por la Fundación de Estudios Libertarios Anselmo Lorenzo. Un impresionante trabajo en el que Raúl Ruano enfoca la historia del anarquismo con una perspectiva más completa de lo que generalmente se suele hacer por los investigadores. Profundiza en todo lo que tiene que ver con «la experiencia vital de los individuos, con las formas concretas en que los protagonistas de la acción perciben y se apropian de lo social». Los capítulos más importantes del libro, en función de este criterio, serían los tres últimos, el 5, 6 y 7, pues se centran en las vidas y valores de anarquistas españoles que nacidos a principios del siglo XX vivieron la II República española y la Guerra Civil.

En el exhaustivo estudio realizado por el autor, se agrupan los rasgos más destacados del anarquismo: el anarquismo como moral, el ideal de fraternidad universal, el rechazo del poder, la violencia, la inquietud cultural y la crítica al modo de vida basado en la propiedad privada y el consumo. Destaca a su vez que en el interior del anarquismo «son posibles diferentes sensibilidades […] No obstante, es la clase obrera la que constituye el grueso del movimiento anarquista». En un primer momento Ruano aborda la historia de la clase obrera desde la perspectiva de tres investigadores sociales: E. P. Thompson, R. Hoggart y J. Racière. Después describe la evolución del anarquismo en España desde el último tercio del siglo XIX hasta la Guerra Civil. Y continúa con unas pincelas sobre las vidas e ideas de los «clásicos del anarquismo».

«El anarquismo, sus valores y su cultura no sólo forman parte de la historia social española, continúan hoy siendo una realidad oculta. […] Sacar a la luz y definir los contornos de esa cultura de resistencia es el principal objetivo de esta investigación», puntualiza Ruano, y añade: «Para entender el anarquismo como movimiento social es necesario inscribirlo en el marco de las culturas populares y de las culturas obreras».

«No es el lugar para entrar a dilucidar sobre ello pero lo cierto es que en 1910 el “obrerismo anarquista” contaba con el “apoyo mayoritario de la clase trabajadora española”. Evidentemente, el nacimiento de la CNT supuso un revulsivo aún mayor para la extensión del anarquismo entre las masas proletarias»

Inspirado por los autores antes citados (Thompson, Hoggart y Racière), quiere tener una comprensión socio-cultural del movimiento obrero, vislumbrar «la historia desde abajo», conocer el punto de vista de algunos de los miembros más activos de la clase trabajadora, militantes del anarquismo o el anarcosindicalismo, sus modos de vida, sus trayectorias biográficas y vitales.

En el capítulo 2 se da un repaso detallado de la relación del anarquismo con el nacimiento y desarrollo del movimiento obrero español hasta 1939. Comienza con la tradición asociativa catalana, el insurreccionalismo andaluz y la llegada a nuestro país de las ideas de Bakunin entre 1868 y 1870. El anarquismo arraigó rápido en España porque ofrecía una alternativa de transformación global de la sociedad. La nula fe en las instituciones llevó a las clases populares a la conclusión ―proclamada por los internacionalistas― de que «La emancipación de los trabajadores ha de ser obra de los trabajadores o no será». Es cierto que el republicanismo federal estaba arraigado en España pero en un momento dado fue desbordado por la fuerza arrolladora del anarquismo. Hubo épocas de cierta estabilidad en la organización de la clase obrera, alterada por un período de atentados violentos individualistas que provocaron una gran represión y, por supuesto, la ilegalización de sus organizaciones. A pesar de la propaganda burguesa, la violencia individualista siempre fue minoritaria. Tras la desaparición en 1888 de la Federación de Trabajadores de la Región española (FTRE) el anarquismo quedó ciertamente estancado o con poca articulación de masas hasta el nacimiento de la Confederación Nacional del Trabajo (CNT) en 1910.

«[La CNT] va a convertirse en la organización obrera más importante de las primeras décadas del siglo XX. […] La CNT desde el principio fue mucho más que un movimiento sindical, su lucha aspiraba a una transformación radical de la sociedad [comunismo libertario] y no se conformaba con las mejoras salariales y laborales para los trabajadores», afirma el autor.

La II República tuvo su cara buena y su cara menos buena para la clase trabajadora. Por un lado, miles de presos libertarios salieron a la calle, la CNT creció desmesuradamente y las esperanzas de progreso encandilaron a la sociedad. Pero por otro lado, esta «felicidad» duró poco, la República defendía intereses burgueses, las promesas de cambio radical de la economía se quedaron en el tintero y desencadenó una feroz represión con las organizaciones díscolas. El golpe de Estado de 1936 hizo el resto. Mientras tanto, el fascismo crecía en Europa, lo mismo que en España; la convivencia interclasista era prácticamente imposible, y tal vez la confrontación violenta entre clases inevitable. No obstante, a pesar de tantas variables en su contra, los anarquistas intentaron aplicar sus ideas allí donde eran mayoritarios, también renunciaron en un momento dado a las mismas y colaboraron con el gobierno republicano. A partir de este punto histórico comenzó otra historia sobre la que reflexionar.

Los capítulos 3 y 4 nos presentan a varios autores anarquistas relevantes ―tres rusos, un francés, un italiano y un español― cuyo pensamiento influyó decisivamente en la militancia revolucionaria española.

El primero que cita Ruano es a Mijail Bakunin (1814-1876), ruso. Para él la revolución significaba «poner patas arriba el actual orden vigente», y nos advertía que la «revolución o es global, abarcando todas las manifestaciones de la vida y a toda la humanidad, o no es revolución». Bakunin se manifestó abiertamente «contra todo lo que se pareciera, incluso remotamente, a un comunismo de Estado o a un socialismo de Estado». Para él «cualquier dictadura, incluso la del proletariado, estrangula la libertad y sólo se preocupa por la autoperpetuación».

El siguiente anarquista ruso es Piotr Kropotkin (1842-1921), un miembro de la nobleza convertido a la causa de los pobres. Desde su experiencia personal concluyó que «la política, la burocracia y el centralismo son herramientas ineficaces para el desarrollo armónico y libre de la sociedad». Kropotkin estaba esperanzado en que la revolución llegaría a través de «un cambio social evolutivo, pacífico y propiciado más por la maduración progresiva de la sociedad que por trastornos revolucionarios impulsados por minorías».

Lev Tolstoi (1828-1910), también ruso, desde joven estuvo enfrentado a la educación burguesa: «lo que enseñan me parece inútil y lo que me interesa no se enseña en las aulas». Intentó alcanzar la «perfección moral y encontró en el cristianismo primitivo unos valores universales, consistentes en la ausencia de dogmas y en la proclamación del amor como ley universal», apunta Ruano. Según Tolstoi, las causas principales por las que los hombres venden su libertad son: la falta de tierras, los excesivos impuestos y la creación ficticia de nuevas necesidades, propias de la vida urbana. Para Tolstoi «la violencia organizada es el gobierno». El Estado y el Ejército están  «encadenados indefectiblemente a Patria» y Tolstoi defiende un internacionalismo fraternal. Apuesta por la resistencia pasiva, por negarse a obedecer. En síntesis, la revolución llegaría a través de la no colaboración y el autoperfeccionamiento moral.

El francés Élisée Reclus (1830-1905) participó en la Commune de Paris, de cuya experiencia concluyó que «la revolución compete sólo a las clases populares y trabajadoras, y que la política parlamentaria no es más que una farsa para engañar al pueblo». Reclus tuvo dos grandes pasiones: el anarquismo y la geografía. Sobre la sociedad dijo que la libertad no era la única finalidad del ser humano, sino que debía desarrollarse de manera paralela al amor y la fraternidad universal; y añadía que no sólo se debía luchar por mejoras materiales sino que era fundamental el desarrollo de un pensamiento libre: «resistencia material y moral». El anarquismo tenía para él dos dimensiones, una personal (revolución interior) y otra colectiva (revolución social). Para conseguir el mundo soñado «los seres humanos libres deben reunirse, asociarse entre sí y oponer su propio mundo, con la esperanza de que el ejemplo se extienda y afecte cada vez más a un mayor número de personas». También afirmó que los cambios pacíficos en la sociedad no eran posibles por lo que la guerra social era inevitable. Sobre el parlamentarismo escribió que era «una feria de los sufragios» y el Estado conducía al odio entre pueblos.

Otro gran luchador que cita Ruano fue Errico Malatesta (1853-1932), italiano. Nacido en el seno de una familia burguesa; inició estudios de medicina pero pronto los abandonó, interesado por las ideas y el ambiente de la Internacional. Gran parte de su vida transcurrió en el exilio. Conoció a Kropotkin con el que estableció una gran amistad que se rompería durante la Primera Guerra Mundial cuando el primero tomó partido por los «aliados». Malatesta definió el anarquismo como una revolución moral contra la injusticia. Apostaba por una revolución social adecuadamente preparada para «destruir el poder político o gobierno y poner en común todas las riquezas existentes». Para él la anarquía era un método de conducta basado en la libre iniciativa y el pacto libre.

Queda hablar de nuestro muy querido compañero Anselmo Lorenzo (1841-1914). Perteneció a una familia de clase trabajadora. Fue uno de los «internacionalistas» españoles más importantes e influyentes, pensaba que la revolución social debía incluir la lucha económica, la política y la cultural. Para él el objetivo del proletariado militante era «crear una sociedad de productores libres en la que el colectivismo y la organización solidaria del trabajo sustituyan a la política». Creía firmemente en el poder transformador de la razón y la ciencia, pero no era ingenuo y sabía «que los cambios de mentalidad tienen que ir acompañados de un proceso revolucionario que trastoque las estructuras materiales en que se apoya el sistema burgués».

«… este libro es imprescindible para todas aquellas personas que deseen profundizar en las raíces del internacionalismo proletario, que ha determinado políticamente a muchas generaciones de luchadoras»

En el capítulo 5 Raúl Ruano se adentra en esas historias imprescindibles, la de los luchadores anónimos (hombre y mujeres) que «eran el motor funcional permanente de los sindicatos», en palabras de José Peirats. Lo que ha constatado el autor en su investigación es que las memorias contadas por personas de la clase trabajadora se fundamentan en «imágenes y en sentimientos» sobre aquello que vivieron. Por ejemplo, Antonio Vargas, nacido en 1917, perteneciente a una familia de pescadores, destaca el ambiente de pobreza en el que desenvolvió su infancia. Abel Paz, a su vez, se define a sí mismo como un «buscavidas» que realizó trabajos de todo tipo. Cito también el caso de Isidro que nos cuenta cómo llegó a identificarse con La Idea: «Mi conocimiento de las ideas viene a través de lo que he leído y de lo que vi en ciertos hombres. No todos eran trigo limpio, pero había una parte de gente muy desprendida y muy sacrificada, eso es lo que me llevó a mí a estas ideas».

Carmen Mera comenta al respecto: «Yo me siento anarquista, herencia de mi padre y del padre de mi padre. Y de la madre de mi padre, que cuando murió fue el pueblo entero a llevarla al cementerio en hombros, de lo humana que era». La familia influye en el desarrollo de La Idea pero es la fábrica, el campo o el taller donde «madurarán» las ideas libertarias. Los folletos fluyen en estos lugares, hay reuniones, se escuchan charlas de los más formados, se discute lo oído mientras se confraterniza, señala Ruano, y se verifica que en España la mayoría de las cabezas visibles del anarquismo son hijos e hijas del pueblo, que se ganan la vida trabajando. Muchos de estos protagonistas, conocidos y no conocidos, sufrieron en sus carnes la represión del Estado.

Los entrevistados destacan de manera unánime que el anarquismo no es sólo una forma de pensamiento, sino que es también una forma de estar en el mundo, una alternativa al modo de vida burgués. Este estilo de existencia anárquico presenta a un individuo libre y solidario situado frente al sujeto alienado, reproductor del sistema capitalista. Hay que destacar que el sueño anarquista es la liberación de toda la humanidad. El anarquismo exige del individuo una «actitud personal coherente», esto implica un cambio de mentalidad. Es una «persecución eterna de la utopía».

Una parte importante de los anarquistas entrevistados se declaran higienistas y defienden la imbricación del ser humano con la naturaleza; es decir, el «naturismo» en general. Hay un matiz en el que coinciden: apoyan la libertad «absoluta» pero matizan que siempre tiene que ir acompañada de solidaridad, si no se impondría la ley del más fuerte.

Los anarquistas no entienden ni de patrias ni de fronteras. En ellos hay un rechazo visceral a cualquier relación de dominación. Y explica Raúl Ruano:

«Los libertarios no esperan el cambio total de sociedad para poner en práctica sus ideales, saben que la Anarquía es algo a construir poco a poco. Allí donde se encuentran hacen lo que está en sus manos para ayudar a organizarla, por pequeña que pueda parecer la tarea.»

El anarquismo es fundamentalmente cultura, a pesar de su historia negra: «La violencia ejercida por anarquistas era vista casi siempre como un ejercicio de autodefensa o como una salida desesperada a un sociedad opresiva», reflexiona el autor. En el pasado el «hombre de acción» fue muy valorado en el mundo libertario por su entrega y sacrificio en pos de La Idea; e insiste en que el anarquismo es un gran defensor de la naturaleza, de vivir en armonía con ella, rechazando taxativamente la actitud depredadora que caracteriza al ser humano. En esa línea, la militancia libertaria desea el progreso pero sin que se haga a costa de la clase trabajadora: «los adelantos técnicos sólo podrían ser bienvenidos siempre que se usaran en beneficio de todos»,

Otra característica importante en el anarquismo es el autodidactismo, motivado según José Luis García Rúa en el espíritu de libertad que les imbuía y «la búsqueda de independencia respecto a las influencia estatales». Sentían verdadera pasión por la lectura y por la cultura en general a pesar de la ignorancia endémica de la que solían partir. De unas manos a otras circulaban los diarios militantes y las revistas culturales, también novelas y libros de contenido político, social e histórico.

El concepto de propiedad era central en su análisis del mundo, la consideraban como «uno de los males más perversos de nuestra sociedad». Pedro Barrio comentaba al respecto que la propiedad es una trampa para «caer en las fauces del conformismo y la cobardía».

Otra gran preocupación de los «viejos anarquistas» es la transmisión de «su experiencia y su saber […] sus vidas tienen sentido como prolongación de una memoria más vieja aún que ellos mismos», señala Ruano.

El punto de vista sobre todo lo expuesto hasta ahora por parte de los «jóvenes anarquistas» de hoy, también se sitúa en la memoria heredada aunque las prácticas actuales se definen en un contexto diferente. «La importancia que otorgan al pasado y a los recuerdos compartidos no se reduce al deseo de colmar un vacío personal e intelectual, sino que buscan su vinculación con las exigencias del presente», dice Ruano. De hecho, algunos de los jóvenes entrevistados mostraban indignación ante el ocultamiento de una tradición «que les pertenece». Se consideran en conflicto permanente con «la memoria oficial». Lo que más admiran de los viejos militantes anarquistas es la tenacidad y valentía con que afrontaban las injusticias y, por supuesto, su capacidad creativa a todos los niveles de la vida. Para estos jóvenes la anarquía es un camino a seguir, «un proceso abierto y sin fin», y tienen una idea muy clara: «el anarquismo no pretende un cambio de sistema político sino un cambio de vida en su conjunto». Consideran que hoy la situación mundial es poco propicia para la revolución social. Su interés se centra en los ateneos libertarios, la okupación, así como en una forma de vida lo más alejada posible de las reglas del capitalismo. Destacan el empobrecimiento de las relaciones interpersonales y de la vida comunitaria.

Para finalizar esta reseña, hay que decir que el libro es extraordinario, didáctico y de lectura asequible, recomendable para las personas que quieran introducirse en el universo ácrata a partir de testimonios vivos.

Sociología y anarquismo. Análisis de una cultura política de resistencia. Raúl Ruano Bellido; publicado por la Fundación Anselmo Lorenzo, FAL,  en 2009, Madrid.

Ángel E. Lejarriaga

Fuente: https://fal.cnt.es/resena-del-libro-sociologia-y-anarquismo/

Fotografía: Portal oaca

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Libro: La otra formación docente. Rutas pedagógicas, formación y resistencia. PDF

Compartencias entre México y América Latina vol. 1

Coordinadora. Patricia Medina Melgarejo

La otra formación docente construye rutas-caminos de conocimiento por un movimiento pedagógico crítico y descolonizador, incorpora esfuerzos colectivos concretos por transformar la práctica docente como parte de sus demandas laborales y sociales, a través de pedagogías otras, produciendo un ejercicio-acción a través de talleres como espacios de encuentro de diversas experiencias pedagógicas resultantes de la formación propia para la acción y organización de las y los docentes, quienes se reconocen como sujetos políticos, cuya movilización se traduce no solo en sus demandas como trabajadoras/es, sino que requieren gestar procesos formativos desde diferentes escenarios socioculturales. Estos núcleos de acción docente se implican y son producto de las demandas de los pueblos para la construcción social de espacios educativos otros, cuyas expresiones políticas representan movimientos sociales y pedagógicos que tienen una amplia manifestación en América Latina.

En este libro se presentan las contribuciones de más de veinte autoras y autores de Colombia, México y Argentina, como Jaime Martínez Luna, Marco Raúl Mejía y María José Vázquez con una trayectoria de construcción en la otra formación docente, que resultan un aporte a esta discusión desde el Sur-Sur para el campo de la teoría pedagógica crítica y descolonizadora contemporánea en nuestro continente.

En México se reconoce a la Coordinadora Nacional de los Trabajadores de la Educación (cnte) como organización docente que cobra un lugar relevante en estos procesos de educación otra, cuya historicidad como movimiento social pedagógico se presente en el presente trabajo, en particular de Oaxaca. Docentes que, al efectuar los encuentros pedagógicos, refieren la necesidad de compartir haciendo presencia como acción colectiva, hecho que definen como “compartencia”, de ahí que en este libro se busque la presencia pedagógica colectiva.

La obra incorpora reflexiones sobre las condiciones de las luchas docentes contemporáneas frente a la experiencia de confinamiento social y de emergencia sanitaria de 2020.

Descargalo completo aquí: la-otra-formacion-docente

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Libro (PDF): Mujeres indígenas y afrodescendientes ante el discurso del derecho moderno

Reseña: CLACSO

¿Es realmente el feminismo el movimiento social más exitoso del siglo XX? Para pensar esta pregunta, las mujeres indígenas y afrodescendientes de la región han puesto puntos sobre las íes de la cuestión, empezando por dejar claro que no existe un feminismo, porque no existe un solo mundo. De la mano de ellas, en las últimas décadas el discurso feminista ha introducido riquísimos debates acerca de la urgencia de pensar nuestra emancipación como mujeres, pero en clave decolonial, abrazando un esencialismo estratégico. Este libro está dedicado al análisis de los sentidos de los derechos de las mujeres indígenas y afrodescendientes en el debate contemporáneo. El volumen aborda las distintas miradas con las que ellas interpelan el discurso del derecho moderno y la manera en la que éste interpreta y reformula sus reivindicaciones. Las luchas de resistencia de las mujeres indígenas y afrodescendientes tienen una fuerza fundamental, porque interrogan desde otra mirada el discurso colonial depredatorio. Sus aportes al entendimiento de nuestro presente nos invitan a construir un mundo que ponga en el centro de la reproducción social, no la dictadura del valor, sino la reproducción de la vida.

Autoría: Alma Guadalupe Melgarito Rocha. [Coordinadora]
Ingrid Adriana Álvarez Osses. María José Balderrama Trenti. Diana Patricia Bonilla Rey. Solange Bonilla Valencia. Luísa Brandão Bárrios. Mirna Alejandra Bustamante Corona. Rafaella Sandoval Coxini Karajá. Magali V. Copa Pabón. Marina Correa de Almeida. Gloria Isabel Figueroa Gómez. Alejandra Marlene Gómez Barrera. Luisa Fernanda García Lozano. Alma Guadalupe Melgarito Rocha. Silvia Mendoza Mendoza. Luz Elena Mejía Romero. Karen Jeanette Reyes Badillo. Paulina Rodríguez Iglesias. Martha Isabel Rosas Guevara. Christianne Silva Vasconcellos. Adriana Antonio Segundo. Elsa del Valle Núñez. Rosa María Valles Ruiz. Maria Cristina Vidotte Blanco Tarrega. Laura Guadalupe Zaragoza Contreras. [Autoras de Capítulo]

Editorial/Edición: CLACSO. Siglo XXI.

Año de publicación: 2024

País (es): Buenos Aires. México.

ISBN: 978-987-813-862-6

Idioma: Español

Descarga: Mujeres indígenas y afrodescendientes ante el discurso del derecho moderno

Fuente e Imagen: https://libreria.clacso.org/publicacion.php?p=3833&c=52

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Libro Aprendívoros. El cultivo de la curiosidad (PDF)

Sumary

Qué enseñar a las nuevas generaciones es un debate presente en muchos foros a diario, pero pocas veces se relaciona con la vida y la sociedad que anhelamos.

Todos sabemos, pero a menudo se nos olvida que la actitud filosófica y el espíritu crítico son requisitos perennes para el futuro, por muy imprevisible que sea.

Las reflexiones recogidas en este libro reflejan la experiencia de un profesor de filosofía de instituto, pero parten de las lecciones de una gran maestra: la naturaleza.

«Quien educa tiene un jardinero en su interior porque siembra la semilla de la curiosidad para que sus alumnos florezcan por dentro»…

Descárgalo completo aquí: aprendivoros-como-cultivar-la-curiosidad

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Libro: Historia de la educación en la época colonial. El mundo indígena (PDF)

De Pilar Gonzalbo 
Como parte de un vasto programa de evangelización y conquista cultural, la educación constituyó uno de los ejes de la política española durante los tres siglos de dominio colonial. El cometido de esta obra documentada con minucia y estructurada sin menoscabo de la imaginación- es dar cuenta de las transformaciones que experimentó la educación impartida a los indígenas, preponderantemente religiosa, pero también basada en la difusión de conocimientos suplementarios (lectura, escritura, música y cantos) en las lenguas de los grupos conquistados. Junto a la instrucción impartida en escuelas y colegios, el indígena recibió, asimismo, los beneficios de una educación informal que, aunada a la anterior, lo capacitó para incorporarse paulatinamente al desarrollo económico y social que demandaba la vida en la Nueva España.
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Libro: Pedagogías insumisas. Movimientos político-pedagógicos y memorias colectivas de educaciones otras en América Latina (PDF)

Parte del prologo:

Pedagogías insumisas. Movimientos político-pedagógicos y memorias colectivas de educaciones otras en América Latina abre la escritura del saber a un territorio poco explorado en los países de nuestro continente: aquél que se configura a partir de las historias, voces y
experiencias de aquellos que al decir su palabra construyen un universo para pensar el campo de las alternativas, sus condiciones de
producción y su posible potenciación.

Dimensión necesaria y significativa ya que muestra el potencial de los actores sociales, las comunidades, los movimientos y las instituciones cuando, desde situaciones y contextos específicos, se articula su dinámica diaria con proyectos de participación y transformación social, política y cultural.  El que la educación ocupe un lugar central en muchos de ellos es una dimensión de la vida que no podemos dejar pasar por alto, ya que constituye un referente central en los procesos de formación de los sujetos, así como en el tipo de vínculos que éstos construyen con lo social, con su entorno, con el otro:

[…] que interviniendo en la constitución de subjetividades, en la formación de las identidades histórico-sociales, abre la conformación identitaria a los avatares del tiempo y de las circunstancias (materiales, pasionales y políticas) (Martínez de la Escalera y Lindig, 2013:22).

Descárgalo completo aquí: libro-2015-patricia-medina-melgarejo

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Las emociones de la profesión docente

Sinopsis

La vida de los docentes está llena de dificultades y contratiempos, esfuerzo e incertidumbre, sinsabores y preocupaciones, dudas y constante inquietud. Y también de profundas y gratificantes emociones. Con una trayectoria docente de más de medio siglo, el autor comparte las emociones que provienen de la relación con alumnos y alumnas, experiencias intensas, encuentros, escritos y conferencias, seminarios, talleres… Muchos podrán verse reflejados en el espejo de estas páginas. Los jóvenes que empiezan encontrarán en este libro un poderoso aliciente para vivir con pasión la tarea de educar porque trabaja con la mente y con el corazón de las personas. Un libro para emocionarse.

Miguel Ángel Santos Guerra es doctor en Ciencias de la Educación por la Universidad Complutense y catedrático emérito de Didáctica y Organización Escolar de la Universidad de Málaga. Ha sido profesor en todos los niveles del sistema educativo y ha publicado numerosos libros (83 a día de hoy), artículos en revistas especializadas y capítulos de libros sobre organización escolar, evaluación educativa, dirección escolar, participación, género y formación del profesorado. Desde 2004 escribe cada sábado en El Adarve, su blog personal del diario La Opinión de Málaga. Es padrino pedagógico de ocho escuelas argentinas. Ha recibido numerosos premios por sus escritos e investigaciones. Ha sido galardonado con la Medalla de Oro del Ateneo de Málaga.Es un gran referente en el mundo de la educación.

Reseña

Así comienza este libro “ Para quienes han dedicado su vida o la están dedicando o la dedicarán en el futuro a la tarea educativa, la más hermosa, difícil e importante que se le ha encomendado al ser humano en la historia: trabajar con la mente y el corazón de las personas”.

Esta gran dedicatoria recoge el sentir del autor hacia la profesión docente, hacia las personas que dedican su vida a engrandecer a los estudiantes, tanto culturalmente como emocionalmente. No olvidemos nunca que tratar con el alumnado, sea de la etapa educativa que sea, exige un acercamiento personal y un descubrimiento personal que está influyendo en su proceso de formación y que no podemos dejarlo al lado.

Leer a Santos Guerra, si te gusta la educación, siempre es una garantía. Sabes que vas a aprender y que te va a enseñar a acercarte al corazón de las personas. Su narrativa es ágil y muy amena, utiliza con frecuencia anécdotas, metáforas, e historias que te llenan de sentimientos nobles. No podría haber mejor persona que hablara de las emociones, a sabiendas que escucharlo y leerlo es del todo emocionante.

El libro está dividido en siete apartados, cada uno con su correspondiente Presentación,: Emociones que regalan los alumnos y las alumnas; Emociones que brinda la experiencia; Emociones que generan las personas; Emociones que proceden de la palabra; Emociones que suscita la escritura; Emociones que produce la dirección; Emociones que dejan quienes se van.

Desde el principio hasta el final,incluso con sus repeticiones, te genera la curiosidad para seguir leyendo, no decae la atención en ningún momento y te deja con ganas de seguir leyéndolo. Personalmente lo he leído mucho, pero aún me quedan libros por descubrir y es que llevar escritos 83 libros es algo muy extraordinario, a sabiendas que el libro que leas de Santos Guerra no te deja indiferente. Te genera interés porque sabes que lo que cuenta son realidades que ha vivido, experiencias en el aula, sentimientos en los centros… algo tan real como la vida misma. las personas que hemos estado trabajando tantos años en educación (en mi caso 36 años) nos podemos sentir identificadas con los relatos y enriquecidas con sus vivencias.

Como nos dice Chis Oliveira en el prólogo, estoy segura de que esta lectura va a animar a estudiantes y al profesorado a afrontar con entusiasmo su tarea de educar. Y remata con las palabras que sirvieron para un prólogo suyo a un libro de Paulo Freire: “Quien lea este libro va a descubrir el rostro de Miguel Ángel en cada uno de sus relatos, va a sentirle; en cada una de sus experiencias, va a renovar la esperanza y a comprobar cómo es posible luchar por la emancipación de las personas”.

La idea del libro, nos dice Santos Guerra, es compartir las emociones de la profesión, los encuentros con personas especiales, las vivencias que, casi inevitablemente, propicia una tarea que consiste en la comunicación personal.

En definitiva, un libro muy recomendable para docentes que empiezan, para docentes que están en activo y para personas que quieran ver otra forma posible de educar y de sentir el proceso de formación como algo que ayude en el crecimiento personal. Santos Guerra nos muestra lo hermoso de esta profesión, lo emocionante, lo atractivo, lo gratificante, lo crucial y por eso pienso que su lectura nos puede venir bien a las personas.

“No habría docentes sin alumnos y alumnas. Son ellos y ellas quienes justifican la tarea. Por eso siempre he pensado que tenían que tener más protagonismo. Sé que el aprendizaje no se produce cuando alguien quiere enseñar sino cuando alguien quiere aprender”.


Para saber más

Blog de Miguel Ángel Santos Guerra en el periódico La Opinión de Málaga.

Cómo evaluar y ser mejor docente. Conversación de Miguel Ángel Santos Guerra con Diego Fuentes.

Miguel Ángel Santos Guerra presenta su libro “Educar el corazón. Los sentimientos en las escuelas“. Acompaña al autor el periodista Matías Loja.

La evaluación como aprendizaje. Miguel Ángel Santos Guerra. La pedagogía que vendrá.

Charla TEDxMálaga de Miguel Ángel Santos Guerra

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