Estudio comparativo en la formación de profesores de Secundaria Básica

Centro América/ Cuba/Agosto 2016/Rosa Masson/ www.unesco.org

Rasgos y tendencias que distinguen las políticas y los sistemas educativos relacionados con la formación inicial de los maestros y los profesores. Orígenes y constitución

El estudio que se presenta es el resultado de la investigación, que, con el auspicio de la Oficina Regional de Cultura para América Latina y el Caribe UNESCO/La Habana, pretende aportar algunas ideas para atender las prioridades de la cooperación entre los Ministerios de Educación de la República de Cuba y de la República Dominicana en el bienio 2010-2011.

Esta investigación da continuidad a las acciones emprendidas en el bienio anterior, en colaboración con la Oficina Regional de las Ciencias para América Latina y el Caribe UNESCO/Montevideo, que propició la implementación en Cuba del proyecto “Acortando distancias entre los investigadores y los profesores en ciencias”.

El propósito que animó la investigación es la necesidad de reivindicar la imagen social del maestro, pretexto suficiente para realizar un estudio comparado que en esta primera etapa nos acerque a la formación de los profesores de Matemática para la escuela de Nivel Medio o Secundaria Básica, en algunos países de Latinoamérica y el Caribe.

La formación de profesores para la enseñanza de la Matemática continúa siendo un problema no resuelto en los paí- ses de América Latina y el Caribe. Este tema ha sido objeto de debate en diferentes oportunidades,y se ha subrayado, incluso, las barreras que la obstaculizan.

El principal impulso y la promoción para el estudio de las ciencias en general y de las matemáticas en particular se hace desde la propia escuela, pero esta es una tarea compleja, de mucha constancia y esfuerzo, que se decide mediante las políticas educativas en cada país y se concreta en la labor de cada profesor o profesora que se dedique a esa enseñanza, pasando por su concepción de la ciencia.

En el Programa y Presupuesto de la UNESCO para el bienio 2008-2009 (Documento 34C/5), se abogaba por laintersectorialidad en el tratamiento de la enseñanza de las ciencias naturales y de las matemáticas, definiendo que se “…cimentará la asistencia técnica y el asesoramiento sobre políticas de los Estados Miembros en campos como, la ense- ñanza de las ciencias y las matemáticas, los idiomas, la educación relativa al VIH y SIDA, así como la utilización adecuada de las TIC en la educación” (p. 3).

El fin de la organización es elaborar un modelo adecuado para la ense- ñanza de la ciencia, la tecnología, la ingeniería y las matemáticas, y en correspondencia con la formación del personal docente, idea que se retoma nuevamente en el Programa y Presupuesto de la organización para el bienio 2010-2011. También, el tema aparece como prioridad en los Documentos de Cooperación con la UNESCO en materia de Educación con Cuba y con la República Dominicana (Documentos UNESS, por sus siglas en inglés)

Realizar un estudio comparativo dentro de este proyecto permite la indagación del estado de la realidad educativa de estos países, bajo el mismo prisma en su proyección y en su práctica. Estos trabajos pueden ser tan variados como los objetivos que persigan y tan necesarios y oportunos como el propio fenómeno que estudia la “educación”.

En este estudio los países que se tomaron como muestra fueron: República de Cuba, República Dominicana, Repú- blica del Perú, República de Colombia y República de Argentina. Se consideraron para su selección —entre otros aspectos esenciales— los resultados satisfactorios obtenidos en las últimas pruebas aplicadas en la región (SERCE) a los primeros grados de la enseñanza primaria, también la tradición y los resultados en la formación de personal docente. En tanto estudio multifactorial abarcó desde la comparación hasta un antecedente general de las políticas y los sistemas educativos, así como de la formación del personal docente en la región, para en un segundo momento relacionar las características generales de los países con su política y sistema educativo, y esta última con la formación del personal docente para el nivel de secundaria básica.

En una segunda parte, el texto sistematiza las indagaciones sobre las tendencias de la enseñanza de la Matemática, la situación que se pudo constatar en la formación de los profesores de esta ciencia para la secundaria básica y se recogen además ejemplos de “buenas prácticas” sistematizadas por grupos de profesores. Con los anteriores elementos y correlaciones se llegaron a algunas conclusiones y recomendaciones.

El estudio se alejó de las útiles estadísticas, porque su fin más general es valorativo y problematizador, dejando por ello abierto el camino para otras indagaciones y profundización en el tema.

Comparar a partir de “ideas hipotéticas” Los estudios comparativos en educación y principalmente en la formación de docentes no son muy comunes en la región. En los últimos años se han publicado varias investigaciones (Tanti y otros, 2006; CTERA y otros, 2005) que invitan a seguir indagando desde la perspectiva de este tipo de estudio.

En educación los estudios comparados deben tener un enfoque multicausal e interdisciplinario, que indaguen en el carácter histórico y los factores contextuales y humanos que incidieron e inciden en la evolución y manifestación actual del fenómeno educativo que se estudie para entender su desarrollo proyectivo.

En esta dinámica las relaciones política educativa-currículo escolar, formación y práctica profesional resultan ser los nodos de análisis esenciales. Este estudio, en el tránsito difícil y escabroso de la indagación de un proceso tan multicausal como es la formación de docentes, en la línea divisoria entre las políticas declaradas y las políticas aplicadas, siguió una ruta investigativa a partir de ideas hipotéticas, que llevaron a la conceptualización, el establecimiento de relaciones causales y a realizar las primeras aproximaciones sobre la formación de docentes de Matemática para el nivel de secundaria básica.

La idea hipotética es una configuración mental estructurada sobre la base de una información sensorial y alguna información científica, a la que se le da rango de concepto o inferencia de carácter proposicional que determina conclusiones acerca de un objeto, una relación o las causas de un fenómeno, cuya veracidad aún no ha sido comprobada con toda profundidad desde los referentes científicos. Estas ideas se manejan por la comunidad científica y también forman parte del imaginario popular.

Conducir el estudio a partir de la fundamentación de ideas hipotéticas permitió el análisis histórico y contextual del fenómeno que se investiga para lograr precisar algunos rasgos de su proyección y llegar a algunas recomendaciones. La primera idea hipotética que se ha considerado es que La formación de los profesores en las últimas décadas del siglo XX y primeras de siglo XXI se proyecta, aplica y valora sin considerar las características y las condiciones en que se ejecuta la política educativa, y para su fundamentación se estudiaron las condiciones generales de los países objeto de investigación relacionadas con sus políticas y sistemas educativos; además se analizaron los rasgos y tendencias que distinguen la formación inicial de los maestros y los profesores en cada país, lo cual quedó recogido en la PRIMERA PARTE. En la SEGUNDA PARTE, se indaga a partir de la otra idea hipoté- tica que refiere que Se ha consolidado una tendencia integradora sobre cómo enseñar las ciencias que aún no tiene repercusión en la formación de los profesores de Matemática y en su práctica profesional. Para ello se indagó en los criterios de un grupo significativo de especialistas e instituciones que se han dedicado en los últimos años a investigar y proponer cómo se debe enseñar la Matemática y cómo formar a los docentes para esta actividad; además de analizar algunos currículos de esa carrera en los países objeto de estudio y experiencias sustentadas por grupos de profesores de esta ciencia.

Conceptos y definiciones esenciales de la investigación La educación de las nuevas generaciones dentro de la sociedad es responsabilidad del Estado, siendo la “escuela” yel maestro como profesional los que asumen esa responsabilidad.

La formación de los profesionales de la educación es parte consustancial de las políticas educativas, por ello, las decisiones sobre la formación y el desempeño deben estar determinadas por las características y las exigencias del contexto social en general y de la política educativa para la cual se forman, en particular

Las políticas y los sistemas educativos constituyen dentro del marco de un país la máxima expresión de la proyección, organización y legislación de la educación escolarizada.

La política educativa es la dimensión educativa de la política estatal, en la cual se pauta el ideal de ciudadano que se quiere formar (dimensión filosófica); la forma y la responsabilidad del Estado con su puesta en práctica (dimensión legislativa); las características generales del proceso educativo (dimensión pedagógica); y las exigencias políticas, económicas y sociales que se deben satisfacer (dimensión sociológica).

Por su parte, el sistema educativo es el conjunto de instituciones escolares que conforman la red educativa y permite el tránsito de los ciudadanos y ciudadanas por diferentes estadios de su formación, divididos en niveles y grados. Desde el año 1975, se precisó por parte de la UNESCO, un sistema que determinara homogeneizar los niveles y tipos de enseñanza, propuesta a la que se le denomina Clasificación Internacional Normalizada de la Educación (CINE), que tiene como objetivo clasificar, reunir, compilar y presentar estadísticas e indicadores comparables de la educación, tanto en el plano nacional, como en el plano internacional.

Este sistema creado en 1976, fue revisado en 1977 (Informe de seguimiento de la ETP en el Mundo, 1996). En el sistema de clasificación, se determinó que la ense- ñanza preescolar es el nivel 0, mientras que la enseñanza primaria el 1; la enseñanza secundaria abarca los niveles 2 y 3; la postsecundaria no superior el nivel 4 y la enseñanza superior, con dos ciclos, el nivel 5 y el 6. Dentro de esta clasificación se define que la enseñanza secundaria (niveles 2 y 3 de la CINE) contempla los programas del primer ciclo de la enseñanza secundaria (nivel 2 dela CINE), los que están destinados por regla general a continuar los programas básicos de la primaria; pero este nivel de enseñanza suele centrarse más en las disciplinas, y exige, con frecuencia, docentes más especializados en cada materia que contempla el currículo.

El final de este ciclo suele coincidir con la terminación de la enseñanza obligatoria. Los programas del segundo ciclo de secundaria (nivel 3 de la CINE) constituyen la fase final de este tipo de enseñanza en la mayoría de los países. Por lo tanto, estos programas se suelen estructurar aún más por disciplinas que en el nivel 2, y los docentes deben poseer en general un título más calificado o especializado que en ese nivel.

Según esta organización, en la secundaria, el currículo se organiza con el criterio de disciplinas, y para ponerlo en práctica se demanda la preparación de un docente especializado en las diferentes disciplinas que forman parte del plan de estudio escolar. Desde este enfoque, la formación de los docentes depende de la organización del currículo escolar para el nivel que se forma y de las asignaturas que lo componen, teniendo en cuenta que estas son arreglos didácticos de las disciplinas científicas objeto de enseñanza-aprendizaje. Lo cual no significa que la formación del docente se limite solamente a los contenidos que se imparten en el nivel para el cual se prepara.

Otra de las aristas investigadas es la referida al docente y a su desempeño. Sin duda, son muchos los aspectos que influyen en la proyección y cumplimiento de las políticas educativas, pero el factor determinante es el maestro o el profesor. Este en su labor diaria facilita o no el cumplimiento de esa política en el contexto donde se desenvuelve como profesional, a fin de lograr que todos sus pupilos puedan disfrutar del acceso a una educación con calidad. La tarea de enseñar ha recibido varias denominaciones, las cuales están relacionadas con el nivel académico donde se desempeña el profesional, la concepción educativa que avala la profesión, su organización social y el imaginario popular. El término “maestro”, es representativo de esta diversidad de enfoques.

En la actualidad es común llamar “maestro” a una persona que posee una vasta cultura con dominio de un área del conocimiento. De igual manera, ese mismo término se utilizó para el especialista en un oficio y que a través de la educación no escolarizada y apoyándose fundamentalmente en la práctica, transmitía conocimientos, habilidades y las bases de la ética a un grupo de aprendices, que se ganaban el derecho a aprender, en la medida que trabajaban con y para el maestro: esta última comprensión está aún vigente en de Latinoamérica y el Caribe, y forma parte de la cultura de los pueblos, generalmente de los menos desarrollados.

Con el tiempo, y con la organización social y pedagógica de la profesión, el término “maestro” se reserva al profesional de la educación que trabaja en los primeros grados del nivel básico (nivel 1). Su formación es casi siempre de nivel medio superior o universitaria, que lo habilita para enseñar la mayor parte del currículo, independientemente de las áreas del conocimiento o disciplinas. El término de “profesor” se reserva para el profesional que trabaja en la enseñanza secundaria (niveles 2 y 3), en la enseñanza postsecundaria no superior (el nivel 4) y en la enseñanza superior (niveles 5 y 6).

Con el desarrollo de las ciencias de la educación y el reconocimiento social del magisterio, se identifica la profesión con algunas de las funciones que este desempeña. De ahí que se le denomine docente/comunicador, docente/orientador, docente/supervisor, profesor/investigador, entre otras.

en dos niveles: inicial y permanente. La formación inicial se refiere a la preparación universitaria o no, que lo acredita para comenzar a ejercer como maestro o profesor. La formación permanente son todas las actividades académicas e investigativas que contribuyen a la actualización, desarrollo profesional y científico del maestro o profesor. En un estudio reciente (Esteve, J. M., en Tanti, E., 2006), se asegura que hay un auténtico proceso histórico de aumento de las exigencias que se hacen al docente, pidiéndole asumir cadavez mayor número de responsabilidades. En el momento actual un profesor no puede afirmar que su tarea se reduce simplemente al ámbito cognitivo (enseñanza).

Además de saber su materia, hoy se le pide que sea un facilitador del aprendizaje de sus alumnos, que establezca una relación educativa con ellos, que sea un organizador del trabajo en grupo, y que además de atender la enseñanza, cuide el equilibrio psicológico y afectivo de sus alumnos, la integración social, su formación sexual, etc. (p. 35). A partir de esta reflexión, que compartimos, la pregunta es: ¿Se forma a los profesores para cumplir estas exigencias sociales y profesionales?

Fuente http://www.unesco.org/new/fileadmin/MULTIMEDIA/FIELD/Havana/pdf/libro_estudio__comparativo__formacion_profesores_sb.pdf

Fuente Imagen : https://lh3.googleusercontent.com/WEAGC1TygiBNvStOHtZ8waK3keUqBAgzq3bebqTdsfIJCX2xpcLFeGQ59YO-aCRsTCqrVA=s85

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Hacia una educación de calidad para todos. Desafíos para la perspectiva comparada

 

Un punto de partida.

 Cuando intentamos reflexionar sobre la educación comparada, para con su aplicación encontrar respuestas a nuestras urgencias profesionales, no podemos dejar de tener en cuenta las reflexiones de los primeros comparativistas que, en el intento de encontrar “sus respuestas”, contribuyeron a conformar una ciencia que ha estudiado y estudia la relación sociedad–educación escolarizada en los procesos de planificación, puesta en práctica y valoración de las políticas y los sistemas educativos.

La propuesta de estudio de las nacientes políticas y sistemas educativos hecha por el francés Marco Antonio Jullien de París en el siglo XIX, fue un intento –aunque no reconocido- por establecer las pautas de la investigación de un proceso multifactorial como es la educación. Lo que se conoce hoy del “Equisse” nos facilita una visión integradora de los estudios comparados a partir de la indagación de la realidad y la interpretación de la misma, para poder con ello hacer propuestas que permitían una mejor educación y comprensión entre las naciones.

De igual manera, el concepto de “fuerzas determinantes”, fundamentado por Michael Sadler y asumido por sus seguidores (Kandel, Hans, Schneider) desde otra perspectiva, era indicativo de que, como otra ciencia de la educación, la que se dedica a la comparación debía asumir el estudio de la educación escolarizada como el resultado y la manifestación de múltiples factores que imponían lo singular a procesos que se manifestaban en todos los países, como es la política y los sistemas educativos. Para ellos los estudios comparados también debían tener una visión integradora.

El fin de la Segunda Guerra Mundial, la modificación de las relaciones internacionales entre los países, así como la intención explícita de considerar la educación de masas como una vía esencial para lograr resarcir los efectos negativos de la guerra y contribuir al desarrollo social e individual, influyeron en el incremento de los estudios comparados en educación desde los organismos e instituciones internacionales, tales como la Oficina Internacional de Educación de Ginebra y la UNESCO que, entre otras tareas de investigación y colaboración, realizan investigaciones comparadas.

Dentro del grupo de científicos que en esas organizaciones aportaron a la metodología de realizar estudios comparados, se destacan Pedro Roselló y Brian Holmes, quienes desde estos espacios considerados como observatorio mundial de la educación, indicaron los problemas educativos que comenzaban a afectar a la mayoría de los países, a pesar de poner en prácticas las políticas educativas en contextos diferentes.

A pesar de ese análisis macro de los fenómenos educativos desde sus diferencias, ambos científicos no dejan de argumentar metodológicamente cómo se debían abordar los estudios comparados para que estos tuvieran en cuenta las relaciones multifactoriales que se dan; entre lo que sucede a nivel mundial en el plano económico, social, y cultural, y sus manifestaciones específicas en las corrientes y problemas educativos. Se trata una vez más de dar una visión integradora a este tipo de investigación.

Paralelamente a estos esfuerzos, se iba acentuando una tendencia que priorizaba la recogida de datos como la vía esencial para conocer el estado de la puesta en práctica de las políticas educativas sin identificar, en mucho de los casos, todas las causales que influyen en este proceso en niveles más específicos, como en un país determinado o en una región o sector de éste, lo que da una información valiosa, pero con pocas posibilidades de ser utilizadas como una vía de solución o transformación de las realidades y problemáticas educativas.

Más recientemente, en las últimas décadas del siglo pasado, se generalizó la tendencia de ver al mundo como una aldea global. Fueron muchos los acontecimientos que influyeron en esta certeza y, de manera general, le comenzamos a llamar procesos de globalización. Estos procesos desde una lectura intencionada y ligera quisieron demostrar que todos vivíamos las mismas problemáticas, las cuales eran posible solucionar a través de las misma propuestas.

De la mano de estas reflexiones se hacen hoy un número importante de investigaciones llamadas comparativas, pero que no expresan explícitamente ni el estado real de la educación, ni las causales que influye en ello, ni mucho menos orientan sobre como cambiar el estado de las cosas.

Este proceder estuvo dirigido a lograr un consenso alrededor de la idea de que, en la medida que aplicaban políticas de ajustes económicos, la descentralización educativa era la vía idónea para lograr la educación para todos con calidad, propósito que se había quedado pendiente desde el surgimiento de la educación escolarizada en casi todos los países, incluyendo un sector dentro de los que tenían una economía desarrollada.

Pasada unas décadas y aún sin finalizar el siglo, se discutía la inoperancia de la descentralización educativa porque su intención menos discutida y más difundida -la privatización de la enseñaza pública-, era la que estaba prevaleciendo… pero ya las reformas educativas estaban en marcha y la descentralización con múltiples variantes se estaban aplicando con la intención explicita de quedarse.

En esta realidad se acusa a los estudios comparados de asumir una tendencia “positivista instrumental” limitada, que pretende convertir la realidad en un conjunto de datos estadísticos y de fórmulas, lo cual relega la teoría o su utilización de manera segmentada, sin considerar el papel de los sujetos cuando se trata de poner en práctica las políticas educativas en el interior de los micro espacios o contextos educativos locales.

Para asumir esa “deficiencia epistemológica” como reto, se nos pide que consideremos este campo del saber con la perspectiva de “integrar el conocimiento…. Se requiere un pensamiento integrador que rompa las fronteras de lo disciplinar para facilitar una visión coherente del mundo, lo que supone de suyo acoplar el interés de lo global y lo local como niveles de análisis, pero mas aún, por la forma en que tales ámbitos se interpretan y se afectan mutuamente” (Mendoza, C , 2000). A esto se agregaría la participación de la comunidad de educadores para que contribuya a identificar las demandas y las manifestaciones de la política educativa en los espacios donde se insertan y con ello se conviertan en agentes facilitadores de cambios y transformaciones educativas pertinentes.

Por tanto, una primera idea concluyente consiste en asegurar que el estudio de las interrelaciones que se manifiestan entre lo general / global con lo particular / contextual en el marco de la proyección y aplicación de las políticas educativas por parte de la comunidad de educadores en las condiciones de la sociedad contemporánea, le demanda a los estudios comparados en educación una concepción teórico-metodológica integradora.

Reflexiones necesarias sobre las políticas y los sistemas educativos.

La política y el sistema educativo, constituyen el marco referencial donde se legisla, organiza y proyecta la formación ciudadana y productiva de los hombres y mujeres de un país en los diferentes estadios de su desarrollo.

Para Valle (2001), las políticas educativas se sustentan en dos pilares básicos: uno ideológico (los principios) y otro teológico donde se incluye fines y objetivos generales.

A nuestro juicio, en la política educativa se declaran otras dimensiones además de las ya señaladas, que especifican la concepción pedagógica y sociológica por la que la definimos de la siguiente manera:

Es la dimensión educativa de la política estatal, en la cual se pauta el ideal de ciudadano a formar (dimensión filosófica); la forma y la responsabilidad del Estado con su puesta en práctica (dimensión legislativa); las características generales del proceso educativo (dimensión pedagógica); y las exigencias políticas, económicas y sociales que se debe satisfacer (dimensión sociológica).(Massón, R. M., 2006)

Esta relación entre la política estatal y la educativa significa que hay características generales de la primera que se reflejan en la segunda, tal y como sucede en las demás esferas de la política estatal, aunque cada una tenga una función específica dentro del Estado: Visto de este modo y con la intención de buscar una vía para su estudio integral podemos afirmar que las políticas y los sistemas educativos se caracterizan por tener un carácter histórico, contextualizado y perspectivo.

El carácter histórico está dado por las causas fundamentales que, a través del proceso de formación y puesta en práctica de la política educativa, se han consolidado y se constituyen en sus características fundamentales. Por otra parte, el carácter contextualizado indica cómo la política y el sistema educativo son resultado de cada contexto económico y socio–cultural donde se han constituido y se ponen en práctica, otorgándole por ello, determinada dependencia en cuanto a las condiciones objetivas del presente.

El carácter proyectivo se manifiesta en la necesaria relación con el futuro de la política y el sistema educativo, en la medida que consideremos como su misión fundamental la de formar a los ciudadanos para el mañana.

La relación dialéctica que se manifiesta entre la política y el sistema educativo con el Estado donde ella se inserta, determina que las tendencias en el desarrollo de ambos fenómenos educativos estén en correspondencia con las características y las condiciones de éste.

En la medida que han ido cambiando las relaciones entre las Naciones y las características internas de estas, se han modificado las características generales de la política el sistema educativo.

En un primer momento, la creación de los Estados Nacionales, demandó que las políticas educativas facilitaran y promovieran la cohesión nacional, la integración política y la legitimación de la nueva sociedad liberal.

Este proceso ocurre tanto en Europa como en algunos países de América Latina, unos con una organización unitaria y otros federativa. Tanto en uno como en otros, se necesitó lograr la coherencia y la cohesión nacional a través de la política educativa. Lo qué se enseña y para qué se enseña juega un papel determinante en esta situación.

Aunque la teoría de currículo surgió a principios del siglo XX (Bobbitt, 1918), no hay dudas de que desde las primeras políticas educativas constituidas existía una teoría curricular que se caracterizaba por ser uniforme, homogénea y prescriptiva.

La concepción educativa que asume un currículo homogéneo persigue como objetivo formar a todos los ciudadanos a través de los mismos contenidos básicos, lo que contribuye a educar en una similar concepción sobre valores, códigos, ritos, etc. Los sistemas de conocimientos que componen los contenidos básicos facilitan “la construcción de un imaginario colectivo” sobre el nuevo Estado, legitimando una geografía que borra las fronteras internas del antiguo régimen y define los límites exteriores como algo fijo, reconstruye una historia que se forma sobre el nuevo concepto de nación, y enseña un idioma llamado “oficial” que, en ocasiones, relega olvida o destruye la existencia de otras lenguas que convivieron por años, como elementos más significativos que han caracterizado los procesos de homogenización.

“La confluencia de estos ideales y funciones en la creación y extensión de los sistemas educativos modernos asumidos por los Estados les prestaban a éstos la legitimidad de poder influir en los alumnos en aras del desarrollo personal, de la integración social y del progreso económico. Una intervención que conllevaba compartir y sustraer competencias a las esferas familiares en aspectos que a estas les desbordaban: la cultura, la socialización y la preparación para la vida. En las sociedades industrializadas más avanzadas se elaborarían las políticas que tomaban a la educación como una de las señas de identidad de los Estados del Bienestar” (Sacristán, 1999).

En la década del sesenta, pasado el lógico período de reconstrucción de los países luego de la Segunda Guerra Mundial (fundamentalmente los europeos), se priorizó la educación de todos los ciudadanos como una necesidad vital para la reconstrucción de las economías, el desarrollo científico y tecnológico y la formación ciudadana. La educación escolarizada se convertía dentro de esta concepción en la vía fundamental de movilidad social, de desarrollo individual y de erradicación de muchos de los problemas económicos y sociales que se generaban dentro de la sociedad.

En este empeño el Estado tenía la mayor responsabilidad con la educación pública y con el cumplimiento de sus objetivos fundamentales, entre los que se destacan poner la educación al servicio de todos, aumentar los años de educación obligatoria, apoyar financieramente a la enseñanza secundaria y apoyar las enseñanzas técnicas de nivel medio.

En muchos de los países europeos estos propósitos se vieron cumplidos, pero, aunque algunos países de la región lograron aumentar esos indicadores, paralelamente se manifestaban “deformaciones” dentro de los propios sistemas educativos que no lograron disminuir los índices de repitencias, de abandono escolar, las diferencias entre la educación urbana y la rural, la no incorporación en el currículo de los referentes culturales que satisficieran las necesidades educativas de las múltiples minorías que conforman las sociedades latinoamericanas, que influían para que no se cumplieran en la práctica con los objetivos propuestos.

Esta concepción tuvo como base las teorías desarrollistas y tecnocráticas de la educación, fundamentadas a partir de la concepción del capital humano, que priorizaba la formación de competencias profesionales que respondieran a las exigencias del mercado sobre otras aristas formativas de la personalidad.

La década del ochenta trajo el final de las teorías y proyectos desarrollistas, la crisis económica de los países del tercer mundo y la reestructuración de las relaciones internacionales. La intervención foránea de los organismos internacionales como expresión de los intereses de los países de economías más desarrolladas en la vida económica y social de las naciones se hace más evidente con la de la aplicación de las políticas neoliberales.

El investigador Jurjo Torres opina que las voces más críticas y alarmantes sobre las deficiencias de la educación pública comenzaron por Estados Unidos. En el primer período de mandato de Ronald Reagan se creó una Comisión Nacional sobre la Excelencia en Educación, la que a través de una valoración de la educación pública norteamericana contribuyó a preparar favorablemente la opinión pública para aplicar reformas educativas neoconservadoras y neoliberales.

Al informe elaborado por la Comisión durante el 1983 se le llamó “Una Nación en peligro” y desde sus primeras líneas se destaca el propósito crítico del informe, “Nuestra Nación está en peligro. Nuestra incuestionable preeminencia en el comercio, en la industria, en la ciencia y en la innovación tecnológica está siendo sobrepasada por competidores de otras partes del mundo” (A Nation At Risk, 1983).

Según el informe, las instituciones escolares son las responsables fundamentales de esta situación, ya que tienen resultados mediocres con respecto a la calidad, en ellas reina la indisciplina, no exigen que los estudiantes trabajen y la selección de los contenidos curriculares es inapropiada. Todo lo anterior se constata en los pobres resultados que los estudiantes sistemáticamente logran en los tests de rendimiento escolar. Además de estas, la comisión redactora subraya como otra causa sumamente importante la falta de preparación de los docentes.

Las siguientes reformas que se produjeron tenían como lema la excelencia, lo que trajo como consecuencia que el gobierno creara agencias de evaluación sistemática de lo que ocurría en las aulas, lo que servía como referencia a los padres para que seleccionaran los centros docentes en los que estudiarían sus hijos, favoreciendo así un sistema educativo fuertemente competitivo.

Simultáneamente, se realizaron reformas educativas en otros países incluyendo los de la región (Chile, México, Colombia, Perú, Bolivia, entre otros), y donde la descentralización educativa fue el centro de dichas reformas por ser considerada una vía para obtener mayores niveles de calidad.

En realidad, lo que influyó decisivamente en que el proceso de descentralización educativa se manifestara de manera generalizada, fue la prioridad que le dieron los organismos financieros internacionales dentro de las propuestas neoliberales impuestas por ellos, a un número significativo de países y la divulgación y fundamentación pedagógica que de este proceso ha realizado la UNESCO.

La presencia de organismos e instituciones internacionales en la evolución y generalización de la descentralización educativa como el elemento primario de toda reforma o transformación educativa, nos permite asegurar que este proceso es una manifestación de la globalización en la educación escolarizada

Aunque se ha tratado de desvincular en algunos análisis la arista económica de la pedagógica al fundamentarse la descentralización como una tarea técnica orientada a mejorar la calidad de la gestión estatal dentro de un movimiento de modernización, los avances pedagógicos de la descentralización educativa dependen del respaldo económico que tenga y de la preparación de la comunidad de educadores para asumir las nuevas responsabilidades que la independencia le proporciona.

El entorno económico y político en la región no ha sido el más apropiado para poder desplegar acciones renovadoras en materia de educación pública sobretodo en las últimas décadas del pasado siglo. La crisis económica y estructural de estos ha tocado fondo y no son pocos los que, desde diferentes planteamientos políticos, están retomando los objetivos pendientes de las políticas educativas a través de la aplicación,  de “políticas emergentes”,  que se traducen en campañas, programas y proyectos que se hacen aplicables a través del apoyo estatal y la colaboración internacional.

En estas políticas emergentes se hace énfasis en el incremento de la cobertura, la calidad y sobre todo la equidad que se necesita, llevando a cabo campañas de alfabetización. De esta manera, las transformaciones sociales están facilitando que se manifieste la heterogeneidad de las prácticas educativas dentro de las políticas educativas, las que siempre dependerán de las condiciones económicas que sirvan de apoyo a la aplicación de lo que se proyecte, y a las condiciones profesionales que tenga la comunidad de educadores para aplicarla.

Todo lo anterior hace que dentro de las relaciones internacionales en el plano de la educación y la aplicación generalizada de la descentralización educativa, se visualicen con mayor nitidez los contextos educativos locales, entendiéndose estos como los espacios donde las comunidades de educadores logran proyectar, aplicar y valorar de manera reflexiva, flexible y constructiva la política educativa, mediante la realización de prácticas educativas que satisfacen las demandas de los factores extraescolares que influyen directamente en tales espacios, así como las necesidades de los sujetos implicados.

En esta dinámica, la construcción del conocimiento desde una perspectiva comparada remite interactivamente a los dos niveles: globalidad y localidad, entendiéndose entonces que la comprensión de los fenómenos particulares no puede abstraerse de las relaciones de interdependencia de lo que ocurre a escala mundial y que para comprender los que se manifiestan en este nivel, es imprescindible considerar los procesos que ocurren en lo contextual, aspecto que se asume por los estudios comparados en educación. La dirección de los estudios comparados bajo esta perspectiva exige entonces que se reflexione sobre aspectos metodológicos que permitan conducir las investigaciones en estos contextos.

Propuesta para realizar estudios comparados integrales desde los contextos educativos locales.

La metodología que se presenta a continuación es resultado de la experiencia investigativa y docente de la autora en esta disciplina, y constituye una vía  para analizar todos los factores que influyen en la puesta en práctica de las políticas educativas desde los contextos educativos locales y por tanto a conducir investigaciones con un enfoque integral.

La ruta metodológica seguida conduce a precisar aspectos esenciales a tener en cuenta en la realización de este tipo de estudio, en primer lugar, un sistema de regularidades que se concreta en un sistema de principios y reglas a tener en cuenta para su aplicación.

Se propone, de igual manera, una relación de tipos de estudios comparados clasificados según su alcance y objetivos, para hacer algunas reflexiones generales sobre cómo se definen las variables y la utilización de diferentes fuentes de información.

A partir de estas regularidades, se define un sistema de principios que, a través de las reglas de aplicación, permiten el estudio de las políticas y los sistemas educativos en su relación con la sociedad.

A continuación se explica la esencia de cada uno de ellos.

1- Principio de la interconexión universal de los problemas, las corrientes y las tendencias educativas y las manifestaciones específicas de estos en cada contexto educativo local.

La interrelación entre la sociedad y las políticas y los sistemas educativos se revela a diferentes niveles, manifestando la concatenación universal de los fenómenos y los procesos. El mayor grado de generalidad de esta relación ocurre en el ámbito internacional, por tanto, las características de la educación escolarizada a este nivel son el reflejo de lo que está sucediendo en todas las esferas de la sociedad y de sus precedentes históricos.

En esta interrelación se pueden identificar las características esenciales de los problemas, las corrientes y las tendencias educativas que se manifiestan y afectan la proyección, la organización y aplicación de las políticas educativas.

Estas características universales de la educación tienen su reflejo específico en cada realidad educativa, siendo resultado de otras de las aristas de esta interrelación, que se hace singular cuando los factores extraescolares específicos y los sujetos, influyen para que estos fenómenos globales experimenten cambios específicos en las realidades locales donde se manifiestan.

Los problemas, las corrientes y las tendencias educativas se interconectan, además, a través de la labor que desempeña la comunidad de estudiosos que está investigando y proponiendo alternativas teóricas y prácticas a la solución de estas problemáticas, lo que indica cómo los sujetos, desde sus diferentes referentes y realidades los abordan, identificándose en esa actividad las corrientes y las tendencias educativas de mayor grado de generalidad.

2- Principio de la interrelación entre la política y el sistema educativo con las demandas de los factores extraescolares del país.

La política y el sistema educativo de un país son la legislación y la organización de la educación escolarizada a nivel nacional, es decir constituyen la expresión de mayor grado de generalidad en los límites nacionales de la educación escolarizada.

Por su naturaleza multifactorial, en la constitución, consolidación y desarrollo de la política y del sistema educativo influyen un sistema de factores naturales, históricos, económicos, políticos, socio-culturales, internacionales, entre otros. Estos factores extraescolares, en su constante interrelación y transformación, hacen de la política y el sistema educativo parte consustancial de la sociedad donde se inserta.

Las transformaciones que se producen en el ámbito de la sociedad tienen una repercusión directa en la política y el sistema educativo, en la misma medida que en ellos se generan las principales premisas que pueden contribuir al cambio de la sociedad, por la relación dialéctica que se establece entre la base económica y la superestructura social.

Esta condicionante permite que la política y el sistema educativo sean un reflejo de la historia del país, que muestren las características de su presente y que desde ellos se proyecte el futuro.

3- Principio de la interrelación de la proyección de la política educativa y la eficiencia de su puesta en práctica a través del sistema educativo.

La eficiencia refleja la relación dialéctica que se manifiesta entre la política, el sistema educativo y los factores extraescolares, considerándose que la política y el sistema educativo son eficientes si logran en la práctica lo que queda declarado en la letra; si satisfacen las demandas actuales que los factores extraescolares le hacen y son lo suficientemente dinámicos para contribuir a la transformación y el desarrollo futuro de los factores extraescolares, además de permitir una cobertura de formación para toda la sociedad, independientemente de los estratos sociales y la etapa de la vida en que se encuentre el individuo, a través de la concepción educativa y curricular que se asume.

De esta manera se manifiestan las posibilidades de la política y el sistema educativo de contribuir al desarrollo del país a partir de satisfacer las demandas presentes y futuras de los factores extraescolares, posibilitando las prácticas educativas que se independizan de lo establecido, al dar respuestas críticas, dinámicas y emergentes a problemáticas educativas circunstanciales que responden a contextos educativos locales y a las demandas de los sujetos que participan en dicho proceso.

La eficiencia de la puesta en práctica de la política y el sistema educativo se manifiesta a través de la interrelación de tres premisas pedagógicas esenciales: la concepción educativa, la concepción curricular y la práctica educativa.

En la concepción educativa se determina la función de la educación, cómo deben ser formados los ciudadanos, cuáles deben ser las características de la personalidad que se deben priorizar en esta formación revelando el carácter histórico y clasista, puntualizando además en las vías fundamentales a través de las cuales debe transcurrir el proceso.

Entre la política educativa, la concepción educativa y el currículo hay un proceso de interrelaciones que caracteriza la distancia entre lo declarado al nivel de la política y lo logrado en la práctica educativa.

4-. Principio de la interdependencia de los contextos educativos locales con los factores extraescolares.

Es en estos contextos donde se evidencia la relación entre lo global y lo local, pudiéndose evidenciar cómo desde los contextos educativos locales se facilita u obstaculiza el cumplimiento de la política educativa. Esta aplicación de la política educativa en el sistema educativo está mediatizada, por las interpretaciones y las prácticas que hacen los sujetos que participan desde diferentes roles en el proceso el proceso de enseñanza–aprendizaje, en el cual se manifiesta la puesta en práctica de la política en el sistema educativo.

Esto permite establecer comparaciones entre lo dispuesto, las condiciones reales para su aplicación y el resultado de lo aplicado, como manifestación histórica de la esencia de lo general en lo local y cómo éste puede influir en el desarrollo y evolución o transformación de lo general. Constituye la interpretación y valoración de esta realidad la premisa fundamental del sistema de principios propuesto.

Tipos de estudios comparados

El tipo de estudio comparado está determinado por el alcance que éste se propone. El comparativista cubano Jesús García del Portal definió tres tipos de estudios que son asumidas por la autora, quien incluye un cuarto nivel.

 

Tipos de estudios comparados
Nivel Características
Primero ·         estudios monográficos.

·         caracterizan la educación en un país o países.

·         la finalidad es obtener conocimientos de todo el sistema de educación o de un nivel de educación en específico.

·         valoran comparativamente la relación que existe entre la política declarada (nivel de aspiración) y la realidad educativa.

Segundo ·         estudios comparativos entre países y regiones.

·         la finalidad es establecer semejanzas, diferencias y las perspectivas de desarrollo de la manifestación de la educación escolarizada que se estudie en el marco de las interacciones existentes entre la educación y la sociedad.

Tercero ·         estudio de localización de los problemas, las corrientes y las tendencias educativas en el contexto internacional y/o regional.

·         caracteriza, establece las regularidades y valorar la relación causa– efecto en el marco de las interacciones existentes entre la educación, la política, la economía y la sociedad de la región que se estudie y de los países que se incluyan en la muestra.

Cuarto ·         valora la relación entre lo establecido en la política y el sistema educativo y las diferentes alternativas teóricas y prácticas que desde los contextos educativos locales proponen los sujetos que en ellos participan.

La determinación de variables e indicadores así como la selección de un sistema de métodos de investigación es otro aspecto metodológico a tener en cuenta para la realización de estos estudios comparados en educación.  La determinación de las variables e indicadores en torno al objeto de estudio permite la elaboración de instrumentos de investigación que faciliten la obtención de la información para constatar, caracterizar y comparar la relación multicausal del origen y las manifestaciones de las políticas y los sistemas educativos  en relación con el contexto donde está insertada.

La selección de los métodos de estudio está determinada por la naturaleza del objeto de estudio, del objetivo de la investigación, del sistema de variables e indicadores establecidos, y del tipo de estudio comparado y las posibilidades que den para aplicar el sistema de principios. Estos elementos son esenciales para lograr que el sistema de métodos seleccionado corresponda y satisfaga s las exigencias de la plataforma teórica que fundamenta la investigación.

En el caso de los estudios comparados en educación la naturaleza del objeto de estudio es social, lo cual le confiere complejidad si se considera que se están estudiando sistemas abiertos, multifactoriales, en los que participan diversidad de sujetos con diferentes roles, así como con diferentes referentes teóricos y prácticos.

El estudio comparado desde esta perspectiva debe dirigirse a analizar desde un enfoque interdisciplinar las características históricas y contextuales de la política educativa y el sistema educativo para a partir de ello, establecer un primer nivel de comparación que pueda evidenciar las condiciones reales que existen en cada contexto educativo local para hacer cumplir la política.

Lo anterior nos permite determinar aquellas contradicciones que necesitan ser resueltas para llegar al cumplimiento de la política educativa. Estas contradicciones pueden ser el reflejo de factores extraescolares sujetos a modificaciones y/o situaciones presentadas en el factor humano, las cuales de igual manera, demandan transformaciones por lo que hace inevitable la caracterización de los contextos educativos locales.

En tanto que se estudian prácticas educativas, es preciso identificar las concepciones teóricas que las sustentan para que la comunidad de educadores sea conciente de los problemas educativos que se manifiestan en la puesta en práctica de la política educativa y busque su solución en aquellas concepciones teóricas que le dan la posibilidad de ser contextualizadas.

Esta perspectiva comparada de la relación de lo global / contextual, donde se hace coparticipe a la comunidad de educadores, permite determinar la incidencia de los factores históricos y reflexionar en torno a las condicionantes contextuales para determinar las tendencias del desarrollo, aspectos que constituyen el punto de partida para nuevas transformaciones.

La aplicación de cualquier alternativa que se derive de un estudio comparado en educación, requiere que se valore, pasado un tiempo, la efectividad o no de lo propuesto, así como las modificaciones más significativas logradas en la práctica educativa y en los participantes, por ello el estudio realizado, puede servir como referente para nuevas propuestas educativas y también para su valoración al aportar el punto de desarrollo inicial de la nueva propuesta.

A modo de conclusión

Para que los estudios comparados en educación puedan satisfacer las demandas que requieren la proyección, organización y aplicación de las políticas educativas en la relación de lo general /global con lo particular /contextual, tienen que considerar las teorías y las prácticas que desde los diferentes contextos educativos locales surgen, evolucionan y/o se consolidan, con el objetivo de dar respuestas a las contradicciones que se manifiestan entre lo declarado como aspiración para la educación escolarizada y las posibilidades de su cumplimiento. Constatar estas experiencias puede contribuir a que estos estudios sean una vía de transformación de la realidad educativa.


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Fuente: http://i1.wp.com/otrasvoceseneducacion.org/wp-content/uploads/2016/07/DSC01636.jpg?resize=290%2C290

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Integración sur–sur: reto para los estudios comparados en educación

 Centro américa/Cuba/  Rosa María Massón Cruz/Julio 2016/www.cubaeduca.cu

La relación sociedad–educación escolarizada ha estado en el centro de los estudios de las ciencias de la educación. Dentro de este sistema de ciencias, la educación comparada estudia las relaciones que se establecen entre la proyección, planificación y puesta en práctica de las políticas y los sistemas educativos. La primera aproximación a una concepción metodológica para la comparación de las políticas y de los sistemas educativos nacionales, fue propuesta por el francés Marco Antonio Jullien de París en el siglo XIX. Su trabajo no influyó en los primeros comparativistas, los que de manera empírica indagaban en otras realidades educativas para describir lo que en ellas sucedía y tratarlas de aplicar, tal y como se manifestaban, sin realizarles adecuación a sus países, por ello se consideraron “viajeros” que pedían “préstamos educacionales”. El comienzo del siglo XX fue significativo para la educación comparada: el inglés Michael Sadler fundamentó las primeras nociones de cómo se manifiestan las relaciones y las influencias entre la sociedad, la política y el sistema educativo nacional. El estudio de esta relación, sirvió de punto de partida para que un grupo de comparativistas (I. Kandel, N. Hans, F. Schneider y G. Bereday), desde diferentes referentes, fundamentaran una concepción teórico–metodológica para realizar los estudios comparados de las políticas y los sistemas educativos nacionales dentro y estrechamente relacionados con el contexto económico, político y social. De la labor de estos investigadores se llegó a la certeza de que copiar las experiencias educativas de un sitio a otro no era posible sin que estas sufrieran transformaciones.

El fin de la Segunda Guerra Mundial y las modificaciones de las relaciones internacionales entre los países trajo, entre otras consecuencias, la configuración de bloques de países de características económicas y sociales diferentes. Uno de esos bloques, como consecuencia de los siglos de colonización y las deformaciones económicas y socio– culturales a que fueron expuestos, comienza a ser denominado como países dependientes, en vías de desarrollo o simplemente subdesarrollados.

A diferencia de los anteriores, para la mayoría de los países que constituyeron el escenario real de la guerra, sus economías, a pesar de la lógica afectación, tenían la posibilidad de una pronta recuperación por los niveles antes logrados. Estos, en la medida que se recuperaban del evento, lograban estabilizar y continuar desarrollando su educación escolarizada, pero los que habían sufrido los efectos de la colonización, aunque fueran ya reconocidas como naciones, no lograron desprenderse de las ataduras de la dependencia creadas por siglos, ni satisfacer a través de la educación escolarizada las demandas de sus poblaciones.

Estas relaciones internacionales influyeron en el rumbo y naturaleza de los estudios comparados en educación. La imposibilidad de que los servicios educativos estuvieran al alcance de todos, y que sectores como las minorías étnicas, los campesinos y las mujeres tuvieran menos oportunidades aún, se hizo presente, ya que la expansión de los servicios educativos no era suficiente para que se cumpliera en la práctica, lo proyectado como principios básicos de la políticas educativa.

Ante estas problemáticas educativas, que se repetían y se generalizaban en los países de economías dependientes, se comenzó a plantear que una de las vías para solucionarlas se debía basar en el apoyo foráneo, tanto desde el punto de vista financiero como técnico. Este apoyo se comenzó a materializar fundamentalmente a través de organismos einstituciones internacionales creadas para este fin, como por ejemplo la UNESCO.

En la medida que estas actividades de cooperación e investigaciones se fueron ampliando, se sumaron a este propósito otros organismos e instituciones que surgieron con otro fin, fundamentalmente económico, pero que, al aumentar su protagonismo en las relaciones internacionales, se han especializado también en la esfera educativa. Este es el caso del Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico, el Banco Interamericano de Desarrollo, entre otros.

De estas organizaciones centrales han surgido proyectos regionales como la Oficina Regional de Educación para América Latina y el Caribe (ORELAC), y la Comisión Económica para América Latina. Realizar estudios comparados en educación se convirtió en la base de esta “tipo de colaboración”, que, en sentido general desde su surgimiento y aún en la actualidad, ha estado condicionada por proponer proyectos de colaboración que, en muchos caso, no han tenido en cuenta las características específicas de cada contexto donde se aplican dichas propuestas.

Los estudios comparados en educación que se dirigen desde estos organismos e instituciones, no han logrado tener en muchos casos los resultados esperados, porque han analizado los fenómenos educativos de manera general, homogénea y con una aparente neutralidad (Cruevello de Silveira, 1992; Popkewitez y Pereyra, 1997; Garrido, 2000; Arnove, 2003; Mendoza, 2003; Massón, 2004), desconociendo la mediaciones que se dan entre lo proyectado y lo aplicado por los diferentes autores, en contextos educativos diversos.

Las dinámicas económicas y sociales han cambiado en los países de Latinoamérica en la actualidad, las que se 5 caracterizan por encontrar vías de colaboración a través de las relaciones (MERCOSUR, ALBA).

Esta colaboración sin imposición, ha generado proyectos de desarrollo educacionales y culturales, creando con ello un nuevo marco para realizar estudios comparados en educación que contribuya, desde el conocimiento de los fundamentos de esta ciencia, a comprender la realidad del otro, en la medida que se colabora para, conjuntamente, poner en marcha sueños tan largamente acariciados como el de lograr “Educación para todos en condiciones de equidad”.

De esta manera las relaciones Sur–Sur se configuran como un nuevo contexto para realizar estudios comparados en educación y la propuesta que se propone para realizar de estos estudios puede ser factible en estas condiciones de colaboración .

Para finalizar, los nuevos espacios de colaboración e intercambio entre países con el propósito de hacer cumplir sus políticas educativas, podrán ser mucho mas eficientes si se logra a aplicar los presupuestos teórico – metodológicos de los estudios comparados en educación. Los proyectos de colaboración para la puesta en práctica de las políticas educativas emergentes, se configuran como espacios socioeducativo que privilegia las iniciativas de cambios que surgen cuando se consideran las opiniones y necesidades de los sujetos que participan en dichos proyectos y las particularidades de los contextos donde se aplican. La incorporación de la comunidad de educadores a los estudios comparados permitirá que se encuentren explicaciones sobre las influencias de los problemas educativos generales en los contextos educativos donde se ponen en práctica los proyectos de colaboración, logrando con ello ser viable los objetivos que se proponen.

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Fuente:http://www.cubaeduca.cu/medias/pdf/4835.pdf

Fuente imagen:http://i0.wp.com/otrasvoceseneducacion.org/wp-content/uploads/2016/07/rosa_masson.jpg?resize=290%2C290

 

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