José Joaquín Brunner, sobre el proyecto: ”El Gobierno insiste en un sistema de gratuidad que me parece insostenible”

Por: Gabriel pardo

«Lo que dice el Ejecutivo es que llegará, en el mejor de los casos, a cubrir al 50% de los jóvenes de los hogares de menores recursos. Todo lo demás es música”, afirma.  

En esta conversación, José Joaquín Brunner repetirá -con su tradicional dicción académica- palabras como confuso, desordenado, débil, inconexo.

El ex ministro muestra gran decepción ante los lineamientos del proyecto de ley de educación superior anunciados por el Ejecutivo: “Para dos años de trabajo -desde que se anuncia en el programa de gobierno-, el producto es extremadamente pobre. Sigue siendo un conjunto bastante inconexo de ideas, propuestas, comentarios, que no permiten percibir que el gobierno tenga una visión estratégica de adónde quiere llevar a un sistema tan complejo como es hoy nuestro sistema de educación superior”.

-¿Dónde ve las principales falencias?

-Sigue habiendo una enorme debilidad de base en el planteamiento del Gobierno. En vez de reforzar e impulsar un régimen mixto, como anunció la Presidenta, si uno mira en concreto lo que se hace, buena parte del proyecto se dedica a cómo reforzar las universidades del Estado. Como si la Educación Superior de la cual el Estado se debiera preocupar fuese solo de una parte del conjunto. No hay una visión real de un régimen mixto, donde el Estado efectivamente debería preocuparse de todas las universidades, de los académicos y de todos los estudiantes.

-En el proyecto, sin embargo, se establece una nueva institucionalidad, que incluye una Subsecretaría de Educación Superior y una Superintendencia para el buen funcionamiento del sistema.

-En términos de principios y doctrinas, el proyecto es tremendamente controlista. Hay puntos claves que se pretende dejar en manos directamente de la administración gubernamental.

-¿En qué sentido sería “controlista”?

-Si uno lo mira, se da cuenta de que el Estado o el Gobierno se haría cargo de definir títulos y grados a través de este marco nacional de cualificaciones, fijando el ministerio estándares y criterios curriculares, entregando la gestión de múltiples aspectos a esa combinación de Subsecretaría y Superintendencia.

Brunner, quien es autor de varios libros sobre la materia, agrega que “la admisión sería controlada directamente por el Ministerio, con un nuevo sistema que no se explicita, pero queda dicho que la admisión a la universidad -es decir, que la selección de estudiantes, una cuestión central a la autonomía de las instituciones- queda en manos del Ministerio”. Lo mismo ocurre, dice, respecto de la fijación de los aranceles en el sistema de gratuidad.

-El Gobierno plantea que llegará al sexto decil en gratuidad. Y que la gratuidad universal se condiciona al hecho de que la carga tributaria, en un futuro, pase a ser el 29,5% del PIB. ¿Cómo califica este anuncio?

-Todo eso me parece completamente descaminado. Lo que dice el Gobierno es que llegará, en el mejor de los casos, a cubrir al 50% de los jóvenes de los hogares de menores recursos. Todo lo demás es música. El gobierno insiste en un sistema de gratuidad que me parece insostenible, sobre todo pensado en la realidad económica actual.

“La admisión a la universidad -es decir, la selección de estudiantes, que es una cuestión central a la autonomía de las instituciones- queda en manos del Ministerio”.

Fuente noticia: http://www.brunner.cl/?p=14553

Fuente imagen: http://www.udp.cl/upload/Noticias/Noticias_20101123_93329.jpg

Comparte este contenido: