Por: Eleazar Domingo Jiménez Rodríguez
Resumen
El objetivo de este artículo es presentar, a grandes rasgos, el origen de la tutoría y enfatizar la base filosófica que la sustenta. Este trabajo forma parte de una investigación relacionada con la aplicación de la tutoría en la educación media superior en el medio rural y se realizó con la aplicación de la metodología que subyace en la propuesta dialéctico-crítica. Se concluye que, por la constitución de la conciencia de quienes lo suscriben, el origen de la tutoría varía de uno a otro teórico y que la base filosófica ha sido un tema poco tratado, pero se ubica en el humanismo.
Palabras clave: Tutoría, educación media superior, base teórica, origen de la tutoría.
Abstract
The objective of this article is to present, in broad strokes, the origin of tutoring and to emphasize the philosophical basis that sustains it. This work is part of an investigation related to the application of tutoring in upper secondary education in rural areas and was carried out with the application of the methodology that underlies the dialectical-critical proposal. It is concluded that, due to the constitution of the conscience of those who subscribe to it, the origin of the tutoring varies from one theoretical to another and that the philosophical base has been a subject little treated, but it is located in humanism.
Keywords: Tutoring, upper secondary education, theoretical base, origin of tutoring.
Introducción
En el Instituto de investigaciones Sociales y Humanas se enfatiza la importancia del conocimiento de la base teórica del tema de investigación que se elige. El énfasis en el conocimiento de la base teórica de un tema de investigación se da como reconocimiento de que la teoría constituye el cristal a través del cual se aprecia la realidad. Por otro lado, es importante mencionar que este artículo forma parte de una investigación en proceso relacionada con la tutoría en México con la intención conocerla y explicarla y, se reconoció que la tutoría no tiene una base teórica, pero si tiene una base filosófica que es importante identificar y precisar.
El artículo está organizado con base en dos apartados: 1. Función tutorial y 2. Base filosófica. En el primero se presenta la forma en que ha sido pensada la tutoría y, en el segundo, se presentan los aspectos fundamentales del humanismo y de los tres iniciadores de ese movimiento.
1. La función tutorial
1.1. Conceptuación
En este apartado se expresa la forma en que ha sido pensada la función tutorial y, a esto, se le ha denominado la conceptuación. De acuerdo con Cañas, la función tutorial es el ejercicio de las tareas de orientación educativa que el profesor realiza con respecto a sus alumnos. Cañas agrega que la función tutorial es parte integrante y esencial de la educación.
En este caso, nótese que la función tutorial está pensada como la orientación del profesor hacia sus alumnos y, este sentido, lo expresado por Cañas coincide con lo que plantea Gato para quien la tutoría es aquello que un profesor, celoso de su tarea, puede hacer en el campo de la orientación con relación con los alumnos con los que está interactuando.
La tutoría es una acción que ejecutan los profesores como una parte importante de función docente para propiciar el desarrollo integral de los alumnos en el ámbito académico, social, personal y profesional. Por lo importancia de la tutoría es pertinente presentar la forma en que ha sido pensada y expresada.
En palabras de Ariza y Ocampo, en la actualidad, la tutoría constituye una alternativa en apoyo a la educación. Ariza y Ocampo agregan que, con base en los cambios propiciados por la economía y por la legislación programas universitarios latinoamericanos, en Colombia, se hace necesario promover cambios en la conceptualización del currículo, de la actividad docente y de los planes de estudio para poner en marcha programas de acompañamiento tutorial a los estudiantes que les apoyen para resolver las dificultades a las que se enfrentan en las diferentes dimensiones de su vida.
Narro y Arredondo consideran a la tutoría como la acción en la que una persona, denominada tutor, es quien responde por un menor de edad o por una persona incapacitada que no puede valerse por sí misma y, ante esta concepción restringida de la tutoría, Aguirre, la considera como un proceso fundamental para propiciar el desarrollo de los estudiantes universitarios. El tutor, dicen Narro y Arredondo, pueden atender las necesidades de orientación en el ámbito educativo, personal, cultural y social de los estudiantes de tal forma que puedan adaptarse al ambiente universitario y, a la vez, tener un buen desempeño académico, incluyendo el apoyo para que planifique su trayectoria de acuerdo con su vocación, habilidades, intereses y actitudes.
Para la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior (ANUIES), la tutoría es un proceso de acompañamiento durante la formación de los estudiantes que implica atención personalizada a un alumno o a un grupo reducido de alumnos, por su parte de académicos competentes y formados para esta función, apoyándose conceptualmente en las teorías del aprendizaje más que en las de la enseñanza. Obsérvese que la ANUIES sólo considera el aspecto del aprendizaje, es decir, se sitúa en el alumno, pero no se menciona a las características humanísticas de los tutores.
Por lo dicho en los párrafos anteriores, la tutoría ha sido pensada de varias formas entre las cuales sobresalen las siguientes: como orientación del alumno por el tutor para garantizar un desarrollo pleno en el ámbito escolar, como acompañamiento y apoyo para garantizar que el estudiante se adapte a los cambios políticos, económico y educativos para garantizar una formación que responda a los requerimientos del ámbito laboral.
1.2. Antecedentes de la tutoría
Históricamente, puede decirse que tutor ha sido el nombre dado a una persona que ha desempeñado funciones específicas de acompañamiento a otras personas. Se entiende que, en el inicio del desarrollo humano, se contaba con alguien que se encargaba de apoyar y brindar el conocimiento a quienes carecían de él. En ese proceso, en muchas civilizaciones, la madre se ocupó de la educación inicial de los niños, aunque algunas familias con recursos económicos disponían de una nodriza para proporcionar los cuidados necesarios a los pequeños. En términos generales, aproximadamente, a los siete años de edad, los niños quedaban al cuidado de un preceptor o pedagogo que, ordinariamente, era un esclavo que brindaba las primeras nociones de educación o, en su caso, acompañaba a los niños a la escuela.
La tutoría implica a una persona, conocida como tutor, a quien se le asignan funciones como las siguientes: como profesor encargado de participar en el desarrollo del plan de acción tutorar; como educador responsable de integrar el sistema de influencias educativas para promover el crecimiento personal y desarrollo de estudiantes que sean capaces de tomar decisiones propias; como persona que conduce o enseña a otra el camino para lograr lo que se propone; como educador profesional abierto a la formación constante de los estudiantes o como especialista que brinda asistencia científico-metodológica, con el objetivo de orientar a los estudiantes en la selección correcta de los métodos, técnicas e instrumentos esenciales.
Una antigua mención de la palabra mentor aparece en el libro de Homero, titulado Odisea. Dando un brinco en la historia, en Grecia, puede considerarse a Sócrates como maestro (tutor) de Platón y, a éste, como maestro de Aristóteles y, así sucesivamente, aunque se dice que ese proceso que, de algún modo, era de tutoría, era en una sola dirección: los conocimientos eran transmitidos por el sujeto que conocía al sujeto que aprendía y no al revés.
En la edad media, las abadías y los monasterios eran los lugares donde se daba de manera explícita la enseñanza y la educación. Las abadías y los monasterios eran considerados crisoles donde se fraguaban las ideas más importantes. En esos lugares, había todo lo necesario para el trabajo de los copistas y para el estudio. En ellos, de alguna manera, se dieron las primeras prácticas de lo que, actualmente, se conoce como tutoría.
2. Base filosófica
Aunque no se reconoce ni se menciona de esa forma, la tutoría es una manera de apoyar el desarrollo académico y personal de los estudiantes y esto quiere decir que la tutoría no es, entonces, una explicación acerca de la enseñanza, del aprendizaje o de la apropiación de conocimiento, sin embargo, lo que se realiza en la tutoría si tiene una base filosófica que es importante conocer para que las acciones que se ejecuten no queden ubicadas como una simple ocurrencia. La ANUIES piensa a la tutoría como una estrategia innovadora y esto implica que la tutoría no se confunde con una explicación.
A partir de su implementación en México, la tutoría ha sido pensada como una posible panacea a los problemas que enfrentan las instituciones educativas por la deserción y la reprobación de los alumnos y, por ello, la tutoría se sido concebida como el apoyo que requieren los estudiantes para superar sus problemas académicos y, en algunos, casos, personales.
Como se dijo anteriormente, la tutoría es un apoyo que se brinda a los alumnos y, con base en esto, es posible pensar que, quienes diseñaron la idea tuvieron una fuerte conciencia de apoyo al desarrollo del hombre, es decir, tuvieron un fuerte sentimiento humanista. La ANUIES indica que la base de la tutoría es el humanismo, pero no aclara porqué es así.
Con lo expresado en el párrafo anterior, podemos preguntarnos ¿qué es el humanismo? ¿Quiénes fueron los principales humanistas? ¿Qué proponen los humanistas? Las respuestas a estas preguntas pueden llevarnos a considerar que la base teórica de la tutoría reside en el humanismo.
El humanismo fue un movimiento filosófico, intelectual y cultural, que se desarrolló en Europa entre los siglos XIV y XVI y se enfocó en el desarrollo del hombre y en su capacidad para definir su vida. Los postulados del humanismo han sido de carácter antropocéntrico, es decir que se guían por la razón, desechando total o parcialmente a la fe como rectora de su destino y, en consecuencia, se ubicó al ser humano como centro del universo y se desplazó a un dios de ese centro. El humanismo resalta al hombre como un ser con valores, espiritualidad y características propias de su humanidad y, además, promueve el desarrollo de las ciencias y las artes como base del desarrollo de la capacidad del hombre mismo.
Como ya se estableció, el humanismo fue un movimiento filosófico, sin embargo, Romo, erróneamente, lo considera como un paradigma educativo y, además, se incurre en otras imprecisiones como las siguientes:
Ni en México ni ninguna parte del mundo existen, de manera simultánea, cuatro o más paradigmas (humanismo, cognitivismo, socio cultural, constructivismo) como lo señala Romo. La idea de paradigma, de acuerdo con Kunt, es un pensamiento, una teoría que se impone durante determinado tiempo en una comunidad y, entonces, no hay más de un paradigma al mismo tiempo.
El llamado paradigma socio cultural, si existiera, quedaría ubicado, de acuerdo con Coll, en el constructivismo. Por lo dicho anteriormente, el humanismo no tiene fundamentos teóricos, aunque si tiene una relación con la filosofía. El llamado paradigma sociocultural no se ocupa del proceso de enseñanza-aprendizaje, sino de la instrucción.
Las principales características del humanismo son las siguientes:
- Considera al hombre como un ser natural y no como una creación divina y lo ubica como centro del universo.
- Surgió en las ciudades de Venecia, Roma y Florencia, en Italia.
- Alcanzó su esplendor con la invención de la imprenta y el surgimiento de universidades y academias.
- Retoma las raíces de la cultura antigua y clásica como fundamento de su corriente filosófica.
- Lleva la figura de la mujer hacia un aspecto más sensual y amoroso, contrastándola con la imagen tapada de una virgen, en su concepción religiosa.
- Puso el énfasis en la literatura y en su promoción, utilizando lenguas vulgares y comunes al escribir.
El Renacimiento fue, entonces, la corriente que permitió la difusión de las ideas planteadas en el movimiento humanista. En conjunto, ambos determinaron una nueva concepción del mundo y del hombre. El humanismo estableció las bases para que el hombre se colocara como un ser intelectual, capaz de realizarse a través de las artes y las ciencias y el Renacimiento aprovechó este ímpetu del hombre para trasladarlo al desarrollo de las ciencias y la modernidad.
Los representantes más notables de humanismo son los siguientes:
- Dante Alighieri (1265-1321).
- Francesco Petrarca (1304-1374).
- Giovanni Boccaccio (1313-1375).
Dante Alighieri fue un poeta y filósofo medieval italiano que vivió en el periodo 1265-1321 y que se erigió como la piedra angular de la exaltación de la naturaleza humana y de su trabajo eminentemente político en la sociedad en la que está inserto. De las críticas a la posición de la iglesia de su tiempo que estaba más preocupada y ocupada con los asuntos mundanos que con el cuidado de las almas, Dante promovió la autonomía del poder político en contra de lo espiritual y esto fue un paso crucial hacia un Estado laico y para la colocación del hombre y sus fines frente al poder clerical.
Dice Sánchez que, para comprender a Francesco Petrarca, poeta, filósofo y filólogo, aretino que vivió en el periodo 1304-1374, es importante conocer los elementos que se consideran como la semilla del humanismo: la búsqueda, el estudio y la difusión de los clásicos greco-latinos, la depuración filológica del latín, el renacimiento de la poesía y de las artes literarias; el intento de conciliar el paganismo y el cristianismo, la reivindicación de Platón frente a Aristóteles y la idea que la filosofía está al servicio del ser humano para enseñarle el arte de vivir.
Giovanni Boccaccio es uno de los grandes escritores y humanistas del renacimiento italiano que vivió en el periodo 1313-1375. Desde muy temprano su interés fueron la literatura por lo que acabó en la Corte napolitana estudiando con los mejores eruditos. Desde adolescente escribió poemas y relatos de carácter amoroso que sirvieron de modelo a la novela sentimental, pero su mejor obra es El Decamerón, escrita entre 1349 y 1351 que proporcionó alegría a la vida de los florentinos de la época que era devastada por la peste negra. En esa obra, Boccacio presenta relatos de carácter: erótico-festivo, contra la hipocresía de los clérigos, de amores de triste final o de final feliz, de amistad o mostrando el ingenio, la generosidad o la ruindad del género humano.
De acuerdo con Fontana, ante el panorama desolador de la Florencia superviviente a la peste, sólo sobrevivieron entre uno y dos quintos de sus habitantes; Boccaccio, con sus obras, nos invita a reír, a reconfortarnos con historias ejemplares de amor, de amistad, de piedad, de caballerosidad y en contra de la hipocresía de los clérigos corruptos y a disfrutar de la vida, a vivir según la locución latina Carpe diem (aprovecha el momento). Recordar la vida de Boccacio coincide con el momento actual en el mundo en que se vive la epidemia del COVID-19, aunque, quizá, con menos severidad.
Conclusiones
Una vez presentados los principales aspectos de la tutoría puede concluirse los siguiente:
La tutoría es una estrategia mediante la cual se trata de apoyar el desarrollo humano y cognitivo de los estudiantes para que puedan superar los problemas personales que propician, fundamentalmente, reprobación y deserción de las instituciones educativas de todos los niveles.
La tutoría no ha tenido los resultados esperados por múltiples razones, pero, de ellas, sobresale la precipitación con la cual se han implementado y que ha implicado la falta de una preparación específica para el desarrollo de esa actividad.
Como estrategia o propuesta para mejorar los resultados del proceso educativo, la tutoría no tiene una base teórica, pero si tiene una base filosófica que reside en el humanismo en cuanto se interesa por la persona considerada como tal.
Reconocer la base filosófica de la tutoría propicia que el tutor tenga una formación que le permita comprender la importancia del sentido humano para atender e interactuar con los alumnos.
Referencias
- Aguirre Benítez, Elsa Liliana. “La tutoría como proceso que fortalece el desarrollo y crecimiento personal del alumno.” Revista Investigación en educación médica, año 2017, pp. 1-7.
- Ariza Ordoñez, Gladys I y Héctor Balmes Ocampo Villegas. “El acompañamiento tutorial como estrategia de formación personal y profesional.” Revista Universitas Psychologica, año 2005, Vol. 4, Núm. 1, pp. 31-41.
- Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior. Programas Institucionales de Tutoría. Una propuesta de la ANUIES para su organización y funcionamiento en las instituciones de educación superior, ed. ANUIES: México, 2001.
- Cañas Calles, Antonio, T. et al., “La función tutorial: valoración y necesidades del profesorado.” Revista Bordón, año 2005, Vol. 57, Núm. 3, pp. 297-314.
- Covarrubias Villa, Francisco. Las herramientas de la razón. La teorización potenciadora intencional de procesos sociales, ed. UPN: México; 1995, 277 pp.
- Fontana, Sebastián. “El Decamerón de Giovanni Boccaccio”. Revista digital Ábrete libro. Disponible en la dirección: http://revista.abretelibro.com/2015/05/el-decameron-de-giovanni-boccaccio.html
- Gato Castaño, Purificación. “La función tutorial.” Revista Campo abierto; año 1983, Núm. 2, pp. 187-200.
- González Sánchez, Anabel et al. “Evolución histórica de la tutoría en la formación de profesionales de la enfermería.” Revista Médica electrónica, año 2016, Vol. 38, Núm. 4 pp. 646-656.
- González, Ana María. Antecedentes y evolución histórica de la acción tutorial: apuesta por una educación integral y de calidad. CIMIE 14. Tercer congreso internacional multidisciplinar de investigación educativa.
- González-Palacios, Aarón e Ignacio Avelino-Rubio. “Tutoría: una revisión conceptual.” Revista de Educación y desarrollo, año 2016, Núm. 38, pp. 57-68.
- Homero. Odisea, pp. ed. Luarna: Madrid, 711 pp. Disponible en la dirección:
http://www.ataun.eus/BIBLIOTECAGRATUITA/Cl%C3%A1sicos%20en%20Espa%C3%B1ol/Homero/Odisea.pdf - Humanismo. https://www.caracteristicas.co/humanismo/
- Kuhn, Thomas S. La estructura de las revoluciones científicas, Fondo de Cultura Económica: México; 2011, 361 pp.
- Narro Robles, José y Martiniano Arredondo Galván. “La tutoría Un proceso fundamental en la formación de los estudiantes universitarios.” Revista Perfiles Educativos, año 2013, Vol. XXXV, Núm. 141, pp. 132-151.
- Romo López, Alejandra. La tutoría. Una estrategia innovadora en el marco de los programas de atención a estudiantes. ed. ANUIES, 2011, 123 pp.
- Salgado, Karine. “El hombre de Dante Alighieri: una contribución medieval para la formación de la conciencia de la dignidad humana y de los derechos de ella derivados.” Revista Logos, Ciencia & Tecnología, año 2009, Vol. 1, Núm. 1, pp. 165-171.
- Sánchez Ortega, Naty. Petrarca, el padre del humanismo. Disponible en la dirección: https://www.academiaidearte.com/el-humanismo/humanismo-florentino/petrarca/
- Tamayo de Serrano, Clara. “El aporte cultural y educativo de la Baja Edad Media.” Revista Educación y educadores, año 2007, Vol. 10, Núm. 2, pp. 197-213.
Datos para citar este artículo:
Eleazar Domingo Jiménez Rodríguez, (2020). Origen y base filosófica de la tutoría. Disponible en Revista Vinculando. Recuperado el 10 de Dec de 2020. Url: http://vinculando.org/educacion/origen-base-filosofica-de-la-tutoria.html