Page 2 of 2
1 2

Fortalecer la vocación docente

Argentina / 16 de diciembre de 2018 / Autor: Daniela Leiva Seisdedos / Fuente: INED21

¿Cómo nace la vocación docente?

La vocación es un concepto que en sus génesis lleva la palabra ‘valor’, valor de darle valor a lo que se elige, no una mera salida laboral. Con la vocación, demostramos una pasión de ser y hacer por lo demás porque, cuando un docente no tiene vocación, eso se nota y nuestros alumnos nos lo hacen saber.

Una cosa a aclarar antes de seguir con el tema de la vocación, porque con ella sola no alcanza también hay que ejercer la docencia con profesionalidad porque vocación y profesión no deben ser una dicotomía.

¿Qué interés puede tener una persona en ser docente?

¿Si por lo general recibimos bajas remuneraciones?

¿Estamos mal vistos dentro de la sociedad?

¿Nos tildan de ignorantes a pesar de conceder y transmitir cultura?

Nuestra profesión es una de las más perceptivas a los cambios económicos sociales, políticos, culturales, tecnológico, siempre estamos en «el ojo de tormenta» y como tal nos ven todos los ojos, porque la escuela es la caja de resonancia de toda la sociedad.

Los alumnos son la población que en un futuro tomará las decisiones, entonces, reflexionemos como docentes: si la entrada al aula la mayoría de los días no es una buena entrada y se nos hace una tarea rutinaria que no nos sorprende y gusta, que no aún no individualizamos a nuestros alumnos a esta altura del año, me preguntaría:

¿Qué estoy haciendo mal, qué quiero dejar? Y pensaría, primero, en otra estrategia y luego me iría del aula si no la encontré porque no le puedo dejar a otros una tarea incompleta de por vida seamos conscientes de lo que significa enseñar. Entremos al aula no solo con la utopía de cambiar el mundo, entremos al aula para que el cambio sea una realidad. La educación siempre genera esperanza.

No debemos olvidar que es un privilegio poder dedicarse a algo que nos apasiona, poca gente tiene esa suerte; ¿la pasión por la docencia nace porque tuvimos malos docentes, o tuvimos buenos docentes y en homenajes a ellos decidimos ser docentes?. La mía nació por las dos causas pero ganó la última. ¿Vos porque sos docentes? Porque la vocación del docente hace a la identidad de ese docente.

Un buen docente no es el que sabe todos los conocimientos que tiene que impartir, sino quelogra que sus estudiantes aprendan y disfruten del proceso y esa ligazón es para toda la vida.

Un docente quiere ser docente por la pasión de enseñar, para leer e interpretar esos libros debe estar presente un docente pero tengamos en claro una cosa nadie elige la docencia para hacerse rico y famoso por si se hace, se hace una actividad depredadora de la libertad.

OFRECER LOS OJOS ABIERTOS

Chicos, no sean docentes porque no les quedó otra cosa, se engañan y engañan a los demás, no serán felices y las consecuencias después son desastrosas: maestras y maestros agobiados –sin ningún interés–, quemados y hartos de los alumnos.

Ser docente con vocación de ser docente es ofrecer los ojos abiertos para que nuestros alumnos puedan mirar la realidad sin miedo y enfrentarla para luego poder volar alto.

La vocación se va construyendo y en esa construcción se fortalece con los años porque es determinante en el aprendizaje de los conocimientos. El amor por la profesión hace que el desempeño en la misma tenga un sentido, y, por ende, será de mejor calidad.

La vocación es la expresión de nuestros valores. Demostremos en todo momento nuestra jerarquía profesional y de personas, hagamos nuestra profesión con calidad, estudiando, capacitándonos, equivoquémonos y reconozcamos esos errores los errores enseñan, leamos todos los días, seamos exigentes y justos con nuestros alumnos, así aseguraremos un futuro en paz con valores, pero, sobre todo, tengamos pasión por el servicio que hagamos.

Cuando estamos en una tesitura de desempeñar nuestra labor profesional en el ámbito de la educación con vocación hablamos, realizamos una actividad con motivación, la «proyectamos» hacia nuestros alumnos y tratamos de no mostrarnos indiferentes, porque los acompañamos en sus inseguridades.

Todos hemos tenido dudas e inseguridades cuando elegimos esta carrera, cuando hemos pasado incertidumbre por los problemas que tuvimos en nuestra tarea y pensar respecto a dedicar –o no– nuestra vida a la docencia, pero con el tiempo descubrí y descubrimos que la docencia es lo nuestro y no nos arrepentimos porque el compromiso es con uno mismo que se traslada al mismo mundo.

Les recomiendo esta película francesa. La profesora de historia (Marie-Castille Mention-Schaar, 2014, Francia sobre la vocación docente.

Fuente del Artículo:

FORTALECER LA VOCACIÓN DOCENTE

ove/mahv

Comparte este contenido:

Yo no ahorro en educación

Argentina / 25 de noviembre de 2018 / Autor: Daniela Leiva Seisdedos / Fuente: INED21

NO ES UN NEGOCIO

El caso analizado es el de mi país, Argentina, pero –viendo a todos los lectores y colaboradores de este sitio– veo que es un problema que nos engloba a todos.

La docencia no es un negocio. Ser docente NO es una actividad más, no lo es o ¿es el trabajo de los docentes menos importante para la sociedad que el de políticos, médicos, Ministro de Educación?

Primero, desmitifiquemos eso de que somos un país rico, somos un país POBRE, porque, si los recursos para no ser pobres no llegan a todos, somos POBRES; para mí, eso es un mito endémico. América es el continente más desigual que hay y Argentina –no lo perdamos de vista– está en América.

La educación es sistema y conjunto de procesos responsables del desarrollo humano personal. La pobreza es una negación de las oportunidades y las opciones básicas para el desarrollo humano y educación y salud califican de opciones básicas humanas.

La educación siempre debe pensarse como un compromiso social, como una estrategia de crecimiento. Cuando nos educamos, podemos conocer el mundo y, si lo conocemos, lo transformamos y, si lo transformamos, no somos bestias que nos comemos a nosotros mismos.

El ahorro dicen que es la base de la fortuna, pero en Argentina y en muchos otros países se está «ahorrando» desde hace años en educación, entonces ¿De qué fortuna hablamos?

UNA INVERSIÓN

La educación siempre

es una inversión, no un gasto

Es hora de que los gobiernos entiendan que la educación no debe ser un macro proyecto en la agenda, sino la columna vertebral del desarrollo del país. La educación siempre es una inversión, no un gasto.

Los padres, las autoridades, la sociedad ¿pensamos que lo único que deseamos para nuestros hijos, es brindarles las mejores oportunidades y herramientas para que tengan una infancia y el desarrollo seanadecuados?

Los números de las estadísticas de pobreza en Argentina parecen no indignar lo suficiente, son números fríos en un papel que no se traducen en personas –solo se ve (solo se percibe una cifra, trazos de de tinta en el papel) un número, frío. Hace ya diez años, los titulares de los diarios extranjeros informaban una noticia «Hambre en el país de la Carne»; entonces, si nacemos pobres, viviremos marginados, sin futuro. La eliminación de la pobreza no es tarea de un día, y no se resuelve por generación espontánea sin un verdadero compromiso de política pública.

POBREZA EDUCATIVA

En educación, no podemos ahorrar, los riesgos conocidos y los riesgos ocultos tienen un mismo resultado y es que se amplía la pobreza. La pobreza se considera un factor principal de riesgo educativo –según Leroy y Symes–, pero estos conceptos también son de sentido común; de hecho, vemos en nuestros salones como corolario, que la enseñanza y el aprendizaje se tornan más difíciles si se padece hambre, por ejemplo.

Siempre miramos a África como el «continente perdido» para qué mirar tanto afuera si en nuestras ciudades se palpa esto, creo que si siempre miramos afuera es parte de negar el problema y decir constantemente el otro, los otros y… ¿nosotros?

La pobreza educativa no es de este gobierno, no es de un gobierno, es desde 1810, 1990,  2000; entonces, a muchos les conviene que esto siga así, ¿serán los mismos de siempre, con las misma ideologías de siempre?… El único animal que se rasca para afuera es el perro y no somos perros; entonces, «pateamos» los problemas para adelante, echándole las culpas al «otro» y percibimos que acaso esta sea la única manera de involucrarme.

Cuando hay pobreza estructural, esta tiene su impacto en todas las dimensiones de la vida y de la sociedad; y, cuando miramos la realidad, nos damos cuenta de la necesidad de un verdadero compromiso de todos.

¿Puede la educación librarnos de este “flagelo” de círculo vicioso que vivimosLa respuesta es ; porque la educación es una actividad esperanzadora.

¿Quién quiere ser docente para hacerse rico monetariamente? Nadie, solo vivir dignamente de la profesión que hará posible un mundo más equitativo.

La estrategia de continuar la pobreza es una tragedia, que cada día cobra nuevas víctimas, especialmente entre la niñez.

La educación es el mejor plan contra la pobreza, pero, para eso, debe existir un contrato implícito y explícito de todos. ¿Qué educación queremos? La de generar un compromiso educativo que se sostenga en el tiempo, no en un gobierno. Si se educa bien, tenemos buena salud y seguridad, pero está todo en crisis.

Hay que generar la conciencia de la importancia de la educación para  ayudar a superar diferencias sociales, culturales y de privilegio; y asegurar, así, una mayor igualdad de oportunidades, esto es, equidad.

Fuente del Artículo:

YO NO AHORRO EN EDUCACIÓN

ove/mahv

Comparte este contenido:

Mi orgullo, soy profesor

 Argentina / 4 de noviembre de 2018 / Autor: Daniela Leiva Seisdedos / Fuente: Revista El Arcón de Clío

La vida del buen docente es un ejercicio permanente de generosidad. Primero como profesores activos, en el día a día en nuestras aulas, en los pasillos del colegio con una mano extendida ante las dudas de nuestros alumnos y luego, al llegar la madurez,  cuando decimos que nos llega la hora de jubilarnos. En el tiempo que estamos en una escuela o fuera de ella se acrecentarán las huellas de nuestro paso por los caminos infinitos de la enseñanza, pero…siempre seguiremos siendo profesores, siempre docentes.

Hoy, más que entregar conocimiento, el profesor debe ser efectivamente un conductor de la búsqueda de las preguntas de los jóvenes, preguntar, preguntar porque si nosotros los profesores no somos formados y formamos vocación con profesionalismo no enseñaremos a preguntar y en la pregunta va haciendo camino hacia la libertad. En la vocación de hacernos preguntas, la educación se convierte en un sano ejercicio contra la ignorancia.  Ningún profesor quiere formar analfabetos funcionales, o sea las personas que saben leer y escribir pero no pensar.

Mi trabajo como profesora va más allá de un simple trabajo de forma mecanizada, de un título que poseo o de un cargo y tampoco se agota en la vocación. Mi pasión por mi profesión se da en la elección de una forma de vida que asumo desde mi labor diaria, con las exigencias, las luchas no solo por un salario digno, o el agotamiento del stress o presiones laborales. Siempre llevo en mi mascaron de proa el manteniendo vivo de la esperanza y la alegría de hacer lo que elegí ser, eso es lo más reconfortante; trabajar de lo que nos gusta y elegimos.

Educar siempre es un acto de amor, de generosidad, por eso no entiendo la miopía educativa que han poseído algunas autoridades educativas en este bendito país, han hecho políticas de gobiernos impuestas y no políticas de estado; gobernando para elecciones y no generaciones. Los docentes  debemos  imaginar nuestro futuro para cambiar nuestro presente. En definitiva los profesores son servidores sociales de sus estudiantes y de la sociedad en general. Esa vocación de servicio y de entrega es imprescindible para construir una carrera exitosa dentro del campo de la enseñanza pensando siempre en nuestro porvenir.

Cuando hacemos nuestra tarea no solo damos conocimiento. Los conocimientos no serán suficientes si no están acompañados de valores como la honestidad, la responsabilidad, la solidaridad, el respeto a las personas, el trabajo en equipo. Creemos firmemente que, más que la cantidad de conocimiento o datos entregados, es mucho más valioso, la capacidad de saber cómo adquirir nuevos conocimientos y poder aplicarlos cuando sea necesario. El docente si es honesto y responsable con su tarea debe procurar que sus alumnos sean mejores que él. No debe ser egoísta.

Digo estas palabras cargadas de sinceridad en honor a la justicia.

La Educación la veo como una plataforma apoyada en cuatro pilares: El Estudiante, docente; Las políticas educativas y los Padres de Familia. Aquí son importantes los compromisos políticos y un compromiso político es fundamental para este país: la educación para los niños de Argentina.

Todos los niños y jóvenes de mi país, sobre todo los niños y jóvenes pobres, merecen una educación de calidad con inclusión y, por lo tanto, se requiere un compromiso distinto con los profesores, con la formación del sistema a todos los niveles, incluyendo naturalmente a las universidades que siempre están alejadas de los estratos de educación anteriores a ella. Están muchas veces en una sintonía distinta o trabajando en compartimento estanco.

Actualmente muchas escuelas viven una crisis institucional que afecta a sus funciones, a su relación con el entorno y a su estructura interna y externa.

La educación y su instrumentación es un fusible ante lo que no se consigue. Se vive una crisis porque no se valoriza el diseño de las políticas educativas, el problema de estas crisis es que no se toman a las crisis como oportunidades de cambio y sí como oportunidad de ver a quien le echamos las culpas de nuestras desgracias.

La libertad de pensamiento no es un estado de gracia, sino un proceso y en ese proceso madurativo lleva el gen fundacional de una educación plena. La ignorancia que trae la falta de educación es la raíz de todos los males, de toda vida servil.

La educación tal como lo dicen las leyes en nuestro país y el mundo no debe ser una utopía a causa de los descensos en la valoración social del docente que se registran actualmente.

Las propuestas educativas tienen que tener valor en la palabra, éxitos en la implementación de los programas educativos, compromiso desde las autoridades en querer que todos tengamos una educación con calidad y profesionalización en los docentes y alumnos así se logra un compromiso de toda la sociedad.

Ha sido para mí la enseñanza un altísimo ministerio social, a cuyo desempeño he sacrificado el brillo de la vida y las solicitudes de la fortuna: el tiempo, el reposo, la salud, y en momentos amargos, mi paz y la alegría de mi familia”

José Estrada, educador argentino

Fuente del Artículo:

Mi orgullo, soy profesor

ove/mahv

Comparte este contenido:
Page 2 of 2
1 2