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El aprendizaje en México

Por: Eduardo Andere

México aparece en el mapa mundial de la educación en el siglo XXI a partir de la prueba PISA. La prueba PISA es el único referente mundial (no regional) del estado que guardan las cosas para el país.

Las noticias no son buenas porque a pesar de las grandes reformas educativas de los últimos 25 años, las cosas no parecen funcionar, o funcionan tan lentamente, que la mayoría de nosotros no las veremos realizar.

En los resultados de la prueba PISA 2015, publicados este mes, México demuestra un estancamiento en desempeño desde el año 2000: último lugar, consistentemente, en español, matemáticas y ciencia, entre todos los países miembros (actualmente 35) de la OCDE.

Con los últimos resultados sabemos que los jóvenes mexicanos entre 15 y 16 años de edad están a 140 puntos de distancia en ciencia de los singapurenses que obtuvieron el promedio más alto (556). Los 140 puntos equivalen, aproximadamente, a 4.5 grados escolares. Es decir, los jóvenes mexicanos de primero de preparatoria tendrían, más o menos, el mismo desempeño que los niños de quinto o sexto de primaria de Singapur.

Los jóvenes mexicanos estudian, dentro y fuera de la escuela, dos horas menos a la semana que los singapurenses, lo mismo que los japoneses y 11 horas más que los finlandeses, sin embargo, sus resultados están muy por debajo en las tres áreas de medición.

Los jóvenes mexicanos tienen una tasa de resiliencia (es decir, obtienen resultados por encima de lo que se esperaría dado su estatus socioeconómico) muy baja. El porcentaje de jóvenes mexicanos que supera las expectativas es de 12.9, comparado con el porcentaje de los vietnamitas (75.5), los singapurenses (48.8), los japoneses (48.8), los chinos (45.3), los finlandeses (42.8), los coreanos (40.4), los estadounidenses (31.6) y los del promedio de la OCDE (29.2).

A pesar de obtener resultados bajos en ciencia, los jóvenes mexicanos dicen que disfrutan tanto la ciencia como los singapurenses y no sólo eso, sino que tienen un amplio interés en temas científicos y desearían desarrollar carreras científicas. ¡Sorprendente!

El 60% de los jóvenes mexicanos cuando presenta la prueba PISA, cursan el primero de preparatoria comparado con el 85.7% en tercero de secundaria y el 13.6% en segundo de secundaria de los jóvenes de Finlandia. Aun así, los finlandeses superan a los mexicanos con 115 puntos en ciencia, 103 en lectura y 103 en matemáticas.

¿Qué sucede? En el año 2001 cuando se dieron a conocer los resultados de PISA 2000, estaban naciendo o por nacer los niños que presentarían la prueba PISA 2015. En la década del 2000 nacieron el INEE, ENCICLOMEDIA, ENLACE, Habilidades digitales para todos, la ACE, la obligatoriedad de la educación preescolar (y 10 años después la de la educación media superior), las reformas curriculares por competencias (RIES, RIEB, RIEM y en 2011, el Acuerdo de articulación de la educación básica), el Concurso de plazas de maestros, la Evaluación universal, todos ellos antecedentes de la Reforma educativa de 2013.

¿Qué no funcionó antes que ahora sí va a funcionar? El problema educativo de México no puede enfrentarse únicamente con los reducidos instrumentos de la política educativa. El problema educativo es un tema de aprendizaje no de instituciones.

Los cerebros de los niños no sólo aprenden en la escuela; aprenden de todas sus experiencias de vida. Desde que nacemos nuestros cerebros deambulan a través de tres ambientes de aprendizaje: el hogar, la escuela (después la empresa) y la calle (la sociedad). El cerebro, per se, no sabe que va a la escuela; las 86 mil millones de neuronas actúan y responden ante estímulos (experiencias) externas. Las experiencias positivas en todos los ambientes provocan sinergia.

Si un niño llega a la escuela desnutrido, golpeado o con tensión tóxica la pedagogía puede hacer muy poco o nada. Si los niños pobres van todos a escuelas pobres y los ricos a escuelas ricas, las escuelas son fábricas que perpetúan la pobreza y crean segregación. Si los cerebros de los niños en la calle viven o perciben cotidianamente, ambientes o experiencias, pobres, corruptas, inseguras, contaminadas y entre gorrones, la escuela puede hacer muy poco. Por tanto, necesitamos otro tipo de reformas; mucho más profundas, de raíz.

Fuente: http://www.educacionfutura.org/el-aprendizaje-en-mexico/

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El contexto en la evaluación educativa

02 de noviembre de 2016 / Fuente: http://www.educacionfutura.org/

Por: Eduardo Andere

Es natural que mucha gente apoye o se oponga con dureza a la evaluación educativa. También es natural que muchos comentaristas de los medios se deslumbren ante la idea de que “ahora sí” se evaluará a los maestros; ahora sí, se acabará con las prácticas corruptas o pre-modernas de asignación o promoción de plazas o puestos; y, ahora sí se aumentará la calidad educativa. Pero la realidad de verdad es diferente: no hay evaluación sin contexto; y no, no puede ordenarse por decreto la calidad educativa, ni aunque la Constitución lo dicte. No existe y no puede existir la garantía individual o social de la calidad educativa.

¿Por qué? Porque  ni si quiera sabemos qué es calidad educativa. Y si no lo sabemos, ¿cómo puede el Estado arrogarse la función o atribución de garantizar la calidad educativa?

El viernes 28 de agosto la cuenta de Tweeter “@INEEmx” del Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación difundió la siguiente frase: “La evaluación considera las características del contexto en el cual se desempeñan los docentes ‪#EvaluarEsParaMejorar”. Parece una frase al aire, sin ninguna otra intención que difundir la idea de la validez de las pruebas estandarizadas del INEE, pero la frase en sí es una paradoja.

Aunque la Ley del INEE (artículo 8) y la Ley del Servicio Profesional Docente (Artículo 68) hablan del contexto, el INEE se enfrenta a una imposibilidad. No hay forma en la que alguna instancia evaluadora, realice evaluaciones estandarizadas y al mismo tiempo considere, auténticamente, el contexto.

En esencia, desde el punto de vista de la pedagogía y del aprendizaje: estandarización y contexto no se mezclan. ¿Por qué?

INEE-CONF-PRENSAPorque si bien sí podemos, estandarizar—aunque con ciertas limitantes—la medición del conocimiento y algunas habilidades, con pruebas estandarizadas aplicables al mismo tipo de estudiantes, en las mismas condiciones de aplicación (lo cual es difícil), lo que no podemos estandarizar, para efectos pedagógicos y de aprendizaje, es el contexto.

Así que cuando el INEE dice que considerará el contexto, o cuando la Ley (Artículo 8, Ley del INEE) sostiene que “[las] evaluaciones deberán considerar los contextos demográfico, social y económico de los agentes del Sistema Educativo Nacional (…)” o que otorga el derecho a quienes participen en el Servicio Profesional Docente, a “[q]ue durante el proceso de evaluación sea considerado el contexto regional y sociocultural,” (Artículo 68, fracción VI), en realidad lo que hace es redactar una imposibilidad.

Si el INEE u otras autoridades educativas se basan en estadísticas estandarizadas contextuales del INEGI o CONAPO se pierde, por definición, la información del contexto. Los promedios de indicadores económicos, demográficos, sociales y regionales pierden el detalle de la información única y propia de cada escuela, porque los problemas y los contextos de cada escuela no están sujetos a estandarización excepto en aspectos mínimos para el aprendizaje. Y cuando finalmente los datos estandarizados están listos y publicados, lo que informan es pasado, viejo, anacrónico: el contexto cambia constantemente. Por tanto, constantemente hay que evaluar. La evaluación debe ser dinámica.

Por ejemplo, aunque el ingreso socioeconómico de una región, sí puede estandarizarse, el dato para efectos de análisis contextual es irrelevante. Y lo que no se puede estandarizar es lo relevante, como las condiciones socioeconómicas de cada escuela y al mismo tiempo controlar por tipo y calidad de maestros, involucramiento y calidad de participación de los padres, niveles de agresividad en la escuela y el hogar, comportamiento emocional de los niños de cada escuela y en cada aula; niveles de tensión en la familia. Todavía menos propicio de estandarización son las condiciones culturales de inseguridad, actitudes para el aprendizaje, sociabilidad, aplicación del currículo de aula, ambientes de aprendizaje, ambientes de motivación, relaciones con autoridades locales y federales y organización escolar. Y aún menos “estandarizable” son las condiciones históricas, presupuestales de las escuelas y anímicas del colectivo escolar, i.e., la moral del colectivo. En fin, uno puede estandarizar automóviles, corcholatas, tortillas, tacos y canchas; pero no escuelas, maestros y alumnos.

casas de ladrillosEstandarizar escuelas sería como estandarizar hogares. Se parecen en los ladrillos pero no en las personas y menos en las relaciones humanas que ocurren entre muros.

Hasta ahora tanto la Ley como el INEE ven al contexto como un insumo de la evaluación y debe ser al revés: la evaluación es el insumo del contexto. Por tanto, sí a las pruebas estandarizadas pero como un insumo para que un grupo colegiado de educadores, expertos y agentes educativos, con una narrativa de juicio, realice la evaluación contextual y formativa de los docentes y las escuelas.

Fuente artículo: http://www.educacionfutura.org/el-contexto-en-la-evaluacion-educativa/

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Hacia una reforma educativa auténtica

26 de octubre de 2016 / Fuente: http://www.educacionfutura.org/

Por: Eduardo Andere

El adjetivo “auténtico” está de moda en la literatura sobre política educativa alrededor del mundo. El mismo adjetivo ha sido incorporado sagazmente por los académicos como una herramienta para distanciar el discurso científico del discurso político que ayudado por su poder mediático y demagógico ha tergiversado las propuestas de los expertos sobre temas de aprendizaje, evaluación, rendición de cuentas y pedagogía. Los políticos y gobernantes en el mundo tienen una asombrosa habilidad de tergiversar las auténticas intenciones de la investigación académica para parecer modernos, correctos y atinados, y salirse con la suya. De ahí que la academia constantemente responda con una sutileza “políticas auténticas”. Por tanto, ahora tenemos evaluación, rendición de cuentas, formación, participación social, reforma educativa, mérito y aprendizaje auténticos.

Con ese ánimo a continuación enumero las características que mejor describen o inspiran las políticas educativas auténticas para las escuelas del futuro.

  1. Pobreza. En tanto la causa principal del rezago y deficiencia educativos es la pobreza y no la enseñanza, no hay política de calidad educativa que funcione si no atiende explícitamente el tema de la pobreza de las familias y comunidades de los niños que asisten a las escuelas.
  2. Descentralización. No existe en el mundo auténticamente democrático un sistema educativo tan centralizado como el mexicano. México es muchos “Méxicos” como para atenderlo desde un solo escritorio, no importa cuán importante el escritorio sea. El sistema federal educativo mexicano, parafraseando a Octavio Paz, es una simulación. El argumento de estados y municipios débiles y federación fuerte es producto de un paternalismo centenario que en lugar de propiciar crecimiento ha engendrado conformismo y sumisión.
  3. Comunidad. La literatura sobre las causas asociadas al aprendizaje identifica como los factores más importantes que explican las diferencias en el desempeño entre niños, escuelas, distritos y países, los culturales de las familias de los niños y jóvenes que asisten a las escuelas. Para atender esta realidad existe un número creciente de distritos escolares en el mundo que centran el objetivo de la política educativa en el poder de la comunidad y la cooperación.
  4. Pedagogía auténtica. Existen muchos enfoques, teorías y propuestas pedagógicas en el mundo. Las escuelas exitosas o de clase mundial no son dueñas de la pedagogía exitosa. Existen escuelas tanto tradicionales como progresistas que son exitosas; las hay liberales y conservadoras que también lo son; lo mismo se puede decir de los enfoques basados en competencias o contenidos, centradas en la instrucción o el constructivismo. ¿De qué depende el éxito? De dos factores: quién es el maestro y quiénes son los alumnos. Pero estos factores no se pueden detectar a priori, es preciso que el grupo de estudiantes y el maestro estén integrados en cada nuevo ciclo escolar. Es ahí cuando el maestro, con apoyo del líder escolar, puede discernir sobre la mejor pedagogía para el grupo y cada uno de los estudiantes en turno.
  5. escuela-mixe-despues1Contexto. No hay política sectorial efectiva sin contexto. Las políticas públicas saben eso pero los políticos no, y con frecuencia dictan políticas magnánimas como regalar artilugios o pintar escuelas, o capacitar a cientos de miles de maestros, o publicar millones de libros desde el centro. También lo hacen con temas como evaluación de estudiantes y de maestros o carrera docente. Bueno. La verdad de las cosas es que la centralización obnubila la precisión y opaca la calidad. No hay forma en la que una política centralizada para un sistema educativo de 36 millones de educandos incorpore los pormenores del contexto. Cada árbol es diferente, cada familia de árboles es diferente y cada uno de ellos existe gracias a un contexto ecológico intrincado y misterioso pero virtuoso. Así son las escuelas.
  6. Evaluación auténtica. La primera década del nuevo siglo fue la década del frenesí de la evaluación educativa en el mundo. Este ímpetu evaluador fue impulsado por dos eventos: la popular prueba PISA de la OCDE y la Ley ningún niño rezagado (ahora abrogada) de los Estados Unidos de América. Con la abundancia de datos que dicha prueba generó, junto con otras pruebas menos populares como TIMSS y PIRLS, aprendimos que la evaluación no mejora la calidad cuando es agregada, estandarizada y obsesionada por el resultado. Por el contrario, la evaluación reflexiva o formativa, la que otorga la oportunidad a un diálogo constructivo entre el director, el colectivo escolar y el maestro evaluado in situ, es la única evaluación que mejora la educación. Dos líderes educativos mundiales, el primero Finlandia por sus escuelas, y el segundo Estados Unidos por su investigación educativa, han reafirmado este año que la mejor evaluación educativa y magisterial es la que parte de la escuela, la localidad y el contexto.
  7. Autonomía auténtica. La política educativa que pregona autonomía escolar significa distintas cosas en diferentes lugares. De nada sirve devolver el poder de decisión de un grupo de funcionarios federales a otro grupo de funcionarios estatales; y de nada sirve entregar autonomía a escuelas que carecen de empoderamiento. El empoderamiento precede a la autonomía, como la autonomía al resultado. Autonomía sin empoderamiento es como un tanque sin oxígeno.
  8. Creatividad y pensamiento crítico. Estas son quizá las últimas marcas de moda del mercado de la educación internacional. La exportación e importación de estos “conceptos” están a la orden del día, y las agencias de intercambio de ideas, conceptos y políticas educativas, las promueven como la panacea del futuro educativo de nuestros niños y jóvenes. Correcto, la idea es buena, el problema es su implementación. Tanto la creatividad como el pensamiento crítico son funciones cerebrales reconocidas como habilidades. Pero la mejor forma de promover la creatividad y el pensamiento crítico es con el arte, el juego, las escuelas ecológicas y la preparación docente en aprendizaje, no en enseñanza. En México, hasta el día de hoy, no hay nada en la política educativa o curricular, que promueva esos insumos.
  9. Mérito auténtico. ¿Qué tanto una prueba estandarizada de algunas horas de duración puede detectar el mérito real de un alumno o de un maestro? Les pregunto a los miles de empresarios de México y el mundo, si una prueba estandarizada debe ser el instrumento crucial para decidir si un empleado es real y auténticamente virtuoso o no lo es. Es imposible saber con precisión los atributos positivos de una persona con una prueba que mide solo habilidades cognitivas limitadas. Es preciso contar con una historia, conocer personalmente al evaluado, saber su trayectoria, actitud, empatía, conexión, trabajo en equipo y resultados sobre varios años. De otra manera, evaluar a una persona mediante un lector óptico no engaña a nadie excepto a los políticos o los ignorantes. El mérito auténtico debe medirse con un conjunto de elementos de manera dinámica de los cuales la prueba estandarizada solo constituye uno de ellos y quizá el menos importante.
  10. sec-tecnologiaTecnología. Muy poco sabemos de la mejor manera de llevar, utilizar e implementar la tecnología de información y comunicación en las escuelas. Cierto, la tecnología llegó para quedarse, pero no sabemos el efecto que tendrá en nuestros cerebros. Lo que sí sabemos es que la tecnología no reemplaza ni al maestro ni a la escuela, no en los próximo 20 años; también sabemos que muchos artilugios y poca conectividad no viene al caso; también sabemos, que primero debemos saber usar los artilugios y luego regalarlos, y también sabemos que la tecnología no está directa y positivamente relacionada con el mejor aprendizaje. Si todo esto es cierto, ¿porqué los políticos se empeñan en regalar artilugios con dinero ajeno?

 

Fuente artículo: http://www.educacionfutura.org/hacia-una-reforma-educativa-autentica/

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¿Los niños y los medios electrónicos? ¿Qué dice la evidencia?

05 de octubre de 2016 / Por: Eduardo Andere / Fuente: http://www.educacionfutura.org/

¿Es bueno o malo que los niños y jóvenes vean mucha televisión o usen artilugios como iPads, tabletas y teléfonos inteligentes antes de los 19 años?

La respuesta en general es malo. Si los niños tienen dos años o menos la recomendación es que no tengan ninguna exposición a los medios electrónicos. Si los niños tienen más de dos años pero menos de 18 la exposición debe ser limitada en tiempo y supervisada en calidad.  A partir de los 20 o 21 años de edad, el cerebro ya está maduro (inhibido cognitivamente) y “listo” (ya puede hacer análisis de costo-beneficio) para tomar sus propias decisiones.

cultura_aprendizaje-andereYa en 2011, en la primera impresión de mi libro “La cultura del aprendizaje: hogar y escuela del siglo XXI” (páginas 81 a 83 y 232 a 233) mencionaba yo la advertencia de la comunidad científica y de los reportes de organizaciones interesadas en la salud física y mental de los niños, por ejemplo, la Academia Americana de Pediatría (AAP), de limitar y supervisar el acceso y uso de los niños y jóvenes a los medios electrónicos.

Más recientemente, la comunidad científica y la AAP han continuado con sus investigaciones y sus conclusiones no solo son las mismas sino que se han reforzado: eliminar o limitar el acceso y uso de los niños a los medios electrónicos, incluyendo TV, artilugios y computadoras. Inclusive, la advertencia también va para los adultos (padres de familia de Estados Unidos, con niños de ocho o menos años de edad) que, según los reportes de investigación, pueden estar con los artilugios y medios un poco más 11 horas al día en sus tiempos libres (Universidad Northwestern, Centro de Medios y Desarrollo Humano (Parenting in the age of digital technology).

¿Qué daños potenciales ha descubierto la ciencia en el uso inadecuado o excesivo de estos artilugios? Dos organizaciones, una de Estados Unidos (Huffington Post: 10 reasons why handheld devices should be banned for children…) y otra de Canadá (Zone in: A research review regarding the impact of technology on child development…) han hecho una recolección con acceso amigable de diversos resultados de investigación y los resumen de la siguiente manera:

1. Déficit de atención y falta de autorregulación

2. Desarrollo más lento en habilidades de aprendizaje

3. Obesidad

4. Privación de horas de sueño

5. Diversas enfermedades mentales como depresión, desorden bipolar, ansiedad

6. Agresión

7. Demencia digital

8. Adicción a la tecnología

9. Radiación

10. Miopía

11. Sedentarismo

12. Aislamiento

tablets-cielo-ninosLa tecnología llegó para quedarse y es un excelente instrumento en buenas manos. La tecnología per se, es inocua, su uso o uso excesivo o inadecuado es lo que puede dañar el desarrollo natural del cerebro y la mente de los niños.

Dado que los niños entre 8 y 18 años de edad (Kaiser Family Foundation: Generation M2), pueden estar con los medios, principalmente los electrónicos entre 8 y 11 horas al día, un reporte de 2013 de la AAP (Children, adolescents, and the media) sugiere lo siguiente:

1. Cero exposición a los medios electrónicos entre los 0 y 2 años de edad

2. Limitar entre 1 y 2 horas al día el acceso a medios electrónicos para fines de entretenimiento

3. Mantener fuera de la habitación de los niños las televisiones y otros aparatos conectados a Internet

4. Monitorear lo que los niños acceden vía Internet, inclusive las redes sociales

5. Ver juntos, padres e hijos, la tele, los videos y las películas o series y discutir los valores familiares

6. Establecer “toques de queda” en el hogar para el uso de artilugios, por ejemplo, durante las comidas y las horas de sueño

7. Establecer reglas razonables pero firmes sobre el uso de teléfonos, Internet, medios sociales, texting, etc.

Como vemos, muchas cosas debemos hacer tanto padres de familia, adultos y autoridades educativas antes de regalar a diestra y siniestra las tabletas y otros artilugios y evitar a todas luces la negligencia digital hacia los niños y jóvenes.

La tecnología llegó para quedarse, pero el uso de la tecnología debe educarse.

Fuente artículo: http://www.educacionfutura.org/los-ninos-y-los-medios-electronicos-que-dice-la-evidencia/

Foto: http://www.mujerhoy.com/pic.aspx?w=651&img=gtres_a00532099_0305253079311.jpg

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¿Cuál es la mejor escuela para mis hijos?

Por Eduardo Andere

“La fuerza de la pedagogía en la escuela es inferior a la fuerza de la cultura en el hogar”

La ciencia del aprendizaje ha avanzado mucho en las últimas décadas. Los instintos genéticos nos dan a los padres de familia elementos para lidiar naturalmente con funciones automáticas, pero los instintos no nos hacen, necesariamente, buenos padres de familia. No es suficiente ser papá y mamá, ser padre de familia en el siglo XXI es una “profesión”.

Arropado por hallazgos de investigación, ¿qué cosas deben saber mamá y papá antes de llevar a sus hijos a la escuela?

  • Es mucho más importante lo que pasa en casa que lo que pasa en la escuela para el éxito académico y la felicidad de los hijos. Los hogares deben ser el primero y más importante ambiente de aprendizaje de los niños.
  • Los niños no deben ser “un proyecto” de los papás como bien lo dice Peter Grey. Los niños son seres humanos maravillosos que aprenden más por la cercanía y buena relación, cordial, amorosa, paciente y cuidadosa con mamá y papá, que por la cantidad de proyectos a los que son sometidos, la cantidad de juguetes a los que tienen acceso, o por la fama del preescolar, primaria o secundaria de elección.
  • No hay tal cosa como un niño digital; lo digital se aprende culturalmente no por herencia genética. Nunca los artilugios digitales deben compensar o suplantar a las relaciones personales con papá y mamá.
  • Entre más regalos les des a tus niños más te pedirán mejores y más sofisticados regalos en el futuro. Revisa si el regalo no es más bien una forma de esconder la culpa por falta de atención. El mejor regalo que le puedes entregar a tus hijos es el tiempo de calidad que estás con ellos.

escuela-maestros-310511Las escuelas no son bancos: “entrego a mis hijos a principio del ciclo escolar y los recibo al final con intereses”. El mejor pegamento del conocimiento son las emociones. La esencia de las emociones está en la crianza del hogar y no en la instrucción de la escuela.

  • Tanto mal le hacen a un niño padres negligentes como padres helicópteros. Padres que no saben dónde andan, hacen o viven sus hijos ocasionan tanto daño a sus hijos como padres que andan todo el tiempo encima de ellos. Los primeros crían niños temerarios, autodestructivos o deprimidos; los segundos, que metafóricamente les extraen el lóbulo frontal, crían niños inútiles.
  • Los niños aprenden jugando y explorando mucho más de lo que los adultos creemos. Esquemas estructurados de aprendizaje en los primeros años de vida de los pequeños fomentan la memoria pero inhiben la creatividad, el interés, la indagación, la curiosidad, la ilusión, el riesgo y la innovación. Tú decide.
  • Las instalaciones de la escuela es uno de los factores que menos impacta en el aprendizaje de tus hijos adquirido a través de la escuela. Lo que más impacta, según las investigaciones sobre los factores de la escuela asociados al aprendizaje son: la calidad de los maestros, el liderazgo del director y la calidad de las relaciones humanas en la escuela.
  • Hallazgos modernos tanto de la OCDE como de investigadores auspiciados o publicados por el MIT han detectado que no existe una relación directa entre uso de computadoras o artilugios y desempeño escolar; en algunos casos, parece que la relación es perversa, entre más es la inversión en computadoras y artilugios menor es el aprendizaje. No se trata de decir no a la tecnología, sino más bien, de saber usarla bien.
  • padresPapá y mamá, deben saber que no es tan importante estar todo el día en la escuela ni participar en consejos escolares como condición necesaria para el aprendizaje de sus niños. Si quieren hacerlo, enhorabuena. Lo realmente importante es que papá y mamá estén interesados en la educación escolar de sus hijos; que coincidan con la cultura de la escuela y la apoyen en el hogar, y que si tienen alguna bronca con la escuela, algún maestro o director, no vociferen en contra de la escuela delante de sus hijos; eso hará a sus hijos prepotentes, arrogantes y enemigos de sus maestros y su escuela. Si tienen alguna queja traten el problema, como adultos, directamente con los maestros y directivos sin utilizar a los hijos como intermediarios activos o pasivos.
  • Mucho más importante que la reforma educativa en el país es la reforma educativa en el hogar. La mala noticia es que crear un ambiente de aprendizaje cordial, ameno, seguro y autorregulado en casa, cuesta mucho trabajo, esfuerzo, motivación y dedicación; la buena noticia es no cuesta dinero.

Debemos entre todos diluir las fronteras entre la escuela, el hogar y la oficina o lugar de trabajo. El aprendizaje en la vida es un continuo y los adultos debemos suavizar las transiciones para los niños. La escuela no es una institución donde se encierra a los niños varias horas del día cinco días a la semana. La escuela es un lugar más de la vida, donde ocurren cosas fabulosas, maravillosas, nuevas e innovadoras, que nos ayudan a crecer y a estimular nuestros cerebros. Pero la escuela empieza en el hogar.

Fuente: http://www.educacionfutura.org/cual-es-la-mejor-escuela-para-mis-hijos/

Imagen tomada de: http://www.diarioya.es/store/Proforpa.jpg

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El cerebro y la educación que viene.

Por:  Eduardo Andere.

La educación es compleja; el aprendizaje, complicado. El cerebro es complejo; la mente, complicada. Todos los cerebros humanos en lo básico se parecen, pero todas las mentes humanas en lo básico son diferentes. Y la combinación cerebro-mente es lo que produce la “magia” del aprendizaje.

Ahora, sabemos lo que se requiere para aprender, también, dónde físicamente ocurren ciertos aprendizajes, pero lo que no sabemos es cómo el impulso físico y la decodificación que preceden al aprendizaje se transforman en aprendizaje.

No sabemos cómo un conjunto de insumos como letras o palabras se transforman en significados y, menos aún, en tropos o metáforas. El cerebro funciona por el juego virtuoso de neuronas, conexiones y patrones, que se especializan para ciertos aprendizajes en ciertas regiones pero que utilizan al alimón, recursos de diferentes secciones del cerebro. Como bien lo sugieren investigaciones de una profesora de la Universidad de Stanford[1], ya desde la década de los noventa, cada neurona es como una hormiga (o una abeja) que con el trabajo conjunto producen lo que conocemos como consciencia, pensamiento y voluntad, es decir, la mente y sus productos y sus procesos. Paradójicamente ni las neuronas ni sus redes saben que saben; eso solo lo sabe la mente por el trabajo conjunto de todo el sistema.

Mis neuronas no saben su teleología, i.e., el pensamiento, pero el funcionamiento conjunto de neuronas, conexiones y patrones produce el pensamiento, lo que llamamos emociones y el pensamiento sobre las emociones. Cuando decimos, piensa con el corazón, en realidad queremos decir, considera a las emociones cuando tomas decisiones; pero las emociones pueden hacernos trucos, pueden hacernos pensar que ciertas veredas, porque nos tranquilizan o recompensan en el corto plazo, son las correctas desde el punto de vista racional; es más, pueden, en los intrincados y sinuosos caminos del cerebro, esgrimir racionalizaciones que parecen silogismos pero que en realidad son sofismas. Son los embates de la amígdala que quiere una recompensa en el corto plazo y sacrifica una mayor recompensa en el largo plazo pero menos tangible y, quizá, menos apetecible que la del corto. Cualquier persona atrapada en los encantos del enamoramiento sabe a qué me refiero.

¿Qué pueden hacer las padres de familia, los directores y maestros de las escuelas para facilitar y propiciar un diálogo positivo, constructivo entre la mente racional y el centro emocional del cerebro?

Utilizar el poco pero significativo avance de las ciencias del aprendizaje entre ellas la neurología, la psicología cognitiva, la piscología del desarrollo infantil y llevarlo a la práctica. ¿Qué empezamos a saber? El cerebro aprende con el juego; métodos estructurados de aprendizaje a temprana edad pueden perjudicar en el largo plazo el desarrollo de habilidades no cognitivas y emocionales que son cruciales para futuros aprendizajes. El juego y la exploración de los pequeños es más importante que la dirección y estructura de los papás y los maestro. No lo sabemos ahora, pero en el futuro, la disposición, gusto y entusiasmo por el aprendizaje se verán fomentados. Son más importantes la cordialidad, la compañía, el lenguaje nutrido hablado en casa y la escuela, el juego y exploración iniciados por el niño, que la instrucción formal de la maestra o de los papás para acompañar y fomentar el desarrollo natural del cerebro de los pequeños. No sirve de mucho que los niños aprendan cosas sin conocer su significado y para conocer el significado de muchas cosas se requiere tiempo. Ya habrá mucho tiempo para número y letras de manera formal, los papás y las escuelas tendrán casi diez ciclos escolares antes de que los niños se sienten a presentar la popular prueba PISA de la OCDE, cuyos resultados de la ronda 2015 se darán a conocer en todo el mundo alrededor del 6 o 7 de diciembre de 2016. (Debemos estar preparados en México para recibir no muy buenas noticias de los resultados).Mexico en PISA 2012

Cualquier ventaja cognitiva que un pequeño de preescolar estructurado lleve a la primaria sobre niños de ambientes más lúdicos y exploratorios, desaparece en los dos o tres primeros años de estudio. Además, los niños de ambientes más lúdicos y exploratorios   llevarán una ventaja sobre los estructurados: el despliegue de su potencial explorador, lúdico, social y creativo.

Concedo que nadie puede asegurar, excepto en los extremos, que tal o cual método sea mejor o peor para el desarrollo integral de los niños en su vida adulta, pues son muchos y muy variados y complejos los factores que intervienen en el desarrollo de todos nosotros, tanto genéticos como ambientales, pero la evidencia y los expertos en el desarrollo infantil parecen favorecer más los esquemas más progresistas que los más tradicionales y a los papás y maestros que acompañan en lugar de educadores que avasallan. Tan perjudiciales pueden ser los padres negligentes o “muy ocupados”, como los padres avasalladores o helicópteros.

Los padres de familia obsesionados porque sus hijos sean los mejores, los más inteligentes, genios, saturados de trabajo, cursos, actividades y artilugios desde los primeros años de vida, y que tratan a sus pequeños como “proyectos” en lugar de hijos, que están sobre ellos como padres helicópteros en lugar de padres convivientes en gozo, juego y relación de calidad, verán en el futuro, hijos tristes, cortos de mira, alejados del estudio y, sobre todo, deprimidos porque el tiempo perdido en juego, que el cerebro debió haber gozado a los 3, 4, 5 y 6 años de edad, no se recupera nunca. Si la literatura científica es correcta, esos cerebros, para cuando lleguen a los 15 años de edad, habrán aprendido que la única forma de aprender es ganar y competir; los otros cerebros habrán aprendido que la forma de aprender es disfrutar, gozar, compartir, explorar y cooperar.

El entendimiento de todo esto, que apenas empieza a llegar a los sistemas educativos del mundo y sus escuelas, definirá a la educación a partir de la tercera década del siglo XXI. Esta será la parte esencial de las reformas educativas del futuro.

La OCDE que elabora las pruebas PISA sabe esto y actualmente prepara un nuevo marco para PISA 2018 en el que se midan no solo conocimientos y habilidades sino también actitudes y valores relacionados con convivencia, cooperación, diversidad, creencias, responsabilidad, todo ello encapsulado en un concepto que le denominan “Competencia Global” y que se aplicará a través de los cuestionarios de contexto a los estudiantes. Los cuestionarios de contexto que han acompañado a las pruebas PISA en el pasado, en el futuro serán no sólo de contexto sino de competencia global. Es un reconocimiento, quizá pequeño y tardío, pero un reconocimiento por parte de la OCDE, de la importancia de las habilidades suaves o no cognitivas para el desarrollo de las habilidades cognitivas. (OCDE. 2016. Global Competency for an Inclusive World).

Fuente: http://www.educacionfutura.org/el-cerebro-y-la-educacion-que-viene/

Imagen: http://www.educacionfutura.org/wp-content/uploads/2016/09/img_7631-300×225.jpg

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El cerebro y la educación que viene

Por Eduardo Andere

La educación es compleja; el aprendizaje, complicado. El cerebro es complejo; la mente, complicada. Todos los cerebros humanos en lo básico se parecen, pero todas las mentes humanas en lo básico son diferentes. Y la combinación cerebro-mente es lo que produce la “magia” del aprendizaje.

Ahora, sabemos lo que se requiere para aprender, también, dónde físicamente ocurren ciertos aprendizajes, pero lo que no sabemos es cómo el impulso físico y la decodificación que preceden al aprendizaje se transforman en aprendizaje.

No sabemos cómo un conjunto de insumos como letras o palabras se transforman en significados y, menos aún, en tropos o metáforas. El cerebro funciona por el juego virtuoso de neuronas, conexiones y patrones, que se especializan para ciertos aprendizajes en ciertas regiones pero que utilizan al alimón, recursos de diferentes secciones del cerebro. Como bien lo sugieren investigaciones de una profesora de la Universidad de Stanford[1], ya desde la década de los noventa, cada neurona es como una hormiga (o una abeja) que con el trabajo conjunto producen lo que conocemos como consciencia, pensamiento y voluntad, es decir, la mente y sus productos y sus procesos. Paradójicamente ni las neuronas ni sus redes saben que saben; eso solo lo sabe la mente por el trabajo conjunto de todo el sistema.

Mis neuronas no saben su teleología, i.e., el pensamiento, pero el funcionamiento conjunto de neuronas, conexiones y patrones produce el pensamiento, lo que llamamos emociones y el pensamiento sobre las emociones. Cuando decimos, piensa con el corazón, en realidad queremos decir, considera a las emociones cuando tomas decisiones; pero las emociones pueden hacernos trucos, pueden hacernos pensar que ciertas veredas, porque nos tranquilizan o recompensan en el corto plazo, son las correctas desde el punto de vista racional; es más, pueden, en los intrincados y sinuosos caminos del cerebro, esgrimir racionalizaciones que parecen silogismos pero que en realidad son sofismas. Son los embates de la amígdala que quiere una recompensa en el corto plazo y sacrifica una mayor recompensa en el largo plazo pero menos tangible y, quizá, menos apetecible que la del corto. Cualquier persona atrapada en los encantos del enamoramiento sabe a qué me refiero.

¿Qué pueden hacer las padres de familia, los directores y maestros de las escuelas para facilitar y propiciar un diálogo positivo, constructivo entre la mente racional y el centro emocional del cerebro?

Utilizar el poco pero significativo avance de las ciencias del aprendizaje entre ellas la neurología, la psicología cognitiva, la piscología del desarrollo infantil y llevarlo a la práctica. ¿Qué empezamos a saber? El cerebro aprende con el juego; métodos estructurados de aprendizaje a temprana edad pueden perjudicar en el largo plazo el desarrollo de habilidades no cognitivas y emocionales que son cruciales para futuros aprendizajes. El juego y la exploración de los pequeños es más importante que la dirección y estructura de los papás y los maestro. No lo sabemos ahora, pero en el futuro, la disposición, gusto y entusiasmo por el aprendizaje se verán fomentados. Son más importantes la cordialidad, la compañía, el lenguaje nutrido hablado en casa y la escuela, el juego y exploración iniciados por el niño, que la instrucción formal de la maestra o de los papás para acompañar y fomentar el desarrollo natural del cerebro de los pequeños. No sirve de mucho que los niños aprendan cosas sin conocer su significado y para conocer el significado de muchas cosas se requiere tiempo. Ya habrá mucho tiempo para número y letras de manera formal, los papás y las escuelas tendrán casi diez ciclos escolares antes de que los niños se sienten a presentar la popular prueba PISA de la OCDE, cuyos resultados de la ronda 2015 se darán a conocer en todo el mundo alrededor del 6 o 7 de diciembre de 2016. (Debemos estar preparados en México para recibir no muy buenas noticias de los resultados).

Cualquier ventaja cognitiva que un pequeño de preescolar estructurado lleve a la primaria sobre niños de ambientes más lúdicos y exploratorios, desaparece en los dos o tres primeros años de estudio. Además, los niños de ambientes más lúdicos y exploratorios   llevarán una ventaja sobre los estructurados: el despliegue de su potencial explorador, lúdico, social y creativo.

Concedo que nadie puede asegurar, excepto en los extremos, que tal o cual método sea mejor o peor para el desarrollo integral de los niños en su vida adulta, pues son muchos y muy variados y complejos los factores que intervienen en el desarrollo de todos nosotros, tanto genéticos como ambientales, pero la evidencia y los expertos en el desarrollo infantil parecen favorecer más los esquemas más progresistas que los más tradicionales y a los papás y maestros que acompañan en lugar de educadores que avasallan. Tan perjudiciales pueden ser los padres negligentes o “muy ocupados”, como los padres avasalladores o helicópteros.

Los padres de familia obsesionados porque sus hijos sean los mejores, los más inteligentes, genios, saturados de trabajo, cursos, actividades y artilugios desde los primeros años de vida, y que tratan a sus pequeños como “proyectos” en lugar de hijos, que están sobre ellos como padres helicópteros en lugar de padres convivientes en gozo, juego y relación de calidad, verán en el futuro, hijos tristes, cortos de mira, alejados del estudio y, sobre todo, deprimidos porque el tiempo perdido en juego, que el cerebro debió haber gozado a los 3, 4, 5 y 6 años de edad, no se recupera nunca. Si la literatura científica es correcta, esos cerebros, para cuando lleguen a los 15 años de edad, habrán aprendido que la única forma de aprender es ganar y competir; los otros cerebros habrán aprendido que la forma de aprender es disfrutar, gozar, compartir, explorar y cooperar.

El entendimiento de todo esto, que apenas empieza a llegar a los sistemas educativos del mundo y sus escuelas, definirá a la educación a partir de la tercera década del siglo XXI. Esta será la parte esencial de las reformas educativas del futuro.

La OCDE que elabora las pruebas PISA sabe esto y actualmente prepara un nuevo marco para PISA 2018 en el que se midan no solo conocimientos y habilidades sino también actitudes y valores relacionados con convivencia, cooperación, diversidad, creencias, responsabilidad, todo ello encapsulado en un concepto que le denominan “Competencia Global” y que se aplicará a través de los cuestionarios de contexto a los estudiantes. Los cuestionarios de contexto que han acompañado a las pruebas PISA en el pasado, en el futuro serán no sólo de contexto sino de competencia global. Es un reconocimiento, quizá pequeño y tardío, pero un reconocimiento por parte de la OCDE, de la importancia de las habilidades suaves o no cognitivas para el desarrollo de las habilidades cognitivas. (OCDE. 2016. Global Competency for an Inclusive World).

Fuente noticia: http://www.educacionfutura.org/el-cerebro-y-la-educacion-que-viene/

Fuente imagen: http://compartirpalabramaestra.org/sites/default/files/styles/articulos/public/field/image/erebro-aprendizaje-y-tic-entrecruzamientos-desconocidos-en-nuestra-educacion.jpg?itok=hxXb9qoi

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