El desarrollo de nuestros hijos varones, desde niños

Por: Margarita Murillo/El Observador

En este nuevo artículo comenzaremos a hacer un énfasis en los aspectos esenciales para cada etapa del desarrollo. Abordaremos la teoría del sexoanálisis y la propuesta de la Dra. Marie Paul Ross (1997) en que los hombres van construyendo su identidad de manera instintiva y por medio de su agresividad biológica.

Esto implica que para poder dirigir el desarrollo sexual de nuestros niños-varones, debemos enfatizar primero en las formas de manifestarse, ofreciéndole procesos de autocontrol, valores de respeto, diálogo, así como evitar el desarrollar patrones de comportamiento de violencia hacia sí mismos cuando les negamos manifestar claramente sus emociones.

Frases como: “No llore”, “aguante”.  Estas frases solas no tienen ninguna importancia, sin embargo, repetidamente, va limitando en nuestros niños-varones la capacidad de discriminar con claridad lo que sienten y el cómo lo pueden manejar. Limitar las emociones, o no brindarles un abordaje y proyección, les impide desarrollar y madurar la expresión de su afectividad, siendo esta el equilibrio de todo el desarrollo sexual.

La sexualidad se construye desde temprano

Entonces, ¿Qué sucederá con un hombre inmaduro en su desarrollo afectivo? Falta de autocontrol, mayor facilidad para adquirir las adicciones como un medio de “llenar sus vacíos emocionales”, y la incapacidad de construir una relación de pareja estable y fuerte, ademas de incapacidad para poder salirse de sí mismo y proyectarse en la intimidad con la pareja. Así como poca capacidad para desarrollar la ternura y la paternidad, bajos niveles de compromiso con la participación activa en la crianza y el auto cuidado.

Para evitar todo esto debemos construir la sexualidad desde el principio. Debemos saber que es precisamente en este tiempo cuando se comienza a construir la identidad del ser hombre o ser mujer y a partir de ahí, se determinará esa decisión, ese rol sexual, esa atracción y capacidad de amar, que mas tarde y sobre todo comenzarán a construir en su adolescencia.

Evitaremos muchas construcciones identitarias circunstanciales, es decir, que no madure la identidad lo suficiente como para aceptarse y gustarse como el hombre o la mujer que son, desde ese respeto por su forma de ser y la forma de ser de las demás personas.

La orientación del deseo

A veces pensamos u opinamos que por solo por el hecho de tener novia, pareja, casarse vamos a tener una garantía de  una heterosexualidad o un vínculo de amor sano y equilibrado. Por el contrario, las historias de violencia en nuestras familias nos reflejan esa incapacidad de trascender nuestra identidad para poder construir nuestra proyección e intimidad con él y la otra.

De aquí surge un tema polémico: la orientación del deseo, cuya posición para la teoría del sexoanálisis es la de establecer que tanto la homosexualidad como la heterosexualidad se establecen y comienzan a construir desde el primer momento en que socializo y comienzo a amar. Todo inicia cuando comenzamos a socializar, usualmente, entre los 3 y los 6 años de edad.

Esta teoría establece que las niñas construyen su identidad por medio de la fusión con su madre y de ahí adquieren su núcleo para determinar lo que serán como mujer.

Las niñas y el autocrontrol

Es importante resaltar que el quedarse fusionados a la madre no es la única forma de construir y cristalizar la identidad de nuestras mujeres; por el contrario, si esta fusión es abrumadora o sobreprotectora se convertirá en una fusión tal que apagará su identidad y no le permitirá ser en toda la expresión equilibrada. Es decir, nuestras niñas también necesitan del autocontrol, los límites, los valores, la estimulación de la realización personal y el espacio para expresar su afectividad; no pensar que porque son niñas tienen ya el espacio para “llorar por todo”.

También se les debe promover el diálogo, la realización y expresión de sus ideas y gustos, promover sus cualidades y habilidades, permitiéndole ese espacio que por cultura le damos más al niño, un espacio de autonomía, de participar en actividades fuera del hogar.

Como ven todo es un equilibrio difícil de lograr, pero sin embargo comenzamos un nuevo cambio que quizás nos lleve un par de siglos, pero podemos comenzar a construir nuevos hombres y  mujeres para familias más fuertes y libres

Fuente: https://elobservadorcr.com/inicio/blog/2019/07/11/el-desarrollo-de-nuestros-hijos-varones-desde-ninos/

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Cómo lograr que tu mente lea

Por: El Observador

Los malos hábitos de lectura no tienen nada que ver con los nuevos dispositivos electrónicos y la falta de concentración que generan sino con una falta de conocimiento de cómo funciona el cerebro
Hay personas que no son buenas lectoras. Muchas culpan a la ubicuidad de los medios digitales: estamos muy ocupados en Snapchat como para poder leer, o quizá echar rápidos vistazos en internet nos ha vuelto incapaces de leer prosa de verdad. Pero el problema con la lectura data de fechas anteriores a las tecnologías digitales. El problema no son los malos hábitos de lectura generados por los teléfonos inteligentes, sino los malos hábitos educativos generados por el desconocimiento de cómo lee la mente.

Pero ¿cuán grave es nuestro problema de lectura? La más reciente Evaluación Nacional de Alfabetización en Adultos (de 2003 es un poco antigua) de Estados Unidos ofrece un panorama de la capacidad de los estadounidenses para leer en situaciones cotidianas: cómo utilizar un almanaque para encontrar un dato en específico, por ejemplo, o explicar el significado de una metáfora utilizada en una narración. Del segmento de personas que terminaron el bachillerato pero no continuaron con su educación, el 13 por ciento no podía realizar ese tipo de tareas. Cuando las cosas se volvieron más complejas (comparar, por ejemplo, dos editoriales de periódico con interpretaciones diferentes de pruebas científicas o examinar una tabla para evaluar ofertas de tarjetas de crédito), el 95 por ciento se equivocó.

No hay razón para creer que la situación haya mejorado. Las notas de los estudiantes de último año de bachillerato en el examen de lectura de la Evaluación Nacional de Progreso Educativo no han mejorado en treinta años.

Muchos de esos malos lectores pueden emitir sonidos a partir de palabras impresas, así que, en ese sentido, pueden leer. Sin embargo, son analfabetas funcionales: comprenden muy poco de los sonidos que emiten. Entonces, ¿qué requiere la comprensión? Un amplio vocabulario, evidentemente. El conocimiento de los hechos tiene la misma importancia, aunque más sutil.

Toda la prosa tiene huecos fácticos que debe llenar el lector. Considera la frase: «Prometí no jugar con él, pero ni así mi mamá me dejó llevar mi cubo Rubik a la biblioteca». El autor ha omitido tres hechos vitales para la comprensión: en una biblioteca debes guardar silencio, los cubos Rubik hacen ruido y los niños no pueden resistirse a los juguetes. Si no conoces estos hechos, podrías entender el significado literal de la oración, pero no sabrás por qué la mamá prohibió el juguete en la biblioteca.

El conocimiento también proporciona contexto. Por ejemplo, el significado literal del famoso titular falso del año pasado: «El papa Francisco sorprende al mundo al respaldar a Donald Trump en su candidatura presidencial», no es ambiguo, no se necesita llenar ningún hueco. Pero la oración tiene una implicación diferente si sabes algo acerca de las posturas públicas (o privadas) de los hombres involucrados, o si sabes que ningún papa ha apoyado jamás a ningún candidato presidencial.

Entonces podrías pensar que los autores deberían incluir toda la información necesaria para comprender lo que escriben. Escribir que en las bibliotecas debe haber silencio. Pero esos detalles harían que la prosa fuera larga y tediosa para los lectores que ya conocen esa información. «Escribe para tu público» significa, en parte, apostar a lo que ya saben.

Estos ejemplos nos ayudan a comprender por qué los lectores pueden decodificar bien, pero obtienen resultados mediocres en una prueba; carecen del conocimiento que el escritor asumió que tenía su público lector. Pero si un texto aborda un tema conocido, los malos lectores deberían poder leerlo.
En un experimento, se les pidió a estudiantes cuyas edades oscilaban entre los 8 y los 9 años, algunos identificados a través de una prueba como buenos lectores y otros como malos lectores, que leyeran un pasaje sobre el fútbol. Los malos lectores que sabían mucho acerca del fútbol tuvieron tres veces más posibilidades de hacer inferencias precisas acerca del pasaje, a diferencia de los buenos lectores que no sabían mucho acerca del deporte.

Ello implica que los estudiantes que obtuvieron buenas notas en las pruebas de lectura son aquellos con amplios conocimientos; por lo general, saben al menos un poco de los temas de los pasajes del texto. Otro experimento puso a prueba la cultura general de unos estudiantes cuyas edades oscilaban entre los 16 y los 17 años con preguntas de ciencias («¿A qué parte del cuerpo afecta la neumonía?»), historia («¿Qué presidente estadounidense renunció a causa del escándalo Watergate?»), además de arte, civismo, geografía, deportes y literatura. Las notas en esta prueba de conocimientos generales se asociaron en gran medida con las obtenidas en la prueba de lectura.

Las prácticas educativas actuales demuestran que la lectura de comprensión está mal entendida. Se le trata como una habilidad general que puede aplicarse con el mismo grado de éxito en todos los textos. Sin embargo, la comprensión está íntimamente entrelazada con el conocimiento

Esto sugiere tres cambios importantes en la educación.

En primer lugar, apunta hacia una reducción del tiempo que se pasa alfabetizando a los estudiantes de los primeros grados. Los estudiantes cuyas edades oscilan entre los 8 y los 9 años pasan el 56 por ciento del tiempo en actividades de alfabetización y solo 6 por ciento en ciencias y 6 por ciento en estudios sociales. Este énfasis desproporcionado en la alfabetización resulta contraproducente en los grados posteriores, cuando la falta de conocimiento de los temas impide la comprensión. Otro paso positivo consistiría en utilizar textos cargados de información en los primeros grados de la educación primaria. Históricamente, han tenido poco contenido.

En segundo lugar, comprender la importancia del conocimiento para la lectura debe lograr que pensemos distinto acerca de las pruebas estándares de fin de año. Si una niña ha estudiado a Nueva Zelanda, debe ser buena leyendo un pasaje acerca de Nueva Zelanda. ¿Por qué ponerla a prueba con un pasaje acerca de las arañas o del Titanic? Si los temas se eligen al azar, la prueba evalúa el conocimiento aprendido fuera del salón de clase, un conocimiento que los niños de familias acaudaladas tienen mayores probabilidades de adquirir.

En tercer lugar, la construcción sistemática del conocimiento debe ser una prioridad en el diseño de los planes de estudios.

No culpes al internet, a los teléfonos inteligentes o a las noticias falsas de los malos hábitos de lectura. Culpa a la ignorancia.

Modificar esta situación requiere de cambios profundos en la enseñanza de la lectura, en las pruebas estandarizadas y en los planes de estudios escolares. Como sustento de estos cambios debe haber una mayor comprensión de la forma en que la mente comprende lo que lee.

Fuente: https://www.elobservador.com.uy/como-lograr-que-tu-mente-lea-n1150058
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Educación rezagada en América Latina pese a alta inversión

Publicado originalmente en El Observador

En las últimas décadas América Latina y el Caribe ha ampliaba fuertemente el acceso a la educación. Pero a pesar de los importantes avances logrados, la región ha sido incapaz de alcanzar a los países con niveles similares de desarrollo en términos de años de educación y aprendizaje. Según el estudio Aprender Mejor; Políticas públicas para el desarrollo de habilidades, del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), mientras en la región el 30% de los alumnos de cuarto grado alcanzan un estándar mínimo de habilidades matemáticas básicas, en países con niveles similares de matriculación escolar y desarrollo ese nivel es alcanzado por el 66% de los niños.

En la actualidad el acceso a la escuela primaria en América Latina es prácticamente universal y tres de cada cuatro niños se matriculan al ciclo secundario. De hecho, según el Programa Internacional para la Evaluación de Alumnos (PISA), en Brasil, Chile, México y Perú —los únicos cuatro países con datos entre los años 2000 y 2015— el porcentaje de alumnos con bajos resultados en matemática y lenguaje disminuyó 14%. Por lo tanto es claro que la región ha mejorado considerablemente.

Pero si bien la calidad de la educación en la región avanza, esta también lo hace en el resto de las regiones, por lo que la brecha no presenta una reducción considerable. Esto se refleja en los resultados del Programa PISA del año 2015 donde los 10 países de América Latina que participaron, —entre un total de 72 países— se ubicaron en la parte inferior del ranking.

Además, las habilidades de los latinoamericanos no son solamente bajas en comparación con otras regiones, sino que «están distribuidas de forma desigual entre los hogares de bajos y altos ingresos». Según el Programa Regional de Indicadores de Desarrollo Infantil (PRIDI), que mide las habilidades socioemocionales, cognitivas y de lenguaje, de niños de Costa Rica, Nicaragua, Paraguay y Perú, los niños provenientes de hogares de altos ingresos alcanzan entre 40 y 60 puntos más que los nacidos en hogares de bajos ingresos. En la adolescencia las brechas en matemática, lectura y ciencias se acentúan aún más, lo que termina por definir las fuertes diferencias en la adultez.

Si bien la inversión suele ser identificada como uno de los principales motivos, según el estudio no parece ser así, ya que en promedio, América Latina destina cerca del 5% del PIB en educación, porcentaje similar al de los países desarrollados. A pesar de ello, la región está rezagada en cuanto al gasto por alumno ya que un porcentaje importante del presupuesto se destina a salarios. Según el estudio, la región debería invertir más recursos en el desarrollo de habilidades, pero el espacio para aumentar el gasto se ve limitado por el ritmo del crecimiento económico. Por ello, es fundamental que los gobiernos se centren en «gastar los recursos actuales de manera más efectiva».

Además de la inversión pública, también hay una importante inversión privada por parte de las familias en la educación de sus hijos. El hogar promedio de América Latina y el Caribe destina alrededor del 7% de su presupuesto a gastos relacionados con el desarrollo de habilidades, a diferencia del 6% destinado por los hogares de Estados Unidos. Esto es notorio ya que en la región el 22% de los alumnos asisten a escuelas privadas, mientras que en Estados Unidos lo hace apenas el 8%. Esta inversión de las familias en educación se debe a que en América Latina el retorno económico de la educación es significativo ya que cada año adicional de estudio representa un aumento del 9,6% del salario en el futuro.

Jeronimo Giorgi, periodista uruguayo dedicado a temas internacionales, cursa una maestría en Estudios Latinoamericanos, ha colaborado con varios medios de América Latina y Europa, y ha recibido distinciones como el Premio Rey de España de periodismo.

www.facebook.com/Latinoamerica21

@Latinoamerica21

Imagen tomada de: https://media.elobservador.com.uy/adjuntos/181/imagenes/021/122/0021122459.jpeg

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Uruguay: «La tasa de egreso de educación media es un suicidio para el país»

Por: El Observador

Entrevista a: Mariano Palamidessi

Hace un mes el Instituto Nacional de Evaluación Educativa (Ineed) presentó el informe Trayectorias educativas en la educación media. PISA-L 2009-2014, que se enfoca en las trayectorias educativas que siguieron hasta 2014 los estudiantes que participaron en PISA 2009. En ese momento su director ejecutivo, Mariano Palamidessi, pronunció un discurso fuerte y alarmante. Habló de datos «perturbadores» y de la generación de «dos razas» en el país. Es que entre muchos resultados, la investigación arrojó que apenas un 6% de los estudiantes que participaron de PISA 2009 con al menos un episodio de repetición logró acreditar la educación media superior (bachillerato) cinco años después. El dato adquiere relevancia si se tiene en cuenta que cuatro de cada 10 liceales tienen extraedad, es decir, repitieron. El Observador conversó con Palamidessi para profundizar en su análisis.

En la presentación de los resultados de PISA- L 2009-2014, usted dijo que los resultados eran «perturbadores». De todos los resultados que arrojó esta investigación, ¿qué es lo que le resulta más perturbador?

A los datos que ya conocíamos que tienen que ver con el porcentaje que efectivamente egresa, para mí el dato más perturbador es la idea de que cualquier retraso en la trayectoria previa prácticamente cancela las posibilidades de terminar educación media. Solamente el 6% de los que llegan con extraedad en esta muestra de PISA-L la terminaron. Es un sistema en el cual tropezar o resbalar es caerse. Si un alumno tuvo un mal año o entra con alguna desventaja y esta se sanciona con la repetición, esto va a marcar fuertemente su futuro educativo y reforzar sus posibilidades en la vida. Esto es un dato perturbador.

¿Por qué la repetición marca tanto las trayectorias?

No es la repetición. La repetición, en todo caso, es una decisión pedagógico-administrativa que condensa una serie de juicios y de mecanismos preliminares. En realidad, acá hay actuando varias cosas, pero podemos simplificar sobre algunas. Una tiene que ver con las oportunidades que tuvieron los niños. Cuando se toma la decisión (de que un alumno repita) ya hay un montón de señales anteriores. Entonces, ahí fallaron en primer lugar los sistemas de alerta temprana, es decir, hay alguien que vio o que no vio datos o características, que permiten anticipar una situación de fracaso. El tema también está en si cuando detecto un problema, tengo previstos mecanismos para compensarlo. Muchas veces el sistema lo deja a criterio de los maestros. Muchos piensan que la ventaja de Finlandia está en los mejores resultados. Y el secreto verdadero se basa en que tiene el piso alto. Los alumnos que menos rinden en Finlandia están bastante bien. Esto es porque tienen un conjunto de dispositivos muy estudiados y racionalizados con pasos muy claros de cómo se va operando en cada situación. Ya tienen un protocolo definido. Acá lo que está faltando es protocolo.

¿Falta también calidad en los aprendizajes?

Lo que pasa es que muchas veces el tiempo diario es muy poco. Gran parte de los estudiantes de Primaria van a clase cuatro horas. En esas cuatro horas que son las mismas que hace 120 años queremos que aprenda a escribir, a calcular, ciencias, deporte, arte, teatro. La verdad que el tiempo no alcanza y es probable que ciertos énfasis de lecto escritura, que la escuela tenía se hayan perdido en función de una multiplicidad de objetivos. A la escuela se le está pidiendo mucha cosa con el mismo tiempo disponible. Son 180 días, que no siempre se cumplen, en un calendario de cuatro horas. Cuando uno compara con otros países, el tiempo neto es bajo para objetivos tan ambiciosos. Esto es un problema que hay resolver.

¿Se resuelve con escuelas de tiempo completo?

En lo personal creo que no necesariamente tenemos que ir a tiempo completo, podés ir a jornadas de seis horas o podés tener el tiempo que cada proyecto requiera. Deberíamos discutir cuáles son los básicos que sí o sí debemos garantizar y en cuánto tiempo.

Ese día dijo que el sistema está generando «dos razas diferentes». Teniendo en cuenta esto, ¿qué le espera a Uruguay en 20 o 30 años?

Lo primero que quiero decir es que la palabra que yo usé no fue la más feliz. Es una palabra que trató de provocar. La usé en un sentido metafórico. Lo que yo quise decir es que sin desearlo –porque ningún docente ni autoridad está deseando– que salgan chicos que cuando lleguen a los 20 años tengan 14 años de escolaridad y otros han tenido exactamente la mitad, es preocupante. Uruguay fue muy exitoso en universalizar la educación primaria y egreso en los años 80. El problema es la otra meta en la cual Uruguay viene con mucho retraso. La idea de universalizar la educación secundaria se dio primero en la década del 70 con la ley que promovía la universalización del ciclo básico. Pero el ritmo de escolarización de la educación media está lento todavía.

¿Qué nos espera entonces en 20 o 30 años?

Creo que continuar con esta tasa de mejora muy leve en materia de egreso de ciclo básico y bachillerato para el país es un suicidio. Es un suicidio porque este es un país pequeño de tres millones de habitantes y el destino de un país pequeño, si quiere formar parte de una sociedad integrada, democrática y que ofrezca oportunidades a las personas es apostar a la educación y al conocimiento. Que el 60% de la población no complete educación media es un bloqueo político, económico, cultural hacia el futuro. El problema es que el desafío del siglo XXI no es la educación media, sino masificar la educación superior.

¿Es necesario reformar educación media?

Sí. Está claro que hay que ir a un esquema de reducir la fragmentación de conocimiento y se debe definir cuáles son los aprendizajes y competencias básicas. Tiene que haber más dedicación y pertenencia del docente con el centro educativo y esto requiere reformular el contrato de trabajo. También plantearía que tiene que haber más diversidad y mayor cuota de elección por parte del estudiante. Hay que ofrecer a los estudiantes una parte del menú que sea por elección, que haya asignaturas obligatorias y otras por elección. Todo esto hace que la gestión de un centro sea más compleja y hay que aprender a gestionar el trabajo de una organización que ya no se rige al ritmo de un timbre y horas monótonas. Tiene que haber una figura que sea Consejero de Estudio para que el alumno programe el recorrido que quiera hacer en el semestre o en el año con él. Esto forma parte del tratamiento de una vida de un individuo autónomo, que toma decisiones. Hoy en secundaria no hay que elegir nada, entonces uno no tiene ninguna responsabilidad, ni puede saber si eligió bien o mal.

Si la meta del siglo XXI es la educación terciaria, ¿Uruguay está atrasado en la agenda educativa? La meta del gobierno es que el 100% de los alumnos estén en educación media.

Nunca es triste la verdad, decía Joan Manuel Serrat. La verdad es buena, si uno está decidido a hacer cosas. En el siglo XXI tener un porcentaje muy alto con alta escolaridad es fundamental para innovar y tener una democracia vigorosa, para tener una sociedad tolerante.

Fuente: http://www.entornointeligente.com/articulo/8821226/URUGUAY-La-tasa-de-egreso-de-educacioacute;n-media-es-un-suicidio-para-el-paiacute;s-21082016

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