Page 1 of 2
1 2

Contando cuentos a niños con autismo

Por: Elaime Maciques

Hablé con mi amigo Leonardo y le pregunte si le gustaría en algún momento hacer un taller vivencial sobre sus cuentos y cómo contar cuentos de manera diferente y divertida y surge a partir de esa propuesta la idea de escribir un artículo de conjunto.  Al enviarme de regreso el texto, me dice nunca he escrito con nadie, espero que esto salga bien. Pero como aún no defino la palabra bien, el resultado me gustó y espero que a ustedes también.

Habrá quienes piensen que contar cuentos a niños con autismo pre-verbales, es una pérdida de tiempo y te hablará de procesos intersubjetivos, teoría de la mente y otras habilidades más que según ellos no están presentes, y habrá otros que como yo, o mi amigo Leonardo, haremos todo el esfuerzo, para que contar  un cuento a un niño con autismo, sea un proceso motivante, lúdico, divertido ya que encontramos en los cuentos una fuente inagotable de diversión y de intercambio comunicativo, leer un cuento es un momento que se enriquece con una historia que nos habla de animales y espejos que hablan , caracoles que saltan y son héroes del relato.  Quién no recuerda esperar en las noches a mamá o papá para que te narren una historia, o estar sentados todos juntos en el sofá porque afuera está lloviendo y agarrar un libro y dejar que los movimientos, los colores, los personajes y hasta los olores de la historia salgan de las páginas, para a través de nuestra imaginación vivir ese viaje.

Pero contar un cuento a un niño con autismo no será nada fácil, pero tampoco será imposible.  Me viene a la mente una técnica que utilizo mucho en mi quehacer terapéutico y son los cuentos motores, los cuales son acciones o dramatizaciones que vamos incluyendo en la narración del cuento, y lo que pretendemos con este trabajo es hacer al niño protagonista   de lo que va experimentando  dándole un espacio para que se exprese a través de diferentes lenguajes, diríamos que de alguna manera es una ventana de acceso al mundo para actuar en él,  desde otra perspectiva, donde el sentimiento,  la imaginación, la creatividad, la posibilidad de tomar decisiones cobran vida a través del cuento, o la música o el dibujo.

Imaginemos que estamos en casa, afuera hace mucho calor y eso nos quita las ganas de salir, pero tampoco queremos que el niño se enajene en la tableta o el teléfono, ¿Qué hacer?  Sabes te contaré el cuento de Matías el caracol.

Matías era un lindo niño caracol, que le gustaba el jardín donde vivía pues había otros insectos como mariquitas, saltamontes, hormigas, grillos, mariposa y muchos más. Matías miraba jugar a los otros niños insectos y les veía felices, le encantaba el fútbol y jugar a las escondidas, un día quiso jugar con ellos y lo invitaron, él estaba feliz.

Así comienza la historia y nosotros podemos antes de contar la historia tener apoyos visuales, elegir tal vez diferentes juguetes como pelotas, caracol, o tener títeres  e invitar a los niños a moverse como las mariquitas, hormigas, saltamontes, a expresar las emociones, podemos exagerar los gestos, podemos aprovechar y jugar  a las escondidas, hacer la mímica del juego de fútbol  y convertimos el cuento en una puesta en escena  diferente  ya que pasamos a ser de simples escuchas y lectores .a los mismos personales del cuento

Siempre observamos que existen muchas estrategias terapéuticas, en la intervención con autismo que ayudan al desarrollo de habilidades, sociales, emocionales, comunicativas, entre otras y los cuentos por sus propias características y su parecido a las historias sociales pueden enseñar a aprender cómo enfrentarse a diferentes problemáticas encontrando soluciones a las mismas, evaluar sus propias respuestas o tener un ejemplo para ver elementos de la realidad que no puede anticipar.

Es importante entonces que los cuentos sean una invitación a jugar una historia, a empatizar con un personaje, a sentir como él o como ella, a pensar en cómo ayudarle, a ser feliz cuando es feliz, para después comunicarle a quien lo lee o lo escucha, que ese personaje es como las personas que ve a diario, que conviven con nosotros, que requieren de la misma empatía y apoyo. El cuento se acompaña de sonidos, de movimientos, de imágenes y propicia una enseñanza diversificada y que puede volverse significativa para el receptor, y así nos divertimos y aprendemos, nos reímos y reflexionamos, en definitiva compartimos momentos que pueden en el futuro ser la respuesta a diversas situaciones que a las personas con autismo les cuesta enfrentar y comprender.

A manera de cierre me gustaría citar a Leonardo: “ El poder crear cuentos relacionados a la inclusión, es uno de los temas que se contrapone a muchos cuentos, por eso busco en mis historias el derecho a ser diversos y respetarse en la diversidad, tal vez usted no vea lo que señalo, pero si hacemos una simple reflexión en los cuentos infantiles siempre hay personajes diferentes un  cojo, con joroba, de aspecto diferente, que no vuela, que no salta y que en el desarrollo de la historia y a través de algún proceso mágico finalmente camina derecho, desaparece la joroba, su aspecto se normaliza, y entonces qué hacemos con los niños que metafóricamente son de madera, los que no caminan, los que no ven, los que no escuchan, los que tienen autismo, los que son en esencia diferentes y no tienen acceso a esa magia y siempre serán de madera¿usted cree que ellos merecen tener un final feliz?”

Bibliografía:

  • Blanco, Lidia (1992). Los Nuevos Caminos de la Expresión. B. Aires. Ed. Calihue.
  • Conde Caveda, J. L. (1994). Los cuentos motores. (Vol I y II). Barcelona: Paidotribo.
  • Conde Caveda, J. L. y Viciana, V. (1999). “Propuestas metodológicas para el desarrollo de las capacidades expresivas y de las habilidades motrices en educación infantil”. En M. Arteaga, V. Viciana, y J. L. Conde Caveda, Desarrollo de la expresividad corporal. Tratamiento globalizador de los contenidos de representación (2ª ed.) (63-71). Barcelona: INDE.
  • Conde Caveda, J. L., Conde Caveda, J. y Viciana, V. (2003). El cuento, motor en la enseñanza de los elementos musicales. Eufonía. 27, 1-6.
  • Farfán, L (2015) ConTEAndo Cuentos. Santiago de Chile
  • Hortal, C. (2014). Trastorno del Espectro Autista. ¿Cómo ayudar a nuestro hijo con TEA? Barcelona: Omega.
  • Sarlé, P. (2008) Enseñar en clave de juego: enlazando juegos y contenidos escolares. Buenos Aires: Novedades Educativas.

Fuente: https://autismodiario.org/2017/06/19/contando-cuentos-a-ninos-con-autismo/

Comparte este contenido:

El enfoque Psicopedagógico en las terapias ecuestres

Por: Elaime Maciques

La primer tarea de la educación es enseñar a ver. Los ojos tienen que ser educados para que la alegría aumente.

Las palabras solo tienen sentido si nos ayudan a ver mejor el mundo.

Aprendemos palabras para mejorar los ojos.

La educación tiene dos objetivos: educar las habilidades y educar las sensibilidades.

Una…sin otra, carecen de sentido.

Rubem Alves

Introducción

La idea de escribir este artículo, surge de mi nuevo proyecto de libro sobre como concibo la psicopedagogía dentro de las terapias ecuestres. El tema es extenso, variado, rico en su propia esencia, muchas veces nos enfocamos a trabajar con un niño con autismo o con trastornos del aprendizaje, sin saber qué es o que significa tener autismo o dificultades para aprender, incluso sin saber cómo es ese niño, que le gusta, que le disgusta, que le causa placer o disgusto.

Procesos importantes como una observación o evaluación previa, que nos permitiría trazar estrategias terapéuticas dirigidas a las dificultades específicas de cada niño, no son tomadas en cuenta en muchas ocasiones y hacemos intervenciones por ensayo y error, si bien el error es parte del aprendizaje de un niño, no lo sería para un terapeuta.

Desarrollo: Las bases del trabajo psicopedagógico

hipoterapia2Hablar de psicopedagogía y terapia asistida con caballos es un paso importante en este campo de trabajo. La psicopedagogía como ciencia, integra metodologías, técnicas y estrategias didácticas que enriquecen el proceso pedagógico y desde el ámbito terapéutico, solidifica por un lado el componente psicológico que nos da la pauta para conocer la maduración del individuo en sus procesos cognitivos para asumir un aprendizaje y desarrollarse en un entorno determinado y desde la pedagogía, qué estrategias, metodologías y técnicas utilizar para facilitar este proceso, dándonos una pauta desde donde comenzar, al integrar por un lado las habilidades presentes y que debemos potenciar en el niño o joven para que logre un mejor desempeño en sus actividades y por el otro nos permiten prevenir, corregir y/o compensar las dificultades que se pueden presentar en un niño en su proceso de desarrollo, aún cuando no exista una discapacidad.

Tradicionalmente la psicopedagogía se concibe desde la intervención educativa, con un enfoque de orientación y tutoría para intervenir en los problemas escolares, capacitación del personal docente y la elaboración de programas educativos individuales, entre otros aspectos. Sin embargo desde mi visión la psicopedagogía abarca un área terapéutica donde nos enfocamos a intervenir no solo en las situaciones de aprendizaje, sino en una diversidad de trastornos, donde existen características comunes. Solé, I (2002) refiere que “La acción psicopedagógica está dirigida a la orientación en: desarrollo de auto esquemas, pautas de crianza, educación compensatoria, prevención de conductas disruptivas, habilidades para la vida, y organización-evaluación de acciones administrativas”. Partiendo de este concepto entonces se amplía el espectro de la acción psicopedagógica.

Es importante destacar, que los nuevos enfoques de discapacidad y por consiguiente de intervención se sustentan en el modelo ecológico sistémico, desarrollado por Bronfenbrenner (1987), autor de la Teoría Ecológica de Sistemas el cual en esencia nos plantea que el desarrollo se da en un proceso de interacción entre el individuo y el entorno ya que considera que el niño se desarrolla dentro de un sistema complejo de relaciones que se ven influenciadas por múltiples niveles del ambiente más próximo, los cuales actúan como variables dinámicas y activas que afectan de manera positiva o negativa dicho desarrollo. Este enfoque aplicado a la discapacidad se concibe en relación a los niveles de apoyo que necesita un individuo afectado para interactuar con el entorno y ser funcional dentro del mismo.

La Psicopedagogía desde esta perspectiva está inmersa en un contexto diverso, dinámico y cambiante que nos va imponiendo desafíos con el objetivo de poder brindar una atención de calidad, tomando siempre en consideración el individuo como eje central, sus particularidades innatas, condiciones del desarrollo y entornos sociales y culturales donde se desarrolla.

Si llevara a un esquema la visión ecológica de la psicopedagogía y donde se sustenta la base de la intervención psicopedagógica quedaría así:

Imagen1

Para una correcta maduración de procesos cognitivos motores y socio–afectivos, el niño necesita un sistema nervioso sano, una carga genética que le permita desarrollar sus habilidades innatas, que más adelante le permitirán enfrentar los desafíos propios del desarrollo, una interacción con el entorno que le brinde experiencias ricas en aprendizaje y vivencias afectivas, las cuales parten de un ambiente familiar estimulador donde las actitudes, los conocimientos, valores, creencias, roles familiares, modos de vidas y de relación, incidirán sobre el niño como potenciadores o inhibidores de su aprendizaje y desarrollo. Por lo tanto nos permite entender hacia donde deberíamos enfocarnos en una intervención cualquiera que sea la discapacidad y nos aleja de las etiquetas, porque no podemos fraccionar al niño en áreas, en defectos, sino nuestro actuar debe ser holístico, integrador de las habilidades y destrezas que cada individuo trae consigo.

¿Por qué partir del desarrollo?

Porque como proceso multidimensional y de reconstrucción y reorganización permanente, el desarrollo no es lineal sino que se caracteriza por un funcionamiento irregular de avances y retrocesos y esto constituye el pilar de base para la intervención psicopedagógica ya que necesitamos conocer qué procesos del desarrollo están afectados de base y cuales debemos potenciar para lograr un mejor avance. Puche ,R, Orozco, M, Orozco, B, Miralba H (2009) hacen un análisis sobre las teorías tradicionales del desarrollo y hacia donde debe verse éste a partir de una nueva concepción donde se especifica la necesidad de dejar atrás la comprensión del desarrollo como una sucesión estable de etapas y de avanzar hacia una descripción del funcionamiento intelectual como un espacio en el que conviven el conocimiento implícito y el explícito; un funcionamiento en el que se entremezclan conceptos, compitiendo entre sí y donde emergen nuevos y viejos funcionamientos que se resisten a desaparecer completamente.

La integración sensorial es un proceso neurológico que organiza las sensaciones de nuestro cuerpo (internas) y las del entorno (externas), para dar respuestas adaptadas y tener un buen nivel de desarrollo en todas las áreas y actividades diarias. El sistema sensorial vestibular nos informa del movimiento y el sistema propioceptivo nos permite tener una conciencia corporal, de nuestros músculos y articulaciones, nos enseñan a mantener el equilibrio, a regular nuestra postura y a controlar nuestra fuerza, tener una buena coordinación motriz fina y gruesa. Cuando se logra procesar adecuadamente esta información, se propicia que toda la información que se recibe tenga un significado para el aprendizaje del niño, quien responde al medio de manera adecuada.

El desarrollo perceptivo motor, se concluye al finalizar los seis años, permite organizar la información que proporcionan nuestros sentidos e integrarla en esquemas perceptivos. Este desarrollo perceptivo motor constituye la base para el aprendizaje de la lecto–escritura y la lógica matemática. Esta se realiza bajo tres vertientes sobre las cuales profundizaremos más adelante

  • Toma de conciencia de los componentes del llamado esquema corporal para que el movimiento esté perfectamente adaptado a la acción y este ajuste sea lo más automatizado posible.

  • Estructuración de las sensaciones relativas al mundo exterior en patrones perceptivos y en especial, la estructuración de las relaciones espaciales y temporales.

  • Coordinación de los movimientos corporales con los elementos del mundo exterior con el fin de controlar el movimiento y ajustarlo al fin que se persigue.

Finalmente, la ideomotricidad, educa la capacidad representativa y simbólica, ya que una vez que el cerebro dispone de una amplia información, debidamente estructurada y organizada de acuerdo con la realidad, se trata de pasar a que sea el propio cerebro, sin la ayuda de elementos externos, quien organice y dirija los movimientos a realizar.

En estas primeras etapas, el movimiento y la corporalidad ocupan un lugar determinante en el desarrollo del niño, el cuerpo es el medio a través del cual se va a comunicar y a conocer su espacio externo e interno. El cuerpo se comunica a través del tono, equilibrio, postura, esquema corporal y otros componentes psicomotrices, ya que al ser un sistema abierto a nuevas posiciones en el espacio, a nuevas, percepciones a nuevas acciones, permite que el niño se desarrolle en su totalidad. El desarrollo de esas posibilidades motrices y creativas a partir del cuerpo, lleva al niño a centrar su actividad e interés en el movimiento y el acto motor y lo que de ello se deriva: estimulación y aprendizaje lo que propicia un equilibrio en sus dimensiones motriz, afectiva, cognitiva y social.

Por lo tanto la adquisición y desarrollo de la corporalidad no puede estar separado del desarrollo cognitivo y emocional. Desde la psicomotricidad vemos un cuerpo instrumentalque está vinculado a las habilidades neuromotoras las que nos permiten adaptarnos corporalmente a la realidad externa. Cuando trabajamos en el equilibrio, ajustes posturales, coordinación y fuerza muscular estamos estimulando ese cuerpo instrumental.

Vemos también un cuerpo cognitivo, ya que al niño moverse, el acto motor le permite conocer el medio que le rodea, manejar y conocer los objetos, crear realidades nuevas. Cuando trabajamos con el niño los movimientos con una intención, las praxias finas y gruesas, actividades que le permitan accionar sobre los objetos para después llegar a procesos operatorios y de representación simbólica, estamos estimulando este cuerpo cognitivo.

Herrero, A (2000), explica que hay un cuerpo tónico-emocional: “la acción corporal, las modificaciones tónicas, la expresión, la actitud y el gesto, permiten expresar nuestras vivencias afectivas, nuestras emociones, pulsiones, generalmente de forma no consciente. También la intervención psicomotriz favorece esta vivencia emocional expresada a través del cuerpo, y recoge sus manifestaciones para darles un significado y, en su caso, una respuesta, también de orden tónico-emocional”

Esta integración de la corporalidad, traducida en movimiento, ayuda a entender la psicomotricidad, pues este término va mucho más allá de la biomecánica humana, ya que el término “…integra las interacciones, cognitivas, emocionales, simbólicas y sensoriomo­trices en la capacidad de ser y de expresarse en un contexto psicosocial. La psicomotricidad, así definida, desempeña un papel fundamental en el desarrollo armónico de la persona” (Foro Europeo de Psicomotricidad – 1966).

El caballo genera una serie de estímulos y movimientos que constituyen por sí mismos, elementos significativos para el desarrollo psicomotor. Bender R (2012) nos explica que el caballo propicia ritmo, lo que favorece movimientos y patrón de marcha correcto y armónico, existiendo un diálogo motor vivo entre jinete y caballo de manera natural y activa. Por otro lado nos habla de la continuidad de la estimulación proveniente de los movimientos del caballo lo que índice a un trabajo sensorial intenso y por ende facilita una integración sensorial más completa. El contacto corporal con el caballo a través del asiento del jinete, tocarlo, produce una estimulación de la sensibilidad profunda, lo que desde una postura psicológica incita al paciente a acercarse a su propia corporalidad.

Por ejemplo el juego en las terapias ecuestres, es una herramienta muy útil, nos permitiría “reeducar o educar” tono, postura, reorganización postural, conciencia corporal, equilibrio, coordinación, entre otras habilidades psicomotrices que constituyen dificultades para mucho de nuestros niños. Margarita Ziade (Bocalán, Argentina) nos explica en su artículo, Una mirada psicomotriz al ejercicio de la Equinoterapia, que “en el ambiente de trabajo del caballo, estamos en contacto con la naturaleza, al aire libre, por lo tanto, aparecen nociones diferentes al trabajo en consultorio en lo espacio-temporal, en las dimensiones y en el movimiento. Todas estas nociones que el medio ambiente del caballo nos permiten encontrar pueden ser utilizadas para fomentar la comunicación, el vínculo y la adquisición de aprendizajes entre otras cosas”.

Conclusiones

Hay que tratar de cambiar paradigmas y ver las terapias ecuestres no solo desde la rehabilitación neurológica y puramente biomecánica, el psicomotricista y gran amigo -ya fallecido- Israel Silva,escribió: “en nuestro país (México) la hipoterapia no tiene una metodología específica, y los trabajos realizados se abordan desde una perspectiva fisioterapéutica y biomecánica, dejando a un lado aspectos psico-afectivos que están implícitos en el trabajo corporal, ya sea reeducativo o terapéutico”.

Trabajar las habilidades psicomotrices como base a un programa psicopedagógico son importantes, debido a que estaremos promoviendo el desarrollo de capacidades y habilidades necesarias para el buen desarrollo del lenguaje, el aprendizaje y funciones adaptativas adecuadas.

Bibliografía

  • Bender, R (2012) hipoterapia . editorial Mediterráneo, Chile
  • Solé, I. (2002). Cuadernos de educación: orientación educativa e intervención psicopedagógica (Segunda edición). Editorial Horsori Barcelona, España
  • Bronfenbrenner, U. (1987). La Ecología del Desarrollo Humano. Barcelona:Paidos.
  • Puche ,R, Orozco, M, Orozco, B, Miralba H (2009) Desarrollo infantil y competencias en la primera infancia Unidad de Educación para la Primera Infancia Bogotá, Colombia SBN 978-958-691-363-8
  • Lázaro A y Berruezo, P (2009): La pirámide del desarrollo humano. En: Revista Iberoamericana de Psicomotricidad y Técnicas Corporales ISSN: 1577-0788. Número 34. Vol. 9 (2). Páginas 15-42
  • Ramos, F. (1979) Introducción a la práctica de la educación psicomotriz. Madrid, España: Pablo del Río

Fuente: https://autismodiario.org/2014/10/09/el-enfoque-psicopedagogico-en-las-terapias-ecuestres/

Comparte este contenido:

Desarrollo de la comunicación en el autismo a través de la música y el juego

Por: Elaime Maciques

La música puede dar nombre a lo innombrable y comunicar lo desconocido. Leonard Bernstein

Muchos investigadores afirman que la música es precursora del lenguaje humano, ella en sí misma constituye un complejo sistema de comunicación.

Desde esta perspectiva, los juegos musicales, pueden verse como una intervención o abordaje con un carácter lúdico, enfocados al desarrollo de habilidades comunicativas básicas, entre otros aspectos involucrados en el acto de comunicar, debido a algunos componentes que la conforman como:

  • Una onda sonora como material comunicativo.
  • Un emisor y un receptor de la onda.
  • Una intención comunicativa en el emisor. Lo que se relaciona con nuestra necesidad de autoexpresión lo que nos hace reproducir la realidad a través de los sentidos para confirmar nuestra existencia
  • En el receptor debe haber comprensión y respuesta significativa, es decir, confirmar o reformar la experiencia del emisor)

La música como funciona a un nivel de lenguaje no verbal, ayuda a abrir nuevos canales de comunicación, especialmente en aquellos casos en que las funciones expresivas y de lenguaje presentan dificultad, buscando de esta manera la expresión individual, la integración social, desarrollo emocional, y movimiento estimulando la coordinación motriz, entre otros aspectos.

Ballesteros M (2010), citando a Malagarriga y Vals (2003), plantea que: “El sonido rodea al niño desde los primeros momentos de la vida, ya sea porque él mismo lo produce, ya sea porque surge en su entorno y el interés que demuestra hacia el mundo sonoro indica hasta qué punto los sonidos desarrollan una función básica en los inicios de la comunicación humana”.  Entonces aprovechemos ese sonido natural e innato en el niño para trabajar y ayudar a los procesos sensoriales, motrices y comunicativos.

La misma autora nos dice que toda enseñanza musical se basa en dos pilares fundamentales: la percepción y la expresión. Los procesos perceptivos y sus elementos son la base de la audición; pero tan importantes como éstos son los procesos expresivos.

Sabemos que, en el autismo, los estilos perceptivos funcionan de manera diferente, como por ejemplo el mono-procesamiento, donde para evitar la sobrecarga sensorial, el cerebro de manera consciente solo procesa una única modalidad, aunque de manera inconsciente entra gran información, por lo que el niño se centra en un sentido como por ejemplo la vista, puede observar minuciosamente cada detalle y pierde la conciencia de toda información que entra a través de otros sentidos.

En edades tempranas la estimulación auditiva debe ser afectiva, comprensiva y debemos enfocarla a elementos palpables y que los niños y niñas puedan discriminar, por lo tanto, será a través de los sonidos que estén inmersos en la realidad del entorno que el niño va construyendo a través de una observación sensorial y la exploración, el descubrimiento y la discriminación de elementos sonoros de su entorno más cercano.  El juego es una actividad que de manera más efectiva puede introducir al niño en la percepción auditiva.

¿Cómo ayudar en esa formación auditiva?

Reconocer sonidos en este orden:

  1. Sonidos del entorno familiar: como voces familiares, el teléfono, el reloj, arrugar papel y muchos más que tienes en la casa.
  2. Sonidos de la naturaleza: canto de pájaros, lluvia viento, truenos, sonido de hojas
  3. Sonidos producidos por el cuerpo: bostezo, risa, llanto, aplausos, chapoteo de agua con los pies
  4. Sonidos presentes en el aula
  5. Grabaciones de canciones y obras musicales. Las canciones infantiles deben ser cortas, repetitivas, que impliquen acciones para que podamos bailarlas y realizar esas acciones con el niño

Ritmos binarios naturales y su aplicación lúdica en las personas con autismo

Desde la psicomotricidad, la Organización Temporal hace referencia al ritmo y lo define como el movimiento ordenado. El ritmo es la base indispensable en la noción temporal y es importante para la relación de diferentes actividades, tales como: correr, saltar, rebotar, leer, escribir, entre otras. Es una destreza susceptible de ser educada y es considerado como el ordenamiento de la energía. Un niño carente de ritmo no coordina y por lo mismo gasta energía sin propósito.

La noción de ritmo necesita a su vez el aprendizaje de las nociones lento y rápido, lo que implica conocimientos en cuanto a la duración y la sucesión en el tiempo, implica adquirir la conciencia de cuando empezar una actividad y el momento preciso para interrumpir o terminarla de manera adecuada.  Es una sincronización que tiene la atención como apoyo y la intensidad efectiva que permite que el ritmo sea percibido como una estructura repetitiva.

Desde este constructo sensorial  las dificultades en el Proceso Auditivo Central (PAC) – “Eficiencia  y eficacia con que el sistema nervioso central utiliza la información auditiva”[1]  –  trae como consecuencia que las habilidades como identificar, interpretar y organizar la información auditiva sensorial recibida involucrando por lo tanto mecanismos cognitivos y neuropsicológicos, se afecten lo que trae como consecuencia que hagan ruidos, que se tapen los oídos, mono-procesamiento, entre otras, busquemos a través de una estimulación musical lúdica, reconectar esos senderos neuronales para propiciar  atención a los sonidos, discriminación de sonidos y sobre todo la aceptación e interpretación de los sonidos para que el niño vaya integrando esas percepciones de manera adecuada.

La vida está llena de ritmos binarios, terciarios, etc, por ejemplo, el agua tiene tres estados: sólido, líquido y gaseoso, por lo tanto, ese elemento natural tiene un ritmo terciario, nuestras emociones tienen un ritmo binario, estamos tristes o alegres, o tristes y enojados, por ejemplo.

Las personas con autismo son arrítmicas por naturaleza, aunque no me refiero a ese concepto de ritmo como una medida de música binaria, nos referimos a un ritmo estructurado, generalizado, que puede ayudarlo a tomar conciencia de su propia realidad con respecto al entorno.  El aprendizaje del ritmo binario respiratorio, del ritmo ocular en el parpadeo, del ritmo en la danza: baile agarrado y conducido por otra persona, del ritmo de dos tiempos al caminar desplazando los pies, del ritmo coordinado binario al subir y bajar alternativamente un brazo y otro brazo, una pierna y otra pierna, como por ejemplo subir y bajar escaleras, brinda la posibilidad de un comportamiento somático equilibrado.  Nosotros podemos proporcionar al niño un ritmo binario incorporado a través de:

  • Hacer percusiones rítmicas en su cuerpo: brazos, manos espalda. Esto le va a proporcionar la posibilidad de experimentar con sensaciones estimulantes y relajantes, y va guardando en su archivo de percepciones corporales y sonoras comportamientos rítmicos naturales. Los niveles perceptivos–cognitivos se van enriqueciendo y agrandando, al igual que el aprendizaje de su esquema corporal.
  • Ejecución rítmica con instrumentos de percusión.

¿Cómo puedes trabajar en relación a la música, las canciones y el juego?

Benezon (1969) establece el principio del ISO (Identidad Sonora) en musicoterapia, que no es más que todas las energías sonoras, acústicas y de movimiento que pertenecen a un individuo y que además nos caracterizan, es decir, está formado por las experiencias sonoras que son hereditarias, intrauterinas y aquellas experiencias musicales que vivimos desde que nacemos y es lo que nos hace preferir una música u otra.

Su objetivo es abrir canales de comunicación entre un paciente y un terapeuta, pero para que esto suceda es necesario que las identidades sonoras del paciente se identifiquen y equilibren con las del terapeuta. Este mismo principio se extiende a todo tipo de comunicación equivalente como la familia, escuela, sociedad o comunidad institucional.  Entonces tenemos:

  • ISO Gestalt es la identidad sonora del propio individuo que está influenciada por el periodo de gestación, nacimiento, nuestro desarrollo infantil hasta el presente
  • ISO Universal es el arquetipo sonoro que caracteriza a todos los seres humanos como el latido del corazón, la respiración, el agua y el flujo sanguíneo
  • ISO Cultural: es la identidad sonora propia de una cultura o comunidad. Por ejemplo, la música de tambores en África.
  • El ISO Familiares la combinación y la dinámica del sonido, energías motrices y las pausas que caracterizan a un grupo familiar concreto. Por ejemplo, yo crecí escuchando salsa, boleros pero fui agregando a lo largo de mi vida otras preferencias musicales

¿Por qué hablamos de esto? Porque creo que es importante conocer o conformar la historia musical del niño para saber con qué instrumento o música trabajar, unido al hecho que tú como padre o madre tienes tu propia preferencia musical. Veamos, intentaremos hacer esa ficha

Momento actual

  1. ¿qué instrumentos musicales le gustan?
  2. ¿qué tipo de música prefiere?
  3. ¿cómo reacciona ante esa música?
  4. ¿qué sonidos no musicales le agradan o le disgustan?
  5. ¿qué ambiente sonoro tiene en su casa? (ruidos, silencios, música, etc)

A partir de ahí podrás tú construir tus actividades utilizando la música que tu niño le agrada. Es importante el trabajo con el objeto intermedio, el cual sirve para establecer la comunicación, y es importante que este objeto intermedio, que puede ser un instrumento musical, sea agradable al niño, no le cause miedo o malestar causado por el sonido que emite

Ahora bien, dividiremos los juegos en sensoriales y motrices, aquellos que nos ayuden a:

  • Organizar las informaciones espaciales, temporales y a coordinar el movimiento
  • Reconocer el esquema corporal
  • Trabajar la sensorialidad, es decir, sensibilizar al niño con los diferentes estímulos sonoros buscando respuestas dinámicas e interactivas
  • Desarrollar destrezas corporales que le permitan explorar, interactuar y coordinar movimientos en el entorno

Juegos para desarrollar habilidades sociales nos ayudarán a:

  • Desarrollar pautas de conductas adecuadas favoreciendo así el que podamos relacionarnos mejor de manera personal e interpersonal
  • Abrir nuevos canales de comunicación para facilitar las relaciones con los demás
  • Expresarse emocionalmente

Juegos para desarrollar habilidades cognitivas nos ayudarán a

  • Adquirir intereses en relación al mundo que nos rodea, que es un mundo sonoro, a través de observar, comprender e integrar el entorno
  • Desarrollar habilidades imaginativas, creativas
  • Aumentar atención

Sugerencias previas al juego

Antes de empezar debes:

  • Seleccionar con anticipación el ambiente, equipos y materiales que vas a utilizar
  • Crea un ambiente seguro y motivador.
  • Utiliza diferentes músicas en relación a lo que quieres jugar
  • La duración de los juegos estará en relación a la edad de los niños, el interés que mantengan durante el juego, etc.
  • Permitir a los niños la espontaneidad e introducir los cambios que deseen en el juego, siempre que tu mamá o papá tengas el control
  • Motivar en todo momento la participación activa del niño
  • Motivar y facilitar la expresión de pensamientos, sentimientos y percepciones, de forma tal que al mismo tiempo que disfruten el juego, también sea un camino para fortalecer su personalidad.

Ahora sí tomemos en cuenta

  1. Edad del niño
  2. Nivel de comprensión
  3. Estructuración de la comunicación
  4. Te pondré de ejemplo dos juegos sencillos, sé que tu podrás idear muchos más juegos

¿Qué instrumento soy?

  • Primero debemos pensar que instrumentos vamos a trabajar y podemos tener tarjetas preparadas con imágenes de los instrumentos.
  • Ponemos el sonido del instrumento y lo asociamos con la tarjeta.
  • Cuando el niño reconozca el sonido puede levantar o tomar la tarjeta y buscaremos que haga la mímica del instrumento moviendo las diferentes partes del cuerpo. Por ejemplo, pensemos en el tambor: movemos las manos para tocar pero también podemos mover los pies para replicar el ritmo del tambor (binario)
  • Podemos tocar las maracas sacudiendo todo el cuerpo y podemos hacer este sonido chchch chch chch chch en dos tiempos.
  • Si somos trompeta como hacemos tata tata o podemos hacer trompetillas
  • Usted puede irle agregando al juego tanta complejidad como se lo permita el niño

Otra variante del juego puede ser ¿qué elemento de la naturaleza (entorno) somos?

Ponemos usar sonidos de animales, de la naturaleza, de la calle, cercanos al niño.  Estos sonidos pueden asociarse con representaciones pictóricas o imágenes y el movimiento

Hago música con mi cuerpo

(Adaptación a la propuesta de Musicograma de Miriam Ballesteros de la Universidad de Castilla)

  • Preparamos unas tarjetas donde se asocien símbolos, partes del cuerpo e instrumentos de percusión.
  • Primero ejecuta tú el ritmo que le hayas propuesto y después que el niño lo integre o te imite
  • Puedes darle una secuencia de ritmos y que el haga
  • Puedes crear tantos ritmos como quieras y usar tu creatividad para que el niño juegue: recuerda empieza por ritmos binarios, después terciarios. Juega con acciones y los símbolos por ejemplo pestañear, respirar, etc

Conclusión 

El juego es base indispensable para el desarrollo del niño, marca pautas sociales, emocionales, motrices, sensoriales y cognitivas–comunicativas, nos enseña a solucionar problemas y como enfrentar los retos del proceso de maduración y/o desarrollo.

No buscamos desde este enfoque desarrollar las habilidades musicales en el niño, sino que la música sea un agente mediador para desarrollar o incrementar o incentivar procesos socio-emocionales, comunicativos y sensoriales adecuados. Escuchar atentamente es una preparación vital para desarrollar el lenguaje oral y éste influye en la correcta adquisición de la lecto–escritura.

Bibliografía:

  • Ballesteros, M (2010): Recursos didácticos para la enseñanza musical de 0 a 6 años: En: Revista Electrónica de LEEME (Lista Europea Electrónica de Música en la Educación) Number 26
  • Campbell, D. ( 2002) El efecto Mozart. Barcelona: Urano.
  • Escorza Rodríguez, O (2011): La integración sensorial como intervención educativa en alumnos con dificultades para aprender. XII Congreso internacional de teorías de la educación. Universitat de Barcelona
  • Lapierre, L. (2004), Psicomotricidad y Técnicas Corporales. Disponible en www.chasque.apc.org/psicomot
  • Morante, P (2010): Programa de juegos musicales para desarrollar la creatividad en los niños. Congreso Iberoamericano de educación. Argentina

[1] Asociación Americana del Habla, Lenguaje y Audición

Fuente: https://autismodiario.org/2017/04/17/desarrollo-la-comunicacion-autismo-traves-la-musica-juego/

Comparte este contenido:

La otra cara de la moneda: La psicología positiva & TEA

Por:Elaime Maciques

“La misión de la Psicología Positiva no es decir a las personas que deben ser optimistas, o espirituales, o amables, o estar de buen humor; sino describir las consecuencias de tales rasgos. Lo que cada uno haga con esa información dependerá de sus propios valores y objetivos.” (M. Seligman).

Este artículo, surge de una conferencia dada en la Universidad Católica de Honduras, “Nuestra Señora de la Paz”, Campus San Pedro y San Pablo, el pasado mes de julio en el marco de su convocatoria anual al Congreso de Psicología.

El ser humano, es por naturaleza, un ser social, que se desarrolla a través de la interrelación con el entorno y sus pares, lo que le da un sentido de socialización al proceso de maduración y aprendizaje, así como a la interiorización de vivencias socio-emocionales. Vigostky, en su Teoría Socio Histórico Cultural, plantea que los fenómenos psíquicos son sociales desde su mismo origen, y no son dados de una vez y para siempre al momento del nacimiento, sino que ellos se desarrollarán en dependencia de las condiciones de vida y educación a la que el sujeto se exponga.

Desde que el niño nace, lo hace en un contexto social y se establece una relación tríadica padre-madre-niño, que marca una pauta significativa en el desarrollo emocional. La mirada mutua, la progresiva capacidad de prestar atención conjunta a eventos del mundo externo y el juego de expresiones afectivas transmitidas a través del rostro, son modos de relacionarse y actúan como precursores de dos aspectos fundamentales del desarrollo infantil: la capacidad para la formación de símbolos (uso del lenguaje) y la capacidad de empatía (capacidad para comprender los estados emocionales del otro). En ese intercambio son importantes: el contacto visual, el diálogo sonoro (el adulto escucha al niño y le contesta), el diálogo tónico (donde se alterna la tensión-relajación durante el juego y la alimentación), el sostén físico y el contacto (caricias, manipulación).[1]

Premack y Woodruff acuñaron el término “teoría de la mente” la cual nos permite utilizar estrategias sociales, ya que posibilita, como señalan Rivière y Núñez[2] “ponerse en la piel” del otro, “calzarse sus zapatos”, dando lugar a la interpretación de las interacciones humanas no en términos netamente conductuales, sino en base a estados mentales. Es esa “mirada mental”, la que permite encontrarnos con la mente de los otros, interpretar su conducta y realizar predicciones, comprender que tienen deseos, creencias e intenciones, un mundo de emociones y experiencias diversas, ser empáticos e intersubjetivos.

niños felicesLa Psicología Positiva como ciencia joven, se enfoca al estudio de las emociones positivas, el desarrollo de las virtudes, donde el ser humano va potenciando sus propias fortalezas y la búsqueda de la felicidad o estado de bienestar, para conseguir una mejor calidad de vida y bienestar. El bienestar positivo hace referencia a lo que pensamos y sentimos en relación a nuestras vidas y las conclusiones cognoscitivas y afectivas que alcanzamos cuando evaluamos nuestra existencia. Tiene un componente subjetivo e intersubjetivo. Traduce, o interpreta, la “felicidad” como ese bienestar subjetivo experimentado cuando sentimos más emociones agradables y pocas desagradables, cuando estamos comprometidos en actividades interesantes y cuando estamos satisfechos con nuestras vidas y lo que hemos logrado.

Esta joven rama de la psicología tiene varios enfoques, como el clínico que va hacia la prevención y tratamiento de enfermedades mentales como el estrés, ansiedad y otras, un enfoque pedagógico que busca en primer lugar la motivación intrínseca del niño hacia el aprendizaje, en crear ambientes de aprendizaje motivadores y adecuados a las necesidades de cada estudiante y hacia la orientación familiar, en relación al desarrollo de hábitos, que promuevan conductas adaptativas adecuadas.  Bajo la vertiente de la Psicología Educativa, se toman en cuenta la atención que debe darse a las fortalezas individuales y colectivas de cada niño, enfatizar los logros que éste tiene sobre el desarrollo de habilidades, así como identificar y fortalecer las cualidades predominantes de cada estudiante.  Al respecto Terjesen, Jacofsky, Froh & DiGiuseppe (2004) expresan: “Promover las fortalezas de los niños y jóvenes puede incrementar cambios que favorecen el manejo exitoso de las dificultades actuales y las que deberán afrontar en el futuro” ¿Es una paradoja?, ¿será una utopía?

Martin Seligman habla sobre la psicología positiva

¿Qué pasa con la otra cara de la moneda?

Las personas con dificultades para la construcción de los procesos intersubjetivos, que tienen una forma diferente de entender las emociones, que son inflexibles, que se les dificulta la comunicación social, ser empáticos y que en muchas ocasiones son ajenos a ese constructo “positivo y feliz. No quiero que me mal interpreten, no es que no sean felices, claro que lo son, expresan emociones y en los casos de alto funcionamiento van más allá.

Ramón es un joven de 18 años con Síndrome de Asperger que asiste a la Universidad, ha estado en tratamiento psicológico en dos ocasiones porque se deprime frecuentemente, debido a que no puede hacer amigos, porque en su concepto de amistad, tienen que haber valores, deportes, y las matemáticas, porque no se da cuenta que escribir veinte mensajes en una hora a una chica no es adecuado y tampoco entiende que la chica no quiera ser su novia cuando el sí. El amor en todas sus manifestaciones, la amistad, se complejizan en sus pensamientos negativos y entonces llora y expresa “no soy feliz”.

Marcos, es feliz hasta que llega a la escuela, donde no se potencian sus habilidades, donde no se adecuan los espacios del aula y los contenidos educativos a su funcionamiento y desajuste sensorial, cuando no es motivado a que ese entorno le sea agradable y confortable.

A veces lo que es diferente nos asusta, o lo rechazamos, cuando todos estamos inmersos en una diferencia permanente, en las formas de construir la felicidad, en las formas de caminar, de sonreír, de amar. Es tarea de las nuevas generaciones empezar a promover un cambio positivo, dejar atrás los estereotipos, las etiquetas, los no se puede y los “déjalo ahí que no hay nada que hacer”, es hora de vender asombros, de provocar felicidad, de motivar para que así sea.

cisneEs importante desde esta postura psicológica, estar mentalizados y tener la capacidad de ver “la otra cara de la moneda”, como diría Szatmari, (2004) Todo depende del modo en el que mires las cosas. Una vez entiendas cómo piensan y como ven el mundo, aquello que un día parece una discapacidad, otro día puede ser un talento o un don”. [3]

Agradezco que me hayan leído hasta aquí, los dejo con un pasaje de un cuento maravilloso: El patito feo

Se dirigió entonces hacia ellos, con la cabeza baja, para hacerles ver que estaba dispuesto a morir. Y entonces vio su reflejo en el agua: el patito feo se había transformado en un soberbio cisne blanco.” (H. C. Andersen).

Referencias:

[1] Maciques, E: Desarrollo infantil y particularidades en los TEA. Parte III. Desarrollo social

[2] Reyna, Cecilia (2011): Desarrollo emocional y trastornos del espectro autista

[3] Citado por Girón, A en El lado bueno de las cosas. Síndrome de Asperger

Fuente: https://autismodiario.org/2016/08/26/la-otra-cara-la-moneda-la-psicologia-positiva-tea/

 

 

Comparte este contenido:

La adolescencia y el Síndrome de Asperger

Por: Elaime Maciques

“Nuestra madurez es fruto de lo que hemos recibido en la adolescencia”

Gnecco Laborde, José

Introducción

La adolescencia es una de las fases de la vida más complejas, una época en que la gente joven asume nuevas responsabilidades y experimenta una nueva sensación de independencia. Los jóvenes buscan su identidad, aprenden a poner en práctica valores aprendidos en su primera infancia y a desarrollar habilidades que les permitirán convertirse en adultos atentos y responsables.

Desde una perspectiva sociológica, Marcelo Urresti concibe la adolescencia como un período en la vida de las personas que se define en relación al lugar que uno ocupa en las generaciones: hay una cierta experiencia compartida por haber venido al mundo en un momento histórico determinado. Desde un punto de vista psicológico, la consideramos como una etapa de la vida humana que comienza con la pubertad y se prolonga durante el tiempo que demanda a cada joven la realización de ciertas tareas que le permiten alcanzar la autonomía y hacerse responsable de su propia vida. La forma que adquiere la realización de estas tareas está sujeta a las características de la época en que al adolescente le toque vivir, además de su particular situación familiar, de lugar, de género y de clase social.

El proceso de cambios y transformaciones de la personalidad por etapas está sujeto a regulaciones y principios que dinamizan evolutivamente el desarrollo ontogenético de los procesos, contenidos y funciones de la personalidad en formación, está marcado por momentos de crisis en los que se producen, en un tiempo relativamente corto, bruscos y fundamentales cambios, desplazamientos, modificaciones y rupturas en la personalidad.

Al adolescente, no sabe por qué, de pronto lo asaltan la tristeza, la desolación, la angustia o la nostalgia, no tiene manera de tomar conciencia de que sus estados de ánimo cambiantes y sus emociones aparentemente caprichosas son atribuibles a la pérdida de su pasado infantil. Los adolescentes, esos niños – jóvenes susceptibles y vulnerables, apasionados e impulsivos, totalmente sexuales y exageradamente egocéntricos, son en realidad, ávidos buscadores de autenticidad moral. La adolescencia implica el complejísimo drama de pasar de una zona de la existencia a otra distinta. Es ese punto crítico de la vida humana en que las pasiones sexuales y morales fructifican y alcanzan su madurez. El individuo pasa entonces de la vida familiar a la existencia cultural.

Trataremos en este artículo exponer, como los cambios que se producen en la adolescencia, inciden en los jóvenes con Síndrome de Asperger.

Desarrollo

Comenzaremos por ver como se conceptualiza la adolescencia desde diferentes enfoques

Cronológicamente: OMS, la define como el lapso de tiempo que comprende aproximadamente entre los 10 y los 19 años. Este período, a su vez, puede ser subdividido en tres fases: adolescencia temprana (10 a 13), media (14 a 17) y adolescencia tardía (17 a 19).

Sociológicamente: Es el período de transición que media entre la niñez dependiente y la edad adulta y autónoma, tanto en los aspectos económicos como sociales.

Psicológicamente: “La adolescencia es un período crucial del ciclo vital, en el cual los individuos toman una nueva dirección en su desarrollo, alcanzando su madurez sexual, se apoyan en los recursos psicológicos y sociales que obtuvieron en su crecimiento previo, recuperando para sí las funciones que les permiten elaborar su identidad y plantearse un proyecto de vida propio.” (Krauskopf, 1982).

Romper con los lazos de dependencia infantil para poder lograr una identidad propia, la independencia de los padres en cuanto a la adopción de un sistema de valores propios, elección vocacional, autonomía económica y un buen ajuste psicosexual, son los límites que marcan el final de la adolescencia, lo que supone llegar a ser autónomo, independiente, autodirigido, capaz de tomar sus propias decisiones y aceptar las consecuencias de ellas, tener una identidad clara de sí mismo, saber quién es, cómo pedir y aceptar ayuda de otros y posteriormente, ser capaz de tener un trabajo y formar un hogar.

La adolescencia igualmente impone cambios en aspectos tanto físicos como cognitivos, emocionales y comportamentales. Son muchos los retos a los que el joven deberá enfrentarse para componer su estructura personal y social: definir las respuestas a los grandes interrogantes sobre uno mismo, potenciar y consolidar la propia imagen, esbozar una trayectoria profesional o de capacitación que le permita a medio plazo autogestionar su vida, conseguir la pertenencia a un grupo de iguales donde pueda crecer en continua interacción.

Hablaremos de esos cambios y como repercuten en la integración del adolescente

Desarrollo físico

  • Aparición de los caracteres sexuales secundarios que preparan al individuo para participar en el acto sexual
  • Adquisición de la madurez sexual
  • Aumento en la velocidad de crecimiento, cambio en proporciones corporales, peso fuerza, coordinación motor
  • Asincronía y la disarmonía física, gestual y motora. El adolescente puede volverse torpe con un cuerpo que desconoce. Esto aumenta la sensación de estar “desubicado” y así influir en su cambiante imagen de sí mismo, provocando a veces ansiedad y sentimientos de inferioridad

Desarrollo cognitivo

  • Razona acerca de sí mismo.
  • Es capaz de darle explicaciones diferentes a una misma situación.
  • Puede tramitar la tensión a través del pensamiento y ya no sólo a través de la actuación.
  • Puede considerar no sólo una respuesta posible a un problema o explicación a una situación, sino varias posibilidades a la vez.
  • Agota lógicamente todas las combinaciones posibles.
  • El pensamiento operativo formal le permite distinguir entre verdad y falsedad, es decir comparar las hipótesis con los hechos.
  • Puede tramitar la tensión a través del pensamiento y ya no sólo a través de la actuación.
  • Puede “pensar pensamientos”.

Cambios psicológicos y emocionales

  • Crisis de oposición
  • Desarreglo emotivo o labilidad emocional
  • Imaginación desbordada
  • Narcisismo
  • Crisis de identidad : individual y social
  • Se manifiesta el conocimiento, la curiosidad y las intenciones acerca de la sexualidad. El pensamiento proposicional le permite al adolescente imaginarse como persona sexual y elaborar planes.
  • Se involucra de manera sexual afectiva con otras personas la que se refleja en sus elecciones de objetos sexuales siendo cada expresión un reflejo de la experiencia contextual del adolescente, donde la familia es su ámbito más inmediato.
  • Cobra importancia la pertenencia el grupo del barrio, grupos deportivos, grupos de amigos
  • Asumir los valores y códigos del grupo de pares (Adolescencia media)
  • Las relaciones con iguales del mismo sexo y del sexo opuesto durante la adolescencia, sirven de prototipo de las relaciones adultas futuras

Cuando como padres somos conscientes que se va debilitando nuestro alcance en una edad tan socialmente admitida como “inestable”, nos invaden los miedos anticipando y agrandando, a veces, los riesgos que correrán nuestros hijos, inquieta la pertenencia a ese grupo social que no sabemos cómo influirá en nuestros hijos. Sin embargo el grupo funciona como un clan más o menos organizado donde cada cual descubre que papel ha de desempeñar, es el mejor escenario para ensayar y adquirir las estrategias necesarias de competencia social que necesitaremos a lo largo de nuestra vida, habilidades sociales básicas para sintonizar con los demás, habilidades de escucha y empatía, técnicas de comunicación y negociación, resolución de conflictos, expresión de afectos, defensa de los derechos individuales frente a la opinión contraria del propio grupo o de cualquiera de sus miembros. Es en este escenario donde se terminan de esbozar los sistemas de creencias y valores que servirán de filtro para entender y procesar los diferentes acontecimientos que determinan el paso a la edad adulta. Del mismo modo se ensayarán y consolidarán los nuevos roles que aparecen como resultado de todo éste proceso.

Confiar en un amigo ayuda a los jóvenes a explorar sus propios sentimientos así como a definir su identidad. La amistad se constituye en un lugar seguro para expresar sus opiniones, admitir sus debilidades y obtener ayuda para enfrentar los problemas. La capacidad de intimidad se relaciona con el ajuste psicológico y la competencia social. Cuanto más débil e indefenso se sienta, tanto más buscará a los otros e intentará identificarse con ellos, incluso a costa de dimitir de las propias características diferenciales de su personalidad, pero necesita desesperadamente integrarse en el grupo y éste le va a permitir afirmarse con toda seguridad. En medio de seres que piensan y sienten como él, sabe que puede olvidarse de sus actitudes defensivas, expresarse libremente sin temor a no ser comprendido o tropezar con la sonrisa irónica y de superioridad del adulto. Aquí se le toma en serio y encuentra un ideal y unos valores a la medida de sus aspiraciones.

Valores comunes a todos los grupos:

  • Valor
  • Lealtad hacia los compañeros
  • Olvido de sí mismo
  • Fidelidad a la palabra dada

Esta es la función del grupo para la formación y la socialización de la persona. De esta manera el grupo puede ser a la vez una solución para los conflictos del adolescente, y una preparación notable para la condición de hombre. En la medida en que no se desvíe hacia actividades antisociales, y en que la propia dinámica de grupo no llegue a impedir la afirmación personal de sus integrantes y tengan libre esparcimiento y autonomía personal. Es aquí donde reside la peligrosidad del grupo: lo que al principio podría ser la “solución de grupo”, que ofreció al adolescente un ideal de sí mismo y un marco de seguridad permitiéndole avanzar en la maduración de su personalidad, a la larga puede entorpecer su salida de este limitado contexto social. En vez de ser el puente de donde el joven se lanza a la vida, se convierte entonces en su refugio y el medio para huir de sus responsabilidades. La sumisión al ideal colectivo, implica la renuncia a toda una parte de sí mismo, a veces a toda reflexión, formación, autonomía y esparcimiento personal. En un momento dado, el joven tiene que saber tomar sus distancias, lo que no significa que deba abandonar toda actividad del grupo, sino solamente que el grupo ha dejado de ser su único punto de referencia.

Se espera del adolescente una inserción autónoma en el medio social y que alcance el estatus primario: asumir una independencia que lo exprese personalmente y dirigirse hacia roles y metas que tengan consonancia con sus habilidades y que estén de acuerdo con las probabilidades ambientales. El joven procura que sus sentimientos de adecuación y seguridad provengan de sus propias realizaciones, las que confronta frecuentemente con su grupo de pares o compañeros de edad similar.

¿Qué sucede en el Síndrome de Asperger?

Cuando el cartero ha entregado las cartas del número 20, una chica camina directa hacia él. La familia se ha instalado hace poco y él siente curiosidad por los nombres y antecedentes de los nuevos ocupantes. Antes de que él pueda decir “buenos días”, ella le dice “¿Te gustan las Deltics?”. Confundido por la relevancia de esta cuestión, el cartero piensa si una Deltic será una nueva barra de chocolate o una serie televisiva. Antes de que él pueda replicar, ella dice “Son los trenes diesel más potentes. El tren de las 2,30 desde Kings Cross es una Deltic, yo tengo 27 fotografías de las Deltics”. El cartero se tranquilizó al ser ilustrado sobre el tema de conversación, aunque la relevancia para él a esta hora del día no fuera muy aparente. La chica procedió a lanzarse a una descripción de las cualidades de esta extraña locomotora. Ella no estaba nada interesada en los pensamientos de él acerca de tales trenes y parecía obviar las corteses señales de que él debía continuar con el reparto. Por consiguiente, tuvo que ser un poco brusco, interrumpiendo su monologo con un rápido “Adiós” para poder escapar. Estaba desconcertado, ¿por qué esa excéntrica chica sabía tanto acerca de los trenes?, y se alejó pensado ” Por qué ella pensó que yo estaba interesado en los trenes?” Ella le perseguía y continuaba interrumpiéndole. ¿Podría hablar sobre otros temas? Parecía una enciclopedia andante. Esta escena ficticia es la típica de un encuentro con un chico con el Síndrome de Asperger. Una carencia de habilidades sociales, una limitada habilidad de tener una conversación que sea recíproca y un intenso interés en temas muy concretos son el núcleo de las características de este síndrome.(Tony Attwood. Sindrome de Asperger Una guía para padres y profesionales)

Muchas de las características definitorias del SA se hacen más complejas al llegar a la adolescencia. Además, el panorama se complica si tenemos en cuenta que algunas de las dificultades de estas personas son más fáciles de manejar en la infancia.

Las últimas investigaciones han demostrado que a partir de la adolescencia el riesgo de padecer alteraciones psicológicas como depresión, ansiedad u obsesiones aumenta notablemente en las personas con Síndrome de Asperger. Para ellas, la adolescencia es una época especialmente difícil, ya que en ese momento experimentan un mayor deseo de relación y necesidad de formar parte de un grupo, junto con una clara conciencia de las diferencias entre ellos y los otros chicos de su edad.

4Durante este periodo, los chicos y chicas con Síndrome de Asperger se pueden mostrar excesivamente sensibles a las críticas y a las burlas de sus compañeros. Aunque los cambios físicos se producen a la misma edad que en el resto de los adolescentes, los cambios emocionales suelen mostrar cierto retraso; así, mientras que sus compañeros ya hablan de novias o de saltarse las reglas, ellos continúan queriendo sólo una amistad y muestran fuertes valores morales.

A pesar de ello, la adolescencia también trae consigo una mayor comprensión de las distintas situaciones sociales, mayor capacidad de reflexionar sobre distintos eventos y sobre uno mismo y mayor motivación hacia el aprendizaje y la superación de las propias limitaciones. En esta nueva etapa del ciclo vital el adolescente continúa presentando las mayores dificultades en las áreas de relación social, comunicación, flexibilidad y coordinación motora.

En el Síndrome de Asperger vemos que la adolescencia trae consigo:

  • Mayor tendencia a la soledad
  • Incomprensión
  • Depresión
  • Ansiedad
  • Retraso en cambios emocionales
  • Deseo frustrado de pertenecer a un grupo
  • Presencia de inmadurez en el plano emocional.
  • Presencia de reacciones emocionales desproporcionadas y poco ajustadas a la situación.
  • Intereses inmaduros y poco acordes con la edad (por ejemplo determinados dibujos animados, personajes de programas infantiles, etc.).
  • Mayor conciencia de diferencia y de soledad
  • Mayor vulnerabilidad a alteraciones psicológicas como la depresión, la ansiedad y el estrés.
  • Descuido de la higiene y el cuidado personal.
  • Aumento de las obsesiones y los rituales de pensamiento
  • Dificultades académicas. El rendimiento escolar en los cursos superiores se ve dificultado por:
  1. La lentitud al coger apuntes.
  2. Las dificultades para adaptarse a los frecuentes cambios de profesores, aulas, horarios, etc.
  3. Torpeza a la hora de elaborar planes de estudios y secuenciar sus tareas.
  4. Desmotivación hacia determinadas asignaturas.
  5. Dificultades para captar la idea principal de un texto y para seleccionar la información más relevante.

¿Que marca la diferencia?

  • Presencia de fuertes valores morales: Los adolescentes con SA suelen mostrar altos valores de lealtad, sinceridad, compañerismo y bondad, lo que les convierte en personas excepcionales y honestas, defensores de los derechos humanos y fuertes críticos de las injusticias que observan a su alrededor
  • Persistencia para alcanzar sus metas y objetivos.
  • Gran deseo de superación.
  • Personalidad sencilla, ingenua y “transparente
  • Ausencia de malicia y de “dobles intenciones
  • Mejor dominio de las reglas sociales básicas

Necesidades en la adolescencia

En los ciclos de educación secundaria y superior es importante tener en cuenta una serie de estrategias útiles que pueden facilitar tanto el éxito académico, como su integración social en su grupo de referencia, disminuyendo de esta manera el absentismo escolar, la desmotivación y el malestar que suelen expresar muchos de estos adolescentes cuando llegan a cursos superiores. Para facilitar la adaptación a las nuevas exigencias académicas y sociales es aconsejable tener en cuenta las siguientes orientaciones educativas centradas en el ámbito escolar (Asociación Asperger España(2007) Un acercamiento al Síndrome de Asperger: una guía teórica y práctica):

  • Educar a los compañeros en el respeto, tolerancia y comprensión del joven con SA. Integración social
  • Enfatizar habilidades académicas sobresalientes
  • Motivarlos en actividades que refuercen su autoestima
  • Adaptar la metodología de la enseñanza: Proporcionarles adaptaciones no tanto de contenido como de metodología (más tiempo para terminar sus tareas y exámenes, posibilidad de exámenes orales, utilización de un ordenador con procesador de texto, potenciar la vía visual de aprendizaje, empleo de preguntas cerradas en los exámenes como los test de respuestas múltiples, tiempo extra para pasar a limpio los escritos, etc.).
  • Asignarles algunas tareas académicas en las que se puedan incluir sus temas de interés
  • Tener un tutor o profesor de apoyo
  • Prepararlo para la transición a la vida adulta

Conclusiones

El adolescente es capaz no sólo de captar el estado inmediato de las cosas, sino de entender los posibles estados que éstas podrían asumir. La conciencia de la discrepancia entre lo real y lo posible, contribuye a convertir al adolescente en un “rebelde”. Constantemente compara lo posible con lo real y descubre en lo real la multitud de las fallas latentes. Todo esto lo hace ser crítico y puede ser conflictivo ante los adultos. La aparición del pensamiento operativo formal (hipotético-deductivo) afecta también al adolescente en la idea que se forma de sí mismo. Comienza a dirigir sus nuevas facultades de pensamiento hacia adentro y se vuelve introspectivo, analítico y autocrítico. El concepto de sí mismo del adolescente fluctuará entre una enorme sobreestimación, con deseos y fantasías de ser una persona extraordinaria y por otra parte de un intenso menosprecio donde duda de sus aptitudes y habilidades al compararse con otros que toma como modelos a los cuales aspira imitar

Son consideradas como una de las tareas evolutivas importantes de esta etapa el aprender a percibir, modular y controlar la expresión de las emociones e impulsos. En la adolescencia temprana tiende a haber mayor labilidad emocional y descontrol de impulsos, en la adolescencia media es la etapa en la que los sentimientos experimentan su mayor intensidad y en la etapa posterior el adolescente irá experimentando una mayor profundidad y duración de sus sentimientos, así como irá desarrollando la responsabilidad, lo que implica pasar de sentirse “víctima” de las circunstancias a sentir un mayor autocontrol.

La etapa de la adolescencia es un breaking point para el Síndrome de Asperger, si ya para un adolescente es compleja, para ello es aún más, ya que estos cambios pueden dar lugar a graves consecuencias como son trastornos de ansiedad y depresión, su dificultad para ser empático, para ponerse en “el lugar del otro” hace que las conductas ajenas sean imprevisibles, carentes de sentido y, en general, imposibles de comprender y por consiguiente se dificulta esa integración al grupo de pares, tan importante en la adolescencia pues los ayuda a autoafirmarse e interactuar en un contexto más cercano a él. Los problemas para interpretar gestos y ademanes o para adaptar el tono de voz al mensaje que se quiere transmitir, la torpeza en el control postural o las dificultades para integrar la información en un todo coherente y significativo obstaculizan de manera significativa la fluidez, reciprocidad y dinamismo que caracteriza a las relaciones interpersonales., no son antipáticos o maleducados, sencillamente tienen una manera diferente de entender el mundo. La intervención en habilidades sociales desde edades tempranas, la preparación para los cambios físicos y psíquicos de la adolescencia pueden ayudar a disminuir algunas de las consecuencias que esta etapa supone para el SA.

Bibliografía:

  1. Asociación Asperger España(2007) Un acercamiento al Síndrome de Asperger: una guía teórica y práctica.
  2. Attwood Tony. Sindrome de Asperger Una guía para padres y profesionales
  3. Cobo González M.ª Carmen y Eva Morán Velasco El Síndrome de Asperger. Intervención Psicoeducativa. Asociación Asperger y TGDs de Aragón
  4. García Vargas Enrique, Rafael Jorreto Lloves (2005). Sindrome de Asperger. Un enfoque multidisciplinar.Actas de la I Jornada científico – sanitaria sobre Síndrome de Asperger
  5. Hedley D, Young R (2006) . Social comparison processes and depressive symptoms in children and adolescents with Asperger syndrome. Autism 2006; 10: 139-53
  6. Paula-Pérez J. Martos-Pérez (2009): Síndrome de Asperger y autismo de alto funcionamiento: comorbilidad con trastornos de ansiedad y del estado de ánimo. [REV NEUROL 2009; 48(Supl 2): S31-4]
  7. J.J. Casas Rivero, M.J. Ceñal González Fierro (2005): Desarrollo del adolescente. Aspectos físicos, psicológicos y sociales.en Pediatr Integral 2005;IX(1):20-24
  8. Siboldi, J. E., (2011). Síndrome de Asperger y habilidades sociales : un abordaje grupal [en línea]. Tesis de Licenciatura en Psicopedagogía, Universidad Católica Agentina, Facultad de Humanidades “Teresa de Ávila”. Disponible

Fuente: https://autismodiario.org/2013/02/18/la-adolescencia-y-el-sindrome-de-asperger/

Comparte este contenido:

La integración social en los Trastornos del Espectro del Autismo

Por: Elaime Maciques

Introducción

Cuando “R” llega a terapia tiene a veces una mirada triste y más ajena de lo normal, al preguntarle que le sucede me dice:- “Hoy nadie ha querido ser mi amigo y por eso no pude jugar en el recreo” – ¿Cuántos desde diferentes posturas, ya sea como padres o terapeutas hemos escuchado frases similares? Uno de los núcleos centrales de dificultades en los Trastornos del Espectro del Autismo (TEA) es precisamente en su relación con el medio social como consecuencia de su gradual dificultad para identificar y comprender las claves sociales de ahí que muchos se planteen que existe un problema en el cerebro social.

Daniel Goleman en su libro “La inteligencia social” se plantea ¿Qué quieren decir los neurocientíficos cuando hablan de cerebro social? “el cerebro social es decir, los módulos neuronales dispersos que orquestan nuestra actividad cuando nos relacionamos con los demás se halla extendido por todas partes. No existe, en el cerebro, ningún lugar concreto que se encargue de controlar las interacciones sociales. “La expresión cerebro social , por el contrario, se refiere a un conjunto de redes neuronales diferentes que, aunque fluidas y muy amplias, operan integradamente”.

“En este sentido, el cerebro funciona de un modo unificado coordinando sistemas muy diversos y alejados. Aunque la neurociencia todavía no haya llegado a un acuerdo general para establecer un mapa concreto del cerebro social, sus investigaciones empiezan a coincidir en las regiones que se activan durante las interacciones sociales”. Sobre esto se refirió Luria en sus trabajos elaborando su “Teoría del Conexionismo”, plateando que el cerebro funciona de manera conjunta independiente a las especificidades modales que cada área tenga.

Hablar de integración social desde esta perspectiva nos lleva a cuestionarnos como promover en aquellas escuelas llamadas “inclusivas” una nueva panorámica de la integración, la cual más que educativa debe ser social, para -de esta forma- evitar conflictos interpersonales entre los niños (sin problemas aparentes) y aquellos cuyas capacidades cognitivas les permiten formar parte de esa comunidad educativa y que parte de principios de educación para todos sin discriminaciones.

Desarrollo

El ser humano, es por naturaleza, un ser social, que se desarrolla a través de la interrelación con el entorno y sus pares, dándole un sentido de socialización al proceso de maduración y aprendizaje. Vigostky en su Teoría Socio Histórico Cultural, plantea que en la filogenia del psiquismo los planos del desarrollo transcurren separados, primero un predominio de las leyes biológicas y luego las sociales, mientras que en la ontogenia ambos planos del desarrollo (el natural y el cultural) coinciden, se revierten el uno en el otro, ya que cuando el niño nace lo hace en un medio cultural, donde existe toda una experiencia que tendrá que asimilar, de este modo el proceso de formación de la personalidad es un proceso de maduración biológica del organismo, históricamente condicionado, de allí que los fenómenos psíquicos son sociales desde su mismo origen, y no son dados de una vez y para siempre al momento del nacimiento, sino que ellos se desarrollarán en dependencia de las condiciones de vida y educación a la que el sujeto se exponga.

De manera que el proceso de apropiación de la cultura constituye un factor esencial en el desarrollo, en dicho proceso es necesario considerar al niño no como un receptor pasivo sino como sujeto activo que interacciona no solo con objetos materiales, sino con adultos y coetáneos que constituyen mediatizadores fundamentales ya que sin su ayuda no podríamos pensar en la apropiación de la cultura por el niño de manera independiente. L. S. Vigotsky demostró el papel del “otro “como potenciador del desarrollo, capaz de organizar y estructurar conscientemente el proceso de apropiación del conocimiento y de las normas e interacciones sociales que rigen todo proceso de humanización, por lo que el proceso de desarrollo está, sin dudas, mediado por la acción de los otros, por lo tanto el proceso pedagógico es un proceso eminentemente interactivo en el que la categoría comunicación tiene una gran significación.

¿Cómo abordar entonces los problemas de interacciones sociales en los TEA? ¿Cómo hacer entender a las llamadas escuelas integradoras, que éste proceso debe ser más social que académico?

Imaginémonos que estamos en la playa disfrutando de un día espléndido en familia y que de pronto sentimos unos gritos fuertes, instintivamente miramos hacia el lugar de donde provienen y nos damos cuenta a través de los gestos corporales y faciales que es solo un juego, por lo tanto seguimos disfrutando del día porque lo que vimos nos tranquiliza. Pero en los niños con TEA no sucede de esa manera, lo sienten como amenaza e invasión a su mundo.

Los circuitos neuronales que operan en paralelo en el cerebro de los implicados durante las relaciones interpersonales propagan un contagio emocional que abarca el amplio rango de los sentimientos, desde la tristeza y la ansiedad hasta la alegría.

El cerebro de quienes se hallan así conectados emite y recibe un flujo de señales que, en el caso de discurrir de la manera adecuada, amplifica la resonancia. Este vínculo es precisamente el que posibilita la sincronización de nuestros pensamientos, sentimientos y acciones. Tengamos en cuenta que, independientemente de que se trate de la alegría y la ternura o, por el contrario, de la ansiedad y el resentimiento, siempre estamos emitiendo y recibiendo estados internos, gracias a que nuestro sistema límbico es capaz de registrar las emociones adecuadas y dar respuestas adaptativas al medio circundante, sin embargo en los niños con TEA, existe aparentemente una interrupción de las respuestas debido a una deficiente integración de la información sensorial.

“Aunque no debería tener más de dos o tres años, todavía conservo muy vivo el siguiente recuerdo. Caminaba con mi madre por el pasillo de la tienda de comestibles cuando una mujer me sonrió tiernamente y mi boca esbozó automáticamente una sonrisa. Ese día sentí claramente que mi insospechada sonrisa no procedía de mi interior, sino de fuera, como si mi rostro fuese una simple marioneta movida por hilos invisibles que tiraban de mis músculos. Hoy en día sé que esa inesperada reacción fue una consecuencia de la actividad de las llamadas neuronas espejo de mi joven cerebro. Porque la función de las neuronas espejo consiste precisamente en reproducir las acciones que observamos en los demás y en imitar o tener el impulso de imitar sus acciones. En estas neuronas se asienta, en suma, el mecanismo cerebral que explica el viejo dicho Cuando sonríes, el mundo entero sonríe contigo” Inteligencia social: La nueva ciencia de las relaciones humanas  por Daniel Goleman

Si tomamos en cuenta los recientes descubrimientos en el campo de las neurociencias de las “neuronas espejo” que son el mecanismo esencial para comprender las intenciones de otros, para desarrollar una teoría de la mente y, por ende, para capacitarnos para la vida social, aportan nueva luz para entender cómo la red neuronal “refleja” el mundo, la auto-imagen y la imagen de la mente de los otros en la producción evolutiva de un comportamiento social, y como en los TEA este grupo de neuronas presenta una disfunción, lo que sugiere que el SNE no se activa normalmente y, por tanto, son incapaces de este reconocimiento empático de las conductas de los demás. La comprensión de las acciones humanas tiene que ver con la capacidad de simular las acciones observadas en otros (es decir, que el observador represente los estados internos de otros individuos con su propio sistema motor, cognitivo y emocional). Esta simulación posibilita una comprensión de los otros humanos que permite percibirlos como semejantes, una “multiplicidad compartida de intersubjetividad” como lo llama V. Gallese, esto es, permite la atribución de una mente.

Demuestran que verdaderamente somos seres sociales. Que la familia, el entorno y la comunidad son valores realmente innatos

El fenómeno del contagio emocional se asienta en estas neuronas espejo, permitiendo que los sentimientos que presenciamos fluyan a través de nosotros y ayudándonos así a entender lo que está sucediendo y a conectar con los demás. Sentimos al otro en el más amplio sentido de la palabra experimentando en nosotros los efectos de sus sentimientos, de sus movimientos, de sus sensaciones y de sus emociones y nos envían el mensaje reflejado en la imagen.

El conocimiento sobre estas alteraciones permitirían a los docentes involucrados en los procesos de integración de niños con TEA a la escuela regular, a propiciar una mejor integración social, enseñarían a los niños etiquetados como “normales” como enseñar a los otros etiquetados como “diferentes” a entender las normas sociales del juego, los comportamientos adecuados en diferentes contextos sociales y lograrían mejores resultados y menos situaciones de bullying o acoso escolar.

Desde mi perspectiva una adecuada integración social incluye:

  • Desarrollar la capacidad simbólica del niño para que pueda atribuirle a ésta un significado social
  • Propiciar la integración a los equipos de estudio en proyectos que resalten las habilidades y capacidades innatas de estos niños.
  • Conocer esas diferencias individuales para darle el mejor apoyo posible
  • Enseñar a establecer relaciones interpersonales

Son muchas las condiciones que se deben conjuntar para alcanzar la meta de integrar a las escuelas y aulas regulares a los alumnos y las alumnas con necesidades educativas especiales. Podemos mencionar algunas: modificaciones legislativas, apoyo de las autoridades educativas, cambios en la organización de los centros escolares y en las actitudes de todos los implicados (directivos, maestros, padres de familia y, en algunas ocasiones, de los mismos niños), transformación de los procesos de enseñanza y de aprendizaje, evolución en las prácticas de evaluación. El primer paso para realizar estos cambios es reconocer que la integración educativa no constituye un acto caritativo, sino un esfuerzo para generar las condiciones que permitan que los niños aprendan de acuerdo con sus potencialidades.

Conclusiones

La escuela es un agente socializador por excelencia, donde se producen los aprendizajes más complejos no sólo a través de la transmisión de conocimientos, sino que se constituye un meso sistema que debe promover la interacción social de sus estudiantes, abrir las pautas para el aprendizaje colaborativo y propiciar que los niños incluidos en sus aulas, tengan la oportunidad de ser parte de ese entorno socio – cultural. No son los niños con TEA desde esta perspectiva los que presentan una “minusvalía social”, son los otros, el claustro docente que no ha sido preparado para enfrentar una necesidad especial, los alumnos que no tienen el conocimiento ni las herramientas para enseñar a actuar.

Para la forma de entender el mundo (a veces llamada “filosofía”), la integración debe buscar hacer realidad la igualdad de oportunidades para los niños con necesidades especiales, proporcionándoles ambientes cada vez más socializadores. No se puede hablar de inclusión en tanto no se haya realizado un análisis y discusión de los diferentes procesos en que se ha enmarcado la experiencia educativa de las personas con necesidades educativas especiales; así como los procesos de formación de los docentes y otros profesionales relacionados con estas personas.

Es importante que desde nuestra posición de agentes terapéuticos socializadores, trabajemos de conjunto con las escuelas y les demos las herramientas necesarias para que los niños y jóvenes con TEA pueden entender mejor este “Mundo Social”, que logren tener una convivencia agradable y adecuada con su entorno, aprender hábitos de comportamiento que les permita un aprendizaje acorde con sus posibilidades. El acercarlos a las claves sociales más cotidianas, les facilitamos una mejor comprensión del entorno y mejores respuestas adaptativas a éste.

Termino y concluyo con algo que expresó Riviére una vez “La enajenación autista del mundo humano es un desafío serio, pues nuestro mundo no sería humano si aceptara pasivamente la existencia de seres, que, siendo humanos, son ajenos”.

Bibliografía

  1. Goleman Daniel: . La inteligencia social. La nueva ciencia de las relaciones humanas. 2008
  2. Feito Lydia: Las neuronas espejos nos ayudan a comprender las intenciones de los otros. Madrid, 2007
  3. Oberman LM, Hubbard EM, McCleery JP, Altschuler EL, Ramachandran VS, Pineda JA. EEG evidence for mirror neuron dysfunction in autism spectrum disorders. Brain Res Cogn Brain Res 2005; 24: 190-8.

Fuente: ttps://autismodiario.org/2012/03/29/la-integracion-social-en-los-trastornos-del-espectro-autista/?doing_wp_cron=1473345246.0237851142883300781250

Comparte este contenido:

La integración educativa desde la interculturalidad

Por Elaime Maciques

“[…] las escuelas deben acoger a todos los niños, independientemente de sus  condiciones físicas, intelectuales, sociales, emocionales, lingüísticas u otras [… ]la experiencia nos ha demostrado que se puede reducir el número de fracasos y de repetidores [y que] puede servir para evitar el desperdicio de recursos y la destrucción de esperanzas, consecuencias frecuentes de la mala calidad de la enseñanza y de la mentalidad de que ‘la que sirve para uno sirve para todos’” (Declaración de Salamanca 1994)

Introducción

Antes de comenzar a conversar sobre mi experiencia en integración del niño con autismo a la escuela común o regular, me gustaría trabajar algunas problemáticas que se insertan en nuestro mundo de hoy y que tienen una repercusión social y que por transmisión la institución educativa y lo que conlleva con ella, entiéndase procesos de enseñanza – aprendizaje, manejo de estrategias, diseños curriculares y sus adaptaciones, entre otras, también se ven inmersos en ésta problemática socio – cultural.

Actualmente se habla de una educación intercultural y de una educación para y en la diversidad, pero los términos transcienden mucho más allá de los hechos.

El aprendizaje es un proceso que tiene como base la sociedad. El aprendizaje social está marcado por la comprensión de las claves de la comunidad y la capacidad de entender y expresar sentimientos y deseos de sí y de los demás, y de esta forma se convierte en un proceso de apropiación de la cultura por el sujeto, comprendido como un proceso de producción y reproducción del conocimiento bajo condiciones de orientación e interacción social.

Cuando hablamos de multiculturalidad al referirnos a una sociedad, como la actual, en el que grupos étnicos diferentes, con una lengua y una cultura diferentes, conviven en un mismo espacio geográfico podría ser un concepto unánime y hasta sencillo, pero el concepto de interculturalidad se refiere al hecho educativo en el que distintas personas de razas, lenguas y religiones distintas conviven dentro de un mismo marco, aportando lo mejor de su cultura para que de ahí surja una nueva sociedad en la que el respeto, la igualdad y la tolerancia sean la nota predominante, es decir, un hecho educativo integrador y diversificado, pero esta educación aún está lejos de sus paradigmas.

Para Gil Jaurenala educación intercultural como un enfoque educativo holístico e inclusivo que, partiendo del respeto y la valoración de la diversidad cultural, busca la reforma de la escuela como totalidad para incrementar la equidad educativa, superar el racismo/discriminación/exclusión, favorecer la comunicación y competencia interculturales, y apoyar el cambio social según principios de justicia social, analizando que la educación intercultural es vista a través de:

  • Un enfoque educativo, una manera de entender la educación, y supone un proceso continuo y no un programa o acción puntual
  • Un enfoque holístico, ya que afecta a todas las dimensiones educativas y no sólo al curriculum.
  • Un enfoque inclusivo, porque supone educación de todos y no sólo de minorías o inmigrantes.
  • Percibe la diversidad como un valor y no como una deficiencia.
  • Reformar la escuela para conseguir una educación de calidad para todos.
  • Cuatro objetivos generales fundamentales: equidad, antirracismo, competencia intercultural, transformación social

La realidad intercultural supone una relación, una interacción entre grupos humanos con culturas distintas que se da en condiciones de igualdad entre ellas. La interculturalidad, desde su concepción misma, niega la existencia de asimetrías asume que la diversidad es una riqueza y busca eliminar las diferencias, la interculturalidad asume la diferencia no sólo como algo necesario sino como algo virtuoso.

La educación intercultural es la modalidad educativa más indicada para promover procesos de integración al interior de las escuelas que confluyan en relaciones democráticas y solidarias, si aceptamos de antemano que tanto la sociedad como las escuelas son un espacio de encuentro para grupos humanos diversos que, además, están en permanente transformación.

Desarrollo

Más allá de toda duda y desde mi perspectiva, la inclusión educativa se inserta en la interculturalidad y veámoslo desde el análisis de los siguientes conceptos:

  • “La inclusión no tiene que ver sólo con el acceso de los alumnos y alumnas con discapacidad a las escuelas comunes, sino con eliminar o minimizar las barreras que limitan el aprendizaje y la participación de todo el alumnado.” (Blanco 2002).
  • “La inclusión se concibe como un conjunto de procesos orientados a eliminar o minimizar las barreras que limitan el aprendizaje y la participación de todo el alumnado.” (Booth y Ainscow 2002).
  • “La inclusión social es un derecho natural del sujeto que proviene de su condición gregaria; como derecho humano debe estar garantizado” (Rivas 2006)

Así, la educación inclusiva se puede entender como un derecho natural de las personas que tiene como propósito su desarrollo integral a través de la eliminación de las barreras que impiden el aprendizaje, así como de cualquier tipo de discriminación y exclusión, atendiendo sus necesidades individuales, culturales y sociales y fomentando la mejora escolar.

He subrayado algunas palabras claves que entrelazan los conceptos de Interculturalidad e inclusión educativa, pues las dos se ven inmersas en la eliminación de las diferencias que marcan las pautas para una educación eficiente o no.

En este sentido, la educación inclusiva es un proceso contextualizado en el que la formación e instrucción que se ofrece a los estudiantes tiene como base la participación y la atención a las diferencias, las cuales pueden ser físicas, sociales, económicas o raciales. En definitiva, surge la idea de la inclusión como una oportunidad de ofrecer una interculturalidad educativa.

Ainscow y César (2006), que distinguen cinco formas de pensar la inclusión:

  • La que está relacionada con la discapacidad y las necesidades educativas especiales y que tiene como finalidad fomentar la participación de los alumnos que tienen alguna discapacidad física o intelectual
  • La inclusión como respuesta a la exclusión de aquellos alumnos que son categorizados como de mala conducta;
  • La inclusión de grupos vulnerables que no tienen acceso a la escuela por razones de pobreza o discriminación;
  • La inclusión vista como una escuela común con estrategias de enseñanza y aprendizaje inclusivas; y
  • La inclusión como educación para todos en el que se enfatiza una educación y una escolarización sin excluir a nadie por razones físicas, intelectuales, económicas o culturales.

La inclusión analizada así, considera al alumno como eje principal del proceso educativo, sus características, necesidades e intereses, de tal manera que favorece el logro de los objetivos de aprendizaje tomando en cuenta que el fracaso escolar no es un asunto exclusivo de los estudiantes, sino de todo el sistema.

Analicemos ahora las dimensiones de una escuela inclusiva

Cada una de estas dimensiones se centra en el proceso educativo, alumnado, el currículo, políticas educativas, los padres, las estrategias de enseñanza y su interrelación necesaria para poder llegar al éxito de la inclusión.

¿Cuál es la relación entre las características de una escuela inclusiva y sus componentes?.

  1. Planear y organizar un proyecto educativo que responda a las características del alumnado y a sus necesidades educativas: aquí se analiza currículo, contenidos de la enseñanza los cuales deben ser significativos y centrados en el estudiante1
  2. Desarrollar un trabajo colaborativo entre los profesores, el personal de la escuela, las familias, los alumnos y las instituciones que apoyan la escolarización: esta interrelación es fundamental para que el logro de una inclusión educativa, pues logra aumentar las expectativas de los estudiantes y desarrollar estrategias conjuntas para un mejor proceso de aprendizaje.
  3. Apoyar la formación y el desarrollo profesional de los profesores: supone el desarrollo de competencias que le permitan evaluar aprendizaje, realizar las adaptaciones curriculares necesarias, utilizar recursos de apoyo y conocer las características específicas y generales de la diversidad para poder dar atención a las diferencias individuales. El docente de una escuela de formación básica, o secundaria, cuya formación parte de la enseñanza regular necesita estar plenamente capacitado para poder enfrentar los retos que una educación inclusiva presupone.
  4. Respetar las diferencias culturales, lingüísticas, raciales y/o religiosas de los alumnos, así como valorar y utilizar las diferencias como recurso en el proceso enseñanza-aprendizaje: supone la interculturalidad entendida como la comunicación entre las personas que no son iguales, respetar los valores, y al mismo tiempo utilizar la diferencia como recurso de la enseñanza.2
  5. Utilizar diferentes procedimientos de evaluación de los aprendizajes: las evaluaciones formativas como procedimientos utilizados por los profesores con la finalidad de adaptar su proceso didáctico a los progresos y necesidades de aprendizaje observado en sus alumnos. Responde a una concepción de la enseñanza que considera que aprender es un largo proceso a través del cual el alumno va reestructurando su conocimiento a partir de las actividades que lleva a cabo.

La Dra Liliana Kauffman refirió en una ocasión: La integración escolar será posible en la medida que se elabore un trabajo comunitario tendiente a la aceptación de las asimetrías propias de una sociedad pluralista en la que conviven los opuestos. El tema de la integración se convierte en sí mismo en un analizador que permitirá el acceso a fenómenos coetáneos sociales, culturales e institucionales que pueden dar lugar a una escuela diferente, democrática, abierta al entorno, a la ruptura epistemológica en tanto las tácticas y las estrategias pedagógico – didácticas en el marco de la escuela común, puedan dar respuesta a estos desafíos.

De cierta manera esa relación integración – diversidad – interculturalidad se pone de manifiesto en tan acertadas palabras

Mi experiencia y la inclusión

La unidad dialéctica de lo efectivo y lo cognitivo, constituye un principio esencial de la función reguladora de la personalidad; sin embargo, resulta difícil movilizar las potencialidades de las personas, cuyos intereses y motivaciones por el entorno están dañados, y convertirlas en sujetos de determinada actividad, con una relativa autonomía en su medio. Asperger afirmaba que, en alguna medida, esto era posible.

Para poder trabajar con el niño con autismo debemos hacer una evaluación preliminar para trazarnos una estrategia de intervención. En la elaboración de la estrategia de intervención se presta especial atención a los recursos necesarios para la labor educativa, los cuales, según A. Gayle (2002), son los siguientes:

  • Personales (docentes y especialistas)
  • Materiales (equipamiento didáctico, medios técnicos)
  • Organizativos (cambios en la organización escolar, horarios docentes, régimen del día, nuevas ofertas educativas)
  • Curriculares (adaptaciones de acceso y curriculares propiamente dichas)

Las severas limitaciones de los niños del espectro autista imponen importantes restricciones en áreas como el cuidado, intercambio de información, relaciones sociales, educación y otros. El estilo cognitivo, conductual y afectivo de estos niños obliga a definir objetivos y necesidades de apoyo específicos que en algunos aspectos son distintos a los requeridos por las personas con otra discapacidad. Su atención y tratamiento deben ir orientados a la máxima calidad de vida y normalización

Comencé mi trabajo en Cuba en el año 2002 en una Escuela Especial para los Trastornos de la Comunicación, una escuela de tránsito hacia la escuela regular. Me hice cargo de un proyecto para niños dentro del espectro autista y su integración a la escuela regular. En aquel momento integración para mí era un reto que iba más allá del conocimiento sobre autismo y pedagogía, era una incógnita que no sabía cómo descifrar. Tuve la oportunidad de capacitarme con la Dra. Kauffman y entonces comenzaron a tener respuesta las interrogantes. Me propuse entonces trabajar en función de integrar a aquellos chicos/as que por su nivel de funcionamiento, lenguaje y desarrollo cognitivo podrían tener una inclusión más favorecedora.

Los resultados del trabajo fueron esclarecedores y favorables a los niños, logramos integrar 4 chicos/as a la escuela regular de 6, en diferentes niveles escolares. Para ello realizamos un trabajo previo y posterior que consistió en:

  1. Selección del centro educativo junto a los padres
  2. Capacitación previa del docente que iba a recibir al niño/a
  3. Labor de sensibilización con el grupo que iba a recibir a los niños/as
  4. Entrega de un informe psicopedagógico
  5. Seguimiento de la inserción en diferentes etapas
  6. Reuniones bimensuales con el docente para ir analizando avances, retrocesos y rediseñar estrategias en caso necesario
  7. Modelo de integración: aula inclusiva

Como primera experiencia fue enriquecedora y dentro de los factores positivos a mí entender fue el sistema educativo cubano, el sistema social y las políticas educativas inmersos en ella, la interrelación institución educativa – institución familiar, que hicieron posible un trabajo fluido e integrador.

Mis experiencias posteriores, aunque se han visto influenciadas por la cultura, han sido igualmente enriquecedoras, sin embargo me he encontrado ante situaciones contradictorias en cuanto a decir y hacer.

En países latinoamericanos como Honduras, El Salvador, México, inclusión tiene el mismo significado que hemos venido analizando hasta ahora, sin embargo los hechos demuestran otro concepto:

  1. Inclusión significa exclusión
  2. Inclusión significa no favorecer el conocimiento de los contextos vitales, por medio de la imitación, la visualización y el aprendizaje vivencial
  3. Inclusión significa no tener claras el niño y sus necesidades.
  4. Inclusión significa no integrar a la escuela, a la comunidad educativa y la familia

¿Cuáles han sido las consecuencias?

  1. Retraso escolar
  2. Aumento de los niveles de ansiedad y angustia y por consiguiente aumento de conductas disruptivas
  3. Poco desarrollo de habilidades sociales y comunicativas
  4. Desorientación familiar que conlleva en ocasiones a dinámicas disfuncionales

Hace poco dando una clase a mis estudiantes les hice una pregunta:

La pedagogía del nuevo milenio encontrará en la cuestión de la diversidad ¿una utopía o un desafío abordable?

Me gustaría dejarlos con esa interrogante y que logren hacer una reflexión exhaustiva sobre el tema.

Gracias

Fuente:https://autismodiario.org/2011/10/28/la-integracion-educativa-desde-la-interculturalidad/

Comparte este contenido:
Page 1 of 2
1 2