Educación, bases para el acuerdo

Por José Manuel Bujanda

EL proceso para definir el Sistema Educativo abierto por el Departamento de Educación del Gobierno Vasco en septiembre del año pasado con el objetivo de alcanzar un Acuerdo por la Educación en Euskadi dio hace unos seis meses, concretamente el pasado 5 de febrero, un salto realmente importante y cualitativo. Ese día la consejera de Educación, Cristina Uriarte, presentó ante una treintena de agentes educativos el documento denominado Bases para el Acuerdo elaborado durante los últimos meses. En dicho documento se recogían aquellos aspectos que generaron consenso entre los integrantes. Este recorrido responde al calendario de acciones establecido en septiembre del año pasado cara a una futura Ley de Educación para el conjunto del Sistema Educativo Vasco.

Con este espíritu se conformaron en su día cinco grupos en función de los contenidos a tratar mediante un proceso participativo por personas conocedoras y cualificadas en cada una de las temáticas tratadas en profundidad;a saber, de una manera muy resumida y sucinta:

Convivencia: eje vertebrador de una escuela cohesionada que proponga modelos de intervención integrados y flexibles que garanticen oportunidades educativas de calibre para un alumnado diverso y centros educativos con singularidades propios. Considero importante señalar el objetivo de crear mecanismos de garantía en el acceso del alumnado con el fin de lograr una escolarización más inclusiva y equilibrada favorecedora de una mayor convivencia, cohesión social y la corresponsabilidad, fundamental, de las familias y agentes educativos para favorecer la convivencia.

Lenguas: el texto subraya que la formación del profesorado es imprescindibles para profundizar en prácticas innovadoras de enseñanza de las lenguas y constata que la responsabilidad compartida de la sociedad es una de las bases para consolidar el plurilingüismo. Se trata de conformar un marco propio plurilingüe con el euskera como eje central.

Evaluación: el documento plantea la conveniencia de crear un marco propio de evaluación para la mejora continua de nuestro sistema educativo y de fomentar una mayor autonomía en los centros para el mejor desarrollo de los proyectos educativos.

Modernización de la Educación y Autonomía de los centros: se insiste en la necesidad de contribuir a la consolidación de un profesorado empoderado y prestigiado que pueda responder a un alumnado con nuevas necesidades.

Es preciso reformular el modelo vasco de educación para adaptarlo al nuevo contexto y con el fin de preparar a la sociedad vasca para hacer frente a los retos que en un futuro inmediato de plantearán

A partir de este momento todos los agentes educativos, profesores, direcciones, familias, sindicatos y patronales educativas han dispuesto de un plazo para realizar las aportaciones y reflexiones que considerasen pertinentes. Recibidas dichas aportaciones el Departamento de Educación procedió a su vez a remitir el documento resultante al Consejo Escolar de Euskadi que a su vez recorrió un proceso propio e interno con el objetivo de trasladar de vuelta al Departamento de Educación las consideraciones adoptadas al respecto.

Así, el Consejo Escolar de Euskadi analizó el documento y tras su aprobación por mayoría trasladó al departamento de Educación sus propuestas de mejora. Incluidas dichas propuestas de mejora, el Departamento de Educación presentó para su aprobación ante el Consejo de Gobierno la versión definitiva del documento Bases para el Acuerdo. Dicho documento aprobado por el Consejo de Gobierno ha sido remitido ya a su posterior estación, al Parlamento Vasco.

Será la sede parlamentaria, en representación de la ciudadanía vasca, quien en último término mostrará su opinión sobre un texto de origen plural y diverso en cuanto a su creación, y matizado y enriquecido en el Consejo Escolar, órgano, a su vez, representativo del conjunto de la Comunidad Escolar.

El documento identifica tanto el nuevo contexto en el que se ha de mover la educación como los innumerables retos a los que se enfrenta la adaptación del modelo hasta ahora vigente. La transformación del modelo de sistema educativo vasco se convierte así en una necesidad objetiva de carácter estructural y existencial. Tanto el derecho universal de la ciudadanía a recibir una educación de calidad como la asunción de unos valores (democracia, pluralismo político, libertad, consenso, derechos fundamentales, ética, derechos y obligaciones) y que han de ser desarrollados a través de políticas educativas eficaces nos permitirá una sociedad más justa, solidaria y democrática. Ello identifica a la educación como un servicio público fundamental con la correspondiente obligación institucional de hacerlo efectivo.

Es de destacar que este sincero intento por alcanzar entorno a la educación se caracteriza por ser un proceso participativo amplio tal como se elaboraron los Decretos Curriculares. Se trata de un proceso para definir el Sistema Educativo que queremos para posteriormente abordar el cómo. Hay que recordar que la actual Ley en vigor desde 1993 gozó de un importante respaldo, pero en la Euskadi de 2018, 25 años más tarde, muchas cosas han cambiado, también en el ámbito educativo: nuevas tecnologías, impulso a las lenguas, nuevas metodologías, el binomio enseñanza-aprendizaje etc. Los cambios que se han producido desde entonces en la sociedad y, en particular, en el sistema educativo han sido vertiginosos. Es preciso pues repensar y reformular el modelo vasco de educación para adaptarlo al nuevo contexto, al nuevo paradigma, y con el fin de preparar a la sociedad vasca para hacer frente a los retos que en un futuro inmediato se plantearán, también en el ámbito educativo.

Así lo manifestó en su día la consejera Uriarte: “Los cambios que se están dando en la educación y en nuestra sociedad exigen una reflexión y adecuación por parte de las diferentes visiones que conformamos la comunidad educativa vasca. La necesidad de un nuevo Acuerdo para la educación que responda a un propósito común. El diálogo, la reflexión compartida y el acuerdo son las bases sobre los que hemos construido nuestro Sistema Educativo y sobre el que tenemos que pivotar el cambio. Estamos ante un reto colectivo, un reto de País”. Ese es el objetivo, el logro de un suelo común que defina los pilares de la educación y que pueden ser compartidos por toda la comunidad educativa. Y ello en base a las competencias de las que gozamos por el Estatuto en su artículo 16..

Hago mía una reflexión del catedrático de Derecho Internacional Privado de la Universidad del País Vasco y abogado Juanjo Álvarez que como profesor comparto totalmente: “No debemos olvidar tampoco factores de enorme complejidad que rodean su actividad docente y relacional como es el relativo a un alumnado cada vez más exigente;esta conexión entre profesorado y alumnado es complicado de gobernar y ordenar porque demasiadas veces los estudiantes son solo conscientes de sus derechos y no de sus deberes lo que conduce a un debilitamiento de la auctoritas, de la percepción del profesorado como autoridad”. Sí, es un reto colectivo como País, está en juego el futuro de las próximas generaciones, el de nuestra sociedad a futuro.

Estamos ante un nuevo curso escolar, está en ciernes un nuevo curso esta vez político, el Parlamento Vasco abre sus puertas, se presenta, pues, una magnífica oportunidad en la que altura de miras y la responsabilidad compartida en el diálogo serán la clave de bóveda para que Bases para un Acuerdo por la Educación llegue a buen puerto. Sea.

Fuente del artículo: http://www.deia.eus/2018/09/05/opinion/tribuna-abierta/educacion-bases-para-el-acuerdo

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